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DIAPOSITIVA 3: CLASIFICACIÓN
Alguicidas para matar las algas y/o desacelerar su proliferación.
Antimicrobianos para controlar los gérmenes y los microbios como bacterias y
virus.
Desinfectantes para controlar los gérmenes y los microbios como bacterias y virus.
Fungicidas para controlar problemas de hongos como el moho, el mildiu y el óxido.
Herbicidas para matar o inhibir el crecimiento de plantas no deseadas, también
conocidas como malezas.
Insecticidas para controlar los insectos.
Reguladores de crecimiento de los insectos para interrumpir el crecimiento y la
reproducción de insectos.
Rodenticidas para matar roedores como ratones, ratas y taltuzas.
Preservantes para madera para que la madera se haga resistente a insectos,
hongos y otras plagas.
DIAPOSITIVA 6: ORGANOFOSFORADOS
Los organofosforados son un grupo de pesticidas artificiales aplicados para
controlar las poblaciones plagas de insectos.
La segunda guerra mundial trajo aparejada una gran revolución de la industria
química. En dicho marco aparecieron los organofosforados como desarrollo
exclusivamente militar (gases neurotóxicos) y luego de la guerra, con un amplio uso
agrícola. Así aparecieron en los ’50 el paratión y el malatión, organofosforados que
se consolidaron como insecticidas principalmente agrícolas y su uso se incrementó
enormemente con la prohibición del uso de los organoclorados.
Los organofosforados son sustancias orgánicas de síntesis, conformadas por un
átomo de fósforo unido a 4 átomos de oxígeno o en algunas sustancias a 3 de
oxígeno y uno de azufre. Una de las uniones fósforo-oxígeno es bastante lábil y el
fósforo liberado de este “grupo libre” se asocia a la acetilcolinesterasa inhibiendo la
transmisión nerviosa y provocando la muerte.
DIAPOSITIVA 7: PRINCIPALES CARACTERISTICAS DE LOS
ORGANOFOSFORADOS
Características como ésta que lo posiciona en ventaja con respecto a los
organoclorados de baja degradabilidad y gran bioacumulación. Se han registrado
desde hace varias décadas gran cantidad de casos de resistencia de insectos a los
organofosforados, debido principalmente al uso excesivo de estos insecticidas.
Debido a estos grandes problemas debemos ser en extremo cuidadosos con el uso
de estos insecticidas y no sobrecargar al cultivo con los mismos.
En las aguas se encuentran seres vivos (ostiones, almejas, etc.), que se alimentan
por "filtrado" del agua, de la que retienen las partículas orgánicas aprovechables. Si
hay residuos de un plaguicida orgánico, como el DDT, esta capacidad de filtración
hace que vayan acumulando el tóxico, llegando a concentraciones miles de veces
mayores que las del agua; por lo que aparecerán residuos en estos seres vivos,
aunque no sean detectables en el medio circundante.
DIAPOSITIVA 10: EFECTOS TOXICOLÓGICOS
Todo plaguicida formulado químicamente posee un componente tóxico, este
elemento o grupo de elementos es lo que comúnmente se conoce como principio
activo y su toxicidad debe ser calculada para poder clasificar al producto. Esta
medición es conocida como Dosis Letal 50 (DL50), que es la dosis necesaria para
eliminar al 50 % de una población.
PESTICIDAS CLASE “A”: son aquellos extremadamente tóxicos, por lo que se evitará
todo contacto con la piel, boca o vías respiratorias. Su carga y descarga debe ser
preferiblemente mecanizada, sus manipuladores deben usar aditamentos
específicos y ropa adecuada para su manipulación y mantener una adecuada
higiene personal al terminar el trabajo.
PESTICIDAS CLASE “B”: son aquellos cuya incorrecta manipulación, preparación o
aplicación puede también producir frecuentes intoxicaciones, por lo que deben
utilizarse las mismas precauciones que para los de la clase “A”. Además, se
incluirán aquellos otros plaguicidas cuya DL50 dérmica oscile entre 101 y 300
mg/kg.
PLAGUICIDAS CLASE “C”: son productos de menos toxicidad que los anteriores.
Debe tenerse cuidado de no ingerirlos y evitar su contacto con la piel y vías
respiratorias. Para su manipulación es necesario el uso de botas, guantes y
delantales impermeables, siendo importante también el aseo personal.
PLAGUICIDAS CLASE “D”: son aquellos de más baja toxicidad, aunque para su
manipulación se recomienda el uso de guantes y buenas normas de higiene
personal. También se incluyen los demás plaguicidas cuya DL 50 dérmica sea supe-
rior a 1 000 mg/kg de peso.
DIAPOSITIVA 11: TOXICIDAD AGUDA
La toxicidad aguda puede ser oral (por ingestión), dérmica (por contacto) y por
inhalación. Implica casi exclusivamente al agricultor y, en casos excepcionales, a la
población adyacente a campos de cultivo. Es la que provoca mayor número de
consultas al sanitario rural (médico o farmacéutico) en las épocas de aplicación y
suelen presentarse en forma de picores, irritaciones oculares, afecciones
bucofaríngeas, tos, náuseas, vómitos, mareos y dolores de cabeza (tabla 1).
DIAPOSITIVA 12: TOXICIDAD CRÓNICA
La toxicidad crónica es la que provoca mayor preocupación por parte de las
administraciones y de los consumidores y la que, por otra parte, genera mayor
controversia por la escasez de datos detallados para evaluar sus efectos sobre la
salud y la dificultad para conseguirlos. Está demostrado que los alimentos que
comemos y el agua que bebemos tiene una influencia directa sobre la salud
humana, pero la evaluación detallada de cada plaguicida sobre el organismo
humano, más los efectos sinérgicos de varios de ellos, es una tarea larga y
complicada.
DIAPOSITIVA 13: MUESTREO DE PESTICIDAS EN AGUA
Antes del muestreo es recomendable conocer el historial de uso de plaguicidas en la
zona para identificar los sitios con mayor probabilidad de presencia de plaguicidas.
Este debe considerar la cantidad del plaguicida aplicado y su distribución,
propiedades químicas, factores relacionados con la aplicación (épocas, tasas y
métodos de aplicación), movilidad y toxicidad.