Está en la página 1de 2

Mastering Audio: the art and the science

Capítulo 6: Monitoring

La filosofía del monitoreo

El mayor propósito de un estudio de mastering profesional es el de analizar las cosas con la mayor
objetividad posible.

La calidez y claridad del producto final es algo que se ve muy influenciado por el uso de un sistema de
monitoreo preciso y de alta fidelidad, aunque también por el buen uso de las diferentes técnicas de
procesamiento.

Elementos de un sistema de monitoreo Hi-Fi

Este sistema es el microscopio de audio del ingeniero de mastering. Permite escuchar detalles en la
música que no se podrían apreciar de otra manera. La receta ideal de este sistema es:

1) Normalmente no habrá monitores de campo cercano, monitores secundarios ni parlantes pequeños


de uso doméstico. Habrá un solo par de monitores de alta calidad, con los cuales el ingeniero está
familiarizado. Sabe claramente cómo se traducirá lo que esos monitores “dicen” en los dispositivos de
reproducción más comunes.

2) Una sala muy silenciosa.

3) No debe haber obstáculos entre los monitores y el sweet spot.

4) La cadena electrónica debe otorgar una enorme transparencia (a veces hasta son fabricadas de forma
custom)

5) Monitores y amplificadores: con gran ancho de banda, alto headroom y respuesta extremadamente
plana.

6) Tratamiento acústico para controlar todo tipo de fenómenos que dificulten la escucha objetiva.

Subwoofers

También es indispensable contar con subwoofers estéreo o bien monitores cuya respuesta sobrepase el
rango infrasónico. Ayudan a detectar diferentes tipos de ruido y distorsión.

Tener subwoofers correctamente calibrados hará que el producto final suene bien en sistemas con
exceso o falta de graves.

Ecualización de monitores

Un sistema de monitoreo poco refinado causa errores y excesos de ecualización. Para ecualizarlos se
deben usar grabaciones de referencia (honor roll list) que permitan juzgarlos de manera objetiva. En
cuanto a frecuencias altas, algunas de estas grabaciones sonarán un poco excedidas de brillo y otras algo
oscuras, pero si el monitoreo es transparente, la mayoría sonará de forma adecuada.

La importancia de unos monitores precisos radica en el hecho de que estos permiten masterizar la
música de una manera que dejará satisfechos a la gran mayoría de los oyentes.

Mitos del monitoreo

Mito 1: Debes trabajar con monitores de la vida real para lograr una buena grabación para la vida real.
(Con monitores de la vida real nos referimos a los medios de reproducción que la gente utiliza). “X
monitores suenan tan bien que son irreales”
Esto es falso, porque los monitores ideales no son los que generan los resultados más placenteros, sino
los que exponen todos los defectos que existan en la señal. Un sistema de monitoreo hermoso para
nuestros oídos no es lo mismo que un sistema preciso y objetivo.

Está demostrado que el monitoreo preciso lleva a menor uso de la ecualización.

Mito 2: agregar high end ayudará a los sistemas de reproducción que flaqueen en este rango.

Quizás en cierto modo sea real, pero esto dará como resultado un sonido muy estridente y brillante en
sistemas que no tengan este defecto. Además, agregar mucho high end produce perceptivamente una
reducción en el rango low-mid.

La clave está en el rango medio. Si se pierden los medios, se pierde todo. Una canción masterizada de
forma que tenga un rango medio claro, inteligible y controlado se traducirá bien en cualquier sistema.

Mito 3: sobrecomprimir ayudará a que no saturen los sistemas de monitoreo pequeños.

Esto es falso porque dichos sistemas pequeños ya tienen su propia compresión. Si a esto le sumáramos
una grabación con menos transitorios e impacto, el resultado sería aún peor.

También podría gustarte