Está en la página 1de 2

Mediciones de Tiempo

El tiempo, en general, se puede considerar una magnitud que se mide directamente. Usualmente,
para hacerlo, se usa un cronómetro.
En los cronómetros eléctricos (de pila), en general, la apreciación es de 0.01 segundo, en tanto que
el tiempo de reacción de una persona es del orden de 0.1 segundo (s). Luego, las mediciones de
tiempo son un caso particular en el cual el error debido a la interacción entre el operador y el
instrumento es mucho mayor que la apreciación de éste, es decir emín = eap + treacc ≈ treacc.
Cuando hablamos de “tiempo de reacción” nos referimos al caso de un operador que está prevenido
y atento al fenómeno en estudio, y trata de “sincronizar” su medición con el intervalo de tiempo que
intenta medir. Más aún, por lo general, este operador tiene cierto control sobre el fenómeno, como
es el caso general de un trabajo de laboratorio, y decide, por ejemplo, cuándo iniciarlo y detenerlo.
Este tiempo, como se dijo, es del orden de 0.1 s y es bastante menor que el tiempo de reacción de un
sujeto desprevenido y sorprendido por un evento, que puede tardar varias décimas de segundo en
reaccionar. Un sujeto desprevenido siempre reacciona después del fenómeno, en tanto que un sujeto
prevenido y atento puede reaccionar antes o después del fenómeno, porque en su intento de
“sincronizarse” puede cometer un error por defecto (si por ejemplo, está nervioso o ansioso) o por
exceso (si tarda en reaccionar). Todos los seres humanos tenemos la capacidad de ajustarnos mental
y físicamente para “sincronizarnos” con un evento, y muchas veces, dependiendo del sujeto y su
experiencia, el sincronismo es casi perfecto, porque el sujeto se ajusta y comienza a actuar con la
antelación necesaria. Esto explica que un tirador con una escopeta le acierte a un platillo que se
desplaza a 60 km/hora, o que un bateador de béisbol le acierte a una pelota que se desplaza a más de
100 km/hora.
El error debido al tiempo de reacción es accidental e imprevisible, no siempre es el mismo en el
mismo sujeto, y dado que puede cometerse por exceso o por defecto, este error tiene doble signo y
forma parte del error mínimo. Aunque al medir un tiempo, el cronómetro se acciona dos veces (al
iniciarlo y al detenerlo), el tiempo de reacción se cuenta una sola vez, porque en general, un sujeto
es “ansioso” o bien es “lento”, es decir, cometerá un error del mismo signo al iniciar y al detener el
cronómetro. Sería muy extraño que una persona sea “lenta” al iniciar y “ansiosa” al detener, o
viceversa. Si Ud. quiere medir su propio tiempo de reacción, es fácil hacerlo con un cronómetro
digital: inicie el cronómetro, tape con un dedo en el visor las cifras de las décimas y las centésimas
de segundo, y siga durante un breve tiempo la cadencia con que el cronómetro va marcando los
segundos. Sin perder este conteo, propóngase detener el cronómetro exactamente en un dado
instante, por ejemplo, en 20 s. Cuando lo detenga, comprobará, en general, que ha errado en su
intento por algunas décimas de segundo de más o de menos: éste es su tiempo de reacción.
Con un cronómetro se puede medir la duración de muchos tipos de eventos, pero en física tienen
especial interés los fenómenos periódicos, es decir aquellos que repiten cíclicamente un estado o
configuración, como por ejemplo, un goteo de frecuencia estable, un movimiento circular o
giratorio (discos, engranajes, satélites, planetas, etc.), y en especial, todos los fenómenos
oscilatorios (péndulos, resortes, péndulos de torsión) y los fenómenos ondulatorios que éstos
producen.
En general, cuando se mide un fenómeno periódico, no se mide el tiempo de un solo período,
porque esto daría un error muy grande si el período es muy breve. Si en cambio se mide el tiempo
en el que transcurren muchos períodos, el error puede disminuirse notablemente. Si por ejemplo, se
mide el tiempo t que demora un péndulo en realizar n oscilaciones, se tiene

t = n ⋅T (1)

donde T representa el período (tiempo de una oscilación). Luego

t
T= (2)
n
y
∆T ∆t ∆n ∆t
= + = (3)
T t n t

donde el segundo término del segundo miembro se ha tachado porque n es un número natural y no
tiene error (si el observador está atento).
Alguien podría objetar: “Pero es posible que, en el conteo de oscilaciones, el observador no detenga
el cronómetro en una cantidad exacta de oscilaciones, es decir, que la última no haya terminado
aún, o haya comenzado ya la siguiente”. Esto es cierto, pero este error es justamente lo que mide el
tiempo de reacción, que ya está contemplado en ∆t, y por tanto, n se puede considerar un número
natural sin error.
Reemplazando la Ec. (1) en la (3), se tiene

∆T ∆t
= (4)
T nT

Es decir que el error absoluto de un período es n veces menor que ∆tmín ≈ treacc, y por ello es que
conviene medir el tiempo de muchas oscilaciones.

También podría gustarte