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26 de agosto 2019

Solo el año pasado, el 70 por ciento de las investigaciones penales terminaron archivadas, y de los
65.460 casos en los que sí hubo sentencia, el 16 por ciento  terminó en absoluciones, según datos
recopilados por la Corporación Excelencia en la Justicia.

Así, si bien la ley establece que la libertad de una persona no es un derecho absoluto y la
imposición de restricciones es legítima, siempre que se cumplan requisitos legales, cuando para
una medida de aseguramiento no media una orden judicial escrita o no se soporta en un indicio
grave de responsabilidad penal del acusado, la privación de la libertad se torna injusta y, en
consecuencia el Estado tiene la obligación de reparar el daño que esa situación causó.

De hecho, a marzo de este año la Nación acumulaba 15.943 demandas de personas que pedían
una indemnización por privación injusta de la libertad, con pretensiones por 21,9 billones de
pesos, según cifras de la Agencia de Defensa Jurídica.

Para, por un lado, reparar a las personas cuando se vulneran sus derechos, pero también cuidar
que realmente sí se cumplan las condiciones bajo las cuales la Nación debe pagar por ello, el
Consejo de Estado, que estudió el caso de un taxista que pasó preso un año y 11 meses y luego fue
hallado inocente, unificó su jurisprudencia sobre las reparaciones económicas cuando alguien
estuvo preso injustamente.

El hombre fue capturado en 2004, en medio de un operativo de la Fiscalía tras una denuncia del
robo de un vehículo por el que los delincuentes estaban pidiendo un rescate. El taxista que fue
capturado cuando llevaba un servicio de dos hombres a un terminal de transporte, hombres que,
se comprobó, cometieron el hurto, fue vinculado por hurto, secuestro y extorsión.

A pesar de que durante todo el tiempo el taxista alegó su inocencia, de que los mismos
delincuentes dijeron que no lo conocían y solo habían pedido el servicio de taxi, y de que hasta el
hombre que denunció el robo de su vehículo no mencionó al taxista, la Fiscalía insistió en
procesarlo pero en 2006 fue absuelto por un juez que consideró que nunca existió “ni una sola
prueba en su contra”.

En 2008 el taxista y su familia demandaron a la Nación por este hecho y en 2012 el Tribunal
Administrativo del Tolima le dio la razón y ordenó a la Fiscalía pagarle al hombre, a su esposa y a
sus dos hijos sumas de dinero, entre los 20 y 40 salarios mínimos a cada uno, por los daños
morales que le causó su encarcelamiento, y varios salarios mínimos más a favor del taxista, como
lucro cesante, por lo que dejó de percibir cuando estuvo encarcelado entre 2004 y 2006.
Tanto la Fiscalía como los demandantes apelaron el fallo, la primera pidiendo que se le exonerara
del pago, la segunda, pidiendo que se le concedieran otras indemnizaciones que había pedido, por
lo que el caso llegó a conocimiento del Consejo de Estado, que en una sentencia aumentó el valor
reconocido por el lucro cesante, le concedió indemnización de 20 smmlv a los 5 hermanos de la
víctima por los perjuicios morales, y aclaró, para todos los casos de aquí en adelante, cuáles son las
condiciones que deben darse para reclamar este tipo de indemnizaciones.
Condiciones para pedir indemnización por lucro cesante en estos casos

Sobre el lucro cesante el alto tribunal recordó que la indemnización por lucro cesante por la
privación injusta solo procederá cuando el demandante lo solicite explícitamente y por el valor
que expresamente se pida en ella, “lo que no se pida en la demanda no puede ser objeto de
reconocimiento alguno”, dijo la corte.

Lo que no se pida en la demanda no puede ser objeto de reconocimiento alguno. Para obtener
esta reparación será necesario aportar pruebas que demuestren que con la ocasión de la
detención y durante el tiempo de reclusión el demandante dejó de percibir sus ingresos o perdió
una oportunidad cierta de percibirlos.

El ingreso base de liquidación de este lucro cesante “deber ser lo que se pruebe fehacientemente
que devengaba la víctima al tiempo de su detención, proveniente del ejercicio de la actividad
productiva lícita que le proporcionaba ingresos”.

Para que la prueba del ingreso sea suficiente, debe tenerse en cuenta que, si se trata de un
empleado, se debe acreditar de manera idónea el valor del salario que recibía al tiempo de la
detención. Mientras que el ingreso de los independientes debe probarse aportando, por ejemplo,
los libros contables del comerciante que den cuenta de los ingresos percibidos por su actividad
comercial o remitir las facturas de venta legales.

Si se prueba que recibía plata pero no logra demostrar cuánta, se carezca de la prueba suficiente
del monto de los ingresos, o la persona privada de la libertad haya sido aquella encargada del
cuidado del hogar, en la liquidación del lucro cesante se tendrá como ingreso base el valor del
salario mínimo legal mensual vigente al momento de la sentencia que le conceda la reparación.

También, dijo el Consejo de Estado, se puede reconocer un incremento del 25 % al ingreso base de
liquidación, por concepto de prestaciones sociales, siempre que se pida explícitamente en la
demanda, y se pruebe suficientemente que el afectado era empleado. “se debe acreditar la
existencia de una relación laboral subordinada, de manera que no se reconoce el incremento en
mención cuando el afectado directo con la medida de aseguramiento sea un trabajador
independiente”, dice la sentencia.

Sobre el periodo a tener en cuenta para calcular el lucro cesante, la corte dijo que será el tiempo
que duró la detención, desde cuando fue capturado hasta cuando salió de prisión o quedó en
firme la providencia que puso fin a la actuación penal en su contra.

Por último, la corte también hizo una precisión sobre el daño emergente por el pago de honorarios
a abogados, pues el taxista exigía una compensación por el dinero que tuvo que invertir en su
defensa, el Consejo de Estado determinó que esa indemnización solo procederá por solicitud del
demandante si logra probar que realmente le prestaron el servicio de defensa, que fue quien
estuvo privado de la libertad quien realizó ese pago, y deberá aportar factura o documento
equivalente.

CITADO: El Tiempo. (26 de agosto 2019). ¿Cuándo se puede reclamar reparación por privación de
la libertad? Lugar de publicación: EL TIEMPO. (https://www.eltiempo.com/justicia/cortes/cuando-
se-puede-reclamar-reparacion-por-privacion-de-la-libertad-404980).

14 abril del 2020


Demandas por privación injusta de la libertad suman $ 37 billones 2020

A febrero había 26.397 procesos contra el Estado, activos y terminados. Este año van 61
demandas.

Con lo que suman todas las pretensiones de las demandas que ha habido contra el Estado en los
últimos 29 años de personas que consideran que fueron detenidas injustamente, se podría cubrir
el presupuesto de la salud en Colombia de todo un año.

Según datos de la Agencia de Defensa Jurídica del Estado  conocidos por EL TIEMPO, las


pretensiones de las demandas por privación injusta de la libertad suman 37. 9 billones de pesos,
una cifra cercana a la del presupuesto de salud para este año, que es de 31.8 billones.

Desde 1991, se han presentado contra el Estado 26.397 demandas por esta causa. De ese total,
en 11.045 casos ya hubo un fallo (esos recursos sumaban 17.5 billones), y las otras 15.352 siguen
activas, con pretensiones por 20.4 billones de pesos. Ese es el dinero que tendría que pagar el
Estado con recursos del erario, en caso de que los demandantes ganen sus pleitos.

El tipo de acción a la que más acuden los ciudadanos para reclamar una indemnización, con 25.155
procesos, es la reparación directa, que representa al 95% de los litigios.

Algunos casos completan casi tres décadas en capilla. Así, hay por lo menos 194 procesos que
fueron admitidos entre 1991 y 1999 y que aún no han terminado.

También hay 3.300 casos admitidos entre el 2000 y el 2009 en los que tampoco hay una respuesta
judicial.

El año en el que más se han reclamado derechos por detenciones injustas fue el 2016 con 2.268. Y
apenas en los dos primeros meses de este año se admitieron 61 demandas con pretensiones de $
71.000 millones.
Del total de casos activos, el departamento con más acciones por privación injusta de la libertad
es Antioquia, que suma 1.909 casos. Le sigue Valle del Cauca (1.776); Bogotá (1.241); y
Cundinamarca (892).

Estos casos, que son evaluados por los Tribunales Administrativos y el Consejo de Estado, deben
cumplir unos requisitos para prosperar.

Por ejemplo, si la medida de aseguramiento por la que las personas estuvieron detenidas se basó
en una orden judicial escrita y existía un indicio grave de responsabilidad penal, el Estado podría
no ser condenado.

Pero de no cumplir con alguno de esos requisitos, la detención sería injusta y el Estado adquiere la
obligación de reparar.

El cálculo de la indemnización depende del salario que recibía la persona al momento de su


detención, o de sus ingresos, así como de los daños morales.

CITADO: Zamora, H. F. (14 abril del 2020). Demandas por privación injusta de la libertad suman $
37 billones. Lugar de publicación: EL TIEMPO.
(https://www.eltiempo.com/justicia/investigacion/demandas-por-privacion-injusta-superan-los-
37-billones-de-pesos-482512).

Conclusión
Desde mi punto de vista frente al tema; es inaceptable como siguen pasando este tipo de cosas,
como después de tanto tiempo siguen pasando por alto cosas que se deberían tomar con mucha
seriedad, ya que están dañando el buen nombre de la justica; Pienso que en Colombia la justicia es
tomada como un chiste por este tipo de situaciones y por muchas más.

No es posible que dejen a una persona que no está en la capacidad total de tomar decisiones para
este tipo de procedimientos, ya que por un mal funcionamiento se evidencia que en solo 6 meses
subieron 10.515 demandas por la misma razón y siguen sin hacer nada al respecto; El estado sigue
pagando multas dando indemnizaciones gastando fondos que podrían ser utilizados para fines
comunes solo por estos tipos de errores que son inaceptables.

Mi solución será capacitar y poner a prueba los funcionarios que están a cargo de estos
procedimientos, para minimizar errores que afectan nuestra sociedad.

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