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Disposición de relaves punto crítico para el desarrollo minero futuro (444)

Inclusión de la mujer

No cabe duda de que la integración femenina a la fuerza laboral y la igualdad de derechos y


deberes sin distinción de sexo se ha “tomado” la agenda de las últimas semanas. El gobierno
presento medidas para promover la equidad de género y, en el plano privado, las empresas están
destacando señales de su compromiso con el desafío. Según el último estudio fuerza laboral de la
gran minería chilena”2017 y 2026, del consejo de competencias mineras, la participación de la
mujer en la industria se sitúa en 7,9%, el nivel más alto desde que se realiza este informe, pero
muy por debajo de los promedios de otros países mineros: en Canadá y Australia la presencia
femenina alcanza valores en torno al 20% y sobre el 13%, respectivamente. Un dato alentador es
que en los últimos tres años se observa una tendencia al alza en la contratación de mujeres en la
minería en chile, superando al 10%. Si bien la mayor participación femenina se da en los cargos
profesionales comparadas con las áreas de supervisión, mantención y operación, todavía existe
una amplia brecha en lo que respecta a su incorporación en funciones de mayor responsabilidad.
Recientemente este hecho fue destacado por una reconocida agencia de noticias internacional
que, tras el nombramiento del presidente de Codelco, ironizaba indicando que el más grande
productor de cobre del mundo promueve la inclusión femenina, pero con un directorio
completamente masculino. La estatal ha declarado como un pilar estratégico la diversidad de
género, alcanzando las mujeres un 9,5% de su dotación propia (en 2017) y un 25% en directorios
filiares y coligadas. Pero el organigrama principal de la corporación (vicepresidencias y gerencias
divisionales) no figura mujer alguna.

En los directorios de otras grandes mineras, como anglo américa plc, BHP y vale, hay tres mujeres
en cada uno, otras dos en el de antogasta plc, dos también en Freeport-McMoRan y un par en
glencore. A nivel gremial, en tanto, una sola mujer participa en el directorio del consejo minero,
ninguna en Sonami (aunque sí en su staff ejecutivo), mientras Aprimin es presidida por una mujer
por primera vez, no obstante en el sector de proveedores la presencia femenina es menor que
entre las compañías productoras (6,7% comparado con 8,4%). Hace año y medio BHP decidió que
a 2025 la mitad de su plantilla fuera ocupada por trabajadoras y se impuso como meta tener más
mujeres en cargos directivos. En esa dirección apunta la reciente designación de la primera
gerenta general en Spence y de una faena de la gran minería en Chile: Mia Gous. Del mismo modo,
Glencore nombró a Beatrice Pierre en la gerencia general de Altonorte, la primera mujer en
ocupar esa posición. Y en Antofagasta Minerals seis de sus ejecutivas fueron designadas como
directoras en compañías del grupo: Anna Gretchina en Los Pelambres; Rosario Orchard en
Centinela; Katharina Jenny en Antucoya; Cecilia Arrué en Zaldívar; Ana María Rabagliati en
Ferrocarril Antofagasta Bolivia; y Carla Araya (como directora suplente) en El Arrayán SpA.
Paralelamente, en Enami el Presidente de la República colocó a dos mujeres en el Directorio:
Juanita Galaz y Karin Jurgensen. En el mundo educacional, las universidades de Chile y Católica han
implementado programas que buscan potenciar la inclusión femenina, ya sea a través de cupos
reservados a mujeres o con mallas curriculares que combinan la ingeniería con otras disciplinas. El
porcentaje de mujeres que ingresó a Ingeniería UC este año llegó al 30%, mientras hace cinco años
era un 15%. En la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la U. de Chile éstas llegan al 24%,
superando el 15% en la carrera de Ingeniería en Minas. En definitiva, se están dando pasos para
una mayor participación femenina en áreas históricamente dominadas por hombres, pero todavía
queda mucho camino por recorrer. En lo inmediato, condiciones como la paternidad/maternidad
compartida y la equidad salarial debieran ser parte del nuevo escenario.

Se están dando pasos para una mayor participación femenina en la industria minera, pero todavía
queda mucho camino por recorrer.

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