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CANARIAS POLÍTICA laApinión de Tenerife 17

Domingo, 29 de noviembre de 2009

A n á l i s i s
España asiste desde hace 34 años al conflicto saharaui como
si no tuviese nada que ver con él. Curiosa actitud la de un es-
tado al que cabe considerar culpable del más desastroso pro-
ceso de descolonización llevado a cabo por un país europeo.

Crónica de una chapuza


SANTIAGO DÍAZ BRAVO | Santa Cruz de Tenerife ña, así que decidió dar muestras de su aplas- tiva tras cuarenta años de dictadura, con un

C
uando de gestión pública se tra- tante superioridad militar evitando miramien- gobierno cuya única preocupación consistía
ta, el subconsciente colectivo tien- tos y aplicando lo que podría considerarse un en mirar de reojo hacia una cúpula militar mo-
de a identificar el término cha- castigo preventivo. lesta por la estructura autonomista que se es-
puza con acontecimientos locales, El precipitado adiós del ejército español, el taba conformando y escandalizada ante la es-
las más de las veces vinculados a ánimo represor de Marruecos y la intervención piral criminal de ETA, fue dando pasos hacia
obras. Calles recién reformadas armada de Mauritania derivaron en el conflic- atrás y desligándose de cualquier asunto que
que quedan anegadas tras las pri- to bélico decano del planeta. En plena guerra fría lo vinculara al Sáhara Occidental. Tan solo las
meras lluvias, estaciones de gua- el Sáhara Occidental se convirtió en un foco más relaciones personales fraguadas durante años
guas cuyos techos carecen de la al- donde liberar las tensiones entre la OTAN y el de convivencia entre saharauis y españoles,
tura necesaria para que accedan Pacto de Varsovia. Marruecos, aliado estraté- principalmente canarios, permitieron mantener
los vehículos o pretiles rebajados para el paso de gico de los Estados Unidos y ojito derecho de viva la llama de un pasado común. Dichas rela-
sillas de ruedas junto a árboles que los inhabi- Francia, país con el que mantiene una extraor- ciones desembocaron en la creación de organi-
litan forman parte del amplio elenco del mu- dinaria relación y al que le ha unido su históri- zaciones de apoyo, que con el paso del tiempo
seo de los horrores de la actividad política local. ca animadversión hacia España, fue apoyado sin se han convertido casi en el único sostén efec-
Por la trascendencia de las decisiones que se fisuras por el bloque occidental. El Frente Poli- tivo de la autoproclamada República Árabe Sa-
adoptan, y por la preparación académica y el sario, que a pesar de las iniciales simpatías lle- haraui Democrática (RASD)
sentido común que se les presupone a quienes gó a ser denostado por la población española, Pero acaso lo más sorprendente de lo ocurri-
las toman, el ámbito de la política internacional particularmente por la canaria, debido a su do en los últimos 34 años no haya sido el desa-
queda fuera de toda sospecha de chapucería. arraigada querencia por el apresamiento de pes- pego del último gobierno franquista y de los pri-
Se puede afinar más o menos, cometer errores, queros, acaso la única fórmula con la que conta- meros ejecutivos democráticos hacia el conflic-
pero de ahí a actuar a modo de albañil re- to. Después de todo, Adolfo Suárez se
mendón dista un universo. Y así conti- hallaba demasiado ocupado arreglando el
nuaría siendo si en 1975 un gobierno dé- patio propio como para ocuparse de lo que
bil y carente de personalidad, pertene- ocurría allende las fronteras, y Leopol-
ciente a un país llamado España, no do Calvo Sotelo apenas contó con tiempo
hubiese perpetrado una de las más cha- para actuar. Lo realmente asombroso ha
puceras acciones que recogen los libros sido que los gobiernos posteriores, los
de historia: el abandono del Sáhara Oc- de Felipe González, José María Aznar y
cidental sin que concluyera el proceso de José Luis Rodríguez Zapatero, hayan he-
descolonización. Tan absurda fue la de- cho dejación de la responsabilidad espa-
cisión adoptada por el ejecutivo que pre- ñola en el Sáhara Occidental y accedido
sidía Carlos Arias Navarro, de tal alcan- con complacencia a convertirse en meros
ce la chapuza, que 34 años después, des- convidados de piedra.
de el punto de vista estrictamente Y es que España lleva tiempo mostran-
jurídico, tales territorios continúan sien- do su preferencia por una solución que re-
do españoles. conozca la soberanía marroquí de forma
En noviembre de aquel año el monar- paralela al logro de una cierta autonomía
ca alauita Hassan II, conocedor de la de- política para los saharauis, o lo que es lo
sazón que se cernía sobre la administra- mismo: ha tirado por el camino del medio,
ción española ante la inminente muer- justamente el que propone Marruecos y
te del dictador Francisco Franco, de la apoya mayoritariamente la comunidad
falta de liderazgo de Arias Navarro, de internacional, pero cuidándose mucho de
que cualquier asunto de índole exter- no dar la nota, como si no tuviese nada
na, tal era el caso, se consideraba secun- que ver con lo que ha pasado, concedien-
dario en tan complicados momentos, se do a los saharauis casi el mismo trato que
arriesgó a dar un paso adelante con la a kurdos y tibetanos. En la actual coyun-
‘marcha verde’, una muchedumbre for- tura, si algo cabe reprochar al gobierno
mada por casi 400.000 personas, apoyada español no es la defensa de una opción u
por unos pocos miles de soldados, que otra, sino su empeño en pasar desaper-
fue ocupando el Sáhara Occidental an- cibido.
te la pasividad de una fuerzas armadas Porque guste o disguste a quienes
que miraban hacia Madrid a la espera de acompañan estos días en el aeropuerto de
órdenes. Pero en la capital estaban a Lanzarote a la activista Aminatou Haidar,
otras cosas y España acabó cediendo: dos la realidad ha acabado por imponerse a la
semanas después rubricaba el traspaso justicia y la única salida posible al conflic-
administrativo de aquellos territorios to pasa por la fórmula de la autonomía ad-
a Marruecos y Mauritania. JOSÉ CARLOS GUERRA (EFE) ministrativa. El siempre pendiente refe-
El abandono del Sáhara en febrero Un veterano del ejército español en un acto conmemorativo de la presencia en el Sáhara réndum promovido por Naciones Unidas,
de 1976 con el rabo entre las piernas y a una institución ninguneada hasta la hu-
la voz de tonto el último no sólo evidenció la millación, resulta inconcebible a estas alturas
enorme debilidad del entonces agonizante ré-
gimen del general Franco, cuya salud se agrava-
ba al tiempo que languidecía su infantil polí-
tica exterior, sino que supuso un atentado tal
contra el derecho internacional, contra el proce-
S i algo cabe reprochar al
gobierno español no es
la defensa de una salida u
ante la falta de acuerdo sobre el censo, máxime
cuando la posibilidades de alcanzar un pacto en-
tre ambas partes murieron el año pasado en las
fallidas conversaciones de Manhasset, a las afue-
ras de Nueva York. Y es que ni siquiera a la hora
so de descolonización que mejor o peor habían de aportar una sede para las negociaciones el go-
ejecutado los restantes países europeos, que tres otra al conflicto, sino su bierno español ha estado a la altura.
décadas más tarde sus consecuencias continúan La RASD carece de apoyos de peso mientras
siendo imprevisibles. empeño en pasar Marruecos cuenta con los afectos de Estados
El gobierno de España de sobra sabía que Unidos y la Unión Europea, que ven en el reino
las tropas marroquíes iban a entrar a sangre y desapercibido alauita un freno efectivo al avance del islamis-
fuego, y a sangre y fuego entraron tras quedar mo radical. Ante tal panorama, la ansiada au-
abandonados a su suerte cientos de miles de ciu- todeterminación se torna en una mera utopía.
dadanos a los que España se debía legal y moral- ba para hacer ver al mundo que ejercía un cier- Pero el gobierno español no parece que tenga in-
mente, españoles en la práctica que sufrieron to control territorial, se aprovechó del apoyo ba- tención alguna de recuperar el tiempo perdido,
una invasión de la que se derivaron todo tipo jo cuerda del bloque soviético. Mauritania, un cuando menos de presionar para que la hipoté-
de cruentas tropelías. país cuyas finanzas no estaban para demasiados tica autonomía cumpla unos determinados re-
Marruecos no estaba dispuesto a dar pábulo trotes, acabó dándose por vencida y capituló an- quisitos. Los saharauis siguen mirando a Ma-
al incipiente movimiento independentista que te los saharauis. drid mientras Madrid mira hacia otro lado.
había aflorado entre la población saharaui, al En medio de tal maremágnum, España, absor- Treinta y cuatro años después de la chapuza, Es-
que también había tenido que hacer frente Espa- ta en su reconstrucción política y administra- paña les sigue dando la espalda.

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