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Utos
Utos
F RU TO S
IRRESISTIBLES, INCOMESTIBLES,
INCREÍBLES
F RU TO S
F RU TO S
IRRESISTIBLES, INCOMESTIBLES, INCREÍBLES
Dedico este libro a todos mis ahijados: Michael Berlinger, Alfred Chubb, Alice Chubb, Katie Nabbs, Dimitri
Roulleau-Gallais, Elenaki Manessi, Laura Stevenson
Rob Kesseler, Londres, marzo de 2008
9 Presentación
10 Prólogo
13 Lo exquisito. La imagen artesanal en un entorno digital
15 Frutos. Irresistibles, incomestibles, increíbles
19 ¿Qué es un fruto?
21 ¿Qué es un fruto y qué es un vegetal?
22 Angiospermas, gimnospermas y las que copulan en secreto
38 ¿Sin flor no hay fruto?
42 Y si no hay carpelo, ¿no hay fruto?
50 ¿Qué hay en un fruto?
59 Frutos simples
99 Frutos multiples. ¿Varios frutículos de una sola flor?
103 Frutos esquizocárpicos o cómo emular la experiencia múltiple
113 Frutos antocarpos: la piedra angular de los carpólogos
116 Frutos compuestos, ¿un fruto siempre de varias flores?
134 Alborotadores carpológicos
138 Entonces, ¿qué es un fruto?
143 Dispersión: todas las maneras de moverse
163 Dispersión animal
180 Combinación de estrategias
184 Dispersión dirigida
187 Frutos carnosos
251 The Millennium Seed Bank Project
257 Apéndices
265 English texts
PRESENTACIÓN
ste libro cierra una especie de trilogía, dedicada a los órganos relacionados
E con la reproducción sexual que las plantas dispersan, que son poco
conocidos, y que poseen una diversidad de formas tan asombrosa como
atractiva. Estas formas, vistas a través de un microscopio electrónico de
barrido, captadas por la cámara de Rob Kesseler y coloreadas ligeramente
para realzar sus texturas y estructuras, nos acercan a una realidad tangible, que da auténtico
sentido a eso que a veces, y de forma un tanto genérica, llamamos biodiversidad. El primero
de los libros trataba sobre el grano de polen, el segundo sobre las semillas y este está
dedicado a los frutos. Una parte de lo dicho en relación con la funcionalidad de las semillas
en el segundo de estos libros se puede aplicar también a los frutos, puesto que son estos los
que contienen semillas.
Cuando se menciona la palabra fruto, la mayoría de los ciudadanos piensan en una fruta.
Wolfang Stuppy nos explica, con tanto rigor como profusión de detalles y ejemplos, que un
fruto es mucho más. Cierto es que una fresa, un melón o una piña son frutos, pero también
lo son un grano de trigo o ese objeto fusiforme que cuelga del aparato volador plumoso de
un diente de león. La diferencia estriba en que en los tres primeros casos el fruto contiene
más de una semilla y es jugoso, mientras que en los dos últimos solo contiene una y es seco.
Estos son solo dos de los criterios que se utilizan para organizar los frutos en una
clasificación con independencia de las familias botánicas a las que pertenezcan. De esto se
ocupa una pequeña disciplina dentro de la botánica —la carpología— que lleva varios siglos
esforzándose por establecer una terminología precisa y útil. Pero no es esta una empresa
fácil, porque los frutos son órganos que están y han estado sometidos a fuertes presiones
Eryngium paniculatum (Apiaceae); cardoncillo; originario de
adaptativas a lo largo de la evolución y, como consecuencia de ello, son muy propensos al Argentina y Chile; frutículo; 4,8 mm de largo. Los frutos de la familia
cambio. Otra forma de expresarlo, como se hace en el libro desde la perspectiva de la de la zanahoria (Apiaceae) se desarrollan a partir de un ovario ínfero
compuesto por dos carpelos unidos. Una vez maduros los dos carpelos
clasificación, es decir que las excepciones son incontables. Pero esta es la naturaleza de la que se separan formando dos frutículos indehiscentes individuales de una
sola semilla. Como una adaptación a la dispersión por el viento, los
disfrutamos gracias a la evolución, y de ahí los adjetivos que se dan a los frutos en el título frutículos del cardoncillo poseen un anillo periférico con procesos
aliformes (azul claro) y dos o tres sépalos (azul oscuro) que
del libro («irresistibles, incomestibles, increíbles»). permanecen en el ápice, que también pueden actuar como alas.
Introducción 11
Bulbostylis hispidula subsp. pyriformis (Cyperaceae); nativa
del África oriental; fruto (aquenio) con el estigma persistente
en el ápice; longitud: 1,3 mm. El fruto no muestra
adaptaciones a ningún modo particular de dispersión; como
muchas ciperáceas y gramíneas (Poaceae), la planta puede
depender simplemente de la ingesta accidental de sus
diminutos frutos por parte de animales herbívoros (animales
que se alimentan de plantas) al pastar el follaje, facilitando
así la dispersión por endozoocoria.
LO EXQUISITO
L a i m a ge n a r t e s a n a l e n u n e ntor no dig ital
ROB KESSELER
ientras preparaba las imágenes para este libro mi intención era los artistas han ampliado su capacidad para representar mesas rebosantes con un
Un misterio abominable
Las primeras plantas con carpelos aparecieron entre el Jurásico tardío (hace entre 142 y 206
millones de años) y el Cretácico temprano (hace entre 65 y 142 millones de años), cuando
los dinosaurios estaban todavía en su mejor momento. Aunque es indiscutible que las
angiospermas deben de haber tenido una gimnosperma como ancestro, sus parientes más
cercanos ―vivos o extintos― son aún desconocidos, de la misma manera que se desconocen
también formas intermedias que pudieran ayudarnos a documentar los pasos evolutivos
dados para pasar de la organización gimnospérmica a la angiospérmica. Lo que es aún más
desconcertante es que las angiospermas parecen haber surgido abruptamente de la nada,
experimentando una evolución muy rápida. Esta observación ya era incomprensible para el
mayor científico del siglo XIX, Charles Darwin (1809-1882), quien, en una carta al botánico
sueco Oswald Heer (1809-1883) del 8 de marzo de 1875, describió la súbita aparición de
las angiospermas en el registro fósil como «el fenómeno más desconcertante». Cuatro años
más tarde, en una carta al director de los Jardines Kew, Joseph Dalton Hooker, con fecha de
22 de julio de 1879, Darwin aludió al rápido surgimiento y pronta diversificación de las
angiospermas con el famoso «misterio abominable». A día de hoy, la pregunta sobre el
Angiospermas extremistas
El espectro de formas de vida de las angiospermas comienza con una diminuta planta
acuática flotante, Wolffia angusta (Araceae), del sudeste de Australia. Con un tamaño de solo
0,6 x 0,33 milímetros, el cuerpo consiste en poco más que un bulto taloide verde en el que
no se pueden diferenciar hojas, raíces y tallos. Coincidentemente, encontramos el extremo
opuesto en el mismo continente. Uno de los eucaliptos de Australia, Eucalyptus regnans
(Myrtaceae), alcanza la vertiginosa altura de casi 100 metros. El espécimen vivo más grande,
llamado popularmente «sueño de Ícaro», crece en el valle Styx de la Reserva Andrómeda de
Tasmania y mide actualmente 97 metros. Un ejemplar histórico de la misma especie se taló
en Gippsland,Victoria, alrededor del año 1872, y se decía que medía 132,5 metros, e incluso
algunos aseguran que en realidad alcanzaba los 152,4 metros de altura. En cualquiera de los
dos casos, habría sido el árbol más alto que se haya encontrado. Sin embargo, el récord
mundial actual del organismo viviente más alto no lo tiene una angiosperma sino una
Zostera marina (Zosteraceae); hierba marina; nativa de
gimnosperma, una secuoya gigante costera (Sequoia sempervirens, Taxodiaceae). Con una Europa; las 18 especies de Zosteraceae son las más
altura de 115,55 metros, el árbol fue descubierto durante el verano de 2006 en el Parque prominentes entre una pequeña élite de angiospermas
Nacional Redwood del norte de California y fue admirablemente bautizado como adaptadas a vivir completamente sumergidas en agua de
mar. Las hierbas marinas pueden crecer a una profundidad
Hyperion o el Titán de la luz. En la mitología griega, Titán era el hijo de la diosa de la tierra de hasta 50 m. Las plantas secas de Zostera marina se usan
Gaya y del dios del cielo Urano, y el padre de Helios, el dios que personifica al Sol. como material de embalaje y relleno para colchones.
Aunque actualmente pierdan la competición por ser el árbol más alto del mundo, las
angiospermas superan a las gimnospermas más de 400 veces en cuanto a variedad de
especies. Esta superioridad en número se refleja en una mayor diversidad de formas de vida
que la que puede encontrarse entre sus primas de semillas desnudas que aún existen. Entre
la minúscula Wolffia angusta y el gigante Eucalyptus regnans, las angiospermas enriquecen la
vida en la tierra con cerca de medio millón de hierbas, árboles y arbustos, rastreras,
trepadoras y enredaderas, suculentas almacenadoras de agua, epífitas, parásitas y carnívoras y
muchas otras maravillas naturales.
y por lo tanto ―evidentemente― no tienen frutos. Por ejemplo, las piñas de los pinos y los página siguiente: Eucalyptus virginea (Myrtaceae); endémico
enormes conos de semillas de las cícadas no pueden considerarse frutos pese a estar llenos de del sudoeste de Australia; fruto (cápsula loculicida); diámetro
1,2 cm. El fruto de este raro eucalipto, descubierto
semillas. De acuerdo con nuestra definición, los frutos reales tienen que provenir de flores recientemente, es notorio por sus prominentes valvas
reales y supuestamente estas están presentes solo en las llamadas angiospermas que, en ascendentes.
consecuencia, son comúnmente denominadas «plantas con flor». Científicamente, una flor se
Eucalyptus regnans (Myrtaceae); nativo del sur de Australia y
caracteriza por ser como una rama corta especializada cuyo crecimiento termina con la Tasmania; frutos (cápsulas loculicidas); este eucalipto produce
producción de una o más hojas fértiles, llamadas esporofilos. Estos esporofilos portan o bien árboles gigantes de hasta más de 100 m, de ahí el epíteto
latino (regnum = ‘norma, ‘autoridad’). A pesar de su
los órganos reproductivos masculinos o los femeninos, es decir, los sacos polínicos o los majestuoso tamaño, los frutos del Eucalyptus regnans
óvulos, respectivamente. Los óvulos son particularmente importantes en nuestro contexto (cápsulas loculicidas que se abren con tres valvas) miden solo
porque son los órganos a partir de los cuales se desarrollan las semillas; las semillas después de 5 a 8 mm de largo y de 4 a 7 mm de diámetro.
de todo, son la raison d’être de un fruto. Hasta aquí, y sin hacer más restricciones a la
definición, los conos masculinos y femeninos de las cícadas, por ejemplo, tendrían que ser
calificados como flores masculinas y femeninas. Sin embargo, las cícadas son gimnospermas
y por lo tanto, en sentido estricto, carecen de flores. La consecuencia lógica de todo ello es
que las cícadas son incapaces de producir frutos, a pesar de sus llamativos conos seminíferos,
los cuales, como en el caso de la piña zamia (Lepidozamia peroffskyana, Zamiaceae) de
Australia, pueden alcanzar hasta 90 centímetros de largo y un peso de más de 45 kilos. Pero
entonces, ¿a qué acuerdo llegaron los científicos para que únicamente las plantas con flores
pudieran tener tanto flores como frutos? Simplemente añadieron un requerimiento
imposible de cumplir para la mayoría de las gimnospermas. Aparte de representar una rama
especializada con crecimiento determinado llevando los esporofilos masculinos y
femeninos, una flor científicamente aceptable debe también poseer algún tipo de perigonio
o perianto compuesto de hojas estériles adicionales rodeando los esporofilos. Esto puede
parecerle complicado a los que no son botánicos, pero lo que realmente significa es que una
flor verdadera debe tener algunos pétalos, más o menos llamativos o similares a hojas (sépalos
o tépalos), asociados con los esporofilos. Y una vez más, la mayoría de nosotros estaría de
acuerdo. Después de todo, cuando utilizamos las flores para que hablen por nosotros, ¿quién
Mensajeros involuntarios
La sofisticada organización de los sépalos, pétalos, estambres y carpelos de las angiospermas
ha demostrado ser una valiosa innovación evolutiva. Mientras las gimnospermas producen
su polen y óvulos en conos diferentes (coníferas) o en individuos separados (cícadas), la
mayoría de las angiospermas combinan sus microsporofilos (estambres) y megasporofilos
(carpelos) en una única flor bisexual. Estas flores bisexuales tienen ciertas ventajas que
reflejan la manera en que son polinizadas. El enorme éxito de las flores de las angiospermas
se debe a su popularidad entre los animales. Los estambres producen polen rico en energía,
y unas glándulas especiales dentro de la flor secretan néctar azucarado. La libre disponibilidad
de alimento y bebida se anuncia a través de grandes y llamativos pétalos a los que se une en
ocasiones un perfume hechizante. Ambos persiguen atraer visitantes hambrientos,
especialmente insectos, pero también murciélagos, pájaros (como colibríes) y otros vertebrados.
Durante sus breves visitas, a los animales no solo se les recompensa con una comida
deliciosa, sino que al mismo tiempo se ven «contaminados» por el polen de la flor. En sus
viajes en busca de alimento, los animales transfieren polen a flores de otros individuos de la
misma especie, aunque estén muy dispersos. Es la razón por la que tener flores bisexuales en
lugar de flores masculinas y femeninas separadas, que además tendrían que estar equipadas
con «publicidad» y recompensas para los polinizadores. Al juntar microsporofilos (estambres) y
megasporofilos (carpelos) en la misma flor, pueden recibir el polen de un insecto visitante
y al mismo tiempo algo del polen de la misma flor queda adherido al mensajero involuntario.
y melocotones (Prunus spp., Rosaceae). Si hay dos o más carpelos en una flor, como sucede Tahina spectabilis (Arecaeae); una especie nueva de palma
en la mayoría de las angiospermas, los carpelos pueden estar separados, formando un endémica de Madagascar descubierta recientemente; sección
longitudinal de la semilla mostrando el pequeño embrión
gineceo apocárpico, o unidos, creando un solo pistilo o gineceo sincárpico. Esto puede en forma de clavija embebido en un copioso endosperma
sonar confuso, y de hecho lo es. Aunque hay una distinción sutil entre los tres términos blanco; semilla 2,1 cm de largo. El endosperma presenta
pistilo, ovario y gineceo, muchos botánicos los usan indistintamente. El término que suena más crecimientos interiores de tejidos de la cubierta seminal
(llamados ruminaciones), posiblemente una adaptación
complejo, gineceo, es en realidad el más simple de explicar porque se refiere a la suma de contra los predadores de semillas (especialmente insectos),
todos los carpelos de una flor individual, independientemente de que haya uno (gineceo a los que disuade a través de sustancias químicas tóxicas y
amargas, especialmente taninos. Estos últimos son los
unicarpelar) o muchos (gineceo pluricarpelar), o de si están separados o unidos. Los otros dos responsables del color marrón de la cubierta seminal.
términos se usan a menudo sin ningún fundamento. En un sentido estrictamente científico, Se piensa que solo existen menos de cien ejemplares de esta
el pistilo se refiere o a cada uno de los carpelos individuales de un gineceo apocárpico o extraordinaria palma, que llega a medir más de 18 m de alto y
florece solo una vez durante su vida, estimada en 30-50 años.
a un sincarpo, la estructura formada por varios carpelos unidos de un gineceo sincárpico.
Por ejemplo, la flor de un ranúnculo (Ranunculus spp., Ranunculaceae) con su gineceo
apocárpico tiene tantos pistilos como carpelos. En cambio, el ovario sincárpico de los
tulipanes (Tulipa spp., Liliaceae) consta de un solo pistilo, pero este está formado por tres
carpelos unidos. El vocablo ovario posee casi el mismo significado que pistilo, excepto que
se refiere solo a la parte abultada que contiene los óvulos (o el óvulo), excluyendo el estilo
y el estigma.
Frutos simples 59
La verdad sobre las bayas
En el lenguaje común, y con propósitos culinarios, cualquier pequeño fruto comestible con
múltiples semillas es una baya (en latín, bacca). Sin embargo, los botánicos aplican una
definición científicamente más rigurosa. Solo los frutos simples indehiscentes cuyo
pericarpio (pared del ovario) se hace totalmente carnoso en la madurez son considerados
verdaderas bayas, contengan una o muchas semillas. Por lo tanto, hablando «botánicamente»,
no solo los arándanos (Vaccinium corymbosum, V. myrtillus, Ericaceae), las grosellas (Ribes uva-
crispa, Grossulariaceae), las grosellas negras (Ribes nigrum) y las uvas (Vitis vinifera, Vitaceae)
son calificadas como bayas, sino también los aguacates (Persea americana, Lauraceae), los
tomates (Solanum lycopersicum, Solanaceae), las berenjenas (Solanum melongena), las carambolas
(Averrhoa carambola, Oxalidaceae) y los kiwis (Actinidia deliciosa, Actinidiaceae). Por un lado,
a pesar de que sus nombres en inglés terminen en berries (strawberries, raspberries, etcétera), las
fresas (Fragaria x ananassa, Rosaceae), las frambuesas (Rubus idaeus, Rosaceae), las moras del página siguiente: Medicago orbicularis (Fabaceae); caracolillo;
nativo del Mediterráneo; fruto (cámara), visto desde su
moral (Morus nigra, Moraceae) y las moras (Rubus fruticosus) no son realmente bayas (berries), extremo inferior; diámetro 1,5 cm. Al igual que los frutos del
sino un tipo de fruto muy diferente del que hablaremos más adelante. resto de miembros de la familia de las leguminosas, la
cámara del caracolillo se desarrolla a partir un solo carpelo.
La peor denominación de todas es la de «bayas de enebro». Aunque de extrema Propio del género Medicago, el carpelo está enrollado
importancia cuando se trata de darle a la ginebra su sabor característico, las bayas de enebro formando una espiral de 4 a 6 vueltas. La forma discoidal
nunca serán bayas a ojos de un botánico, y muchos afirmarían que no son ni siquiera frutos. plana y el ala angosta periférica sugiere que el fruto
indehiscente está principalmente adaptado a la dispersión
La razón de este rechazo yace en la posición evolutiva del enebro. Científicamente, las bayas por el viento.
de enebro son los conos carnosos del Juniperus communis, una conífera perteneciente a la
Dovyalis caffra (Salicaceae); manzana kei; nativa del área del
familia de los cipreses (Cupressaceae), y por ende un miembro de las gimnospermas, que, río Kei, en el sur de África; fruto (baya); a pesar de su
como hemos visto, son ampliamente conocidas por carecer de frutos en sentido estricto. nombre, la manzana kei es una baya en vez de una manzana
Durante los dos o tres años que se requieren para que los aromáticos conos seminíferos de (pomo). Los frutos comestibles alcanzan un diámetro de 2,5 a
4 cm y contienen entre 5 y 15 semillas. Su pulpa jugosa y
este ciprés dioico se desarrollen, las tres escamas superiores se transforman en una capa ácida es muy sabrosa y se suele comer fresca o preparada en
carnosa azul que cubre lo que parece engañosamente el pericarpio de una baya verdadera. mermelada o jalea.
Vale la pena echar un vistazo más de cerca a algunos ejemplos inesperados de bayas entre
las angiospermas.
―cerca de mil veces más dulce que la sacarosa―. Sin embargo, aunque la monelina es más abajo: Averrhoa carambola (Oxalidaceae); carambola;
potencialmente un gran endulzante natural, su extracción es muy costosa y se desnaturaliza cultivada durante siglos en el sudeste de Asia, se deduce que
tuvo su origen entre India, Sri Lanka e Indonesia; frutos
a altas temperaturas, por lo cual su uso en alimentos procesados sería inapropiado. inmaduros (bayas) y flores; las carambolas se comen frescas
y se usan para hacer mermeladas, jaleas, conservas, zumo y
Manzanas doradas licor. La pulpa tierna tiene un sabor dulce pero ligeramente
ácido que recuerda a una mezcla de melón, manzana y kiwi.
Aunque la pared de su fruto es predominantemente blanda, algunas bayas tienen una corteza
externa particularmente dura. Los ejemplos más conocidos de tales bayas blindadas son los
frutos cítricos. Las alrededor de veinte especies del género Citrus se distribuyen naturalmente
desde la India septentrional hasta China, a través de Asia sudoriental, alcanzando su punto
más meridional en el noreste de Australia (Queensland). Para las naranjas dulces (Citrus
sinensis, Rutaceae), las mandarinas (C. reticulata), los pomelos (Citrus x paradis, C. maxima) y
otros cítricos como limones (C. limon), limas (C. aurantifolia), naranjas amargas (C. auranticum,
usadas para mermeladas) y naranjas chinas (C. margarita), los botánicos acuñaron hace mucho
tiempo un término especial, hesperidio, un nombre aparentemente inverosímil para un tipo de
fruto tan inofensivo, pero no para aquellos que disfrutaban de una educación clásica como
los botánicos de antaño. La naranja era la manzana dorada de la mitología griega, y en el
jardín de las Hespérides, en el occidente, era donde crecían manzanas doradas. El nombre
hesperidio es simplemente el resultado de la latinización de su raíz griega. A pesar de este
nombre glorioso que les fue otorgado por los antiguos griegos, las naranjas no son siempre
de este color. Cuando se viaja por los trópicos uno puede buscar en vano naranjas de color
naranja, pero le sorprenderá el dulce sabor de los abundantes frutos verdes oscuros de aspecto
inmaduro. En los países tropicales, donde nunca hace frío ―excepto en regiones de alta
montaña―, las naranjas permanecen verdes, incluso cuando están maduras. Esto ocurre
porque los pigmentos naranjas (carotenos) solo se producen a bajas temperaturas. Si las
condiciones ambientales fluctúan entre el calor y el frío, también fluctúa el color de los frutos.
La parte comestible de una naranja tiene un origen peculiar. Un examen minucioso de los
segmentos de una naranja, un pomelo, un limón u otro fruto cítrico muestra que la pulpa
está formada por pelos multicelulares, cuya parte distal se ensancha. Estos pelos emergen de
la superficie interna de la pared del ovario y llenan todo el espacio que rodea las semillas
dentro de los lóculos. Cuando las paredes celulares dentro del pelo finalmente se rompen, la
cavidad se llena de jugo, creando «sacos de jugo» de un sabor delicioso.
Frutos simples 63
Citrus margarita (Rutaceae); naranja china; cultivada durante
siglos, probablemente nativa de China meridional; sección
transversal a través de la pared del fruto; el olor aromático
de las hojas y los frutos de los cítricos se debe a la presencia
de aceites esenciales, producidos por las glándulas oleíferas,
que se pueden observar en forma de grandes cavidades
esféricas dentro del tejido.
La mano de Buda
La primera vez que los frutos cítricos son mencionados en los escritos chinos es durante la
dinastía de Zhou (1027-256 a.C.). Sin embargo, la cidra llegó a China solo alrededor del
300 d.C. Fue allí o en el norte de la India, como algunos estudiosos creen, donde surgió una
variedad anómala que se llamó Citrus medica var. sarcodactylis. El epíteto sarcodactylis
(literalmente, ‘dedos carnosos’) describe con acierto este fruto de aspecto extraño en el cual
los segmentos parecen haberse separado en lóbulos digitados. Los monjes budistas de China
y Japón pensaron que estos frutos se parecían a las manos de Buda orando y, por ello,
adoptaron esta graciosa rareza de la naturaleza. Lo han venerado como un símbolo de
felicidad, riqueza y longevidad durante más de mil años. El fruto es por lo general verde y
está formado por poco más que una corteza esponjosa con escasa pulpa y pocas semillas. Las
manos de Buda, que se utilizan de la misma manera que otras cidras, son apreciadas por su
curiosa forma y su exquisito y dulce aroma. Hoy en día, la mano de Buda o «cidra digitada»
se cultiva comercialmente por su piel fuertemente aromática, utilizada casi exclusivamente
para la fabricación de cáscaras confitadas. Estos frutos se venden ocasionalmente en los
mercados de Occidente, donde su apariencia excéntrica llama la atención de ingenuos
compradores. A algunos chefs de moda también les gusta añadir rodajas frescas de esta exótica
delicatessen a platos de ensalada y pescado para darles un toque de limón sutil pero familiar.
Frutos simples 65
Grandes pepos
El pepo o pepónide es otro caso especial entre las bayas. Al igual que el hesperidio, es una
baya con una cáscara gruesa y coriácea. Una pista para saber dónde encontrar pepónides en
la naturaleza nos la da su propio nombre que, una vez más, es una palabra latina que tiene
su raíz en el griego antiguo (pepon originalmente significaba ‘maduro’). Fue usado por
Galeno, Teofrasto e Hipócrates para describir frutos maduros, como por ejemplo sikuopepona,
que significa ‘pepino maduro’. La palabra pepon derivó al latín pepo (‘fruto grande’). Alrededor
del 79 d.C., Plinio advirtió que los cucumeres (‘pepinos’), cuando alcanzaban un tamaño
excesivo, eran llamados pepones. Durante el curso de la historia, el latín pepo, usado para
cualquier melón o calabaza, se convirtió en el francés pompon, que derivó en pompion, o
pumpion en inglés. Finalmente, los primeros colonizadores del Nuevo Mundo añadieron de
manera incorrecta el diminutivo -ken del holandés antiguo para crear la palabra pumpkin
(‘calabaza’). Las calabazas ―miembros del género Cucurbita (Cucurbitaceae)― tienen su origen
en los climas tropicales y cálidos de América, donde ya eran una parte importante de la
cultura precolombina. Los frutos de la Cucurbita maxima, más conocidos como calabazas
gigantes, son objeto de una feroz competición tanto en el Reino Unido como en Estados
Unidos. Cada otoño los ambiciosos horticultores comparan celosamente el tamaño de sus
calabazas. La calabaza más grande jamás cultivada pesó 681,3 kilos, un récord mundial Citrus medica var. sarcodactylis (Rutaceae); mano de buda,
establecido el 7 de octubre de 2006 por Ron Wallace, de Greene, Rhode Island, Estados cidra digitada; cultígeno antiguo, originariamente del norte
de la India; fruto (hesperidio); 16 cm de largo. La forma de
Unidos. Esta extraordinaria baya (o, hablando con propiedad, pepo o pepónide) no fue solo este fruto, extraña y única en el mundo, es el resultado
la calabaza más grande, sino el mayor fruto de angiosperma que se haya registrado. Aparte de los carpelos parcialmente separados en segmentos en
forma de dedos. En China y Japón estos frutos son apreciados
de las calabazas gigantes, verdaderamente colosales, muchos otros frutos de Cucurbitaceae por su fuerte aroma y su forma ornamental. La cidra digitada
(la familia del melón y la calabaza) son pepónides, incluyendo los calabacines, los pepinos y contiene poco o nada de pulpa, pero la piel se prepara
el chayote mexicano (Sechium edule), sin mencionar otros frutos mucho más pequeños de confitada y se utiliza para aromatizar alimentos.
otras tantas especies silvestres. Hay también ejemplos de pepos, tal vez inesperados, que no
pertenecen a la familia de las calabazas, como el fruto del maracuyá (Passiflora spp.,
Passifloraceae), las papayas (Carica papaya, Caricaceae) y los plátanos (Musa acuminata,
Musaceae). nombre igualm
Aunque tienen en común una corteza gruesa y coriácea, el hesperidio y el pepo difieren
en un aspecto que se puede observar en una sección transversal del fruto. La mayoría de los
cítricos comerciales se selccionan para que carezcan de semillas, pero algunas veces
encontramos alguna. Si las hay, se encontrarán siempre en el medio del fruto, adheridas al
centro. Un pepo carece de los septos o tabiques entre los carpelos, que en una naranja crean
sus gajos y, como resultado, las semillas están adheridas al interior de la pared del fruto.
Frutos simples 69
70 Frutos. Irresistibles, incomestibles, increíbles
abajo: Juglans regia (Juglandaceae); nuez (nogal); nativa de
Eurasia; fruto (pseudodrupa); el fruto parece ser una drupa,
Locos por las nueces pero su cáscara carnosa no se deriva de las capas exteriores
A estas alturas ya nos deberíamos haber acostumbrado al hecho de que los botánicos utilicen del pericarpio, sino que está formada por una
serie de brácteas fusionadas. El ovario se desarrolla para
de una manera muy diferente y en un sentido mucho más riguroso que nosotros términos formar una nuez con un pericarpio seco y duro.
que nos resultan familares para referirnos a frutos. Esta incongruencia entre el uso botánico
y el culinario difícilmente podría ser mayor que en el caso de las nueces. Para la industria más abajo: Prunus dulcis (Rosaceae); almendro; nativo del
Asia occidental; fruto (núcula o nuculanio); el fruto es similar
alimentaria, los chefs y los consumidores «regulares» que disfrutan de un sabroso bocado, a una drupa pero el epicarpio y el mesocarpio son secos
cualquier frutillo seco comestible que tenga que ser liberado con fuerza de una cáscara dura y se abren para dispersar el hueso. Un genuino «problema
carpológico» que a menudo recibe el nombre oximorónico de
antes de su consumo siempre va a ser una nuez. En el sentido botánico de la palabra, una drupa «seca» o «dehiscente».
nuez es solo una nuez si está compuesta únicamente por el ovario maduro de un fruto simple
indehiscente con un pericarpio seco y duro, que normalmente alberga una sola semilla. Esto
se cumple en el caso de las avellanas (Corylus avellana, Betulaceae), las castañas (Castanea sativa,
Fagaceae), las nueces del nogal (Juglans regia, Juglandaceae), las pacanas (Carya illinoinensis,
Juglandaceae), los hayucos (Fagus spp., Fagaceae), las bellotas (Quercus spp., Fagaceae) y los
cacahuetes sin descascar (Arachis hypogaea, Fabaceae), aunque estos últimos a menudo
contienen más de una semilla. Otras «nueces» culinarias, como las almendras sin descascar
(Prunus dulcis var. dulcis, Rosaceae), los pistachos (Pistachia vera, Anacardiaceae) y, al menos
técnicamente, los anacardos, (Anacardium occidentale, Anacardiaceae) son en realidad huesos de
drupas, mientras que las nueces de Brasil (Bertholletia excelsa, Lecythidaceae), las macadamias
(Macadamia integrifolia y M. tetraphylla, Proteaceae), las nueces de gingko (Ginkgo biloga,
Ginkgoaceae) y los piñones (Pinus pinea, Pinaceae) son simplemente semillas. No debemos
olvidar que los ginkgos y los pinos son gimnospermas y como tales no les está oficialmente
permitido producir frutos y mucho menos nueces verdaderas.
A causa de este ambiguo significado, incluso en la bibliografía científica, la más reciente
y exhaustiva clasificación carpológica de Richard Spjut (1994) rechaza nuez y núcula como
términos científicos y los reemplaza con varios vocablos definidos con más precisión
(aquenio, cámara, carcérulo, cariópside y cipsela). Aunque estamos de acuerdo con Spjut, para los
propósitos de este libro nosotros hemos escogido, no obstante, el uso de nuez y núcula en el
sentido estricto definido anteriormente con la finalidad de mantener la complejidad del
tema a un nivel accesible para una audiencia amplia no especializada.
Nueces o drupas
A aquellos que esperaban haber llegado al final de la confusión en torno a las nueces, puede
que les parezca divertido ver que no es así. Muchos de los frutos que acabamos de clasificar
como nueces verdaderas solo son calificados así si se tienen en cuenta las cualidades del
ovario maduro. Por ejemplo, las nueces inmaduras del nogal se parecen más a drupas. Estas
están cubiertas por una cáscara verde carnosa que se descasca fácilmente cuando los frutos
maduran. Sin embargo, la cáscara huesuda de la nuez representa el pericarpio (pared del
ovario) en su totalidad, mientras que el verde carnoso de la cáscara está formado por una
serie de brácteas fusionadas (hojas modificadas) que inicialmente circundaban el ovario. A
medida que los frutos maduran, las brácteas fusionadas crecen hasta que cubren el ovario
completamente y crean la ilusión de un epicarpio y un mesocarpio, mostrando a la nuez no
Frutos simples 73
página siguiente: Anacardium occidentale (Anacardiaceae);
nuez de anacardo; nativa del noreste de Brasil, ampliamente
cultivada en todos los trópicos; fruto (glande), c. 10-15 cm de
Dos frutos en uno: la nuez y la manzana del anacardo largo. Las nueces de anacardos que comemos representan
solo los embriones almacenados y desarrollados dentro de un
Probablemente, la nuez más sabrosa y botánicamente más interesante es la nuez de anacardo. ovario maduro de una sola semilla, el cual, aunque
Hoy en día cultivada y naturalizada en casi todos los trópicos, su árbol (Anacardium occidentale, superficialmente parezca una nuez, es en realidad una drupa
Anacardiaceae) es nativo de las llanuras costeras del noreste de Brasil, donde forma parte de con una capa muy fina de carne. El fruto entero también
incluye el pedicelo de la flor, una gran hinchazón carnosa en
la así llamada vegetación de restinga. Sus frutos los utilizaban los indígenas brasileños mucho forma de pera; esta es la «manzana del anacardo», de color
antes de la colonización europea en el siglo XVI. Aunque los miembros de la tribu tupí lo amarillo, naranja o rojo.
llamaban acajú, los portugueses lo convirtieron en cajú y más tarde derivó en cashew en abajo: Exocarpos sparteus (Santalaceae); escoba ballart; nativa
inglés. En español se conoce como anacardo, merey y marañón. de Australia; fruto (glande); 8 mm de largo. Aunque
Sin llegar a crear un fruto compuesto, pero no obstante complementando la «nuez» que lejanamente emparentada con la familia del anacardo
(Anacardiaceae), los pequeños frutos de la escoba Ballart,
carga con un accesorio muy especial, el pedicelo de la nuez del anacardo (Anacardium dispersados por aves, son estructuralmente muy similares a los
occidentale) se convierte en una estructura hinchada y carnosa en forma de pera, conocida del anacardo. En el fruto seco que aquí se muestra, la parte
arrugada representa el otrora redondo, liso y carnoso
como «manzana del anacardo». Colgando del ápice de la manzana del anacardo se encuentra pedicelo de la flor.
una estructura reniforme que encierra la semilla, la nuez del anacardo. Curiosamente, tras
un examen minucioso de un fruto fresco, la nuez del anacardo resultó no ser una nuez
verdadera sino una drupa, el tipo de fruto propio de muchos de sus parientes cercanos en
la familia Anacardiaceae, como el mango (Mangifera indica). Aunque es difícil reconocerlo
como drupa, el pericarpio coriáceo de la nuez del anacardo en realidad despliega las tres
capas que la definen: una piel exterior (epicarpio), una capa media, muy fina, que aunque
se seca rápidamente es blanda (mesocarpio), seguida por el dominante, grueso y leñoso
endocarpio. Aunque el pericarpio de la nuez de anacardo es venenoso debido a un aceite
fenólico agrio que causa dermatitis, sí se puede disfrutar de la inofensiva y extremadamente
jugosa manzana de anacardo si se extrae su jugo y se descartan los residuos fibrosos. Debido
a los problemas causados por la cáscara tóxica de la «nuez», latinoamericanos, antillanos y
africanos occidentales han utilizado durante mucho tiempo solo la suculenta «manzana»,
confeccionándola en forma de vino y bebidas refrescantes similares a la limonada, como por
ejemplo la cajuada brasileña. No obstante, a escala mundial la semilla del árbol del anacardo
es todavía el principal producto comercial, a pesar del laborioso proceso de limpieza que hace
de la nuez del anacardo la más costosa de todas las nueces ―en sentido culinario―. En la
naturaleza, las manzanas del anacardo, que miden de 5 a 10 centímetros y están brillantemente
coloreadas de amarillos y rojos, actúan como una deliciosa recompensa para los animales que
la dispersan. Los murciélagos fruteros y los monos cogen los frutos para alimentarse de la
manzana y descartan la «nuez» venenosa, dejando ilesa la semilla que contiene en su interior.
Pese a no ser un pariente cercano del árbol del anacardo, la escoba ballart australiana
(Exocarpos sparteus), un miembro hemiparasítico de la familia del sándalo (Santalaceae), ha
evolucionado en el mismo tipo de fruto. Aunque ciertamente a una escala mucho menor,
la escoba ballart ofrece una «minimanzana», redonda, carnosa y de un rojo brillante para
atraer a las aves que dispersan sus frutos.
Frutos simples 77
abajo: Dipteronia sinensis (Sapindaceae); dipteronia; nativo
de China; fruto (sámara doble). El fruto esquizocárpico se
Sámaras: nueces llevadas por el viento parte en dos mericarpos, (Sámaras), que son diseminados
Sigue habiendo un grupo de nueces de élite: aquellas que han desarrollado estructuras por el viento y que poseen un ala periférica alrededor de la
aerodinámicas sofisticadas que les permiten aprovecharse de las corrientes de aire para su parte central donde está encerrada la semilla; fruto c. 5-6 cm
de ancho.
dispersión. Las estructuras que hacen que el viento traslade estos frutos son normalmente
alas o apéndices plumosos con orígenes diversos. Dependiendo del órgano que contribuye más abajo: Centrolobium ochroxylum (Fabaceae); amarillo
de Guayaquil; nativo de Ecuador; fruto (sámara). Ligeramente
al vuelo de estas nueces, los carpólogos distinguen entre varios tipos de nueces voladoras. más pequeña pero por lo demás muy similar a los frutos del
La pared del ovario puede producir apéndices planos que actúan como alas y que están árbol brasileño palo de cebra (Centrolobium robustum), la
dispuestas en un delicado equilibrio en torno al centro de gravedad del fruto, que sámara de esta especie posee una estructura del tamaño de
una pelota de golf, de 20 a 25 cm de largo y perversamente
normalmente tiene una sola semilla. En reconocimiento de esta ingeniosa «invención», cuyo espinosa. El ala y las espinas indican una doble estrategia de
diseño los humanos tardaron siglos en desarrollar, los botánicos le otorgaron el nombre de dispersión (por viento y animales), aunque la presencia de las
feroces espinas en la zona donde lleva la semilla podría
sámara. Las sámaras pueden tener una sola ala de un solo lado, como en los frutos del fresno reflejar una adaptación para alejar predadores.
(Fraxinus spp., Oleaceae) y los frutículos de los arces (Acer spp., Sapindaceae), dos de los
cuales en conjunto forman el fruto entero (un samaridio) hasta que este se divide en la
madurez. Sorprendentemente, existen frutos similares que han evolucionado de manera
independiente en la familia de las leguminosas, la cual, por otro lado, se caracteriza por tener
vainas como las de las judías. El lugar apropiado para buscar las sámaras de leguminosas más
espectaculares es Brasil. Allí se encuentra el árbol tipu (Tipuana tipu), que se ha convertido
en un popular árbol de ornato urbano en todos los trópicos, el árbol palo de moco
(Luetzelburgia auriculata) y el árbol brasileño palo de cebra (Centrolobium robustum), cuyas
sámaras están formadas por una estructura perversamente espinosa en forma de pelota de
golf, que lleva un ala gigante de hasta 30 centímetros de largo.
Las sámaras del olmo (Ulmus spp., Ulmaceae), el zorrillo (Ptelea trifoliata, Rutaceae) y la
espina santa (Paliurus spina-christi, Rhamnaceae), por nombrar solo algunos ejemplos, están
equipadas con un ala continua que rodea la parte central que encierra la semilla. Una vez
más, el mismo modelo lo encontramos en algunos miembros de la familia de las
leguminosas, más notablemente en la teca silvestre (Pterocarpus angolensis). Las grandes
sámaras de este árbol africano son similares a las de los frutos del Centrolobium robustum de
Brasil y cubren la parte seminal con largas y suaves espinas. Puesto que incluso una fuerte
ráfaga de viento llevaría el pesado fruto a solo unos pocos metros del árbol que lo originó,
las espinas se desarrollaron como parte de una estrategia con dos vertientes, con el objetivo
de enredarse en el pelaje de los mamíferos que pasen cerca de él. Otro ejemplo en el que
un pariente cercano tiene frutos con ala periférica en lugar de unilateral es el árbol chino
Dipteronia, que, junto con el Acer, anteriormente constituía la pequeña familia Aceraceae,
hasta que ambos géneros fueron subsumidos en las Sapindaceae.
Las nueces del raasblaar (Combretum zeyheri) del sur de África y otras especies de
Combretum presentan un juego de cuatro alas dispuestas a lo largo de estos frutos formando
una cruz. Aunque el raasblaar posee sámaras de hasta 8 centímetros de diámetro, un
extraordinario miembro de la familia de las malvas (Malvaceae) es incluso mayor. Los frutos
del árbol del cuipo (Cavanillesia platanifolia), un árbol gigante que crece en los bosques lluviosos
de Centroamérica, son sorprendentemente similares, pero son más grandes y tienen más alas
que el raasblaar. Todavía más impresionantes son las nueces voladoras de las Dipterocarpaceae.
Frutos simples 79
Con dos, tres o cinco grandes alas apicales, caen graciosamente como helicópteros desde las
copas de los árboles al suelo de los bosques lluviosos de las tierras bajas del sudeste de Asia.
Sin embargo, puesto que sus «aspas de rotor» están formadas por los sépalos persistentes de
la flor y no por la pared del ovario, los frutos de las Dipterocarpaceae se clasifican solo como
pseudosámaras en vez de como sámaras genuinas.
Frutos simples 83
abajo: Esenbeckia macrantha (Rutaceae); nativa de México;
fruto capsular (cocario) desplegando dehiscencia loculicida,
Vainas y cosas parecidas septicida y septifraga; diámetro c. 5 cm.
Intuitivamente llamamos cápsula o vaina a cualquier fruto que encierra una o más semillas
sueltas dentro de un espacio interior lleno de aire, especialmente si suenan cuando las más abajo: Flindersia australis (Rutaceae); fresno corvino o
teca australiana; nativo del este de Australia; fruto (cápsula
agitamos. Los botánicos no se dejan impresionar por las cualidades acústicas y suelen adoptar septicida); c. 10 cm de largo. La cápsula leñosa albergó una
un enfoque diferente. Muchos creen que toda cápsula puede pasar por vaina, pero no toda vez semillas aladas unilateralmente.
vaina por cápsula. Algunos incluso limitan el uso del término vaina a los frutos de la familia
de las leguminosas (Fabaceae). Nosotros consideramos vaina un término más coloquial que
científico, ya que se usa comúnmente para todos los frutos secos que cuentan con una pared
firme rodeando una cavidad que contiene una o más semillas, independientemente de si el
ovario subyacente está compuesto por uno o varios carpelos y de si el fruto se abre (es
dehiscente) en la madurez. Una vez distinguidas de las vainas monocárpicas e indehiscentes,
de las que hablaremos más adelante, las verdaderas cápsulas ―si nos atenemos estrictamente
a la botánica― se definen como frutos simples y dehiscentes formados por gineceos
sincárpicos, es decir, al menos dos o más carpelos unidos. A pesar de esta definición, más
bien exigua, la cápsula es uno de los tipos de fruto que más frecuentemente se encuentran
entre las angiospermas.
Frutos simples 85
Papaver rhoeas (Papaveraceae); amapola; nativa de Eurasia
y el norte de África; fruto (cápsula poricida).
Folículo y coco
Además de esta cornucopia de cápsulas, hay varias vainas que se consideran «no capsulares»
porque constan de un único carpelo maduro y/o permanecen cerradas incluso cuando
maduran. Hay vainas que nos resultan muy familiares, formadas por flores hipóginas cuyo
gineceo consta de un solo carpelo, que pertenecen a la familia de las leguminosas (Fabaceae)
y a la familia de la protea (Proteaceae). Teniendo en cuenta que un carpelo es simplemente
una hoja fértil doblada, podemos distinguir entre su meridiano ventral, que se muestra en la
línea a lo largo de la cual los márgenes opuestos de la hoja se fusionaron originalmente, y
el meridiano dorsal, que coincide con el nervio medio. Estos meridianos son las dos líneas
longitudinales de dehiscencia preferidas (suturas) a lo largo de las cuales las vainas se abren.
Una vaina monocarpelar que se abre por la sutura ventral recibe el nombre de folículo,
mientras que una que se abre por la mitad a lo largo de ambas suturas, ventral y dorsal, se
denomina coco.
Los carpelos que se abren como los folículos se encuentran con frecuencia en
angiospermas primitivas con frutos múltiples, como las Ranunculaceae (Caltha palustris), las
Paeoniaceae (Paeonia spp.) y las Illiciaceae (Illicium verum, anís estrellado), pero estos se
tratarán más adelante. Un ejemplo raro en el que el folículo es realmente un fruto simple es
la macadamia australiana (Macadamia integrifolia y M. tetraphylla, Proteaceae). Cada folículo de
macadamia contiene una sola semilla grande (la «nuez» de macadamia) y se abre por una
abertura a lo largo de la sutura ventral. La abertura en el pericarpio es demasiado estrecha
para dejar escapar la semilla y parece más bien una reminiscencia rudimentaria de su pasado
evolutivo, en el que las semillas se liberaban del folículo como en algunos de sus parientes
más cercanos, por ejemplo las grevilleas (Grevillea spp., Proteaceae).
Frutos simples 89
Frutos simples 91
páginas anteriores: Ravenala madagascariensis (Strelitziaceae);
palma del viajero; nativa de Madagascar. página 90: semillas.
Vainas, como en las «vainas de guisantes» Pariente cercano de la flor del ave del paraíso (Strelitzia
reginae, página 88), la palma del viajero tiene unos frutos
Las leguminosas (Fabaceae) son la tercera familia más grande de angiospermas y la segunda muy similares (cápsulas loculicidas). Sin embargo, mientras el
en importancia económica, solo por detrás de las gramíneas (Poaceae). Existen unas 19.000 arilo de las semillas de Strelitzia tiene la apariencia de una
especies de leguminosas, todas ellas con un solo carpelo por flor disponible para convertirse «peluca» rojo-anaranjada brillante, las semillas de Ravenala
están envueltas en un apéndice papiráceo-ceroso, blando y
en fruto. Que esto no constituya una limitación lo demuestra la increíble gama de formas, azul intenso. El esquema de colores rojo y negro es propio de
tamaños y estrategias de dispersión de las leguminosas. El fruto típico de la familia de las los frutos y semillas que dispersan las aves, pero la presencia
del azul es extremadamente rara. La razón del extraordinario
leguminosas es una vaina seca, dehiscente, que se abre a lo largo de las suturas ventral y color de estas semillas es que no son las aves quienes las
dorsal, abriendo el fruto en dos valvas. El lector atento recordará que esto describe dispersan, sino los lémures. Prosimios, como los lémures
precisamente lo que acabamos de identificar como un coco, y en realidad lo es. No obstante, y loris, tienen visión dicromática que solo les permite
diferenciar azules y verdes pero no rojos, mientras que las
un coco producido por un miembro de las Fabaceae se llama legumbre (del latín legumen = aves tienen una visión de colores similar a la humana.;
‘judía’). La razón de esta dualidad en la terminología, que permite dos nombres para la página 91: una sola semilla desprovista de su arilo papiráceo-
ceroso; c. 12 mm de largo.
misma cosa, es otra concesión hecha por los carpólogos para adaptar un uso más antiguo.
Puesto que las Fabaceae son una familia de plantas tan grande y económicamente página siguiente: Acacia vittata (Fabaceae); nativa del
importante, sus típicos frutos se han llamado legumbres desde que Carlos Linneo introdujo sudoeste de Australia; fruto (legumbre); 2,1 cm de largo. Los
frutos de los miembros de la familia de las leguminosas se
el término en 1751. desarrollan a partir de un solo carpelo que normalmente se
Estamos particularmente familiarizados con los miembros comestibles de las Fabaceae, abre a lo largo de las suturas dorsal y ventral.
como guisantes (Pisum sativum), habas (Phaseolus spp.) y plantas ornamentales populares como Acacia vittata (Fabaceae); semilla; 3,8 mm de largo. Como
los guisantes de olor (Lathyrus odoratus), los lupinos (Lupinus spp.), el tojo (Ulex europaea), la muchas acacias australianas, las semillas de esta especie están
visteria china (Wisteria chinensis), el algarrobo negro (Robinia pseudoacacia) y el flamboyán equipadas con un «cebo» (eliosoma) para atraer hormigas
que las dispersan.
(Delonix regia). Las vainas de este tipo normalmente estallan para expulsar sus semillas. Su
mecanismo de catapulta se basa en las fibras de textura cruzada del pericarpio que hacen
que las valvas del carpelo se retuerzan en direcciones opuestas a medida que se secan. Tarde
o temprano, la tensión se libera cuando las suturas ventral y dorsal se abren de golpe. Los
lupinos, los tojos y los guisantes de olor usan este mecanismo de autodispersión de manera
efectiva, pero difícilmente podrán competir con algunos de sus parientes tropicales. La
Tetraberlinia morelina, una leguminosa que crece en los bosques lluviosos del oeste de Gabón
y sudoeste de Camerún, se las arregla para disparar sus semillas a una distancia de hasta 60
metros, ayudada en buena medida por su gran altura. Esta especie posee el récord mundial
de mayor distancia por dispersión balística de todas las plantas.
Frutos simples 95
Semillas encarceladas
Para cerrar nuestra exploración carpológica sobre las «vainas», nos queda hablar de las vainas
multicarpelares, que serían cápsulas perfectamente aceptables… si llegasen a abrirse. Estas
vainas tan sonoras tienen dentro de su dura cáscara que puede ser carnosa o seca―
un espacio con aire alrededor de las semillas, lo que desde siempre las ha convertido en un
estorbo carpológico.
Entre los casos problemáticos están los frutos de Uncarina grandidieri y de la garra del
diablo (Harpagophytum procumbens), peligrosos debido a sus espinas, y ambos pertenecientes
página siguiente: Hippocrepis unisiliquosa (Fabaceae); nativa
a la familia del sésamo (Pedaliaceae), los chiles y los pimientos (Capsicum annuum, de Eurasia y África; fruto (cámara); diámetro 1,8 cm.
Solanaceae) y la pomarrosa (Syzygium jambos, Myrtaceae). Adaptadas a la forma del fruto, las semillas están dobladas
La más excepcional de todas las vainas indehiscentes es sin duda la del árbol de la nuez alrededor de las invaginaciones elípticas de la pared del fruto.
Aunque es difícil interpretar la estrategia adaptativa detrás de
de Brasil (Bertholletia excelsa, Lecythidaceae), un árbol enorme, de hasta 60 metros de altura, de la curiosa forma de las vainas, su construcción plana y muy
los bosques lluviosos de Sudamérica. Mientras sus parientes, como por ejemplo el coco liviana puede ayudar a la dispersión a través del viento.
Además, los márgenes solapados de las invaginaciones y las
de mono (Lecythis pisonis), tienen grandes cápsulas que se abren con una amplia tapa, el fruto cerdas pueden ayudar a los frutos a engancharse al pelaje de
del árbol de la nuez de Brasil parece haber perdido la capacidad de producir un orificio de animales (epizoocoria).
salida para sus semillas. Aún más duro que las semillas tipo piedra («nueces» de Brasil) es el
Harpagophytum procumbens (Pedaliaceae); garra del diablo;
fruto de Bertholletia excelsa, una vaina leñosa, grande y esférica, de 15 centímetros de nativa de África meridional y Madagascar; fruto (carcérulo);
diámetro de promedio y que puede llegar a pesar hasta 2,5 kilos. Dentro, el fruto lleva de fruto 9 cm de largo. Los largos ganchos leñosos de la garra
del diablo están adaptados para clavarse en los pies y
15 a 25 semillas embebidas en una pulpa amarilla. Mientras proporciona la máxima engancharse en el pelaje de animales, que pueden sufrir
protección contra depredadores a sus preciosas semillas, el prácticamente impenetrable heridas terribles. El pueblo Khoisan del desierto de Kalahari
pericarpio, que para romperse requeriría por lo menos un hachazo, supone un gran ha usado las raíces tuberosas de la garra del diablo durante
miles de años para tratar el dolor durante el embarazo y
obstáculo para la germinación. Esta cuestión la resuelve un aliado natural del árbol de la nuez para preparar ungüentos para curar heridas, pústulas y otros
de Brasil, el agutí (Dasyprocta agouti). Solo los dientes de este roedor de tamaño mediano son problemas de la piel. Los extractos de las raíces secas se
venden hoy como un remedio natural contra el dolor y la
lo suficientemente afilados como para abrir un agujero en la vaina a través del cual extraer inflamación causados por la artritis y otras molestias.
sus nutritivas semillas. Los agutís, como las ardillas, son recolectores-almacenadores y tienden
a comer solo parte de su botín, mientras que las semillas sobrantes las entierran en algún lugar
del bosque, que puede alejarse hasta 400 metros del árbol parental. O bien la muerte o bien
el olvido del agutí aseguran el crecimiento de nuevos árboles de nuez de Brasil.
Aunque la historia del árbol de la nuez de Brasil sea intrigante, las vainas multicarpelares
que permanecen pertinazmente cerradas aún en la madurez ofrecen un reto conceptual.
Los botánicos han sido incapaces de colocarlas en ninguna de sus elaboradas definiciones y
han tenido que recurrir a la «violencia semántica», refiriéndose a ellas como «cápsulas
indehiscentes», a pesar del hecho de que su propia definición de cápsula requiere que el fruto
respectivo sea dehiscente. En un intento por establecer alguna lógica científica en el caos de
la clasificación de frutos, Richard Spjut (1994) repasó y revisó la terminología creada durante
los siglos XVIII y XIX, en pleno apogeo de la carpología. Lo que encontró fue que, sin tener
exactamente el mismo significado en mente, Charles François Brisseau de Mirbel (1776-
1854) había creado en 1813 un término científico que ofrecía una alternativa más plausible
a «cápsula indehiscente»: carcérulo (del latín carcerulus), que significa ‘pequeña prisión’.
Frutos múltiples 99
abajo: Rubus phoenicolasius (Rosaceae); nativa del norte
de China, Corea y Japón; fruto (drupeto); diámetro c. 1 cm.
Al igual que su pariente la frambuesa (Rubus idaeus),
Rubus phoenicolasius tiene un gineceo apocárpico que
produce un fruto múltiple en forma de un racimo de
pequeños drupetos. Como en el resto de la planta, el cáliz
está cubierto por pelos glandulares pegajosos. Los dulces
y jugosos frutos son comestibles.
que pasan inadvertidas, cada una acompañada por una bráctea. Las brácteas más superiores
son estériles y, aparte de presentar un aspecto muy similar al de las hojas normales de la
planta de piña, forman el reconocible mechón de hojas verdes en el ápice del fruto. El
corazón duro de la piña es la concreción del fibroso eje de la inflorescencia. Todos estos
órganos diferentes se fusionan, sin casi ninguna línea de demarcación reconocible, hasta crear
la blanda, dulce y jugosa «superbaya» o soroso, por usar el término científicamente correcto.
La dura corteza está integrada por los sépalos remanentes, los ápices de los ovarios y el tejido
de las brácteas, cuyas partes distales forman las escamas coriáceas triangulares en la superficie.
Después de la fructificación, toda la planta muere. Como las piñas cultivadas son seleccionadas
para que no tengan semillas, la proliferación es exclusivamente vegetativa y el mechón de
hojas verdes que corona el fruto es el esqueje perfecto para su propagación.
Con unas pocas excepciones, las Moraceae (familia de la morera) constituyen una
familia entera de plantas en la que son típicos los frutos compuestos. Aunque el fruto del
moral (Morus nigra) parezca una mora, en realidad está constituido por una inflorescencia
femenina completa donde los diminutos perigonios (cuatro tépalos decusados) y el eje de
la inflorescencia subyacente se tornan verdaderamente suculentos. Los ovarios se
transforman en pequeñas drupas de una sola semilla, cuyos minúsculos huesos forman los
pedacitos duros del fruto. Las moras negras del moral, deliciosas si se comen frescas, se
utilizaron en la Edad Media para dotar de color y sabor al vino. Se piensa que la morera
negra se derivó de la morera blanca (Morus alba) a través de milenios de domesticación
humana. Hoy ambas especies se cultivan, tanto por sus frutos comestibles como por sus
árboles ornamentales, en zonas templadas de Asia, Europa y Norteamérica. En su China de
origen, Morus alba alcanzó una gran relevancia económica más por sus hojas que por sus
frutos. Las hojas del árbol de la morera blanca son el exclusivo alimento del gusano de seda
(Bombyx mori) y durante siglos han sido el motor de la famosa industria china de la seda. Pero
la morera no es el único miembro de las Moraceae con una larga historia de explotación
humana. En la misma familia encontramos especies económicamente importantes con frutos
compuestos comestibles mucho más grandes como es el caso del fruto de pan (Artocarpus
altilis), la yaca (Artocarpus heterophyllus) y el higo (Ficus carica).
Muchos de ellos se enamoraron, no solo del idílico estilo de vida de aquel paraíso tropical, página siguiente abajo: Artocarpus heterophyllus (Moraceae);
sino también de algunas de las mujeres tahitianas. Cuando el Bounty dejó la isla el 5 de abril yaca; de hasta 90 cm de largo, 50 cm de diámetro y 40 kg de
peso, es el fruto más grande producido por un árbol. Como es
de 1789 con destino al Caribe, llevaba a bordo 1.015 plantas de fruto de pan y una habitual en los frutos que dispersan los mamíferos, un fruto
tripulación realmente descontenta. El Bounty, anteriormente llamado Bethia, era un barco de yaca completamente maduro emite un olor a la vez dulce y
mercantil remodelado que era demasiado pequeño y estaba equipado con un personal rancio, como con un toque de cebollas podridas.
excesivamente escaso para su misión. El famoso motín fue liderado por el joven de Artocarpus altilis (Moraceae); fruto de pan; nativo de la
venticuatro años Fletcher Christian, que anhelaba escapar de las condiciones de hacinamiento Península Malaya y el Pacífico occidental; fruto (soroso);
diámetro hasta 30 cm. De aspecto similar a una mora (del
y regresar a su estilo de vida hedonista. El resultado fue que William Bligh ―que más tarde moral), el fruto de pan se desarrolla a partir de una
sería nombrado capitán― y otros dieciocho hombres fueron abandonados a la deriva en un inflorescencia entera con un gran número de flores diminutas,
bote de 7 metros el 28 de abril de 1789. En un principio, el grupo de Bligh desembarcó cuyos perigonios tubulares constituyen la parte carnosa del
fruto compuesto. El fruto de pan, que recibe su nombre por
en la isla vecina de Tofua, pero tras una violenta confrontación con los isleños, decidieron su alto contenido de almidón, ha sido desde la antigüedad un
navegar hasta la lejana colonia holandesa de Timor. A pesar de tener alimento y agua para alimento básico para los habitantes de las islas polinesias.
tan solo cinco días, todos los hombres sobrevivieron milagrosamente a este heroico viaje.
Después de cuarenta y un días y 3.618 millas náuticas recorridas (unos 6.700 kilómetros),
alcanzaron las playas de la isla de Timor el 13 de Junio de 1789.
A su regreso a Inglaterra, Bligh fue ascendido a capitán de la Marina Real. En 1791 se
le nombró comandante del HMS Providence por la Marina Británica y fue enviado en una
segunda misión a Tahití para llevar el prometedor fruto de pan a las Indias Occidentales. Esta
vez la misión fue un éxito y, en febrero de 1793, Bligh entregó 1.200 plantas de fruto de
pan y otra serie de árboles valiosos a Jamaica. Pero, acabando con todas las expectativas, los
esclavos no compartieron el entusiasmo de los polinesios por el fruto de pan y se negaron
a comerlo.
casuarinas parecen coníferas, aunque pertenecen al orden Fagales de las dicotiledóneas, que Banksia candolleana (Proteaceae); banksia hélice; nativa del
también incluye los robles y las hayas. Este engaño se ve aumentado por el hecho de que las occidente de Australia; fruto (folícono); diámetro c. 10 cm.
Los miembros del género australiano Banksia presentan
casuarinas presenten sorprendentes frutos en forma de cono. Al igual que los conos de impresionantes frutos compuestos en forma de cono
las Proteaceae, los de las Casuarinaceae están formados por inflorescencias enteras, aunque parecidos a los de las coníferas. Lo que parecen ser las
de una manera ligeramente más complicada. Las Casuarinaceae producen sus flores, que son escamas del cono son en realidad los folículos organizados
densamente a lo largo de un sólido eje leñoso y embebidos
polinizadas por el viento, en inflorescencias separadas (femeninas y maculinas), en el mismo en una masa compacta de brácteas y bracteolas. A menudo,
individuo (monoecia) o en plantas femeninas y masculinas separadas (dioecia). Las flores los folículos solo se abren para liberar un par de semillas
aladas después de que los frutos hayan permanecido
femeninas carecen de perianto y están formadas por solo un ovario. Dentro de la compacta expuestos al fuego, una adaptación a los hábitats propensos
inflorescencia, el ovario está subtendido por una bráctea y flanqueado a cada lado por una a los incendios naturales en regiones áridas australianas, de
bracteola. A medida que el ovario se desarrolla para constituir una minúscula sámara de una donde son muchas especies de Banksia. La curiosa forma
de hélice del fruto de Banksia candolleana surge porque de
sola semilla, permanece firmemente encerrado dentro de las brácteas y las bractéolas, que se las numerosas flores que constituyen las inflorescencias
agrandan y, en un momento deterrminado, se hacen leñosas y forman un cono. La doradas en forma de cepillo de 4 cm de alto, solo tres
generan folículos con la estructura particular que se muestra
organización simétrica se revela debido al intrigante patrón de su superficie. Habitualmente, en la fotografía.
es solo tras la exposición al fuego cuando las brácteas y las bracteolas se mueven y disgregan
para liberar las sámaras al viento.
Por último, la serotinia puede hallarse también en los conos genuinos de gimnospermas,
como los del pino jack norteamericano (Pinus banksiana), y en muchas otras especies de
Pinus. La serotinia se manifiesta principalmente en hábitats que están expuestos a fuegos
naturales bastante frecuentes y donde el intervalo de tiempo entre estos fuegos no excede
el tiempo de vida del banco de semillas del dosel. Es curioso albergar las semillas en estructuras
relativamente masivas y duras, para así protegerlas de la depredación y el fuego durante largo
tiempo, sea una adaptación paralela común entre plantas serótinas, y además explica el parecido
superficial entre los conos de las banksias angiospérmicas y los pinos gimnospérmicos.
Con el estudio de los frutos compuestos hemos alcanzado el cénit de la inventiva de las
angiospermas en lo que se refiere a empaquetar su semillas. La semejanza superficial entre
los órganos portadores de semillas de algunas angiospermas y ciertas gimnospermas nos
devuelve a nuestra pregunta original: «¿Qué es un fruto?».
son muy eficientes, como lo demuestra la gran variedad de diásporas aladas que han más abajo: Hippocratea parvifolia (Celastraceae); nativa
evolucionado de manera independiente. Esto puede suceder incluso dentro de la misma de África meridional; fruto esquizocárpico (cocario); coco
5,3 cm de largo. Producido a partir de un gineceo sincárpico
familia, como lo evidencian los varios tipos de cámaras aladas presentes en las Fabaceae (un de tres carpelos que se separa en tres cocos aplanados, uno
ala lateral en Nissolia suffruticosa, Pterolobium stellatum y Tipuana tipu; un ala periférica de los cuales se muestra abierto por la mitad para revelar las
Dalbergia monetaria y Pterocarpus spp.; cuatro alas laterales Piscidia spp. y Tetrapterocarpon geayi). semillas aladas.
Alas
Entre las gimnospermas, son las coníferas las que con frecuencia poseen semillas aladas por
un único lado y se dispersan a través del viento, como sucede por ejemplo con los pinos
(Pinus spp.), los abetos (Abies spp.) y las píceas (Picea spp.). Sin embargo, el modelo simple y
uniforme de las coníferas, ya algo obsoleto, queda relegado a un segundo plano cuando se
compara con la inmensa diversidad de diásporas aladas que encontramos entre las
angiospermas, cuyas nueces aladas (sámaras) pueden llevar una o más alas y tenerlas
dispuestas de múltiples maneras. Muchas sámaras poseen una ala unilateral y al rotar sobre
su centro de gravedad ―situado en la parte más gruesa del fruto, es decir, la que contiene la
semilla― producen un vuelo similar al de los helicópteros. Este modelo lo conocemos mejor
por los frutículos de los arces (Acer spp., Sapindaceae). Cumpliendo con las leyes
aerodinámicas, hay diásporas muy similares, incluyendo tanto frutos como semillas, que han
surgido a través de la evolución en una amplia variedad de familias. Las sámaras
unilateralmente aladas pueden encontrarse en la familia de las leguminosas (Luetzelburgia
auriculata, Neoapaloxylon spp. y Tipuana tipu), la familia de la casuarina (Allocasuarina tesselata,
Casuarinaceae), en los fresnos (Fraxinus spp.) y en el tulípero (Liriodendron tulipifera,
Magnoliaceae), por mencionar solo algunos ejemplos. Las diásporas anemocoras de muchas
Meliaceae (la familia de la caoba; Entandrophragma caudatum, Swietenia mahogami), y de
algunas Celastraceae (Hippocratea spp.) y Proteaceae (Alloxylon spp.), son sorprendentemente
similares en cuanto a su forma, pero en realidad son semillas y no frutos.
Monoplanos
La presencia de dos alas opuestas horizontales es algo característico de las semillas de la
familia Bignoniaceae, que incluye la enredadera de trompeta de Norteamérica (Campsis
radicans) y el peine de mono de Centroamérica (Pithecoctenium crucigerum). La aerodinámica
de este modelo hace que la semilla realice un movimiento rotatorio alrededor de su eje
longitudinal, o puede incluso permitirle un suave planeo, especialmente si no hay viento.
Aunque son comunes entre las Bignoniaceae, el récord mundial de las semillas planeadoras
más grandes conocidas lo ostenta un miembro de la familia de la calabaza (Cucurbitaceae).
Las ultralivianas semillas de la Alsomitra macrocarpa (Cucurbitaceae), una liana de los bosques
Discos voladores
En muchas Bignoniaceae las dos alas opuestas se expanden para configurar una fina ala
periférica que rodea la parte de la semilla que guarda el embrión, como en la jacaranda azul
(Jacaranda mimosifolia) de Argentina, en el tulipanero africano (Spathodea campanulata) y en la
Zeyheria montana de Brasil. Su forma de disco es una adaptación común de las diásporas que
se dispersan por el viento. Además de aquellas semillas pertenecientes a la familia de la
enredadera de trompeta, pueden encontrarse semillas con alas papiráceas, finas y aplanadas
en las Liliaceae (Cardiocrinum giganteum, Fritillaria meleagris, Tulipa spp.), las Iridaceae (Iris
pseudacorus), Caryophyllaceae (Spergularia media) y las Plantaginaceae (Nemesia spp.).También
hay frutos discoides que se esparcen por el viento que son bastante comunes, por ejemplo
entre las Fabaceae (Pterocarpus spp.), las Rhamnaceae (Paliurus spina-christi, espina santa), las
Rutaceae (Ptelea trifoliata, palo de zorrillo) y las Ulmaceae (Ulmus spp., olmo).
Cilindros giratorios
Cuando las diásporas poseen múltiples alas paralelas al eje longitudinal de un cuerpo
macizo, en lugar de achatado, realizan un movimiento giratorio, especialmente si el viento
es fuerte. Así sucede en los frutos de la pimpinela menor (Sanguisorba minor, Rosaceae), si
bien estas minúsculas nueces de cuatro alas solo ofrecen un pequeño anticipo de lo que
puede llegar a ocurrir en un clima tropical. Aunque los miembros de la familia Fabaceae
poseen un único carpelo por flor, son versátiles hasta el infinito y además han desarrollado
varios tipos de frutos anemócoros, incluyendo sámaras cuatrialadas como las del cornejo de
Jamaica (Piscidia erythrina). Con un diámetro de hasta 8 centímetros, los cilindros giratorios
del raasblaar sudafricano (Combretum zeyheri, Combretaceae) tienen un tamaño considerable,
aunque no son tan impresionantes como los frutos de la Cavanillesia hylogeiton (Malvaceae),
un árbol enorme de los bosques lluviosos del alto Amazonas. Dispone de cinco grandes alas
papiráceas finas, semicirculares, que se proyectan en ángulo recto desde su centro alargado, en
el que contiene la semilla, y sus frutos pueden alcanzar hasta 18 centímetros de diámetro y
unos 15 centímetros de largo, a pesar de que solo pesan 10 gramos.
Viajeros lanudos
Una adaptación simple a la dispersión por el viento y que puede encontrarse en
disposiciones muy distintas es el desarrollo de pelos. Las diásporas que están uniformemente
cubiertas por pelos son relativamente raras. Las semillas de Gossypium hirsutum (Malvaceae),
cuyos largos pelos nos proporcionan el algodón, son el ejemplo más conocido. Otros
miembros de la familia de la malva muestran los pelos de sus semillas situados en franjas
longitudinales (como en el Alyogyne huegelii), en un área dorsal de pelos extendidos
formando un paracaídas (como es el caso del Hibiscus mutabilis), o en un simple reborde
periférico de largos pelos que recuerdan el peinado de un iroqués (como sucede en el
Hibiscus syriacus). Aquenios pequeños lanudos están presentes en muchas Proteaceae de
Sudáfrica y Australia (Isopogon spp., Leucadendron spp.).
Más a menudo, los pelos están organizados en penachos localizados, como en las semillas
de muchas Apocynaceae (Asclepias physocarpa, Nerium oleander) y en las adelfillas (Epilobium
spp., Onagraceae). Mientras que las semillas están dentro del fruto, sus rígidos pelos
permanecen juntos, doblados y muy apretados, pero en cuanto los frutos se abren, las
semillas despliegan sus paracaídas.
Presión hidráulica
Además de las cápsulas con tejido muerto que realizan movimientos higroscópicos, existen
también ciertos frutos carnosos que acumulan presión hidráulica en sus tejidos vivos de
manera activa hasta que sus frutos estallan. Los ejemplos más típicos de estos frutos carnosos
que explotan ante el más ligero temblor cuando están totalmente maduros son los de la «no
me toques» (Impatiens spp., Balsaminaceae), el pepinillo del diablo (Ecballium elaterium) del
Mediterráneo y su pariente americano, el pepinillo explosivo (Cyclanthera brachystachya),
ambos de la familia de la calabaza (Cucurbitaceae).
Los segmentos de las cápsulas fusiformes de la «no me toques» se enrollan instantáneamente
y disparan las semillas en todas las direcciones. En el punto de ruptura los frutos son tan
sensibles al tacto que cualquier cosa, desde un animal que pase cerca hasta las gotas de lluvia,
el viento e incluso las semillas lanzadas por los frutos cercanos, puede desencadenar una
explosión. Los frutos del pepinillo del diablo, del tamaño de un pepinillo comestible, utiliza
una estrategia diferente: exprimen sus semillas y una buena dosis de líquido acuoso
lubricante a través de una estrecha abertura que tienen en su base, que se crea cuando el
pedicelo del fruto se desprende, saltando como un corcho de champán. El mecanismo del
pepinillo explosivo es de nuevo diferente. La presión acumulada dentro de la pared del fruto
provoca una explosión que rompe el fruto de tal manera que, como una honda, catapulta las
semillas a varios metros de distancia. Otro mecanismo de catapulta efectivo incluye, una vez
más, la presión lateral. Un pariente del higo, el fruto compuesto de la Dorstenia contrajerva
(Moraceae), de América tropical, es la representación morfológica de un «higo abierto». Posee
una gran cantidad de diminutas drupas incrustadas en la superficie de la inflorescencia con
forma de plato. La capa carnosa externa de las drupas es más fina en el ápice, y más gruesa
en la base, rodeando a los huesos minúsculos como lo haría un alicate. Debajo del hueso se
encuentra un tejido hinchado que presiona las mandíbulas del «alicate» para mantenerlas
juntas. En un momento determinado, la piel de la drupa se rompe por el ápice y los huesos
se disparan por el aire hasta a 4 metros de distancia, como un hueso de cereza cuando se
aprieta entre los dedos pulgar e índice.
La forma de pegarse
Subirse a lomos de un animal es una manera muy rentable y efectiva de trasladarse. Este
modo de dispersión, llamado epizoocoria, en principio no requiere de adaptaciones
específicas, de hecho existen diásporas pequeñas, sin órganos que las ayuden con un
mecanismo de dispersión particular, que a menudo viajan como polizones en el barro que
sucede, tienen el potencial de recorrer largas distancias antes de que el animal dispersor se las
quiten de encima, ya sea por acicalamiento, por una muda de piel o por muerte del animal.
Las adaptaciones más típicas que indican una dispersión por epizoocoria son los
ganchos, púas, espinas o sustancias pegajosas que cubren las diásporas. Se pueden encontrar
ejemplos en los calcetines y pantalones después de un paseo por el campo al final del verano
o el otoño. Entre las diásporas pegajosas más frecuentes y tenaces de nuestros climas
templados están las núculas del amor de hortelano (Galium aparine, Rubiaceae), las lenguas
de perro (Cynoglossum spp., Boraginaceae), la zanahoria silvestre (Daucus carota, Apiaceae) y
ciertas especies de Hackelia spp. (Boraginaceae), así como los frutos antocárpicos (pometos)
de la agrimonia (Agrimonia eupatoria, Rosaceae) y las diásporas de los lampazos (Arctium
lappa, Asteraceae), que son mucho más grandes. El principio en el que se basa su adherencia
es sencillo y consiste en que sus pequeños ganchos se enredan fácilmente en el pelaje de
mamíferos, o bien en los pequeños bucles de hilo de la tela de las ropas. Fue la estructura
microscópica de estas diásporas la que inspiró al ingeniero eléctrico suizo George de Mestral
en los años cincuenta para desarrollar el abrochador de gancho y bucle que hoy en día
conocemos con el nombre de velcro (del francés velour = ‘terciopelo’ y crochet = ‘gancho’).
Los ganchos tipo velcro están presentes en las diásporas de muchas otras plantas,
incluyendo las pequeñas núculas de algunos ranúnculos (Ranunculus arvensis, Ranunculaceae),
la hierba de San Benito (Geum urbanum, Rosaceae), las sanículas (Sanicula spp., Apiaceae), los
curiosos frutos acorazonados de la ratania (Krameria erecta, Krameriaceae), e incluso algunos
miembros de la familia de las alubias (Fabaceae). El carretón (Medicago polymorpha) y otras
especies del género Medicago, por ejemplo, enroscan sus vainas indehiscentes (cámaras)
formando bolas espinosas. Sin embargo, el delicado principio del gancho y el bucle no es la
única forma en que las diásporas se adhieren a los animales. Las plantas también han
desarrollado algunos medios bastante sádicos para asegurar la dispersión de sus semillas.
fructificación masiva del rimu, que ocurre cada 2-5 años, estas aves nocturnas se alimentan más abajo: Dacrydium cupressinum (Podocarpaceae); rimu;
exclusivamente de frutos de rimu. Otro ejemplo en el que los animales se han adaptado a endémico de Nueva Zelanda; frutos (epispermacios); la parte
carnosa 5-10 mm de largo, semillas 4 mm de largo.
adelantarse a la floración masiva se documentó en la prestigiosa revista Science en 2006. Los El fruto consta de una o dos semillas subtendidas por un
científicos han descubierto que tanto la ardilla roja americana (Tamiasciurus hudsonicus) como abultamiento carnoso y brillantemente coloreado que atrae
la ardilla roja de Eurasia (Sciurus vulgaris) han encontrado una manera de predecir la producción animales (especialmente aves) para la dispersión.
masiva de semillas de sus susministradores de alimento (Picea spp.) que les permite, anticipándose
a esta provisión extra, tener una segunda camada. La señal para las ardillas de esta producción
masiva podría aparecer pronto, cuando se da una temprana profusión de flores o conos
poliníferos, que por otro lado también consumen.
La estrategia de producción masiva de semillas podría ayudar a las plantas que dependen
de animales recolectores para su dispersión a reducir la pérdida de descendientes, aunque
buena parte de la estrategia consista en sacrificar una cantidad considerable de semillas. Un
método más común para premiar a los animales por sus esfuerzos de dispersión es la
provisión de recompensas comestibles separadas que desvíen la atención de las semillas.
modelo de todas las futuras coronas. Gaius Plinius Secundus (23-79 d.C.), más conocido más abajo: Palmeria scandens (Monimiaceae); granada
como Plinio el Viejo, describió las granadas como una de las plantas medicinales más trepadora; nativa del este de Australia; fruto (trimeto);
diámetro del fruto 3 cm. El carnoso hipantio explota
preciosas y ornamentales. De hecho, las investigaciones han mostrado que de entre todos los bruscamente para exponer varios drupetos rojos, los cuales,
frutos comestibles, las granadas poseen la más alta concentración de antioxidantes saludables, en los bosque lluviosos tropicales de Queensland, son
los cuales reducen el riesgo de enfermedades cardíacas y cáncer. En las granadas silvestres, y dispersados por la espectacular ave Sericulus chrysocephalus.
algunas veces en variedades domésticas, la cáscara del fruto se agrieta, especialmente en años
secos. A medida que el fruto se va abriendo va dejando ver las semillas de color rubí, que
son devoradas por algunas aves. Aquellas que caen al suelo las consumen probablemente los
ladrones de pulpa y los predadores de semillas, entre ellos las hormigas, los ratones, los erizos
y los jabalíes salvajes.
Semillas llamativas
Dondequiera que haya relaciones bilaterales prósperas que beneficien a ambos socios, habrá
tramposos que tratarán de aprovecharse sin compensar por el servicio o producto recibido.
Esta estrategia de ahorro de costes no es solo una triste reflexión sobre la sociedad humana,
sino un patrón general en la naturaleza. El ahorro de material y energía brinda una ventaja
evolutiva. Algunas aves y monos frugívoros juegan el papel de ladrones de pulpa si solo se
comen las partes jugosas de un fruto y dejan caer las semillas a los pies de la planta madre.
Por otro lado, algunas plantas han desarrollado estrategias para engañar a algunos animales y
que se traguen sus semillas sin darles ningún alimento a cambio. Las gramíneas engañan a
grandes herbívoros escondiendo sus pequeños frutos secos entre sus hojas, una estratagema
para la cual el ecólogo Daniel Janzen (1984) acuñó la frase «el follaje es el fruto». Janzen
asumió el mismo engaño en algunas plantas dicotiledóneas herbáceas con frutos ocultos no
asociados con ningún agente de dispersión específico aparte de la gravedad, viento o
movimientos de agua superficial, tales como tréboles (Medicago spp., Trifolium spp.), cenizos
(Chenopodium spp.) y llantenes (Plantago spp.). Otras ofrecen frutos cuyo contraste en la
coloración imita a las diásporas carnosas ornitócoras (bayas, drupas y semillas ariladas
sarcotestales). Su apariencia sugiere que son comestibles, pero en realidad no ofrecen una
recompensa que sea nutritiva para el animal o que resulte energéticamente costosa para
la planta.
Aunque el concepto de mimetismo frutal sigue siendo controvertido, algunos
experimentos han demostrado que al menos algunas aves frugívoras ingenuas confunden las
engañosas semillas de los frutos miméticos por diásporas carnosas y se las acaban comiendo.
Son raros los ejemplos de frutos miméticos y pertenecen principalmente a la familia de las
leguminosas (Fabaceae), junto con algunos «sospechosos ocasionales» en las Sapindaceae
(Harpullia spp.), Phyllanthaceae (Margaritaria spp.) y Ochnaceae (Ochna spp.). Una estrategia
común entre las leguminosas es ofrecer semillas negras, rojas, o rojas y negras que contrasten
con el color de la pared interior del carpelo que va del crema o amarillo pálido al naranja
Apéndices coloridos
Como quedó demostrado por el acki (Bligia sapida), ofrecer arilos comestibles (apéndices de
las semillas) con el fin de llamar la atención puede ser una alternativa eficiente para las semillas
sarcotestales. Los arilos pueden surgir de crecimientos localizados de la cubierta seminal, pero
215
216 Frutos. Irresistibles, incomestibles, increíbles
higos, las guayabas, las yacas, los lichis, los mangos, los mangostanes, los melones, las papayas,
las maracuyás, las piñas, los rambutanes y las guanábanas.
El síndrome general de las diásporas adaptadas a la dispersión por mamíferos (mamocoria)
es similar al síndrome de dispersión por aves. Sin embargo, los diferentes modos de vida y
fisiología sensorial de los mamíferos han influenciado de maneras diferentes en la evolución
de frutos carnosos coadaptados. Dejando a un lado las grandes aves caminadoras, como los
avestruces, emúes, casuarios y otras aves rátidas, en promedio los mamíferos tienen una mayor
masa corporal que las aves. La mayoría de los mamíferos son consumidores nocturnos, ciegos
al color, tienen un fuerte sentido del olfato y llevan un estilo de vida terrestre en lugar de
una vida arbórea; a ello se une que sus garras y dientes les permiten manipular y masticar su
página anterior: Pithecellobium excelsum (Fabaceae);
alimento. La respuesta coadaptativa de los frutos mamócoros incluye el tener un tamaño
chaquiro; nativo de Sudamérica (Ecuador, Perú); frutos grande, y una piel gruesa o una cáscara áspera impregnada con compuestos químicos
(legumbres); fruto c. 8-10 cm de largo. Al igual que la de su repulsivos (aceites esenciales en la cáscara de los cítricos), que sirve como una fuerte
pariente cercano el guamúchil (Pithecellobium dulce), la
estrategia ornitócora del chaquiro también incluye semillas protección química o física de las semillas para disuadir su destrucción por masticación. El
negras con arilos blancos comestibles presentados sobre el color, que es la señal más potente de los frutos dispersados por aves, se pierde debido a las
fondo rojo de las paredes del fruto.
deficiencias visuales de los mamíferos para percibirlo y es reemplazado por una fuerte señal
Cydonia oblonga (Rosaceae); membrillo; cultivado desde la olfativa adecuada para cautivar sus sensibles narices. Como consecuencia, los frutos
antigüedad, posiblemente nativo de Turquía y del norte de dispersados por mamíferos suelen tener colores pálidos que van desde varias gamas de verde,
Irak; fruto (pomo); c. 10 cm de largo. Típico fruto dispersado
por mamíferos, los membrillos son de color pálido y emiten marrón y amarillo pálido a un color anaranjado, y emiten un fuerte olor dulce, a menudo
un aroma dulce y fuerte. Obviamente, al tener como objetivo rancio o agrio. Aquellos frutos que esperan ser cosechados por animales dispersores terrestres
a dispersores terrestres, los árboles dejan caer sus frutos
maduros al suelo proporcionando así un fácil acceso. Como
tienden a caer al suelo en cuanto maduran para ser así más fácilmente accesibles. Los
ocurría con sus ancestros silvestres asiáticos, la maduración de ejemplos de este último caso que podemos encontrar en climas templados crecen en
los membrillos cultivados todavía coincide con la estación del nuestros propios jardines, entre ellos la fruta que desde siempre ha sido la favorita, la
otoño cuando los grandes frugívoros, como los osos,
consumen la mayor cantidad de alimentos posible para manzana (Malus pumila), y su primo, el aromático membrillo (Cydonia oblonga), ambos
engordar y así afrontar la hibernación. originarios de Asia occidental. A pesar de sus largas historias de domesticación humana,
todavía siguen desplegando la coloración verde pálida o amarilla y el olor de los típicos
frutos mamócoros (a excepción de algunas variedades cultivadas de manzanas rojas). De la
misma manera que sus ancestros silvestres, la maduración de sus frutos coincide en el tiempo
con el momento en el que los consumidores de grandes frutos, como los osos, están
comiendo todo lo que pueden para prepararse para su larga hibernación invernal.
A pesar de que muchos frutos mamócoros puede identificarse fácilmente como tales, el
conjunto completo de caracteres que definen el síndrome mamócoro ideal no siempre se
expresa en su totalidad. Como suele ocurrir, la herencia genética fija sus propios límites, y
las presiones de selección difusas empujan hacia la formación de ciertos equilibrios para
asegurar que exista una armonía entre la atracción de dispersores legítimos y la repulsión de
predadores de semillas y ladrones de pulpa indeseados. El hecho de que varios tipos de
dispersores, incluyendo aves, murciélagos, monos y otros mamíferos, en numerosos casos se
coman muchos frutos, pone en evidencia la imposibilidad de trazar un límite nítido entre
los diferentes síndromes de dispersión. Este problema es todavía más evidente en las faunas
empobrecidas de las regiones templadas, donde muchos animales predominantemente
carnívoros incluyen una cantidad sustancial de frutos en su dieta. De hecho, osos, mapaches,
Manzana de mono
La manzana de mono (también llamada naranja kafir o naranja de Natal) es originaria del
África tropical y subtropical, donde sus hojas, raíces y frutos se usan con fines medicinales.
Dentro del fruto (un anfisarco) de cáscara dura, liso, de un color entre el verde y el amarillo
se pueden encontrar numerosas semillas grandes y planas, débilmente protegidas pero
venenosas, embebidas en una pulpa jugosa, blanda y comestible. Los frutos son del tamaño
de pequeñas naranjas y pueden ser comidos tanto por monos y babuinos como también por
cerdos salvajes y antílopes eland. La población local africana fabrica, a partir las cáscaras
vacías de las manzanas de mono, artefactos que incluyen bolas decorativas e instrumentos
musicales como la marimba.
El tamaño ya no importa
Con sus frutos grotescos, sobredimensionados y armados formidablemente, el árbol del
calabazo estaría fuera de lugar en su nativa Centroamérica si sus frutos no hubieran estado
destinados a alimentar solo las bocas más grandes del Pleistoceno. Como si anticiparan el
peso del gran fruto, las pálidas flores, con olor a col y polinizadas por murciélagos, aparecen
directamente sobre el tronco y las ramas más grandes. Una vez fertilizado, el ovario crece
para formar un enorme globo leñoso ―primero verde y luego amarillento― de hasta 30
centímetros de diámetro. El fruto (un anfisarco) contiene en su interior un gran número de
pequeñas semillas embebidas en una pulpa blanca y harinosa. Los frutos del calabazo o
taparo tienen varios usos. Las semillas frescas, molidas y mezcladas con agua, sirven para
producir una dulce bebida refrescante. La pulpa se utiliza como medicina para el tratamiento
del asma, diarrea, dolor de estómago, bronquitis y resfriados. Una vez vaciadas, las grandes
cáscaras se convierten en envases para agua, sal y tortillas, y en instrumentos musicales y otras
¿Adónde han ido todos los mamuts? Pleiogynium timoriense (Anacardiaceae); ciruela Burdekin;
Se han planteado varias teorías para explicar por qué la era de los grandes mamíferos nativa de Malasia central y el área del Pacífico, incluyendo
Australia; huesos; diámetro 2,3 cm. Al igual que Norteamérica,
terminó en Norteamérica hace alrededor de 13.000 años. Algunos sugieren que fueron las Australia perdió el 94% de sus grandes animales durante el
enfermedades. Otros creen que la razón principal fueron los cambios climáticos. Una Pleistoceno. Las drupas de la ciruela Burdekin son uno de
varios frutos australianos que se califican como frutos
posibilidad es que los animales peludos adaptados durante miles de años al frío no pudieran anacrónicos. Como eran producidos a bajas alturas y se
aguantar las temperaturas más cálidas del Holoceno, el periodo que siguió al Pleistoceno acumulaban en el suelo, los dispersores coadaptados de la
hace unos 11.500 años y que comprende hasta la actualidad. Misteriosamente, el calentamiento ciruela Burdekin pueden haber estado entre los dromornítidos,
un grupo único de grandes aves frugívoras australianas, que
al final del Pleistoceno que dio fin a la era glacial fue interrumpido por una reversión brusca desaparecieron hace unos 30.000-35.000 años.
de las temperaturas que brevemente llevó a la Tierra de vuelta al frío glacial. Este corto
periodo de 1.300 años de enfriamiento, científicamente denominado Dryas Reciente, o más
gráficamente el Gran Enfriamiento, comenzó hace unos 12.000 años y cogió por sorpresa
a muchos animales. Una teoría generalmente aceptada es que el agua del deshielo
procedente de la capa de hielo septentrional creó un vasto lago de agua dulce en el centro
de Norteamérica. Cuando, en un momento dado, se rompió el dique natural, el lago Agassiz
se vació en el Atlántico Norte, donde interrumpió la corriente del Golfo, la corriente
oceánica que transporta agua cálida desde latitudes tropicales meridionales a las latitudes
septentrionales. A medida que el lago Agassiz fue secándose, la corriente del Golfo
lentamente regresó a la normalidad y el Dryas Reciente finalizó.
Más recientemente, los científicos han encontrado evidencias que sugieren que fue el
impacto de un cometa o asteroide lo que causó el inicio abrupto del Dryas Reciente. Conocido
como el evento de impacto del Dryas Reciente, el asalto extraterrestre supuestamente ocurrió
hace 12.000 años en el área de los Grandes Lagos de Norteamérica. Las ondas de choque y
el pulso termal habrían causado una inundación de agua de deshielo que tuvo el mismo
efecto que el vaciado del lago Agassiz. Se asume que a raíz de la colisión del cometa, el
rápido cambio del clima y otros efectos relacionados con el impacto barrieron la magnífica
megafauna del Pleistoceno.
Mucho antes, en los años sesenta, Paul Martin había propuesto otra teoría ―muy
controvertida― que explicaba porque todos los grandes mamíferos de Norteamérica
desaparecieron tan repentinamente.
Cuando se considera la era de los grandes mamíferos a una escala global, resulta obvio
que el Nuevo Mundo no es el único lugar que ha experimentado la pérdida de su
megafauna. Australia fue en su momento el hogar de marsupiales gigantes, incluyendo
canguros de dos a tres metros de alto (Procoptodon goliath), criaturas parecidas al tapir
(Palorchestes azael), el marsupial más grande que ha existido ―un pariente de los vombátidos
que nunca hoy en día somos conscientes de cómo la velocidad sin precedentes y la manera
exponencial en la que crece la población humana puede llevar a animales y plantas a la
extinción. Si tenemos en cuenta el lento ritmo de la evolución, la existencia de plantas que
siguen esperando un dispersor que nunca llegará no es más que una consecuencia inevitable
de nuestra falta de respeto por el resto de seres los vivos de la Tierra.
U n a c o l ab o r a c i ó n f r u c t í f e r a p a r a la super vivencia
Glosario 259
mamocoria (del latín mamma = ‘pecho’ + chorein = ‘dispersar’): dispersión de diásporas de plantas ornitocoro: dispersado por aves; ver también ornitocoria. pseudosámara (del griego pseudos = ‘falso’ + del latín sámara = ‘fruto del olmo’): fruto antocárpico
por mamíferos. -oso: terminación que en el lenguaje carpológico indica que un fruto es compuesto. con alas distales más largas que el ovario maduro; por ejemplo, los sépalos acrescentes en
mamócoro: dispersado por mamíferos; ver también mamocoria. ovario (del latín moderno ovarium = ‘lugar o dispositivo que contiene huevos’): la parte agrandada, Dipterocarpaceae.
megagametofito (del griego megas = ‘grande’ + gametes = ‘cónyuge’ + phyton = ‘planta’): prótalo usualmente inferior, del pistilo que contiene los óvulos. pteridospermas (del griego pteris = ‘helecho’ + spermatos = ‘semilla’): grupo fósil de gimnospermas
femenino desarrollado a partir de la megáspora y productor de los gametos femeninos (ovocélulas). ovario ínfero: ver flor epigina. que se asemeja superficialmente a los helechos; por ello, también se los llama helechos con semilla.
El megagametofito de las gimnospermas da lugar a los arquegonios y proporciona el tejido nutricio ovario súpero: ver flor perigina. pirenio (del griego pyren = ‘piedra o hueso de un fruto’): endocarpio duro y huesudo de una drupa,
de la semilla. En las angiospermas, el homólogo del megagametofito es el saco embrionario. óvulo (del latín moderno ovulum = ‘huevo pequeño’): integumento del megasporangio de las plantas normalmente denominado hueso o piedra. Los huesos de las drupas suelen ser de una sola semilla pero
megáspora (del griego megas = ‘grande’ + sporos = ‘germen’, ‘espora’): espora más grande producida con semillas. los hay con varias (como el Pleiogynium timoriense, Anacardiaceae). El término pirenio se utiliza
por plantas heterospóricas que da lugar a un gametofito femenino. Paleozoico, era Paleozoica (del griego palaios = ‘antiguo’ + zoion = ‘ser o animal’, literalmente principalmente cuando una drupa contiene más de un hueso (como en Ilex spp., Aquifoliaceae,
megasporangio (del griego megas + sporos + angeion = ‘vaso’, ‘envase pequeño’): órgano de un ‘animales antiguos’): periodo de tiempo que abarca desde hace 248 a 540 millones de años, Uapaca spp. Phyllanthaceae); también se usa para referirse al fruto entero si se trata de una drupa con
esporofito que produce las megásporas femeninas. El término suele aplicarse a las criptógamas, incluyendo los periodos Cámbrico, Ordovícico, Silúrico, Devónico, Carbonífero y Pérmico. múltiples huesos.
mientras la estructura homóloga en las plantas con semillas se denomina nucela. Pangea: antiguo supercontinente en el que todos los continentes actuales de la Tierra estuvieron una pixidio, píxide (del latín moderno, y este del griego pyxidion, diminutivo de pyxis = ‘caja’): fruto
megasporofilo (del griego megas + espora + phyllon = ‘hoja’): hoja fértil especializada productora de vez unidos antes de que los separase la deriva continental. capsular que se abre con una tapa creada por una sutura trasversal que corta a través de todos los
megasporangios con esporas femeninas; como los carpelos que contienen los óvulos de las papus (del latín pappus = ‘hombre viejo’, y este del griego pappos = ‘abuelo’, ‘viejo’, ‘barba de lóculos del fruto.
angiospermas. hombre viejo’): cerdas, aristas, pelos o escamas que se desarrollan en el margen superior del fruto de quiropterocoro: dispersado por murciélagos; ver también quiropterocoria.
mericarpo: frutículo que representa la mitad de un carpelo; como en los frutos esquizocárpicos de las Asteraceae, posiblemente representando un cáliz reducido. Un papus es a menudo una adaptación quiropterocoria (del latín moderno chiroptera = ‘murciélagos’ [y este del griego kheir = ‘mano’ +
las Lamiaceae. del fruto (cipsela) para la dispersión por el viento; como en el diente de león (Taraxacum officinale) o pteron = ‘pluma’, ‘ala’] + chorein = dipersar): dispersión de diásporas vegetales a través de murciélagos.
mesocarpio (del griego mesos = ‘medio’ + karpos = ‘fruto’): en una drupa, la capa carnosa en los salsifíes de los prados (Tragopogon pratensis). Ver también coma. radícula (del latín radicula = ‘raíz pequeña’): en un embrión, la parte basal del eje de la raíz del
intermedia del pericarpio (la pared del fruto). partenogénesis (del griego parthenos = ‘virgen’ + genesis = ‘nacimiento’, ‘comienzo’): forma de hipocótilo que produce el primer sistema radical de las plántulas jóvenes, a menudo también
microbasario (mikros = ‘pequeño’ + basis = ‘base’ + arium): fruto derivado de un gineceo reproducción sexual en la que una ovocélula se convierte en un embrión sin ser fertilizada denominada raíz embrionaria.
esquizocárpico que en la madurez se desarticula en mitades discretas de carpelos que contienen una previamente por un gameto masculino. La partenogénesis suele ser el resultado de una meiosis rafe (del griego raphe = ‘sutura’, ‘costura’, de rhaptein = ‘coser’): línea o sutura longitudinal sobre la
semilla (mericarpos); como las Boraginaceae o las Lamiaceae. anormal que da lugar a un núcleo huevo sin reducción del número de cromosomas; como en el cubierta seminal donde se concentran los haces vasculares que alimentan la semilla en desarrollo.
micrómetro (del griego mikros = pequeño): una millonésima de un metro (una milésima de un diente de león, Taraxacum officinale, Asteraceae. restinga: tipo de vegetación boscosa tropical y subtropical sobre suelos ácidos y pobres en nutrientes
milímetro); abreviatura: µm. paseriformes: aves pertenecientes al orden Passeriformes, más conocidas como aves de percha o de la costa atlántica de Brasil.
micrópilo (del griego mikros + pyle = ‘puerta’): abertura de los integumentos en el ápice del óvulo aves cantoras. Más de cinco mil especies, o lo que es lo mismo, más de la mitad de las especies saco polínico: microsporangio de las angiospermas. Una antera típica posee cuatro sacos polínicos.
o semilla que actúa como paso para el tubo polínico en su camino hacia el saco embrionario. El conocidas de aves, pertenecen a los paseriformes. Entre los ejemplos familiares están los gorriones, sámara (nombre latino para el fruto del olmo): nuez o aquenio alado en los que las alas (o el ala)
micrópilo está formado por uno o por dos integumentos, el exterior produce el exostoma y el los pinzones y los zorzales. son más largas que la porción seminal.
interior el endostoma. pepo o pepónide (del latín pepo = ‘melón’ o ‘calabaza’, y este del griego pepon = ‘maduro’): tipo samario: fruto esquizocárpico que se fragmenta en frutículos indehiscentes alados, con alas más
microscopio electrónico de barrido: instrumento científico que produce imágenes de objetos especial de baya que está cubierta por una cáscara coriácea y gruesa, y que presenta sus semillas en largas que la porción seminal; como Acer spp., Dipteronia spp. (ambos Sapindaceae).
muy pequeños a una resolución extremadamente alta por medio del uso de un haz de electrones que placentas parietales. El pepo es similar al hesperidio pero el último posee placentas axiales. sarcotesta (del griego sarko = ‘carne’ + del latín testa = ‘cáscara’): cubierta seminal carnosa.
escanea la superficie del espécimen. perianto (del griego peri = ‘alrededor’; anthos = ‘flor’): envoltura floral que está claramente dividida semilla: órgano de las plantas con semillas (espermatofitos) que contiene el embrión encerrado
micróspora (del griego mikros + sporos = ‘germen’, ‘espora’): espora más pequeña formada por una en cáliz (verticilo externo del perianto) y corola (verticilo interno del perianto). junto con el tejido nutricio dentro de una cubierta protectora (cubierta seminal). Las semillas se
planta heterospórica que da lugar a un gametofito masculino. pericarpio (del latín moderno pericarpum, y este del griego peri + karpos = ‘fruto’): pared del ovario desarrollan a partir de los megasporangios integumentados (óvulos), los órganos que definen las
microsporangio (del griego mikros + sporos + angeion = vaso, envase pequeño): órgano de un en su estado de fruto. El pericarpio puede ser homogéneo (como en las bayas) o diferenciado en tres plantas con semillas.
esporofito que produce las micrósporas masculinas. El término normalmente se aplica a las criptógamas, capas (como en las drupas) denominadas epicarpio, mesocarpio y endocarpio. sépalo (del latín moderno sepalum, una palabra inventada, tal vez una mezcla de del latín petalum =
mientras que la estructura homóloga en las plantas con semillas se denomina saco polínico. perigonio: envoltura floral compuesta por hojas florales uniformes, es decir, sin diferenciación entre ‘hoja’ y del griego skepe = ‘cubierta’, ‘cobija’): en flores donde el verticilo exterior del perianto es
mirmecócoro o mirmécoro: dispersado por hormigas; ver también mirmecocoria. sépalos (cáliz) y pétalos (corola). diferente del verticilo interior, los elementos del verticilo exterior son denominados sépalos. El
mirmecocoria o mirmecoria (del griego myrmex = ‘hormiga’ + chorein = ‘deambular’, Pérmico: periodo de tiempo geológico que abarca desde hace 248 a 290 millones de años. conjunto de todos los sépalos forma el cáliz, generalmente verde y poco llamativo, de una flor.
‘dispersar’): dispersión de frutos y semillas a través de hormigas. pétalo (del latín moderno petalum, y este del griego petalon = ‘hoja’): en las flores donde el verticilo septo (del latín dissepimentum = ‘pared’, ‘división’): partición o diafragma dentro de un ovario.
miscrosporofilo (del griego mikros = ‘pequeño’ + sporos = ‘germen’, ‘espora’ + phyllon = hoja): hoja externo del perianto es diferente del interno, los elementos del verticilo interno de la envoltura floral serotinia (del latín serotinus = ‘llegando tarde’, de sero = ‘a una hora tardía’, de serus = ‘tarde’; ‘tarde
fértil especializada productora de microsporangios con esporas masculinas; como en los estambres son llamados pétalos. El conjunto de todos los pétalos forman la llamativa y brillantemente coloreada en el desarrollo o floración’): en el contexto de las semillas serótinas se refiere a la condición de
que producen el polen en las angiospermas. corola de una flor. plantas que mantienen un «banco de semillas aéreo» de retener sus frutos y semillas largo tiempo
monocarpo: carpelo entero de un fruto esquizocárpico que funciona como una diáspora; ver pistilo (del latín pistillum = ‘mortero; alude a la forma): ovario individual con uno o más estilos y después de que han madurado. Es una adaptación a hábitats propensos al fuego: los frutos de plantas
también frutículo. estigmas, compuesto de uno o más carpelos; término introducido en 1700 por Tournefort, ahora en serótinas liberan sus semillas tras una exposición a altas temperaturas.
monocárpico o monocarpelar: que consta de un único carpelo. gran medida reemplazado por el término gineceo. sicono (del griego sykon = ‘higo’): fruto compuesto carnoso cuyos frutículos están encerrados en
monocotiledóneas (del griego monos = ‘uno’ + cotyledon): uno de los dos grandes grupos de pistilo compuesto: pistilo formado por dos o más carpelos unidos. un pedúnculo invaginado (eje de la inflorescencia).
angiospermas diferenciado por la presencia de una sola hoja (cotiledón) en el embrión. Otras placenta (del latín moderno placenta = ‘tarta plana’, originalmente del griego plakoenta, acusativo de sincarpo (del griego syn = ‘junto’ + karpos = ‘fruto’): fruto múltiple derivado de una flor con
características típicas de las monocotiledóneas son: venación paralela, órganos florales en grupos de plakoeis = ‘plano’, relacionado con plax = ‘cosa plana’): región dentro del ovario donde se forman los carpelos separados (en el estado de flor), que se fusionan posteriormente en la madurez.
tres, haces vasculares dispersos, una raíz primaria rudimentaria que es remplazada tempranamente por óvulos y a través de la cual permanecen adheridos (usualmente por el funículo) a la planta madre soroso (del latín, y este del griego soros = ‘pila’, ‘montón’): fruto compuesto por muchos frutículos
raíces laterales adventicias (es decir, raíces formadas por el tallo) y ausencia de engrosamiento hasta que las semillas maduran. El término fue adoptado por la botánica de una estructura similar suculentos que se desarrolla sobre un pedúnculo donde los frutículos pueden estar libres (como en
secundario. Esta es la razón por la que la mayoría de las monocotiledóneas son plantas herbáceas (si presente en los embriones de animales y humanos. Broussonetia papyrifera, Morus nigra; ambas Moraceae) o fusionados (por ejemplo, en Ananas comosus,
el engrosamiento secundario está presente, como en Agave, Aloe, Dracaena, Xanthorrhoea y otras). Las placentación central: tipo de placentación en la que los óvulos están colocados en una placenta Bromeliaceae, Cornus kousa subsp. chinensis, Cornaceae).
monocotiledóneas incluyen gramíneas, ciperáceas, juncos, lirios, orquídeas, bananas, aroides, palmas y situada en el centro del ovario, como en las Primulaceae. sutura (del latín sutura): línea que marca la unión o fusión de órganos, algunas veces representando
grupos relacionados. placentación parietal: tipo de placentación en la que los óvulos están adheridos a las placentas líneas preformadas de dehiscencia a lo largo de las cuales, por ejemplo, un carpelo de un fruto
monoecia (del griego monos = ‘uno’ + oikos = ‘casa’): 1) formación de los órganos sexuales sobre las paredes del ovario. dehiscente se abre; usualmente, la sutura dorsal de un carpelo coincide con el haz vascular central del
masculinos y femeninos en el mismo gametofito (como sucede en muchos musgos y helechos); plantas con flores: el significado difiere dependiendo de la definición local de flor. En Europa carpelo y, normalmente, la sutura ventral con la línea de fusión de los márgenes de los carpelos.
2) en plantas con semillas, formación de las flores masculinas y femeninas en el mismo individuo. continental comprende gimnospermas y angiospermas; en la América anglosajona y el Reino Unido teoría celular: teoría publicada en 1839 por Matthias Jakob Schleiden y Theodor Schwann, que
monóico: ver monoecia. se usa solo para las angiospermas. En un sentido científico estricto, plantas con flores está circunscrito defiende que todos los organismos están compuestos de unidades básicas de organización similares,
morfología (del griego morphe = ‘forma’ + logos = ‘palabra’, ‘discurso’): estudio de la forma en su por lo que se define como antófito. llamadas células. En 1858, Rudolf Virchow completó la teoría celular clásica añadiendo sus
sentido más amplio pero principalmente restringido a la estructura externa de un organismo, en plantas con semillas: plantas que producen semillas; ver también espermatofitos. conclusiones, en las que afirmaba que todas las células provienen de células preexistentes.
contraste con la anatomía que hace referencia a la estructura interna de un organismo. Pleistoceno (del griego pleistos = mayoría + kainos = nuevo): periodo de tiempo geológico que tépalo (= tepalum, palabra latina creada, anagrama de petalum como analogía de pétalo y sépalo):
nucela (del latín moderno nucellus = ‘nuez pequeña’): megasporangio de las plantas con semillas. abarca desde hace 11. 550 a 1,8 millones de años. miembro de un perianto indiferenciado en cáliz y corola, es decir, una hoja floral del un perigonio.
núcleo espermático: gameto masculino, extremadamente reducido e inmóvil, de las coníferas y pluricarpelar: ovario compuesto de dos o más carpelos. Terciario: periodo de tiempo geológico que abarca desde hace 2 a 65 millones de años.
angiospermas. polen (latín para ‘harina fina’): micrósporas de las plantas con semillas capaces de germinar en o cerca Triásico: periodo de tiempo geológico que abarca desde hace 206 a 248 millones de años.
núcula: diminutivo de nuez; carpelo individual o mitad de un carpelo (mericarpo), parecido a una del megasporangio para producir un microgametofito muy pequeño y extremadamente simplificado. trimeto: fruto múltiple que se caracteriza por tener ovarios maduros que se desarrollan dentro de
nuez, de un fruto derivado de un gineceo apocárpico o esquizocárpico. pomo (del latín pomum = fruto): fruto simple, antocárpico e indehiscente, compuesto por un un hipantio o brácteas unidas, que más tarde son dispersados en la madurez por el desdoblamiento
nuculario: fruto simple con pericarpio seco, que se diferencia por su endocarpio duro y por su hipantio carnoso y un pericarpio diferenciado en una capa externa delgada (fusionada con el o apertura del hipantio o de las brácteas; por ejemplo, Monimiaceae (Palmeria scandens).
fibrosa capa externa y coriácea que puede o no ser dehiscente; como es el caso de Cocos nucifera hipantio) y un endocarpio crustáceo o con aspecto pétreo; por ejemplo, Rosaceae-Maloideae como trimoso: fruto compuesto formado por ovarios maduros que se desarrollan dentro de brácteas unidas
(Arecaceae) y Prunus dulcis (Rosaceae). la manzana (Malus pumila, Rosaceae), la pera (Pyrus communis) y el membrillo (Cydonia oblonga). o dentro de un receptáculo, y que son liberados en la madurez a través de la ruptura u otros movimientos
nuez: fruto seco, indehiscente y normalmente de una sola semilla. pometo: fruto múltiple formado por carpelos embebidos en un hipantio o receptáculo constituido de las brácteas o del receptáculo; por ejemplo, Fagaceae (el Fagus sylvatica o la Castanea sativa).
nuez simple: ver cámara. de una sola cavidad; como los escaramujos de rosas (Rosa spp., Rosaceae). trimocono: fruto compuesto formado por frutículos que están organizados en estructuras en forma
ombrohidrocoria (del griego ombros = ‘ducha’, ‘lluvia’ + hydro = ‘agua’ + chorein = ‘dispersar’): pseudoantecio (pseudos = ‘falso’, ‘mentira’, de pseudein = ‘mentir’ + anthos = flor + oikos = casa + ium): de cono, donde cada frutículo dispersa su ovario maduro a través de brácteas dehiscentes; por
dispersión de diásporas por la lluvia o el rocío, bien sea al arrastrar las semillas fuera de sus frutos fruto de las Cyperaceae en el que el ovario maduro —parecido a un aquenio— está encerrado en ejemplo, Casuarinaceae (Casuarina spp., Allocasuarina spp.).
(dispersión por salpicaduras de lluvia), o indirectamente por medio de la activación de un mecanismo un saco suelto o inflado formado por brácteas modificadas connadas (como la Kyllingia squamulta). tubo polínico: estructura tubular formada por la germinación del grano de polen. En las cícadas y
de trampolín (balística por lluvia). pseudocarpo (del griego pseudos + karpos = ‘fruto’): término usado en los libros de texto modernos el Ginkgo, el tubo polínico libera los espermatozoides móviles directamente en la cámara de polen
ornitocoria (del griego ornis = ‘ave’ + chorein = ‘dispersar’, ‘deambular’): dispersión de frutos y para denotar un fruto en el que no solo participa el gineceo sino también otras partes florales. El donde estos nadan para alcanzar los arquegonios. En las coníferas y angiospermas, el tubo polínico
semillas a través de aves. término correcto para estos frutos es antocarpo. transporta los núcleos espermáticos directo hacia las ovocélulas.
Bibliografía 261
ÍNDICE DE PLANTAS ILUSTRADAS
Familia Nombre científico Página Nombre común Distribución geográfica
Fabaceae Abrus precatorius L. 194 abro, bugallón, ojo de cangrejo, regaliz americano pantropical
Fabaceae Acacia cyclops A. Cunn. y G. Don 213 sin nombre común sudoeste de Australia
Fabaceae Acacia vittata R. S.Cowan y Maslin 92, 93 sin nombre común Australia Occidental
Ranunculaceae Actaea pachypoda Elliot 207 baya blanca venenosa «ojos de muñeca» este de Norteamérica
Actinidiaceae Actinidia deliciosa (A. Chev.) C. F. Liang y A. R. Ferguson 58, 59 kiwi sur de China
Malvaceae Adansonia rubrostipa Jum. y H. Perrier 222 baobab costa oeste de Madagascar
Rosaceae Agrimonia eupatoria L. 164 agrimonia común recolectada en el Reino Unido; nativa del Viejo Mundo
Fabaceae Albizia bernieri E.Fourn. ex Villiers 192 árbol de seda Madagascar
Sapindaceae Alectryon excelsus Gaertn. 215 árbol titoki Nueva Zelanda
Casuarinaceae Allocasuarina tesselata (C. A. Gardner) L. A. S. Johnson 134, 135 casuarina Australia Occidental
Cucurbitaceae Alsomitra macrocarpa (Blume) Cogn. 146 sin nombre común Indomalasia
Malvaceae Alyogyne huegelii (Endl.) Fryxell (syn. Hibiscus huegelii Endl.) 151 hibisco lila sur y sudoeste de Australia
Anacardiaceae Anacardium occidentale L. 75 anacardo, manzana del anacardo, marañón, merey noreste de Brasil, ampliamente cultivada en todos los trópicos
Primulaceae Anagallis arvensis L. 50, 51 pimpinela escarlata, muraje nativa de Europa pero naturalizada en otras regiones
Bromeliaceae Ananas comosus (L.) Merr. 116 piña, ananás cultivada desde antiguo, originalmente nativa de Sudamérica
Plantaginaceae Antirrhinum orontium L.(syn. Misopates orontium (L.) Raf.) 154, 155 boca de dragoncillo nativa de Europa, naturalizada en Norteamérica
Asteraceae Arctium lappa L. 170 lampazo Eurasia templada
Apiaceae Artedia squamata L. 147 flor de corona endémica de Chipre y el este del Mediterráneo (Israel, Líbano, Jordania, Siria,Turquía)
Moraceae Artocarpus altilis (Parkinson) Fosberg 122 fruto de pan península malaya e islas del oeste del Pacífico
Moraceae Artocarpus heterophyllus Lam. 123 yaca origen probable India (Ghats occidentales), ampliamente cultivada en todos los trópicos
Apocynaceae Asclepias physocarpa (E. Mey.) Schltr. (syn. Gomphocarpus physocarpus E. Mey.) 153 algodoncillo nativa del sudeste de África
Annonaceae Asimina triloba (L.) Dunal 239 asimina este de Norteamérica
Solanaceae Atropa belladonna L. 195, 196 belladona Europa, norte de África, oeste de Asia, naturalizada en Norteamérica
Oxalidaceae Averrhoa carambola L. 62 carambola cultivada por siglos en el sudeste de Asia, probablemente originaria de India, Sri Lanka, Indonesia
Proteaceae Banksia candolleana Meisn. 132 banksia hélice Australia Occidental
Proteaceae Banksia menziesii R. Br. 133 banksia Australia Occidental
Sapindaceae Blighia sapida K.D. Koenig 198 acki, seso vegetal nativa del oeste de África, ampliamente cultivada en los trópicos, especialmente en el Caribe
Arecaceae Borassus aethiopum Mart. 230 palma elefante África
Moraceae Broussonetia papyrifera (L.) Vent. 136 mora papirífera nativa del este de Asia, naturalizada en Norteamérica y en muchas islas del Pacífico
Cyperaceae Bulbostylis hispidula (Vahl) R.W. Haines subsp. pyriformis (Lye) R.W. Haines 12 sin nombre común este de África
Arecaceae Calamus aruensis Becc. 1 palma ratán de Nueva Guinea a las islas Salomón, islas Aru y la punta del Cabo York, Australia
Arecaceae Calamus longipinna K. Schum. y Lauterb. 14 palma ratán Nueva Guinea e islas Salomón
Asteraceae Calotis breviradiata (Ising) G. L. R. Davis 18 sin nombre común Australia
Sapindaceae Cardiospermum halicababum L. 153 amor en un globo, vid globo América tropical, naturalizada en muchas regiones
Caricaceae Carica papaya L. 226, 227 papaya nativa de América tropical, cultivada en todos los trópicos
Fabaceae Carmichaelia aligera G. Simpson 212 escoba de la Isla del Norte Nueva Zelanda
Fabaceae Cassia grandis L.f. 237 cañafístola, cañafístula Central y Sudamérica, Caribe
Fagaceae Castanea sativa L. 73 castaño originalmente nativa de sudeste de Europa y el Mediterráneo
Poaceae Cenchrus spinifex Cav. 172 cadillo costero nativa de America
Fabaceae Centrolobium ochroxylum Rose ex Rudd 78 amarillo de Guayaquil Ecuador
Cupressaceae Chamaecyparis lawsoniana (A. Murray) Parl. 43 ciprés de Lawson, ciprés de Oregón noroeste de Norteamérica
Ranunculaceae Cimicifuga americana Michaux 104, 105 sin nombre común este de Norteamérica
Rutaceae Citrus hystrix DC. 46, 47, 56 lima kaffir Indonesia
Rutaceae Citrus margarita Lour. (syn. Fortunella margarita (Lour.) Swingle) 64, 65 naranja china cultivada por siglos en Asia, origen probable China meridional
Rutaceae Citrus medica L. var. sarcodactylis (Hoola van Nooten) Swingle 66, 67 mano de buda, cidra digitada cultígeno antiguo; originalmente del norte de la India
Rutaceae Citrus sinensis (L.) Osbeck 57 naranja, naranja dulce cultivada desde la antigüedad; probablemente originaria de China o India
Verbenaceae Clerodendrum trichotomum Thunb. 207 sin nombre común Japón
Arecaceae Cocos nucifera L. 102 coco, cocotero regiones tropicales
Cornaceae Cornus kousa Hance subsp. chinensis (Osborn) Q. Y. Xiang 118, 119 cornejo chino centro y norte de China
Hamamelidaceae Corylopsis sinensis Hemsl. var. calvescens Rehder y E. H. Wilson 160 hamamelis de invierno China
Betulaceae Corylus avellana L. 49 avellano, avellana Eurasia
Lecythidaceae Couroupita guianensis Aubl. 99 bala de cañón América tropical
Bignoniaceae Crescentia cujete L. 239 calabazo, taparo América tropical
Cucurbitaceae Cucumis melo L. subsp. melo var. cantalupensis Naudin ‘Galia’ 201 melón galia variedad seleccionada en Israel
Cycadaceae Cycas revoluta Thunb. 25 palma sagú Japón
Cucurbitaceae Cyclanthera brachystachya (Ser.) Cogn. (syn. Cyclanthera explodens Naudin) 162 pepinillo explosivo Centro y Sudamérica
Rosaceae Cydonia oblonga Mill. 217 membrillo posiblemente nativa de Turquía y el norte de Irak, naturalizada en el sur de Europa
Boraginaceae Cynoglossum nervosum Benth. ex C. B. Clarke 141 lengua de perro peluda Pakistan, India
Podocarpaceae Dacrydium cupressinum Soland. ex Forst. f. 176 rimu, pino rojo Nueva Zelanda
Ruscaceae Dasylirion texanum Scheele 145 sotol de Texas, sotol verde Texas, norte de México (Coahuila, Chihuahua)
Solanaceae Datura ferox L. 85 chamico sudoeste de Norteamérica
Apiaceae Daucus carota L. 108, 109 zanahoria silvestre nativa de Europa y sudoeste de Asia
Poaceae Deschampsia antarctica Desv. 37 pasto antártico sur de Sudamérica, Antártida marítima
Dicksoniaceae Dicksonia antarctica Labill. 24 helecho arborescente de Tasmania Australia (Nueva Gales del Sur, Victoria, Tasmania)
Ebenaceae Diospyros kaki Thunb. 199 caqui japonés este de Asia
Dipterocarpaceae Dipterocarpus grandiflorus (Blanco) Blanco 79 keruing belimbing (malayo) sudeste de Asia
Sapindaceae Dipteronia sinensis Oliv. 78 dipteronia China
Moraceae Dorstenia contrajerva L. 128 contrayerva, tusilla sur de México hasta norte de Sudamérica
Salicaceae Dovyalis caffra (Hook. f.) Warb. 60 manzana kei África meridional
Winteraceae Drimys winteri J.R. Forst. y G. Forst. 30, 31, 32, 33 canelo desde México a Tierra del Fuego
Malvaceae Durio zibethinus Murray 224, 225 durián sudeste de Asia
Cucurbitaceae Ecballium elaterium (L.) A. Rich. 162 pepinillo del diablo Mediterráneo
Polygonaceae Emex australis Steinh. 168 sin nombre común nativa de África meridional, maleza en Australia y otras regiones
Zamiaceae Encephalartos ferox Bertol. f. 26 sin nombre común África meridional
Fabaceae Entada gigas (L.) Fawc. y Rendle 95 escalera de mono América tropical y África
Fabaceae Entada rheedii Spreng. (syn. Entada gigas Gilbert y Boutique) 95 escalera de mono África, Asia, Australia, Océano Índico, Océano Pacífico
Fabaceae Enterolobium cyclocarpum (Jacq.) Griseb. 236 guanacaste América tropical
Apiaceae Eryngium creticum Lam. 140 sin nombre común sudeste de Europa, oeste de Asia y Egipto
Apiaceae Eryngium leavenworthii Torr. y A. Gray 11 sin nombre común Norteamérica
Apiaceae Eryngium paniculatum Cav. y Dombey ex F. Delaroche 10 cardoncillo sur de Sudamérica (Argentina, Chile)
Rutaceae Esenbeckia macrantha Rose 84 sin nombre común México
Myrtaceae Eucalyptus macrocarpa Hook. 252, 253 sin nombre común Australia Occidental
Myrtaceae Eucalyptus regnans F. Muell. 38 sin nombre común sur de Australia, Tasmania
Myrtaceae Eucalyptus virginea Hopper y Wardell-Johnson 39 sin nombre común sudoeste de Australia
Celastraceae Euonymus europaeus L. 214 bonetero desde Europa al oeste de Asia
Santalaceae Exocarpos sparteus R.Br. 74 escoba ballart Australia
Moraceae Ficus carica L. 124, 125, 128 higo, higo común cultígeno antiguo, especielmente en el Mediterráneo, probablemente originario del sudoeste de Asia
Moraceae Ficus dammaropsis Diels 129 higo plato de cena Nueva Guinea
Moraceae Ficus sansibarica Warb. subsp. sansibarica 129 higo nudoso sudeste de África
Moraceae Ficus villosa Blume 2, 3 higo velludo tropical Asia
Rutaceae Flindersia australis R. Br. 84 fresno corvino, teca australiana este de Australia
Rosaceae Fragaria x ananassa (Weston) Decne y Naudin 114, 115 fresa de jardín solo en cultivo
NOTAS AGRADECIMIENTOS
1 Ha habido mucha gente que de diversas maneras, directa o indirectamente, ha contribuido, con la increíble riqueza de material, conocimiento
En un contexto científico el uso de los términos primitivo y avanzado requiere de una explicación para así evitar confusiones.
e ideas que constituyeron la base de este libro. Aunque es imposible mencionar a todos los científicos cuyas esmeradas observaciones y
Denominar a ciertas plantas «avanzadas» sugiere que estas poseen algunas mejoras en comparación con las plantas «primitivas». publicaciones a lo largo de décadas han revelado tantísimos hechos fascinantes sobre los frutos, y a la gente que descubrió, recolectó o cultivó
No obstante, por definición, las plantas actuales están todas igualmente evolucionadas, ya que han estado en la tierra los frutos aquí mostrados, nos gustaría recordar especialmente a los siguientes.
prácticamente la misma cantidad de tiempo desde que comenzó la vida y están bien adaptadas a sus ambientes específicos. Agradecemos a nuestro editor, Andreas Papadakis, el apoyo y la libertad que nos ha dado a lo largo de la preparación de este libro y a su hija
Una gimnosperma moderna no está menos evolucionada que una angiosperma. Las gimnospermas son más «primitivas» que Alexandra su excepcional gusto y habilidades artísticas para crear el hermoso diseño que proporciona el espectacular fondo para el texto y las
imágenes. Tenemos una gran deuda con Richard Bateman, Paula Rudall y Richard Spjut, por sus minuciosas revisiones del manuscrito y con
las angiospermas solo en el sentido de que las primeras son más similares a formas ancestrales extintas, a partir de las cuales Sheila de Vallée por editar el texto.
han evolucionado. Estamos muy agradecidos a Paul Smith, jefe del Departamento de Conservación de Semillas (SCD, Seed Conservation Department) y John
2 Dickie, jefe de la Sección de Información, por permitirnos utilizar los recursos del Banco de Semillas Millenium para la preparación de este
Una teoría alternativa postula que el carpelo primitivo no era conduplicado (es decir, formado por medio del plegado del
megasporofilo) sino ascidiado (o lo que es lo mismo, formado desde el inicio como una excrecencia cilíndrica). Aunque libro. El Banco de Semillas Millenium está financiado por la Comisión Millenium del Reino Unido y el Wellcome Trust. El Jardín Botánico
de Kew recibe fondos de ayuda anuales del Departamento de Medio Ambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Department of
formalmente el carpelo conduplicado se consideraba el tipo más basico de carpelo, las angiospermas más basales Environment, Food and Rural Affairs) del Reino Unido.
(Amborellaceae, Nymphaeales y Austrobaileyales) poseen sobre todo carpelos ascidiados, lo cual explica por qué este tipo Agradecemos al personal del Jardín Botánico de Kew y del Wakehurst Place, particularmente a la Sección de Micromorfología, a todos los
de formación carpelar actualmente se considera el estado más primitivo de la evolución del carpelo en las angiospermas. miembros del Departamento de Conservación de Semillas y a los numerosos socios del Millenium Seed Bank Project en todo el mundo, su
Sin embargo, los carpelos conduplicados están presentes en muchas angiospermas (por ejemplo, en las Magnoliales) y contribución a través de la extraordinaria colección en la cual hemos encontrado tantísimos ejemplos de frutos inusuales y asombrosos.
Queremos agradecer especialmente la utilización del material recolectado en los siguientes países socios del Millenium Seed Bank Project:
proporcionan un modelo válido para ilustrar uno de los posibles caminos en la evolución carpelar. Los dos tipos de desarrollo Australia, Burkina Faso, Kenia, Líbano, Mali, México, Madagascar, Sudáfrica, Ucrania y los Estados Unidos. Del Herbario de Kew nos gustaría
carpelar, el conduplicado y el ascidiado, son tan diferentes entre ellos que la pregunta sobre su vínculo evolutivo todavía no mostrar nuestro agradecimiento a los miembros de la Sección de Leguminosas, la Sección de Palmas, la Sección de Malphigiales y al Equipo
tiene respuesta. Regional del Sudeste de Asia por permitirnos el acceso a sus colecciones, y a la Sección de Micromorfología del Laboratorio Jodrell,
3 especialmente a Paula Rudall y Chrissie Prychid, por permitirnos acceder a su Microscopio Electrónico de Barrido y por el apoyo técnico.
Una ventaja todavía más significativa que las angiospermas tienen sobre las gimnospermas está relacionada con la manera
Del SCD, estamos especialmente agradecidos por su amable apoyo a los miembros de la Sección de Conservación, y especialmente a Janet
en que estas producen sus semillas. Mientras las angiospermas concentran su energía en la formación de un tejido seminal Terry, que fue de gran ayuda con la recopilación de material.
de almacenamiento que sea rico en energía (endosperma) solo después de la fertilización del óvulo, las gimnospermas, al Además, ambos queremos agradecer a los colegas y amigos de Kew, quienes gentilmente nos han ayudado ofreciéndonos sus conocimientos,
igual que los ginkgos, las cícadas y las coníferas, producen su tejido de almacenamiento (el masivo gametofito) con su apoyo técnico y su tiempo para ayudarnos a responder preguntas difíciles, proporcionarnos comentarios útiles e ideas sobre el manuscrito,
anterioridad, incluso antes de la fertilización de la ovocélula. En la carrera evolutiva, conservar recursos es siempre una gran por darnos acceso a material importante y apoyarnos con fotografías, en particular, en el SCD: John Adams, Matthew Daws, Ilse Kranner,
Hannelore Morales y EmmaYork. En el Herbario, WS desea dar un agradecimiento especial a Gwilym Lewis de la Sección de Leguminosas,
ventaja. quien nunca dejó de responder preguntas y gentilmente nos permitió usar su colección de diapositivas de Fabaceae. También en el Herbario,
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En muchas angiospermas basales el carpelo está cerrado por un muscílago, en lugar de por un cierre por fusión en los nuestro agradecimiento a: Bill Baker, Gill Challen, Martin Cheek, Tom Cope, Aaron Davis, John Dransfield, David Goyder, Yvette Harvey,
bordes del carpelo. Petra Hoffmann, Terry Pennington, Brian Schrire, David Simpson, Tim Utteridge y Sue Zmarzty. Anne Griffin de la Biblioteca de Kew
5 merece un agradecimiento especial por la rapidez con la cual localizó los innumerables libros y artículos científicos necesarios para nuestra
A los lectores que deseen conocer más detalles íntimos sobre la intrigante vida sexual de las angiospermas les sugerimos
investigación. Vaya nuestro agradecimiento a Julia Buckley y Anne Marshall, también de la Biblioteca. En el HPE: David Cooke, Laura
consultar el libro Semillas. La vida en cápsulas de tiempo. Giuffrida, Mike Marsh y Wesley Shaw. También de Kew: Andrew McRobb y Paul Little (Recursos Multimedia), Mark Nesbitt (Centro de
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Observación personal de Gwilym Lewis. Botánica Económica) e Ian Parkinson (Wakehurst Place).
En el Museo de Historia Natural de Londres, agradecemos a Christopher Lyal su ayuda con la identificación del escarabajo picudo de Madagascar.
Fuera del Reino Unido agradecemos a Reto Nyffeler, del Institut für Systematische Botanik und Botanischer Garten de la Universidad de
Zurich, Suiza, por proporcionarnos material sobre la Wolffia columbiana y a Jean-Yves Rasplus, del INRA (Centre de Biologie et de Gestion
des Populations), en Montferrier-sur-Lez, Francia, por ofrecernos especímenes de Blastophaga psenes. Por la ayuda de campo WS desea
agradecer a Sarah Ashmore, Phillip Boyle, Richard Johnstone, Andrew Crawford, Andrew Orme, Andrew Pritchard y Tony Tyson-Donnelly
CRÉDITO S D E L A S F OTO G R A F Í A S en Australia, y a Ismael Calzada y Ulises Guzmán en México.
En Sudáfrica, WS agradece a Ernst van Jaarsveld y Anthony Hitchcock (Kirstenbosch Botanical Garden, Ciudad del Cabo), y Johan Hurter
Página 23: © Mike Bailey & SteveWilliams; página 28 y 29: Andrew McRobb © RBG Kew; página 36: ©Vidar.a; página 38: © JamesWood, (Lowveld National Botanical Garden, Nelspruit) por su tiempo, hospitalidad y por el permiso para realizar fotografías en sus colecciones. En
Hobart, Tasmania; página 52: Hannelore Morales © RBG Kew; página 53: © Mike Bailey & SteveWilliams; página 74: © Suzana Profeta; Australia, al personal del Kings Park y Jardín Botánico de Perth, al Jardín Botánico de Geelong, al Jardín Botánico de Brisbane en Mt Coot-
página 78 (última abajo): © Gwilym Lewis; página 94 (arriba): © Mike Bailey & SteveWilliams; página 95: Legume section at Herbarium © tha, al Real Jardín Botánica de Melbourne, al Real Jardín Botánico de Sídney y al Jardín Botánico de Mount Annan, de Nuevas Gales del
Sur, por su hospitalidad y permiso para fotografiar sus colecciones botánicas. En Nueva Zelanda, WS desea agradecer a su amigo y colega
RBG Kew; página 108: © Mike Bailey & Steve Williams; página 116 (última abajo) y 117: Elly Vaes, foto en el Fairchild Tropical Botanic
Trevor James por su hospitalidad y compañía en el campo mientras visitaba su país y por fotografiar los frutos del árbol titoki (Alectryon excelsus,
Garden, cortesía de Fairchild Tropical Botanic Garden; página 122: © Tim Waters, www.flickr.com/photos/tim-waters; página 123 (arriba): Sapindaceae) especialmente para este libro. También en Nueva Zelanda, gracias a Jane Marshall y Phil Knightbridge (Departamento de
© Alex V. Popovkin; página 123 (última abajo): © Dinesh Valke; página 142: NHPA / Rich Kirchner; página 146 (arriba): © Stephen Lyle, Conservación, Hokitika) por compartir sus ideas acerca de la ecología de la dispersión.
BBC Bristol; página 176 (arriba): NHPA / A.N.T. Photo Library; página 176 (última abajo): Crown Copyright: Department of Conservation/Te A otros colegas y amigos que amablemente nos apoyaron con imágenes, incluyendo a Lucy Commander (Perth, Australia), a Phil Knightbridge,
Papa Atawhaipage; página 192: Rachael Davies © RBG Kew; página 195: © Mike Bailey & Steve Williams; página 196 y 197: Paul Little © a Stephen Lyle (BBC Unidad de Historia Natural, Bristol), a Andrew McRobb (Kew), a Filipe de Oliveira (Reino Unido), a Elly Vaes (Hawai)
RBG Kew; página 198 (última abajo): © Kolade Nurse; página 203: NHPA / Haroldo Palo Jr.; página 214: ©Veronica Olivotto; página 215: y James Wood (Hobart, Tasmania). Estamos particularmente agradecidos a Peter Trusler (Australia) por el permiso para reproducir su
©Trevor James; página 216: © Gwilym Lewis; página 219: Getty/Tim Laman; página 220: NHPA/ Kevin Schafer; página 229: © Kim maravilloso cuadro del Dromornis. Del Central Saint Martins College of Art & Design queremos mostrar nuestro agradecimiento a Jane Rapley
Wolhuter, www.wildcast.net; página 231: © Nigel Dennis / Africa Imagery; página 233: © Lucy Commander; página 233: © Filipe de OBE (Director), Jonathan Barratt (Jefe de Diseño Gráfico e Industrial), Kathryn Hearn (Director de Curso, Diseño de Cerámica). En
Papadakis, nuestro agradecimiento vaya para Hayley Williams por su esmerado trabajo en la producción de este libro, y a Mike Bailey y Steve
Oliveira; página 235: © The Natural History Museum, Londres; página 239 (arriba): © Phillip Merritt; (última abajo): Andrew McRobb ©
Williams por sus fotografías, que fueron hechas especialmente para este libro.
RBG Kew; página 246: Dromornis stirtoni, publicada por primera vez en Murrey P. F. y Vickers-Rich, P., Magnificent Mihirungs, Indiana
University Press, Indiana, 2004; página 248: © Jamili Nais Como siempre, cuidando del resto de mi vida, Agalis Manessi. RK
Agradecemos la concesión del permiso para usar estas imágenes. Hemos hecho todo lo posible para identificar y contactar con los poseedores Finalmente, mi más cálido agradecimiento a mi esposa, Emma Lochner-Stuppy, por su amor y apoyo, siempre paciente, siempre
de los derechos de autor. Los posibles errores u omisiones han sido inadvertidos y serán corregidos en las ediciones siguientes. estimulante, sin quejarse nunca, a pesar de la ausencia física y mental de su esposo durante un año mientras trabajaba en este libro. WS
The word “fruit” conjures up a mouth-watering treat – crunchy apples, aromatic strawberries, juicy oranges. The well travelled ANGIOSPERMS, GYMNOSPERMS AND THOSE THAT COPULATE IN SECRET
among us may also recall the splendid cornucopia of tropical fruits that thrive in the warmer climates of our planet and have Living seed-bearing plants or spermatophytes fall within two categories: gymnosperms, including cycads, Ginkgo, conifers and the
become increasingly prominent on supermarket shelves. There are some 2,500 edible tropical fruits worldwide but most are used Gnetales; and angiosperms, better known as flowering plants. In the evolutionary hierarchy of the plants of our planet the
only locally by indigenous people. Those that have gained commercial importance are some of the finest tasting fruits that nature spermatophytes are the most advanced. Their level of organization reaches far beyond their much more primitive1, spore-
has to offer, such as mango, durian and mangosteen. producing relatives, the cryptogams. The latter comprise the algae, mosses (including liverworts and hornworts), clubmosses,
Whether they are tropical, subtropical or temperate, we enjoy fruits in a great many ways, either fresh, dried, cooked or horsetails and ferns. Reproducing through spores rather than seeds, cryptogams generally lack obvious sexual reproductive organs
preserved, in yoghurts, ice creams, jams and biscuits, as juices or alcoholic drinks. Some serve as spices in the form of peppercorns, such as cones or flowers and fruits, which is why they are named as they are: cryptogams is derived from Greek and means “those
cardamom and chilli peppers. The most valuable of all, the fermented pods (“beans”) of the vanilla orchid (Vanilla planifolia, who copulate in secret” (kryptos = hidden + gamein = to marry, to copulate). Their method of sexual reproduction is much more
Orchidaceae), are traded as a highly priced ingredient in chocolate, ice cream and many other sweet dishes. Others, such as the primitive and totally dependent on the presence of water. This is why cryptogams are usually confined to water (algae) or
fruits of the West African oil palm (Elaeis guineensis, Arecaceae) and olive (Olea europaea, Oleaceae) are pressed for their valuable permanently humid environments and areas where wet periods are common in an otherwise dry climate (e.g. xeric ferns and
oils. Countless other fruits are important to humans as a source of natural raw materials such as fibres, dyes and medicine, or selaginellas). Seed plants have managed to overcome this limiting impediment. By turning their male spores into pollen and by
simply ornaments. transforming the containers of their female spores into ovules that, once fertilized by the pollen, develop into seeds, the
As wonderful a gift from nature as it may seem, providing us with delicacies and other useful commodities is not the reason spermatophytes became independent of water for their sexual reproduction. This crucial step took place some 360 million years
that plants produce these glorious fruits. It is therefore legitimate to ask why fruits exist and why we are so attracted to them. ago, towards the end of the Devonian time period (417-354 million years ago), a few million years before the beginning of the
As this book will reveal, fruits are part of an elaborate plot. Their true nature is revealed by what is buried in their core: Carboniferous (354-290 million years ago). It was the invention of the seed – which enabled their ovules to achieve fertilization
their seeds. Seeds are the most complex and precious organs plants ever produce, as it is the seeds that carry the next generation. in even the driest climates – that allowed the spermatophytes to conquer nearly every habitat on earth, from the hottest deserts
They constitute the only means by which most plants travel, and thus bear the ultimate responsibility for the dispersal and of Africa to the frozen plains of Antarctica. Just how successful the emergence of the seed is in evolutionary terms is demonstrated
reproductive success of the species. This key role played by fruits and seeds in the survival of a species explains the great variety by the fact that today 97% of all land plants belong to the spermatophytes.
of dispersal strategies that plants have developed during the course of evolution. The kind of strategy pursued – whether it This most exciting chapter in the history of the evolution of the Earth’s land plants is discussed in detail in our earlier
involves wind, water, animals and humans or the plant’s own explosive force – is reflected in a plethora of different colours, sizes book on seeds. In the context of the present book, where we focus on fruits and how they develop, it will suffice for the reader
and shapes – some of them edible, many of them inedible, and quite a number of them incredible! to simply remember that ovules are the organs that turn into seeds once they have been fertilized. Topo-graphically, ovules are
Following our earlier book, Seeds – Time Capsules of Life, in which we revealed the astounding beauty of seeds, we now borne on specialized fertile leaves, called megasporophylls. The arrange-ment of the ovules on the megasporophylls differs among
embark on an exploration of the natural history of one of nature’s most fruitful inventions. the spermatophytes, most notably between the gymnosperms and the angiosperms.
It was my intention when developing the images for this book that they should not only reflect their subject but they should
extend the creative evolution and interpretation of microscopic plant material developed from my previous two books. In Pollen
– The Hidden Sexuality of Flowers (Kesseler & Harley), the colouring of the pollen specimens was intended to reflect the soft,
ethereal, numinous quality of pollen grains and the subtle chromatic variations that occur naturally creating a sense of wonderment
that something so small could be so vital for the procreation of plant life. Being a relatively new field of study I was concerned to
not take too many creative liberties, using colour for emphasis and clarity, a strict fusion of artistic sensibility and scientific rigour.
In Seeds – Time Capsules of Life (Kesseler & Stuppy), I switched from the older analogue scanning electron microscope
(SEM), from which images are transferred onto high resolution Polaroid negatives, to a newer digital model. This enabled the
production of much higher resolution images of remarkable clarity, revealing an unimaginable diversity of surface topographies
and forms. Unlike pollen, seeds in their naturally desiccated state appear in an endless variety of browns and blacks; to reveal their
architectonic complexities it became necessary to use a more vibrant colour palette.
The development of digital imaging has been as swift as it has been impressive, to which the images of outer space
developed from data sent back from the Hubble Telescope bear witness. However, to retain the trace of the artist’s hand within
the field of science imaging is a challenging task in a climate where programmes are constantly being developed to facilitate the
production of visual spectacle. With the images in this book I wanted to move the artistic nature of depicting microscopic plant
imagery to a more complex level. Since the Renaissance, artists have extended their illusory powers in depicting cornucopian
tables overflowing with almost orgiastic displays of prime specimens. In the seventeenth century, artist Bartolomeo Bimbi, under
the patronage of the Medicis created a series of canvases devoted to single fruits; in one painting alone he depicted no fewer than
115 different varieties of pear and in another 34 different lemons. It was my intention from the start to try and match this luscious
outpouring.
Scanning electron microscopes were developed to enable higher resolution images than conventional microscopy allowed.
Individual specimens are cleaned, dried, and attached to a small aluminium stub before being coated with an infinitesimally fine
layer of gold or platinum. In this state they are like small, exquisitely made, precious metal jewels. They are then placed inside a
vacuum chamber and bombarded with electron particles; the resulting data provide the digital image. Pollen grains are small,
many hundreds can be captured in one frame; seeds are bigger, one seed fills one frame. Fruit, even small fruit, by its very nature
tends to be much larger, most of it too large to fit in the SEM. The image of the young strawberry fruit on the cover of this
book is made up of over forty separate frames carefully stitched together, cleaned up, tonally readjusted, and finally coloured, a
process taking many long, intensive hours.
Whereas working in watercolour or pastel is an additive process – building up washes and layers of colour, covering what
lies beneath – these images evolve from flat, grey micrographs, subsequently translated into many colour layers, carefully worked
over or eroded away using a graphic tablet with the same sensitivity as a brush or finger. In this way each image becomes hand
crafted, artistically unique, and not solely the product of digital technology.
FOOTNOTES
1
In a scientific context, the usage of the terms “primitive” and “advanced” requires some explanation in order to avoid confusion.
Referring to certain plants as “advanced” suggests that they possess some “improvements” in comparison to “primitive” plants.
However, by definition, extant plants are equally evolved because they have all been around for the same length of time since
life began and they are all well adapted to their specific environments. A modern gymnosperm is not less evolved than an
angiosperm. Gymnosperms are more “primitive” than angiosperms only in the sense that they are more similar to the extinct
ancestral forms from which they evolved.
2
An alternative theory postulates that the primitive carpel was not conduplicative (i.e. formed through the folding of a
megasporophyll) but ascidiate (i.e. formed from inception as a cylindrical outgrowth). Although formerly, the conduplicative
carpel was considered the most basic type of carpel, the basal-most angiosperms (Amborellaceae, Nymphaeales and
Austrobaileyales) have been found to predominantly possess ascidiate carpels which is why this type of carpel formation is
currently widely considered the most primitive state of carpel evolution in the angiosperms. Nevertheless, conduplicative carpels
are found in many angiosperms (e.g. Magnoliales) and provide a valid model to illustrate one of the possible pathways of carpel
evolution. The conduplicative and ascidiate type of carpel development are so different from each other that the question as to
how they are linked evolutionarily is still unanswered.
3
An even more significant advantage angiosperms have over gymnosperms has to do with the way in which they produce their
seeds. Whereas angiosperms put their energy into the formation of the expensive, energy-rich seed storage tissue (endosperm)
only after successful fertilization of the ovule, gymnosperms such as ginkgos, cycads and conifers produce their storage tissue (the
massive megagametophyte) in advance, before the egg cell is even fertilized. In the race of evolution conservation of resources is
always a great advantage.
4
In many basal angiosperms the carpel is closed only by mucilage, not by fusion of the carpel edges.
5
Readers who would like to know more intimate details about the intriguing sex life of the angiosperms are referred to Seeds
– Time Capsules of Life.
6
Gwilym Lewis, personal observation.