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Nombre del Encuentro: Sacramentos en general

Encuentro nro. 01 17
Tema: Sacramentos.
Objetivo del encuentro: Descubrir el sentido humano y de fe que encierran los sacramentos.

Al comenzar el encuentro preparamos el altar (ver anexo de encuentros anteriores)

Motivación:
Preguntarle a los chicos si saben qué son los Sacramentos y si pueden nombrar algunos. Indagar si saben cuántos son.
Leer la siguiente lectura de iluminación
Iluminación: Hechos 8, 14-17.
En Jerusalén los apóstoles supieron que los samaritanos habían aceptado la Palabra de Dios, y les mandaron a Pedro y a
Juan. Estos vinieron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo; ya que todavía no había bajado sobre
ninguno de ellos y sólo estaban bautizados en el Nombre del Señor Jesús. Les impusieron las manos y recibieron el
Espíritu Santo.
Realizar las siguientes preguntas:
- ¿Quién podría señalar algunos signos y gestos que utilizó Jesús en su vida pública?
- ¿Qué signo realizaron Pedro y Juan para que los samaritanos recibieran al Espíritu Santo?
-Los samaritanos habían aceptado Palabra de Dios y recibido un sacramento, ¿Cuál?
Conclusión:
Los sacramentos corresponden a todas las etapas y a los momentos importantes de nuestra vida cristiana: nacimiento,
crecimiento, curación, misión y preparación para el encuentro definitivo con Papá Dios. Los sacramentos nos los da la
Iglesia como una mamá que cuida, protege, enseña, aconseja, alimenta y nutre a sus hijos. No podemos ser cristianos
comprometidos si no vivimos los sacramentos. Son signos a través de los cuales Jesús nos da sus dones y gracias. Todos
los humanos necesitamos de los símbolos. ¿Qué son las palabras, orales y escritas sino símbolos que necesitamos para
expresar ideas y sentimientos, para comunicarnos unos a otros? ¿No es un gesto, un signo de amor y cariño la presencia
de alguien cuando estamos enfermos o sufriendo alguna situación dolorosa? Podríamos enumerar varios signos a través
de los cuales Jesús se manifiesta, se nos comunica a cada uno. Jesús quiere estar presente en nuestra vida para darnos
lo más grande, darse a sí mismo. En su vida pública, Jesús mismo, a través de gestos, señales y signos curaba, sanaba y
con ejemplos de la naturaleza y del trabajo de la gente enseñaba y lo entendían muy bien.
Los sacramentos se pueden clasificar según el siguiente orden:
 Sacramentos de iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía.
 Sacramentos de la curación: Penitencia y Unción de los Enfermos.
 Sacramentos al servicio de la Comunidad: Orden Sacerdotal y Matrimonio.
Efectos de los sacramentos
Los sacramentos, si se reciben con las disposiciones requeridas, producen como fruto:
a) Gracia santificante. Los sacramentos dan o aumentan la gracia santificante. El bautismo y la penitencia la dan; los
otros cinco aumentan la gracia santificante y sólo se deben recibir estando en gracia de Dios. El que los recibe en pecado
mortal comete pecado de sacrilegio.
b) Gracia sacramental. Además de la gracia santificante que conceden todos los sacramentos, cada uno otorga algo
especial que llamamos gracia sacramenta. Es un derecho a recibir de Dios en el momento oportuno la ayuda necesaria
para cumplir las obligaciones contraídas al recibir aquel sacramento. Así, el bautismo da gracia especial para vivir como
buenos hijos de Dios; la confirmación concede fuerza y valor para confesar y defender la fe hasta la muerte, si fuera
preciso; el matrimonio, para que los cónyuges sean buenos esposos y eduquen cristianamente a sus hijos; etc.
c) Carácter. El bautismo, la confirmación y orden sacerdotal conceden además el carácter, que es una señal espiritual e
imborrable que confiere una peculiar participación en el sacerdocio de Cristo. Por eso, estos tres sacramentos sólo
pueden recibirse una vez.
Para el cuaderno:
1) ¿Qué son los sacramentos?
Los sacramentos son signos sensibles y eficaces de la gracia, instituidos por Jesucristo y confiados a la Iglesia
2) ¿Cuáles son?
Sacramentos de iniciación cristiana: Bautismo, Confirmación y Eucaristía.
Sacramentos de curación: Penitencia y Unción de los Enfermos.
Sacramentos al servicio de la Comunidad: Orden Sacerdotal y Matrimonio.
3) Completar con los nombres apropiados para cada sacramento.

Signo de santidad salesiana:


Beata Sor Eusebia Palomino Yenes (ella supo unirse a Jesús en el sacramento de la Eucaristía)
Eusebia Palomino Yenes nació en Cantalpino, un verde pueblito de Salamanca, en una casita adornada con los dones de
la miseria. En nuestra actual modernidad quizás pensemos que en aquella casa sólo había tristeza y suspiros, resignación
forzada ante el trabajo extenuante y una infancia truncada. Era todo lo contrario: la paz reinaba en esa familia y aunque
eran muchas la bocas a alimentar, se compartía todo con alegría.
En una carta a los suyos recordará:"..quiero mucho nuestra casita por haber pasado toda mi niñez ahí. La recuerdo con
cariño y la llamo mi choza, mi paraíso, donde tantas cosas aprendí..."
¿Qué era lo que aprendía Eusebia entre aquellos muros agrietados, en aquella pobreza de experiencias y de cultura?.
Más tarde recordará que mientras su madre hacía las labores, al anochecer, el padre "tomaba entre sus manos
encallecidas el catecismo, ese pequeño libro que contiene tantas maravillas, tanta grandeza, tanta paz y tanto amor y
nos llenaba el alma de Dios".
Eusebia pasó necesidades en su infancia, al punto de tener que mendigar por los caminos, junto al padre, que perdió la
capacidad de trabajar por un accidente y aquello no la humilló, todo lo contrario, marchó alegre cantando como si fuera
una aventura bellísima. Así mismo trabajó desde la más tierna infancia para ayudar en casa, pero a la vez, se preparaba
su alma para algo más grande, que no era de este mundo. Así piensa de su primera comunión: "Antes que mi madre me
llamara ya estaba yo despierta....Yo sentía en mi interior una alegría muy grande, y, como sabía que que no era para las
cosas de este mundo, sólo deseaba morirme para irme al cielo". ¿Este es el primer anuncio de una vocación que la ha
preparado para este momento y que se hará cada vez más clara y exigente?. Las intuiciones de esta niña son más
grandes que ella misma y madurarán en un admirable don de profecía.
Después de varios años trabajando en diversas cosas en su pueblo, fue a Salamanca a trabajar de criada y allí fue
conduciéndola Aquel que la quería para Él a su vocación. Hubo varios signos de ello: en el huerto del asilo encontró una
medalla de la Virgen, pareciéndole que era la misma que se le apareció en un sueño. En otra ocasión, siendo 24 de
Mayo, día de María Auxiliadora, en la procesión, sintió su llamada "Tú serás mi hija". Más tarde se encontró con una
joven que frecuentaba el Oratorio de las HMA, y al acercarse a la imagen escuchó la misma voz: "Tú serás mi hija. Aquí
te quiero". Más tarde trató de encontrar a la joven que le había llevado y nunca la encontró. Por último, la Directora del
colegio le pidió que se quedase para ayudar a las hermanas en los trabajos y para acompañar a las alumnas internas. Ella
aceptó de inmediato, y aunque aún faltaba mucho para que la aceptasen como religiosa, la posibilidad estaba más
cerca.
Le esperan años de trabajo y dedicación, siendo la sierva de otros, siempre dispuesta a las órdenes de los demás. No
sólo era pobre de dinero, no era dueña de su tiempo.Es la pobreza de la obediencia, que vive radicalmente antes de
hacer de ella un voto religioso. Es la caridad, que se hace servicio humilde, que desde el humilde puesto en que se
encuentra, siempre tiene algo que dar a los demás, comenzando por su sonrisa.
Desde esos años tempranos ya comenzaba a perfilarse lo que sería de ella más adelante, y ya había testigos silenciosos
de su vida, que miraban con detenimiento su disponibilidad, su vocación al apostolado, su decisión de dar a conocer a

CATEQUESIS DE COMUNIÓN 1
Dios a todos los que le rodeaban. No fue una maestra, ni una teóloga, sólo tenía las gracias que Dios le dió: la humildad
y la caridad que ofreció a todos por igual.
Después de años de trabajo silencioso y tenaz, fue aceptada como religiosa y el 5 de Agosto de 1924 hizo su profesión
religiosa, indicándosele su primer campo de apostolado: el Colegio de María Auxiliadora, en Valverde del Camino, en
Andalucía. Al despedirse de su amiga Caridad, novicia aún, le dice:"Hagámonos santas. Todo lo demás es perder el
tiempo." Y ese es su programa de vida.
Sor Eusebia Palomino dió señales de la gracia del Señor desde muy temprano, no puedo enumerarlas todas porque no
me alcanzaría el tiempo, pero les diré que desde los primeros años de su vida en el pueblo de Valverde la gente fue
fijando su mirada en aquella monjita de talla pequeña, que no perdía nunca la sonrisa, rodeada de un halo de felicidad y
entrega tal que daba ánimos y bríos a los que le consultaban. Y fueron muchos los que le consultaron, sobre muy
diversos problemas, obteniendo de ella una promesa: "si Dios lo quiere, así pasará". Se le atribuyen innumerables
gracias debido a su intercesión, en una ocasión, una niña pequeña le confesó a la Directora : "Señora Directora, es que
es una santa".
Difundió con amor la Devoción a las Santas Llagas y a María, que estaban siempre presentes en su vida, en todo lo que
hacía. Los sueños tuvieron una parte importante en su vida, así como en la de S. Juan Bosco, indican momentos
decisivos y orientaciones con una misión profética, junto con otras manifestaciones que se pueden llamar previsiones,
telepatías, revelaciones etc, incluso junto a hechos extraordinarios, inexplicables, en los que se siente la fuerza del
milagro. Estos aspectos, fuera de lo ordinario, surgen cada vez más frecuentes, insertándose en su modo de vivir
enteramente ordinario y simplísimo, tanto que causa admiración y en ellos hay que reconocer el motivo de la fama de
santidad que en torno a ello se tejió en Valverde y que se ha extendido dentro y fuera de España.

APÉNDICE
Información Extra para el Catequista

CATEQUESIS DE COMUNIÓN 2

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