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oO e a @ & IDEAS SOBRE LA PERCEPCION DEL COSMOS Y SU REPRESENTACION EN EL ANTIGUO EGIPTO (1) José M. Galan Los antiguos cgipcios, desde tiempos proto-histéricos, simieron la necesidad de representar plistica- mente el mundo que les rodeaba. La naturaleza no era percibida como algo estitico, sino en continuo movimiento, Por ello, ef “artista” no pretendia reproducir las formas de-una manera meramente descriptiva, puesto que le bastaba con abrir los ojos para obtener la més perfecta interpretacién del entorno fisico, sino que buscaba representar el movimiento, consecuencia de un conjunto de fuerzas en accién. Las formas podfan ser percibidas por los sentidos, observadas, tocadas... Peto, ,qué causaba la existencia de cada forma fisica?, ,qué relacién existia entre cada elemento integrante del mundo natural? Asf, los primeros artistas, que trabajaban sobre cerémica, no representan paisajes, sino la accién que se desarrolla en ellos; sobre todo en relacién con las actividades del hombre (2). El hombre egipcio estaba interesado en aquella parte del mundo natural que le afectaba directamente. Desde tiempos proto-histéricos represents plisticamente su capacidad de dominar/domesticar la naturaleza (3). Sin embargo, cra consciente de que él mismo era parte de la naturaleza: podia controlar con mayor 0 menor éxito los elementos y acontecimientos naturales, pero no su creacién y existencia, BI mundo natural, incluyendo al ser humano, estaba sujeto a la accién de fuerzas abstractas, imporceptibles. Deesta manera, el hombre no s6lo se esforzaba por dominar la naturaleza, sino también en relacionarse y adaptarse a las fuerzas que actuaban en su entorno y que estaban fuera de su capacidad de control. {Cémo podfa el hombre relacionarse con fuerzas abstractas como la inundacidn, ef crecimiento y florecimiento del mundo vegetal...? Puesto que su tinico sistema de referencias proventa de su relacién con el mundo perceptible, el hombre egipcio las dot6, convertidas en conceptos abstractos en su mente, de apariencia extema, Puesto que el ser humano era concebido como la forma natural superior, ya que era capaz de dominar a las demas (ademas de ser también con quien cl hombre posefa, obviamente, una relaci6n més estrecha), los conceptos abstractos recibieron apariencia humana, Siendo las fuerzas de la naturaleza superiores al hombre, en tanto que su accién estaba fuera del posible gontrol humano, el hombre las concibié con apariencia humana y esencia divina (4). Ahora bien, puesto que las fuerzas abstractas producian el movimiento de los diferentes elementos integrantes de la naturaleza, no podian originarse dentro del mundo natural. Puesto que influfan sobre Janaturaleza en su totalidad, debian proceder de fuera de ella, Siendo de esencia divina, su origen debta ser también de carfcter divino, Asf, el hombre egipcio concibié la existencia de un ser supremo fuera de su entorno natural, crcador y centralizador de las fuerzas que actuaban en la naturaleza (5). El hombre observ6 también que el movimiento producido en la naturaleza por estas fuerzas abstractas no era un movimiento cadtico, sino que estaba sujeto a unas determinadas reglas que producfan y ‘mantenfan un orden. El orden que regia e! mundo natural cra, consecuentemente, originado fuera de él: tenia su origen en el ser supremo. Llegando a este punto, se pueden sefia en el antiguo Egipto: lar las siguientes observaciones sobre la concepcién del cosmos 135, ! . ) EL cosmos del hombre egipcio era su entorno natural, todo aquello que afectaba su existencia yconlo |. que él mantenia una relacién. \ El cosmos no era percibido como algo estatico, sino en continuo movimiento, Este movimiento cra producto de ta constante accién de fuerzas abstractas que emanaban de un ser supremo, EI cosmos no era concebido como un conjunto cadtico de fuerzas en accisn, sino que presentaba un orden, también originado en el ser supremo. Asf, el cosmos estaba supeditado a un ser superior que residfa fuera de é1, responsable de su creacién, de su movimiento interno y del orden de los diferentes elementos que lo intogran, Tratando de mejorar su existencia dentro de su dmbito natural, el hombre opts por establecer una relaci6n con las distintas fuerzas de la naturaleza en tos mejores términos posibles, con cl fin de atracr para sf su cardcter benéfico, Puesto que ol ser supremo era concebido fuera del cosmos del hombre, la telacién directa con él presentaba ciertos obstéculos. Por el contrario, las fuerzas de la naturaleza, manifestaciones del ser supremo, por formar parte del entorno humano, podian ser dotadas de apariencia fisica, posibilitando asf una relacién mas directa, El primer paso consistia en el reconocimicnto de la existencia de cada una de las fuerzas en accién. Luego en dotarla de apariencia fisica. Y, por iltimo, en atraer sus favores por diferentes medios, expresando el status inferior del hombre y su dependencia en ella. Asf, surgieron los primeros cultos y, con ellos, los primeros templos, pon wae A través de fuentes esoritas y arqueolégicas se conoce la existencia de templos desde los comienzos de lahistoria de Egipto. Sin embargo, la mayorfa de los templos que fueron construidos enel Reino Antiguo han desaparecido totalmente (0 tal vez no hayan sido atin desenterrados) 0, en cl mejor de los casos, los restos que han Ilegado hasta nuestros das son insuficientes para reconstruir con cierto grado de plausibilidad su plano arquitecténico y el programa de su decoracién; elementos imprescindibles para discemir el significado de su construccién y la intencién de su creador. Como excepcidn. del Reino Antiguo ha sobrevivido un templo con suficientes elementos como para poder ser reconstruido y comprendido: el templo construido por Niuserre’, rey de la V dinastfa, en Abu- Gurab, al norte de Abusir, entre Giza y Saqgara (ca, 2450 a. C.) (6). EI plano del templo reconstruido es muy similar al plano del complejo de una pirdmide (figura 1):(@) —“* un templo junto al rfo; (b) un pasillo cubierto; (c) un segundo templo; (d) una superestructura piramidals (©) una o varias barcas enterradas junto al segundo templo y a la superestructura. La similitud de sus planos refleja una concepeién comin: baste con seflalar aqué que las pirdmides dejaban de ser tumbas una vez.el rey difunto era introducido en ellas, para pasar a funcionar como templos dedicados al mismo rey difunto en asociacién con el dios sol Re’. : A diferencia de las piramides, el templo construido por Niuserre’ en Abu-Gurab no posee ninguna representacién iconogréfica que indique a quién est dedicado, Sélo a través de inscripciones halladas en el lugar, sabemos que el templo esta dedicado no a un dios, sino a d 1 dios sol Re’ y ala diosa Hathor (7). También a través de fuentes escritas, sabemos que el dios sol Re’ era concebido en aquella época como el dios supremo, iltimo responsable de la creacién y de su ciclica transformacién, Puesto que el dios supremo era concebido fuera del cosmos fisico, carecia de aparicncia externa, lo que explica la ausencia de representaciones iconogréficas suyas entre los bloques grabados del emplo. La diosa Hathor es la encarnacién, como todos los dioses del pantedn egipcio, de un concepto abstracto. 136 eer ree ce] G w o Su significado es ffcilmente comprensible al leer su nombre, formado por la superposici6n del signo jeroglifico [7] fwt,“dominio (en superficie)”, y "Sy, fr, “Horus”, componiendo la combinacién de ambos “El dominio de Horus”; siendo Horus cl dios patron de la monarquia egipcia, Asf, la diosa Hathor representa el dominio o la extensidn polftico-religiosa del Estado de Egipto (representado por el dios Horus). Puesto que el monarca era ef responsable en a tierra de mantener el orden césmico establecido por el dios supremo, la diosa Hathor representa, por extensiGn, el cosmos del hombre egipcio bajo la tutela del rey (8). El concepto de la diosa Hathor hace referencia al mundo natural sujeto al orden establecido por el dios supremo y defendido por la monarquia. EI primer signo que compone la escritura del nombre de la diosa Hathor [7] nos revela otro aspecto importante de la concepcidn det cosmos en el antiguo Egipto: el cosmos era un espacio delimitado, El mundo del hombre egipcio no era para él un espacio abierto, sino bien definido: los limites podfan cambiar con el tiempo, pero siempre debfan estar firmemente fijados. Los limites definfan aquella parte del mundo natural que le afectaba directamente y presentaba un orden aceptado, asimilado y vigilado por Ia sociedad. Asi,en los extremosde la extensin norte-sur de Egipto se establecicron lugares dedicados al dios Horus: Edfu al sur y Tell Ballamun al norte, El espacio comprendido entre los “Horus” formaba “El dominio de Horus”, Ja diosa Hathor (9). Siguiendo esta misma concepcién de la diosa Hathor, cuando Egipto actuaba con regularidad en un drea fuera de sus fronteras, generalmente por motivos comerciales, se levantaba un templo a Hathor como expresion de que aquel territorio era concebido estando bajo Ia tutela/control de Horus, de la corona egipcia (10). Yolviendo al templo de Niuserre’ en Abu-Gurab, ahora sabiendo el papel que cl hombre egipcio tenfa asignado a cada uno de los dos dioses a quienes el templo estaba dedicado, tanto la arquitectura, como los relieves pueden ser mejor entendidos (ver fig. 1). El espacio rectangular definido por una muralla es el equivalente tridimensional del signo jeroglifico Awe “dominio”. 2EI dominio de quién?: del dios sol Re’ y de la diosa Hathor. Pero, siendocl primero el dios supremo, cuya existenciaera concebida fuera del cosmos fisico, y el segundo el dios que representa el cosmos mismo del hombre egipcio, no es de esperar que ambos comparticran el espacio en plano de igualdad. EI dominio de Hathor es terrestre, donde ticnen lugar los diferentes acontecimientos naturales producidos por las fuerzas de la naturaleza y en armoniacon un orden establecido. La figura de la diosa Hathor no aparece representada en el templo, pero su dominio es descrito con detalle en los relieves pintados que componen la Sala de las Estaciones; representando e! mundo natural con el que el hombre cxipcio sc relacionaba, en accidn y ordenado segtin las tres estaciones que los egipcios percibfan en su entorno (11). Siendo el monarca la figura mas sobresaliente dentro de la concepcién egipcia del cosmos, por ser el responsable del mantenimiento del orden cstablecido, como asf to expresa el propio nombre y concepcién de la diosa Hathor, el templo dedica una sala, junto a la Sala del las Estaciones, a la representaciGn de la autoridad del monarea dentro del ciclo natural: la Fiesta Heb-Sed (0 fiesta jubileo, por la cual el rey renueva su posicién como maximo gobernante) (12). EI dominio del dios Re’, divinidad suprema, abarca el dominio de Hathor mas todo aquetlo que no es percibido (que esté fuera del cosmos fisico), por lo que no dispone de otras representaciones figurativas que las que deseriben el dominio de Hathor. El componente imperceptible del dominio de Re’ aparece 137 Tepresentado en un nivel superior dentro del eje vertical del disefto arquitecténico, en la forma de un obelisco (13). Cual es el significado del obelisco? (14), El obelisco esté relacionado con el Surgimiento del mundo- nalural-ordenado del caos de las aguas primordiales, donde se gestd su creacidn, Dentro de la teologia solar, que era la teologia dominante en aquellos afios, el obelisco simboliza la toma'de contacto directo Por parte del dios supremo Re’ con el cosmos fisico, Como el antiguo egipcio interpretaba que el sol entraba en contacto con su cosmos fisico en los dos extremos de su recorrido Por el ciclo, ademés, el obelisco marca uno de los Ifmites de la extensién del mundo iluminado por el dios sol. En el caso del templo de Niuserre’, levantado en Ia margen occidental del Nilo, el obelisco marca el limite occidental de la accién del ser supremo, donde el sol se oculta en el horizonte, El limite opuesto, logicamente, estard relacionado con la salida del sol en el horizonte, y estar marcado por otro abelisco, esta ver levantado en la margen oriental del valle del Nilo. El templo de Heliopolis, dedicado al dios Sol en su amanecer, tenia como elemento principal de su disefio arquitecténico un obelisco, Como veremos més adelante, en un ejemplo del Reino Nuevo, los obeliscos fuego siempre se levantaron en un fomplo por parejas. La raz6n de que tanto el disefio de los templos levantados en Abu-Gurab como el del templo solar de Heliopolis girase entorno a un s6lo obelisco esté en la relacién existente entre ellos: emplazados en lados opuestos del valle, estos obeliscos “solitarios” seftalan la extensién del mundo hatural iluminado por el ser supremo. Ambos obeliscos forman parte de un complejo religioso dedicado al dios sol Re’ puesto que, como eran los dos extremos donde el dios transcendente entraba en contacto con el cosmos fisico, era alli donde éste se hace mas accesible al hombre, Hasta aqui hemos visto que el cosmos del hombre egipcio esta compuesto por el muncio natural que le todea y afecta, producto de diferentes fuerzas ocultas. Fuera del cosmos fisico, pero en estrecha relacién con él, existe un ser supremo, creador de las fuerzas de la naturaleza y del orden que rige sus acciones, Elcosmos fisico es concebido como un espacio limitado: su extensidn esté definida por la influencia del Ser supremo (Re’) sobre la naturalesza y la autoridad del monarca en ella (Hathor). Ambos criterios se Superponen, quedando la extensidn del cosmos delimitada (de este a oeste) por el emplazamiento de dos obeliscos y (de norte a sur) por la dedicacién de lugares al dios Horus. El templo solar de Niuserte’ en Abu-Gurab reproduce la percepcién del cosmos desde una perspectiva ‘col6gica, siendo el dios supremo Re’ quien aghutina los diferentes elementos del diseno del templo, Una Pequefia pieza del Reino Antiguo refleja esta misma concepcin del cosmos, pero no desde un punto de vista teol6gico, sino desde la perspectiva de la monarquia, Se trata de un pequeito objeto de marfil, un eine o pasiidor de 12cm, hallado en Abidos formando parte del equipo funerario de un cortesano (15). Ta composicién grabada sobre una de sus caras es un dibujo esquemético, producto de reflexin y abstraccién (figura 2) (16). Elementos del sistema de escritura jeroglifica han sido combinados para expresar una idea, a la que solo se accede ‘leyendo* tos signos, descodificando el mensaje, [a Composicién esti dividida en dos partes, separadas por dos alas abiertas que, siendo un signo jeroglifico, significa precisamente “limite”, “frontera” (nd). La parte superior s6lo aparece limitada hacia abajo. En ella aparece representado el dios supremo, que toma la forma de halodn sobre una barca. Goneralmente este conjunto es interpretado como el dios Horus atravesando el cielo, imagen més tarde adoptada dentro de la iconografia del dios Re’. Sin embargo, estaremos perdiendo parte de la informaci6n que nos esi siendo taransmitida si nuestro desciframiento se detiene en el nombre “Horus? Siendo coherentes con el principio mencionadio anteriormente de que los nombres han de ser ‘Icidos”, ctimolsgicamente el nombre Horus esté relacionado con el nombre fnw que significa “parte de arriba" y con el adjetivo fr “distante”, Asi, el nombre Horus significa “el distante” en un sentido ascendente, “el altisimo”, 138 © BE Sr ‘ Laparte inferior del disetio representa el cosmos fisico, limitado en lascuatro direcciones. Dos bastones, el signo w3s en escritura jeroglifica que significa “dominio/autoridad”, indican el limite de su extension en horizontal; o lo que es lo mismo, la extensién del control y orden ejercido por el monarca. Enelcentro del cosmos fisico, siendoel elemento de la composicién que reclama prioridad ala atencién del espectador, aparece inscrito el nombre de un monarca, cuarto rey de la I dinastia (ca. 2900 a.C.). Su nombre revela la concepcisn de la monarquia dominante en aquel tiempo, en la cual el rey era ta manifestacidn fisica del dios Horus: el nombre ha de ser leido, no Djed (que no tendria significado alguno), sino Djed-Hor “Encarnacién de Horus/del altfsimo”; formando el signo de! halcén que domina Ja esquematizacién del palacio parte integrante. del nombre. Junto al nombre del monarca,cl signo ‘nf, simbolo de la vida, simboliza el mundo natural quees descrito ‘en extenso en los relieves de la Sala de las Estaciones del templo de Niuserre’. Desde el punto de vista de la monarqufa, asf es el cosmos: el rey es la manifestacién de la autoridad del dios supremo en el cosmos fisico, por lo que aparece como el elemento principal en aquella parte de la naturaleza bajo la influencia del dios supremo, Dando.un saltoen el tiempo, nos trastadamos ahora al Reino Nuevo (entre los aflos 1500-1200 a.C.) para seffalar algunos aspectos del templo de Karnak que guardan relacién con taconcepcin del cosmosdesde la perspectiva de la monarqufa egipcia y su reflejo en la arquitectura. Dos obeliscos fueron erigidos uno a cada lado de la puerta de entrada al templo, seftalando los dos extremos de la extensidn del espacio iluminado bajo los rayos del ser supremo (17). El espacio entre ambos define, a su vez, el camino hacia la idad, atravesando el templo levantado detrés. El templo esté rodeado por un muro. Como el cosmos fisico, el templo es un espacio definido. No teniendo el cosmos fisico un carfcter estdtico, sino que es percibido en continuo movimiento, la monarquia asimila como una de sus funciones el participar activamente en su evoluciGn, Siendo ef templo concebido como la representacidn del cosmos fisico, nunca llega a percibirse como una obra acabada, sufriendo una permanente construccidn, Cada rey, con més 0 menos empefio, trata de superar Jo construido por sus antecesores, aftadiendo o reformando lo anterior. Pero la construccién casi permanente que se Hlev6 a cabo en el templo de Karnak de manos de sucesivos reyes nunca produjo caos, Las obras siempre mantuvieron el mismo y tinico fin y siguieron un mismo y tinico plan: colaborar en cl trazado del camino hacia el santuarig del dios principal y embellecer y agrandar su casa/domini Eltemplo de Karnak es “El dominio del dios Amén”, formando las murallas que lo rodean el jeroglifico Jnot “dominiofhabitat”. En su origen, el dios Amén era un dios local venerado en fa ciudad de ‘Tebas. Cuando Tebas se convierte en capital del pats al comienzo del Reino Nuevo, la importancia y el poder del dios Amén y su clero se alzan por encima de cualquier otra divinidad, convirtiéndose en el dios protector por excolencia de los monarcas. Sin embargo, el dios sol Re’ siguié siendo concebido como ef dios supremo, por lo que los obeliscos, simbolo solar, siguicron marcando los limites del cosmos. Asi, apesar de la importancia adquirida, Amén nunca dejé de ser concebido como un dios (fuerza abstracta, manifestacion del dios supremo) dentro del cosmos fisico, por lo que su santuario y su estatua aparecen emplazados en el mismo corazén del templo. Dentro de! templo, fos relieves representan Jos distintos elementos que forman el cosmos fisico. Las columnas, cuyos capiteles de formas vegetales muestran parte de su ciclo natural, equivaldrian al signo jeroglitico ‘nf en el marfil del rey Djed-Hor. El rey aparece representado realizando diferentes a las a sefialar su relacién con la divinidad: participando en rituales o procesiones, realizando 139 ofrendas, siendo presentado o recibido por distintos dioses, etc, En definitiva, el rey es representado realizando diferentes acciones dentro de su papel de defensor del orden cosmico establecido (maat). Las paredes exteriores del templo representan los limites del cosmos fisico, En ellas aparecen epresentadas las acciones de la monarquia fuera de las fronteras del pais. Son acciones militares contra Tegiones extranjeras, fuera de la autoridad directa del rey egipcio, fuera del espacio, bajo el orden establecido por el dios supremo y, por tanto, percibidas como no pertenecientes dentro del cosmos, Teniendo lugar fuera del cosmos, estas acciones podrfan haber sido excluidas del programa iconogréfico del templo. El motivo por el que se decidié que si fueran representadas est en que tanto el rey como el dios Am6n eran los responsables de estas acciones y, puesto que cllos cran los principales integrantes del cosmos, los relieves pretenden mostrar que sf existia una relacién entre los Asuntos Exteriores de Ja monarquia y el cosmos egipcio. El templo egipcio es, como los templos de otras épocas y otros lugares, la casa de dios. Pero el templo egipcio presenta la peculiaridad de ser, no la casa del dios supremo, sino la casa de su manifestacién en cl mundo terrenal. Asi, el templo representa a la vez la casa/el dominio de una divinidad y el cosmos del hombre egipcio; concibiéndose al ser supremo existiendo en un nivel superior, transcendente, Con estas Ineas, mi intencidn es sugerir algunas ideas de cémo los antiguos egipcios percibfan su cosmos, tanto desde una perspectiva teolégica (en el caso del templo de Niuserre”) como mondrquica (en el peine del rey Djed-Hor y en el templo de Karnak), Espero que la relacién entre la concepcién del cosmos y del templo en el antiguo Egipto haya servido también de ejemplo para mostrar que el arte no ‘s6lo ha de ser admirado y descrito, sino que, como todo lenguaje, ha de ser descodificado, ‘leido’, para ser realmente comprendido y apreciado en todo su alcance, ‘The Johns Hopkins University, Baltimore NOTAS (1) _ El presente articulo esta basado en el texto de una conferencia impartida en diciembre de 199 en Madrid, dentro del curso sobre religién egipcla organizado por la Asociacién Espanola de Egiptologla “Las manifestaciones religiosas del Egipto de los faraones”, (2) Véanse ejemplos de cordmica del tipo Nagada | y I (8) EI motivo iconogratico de una figura humana entre dos animales, aparece pintado en una de las tumbas do Hierakompolis (n, 100), Lamisma idea es representada en el rs central de una de las caras do la palotade Narmer, hoy en e! Museo de El Cairo (CCG 14716). Vor J. E. Quibelly F. W. Green, Hiorakompolls, parte Il (1902), tamina LXV; parte I (1900), lamina XXIX, iquierda. Sobve la tumba n, 100 de Hiorakompolis, ver también H. Case y J. Crowtoot Payne, "Tomb 100: The decorated tomb at Hierakompolis" JEA 48 (1962) 5-18. (4) Como ojompta, ver relieves del templo funeratio de la piramide de Sahure’(V dinastia) en Abusir, hoy on ol Museo de El Cairo (AT 6.12.24.9). El tomplo fue excavado por L. Borchardt, y el fragmento aqui referido publicado por dl ‘mismo en Das Grabdenkmal des Kénigs S" a3-hu-re’ I (1913) Iémina 29-30. Ver también J. Bainos, Focundity Iigures (1985) 83 ss., fig. 43-4. (5) _ Un ensayo mas extonso de esta cuestion, aunque no en pleno acuerdo con las ideas oxpuestas aqul, s0 encuentra ‘en aobrade E. Hornung, Conceptions of godin ancient Egypt, the One and the Many (1982), traduccion del alomn ‘con adiciones por J. Baines del original Der Eine und die Vielen (1977) (6) FW. von Bissing, Das Re-Heiligtum des Kénigs Ne-woser-re' (Rathures) (1905-28) 3 vol (7) Ver P. Kaplony, Die Rollsiagel des Altan Reichs |, Monumenta Aegyptiaca 2 (1977) 242 sg, (8) _ Plutarco precisa el significado de la diosa Hathor en su de Iside et Osiride #56 como “habitat césmico de Horus": ver edicién de J, G. Griffiths (1970) 208 sg., 811 sg. (9) En Edfu y en Tell Ballamun el dios Horus recibe el epiteto de bhoty “el de la frontera’. Sobre la relacién entre ol concepto de frontera en el antigua Egipto y al término bh, generalmente traducide por“rono", ver W. Helck, Zur Vorstellung von der Grenze in der agyptischen Frilhgeschichto (1951). Ver también A. Schiott-Schwab,, Dio 140 @ + 39S eoc OEC w altégyptischen Gave, TAVO Beinotte Reine 8/5 (1974) 188 sgg.; H. Gauthier, Diationaire des noms glographiques contenus dans les textes hiéroglyphiques, I (1925) 27 5g (10) Asi, Hathor es considerada ‘seftora’ del Sinal (ver templo de Serabit el-Khadim), de Biblos (en a costa fenicia)y do Punt (al sureste de Egipto). (11) E. Edel y S. Wenig, Die Jahreszoitenrels aus dem Sonnenheiligtum des Kénigs Ne-user-re (1974). Una teconstruccién parcial en dibujo puede encontrarse en W..S. Smith, Interconnections in the ancient Near East(1965) fig. 178, a-b. (12) FW. von Bissing, op. cit, vol. 2, con comontatios en vol. 3. (13) De la oxistencia del obetisco hoy no queda in situel menor indicio, a pesar de que Ramses Il llevase a cabo obras para su roconstruccién. Fotografias dol estado actual del monumento puoden encontrarse en B. de Gryse, Re, io _myihe ete culte du solell dans Egypte ancienno (1986). Se tiene conccimiento de que un obelisco fue erigido sobre ‘un podium, como elemento principal dal disofo original del monumonto, através del determinanto jorogliico que los nombres de los tempos construidos en Abu-Gurab muestran en las fuentes escritas f . Ver W. Kaiser, "Zu den Sonnenheiligtmern der 5. Dynastie" MDAIK 14 (1956) 104-116. (14) C. Kuentz, Obstisques (1932); L. Habachi, The obelisks of Egypt (1984). (18) F. Petrie, Tombs of the courtiers and Oxyrhynkhos (1925) 4 n, 8;\4mina iin, 6, Xin, 8. Vor también R, Engelbach, “An alleged winged sun-cisk of the first Dynasty" ZAS 65 (1980) 115 sg.; lamina Vil (16) El andlisis @ interprotacién de la composicién estan basados on ol articulo de H. Goedicke, “Unity and diversity in the oldest religion of ancient Egypt’, dentro del volumen editado por 61 mismo y J. J. Roberts Unity and alversity (1975) 201-217. (17) La reconstruceién de Karnak sogdin su estado bajo el reinado de Thutmosis | muestra los elementos basicos del tomplo. Vor M. Albouy, ot ala, Le Temple o'Amon restitue par ordinateur (1989), 141 ne IRB ee GIR oR

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