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Introducción
El gran impulsor de la literatura española para violonchelo fue sin duda Gaspar
Cassadó (1897-1966). La primera obra escrita por Cassadó que consta en el registro
de su catálogo se trata del Nocturno para violonchelo y piano de 1918, escrito en
Santa Eulália de Ágell y aún inédito. Es sin embargo a partir de la década de los años
20 cuando Cassadó comienza su etapa más fructífera. La obra para violonchelo
escrita por españoles anterior a esta época supone desgraciadamente un legado muy
escaso.
Para la elaboración de este artículo, tomaremos en cuenta únicamente las obras
escritas en España o por españoles que residieran en el extranjero. De esta manera,
acotamos aún más el objeto de estudio, ya que algunas de las obras tratadas como
repertorio español y más interpretadas hasta día de hoy, fueron escritas o arregladas
por músicos extranjeros. Tal es el caso, entre otras, del arreglo de las canciones
populares de Manuel de Falla realizado por el violonchelista francés Maurice
Maréchal1 (1892-1964).
1
Manuel de Falla/Maurice Marèchal: Suite Populaire Espagnole. Max Eschig 4 Cie. Editeurs. 48 Rue de
Rome. París. 1926.
2
Gabriel Delgado: A Catalogue of Twentieth-Century Spanish Music for Cello and Piano. A Monograph
Submitted to the Graduate Faculty of the Louisiana State and Agricultural and Mechanical College in
partial fulfillment of the requirements for the degree of Doctor Musical Arts in the School of Music.
Luisiana. Mayo. 2002. p. 38.
3
Luigi Boccherini, Domenico Porreti, Giacomo Facco,Pablo Vidal: Cello sonatas. CD. Naxos. Nº8557795.
2005.
Repertorio español a partir de finales del s.XIX
No será hasta finales del s. XIX, cuando encontremos las primeras obras de
repertorio español para nuestro instrumento. Debido al desconocimiento generalizado
del violonchelo en nuestro país, así como la escasez de conciertos y recitales con él
como protagonista, la literatura para violonchelo española a finales del s.XIX y
comienzos del siglo XX es realmente reducida. A este hecho, se suma la gran
dificultad para recopilar el poco material existente de la época, agravado por los
desastres de la Guerra Civil Española (1936-1939), que contribuyó a que se perdieran
gran cantidad de manuscritos y a dificultar la edición de muchos de ellos.
4
G.Delgado: op.cit.
5
Antonio Gallego: Prólogo a las Tres Obras para violonchelo y piano de Manuel de Falla. Manuel de
Falla Ediciones – Unión Musical. Madrid. 1994.
composición de estas piezas. En estas obras encontramos una técnica de arco que no
demanda más allá de un buen legato en las melodías, sin entrar en ningún tipo de
virtuosismo. En cuanto a cuestiones de mano izquierda, se mueve por lo general en un
registro medio a excepción de la Pieza en Do, con algunos pasajes más agudos. No
encontramos cambios de posición a registros lejanos, ni utilización de dobles cuerdas
o acordes. El registro alcanza hasta un Fa3 y se requiere el uso del capotasto. Supone
un paso adelante en la dificultad técnica dentro de estas tres piezas aunque no se
trata de un pasaje realmente complejo.
En 1912, sale a la luz la primera edición del Allegro Appasionato de Tomás Buxó en
la editorial Boileau. Es un ejemplo particularmente interesante, ya que está dedicada
precisamente a Gaspar Cassadó. Afortundamante, después de muchos años
descatalogada, en Marzo de 2013 se realiza una segunda edición. Se trata de una
pequeña pieza, con forma ABA, en la que encontramos los primeros atisbos de
virtuosismo violochelístico en España. Usos del registro agudo en tempo rápido,
cambios a posiciones lejanas, valores irregulares, acordes, arcadas combinadas que
exigan una correcta distribución del arco, o rápidas escalas a modo de ornamento
improvisado son algunos de los innovadores elementos de esta pieza, dentro del
repertorio español de la época para violonchelo. En esta pieza encontramos un Fa#3
como nota más aguda. Se inicia con una rápida escala de terceras descendente que
van desde la décima posición (posición de pulgar) a la media posición (posición de
mástil). La combinación de arcos ligados de a dos exige además una gran
coordinación entre ambas manos. En el segundo pentagrama hay ciertos avances en
la técnica de arco, como tener que recuperar rápidamente en arcadas repetidas (tres
arcos abajo a tempo rápido en los compases 149 y 150). A pesar de estas modestas
innovaciones técnicas, no encontramos en toda la obra acordes de dos o más notas.
6
Germán Álvarez Beigbeder: Música de Cámara. CD. Patrimonio Musical-Al Zawiya producciones.
Granada. 2008.
Enric Morera. Canciones para violonchelo y piano
Conclusiones