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La era Sebastián Battaglia comienza a ofrecer resultados y funcionamiento en Boca.

Con goles de Norberto Briasco, Diego González y Cristian Pavón, el Xeneize derrotó
3-1 a Platense en condición de visitante y logró la segunda victoria consecutiva en
la Liga Profesional, luego de un pobre inicio. Nicolás Bertolo firmó la única
conquista del Calamar.

Los dirigidos por Battaglia, con un mediocampo más versátil, dispuesto para
monopolizar la posesión, movieron la pelota con prolijidad desde el inicio. Varela,
Ramírez y Molinas (suelto, en posición de enlace) se combinaron con criterio,
fueron ganando confianza, aunque les faltó profundidad para romper (a excepción por
alguna proyección de los laterales o un centro de Briasco).

El local, con dificultad para hacerse de la pelota, buscó ser más directo cuando
consiguió tomar contacto. A los 18 minutos, la presión sobre Varela surtió efecto y
Monzón probó desde afuera del área y estuvo cerca de gritar.

Pero a los 23, Boca dio el primer golpe. Izquierdoz lanzó un pelotazo, rechazo,
para la corrida de Briasco, que nunca dejó de empujar. Acevedo intentó cubrir, De
Olivera salio apurado, y entre los dos el ex Huracán metió el botín para enviar el
balón al fondo de la red.

La conquista le sumó aplomo a la propuesta de Boca, más ambiciosa y de diferente


espíritu a la que planteaba Russo. Hizo correr la pelota de derecha a izquierda,
desde la movilidad de sus componentes, a uno o dos toques. Tuvo un remate en el
travesaño de Sandez, luego de una interesante acción colectiva. Y casi no sufrió.
Apenas una corrida de Curuchet por derecha, que culminó en un tiro desviado,
representó alguna luz de alarma por parte del dueño de casa.

Pero el fútbol siempre ofrece sorpresas. Y a los 44 minutos, el Marrón cabeceó dos
veces en el área rival (primero Acevedo, luego Monzón) y la pelota le quedó a
Bertolo, quien firmó el impensado 1-1.

El gol de Bertolo, justo un hombre formado en Boca y con pasado en River

El complemento se inició como una continuidad de la primera etapa. Boca se robó la


pelota y, con Molinas como titiritero, merodeó el segundo gol hasta que lo
encontró. Fue a los 7 minutos, cuando Briasco envió el centro, la defensa de
Platense rechazó, y el esférico le quedó a Diego González en la puerta del área,
justo para ponerle la cara interna y superar la estirada de De Olivera.

El tanto del Pulpo González en el comienzo de la segunda parte

Ni los cambios modificaron la superioridad de los visitantes, más allá de que el


duelo se acható y se tornó más disputado. Medina y Almendra, por caso, apuntaron a
sumarse a la estructura y a sus formas, que funcionaron bien en Vicente López.

El hecho de no haber rematado el pleito puso al Xeneize en una situación incómoda


en el epílogo. Con centros o algún remate lejano, Platense se acercó e inquietó a
Rossi.

El Xeneize vuelve a enfrentarse al Calamar tras más de dos décadas. La última vez
que jugaron en la máxima categoría del fútbol argentino fue por el torneo Clausura
1999. En aquella ocasión, el equipo de Carlos Bianchi se impuso por 2-0 en la
cancha de Vélez con un tanto de Rodolfo Arruabarrena y el recordado penal que
ejecutó Martín Palermo y, tras resbalarse, le dio en ambos botines.

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