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Modelo Análogo

Introducción

Los sistemas de deformación impulsados por la gravedad se producen a lo largo de todo el margen
pasivo del Golfo de México, desde los Estados Unidos hasta México. Estos sistemas están
relativamente bien estudiados sobre la base de los datos sísmicos de los Estados Unidos y se
caracterizan por dominios bien definidos de extensión de ascenso y contracción de descenso,
causados por un flujo masivo de sales hacia la cuenca, desde el Paleoceno hasta el Oligoceno
(Trudgill y otros, 1999; Peel y otros, 1995; Salazar y otros, 2013; Figura 1). Los perfiles a escala
regional interpretados a partir de los datos sísmicos permiten visualizar a grandes rasgos la
relación intrínseca entre los dos dominios estructurales (Peel et al., 1995; Radovich et al., 2007;
Rowan et al., 2004). La escala de longitud de estos sistemas gravitatorios es de más de 400 km a
partir del

la zona de extensión de la curva ascendente hasta el frente de acortamiento de la curva


descendente. En la gravedad sistemas impulsados por el Golfo de México, una gruesa sobrecarga
sedimentaria (del orden de 5 y hasta 10 km) se mueve por encima de una capa de sal del Jurásico
interpretado para comportarse como un desprendimiento viscoso regional (Trudgill et al. 1999;
Camerlo y Benson, 2006). La dispersión se produce principalmente por la carga sedimentaria
diferencial del sistema delta fluvial en progresión (Rowan, 1995; Wu y otros, 1990; Talbot, 1993;
Diegel y otros, 1995; Peel y otros, 1995; Galloway y otros, 2011), y los episodios de deformación
en los sistemas de extensión-contracción coinciden con los episodios de movimiento/expulsión
lateral de la sal (Vendeville, 2005; Brun y Fort, 2011). Parece que se produjeron desplazamientos
masivos de sal en respuesta a la carga sedimentaria durante el cenozoico (Wu y otros, 1990; Diegel
y otros, 1995; Peel y otros, 1995; Galloway y otros, 2011). Sólo se han publicado unas pocas
investigaciones sobre la tectónica salina mexicana (Macías, 2007; Le Roy y Rangin, 2008; Escalera-
Alcocer, 2010) debido a las restricciones de los derechos legales de gran parte de los datos de
reflexión sísmica y de los pozos. En el noreste de México el dominio de extensión corresponde a la
Cuenca de Burgos, y el dominio de contracción

ubicado en aguas profundas en la parte mexicana del pliegue y empuje del Perdido cinturón
(Pérez-Cruz, 1992; Ortiz-Ubilla y Tolson, 2004; Macías, 2007;

Resumimos algunos aspectos geométricos de los sistemas impulsados por la gravedadm del
margen pasivo del Golfo de México, tal como lo describen varios autores. Durante la apertura del
Golfo de México en el Jurásico Medio, la zona fue inundada por el mar, lo que dio lugar a una
deposición generalizada y masiva (hasta 4 km) de los evaporitas de Louann (Salvador, 1987). La sal
se depositó en cuencas poco profundas durante la extensión progresiva y es probable que la
profundización de los depocentros haya dado lugar a un flujo de sal hacia el mar y a una tendencia
a la penetración de su superficie superior (Pindell y Kennan, 2007), antes de la sedimentación del
Cretáceo. El margen continental y la sal estuvieron cubiertos durante el Jurásico tardío y el
Cretácico por sedimentos de carbonato, y durante el Cenozoico por
de los deltas sedimentarios hacia la cuenca. Se cree que la deformación compleja de la sobrecarga
y la expulsión de sal de una zona de tierra comenzó durante el cenozoico como respuesta a la
carga sedimentaria (Wu y otros, 1990; Diegel y otros, 1995; Peel y otros, 1995; Ge y otros, 1997;
Rowan y otros, 2012). La estructura de las áreas influenciadas por la tectónica salina muestra
importantes variaciones laterales debido a que su acumulación original fue controlada por la
topografía de la grieta preexistente (Salazar et al., 2013), La estructura de las áreas influenciadas
por la tectónica salina, muestran importantes variaciones laterales porque su acumulación original
fue controlada por la topografía de la grieta preexistente (Salazar et al., 2013), y su posterior
desplazamiento es principalmente un proceso tridimensional influenciado por la interacción entre
la sal y el sedimento y la sobrecarga del basamento (Rowan y Weimer, 1998). Una sección en el
noreste de México interpretada por Escalera-Alcocer (2010) nos permite proponer varias
características clave que pueden ser resumidas para el construcción del modelo basado en el perfil
presentado en la figura 1:

1. La inclinación hacia el mar del basamento pre-sal situado debajo de la zona de extensión forma
una rampa de unos 3° a 4° en el área donde se interpretó la sal}. El frente del cinturón de
plegamiento y empuje de la Sierra Madre Oriental se encuentra debajo de la zona de extensión en
los perfiles mexicanos donde se ha observado el plegamiento y empuje del basamento prejurásico
(Pérez-Cruz, 1992; Macías, 2007; Escalera-Alcocer, 2010; Figura 1). Esta deformación está
probablemente relacionada con el avance del frente orógeno Laramida que llegó a la posición
actual del frente de la Sierra Madre Oriental en el Paleoceno (Pérez-Cruz, 1992; Eguiluz de
Antuñano, 2011). La inclinación hacia el este del margen y el hundimiento fue probablemente el
principal efecto del crecimiento ascendente del orógeno Laramida en el área 2. En la sección
presentada por Escalera-Alcocer (2010)la extensión se encuentra principalmente en la zona
continental, pero también se observan fallas normales en la plataforma continental. El estilo
estructural del dominio extensional se caracteriza por fallas lístricas de buzamiento al este,
orientadas NW-SE, con la extensión migrando hacia el este a través del tiempo (Pérez

construcción del modelo basado en el perfil presentado en la figura 1:

Cruz, 1992; Ortiz-Ubilla y Tolson, 2004; Macías, 2007; Morales,

2009). En la Cuenca de Burgos se han interpretado dos niveles de desprendimiento extensional.


Uno situado sobre la capa salina autóctona del Jurásico que involucra la secuencia del Mesozoico y
otro sobre el esquisto del Paleoceno (Pérez-Cruz, 1992). La orientación de las fallas extensionales
de la Cuenca de Burgos coincide con la orientación del frente orogénico

(Figura 1).

3. Hay una gran afluencia de sedimento Oligoceno-Mioceno de

los sistemas del delta fluvial del Río Bravo que coincide con el tiempo de máxima deformación del
cinturón de plegado y empuje del Perdido (Galloway et al., 2011). La compilación de las columnas
estratigráficas regionales (Figura 2) nos permite proponer varios conjuntos sedimentarios que
componen la secuencia sintectónica: i) una secuencia Paleoceno-Eocena compuesta por calizas y
lutitas en la Cuenca de Burgos; ii) una capa de areniscas Oligoceno-Miocena que registra el pico de
deformación principal en el cinturón de plegamiento y empuje de Perdido en la parte mexicana; ii)
finalmente, una secuencia de rocas sedimentarias Plioceno-Reciente.

4. La inclinación también podría haber dado lugar a la generación de pliegues de falla-propagación,


sugeridos por la evidencia encontrada (SENER, SHCP,

y CNH, 2015) en la parte mexicana del pliegue y empuje del Perdido cinturón.

Desde principios del decenio de 1990, los modelos análogos de dos capas quebradizas-dúctiles han
demostrado ser una técnica adecuada para reproducir experimentalmente algunas condiciones
mecánicas que funcionan durante los procesos de la tectónica de la sal (Vendeville y Cobbold,
1987; Cobbold y Szatmari, 1991; Vendeville y Jackson, 1992; Letouzey et al, 1995; Ge y otros,
1997; Mauduit y otros, 1997; Costa y Vendeville, 2002; Bonini, 2003; Fort y otros, 2004;
Vendeville, 2005; Brun y Fort, 2004, 2012; Baikpour y otros, 2010; Wu y otros, 2015). La
modelización analógica ofrece una alternativa para comprender los procesos que intervienen en la
tectónica de la sal cuando los datos disponibles son escasos o de baja calidad, como ocurre en el
noreste de México. La configuración básica, los materiales y las condiciones de escalado de
nuestro estudio se eligieron de acuerdo con los modelos mecánicos presentados en la literatura
(Hubbert, 1937; Ramberg, 1981; Weijermars y Schmeling, 1986; Bonini, 2003). Para conveniencia
experimental, la relación de longitud se fijó en 4×10-6 (1 cm en el modelo representa
aproximadamente 2,5 km en la naturaleza)

y los experimentos se llevaron a cabo en condiciones de gravedad normal. Realizamos dos


experimentos con mesas de 100 y 90 cm de largo, y 25 cm de ancho (Figura 3). Los modelos se
construyeron sobre la mesa experimental ubicada en el Laboratorio de Mecánica de Geosistemas
(LAMG) de la Centro de Geociencias, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) (Figura 3

Hemos utilizado dos materiales granulares diferentes para simular el comportamiento quebradizo:
a) una arena eólica de cuarzo seca y redondeada (arena de Ottawa) con una densidad aparente de
~1450 kg/m3 para la sobrecarga sedimentaria y b) una mezcla más densa de arena de cuarzo y
corindón de 1600 kg/m3 para el sótano quebradizo de la capa de sal. En la naturaleza, la sal fluye
bajo tensiones de cizallamiento relativamente pequeñas (Urai et al., 1986; Spiers et al., 1990;
Weijermars et al., 1993; Hudec y Jackson, 2007) con una viscosidad del orden de 1014 a 1019 Pa∙s
(Bonini, 2007). Para reproducir la fluencia dúctil de la capa de sal hemos utilizado un fluido de
silicona similar al SGM36 (Weijermars y Schmelling, 1986) producido por GELEST con una densidad
de 950 kg/m3 ; por lo tanto, produciendo un mayor contraste de densidad (~1,5) que la relación
sobrecarga sedimentaria/sal en el prototipo natural (~1,2). Hemos agregado una capa inicial de
silicona de alrededor de 1 cm de espesor, con una viscosidad de η = 2,3 104 Pa∙s medida con un
viscosímetro rotacional; este material mantuvo el comportamiento newtoniano cuando fue
sometido a una tasa de deformación de ingeniería de ~3,61×10-6 s-1 en el fase de acortamiento.
La tasa de tensión de ingeniería se calcula dividiendo la velocidad de la pared móvil por el grosor
de la capa viscosa. Los montajes experimentales anteriores para la tectónica salina en el Golfo de
México incluyen los modelos de propagación dominantes (Ge et al., 1997; Rowan et al., 2012) o el
montaje de deslizamiento dominante (Fort et al., 2004; Brun y Fort, 2011; 2012). Hemos adoptado
el último modelo debido a las características geométricas de los

prototipo (Figura 4). En presencia de un basamento inclinado y una deformación de la capa salina
(viscosa), hay una combinación de deslizamiento y propagación como se demuestra en los
experimentos de laboratorio (Brun y Merle, 1985). Una discusión de la La aplicabilidad para los
márgenes pasivos de estos dos modelos fue presentada por Brun y Fort (2011; 2012) y Rowan y
otros (2012) que están fuera del alcance de este documento. Los procedimientos experimentales
se describen a continuación: a) Añadimos una capa de base quebradiza en la tabla que representa
un

un heterogéneo basamento pre-jurásico. La mitad de la capa base, cerca del muro móvil, fue
construida con una geometría de cuña con inclinación hacia la cuenca, que tenía un ángulo de ~1°
entre la zona de la pendiente ascendente y la zona de la pendiente descendente (Figura 3). Esta
inclinación aumentó a 3° durante el acortamiento. A fin de distribuir más uniformemente la
inclinación del basamento durante la deformación, se añadió una capa de microesferas
compactadas de 4 mm de espesor a la tabla experimental situada debajo de la zona de inclinación
hacia la cuenca.

b) Para representar la sal jurásica (Louann) se añadió una capa de masilla de silicona de 1 cm de
espesor que cubría parcialmente la pendiente y la parte horizontal del sótano. La terminación de
la pendiente ascendente cerca de la zona de extensión y la rampa de la pendiente descendente se
situaron aproximadamente en la posición inferida en la sección geológica. La capa de silicona está
limitada por condiciones de fricción similares en el material granular en ambos contactos, el
superior y el inferior.

c) La capa dúctil estaba confinada y superpuesta por una capa de arena de cuarzo de espesor
relativamente constante (0,3 cm) que representaba los estratos Jurásico-Cretáceos, una secuencia
de rocas carbonatadas por fricción, que representa una capa precinética de espesor casi continuo.
El modelo fue contenido lateralmente con arena para evitar el flujo de silicona antes del inicio del
experimento y se dejó en esta posición durante 24 horas para alcanzar el equilibrio.

d) Los experimentos se acortaron aproximadamente un 4 % en 3 horas por

una pared vertical móvil que se mueve a 1,3 cm∙h-1. En el modelo, el acortamiento simula la
orogenia laramídica activa durante el Paleoceno-Eoceno (Figura 3). Durante y después del
acortamiento se depositó arena en la superficie del modelo a intervalos regulares de tiempo para
simular la progresión del delta sin-cinemática (Figura 3). Para una mayor claridad en la
visualización, algunas capas de arena fueron coloreadas de forma diferente. Este modelo de
sedimentación no está destinado para corresponder en detalle al prototipo natural, pero podría
ser fácilmente reproducido en un experimento de laboratorio.

Durante el experimento, las imágenes de la vista superior fueron grabadas a intervalos regulares
de tiempo. Al final del experimento, los modelos se saturaron de agua y se cortaron en secciones
verticales para fotografiar las estructuras internas formadas. Antes de discutir los resultados, es
importante mencionar las limitaciones de los modelos. La selección de las condiciones límite para
estos experimentos no fue trivial y un simple modelo mecánico idealizado no puede abordar todas
las variaciones y complejidades que se encuentran en los sistemas tectónicos de sal natural. La
compensación isostática y el hundimiento térmico de la litosfera subyacente no fueron
considerados. Varios autores han señalado que cuando se utilizan masillas de silicona de baja
densidad la escala de densidad no se considera adecuadamente (Vendeville, 2005; Brun y Fort,
2004; Allen y Beaumont, 2012). Allen y Beaumont (2012) tienen además

señaló que el contraste de flotabilidad puede provocar que algunos pañales aparecen en el
modelo. Sin embargo, los mismos autores también consideran que el La configuración con el
SGM36 y la arena es adecuada para modelar la tectónica de la sal. en un ambiente submarino y
que una capa pre-cinemática impide la formación de los diapiros. Aunque estas dos condiciones
fueron asumidas en la configuración de nuestros modelos, algunos diapiros se formaron en los
límites de la dúctil durante la deformación del modelo. Nuestros experimentos exploran la

posibilidad de inclinación de los márgenes como mecanismo de activación para el inicio de los
sistemas vinculados estructuralmente impulsados por la gravedad. Otros factores que no se han
considerado y que pueden tener un efecto en la deformación son: a) La variación del espesor total
y lateral de la capa salina que impacta el grado de resistencia al cizallamiento, b) el espesor y la
fuerza de la sobrecarga, d) la inclinación del subsuelo salino, e) los cambios laterales de las
litofacias, f) el hundimiento térmico de la cuenca, g) el flujo lateral o radial de la sal. La base
metálica del modelo se trató como un sustrato rígido y fijo.

RESULTADOS EXPERIMENTALES

Dos experimentos mostraron resultados similares. En el experimento 1, las primeras estructuras


observables en la sobrecarga eran pliegues en la zona de la pendiente. El pliegue progresó hacia la
cuenca más allá de la punta de la pendiente pero no había llegado a la rampa frontal de silicona al
final de la fase de acortamiento. Los pliegues se formaron contemporáneamente en la zona de la
pendiente. Una observación interesante en ambos experimentos es que los pliegues se
observaron, en primer lugar, en la superficie en una posición situada por encima del dedo del pie
en la pendiente y no en la rampa frontal de silicona (Figura 5, ver 960 minutos en el panel inferior).
El empuje y el plegamiento incipiente se produjo también cerca de la pared móvil. Al final de la
fase de acortamiento, el frente de acortamiento de la pendiente descendente fue situado entre el
cambio de pendiente y la rampa de silicona.

La temprana extensión en los modelos se caracterizó por fallas con

trazos de superficie orientados paralelamente a la pared móvil. Las fallas normales en la superficie
aparecieron cerca del muro móvil como un arco exterior que se extiende en una capa de
abolladura durante el acortamiento del bulto. Algunas fallas de golpe-deslizamiento se formaron
en la parte central del modelo y actuaron como relés que conectaban el avance diferencial de los
pliegues. La extensión relacionada con el desplazamiento dúctil de la silicona localizada delante del
frente de acortamiento al final de este

fase (Figura 5). En el experimento 2, una mayor extensión expuso la capa pre-cinemática. Esto se
debió a que la menor tasa de extensión de la capa de silicona más gruesa fue ligeramente más
gruesa en este experimento (1,4 cm). Las fallas de extensión que se formaron durante la fase de
acortamiento, localizaron la deformación durante la evolución posterior del modelo. Después del
acortamiento, se añadieron capas de arena de cuarzo seca y coloreada a la parte superior del
modelo para simular la secuencia sedimentaria cenozoica. Se añadieron capas de arena a
intervalos regulares (alrededor de 0,8 y 2,5 mm∙h-1 para los Experimentos 1 y 2; respectivamente),
cuidando de dejar un mayor espesor cerca de la pared móvil para reproducir adecuadamente una
sedimentación deltaica. El lapso de tiempo de la fase sedimentaria fue largo (36 horas) y corto (10
horas) para los Experimentos 1 y 2, respectivamente. El primer rasgo observable a medida que
continuaron los experimentos en la fase sedimentaria fue el crecimiento plegado en la zona de
inmersión, y el desarrollo de la zona de extensión paralela a la pared móvil en el

DISCUSION

El momento de la movilización de la sal en el Golfo de México coincide con períodos de vigorosa


sedimentación regional. Durante el Eoceno y hasta los primeros tiempos del Oligoceno, los
sistemas del delta fluvial estuvieron activos (Galloway et al., 2011) y la sal se movilizó
continuamente hacia el mar. En el Oligoceno y el Mioceno el principal pico de deformación en el
cinturón de plegamiento y empuje de Perdido (Camerlo y Benson, 2006) coincide con el pico de
carga sedimentaria proporcionado por los sistemas deltaicos Houston-Brazos y Grande-Bravo
(Figura 1). En ese momento se produjeron movimientos gravitatorios regionales a lo largo de la
costa del Golfo de México causados principalmente por la carga sedimentaria (Wu y otros, 1990;
Diegel y otros, 1995; Peel y otros, 1995; Ge y otros, 1997; Rowan y otros, 2012). En esta hipótesis,
la deformación del sistema se produce predominantemente por la dispersión gravitatoria (Rowan
et al., 2012).

Los resultados del modelo presentado exploran la influencia del avance del acortamiento de
laramidas en el sistema salino impulsado por la gravedad y, en particular, en la diversidad de las
estructuras de extensión y acortamiento. La orogenia de las laramidas fue un evento regional de
deformación de acortamiento dirigida hacia el este que afectó al noreste de México durante el
período de tiempo comprendido entre el Cretácico Superior y el Eoceno Medio (80 a 35 Ma; Ye,
1997; Eguiluz de Antuñano y otros, 2000; 2004; Chávez Cabello y otros, 2011). En la parte más
meridional del dominio salino, los sistemas vinculados estructuralmente están más cerca de
laLaramida orogénica que llegó a la zona de la Cuenca de Burgos (Pérez-Cruz, 1992; Eguiluz de
Antuñano, 2004; 2009; Chávez Cabello y otros, 2011). El reconocimiento del acortamiento de los
sótanos y su relevancia para la deformación en la Cuenca de Burgos no es una idea nueva y ya fue
señalada anteriormente por Pérez-Cruz (1992). Dos grandes inconformidades erosivas en la
Cuenca de Burgos a 48,5 y 39,5 Ma han sido relacionadas con la orogénesis pulsos de deformación
(Eguiluz de Antuñano, 2011). Además, el perfil interpretado y reportado por Escalera-Alcocer
(2010) muestra un empuje ciego hacia el este, que afecta al basamento pre-jurásico

y la secuencia del Cretáceo en la Cuenca de Burgos, justo debajo de la zona de deposición salina
original.

CONCLUSION

La correlación entre los experimentos físicos y los sistemas impulsados por la gravedad en el
noreste de México subraya la influencia de la inclinación del margen pasivo durante la orogenia
laramídica para desencadenar la deformación por deslizamiento. Los resultados sugieren que la
inclinación del basamento puede haber inducido la movilización de la capa de sal. Esto no descarta
que la deformación de carga diferencial continuara durante la subsiguiente

deposición de los deltas. En el noreste de México el proceso de deslizamiento de la gravedad se


potenció porque la sal estaba situada cerca del frente orogénico. El experimento reproduce las
zonas de extensión, traslación y acortamiento observadas en un sistema impulsado por la
gravedad en la naturaleza. En particular, las características de acortamiento del cinturón de
plegado y empuje del Perdido En presencia de un basamento inclinado, los pliegues del
desprendimiento están delimitados por el empuje del vergente opuesto o han desarrollado una
vergencia e imbricación hacia la cuenca. La carga sedimentaria diferencial controló la formación y
evolución de la estructura tectónica de la sal después de la inclinación inicial del sótano del
subsuelo. Dado que nuestros experimentos se han simplificado, deben probarse otras
complejidades mecánicas y dinámicas para verificar esos hallazgos

Para representar la sal jurásica (Louann) se añadió una capa de masilla de silicona de 1 cm de
espesor que cubría parcialmente la pendiente

y los experimentos se llevaron a cabo en condiciones de gravedad normal. Realizamos dos


experimentos con mesas de 100 y 90 cm de largo, y 25 cm de ancho (Figura 3). Los modelos

El modelo fue contenido lateralmente con arena para evitar el flujo de silicona antes del inicio del
experimento y se dejó en esta posición durante 24 horas para alcanzar el equilibrio.

el acortamiento simula la orogenia laramídica activa durante el Paleoceno-Eoceno (Figura 3).


Durante y después del acortamiento se depositó arena en la superficie del modelo a intervalos
regulares de tiempo para simular la progresión del delta sin-cinemática (Figura 3). Para una mayor
claridad en la visualización, algunas capas de arena fueron coloreadas de forma diferente
• Comprender aspectos geométricos de los sistemas Impulsados estructuralmente por la
gravedad a partir de la modelación analógica utilizando materiales sencillos.

• Realizar un análisis estructural de las fallas normales lístricas- extensionales, sus


estructuras asociadas y sus implicaciones en la deformación.

• Identificar los diferentes rasgos estructurales en planta y sección transversal asociados a la


presencia de una fase de extensión y acortamiento.

• Observar cambios estructurales- experimentales, movimientos asociados, bajo ciertas


condiciones de temperatura, densidad y gravedad.

• Los resultados del modelo presentado exploran la influencia del avance del acortamiento
de laramide en el sistema salino impulsado por la gravedad y, en particular, en la
diversidad de las estructuras de extensión y acortamiento

MATERIALES

1. Recipiente rectangular transparente.

2. Cámara.

3. Arenas de grano fino de diferentes colores y densidades.

4. Arena mágica de diferentes colores.

5. Regla y transportador.

6. Miel.

PROCEDIMIENTO

Se llenara el recipiente con diferentes capas de arena de diferente color a modo de simular una
sucesión estratigráfica (espesores por definir). IMPORTANTE: sobre la capa que simulará el
basamento se dispondrá el material viscoso que representa la sal.
1. Con ayuda del transportador se colocará el recipiente a 3° o 4° de inclinación.

2. Se dispondrá la cámara para grabar cómo va cambiando todo a medida que va


transcurriendo el tiempo.

3. Con ayuda de la regla se podrá apreciar qué tanto acortamiento y extensión se dio gracias
a la inclinación.

y los experimentos se llevaron a cabo en condiciones de gravedad

sistemas vinculados estructuralmente impulsados por la gravedad formación y evolución

La modelización analógica ofrece una alternativa para comprender los procesos que intervienen
en la tectónica de la sal

Objetivos- extensión

 Comprender aspectos geométricos de los sistemas vinculados estructuralmente por la


gravedad a partir de la modelación analógica utilizando materiales sencillos.

•Realizar un análisis estructural de las fallas normales lístricas- extensionales, sus estructuras
asociadas y sus implicaciones en la deformación.

•Identificar los diferentes rasgos estructurales en planta y sección transversal asociados a la


presencia de una fase de extensión y acortamiento.

Observar a cabo en condiciones de temperatura, inclinación de gravedad

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