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ENFERMERÍA GENERAL I
Actividad Nº1
AUTORES:
BURGOS JOANA (matricula nº 139311)
CARTES SALAS AYELÉN ANA MARGARITA (matricula nº 139319)
GÉNOVA EMILIANO (matricula nº 141267)
1- El ventilador artificial es un equipo compacto con tantos formatos como casas comerciales, pero
con aspectos en común entre ellos. El personal de enfermería debe conocer sus componentes así
como su funcionamiento para poder dar soporte a los pacientes que lo precisen. En la parte posterior
suelen estar las conexiones a las tomas de alimentación eléctrica y las tomas de los gases
medicinales. Precisan de una fuente de gas para poder ventilar al paciente, aunque muchos de estos
aparatos a día de hoy cuentan con un compresor propio, lo que hace que únicamente sea necesaria
su conexión a una fuente de oxígeno. Además, es en ese lugar donde se suelen ubicar el interruptor
general y las diferentes conexiones informáticas para adquisición de datos y el sistema para la
refrigeración del equipo. Los ventiladores cuentan con un mezclador de gas que permite regular la
concentración de oxígeno que se aplica al paciente. La siguiente pieza fundamental para su
funcionamiento es la válvula inspiratoria para regular la salida de gas. Permite la apertura o el cierre
del flujo de aire y las diferentes variaciones en su magnitud y duración. Este sistema es el que
posibilita la inspiración, el que genera un gas presurizado que se administra a la vía aérea del
paciente. Para que esto ocurra, la válvula espiratoria debe estar cerrada. En la parte frontal del
ventilador se encuentran los sistemas de interfase con los diferentes mandos que permitirán
programar los parámetros ventilatorios, las modalidades ventilatorias y las alarmas, así como
monitorizar las diferentes curvas ventilatorias sobre la pantalla. Una vez que el ventilador ha
generado el volumen circulante, este llegará al paciente a través de una tubuladura que se suele
conectar también en la zona frontal. Hay tubuladuras de diferentes tamaños: neonatal (11 mm de
diámetro), pediátrico (15 mm de diámetro) y adulto (22 mm de diámetro). Aunque existen
diferentes modelos, la mayoría de las tubuladuras tienen una rama inspiratoria que permite la
entrada de gas al paciente, y una rama espiratoria que retorna al ventilador y mediante la válvula
espiratoria controla la salida de aire y la presión positiva al final de la espiración (PEEP) entre otros.
Es importante conocer la programación de las alarmas, como la de la presión de la vía aérea alta y
baja, la del volumen minuto alto y bajo, la de la frecuencia respiratoria alta y la del período tolerado
de apnea. Estas alarmas, que son dependientes del paciente, deben ajustarse al inicio de la
ventilación. Otras son independientes del paciente y en la mayoría de los equipos suelen ajustarse
de manera automática, como la de falta de suministro de gas o de electricidad.
Los dispositivos de Presión Negativa rara vez son usados en cuidados intensivos, estos se aplican
externamente y disminuyen la presión atmosférica alrededor del tórax para iniciar una respiración.
Los respiradores de presión negativa producen una ventilación similar a la respiración espontánea y
no requieren la colocación de un tubo endotraqueal, ni la realización de una traqueostomía. Estos
respiradores mediante un dispositivo crean un espacio cerrado alrededor del cuerpo del paciente que
queda conectado a una bomba de presión. Durante la inspiración, dicha bomba genera una presión
negativa en el espacio hermético e impulsa la pared del tórax hacia fuera. Durante la espiración, el
motor generador puede producir una presión positiva que favorezca esta fase del ciclo respiratorio,
no obstante, generalmente, esto no es necesario, y la espiración ocurre de forma pasiva por
retroceso elástico del pulmón.
Existen en la actualidad, tres tipos de respiradores de presión negativa: el tanque o pulmón de acero,
el respirador tipo coraza y el respirador tipo poncho. El tanque consiste en un cilindro metálico
(actualmente, de aluminio o plástico) donde se incluye el cuerpo del paciente y sólo necesita un
cierre hermético alrededor del cuello. Este respirador consigue cambios máximos de presión de 60
cm de H2O y una frecuencia respiratoria máxima de 40 respiraciones/min. Sus principales
inconvenientes son la falta de acceso al paciente, su tamaño y peso. El respirador tipo poncho es un
traje de plástico que rodea el tronco del paciente y, a veces, la parte proximal de las extremidades.
Generalmente, se acopla bien en los pacientes con deformidad de la caja torácica y existen en el
mercado varias tallas disponibles. No obstante, es menos efectivo que el respirador tipo tanque,
consigue menor volumen corriente a la misma presión, y puede resultar incómodo al acumular
calor. El respirador tipo coraza consiste en un caparazón de plástico rígido que se acopla a la
superficie anterior del tórax (corazas torácicas) o del tórax y abdomen (corazas toraco-
abdominales). Este respirador puede generar una presión máxima inspiratoria de 30 cm de H2O y el
volumen corriente conseguido es lineal al pico de presión. Se considera más confortable que el
poncho y su principal inconveniente es conseguir un cierre hermético en pacientes con deformidad
de la caja torácica. Por ello, en tales casos se recomienda construir, mediante un molde, una coraza
con la forma de tórax del paciente.
Los dispositivos de Presión Positiva para aportar oxigeno a los pulmones del paciente a través de
un tubo endotraqueal o una traqueostomía, este proceso reduce el trabajo respiratorio y favorece el
intercambio gaseoso. Hay 3 categorías de ventiladores de presión positiva:
Los ventiladores ciclados por volumen suministran un volumen preestablecido de gas a pesar de que
existen cambios de presión en los pulmones del paciente. La mayor desventaja que existen en este
tipo de dispositivos es el riesgo muy elevado de producir un barotrauma que es la lesión de los
tejidos causada por un cambio relacionado con la presión en el volumen de gas de los
compartimentos corporales. Para evitar que esto pase se deben programar correctamente limites de
presión y volumen.
Los ventiladores ciclados por presión aportan el oxigeno hasta que se alcanza la presión
preestablecida. Este dispositivo puede ser muy útil en situaciones que requieren ventilación a corto
plazo
Los ventiladores ciclados por tiempo suministran el oxigeno durante un periodo de tiempo
preestablecido. El muy útil ya que la fase inspiratoria puede mantenerse constante, estos
dispositivos no se usan en adultos sino en recién nacidos y niños. La desventaja es que la presión y
volumen cambian en cada respiración.