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Ley Modelo de la CNUDMI sobre

las Firmas Electrónicas 


Finalidad
La Ley Modelo sobre las Firmas Electrónicas tiene por objeto posibilitar y facilitar la
utilización de las firmas electrónicas estableciendo criterios de fiabilidad técnica para la
equivalencia entre las firmas electrónicas y las manuscritas. Así pues, la Ley Modelo puede
ayudar a los Estados a establecer un marco legislativo moderno, armonizado y equitativo
que permita regular con eficacia el trato jurídico de las firmas electrónicas de modo que su
utilización no dé lugar a dudas sobre su seguridad.

Su pertinencia
La creciente utilización de técnicas electrónicas de autenticación en sustitución de las
firmas manuscritas y de otros procedimientos tradicionales de autenticación ha creado la
necesidad de establecer un marco jurídico específico que reduzca la incertidumbre acerca de
los efectos jurídicos que puede tener la utilización de medios electrónicos. Frente a esas
necesidades, la Ley Modelo amplía el principio fundamental en que se basa el artículo 7 de
la Ley Modelo de la CNUDMI sobre Comercio Electrónico en lo que respecta al
cumplimiento de la función de las firmas por medios electrónicos siguiendo para ello un
enfoque neutral en cuanto a los medios técnicos empleados, que evita favorecer la
utilización de tecnologías o procesos concretos. Ello significa en la práctica que la
legislación basada en esta Ley Modelo puede reconocer tanto las firmas digitales basadas en
criptografía (por ejemplo, la infraestructura de clave pública) como las firmas electrónicas
en que se empleen otras tecnologías.

Disposiciones clave
La Ley Modelo sobre las Firmas Electrónicas se basa en los principios fundamentales
comunes a todos los textos de la CNUDMI que rigen el comercio electrónico, a saber, la no
discriminación, la neutralidad respecto de los medios técnicos y la equivalencia funcional.
La Ley Modelo establece criterios de fiabilidad técnica para la equivalencia entre las firmas
electrónicas y las firmas manuscritas, así como normas básicas de conducta que pueden
servir de directrices para evaluar las obligaciones y la responsabilidad del signatario, de la
parte que se fía de la firma y de otros terceros que intervienen en el proceso de firma y en
quienes se confía. Por último, la Ley Modelo contiene disposiciones que favorecen el
reconocimiento de los certificados extranjeros y las firmas electrónicas sobre la base de un
principio de equivalencia sustantiva que no otorga importancia al lugar de origen de la
firma extranjera.

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