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EL MITO Mito es el relato asombroso mediante el cual el hombre de la antigiiedad cuenta cémo surgieron o nacieron sus dio- ses, los atributos que tenfan y la proezas que realizaron, dandoles, por lo general, formas humanas Mitologia es la historia fabulosa de los dioses, los se- midioses y los héroes que alcanzaron estas categorias. En el inicio de la historia humana —hace aproxima- damente 50,000 ahos—, mirar los mundos en lo alto cons- tituyd un gran misterio, un incomprensible prodigio de la creacién que el hombre de entonces y de milenios mds cer- canos a este siglo XX de la Era Moderna, sdlo podia ima- ginar como la morada de los dioses. Para los primeros hombres, sus dioses primigenios fue- ron: el sol, la luna, el cielo, la lluvia, la muerte, etc.; todos ellos elementos o fuerzas a los qué —al no poder domi- nar— consideraban superiores y por ello veneraban para gue les fueran propicios. Después dcidificé a sus muertos, los grandes antepasados que habian sido benévolos, jus- tos, sabios y de gran valor —sacerdotes, gufas espirituales, reyes y guerreros—; ejemplos de ellos son: Rama en la India, Buda en China, Zaratustra en Persia, Quetzaleoat! en México, etc. Posteriormente, cuando el hombre dejo de ser némada, deidificé a seres que le representaban el alimento y, por tanto, las cosechas con sus ciclos de na- cimiento, crecimiento, fructificacién y muerte, para vol- ver, una y otra vez, a la resurrecci6n con la primavera; dioses representativos de esta ya cercana etapa lo son: O: iris en Egipto y Dionisos en Grecia. EL MITO 9 Caracteristicas del mito: * Esencialmente, da teorfas religiosas sobre la forma- cién del universo, de la tierra, de la naturaleza y del hom- bre mismo. * Humaniza lo divino, a diferencia de la leyenda que hace divino a lo humano. * Es un relato que asombra. * Es creacién de una persona o grupo de personas que tepresentan a una comunidad —el brujo, el sacerdote, el jefe, el rey—. En la antigiiedad, sdlo ellos guardaban y ma- nejaban lo que se consideraba sagrado, entre ello, el saber, Tepresentado por la escritura geroglifica. * Representa las fuerzas opuestas del bien y del mal Si se les consideraba buenas eran dioses, y si se les consi- deraba maléficas eran demonios, * Representa el inicio de la sociedad humana dandole una raz6n de ser y un vinculo con lo que le rodea. * Animales de mitologia solar son: el leén, el toro, el carnero, el guila, el haledn y el ave fénix; de la mito- logfa lunar: el lobo, el perro, la serpiente, la liebre y la rana. Los mitos —y las leyendas— son la acumulacién del quehacer inicial del hombre basado en la imaginacidn co- lectiva, y son un testimonio abundante de la infraestruc- tura psicosocial de la comunidad que los produce. El mito €s propiedad exclusiva de determinada comunidad, pues €s su versién de los acontecimientos humanos y universa- les, y, por lo mismo, tienen sus divinidades propias y la creencia de que en sus localidades es el origen de la vida, del universo y del hombre, sobre todo, en las culturas pri. migenias como la china, la indi, la persa, la egipcia, la griega y la mexicana. Pero es digno de hacer notar las se- mejanzas que tienen en la contraposicion de valores —bue- no-malo; dios-demonio; luz-oscuridad; ying-yang— y en cataclismos como el del diluvio universal que —no habiendo @ la fecha pruebas de ello—, una teorfa nuestra es que es un relato de los més antiguos pobladores que vieron atin 10 ANTOLOGIA como muchas partes de la Tierra estaban sumergidas en los mares, como ¢s el caso de Europa que hace 40,000-50,000 afios no era un continente sino una gran extension de agua. En resumen, los mitos —como las leyendas— consti- tuyen la suma de acciones y pensamientos de una colecti- vidad sobre ciertos puntos de su historia y de su cosmovision que, en el transcurrir de milenios, han generado y nutrido a su cultura. Aauiles, Paris, Alexandros, Helena de Troya, Hector, Patroclo, Ulises y otros muchos personajes griegos, son historia, mito y leyenda, conjuntados con hechos veridicos y de imaginacién sacro-poética que se reflejan en las obras de Homero, Hesiodo, Séfocles, Euripides y Esquilo. + nies arta a dacuantar 1 pnlstorprbidor ensue maze Gracias por viajar con Interjet! ‘erminar ® EL GENERO HUMANO Tribu Mossi Africa En el principio, el creador, Uendé hizo a tres hombres y tiempo después comparecieron ante él para exponerle sus necesidades El uno dijo: Quiero un caballo. Elotto dijo: Quiero perros para cazar en la espesura. _ Eltercero dijo: Quiero una mujer para regocijar mi vida. El dios Uendé les dio todo: al primero, su caballo; al segundo, los perros, y al tercero, una mujer. Los tres hombres se fueron y en su camino de regreso eayeron fuertes lluvias que ocasionaron estuvieran tres dias feneerrados en la cueva de una montaiia. La mujer hizo co- mida para los tres, y visto esto, los dos hombres que no tenfan mujer dijeron: volvamos ante Uendé. Llegan alla. Entonces le piden mujeres. Y Uendé ac- Gede a cambiar el caballo en mujer, y los perros en mujeres. Los hombres se van, Pero la mujer sacada del caballo € glotona; las mujeres sacadas de los perros son malas, yla primera mujer, la que el dios Uendé habia dado a uno de ellos, es suena: es la madre del género humano. LOS ORIGENES Africa Escuchen lo que me ha ensefiado mi padre, el cual lo sabia por su padre, y lo sabia desde mucho tiempo, mucho tiempo, desde el principio. En el origen de las cosas, en el origen mismo, cuando nada existia, ni hombres, ni bichos, ni plantas, ni cielo, ni tierra, nada, nada, nada, Dios ya era, y se lamaba Nzamé. ¥ alos tres que son Nzamé les llamamos nosotros ‘Nzamé, Mebere y Nkwa. Y en el comienzo Nzamé hizo el Cielo y la Tierra, y se reserv6 el Cielo para sf. Soplé so- bre la Tierra, y por la accién del soplo nacieron la tierra y el agua, cada una por su lado. Nzamé hizo todas las cosas: la luna, las estrellas, los animales, las plantas, todo. Y cuando hubo acabado todo Jo que nosotros vemos ahora, llamé a Mebere y Nkwa y les mostré su obra. —Lo que he hecho, zesta bien hecho? —Ies pregunté: —Si, lo has hecho bien —fue su respuesta. —iQueda atin por hacer alguna cosa?- Y Mebere y Nkwa le respondieron: —Vemos muchos animales; pero no vemos a su jefe Vemos muchas plantas; pero no vemos a su amo. Y para dar un amo a todas Jas cosas, designaron, en- tre las criaturas, al elefante, por su sensatez; al tigre, por su fuerza y su astucia; al mono, por su agilidad. Pero Nzamé quiso hacer algo atin mejor, y entre ellos tres hicieron una criatura casi a su semejanza: el uno le 37 fuerza, el otro el poderio, a , el terc es cto cero la hermosura. Toma para ti la Tierra, De hoy en adelante, eres 9 de todo lo que existe. Como nosotros, tienes vida; Tas cosas se te someten. Tii eres el dueiio. ‘ Mzamé, Mebere y Nkwa remontaron a su morada en 0, y a la nueva criatura todo le obedecia. 4 Bei sice. Aan el elefante siguié siendo mero, re ocupé el segundo puesto y el ‘0, porque ellos eran los sia Haan a a cls que Mebere y Nkwa habfan izamé, Mebere y Nkwa habian lam: in e ado al am, que quiere decir: la fuerza. Raa Te Ha a de su poder, de su fuerza y de su hermosura Me jopnePulaba en estas res cualidades al elefante a ; ufano de vencer a todos los animal i ec les, esta a criatura se eché a perder: se hizo orgulloso, no D adorar a Nzamé y le despreciaba: | Yere, oh la, seve ios en alto, el hombre en tie Yeyé, oh, la, yeyé, eh Dios es Dios. El hombre es el hombre, cada uno en casa, cada cual en su casa. Dios, al oir el cntico, presté ofdos: —2Quién canta? Busca, busca! —responde Fam. —iQuién canta? | —Yeyé, oh, 1a, yeyé. «Quien canta, pues? —iEh! {Soy yo! —grita Fam. Dios muy colérico, llamé a Nzalan, el Trueno. 38 ANTOLOGIA Y acudié Nzalan haciendo gran ruido. ¥ el fuego del cielo abrasé el bosque. Comparado con tal fuego, el incen- dio de una plantacién es la llama de una astilla. La Tierra estaba, como hoy, cubierta de bosques; los drboles ardian, las plantas, los bananeros, el manioc, el cacahuate, todo se secaba; bichos, pAjaros, peces, todo fue destruido, to- do estaba muerto; mas, por desgracia, al crear al primer hombre, Dios le habfa dicho: ‘No morirds’’. Lo que Dios da no 10 quita. El primer hombre se quem Pero Dios miré la tierra, toda negra, sin nada de nada, ociosa: tuvo vergiienza y quiso hacer algo mejor. Nzamé, Mebere y Nkwa tuvieron consejo ¢ hicieron asf: sobre la tierra negra, cubierta de carbones, pusieron una nueva ca- pa de tierra, brot6 un arbol, creci6, ctecié mds, y cuando ina de sus semillas caia al suelo, nacia un drbol nuevo, cuando una hoja se desprendfa, cfecia, crecia, empezaba @ caminar, era un animal, un elefante, un tigre, un anti; Tope, una tortuga, todos, todos. Cuando una hoja cafa al agua, nadaba, y era un pez, una sardina, un mujol, un can- erejo, una ostra, una almeja, todos, todos. La tierra vol- Wié-a ser lo que habia sido, lo que es hoy todavia. Y la prueba, hijos mios, de que mis palabras son verdad, es que fi en ciertos sitios cavan la tierra, y a veces, incluso, en- cima, encontrarén una piedra dura, negra, pero que se rompe; tirenla a la lumbre, y la piedra arde, Esto lo sabéls perfectamente. Estas piedras son los restos de los antiguos bosques quemados. Mientras tanto, Nzamé, Mebere y Nkwa celebraban consejoz ~ Hace falta un jefe para mandar a los animales —dijo Mebere. —Seguramente, hace falta uno —dijo Nkwa. —Verdaderamente —repuso Nzamé—, haremos de nuevo un hombre, un hombre como Fam: las mismas pier- nas, los mismos brazos, pero verd la muerte. A-este hombre, que fue aqui abajo el primer hombre, padre de todos nosotros, Nzamé le llamo Sekumé; pero 39 Jios NO quiso dejarle solo. Le dijo: ‘i . Le dijo: Hazte REMI Acksmt s¢ hizo. wna roujet, ane echo o andar. Hamé Mbongwé, » que eché a andar, __ Al fabricar a Sekumé : ya Mbongwé, Nzamé les habii puesto de dos partes: una exterior, aquella a auc les jan Gnul, cuerpo, y otra que vive en el Gnul y que todo: i imamos Nsissim. i ; Briss sss el alma eso que produce fa sombra; la bray Nsissim son la misma cosa, Nsissim hace vivir o pen, va ghanaue de noche cuando dormimos, va cuando el hombre muere; ssi 5 , i n 2 ; pero Nsissim no @. {Sabéis dénde se aloja mientras esta en su Gnul? el ojo. Si, habita en el ojo, y ese (0 brillante ita en el ojo, y ese puntito brillante que Be acnené sekumé y Mbongwé vivi i : vivian aqui felices y tuvieron tr pane eae al primero, Nkure (tonto, e Hat 1 lo (el que no piensa en nada), y é é suestas a Mefere, el tercero (0 Sega? : , sea, el bueno, el ca én tuveron hijas, ceunias? yo no s6,y aiteie nes ién hijos, y éstos, a su vez, otros hij , y éstos, , 0170s hijos. Me- el padre de nuestra tribus los otto, los de las deme eect Dios habia encerrado bajo tierra a Fam, i aa eaten Pens pre GPO a Soa la sali fuera, Quien ocupaba i ERT te cee ere Sei icatin cco Después, a los hombres i : 4 que habfa creado, Dios les di tna ley. Llamando a Sekumé, Mbongvé y ss hijo, se los a todos, chicos y grandes, grandes y chicos: —Estas son las le i : xyes —dijo— que os doy Wenir, y que obedecerfis: eae * No robaréis dentro de vuestra tribu. No mataréis a los que no os hayan hecho mal. * ANTOLOGIA © No iréis a comeros a otros por la noche. Es todo cuanto os pido; vivid en paz en vuestras al- deas. Los que hayan seguido mis mandamientos seran re- compensados, yo les daré su paga; a los otros les castigaré. La manera como castiga dios a los que no le escuchan, vais a saberlo: Después de muertos, andan errantes de noche, pade- ciendo y gritando, y antes de pasar el gran rfo dela muerte, permanecen mucho tiempo sobre una piedra grande y lisa, ¥ tienen frfo, mucho frio. Y cuando los desgraciados han pasado, Nzamé los encierra por mucho tiempo en el Oto- folan, la mansién mala, donde se ven lastimas y léstimas. En cuanto alos buenos, se sabe que, después de muer- tos, vuelven a las aldeas junto a los que han conocido y amado, ponen ante sus ojos suefios agradables, les dicen lo que hay que hacer para vivir mucho, adquirir grandes riquezas, tener mujeres fieles, tener muchos lujos y matar muchos animales en las cacerias. Después Dios los sube alo alto y los coloca con él en la estrella de la tarde. Desde alli nos miran, nos ven, se alegran cuando festejamos su recuerdo, y lo que pone tan brillante a la estrella son los ‘ojos de todos esos muertos. Lo que mis mayores me ensefaron, ahi lo tienen, y am{, Ndumenba, fue mi padre Mba quien me lo ensefid, el cual aprendié de su padre, y el primero yo no sé dénde lo aprendid, yo no estaba alli. POPOL VUH Maya ‘Angel Mario Trias México En el comienzo no habia nada. Todo era vacfo y desolado. El espacio permanecia inmévil, y sobre el caos reposaba la inmensidad del mar. En el silencio de la oscuridad mo- raban los dioses Tepeu, Cucumatz y Hurakan, cuyos nom- bres entrafan los misterios de los origenes, de la existencia y de la muerte, tanto de la Tierra como de los seres que la habitan. Cuando los dioses Hlegaron al lugar donde se encon- traban las tinieblas, conversaron y concertaron en lo que harian, Entonces dijeron: ‘ —Apropiado es que las aguas se aparten de la tierra. En esos lugares habré siembra fecunda, y de los frutos co- sechados comerdn sus pobladores. ; De este modo fue separada el agua de la tierra firme. Hecho esto, los dioses declararon: _—Nuestra primera obra est4 completa, y es bella ante nuestra mirada. ; En seguida desearon continuar con la creacién, y di- jeron: —Las plantas y rboles no deben crecer solos. Y los dioses hicieron surgir aves y bestias; pero ee torpes ¢ insensibles, y al recapacitar en ello, aamae Las bestias, segtin su especie, dormirdn en guaridas, andaran en cuatro patas y doblegaran la cerviz; el ave mo- rar en el arbol y volara con el viento, y habrdn de mul- tiplicar sus generaciones sin cambio a lo hecho. 37 "Las testias y las aves cumplieron con lo mandado y yevamente los dioses se reunieron y declararon: _ —Todo ser vivird sometido a lo dicho, pero ninguno 4 slibdito del silencio; el silencio es desolacién, aban- sno y muerte. Por tanto, con los atributos que les hemos jorgado y de acuerdo a lo que son, digan nuestros nom- ;. Alcen su voz y acudiremos. Sea de este modo. Pero las criaturas creadas no hablaron, y los dioses eron: _ —Por su tonto mutismo, no vivirén mas con los pri- sgios otorgados; unos y otros huirdn de sus semejantes, or no haber hablado ni habernos reconocido como sus idores, sus carnes serdn maceradas y devoradas, y entre des mismos se devoraran unos a otros. Dicho esto, los dioses se retiraron, y las bestias per- fecieron ahi, abandonados a su suerte, resignados y so- ando la sentencia dictada, ij i __Asi, los dioses planearon crear otros seres capaces de blar. Entonces dijeron: | —2Qué haremos para que las nuevas criaturas sepan marnos por nuestros nombres y comprendan que deben ime de los nuevos seres. Los moldearon poco a poco juando concluyeron, las criaturas eran sélo muiiecos de airo fresco que no podian sostenerse en pie, y termina- 1 por desmoronarse al poco tiempo, Mas he aqui que dian hablar; pero en sus palabras no habia conciencia, Por ello los dioses dijeron: —Viviran en tanto surgen aquellos que les habran de ituir. Y los dioses se preguntaban cémo harfan seres que tu- eran conciencia y comprensidn, que les invocaran y su- eran lo que ellos eran y siempre serfan. Fue asi que la de un rcldmpago iluminé la mente de la nueva creacién. 58 ANTOLOGIA Los nuevos seres fueron hechos de madera. Parecian en verdad gente, pero pronto mostraron no tener coraz6n; eran incapaces de comprender el sentido y propésito de sus origenes. Hablaban, pero sus palabras eran vacias, y en su torpeza no reconocieron la presencia de sus creadores, duenos de cuanto crece y respira. Por tal causa también fueron condenados, y sobre de ellos los dioses hicieron caer una Iluvia de ceniza que ter- miné con su existencia, Decepcionados de lo que creaban, los dioses dispusie- ron que toda la tierra se inundara y toda creacién sucum- biera. ¥ asi sucedié. Durante muchas lunas la inundacién lo anegé todo. Después, los dioses hicieron otros seres, y ¢l hombre fue hecho de plantas que crecian en los pantanos, y la mu- jer fue creada de alargadas espigas que crecian al borde de pequefios lagos. Pero éstos tampoco fueron lo que sus creadores esperaban, y por ello el pdjaro Xecotcovah se ‘abatid contra sus ojos, y fueron trituradas sus carnes por el jaguar Cotzabalam. Sin embargo algunos, al huir hacia cuevas y Arboles, lograron salvarse, y acabaron por con- vertirse en monos, y por eso los monos recuerdan vaga- mente el aspecto de los antiguos pobladores de la tierra Quiché. Una vez mas se reunieron los dioses, y concertaron la creucidn de seres que serian de carne y hueso: de cora- z6n ¢ inteligencia. ‘Antes del amanecer, bendijeron Io que habria de ser el alimento de aquellos seres. De sitios escondidos arriba ton cl gato, la zorra, el loro y el cuervo, quienes trafan la nueva de que las mazorcas de maiz amarillo, morado ¥ blanco estaban altas y maduras. Las mazorcas fueron des- granadas, y con los granos puestos en agua de Muvia sere hada, higieron las sustancias necesarias para la creacién y la prolongacién de la vida de los nuevos seres. De esta aturaleza los dioses los formaron y para darles reciedum- bre les pusieron carrizos por dentro. 9 uitzé 0 Tigre de Dulce Sonrisa; Balam Acab o Ti Y & igre de foche; Mahucutah o Nombre Distinguido, e Iqui igre de la Luna, eee " Apenas surgidos de sus manos, los dioses los hicieron sparecer y preguntaron al primero de ellos: ~_—Dinos por tu propia boca, y por los demas, qué con- sncia tienes de lo que ti y tus hermanos son y del mundo ye los rodea. _Al oir esto, los nuevos seres se percataron de que sus ntidos eran completos y desearon expresar su gratitud. nombre de los demas, Balam Quitzé dijo: "A ustedes debemos nuestro aliento, y por nuestros zones sabemos 1o que sabemos y somos To que somos. endemos asf lo que hay de grande y de pequefio; per- imos dénde se sostienen los puntos cardinales que li- in Io que nos circunda a lo largo y a lo ancho. TO jes Hers no vieron con agrado esta declaracion er que tenfan demasiada conciencia, por lo qu a f ie un conferenciaron entre si: iH ne —Ellos comprenden —dijeron— en qué estril a | —Ellos. qué estriba lo idén- ylo distinto. Puede tal lucidez ser nociva con el tiempo. ecreto que tiene el orden del caos. Asi haremos retro- su soberbia, y la correcta continuidad de la existen- 1 Para que los nuevos seres no se asemejaran dema- ellos, los dioses formaron, con su atiento, una nube Sus ojos, y ast redujeron su visi Fe sus ojos, u n para que nunca is pudieran ver demasiado. eras y mientras dormian crearon a sus mujeres: Cakiza gua Brillante; Tzununiha o Casa del Agua; Choima o 60. ANTOLOGIA, Agua Hermosa y Caha Paluma 0 Caida de Agua. Cuando despertaron, las vieron con regocijo, porque deveras eran bellas, y al mirarlas tan esbeltas, de piel tan lozana y de aroma tan grato, llenos de g0z0 las tomaron como esposas. Y de estos ocho provino todo el pueblo maya Quiché, y su estirpe después se propagaria por la tierra que esta gion del Oriente.

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