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UNIVERSIDAD GALILEO

LICENCIATURA EN ADMINISTRACION DE EMPRESAS CON


ENFASIS EN MERCADEO Y VENTAS.

COMERCIO INTERNACIONAL
Rayner Chang

Normas de Origen

Enma María Corea Antón


María Pilar Reyes Pérez
María Alejandra Lanuza Pérez
Evelyn Anai Estrada Estrada

Teculután Zacapa 25 de Mayo 2021 


INDICE

Contenido

INTRODUCCIÓN 3
NORMAS DE ORIGEN 3
OBJETOS DE LAS NORMAS DE ORIGEN 4
CERTIFICADO DE ORIGEN 5
CLASIFICACIÓN DE LAS NORMAS DE ORIGEN 5
A)   NORMAS DE ORIGEN NO PREFERENCIALES 5
B)   NORMAS DE ORIGEN PREFERENCIALES 6
CRITERIOS PARA DETERMINAR EL ORIGEN 8
APLICACIONES DE LAS NORMAS DE ORIGEN 9
CRITERIOS PARA CALIFICAR A UNA MERCANCÍA COMO ORIGINARIA 9
CERTIFICACION DE LA DECLARACIÓN EFECTUADA POR EL EXPORTADOR 11
NORMAS DE ORIGEN EN PROCEDIMIENTOS ANTIDUMPING 11
USOS CONCURRENTES DE LAS NORMAS DE ORIGEN U OVERLAPPING 11
MÉTODOS O CRITERIOS DE DETERMINACIÓN DEL ORIGEN 12
CAMBIO DE CLASIFICACIÓN ARANCELARIA 12
CRITERIO DEL VALOR AGREGADO O PORCENTAJE AD VALOREM 13
PRUEBAS DE PROCESOS ESPECÍFICOS 14
TRANSFORMACIÓN SUSTANCIAL 14
CONSECUENCIAS ECONOMICAS DE LAS NORMAS DE ORIGEN 15
MATRIZ DE PROTECCIÓN REGIONAL 19
LAS NORMAS DE ORIGEN Y SU MANIPULACIÓN 20
REGLAS DE ORIGEN ESPECÍFICAS APLICABLES A LOS PRODUCTOS 21
¿QUÉ ES TRATAMIENTO ARANCELARIO PREFERENCIAL? 22
✓ LEGISLACIÓN APLICABLE 23
CONCLUSIÓN 25

INTRODUCCIÓN

Las normas de origen son los criterios necesarios para determinar la procedencia
nacional de un producto. Su importancia se manifiesta porque los derechos y las
restricciones aplicados a la importación pueden variar según el origen de los
productos importados. Las prácticas de los gobiernos en materia de normas de
origen pueden variar ampliamente. Si bien se reconoce infinitamente el criterio de
la transformación sustancial, algunos gobiernos aplican el criterio de la
clasificación arancelaria, otros, el criterio del porcentaje ad valorem, y otros,
incluso, el criterio de la operación de fabricación o elaboración.
NORMAS DE ORIGEN

Las normas de origen son herramientas del comercio internacional que permiten
determinar donde se ha producido un bien con el objeto de establecer el
tratamiento arancelario que recibirá a su entrada en un determinado país. En este
trabajo, se analiza cómo las reglas de origen pueden constituirse en barreras para-
arancelarias dentro de los tratados comerciales. Si bien el objeto de las normas de
origen es prevenir la deflexión o triangulación del comercio, el análisis indica que
al elevar los requisitos para la obtención del origen, a veces estas se convierten en
obstáculos al comercio. Además, se observa que su importancia es mayor a
medida que aumenta la diferencia entre aranceles externos de los socios de
tratados preferenciales.
Las normas de origen o reglas de origen, como también se les conoce, son un
conjunto de estipulaciones que permiten determinar donde se ha producido un
bien, con el objeto de establecer si el mismo puede recibir un trato diferente a
aquel que reciben otros productos de diferente procedencia, de acuerdo con una
política determinada del país al que ingresan. Para ello, generalmente, se usa la
distinción entre productos originarios y no originarios.
Generalmente, éstas definen el criterio de determinación del origen de un
producto, con el propósito de imponer un arancel u otra restricción comercial.
También se utilizan para hacer cumplir los programas de liberación arancelaria de
los países participantes en un área de libre comercio, donde usualmente estipulan
ciertos requisitos de contenido originario, para que un producto de un país
miembro pueda acceder al territorio de otro país socio sin el pago de aranceles.
Las normas de origen son un elemento indispensable para cualquier tratado
comercial. Están presentes en los acuerdos que prevén preferencias arancelarias,
ya sean éstas recíprocas o no, así como en aquellos casos en los que es
necesario determinar la procedencia del producto para efectos aduaneros o para
recibir tratamiento de la nación más favorecida.
 

 
OBJETOS DE LAS NORMAS DE ORIGEN
 Las normas de origen tienen por objeto determinar el país donde una mercancía
fue producida, de conformidad con los criterios en ellas definidos. Se trata de
normas necesarias para la ejecución de distintos instrumentos de política
comercial, como la aplicación de derechos preferenciales de importación o la
adjudicación de cupos arancelarios, y asimismo para la obtención de estadísticas
comerciales.
Las normas de origen deberán ser objetivas, claras y previsibles, y aplicarse de
manera uniforme, imparcial, transparente y coherente, de tal forma que no se
conviertan en un obstáculo innecesario al comercio. En conclusión, son aquellas
leyes, reglamentos o disposiciones administrativas aplicadas en la determinación
del país de origen de las mercancías.
 
CERTIFICADO DE ORIGEN
El Certificado de Origen es un documento por el cual el productor final, o en su
caso el exportador, declaran bajo juramento que la mercancía que se va a
exportar ha cumplido con las exigencias que para su elaboración establecen las
normas de origen del acuerdo de que se trate. Este documento se presenta en
diferentes formatos según el respectivo acuerdo, y habilitará al importador a
nacionalizar las mercancías beneficiándose de las respectivas preferencias.
 
CLASIFICACIÓN DE LAS NORMAS DE ORIGEN
 La forma en que se aplican estos criterios depende del régimen comercial
considerado. Hay normas de origen de aplicación en el caso del comercio no
preferencial y normas de origen diferentes en el caso del comercio preferencial.
 
A)   NORMAS DE ORIGEN NO PREFERENCIALES
Se aplican al comercio entre países integrantes de la OMC, sobre la base de la
cláusula de nación más favorecida. Se utilizan, entre otros fines, en el tratamiento
de nación más favorecida, en la aplicación de cuotas, la aplicación de las medidas
de defensa comercial, la aplicación del sistema de doble control para productos
textiles, etc.  De acuerdo con Hoekman (1993), cualquier país puede establecer
unilateralmente reglas de origen no preferenciales, que presentan un grado de
restricción menor que las preferenciales y están asociadas a políticas de
restricción de acceso a los mercados internos o domésticos.
Las normas no preferenciales se emplean para la ejecución de una serie de
políticas que requieren determinar el origen de los productos. Estas políticas son,
básicamente, las siguientes: determinación de la elegibilidad de países
exportadores a ser tratados de acuerdo con el principio de la nación más
favorecida (miembros de la Organización Mundial del Comercio); imposición de
medidas de salvaguardia; administración de restricciones cuantitativas, como
cuotas o bandas de importaciones específicas de un país; y control de
restricciones voluntarias (SELA, 1995).
Las reglas de origen también juegan un rol importante en la aplicación de leyes
sobre protección de la propiedad intelectual, procesos de patentes, marcado de
origen, etiquetado y publicidad engañosa o falsa, en las adquisiciones del Estado,
en procedimientos de salvaguardia y derechos compensatorios, en restricciones
cuantitativas, en prohibiciones de importaciones, en embargos comerciales, en
servicios y en la estipulación de derechos drawback (Vermulst, 1992).
B)   NORMAS DE ORIGEN PREFERENCIALES
En un Acuerdo de Libre Comercio la calificación de un producto como originario
determina su acceso en condiciones preferenciales. Por ello, las normas de origen
preferenciales son más estrictas que las no preferenciales. Cada acuerdo
preferencial tiene sus propias normas de origen (recogidas en un protocolo
independiente).
Los criterios de transformación suficiente para la determinación del origen de un
producto se aplican en principio a toda materia importada de un tercer país que se
haya utilizado para la obtención del producto en el país de exportación. Para
favorecer la integración económica regional, los sistemas de acumulación del
origen permiten, sin embargo, no someter a estos criterios las materias originarias
de países socios, con lo que se facilitan las posibilidades de suministro a partir de
estos países. Siempre que el producto terminado adquiera el carácter originario,
se asigna éste a cualquiera de los países socios participantes en la operación,
conforme a disposiciones concretas:
La acumulación bilateral se produce entre dos socios y permite a un operador del
país A utilizar materias originarias del país B como si fueran originarias de A, y al
contrario, ya que los criterios de determinación del origen sólo se aplican a las
mercancías no originarias; así, basta que la operación efectuada sea «más que
mínima» para conferir el origen de A; esta forma de acumulación se aplica en
todos los acuerdos bilaterales celebrados por la Comunidad (Chile, México,
Sudáfrica, etc…), así como en sus regímenes preferenciales autónomos (SPG ,
Balcanes occidentales, PTU ).
La acumulación diagonal obedece al mismo principio (el carácter originario se
asignará al país del grupo en el que se efectuó una operación “más que mínima” y
en el que se aportó mayor valor añadido), pero se produce entre varios socios,
como mínimo tres, que deben haber establecido entre ellos una red de acuerdos
de libre comercio que contengan las mismas normas de origen; el prototipo de
esta forma de acumulación es la acumulación “paneuropea”, que asocia a la
Comunidad, Turquía, Bulgaria, Rumanía, Islandia, Noruega y Suiza (incluido
Liechtenstein).
Como una extensión de ésta, se decidió en 2002 la creación de la acumulación
“paneuromediterránea”, que incluye, además de los anteriores, a los países
mediterráneos (Argelia, Cisjordania y Franja de Gaza, Egipto, Israel, Jordania,
Líbano, Marruecos, Túnez y Siria) y a las Islas Feroe. Para poner en marcha esta
nueva zona de acumulación, todos los países miembros han sustituido el protocolo
de normas de origen de sus respectivos Acuerdos de Libre Comercio por el nuevo
protocolo de origen paneuromediterráneo. La Comunicación de la Comisión
Europea publicada el 2 de marzo de 2007 permite conocer entre qué países es de
aplicación ya la acumulación diagonal paneuromediterránea y desde qué fecha.
La acumulación regional SPG es una forma de acumulación diagonal que
seproduce en un grupo regional de países beneficiarios (la ASEAN , por ejemplo)
para conferir el carácter originario a productos que van a exportarse a la
Comunidad con el fin de beneficiarse de las preferencias generalizadas; en este
caso, el carácter originario se asignará al país del grupo en el que se efectuó una
operación más que mínima y en el que se aportó un valor añadido al menos igual
al valor en aduana de las materias originarias de los otros países del grupo
utilizadas en la fabricación.
La acumulación total, en cambio, se basa en una «acumulación de
elaboraciones», determinándose el carácter originario del producto en referencia al
conjunto de las elaboraciones o transformaciones efectuadas en la zona que
constituyen los países participantes en la acumulación; a tal efecto, las
transformaciones efectuadas en el país A se dan por efectuadas en el país B,
cuando el producto no originario obtenido es objeto de una nueva elaboración en
B; este tipo de acumulación se encuentra, con variaciones, en el marco de los
regímenes preferenciales ACP (África, Caribe y Pacífico), PTU (Países y
Territorios de Ultramar) y EEE (el Espacio Económico Europeo constituye un único
territorio en el seno del cual los productos pueden, mediante la acumulación total,
adquirir el carácter originario del Espacio Económico Europeo).
Los acuerdos comerciales preferenciales son aquellos acuerdos que permiten la
importación de bienes de los países signatarios con aranceles menores que los
establecidos a las importaciones de terceros países. En cualquier tipo de acuerdo
comercial con carácter discriminatorio, la determinación del origen deberá
realizarse a aquellos productos susceptibles de recibir un trato comercial
beneficioso o preferencial (Krueger, 1995).
Las uniones aduaneras y los tratados de libre comercio pertenecen a la categoría
de acuerdos preferenciales y se asemejan en que los impuestos aduaneros entre
los países miembros son cero, pero se diferencian en que los primeros tienen
aranceles externos comunes y los últimos presentan aranceles externos de
diferentes niveles entre los distintos miembros del acuerdo. Es por ello que se
afirma que las uniones aduaneras tienen un mayor nivel de integración económica
y comercial que los acuerdos de libre comercio.
En consecuencia, es necesario asegurar que se evite el fenómeno denominado
deflexión o triangulación, que consiste en que los productos provenientes de un
tercer país no miembro, sea importado a un país miembro con bajos aranceles
externos con la finalidad de luego ser transferido a otros países miembros con
mayores aranceles externos (Garay y Estevadeordal, 1996). La deflexión se puede
evitar mediante la imposición de normas de origen que permitan conocer la
procedencia de los productos que circulan en la zona de integración.
En una unión aduanera, el problema de la deflexión reviste menor intensidad,
dada la existencia de un arancel externo común que uniformiza la estructura
arancelaria de los países miembros, es por ello, que las normas de origen son
más importantes en los acuerdos de libre comercio que en las uniones aduaneras.
 
 

CRITERIOS PARA DETERMINAR EL ORIGEN


Hoy día, cada vez es más difícil que los productos resulten enteramente obtenidos
en un solo país. En esos casos, la determinación del origen es más compleja.  De
acuerdo con el Consejo de Cooperación Aduanera (Convenio de Kyoto, 1977),
cuando dos o más países intervienen en la producción de una mercancía, el
origen debe atribuirse al país donde se haya producido la última transformación
sustancial (o suficiente), lo que ocurre cuando:
A consecuencia de la transformación se produce un cambio de partida arancelaria.
Se llevan a cabo unas transformaciones previamente especificadas
El valor de los materiales no originarios está por debajo de un límite establecido
(criterio del valor añadido)
 
En ocasiones se utilizan varios de estos criterios. Algunas operaciones menores
(denominadas “insuficientes” o “mínimas”) nunca confieren el carácter originario.
 
 
APLICACIONES DE LAS NORMAS DE ORIGEN
 Las normas de origen se utilizan en los siguientes casos:
● Al aplicar medidas e instrumentos de política comercial tales como los
derechos antidumpingy las medidas de salvaguardia.

● Al determinar si se dispensará a los productos importados el trato de la


nación más favorecida (NMF) o un trato preferencial.

● A efectos de la elaboración de estadísticas sobre el comercio

● Al aplicar las prescripciones en materia de etiquetado y marcado.

● En la contratación pública

CRITERIOS PARA CALIFICAR A UNA MERCANCÍA COMO ORIGINARIA


A efectos de determinar en qué circunstancias un producto califica como originario
—es decir, que cumple con las normas que para su producción impone un
determinado acuerdo comercial—, es posible considerar tres situaciones
diferentes, con arreglo a las cuales las mercancías de exportación pueden
agruparse a la vez en tres categorías que les habilitan para recibir las preferencias
pactadas:
Mercancías que son obtenidas totalmente o producidas íntegramente en el
territorio de los países participantes de un acuerdo comercial;
Mercancías que son producidas exclusivamente a partir de materiales originarios
del territorio de los países participantes del acuerdo comercial; y
Mercancías en cuya elaboración se utilizan materiales de países no participantes
del acuerdo comercial, siempre que sean el resultado de un proceso de
transformación suficiente. Son tres los criterios corrientemente utilizados para
determinar el grado de suficiencia de un proceso de transformación:
Criterio de cambio de clasificación. Se especifica cuál es el cambio de clasificación
que deberán cumplir las mercancías, en los distintos niveles (capítulo, partida o
subpartida) del Sistema Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías
(SA).
Criterio de contenido nacional o regional, o del valor agregado. Se indica el
método de cálculo y el porcentaje correspondiente.
Criterio de producción, fabricación o elaboración. Se especifica con precisión la
operación o el proceso productivo que confiere origen a la mercancía.
 
 

 
CERTIFICACION DE LA DECLARACIÓN EFECTUADA POR EL
EXPORTADOR 
Una repartición oficial del país exportador es responsable por la certificación de la
declaración del productor final o exportador, facultad que podrá delegar en otras
entidades públicas o privadas. La excepción la constituye lo dispuesto en los
regímenes de nueva generación, donde el exportador es responsable por la
declaración sin necesidad de certificación por entidad alguna, en un proceso que
se conoce como «autocertificación».
Las entidades encargadas de certificar la declaración del exportador o productor
deben tomar los recaudos necesarios a fin de asegurarse de que los productores
están en condiciones de cumplir con los requisitos de origen incluidos en el
respectivo acuerdo, así como verificar la exactitud de los datos consignados en el
certificado de origen. Existen acuerdos en los que se exige que las solicitudes de
los certificados de origen deban ser acompañadas de una declaración jurada
previa, con mención de antecedentes que demuestren en forma documental que la
mercancía cumple con los requisitos exigidos, en particular los relativos a las
características de los materiales originarios y no originarios, la procedencia, el
precio, la clasificación arancelaria, los porcentajes que ellos representan en el
valor de la mercancía final, y el valor FOB del bien que va a ser exportado, entre
otros.
Cuando se trate de mercancías que son exportadas regularmente y no se
modifiquen las condiciones de producción, la declaración jurada previa tendrá un
período de validez que puede variar de 180 días a dos años, según el acuerdo.
 

 NORMAS DE ORIGEN EN PROCEDIMIENTOS ANTIDUMPING


 Las normas de origen son tan importantes en las investigaciones antidumping que
los países las establecen especialmente para estos casos, para determinar el
origen de los productos importados que causan perjuicios en la industria
doméstica y así evitar el dumping y las prácticas desleales en el comercio
internacional (Stephenson y James, 1995).
 
 
USOS CONCURRENTES DE LAS NORMAS DE ORIGEN U OVERLAPPING
Al llevar a cabo la determinación del origen de productos, los países no siempre
cuentan con un sistema único de normas de origen preferenciales para asuntos
comerciales y otro sistema para situaciones no preferenciales. De hecho, lo que
ocurre es que existen diferentes conjuntos de normas de origen preferenciales,
dependiendo del acuerdo comercial de que se trate (Stephenson y James, 1995).
Esta situación genera una red de requerimientos interconectados y sobrepuestos
que no siempre son consistentes internamente y agregan mayor complejidad y
menos transparencia al flujo comercial. Por ejemplo, los Estados Unidos de
América, tiene seis sistemas de normas de origen preferenciales y un conjunto de
reglas de origen no preferenciales para propósitos aduaneros ordinarios, como la
determinación de trato de nación más favorecida, para las adquisiciones
gubernamentales y, uno para los procedimientos antidumping. La Comunidad
Europea tiene 14 sistemas de origen preferenciales, Australia cinco y Canadá seis.
Del mismo modo ocurre en muchos otros países industrializados y en vías de
desarrollo.
 
 
MÉTODOS O CRITERIOS DE DETERMINACIÓN DEL ORIGEN
Existen diferentes métodos para la determinación del origen de los productos.
Cada uno de estos criterios tiene sus ventajas y desventajas, ninguno es perfecto,
algunos son menos neutrales que otros, bien sea en su aplicación o bien sea en
su potencial para ser usados como instrumentos proteccionistas, pero más
importante aún, es que todos imponen costos, tanto a las autoridades aduaneras
que los administran como a los productores que deben satisfacer los
requerimientos que exigen.
 

CAMBIO DE CLASIFICACIÓN ARANCELARIA


Bajo la regla del Cambio de Clasificación Arancelaria (CCA), también llamada
cambio de partida o salto arancelario, un producto terminado o transformado en un
país con insumos originarios de uno o más países diferentes, se dirá que es
originario de ese país si la mercancía ha sufrido un procesamiento suficiente para
cambiarlo de una clasificación arancelaria a otra (Stephenson y James, 1995).
Esto es, en términos más sencillos, se dirá que la mercancía es originaria de un
país cuando el producto final se ubica en una posición arancelaria diferente a la de
sus insumos intermedios importados (Gitli, 1995).
El punto de partida actual para las clasificaciones de mercancías es el Sistema
Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías, elaborado y
actualizado por el Consejo de Cooperación Aduanera desde 1970. Fue aceptado
oficialmente por los países signatarios del GATT y es usado por la mayoría de
aquellos que participaron en la Ronda Uruguay. El sistema obedece a
consideraciones de identificación aduanera, de estadísticas y a criterios amplios
de transformación. Esto indica que este método es el más transparente, predecible
y menos subjetivo, además de sencillo de aprender. El criterio CCA es
relativamente simple de aplicar y brinda poco espacio para la discrecionalidad
administrativa en su aplicación.
El Sistema Armonizado presenta una clasificación de términos por categorías en el
nivel de capítulo (dos dígitos), en el nivel de partidas (cuatro dígitos), en el nivel de
subpartidas (seis dígitos) y en el nivel estadístico o de fracciones arancelarias (de
ocho o hasta diez dígitos). El cambio o salto arancelario puede establecerse en el
nivel de fracción, de subpartida, de partida o hasta de capítulo.
 
 
CRITERIO DEL VALOR AGREGADO O PORCENTAJE AD VALOREM
De acuerdo con Vermulst (1992), el criterio del valor agregado (VA) se puede
presentar de tres maneras. La primera de ellas, que impone un porcentaje máximo
al uso de partes y materiales importados.
La segunda forma, requiere un porcentaje mínimo de valor agregado local en el
último país donde el producto fue procesado. Una sofisticación del porcentaje de
contenido doméstico es la variante que se introduce en algunos acuerdos
comerciales preferenciales, en los que se exige, para conferir el origen, un
porcentaje de contenido agregado o regional, que equivale al valor de los insumos
regionales más el costo directo de procesamiento en la región (SECOFI, 1991).
La última manera en que se puede presentar este criterio de determinación del
origen, es la que se basa en el “valor de las partes”, donde el origen se conferirá si
las partes originarias alcanzan cierto porcentaje del valor total de las partes. Este
es un tipo de criterio muy inusual e injusto además, porque a diferencia de los
anteriores, se enfoca sólo en el valor de las partes y no toma en consideración los
costos de ensamblaje y otros costos fabriles indirectos en las operaciones de
producción local.
En general, el requerimiento de un porcentaje ad valorem para conferir el origen
de un producto terminado, puede ser empleado como una regla de origen
independiente o en adición a otro método que comúnmente es el de salto
arancelario. Por otro lado, Krishna y Krueger (1995) afirman que el método de
contenido doméstico y, por extensión el de contenido importado, pueden ser
definidos con base en el valor agregado, en términos de costos o de precio, o con
base en medidas físicas, usando por ejemplo, el peso o el volumen.
 

PRUEBAS DE PROCESOS ESPECÍFICOS


Las pruebas de procesos, también conocidas como pruebas técnicas, consisten
en definir un aspecto particular de una proceso de producción, que es aislado y
descrito por la norma de origen, de manera que el lugar en donde este proceso se
lleve a cabo es considerado el país de origen. En la práctica, este criterio se aplica
definiendo, producto por producto, los procesos de fabricación que determinan el
origen de los bienes.

TRANSFORMACIÓN SUSTANCIAL
La norma de origen básica usada en los Estados Unidos de América (EUA) es la
regla de la transformación sustancial. Pero, en sentido estricto, todas las normas
de origen son reglas de transformación sustancial, definidas de diferente manera:
por la regla del cambio de clasificación arancelaria, por la prueba de procesos y
por la regla del porcentaje ad valorem.
Sin embargo, el término transformación sustancial se emplea para definir una
metodología común en los países que usan el sistema legal anglosajón o
del Common Law, que consiste en el análisis de caso por caso para determinar el
origen, fundamentado en una norma establecida en un precedente, esto es, en un
caso similar discutido con anterioridad. Entonces, para que la transformación de
un producto sea sustancial, el precedente indica que el bien terminado debe
resultar con un nuevo nombre, un nuevo carácter y un nuevo uso.
 
 
CONSECUENCIAS ECONOMICAS DE LAS NORMAS DE ORIGEN

EFECTOS DE LAS NORMAS DE ORIGEN CONCURRENTES Y DIVERGENTES


Son pocos los productos manufacturados en un mismo país desde el comienzo
hasta el fin. Por ejemplo, esto se puede ilustrar imaginando las vueltas que debe
dar un producto elaborado por una multinacional, cuyos insumos provienen de un
país, que luego son transformados en otros dos países, mercadeados en un tercer
país, con las funciones contables en un cuarto país, facilidades de transporte en
un quinto país, publicidad en un sexto país, etc. Las normas de origen tienen una
función esencial en el contexto de una política comercial de índole estratégica, en
virtud de que tienen la capacidad de alterar sustancialmente el nivel y la estructura
efectiva de las preferencias derivadas de un programa de desgravación
arancelario dentro de un acuerdo preferencial (Garay y Estevadeordal, 1996).
En este caso, las normas de origen son ideales para una reorientación selectiva
de los recursos productivos, algo muy útil a los fines de una determinada política
industrial que pretenda ofrecer incentivos para el desarrollo de ciertos sectores
industriales. Justamente, en el proceso de conformación de un área de libre
comercio, su papel tiende a ser tanto más importante cuanto mayores sean la
selectividad y el énfasis estratégico de la desgravación preferencial (Garay y
Estevadeordal, 1996).
Indudablemente, las normas de origen son necesarias para la ejecución de ciertas
políticas comerciales, pero su uso será relevante mientras no afecten el objetivo
subyacente de esa política. Por ejemplo, en un acuerdo de libre comercio, las
normas de origen se establecen con el fin de evitar la deflexión o triangulación del
comercio, pero pueden causar una determinada reorientación del comercio entre
países miembros causada por la existencia de diferencias en las políticas
arancelarias nacionales de protección a las importaciones provenientes de
terceros países. Sin embargo, mientras más restrictivas sean las normas de
origen, mayor será el impedimento para que se pueda alcanzar la meta de un
acuerdo de comercial que es el incremento del comercio. Esto implica que existen
costos asociados a la determinación del origen, y si son significativos en
comparación con el valor de los bienes transados, entonces las normas de origen
se convierten en barreras no arancelarias (Hoekman, 1993).
 
EFECTOS DE LOS MÉTODOS DE DETERMINACIÓN DEL ORIGEN SOBRE EL
COMERCIO
En el campo multilateral, el problema de la proliferación de las normas de origen
estriba, en que no ha habido un reconocimiento internacional de alguna guía que
permita determinar la mejor estructura y criterio de la norma para determinar el
origen, dependiendo del uso al que serán destinadas. En consecuencia, existen
muchas opiniones al respecto y se han creado una infinidad de regulaciones
concurrentes que conducen a ambigüedades e inseguridad en el orden legal
(Stephenson y James, 1995).
Más aún, se observa que no todos los métodos empleados para determinar el
origen tienen un efecto igual sobre el comercio. De hecho, algunas pueden ser
altamente restrictivas del comercio al imponer altos costos a los productores que
desean satisfacer los requisitos de origen. La consecuencia es una posible
reducción del potencial de crecimiento del comercio entre los miembros de
tratados comerciales regionales.
Por ejemplo, se ha señalado que las normas de origen que usan como criterio los
cambios de clasificación arancelaria pueden tener efectos gravosos para los
productores, y que los costos de las formalidades adicionales que se necesitan
para cumplir con los requisitos de este sistema se estiman en un monto de, al
menos, un 3 por ciento del valor de los bienes negociados.
Del criterio del valor agregado se puede decir que representa serios obstáculos
para los productores. Por una parte, los cálculos del contenido, bien sea
doméstico o externo, cambiarán constantemente como consecuencia de las
fluctuaciones de los precios internacionales de los insumos y de las tasas de
cambio. De este modo, un producto puede ser originario un día y no serlo al
siguiente, si el cambio relativo de precios es lo suficientemente significativo (SELA,
1995). Por otra parte, es un criterio que puede ser planteado como un simple
número, pero el cálculo de este número envuelve complejos y controversiales
problemas contables, cuestión que aumenta los costos de su aplicación no sólo
para los productores, sino también para la administración de aduanas. Más aún,
en los casos de desacuerdo o de incertidumbre, se requieren lentas y costosas
auditorías para verificar los cálculos de los valores añadidos, sin mencionar las
demandas judiciales que se pueden presentar (SELA, 1995).
Finalmente, se indica que el sistema de valor añadido penaliza no sólo a los
productores eficientes con bajos costos de operación, sino a aquellos países
donde el trabajo y los costos de ensamblaje son más bajos. Esto ha conducido a
que las operaciones que confieren el origen en un país pueden no serlo en otro,
cuando los costos laborales son diferentes.
Es conveniente señalar, que los efectos restrictivos del criterio ad valorem se
pueden suavizar, empleando un método agregado, como el de contenido regional,
en el que el porcentaje de contenido interno no es el del país miembro, sino el de
la región. Por supuesto, este es un sistema que beneficiará más a aquellos países
del área que tengan una mayor integración vertical en sus procesos productivos.
En cuanto al criterio de prueba de procesos específicos, se puede decir que es un
método administrativamente costoso por cuanto se deben elaborar extensas listas
de todos los procesos productivos aceptables para conceder el origen a los
productos. Ello determina que sólo sea posible definir tales pruebas para un
número limitado de productos. Además, obliga al productor a demostrar como es
su proceso productivo cada vez que exporte y presiona a las autoridades
aduaneras a conocer todos los métodos de producción para lograr controlar la
administración del criterio.
Sobre el método de transformación sustancial es poco lo que se puede decir, es
un criterio tan inoperante por razones prácticas, que sería difícil cuantificar sus
costos.
 
EFECTOS SOBRE ACUERDOS PREFERENCIALES
En general, existen dos clases de efectos sobre el comercio, generados por la
existencia de normas de origen en acuerdos preferenciales: la creación y la
desviación del comercio. La creación de comercio tiene lugar cuando una mayor
actividad económica genera una demanda total más cuantiosa para las
importaciones, implica un traslado desde la producción nacional de alto costo, que
estaba protegida por un derecho aduanero, a la producción de bajo costo de un
país asociado (Francés y Palacios, 1996).
La desviación de comercio, en cambio, implica un cambio en la pauta de origen de
las importaciones (no un aumento de ellas) desde zonas de bajo costo situadas
fuera de la región, hacia productores de alto costo situados dentro del área de
preferencia que compiten en precios, en vez de hacerlo con base en costos, dadas
la preferencias arancelarias que tienen los productores de la región frente a
aquellos localizados fuera de ella, cuyos productos se encuentran sujetos a
mayores aranceles (Francés y Palacios, 1996).
Como se ha dicho anteriormente, las normas de origen son necesarias en los
acuerdos comerciales para asegurar la competencia leal dentro de la región y su
integridad. El propósito de las mismas es evitar la deflexión o triangulación del
comercio, pero deben ser diseñadas de manera tal que, mientras combaten este
fenómeno, permiten a los miembros del acuerdo disfrutar de los beneficios del
incremento del comercio, producto de la disminución de los aranceles. Sin
embargo, la preservación de una competencia justa y la expansión del comercio
de la región, muchas veces son metas contradictorias. Esto presenta una
disyuntiva fundamental, con reglas de origen más restrictivas, se logrará una
mayor prevención de la deflexión del comercio, pero habrá una menor expansión
“eficiente” del comercio intrarregional.
La selección de normas de origen con estas características serán las que ofrezcan
el sistema de determinación de origen menos costoso, en términos de que no se
convertirán en barreras para-arancelarias intra-regionales, al hacer más sencillo
para los productores el cumplimiento de los requisitos de origen, además de
impedir que la desviación de comercio se convierta en una actividad más atractiva.
En el caso concreto de los diferentes criterios de determinación del origen,
Stephenson y James (1995) consideran que el criterio del cambio de clasificación
arancelaria es el más liberal, con la mayor proporción de comercio creado,
seguido por la prueba de procesos específicos y por la regla del valor agregado,
considerada como la más restrictiva.
 

EFECTOS DE LA DESVIACIÓN DEL COMERCIO


A pesar de todo, las normas de origen adoptadas para evitar la deflexión, pueden
proveer incentivos para la desviación del comercio, tanto de insumos como de
bienes elaborados. En el primer caso, los productores de un país preferirán
adquirir insumos más costosos de otro país miembro, en detrimento de compras
de insumos más baratos en el resto del mundo, con el objeto de satisfacer los
requisitos de origen y así lograr exportar el producto final a un país socio con cero
aranceles (Krueger, 1995).
También se puede presentar desviación del comercio de bienes terminados, en el
que un productor regional menos eficiente pueda competir en precios, gracias a
los bajos aranceles de la zona, y vender sus productos a otro país miembro, con
preferencia a bienes producidos en terceros países. Cabe mencionar también, que
las normas de origen pueden tener un impacto negativo sobre los países no
miembros de los acuerdos preferenciales. Con la formación de un área de libre
comercio, los países no miembros no sólo son víctimas de la desviación del
comercio, sino que además deben enfrentar un incremento de la protección de la
región. En el caso de las exportaciones de insumos y bienes intermedios por parte
de terceros países, las normas de origen asociadas a acuerdos preferenciales no
sólo tienen efectos perjudiciales, porque son equivalentes a un arancel prohibitivo
para los suministros no originarios, sino que pueden determinar la desaparición de
proveedores competitivos localizados en terceros países.
En el caso de los productos terminados, puede ocurrir lo mismo, una vez que los
productores regionales de bienes elaborados fortalezcan sus relaciones con los
proveedores de bienes intermedios, aumentando la integración vertical de los
procesos productivos dentro de la zona. Hasta tanto esto no suceda, los
productores de bienes finales de terceros países podrán colocar su producción y
permanecer competitivos (Hoekman, 1993). Esto puede explicar, tal vez, la
inversión extrajera “forzada” que se ha observado por parte de las empresas
multinacionales den-tro de las principales zonas de integración, las cuales se han
visto en la necesidad de asentarse en alguno de los países miembros, para tener
acceso a los demás mercados socios y no ser desplazadas por otros productores
intrarregionales.
 

MATRIZ DE PROTECCIÓN REGIONAL

En general, el nivel de importancia de las normas de origen dentro de un acuerdo


comercial, se puede obtener determinando el grado de proteccionismo que ellas le
brindan a la región. Existen dos factores indicativos del nivel de protección: los
valores absolutos de los aranceles externos de cada país miembro del área y las
diferencias relativas entre esos aranceles aplicados a los mismos productos
provenientes de terceros países.
En la Matriz de Protección Regional se explica el grado de importancia que tienen
las normas de origen para los tratados de libre comercio, que está directamente
relacionada con el grado de protección a los países miembros de una región.
También se puede aplicar a acuerdos comerciales preferenciales de cualquier tipo.
De esa manera, bajos aranceles externos con muy pocas diferencias relativas,
tenderán a hacer que las normas de origen pierdan influencia sobre los flujos
comerciales, presentando un mínima importancia. No es así en el caso contrario,
que ilustra la situación típica de los tratados de libre comercio, donde las normas
de origen tienen mucha importancia, al existir altos aranceles externos y grandes
diferencias relativas entre los mismos.
En un acuerdo comercial en el que se establezcan bajos aranceles externos, por
más alta que sea la diferenciación relativa de estos en los países miembros, poca
será la importancia de las reglas de origen. Si la situación presenta altos aranceles
externos con baja diferencia relativa entre ellos, implica una importancia
moderada, en virtud de que se está frente al caso de una unión aduanera.
 
 

LAS NORMAS DE ORIGEN Y SU MANIPULACIÓN


 Apartando todas las consecuencias económicas que las normas de origen
pueden acarrear, es necesario mencionar que estas pueden ser objeto de
manipulaciones que pueden hacer aún más perversos los efectos sobre el flujo
comercial de una región integrada comercialmente.
Las áreas de libre comercio no fueron creadas para ser proteccionistas, su
objetivo es el mayor incremento del intercambio comercial a través de la creación
del comercio y no su desviación, pero las normas de origen, dependiendo de como
sean establecidas, pueden ser las causantes de que exista desviación del
comercio.
La formulación de normas de origen para productos específicos es una tarea que
está a cargo de especialistas quienes, con frecuencia, son representantes de las
industrias a quienes les afecta el asunto, de manera que esto ofrece a los
productores domésticos, la oportunidad de ejercer presión para ser protegidos y
evitar la competencia. Contra esta situación, a veces no hay opositores efectivos
salvo, quizás, el caso de una industria que se beneficie con una regla liberal que
pudiera hacerle frente (Palmeter, 1993).
De todos los criterios para determinar el origen, el cambio de la clasificación
arancelaria y el de procesos específicos son los más susceptibles de
manipulación. Desafortunadamente, el primero de estos métodos es el que ofrece
la base más práctica para establecer las reglas de origen (Palmeter, 1993).
Por otra parte, debe señalarse que la manipulación de las normas de origen no
ocurre sólo en su formulación, sino que también son susceptibles de serlo en su
administración. Especialmente, cuando se trata de reglas de origen no
preferenciales, la administración de aduanas tiene extrema autonomía y
discrecionalidad, como en los casos de procedimientos antidumping, aplicación de
cuotas, medidas restrictivas de las importaciones de un determinado país, etc.

REGLAS DE ORIGEN ESPECÍFICAS APLICABLES A LOS PRODUCTOS


Por medio de las reglas de origen específicas se establecen aquellos procesos de
elaboración o transformación que deben de aplicarse a los materiales, insumos o
partes no originarias utilizados en la producción de un producto o grupo de
productos para que estos adquieran el carácter de “productos originarios” dentro
de un determinado Acuerdo y por lo tanto puedan recibir el trato arancelario
preferencial que se haya acordado entre los países Parte.
¿QUÉ ES TRATAMIENTO ARANCELARIO PREFERENCIAL?
En el comercio normal de productos (sin Acuerdo), los países al ingreso del
producto importado a su territorio cobran un determinado arancel aduanero,
conocido como arancel de Nación Más Favorecida (NMF), por ejemplo, el 25 %
para una prenda de vestir.
Bajo un Acuerdo, este arancel aduanero se establece o negocia la forma o
categorías de desgravación bajo la cual este se aplicará entre los países Parte del
Acuerdo, según producto. Ejemplo:
● Categoría “A”: Acceso inmediato (acceso inmediato a la entrada en vigor
del TLC);
● Categoría “B”: el arancel base se desgrava en 5 años;
● Categoría “C”: el arancel base se desgrava en 10 años,

Otras categorías que los países Parte acuerden, incluyendo productos que se
excluyen del programa de d
Las reglas de origen específicas o requerimientos de transformación o elaboración
de los materiales no originarios, no necesariamente son las mismas con todos los
socios comerciales con los que se ha negociado. Estas varían dependiendo de la
estructura productiva con que cuenten los países con los que se está negociando,
de ahí que, por ejemplo, podemos encontrar reglas de origen específicas con las
siguientes características:
Defensivas o complejas, por medio de las cuales se privilegian en la fabricación de
un determinado producto, el uso de los materiales o insumos originarios de los
países que forman parte del Acuerdo; razón por la cual no se permite (o se limita)
el uso de materiales no originarios; por ejemplo: café, azúcar, melaza, alcohol
etílico, medicamentos, entre otros.
Ofensivas, por medio de las cuales se permite, en la fabricación de un
determinado producto, el uso de materiales cuya producción es limitada o
inexistente en los países Parte del Acuerdo. Se identifican, por ejemplo: trigo para
la elaboración de harina de trigo, concentrados de jugos para la elaboración de
jugos y néctares, materiales para la elaboración de abonos, manufacturas de
plástico, papel y cartón y aluminio, así como materiales para la fabricación de
lápices, marcadores, bolígrafos, entre otros.
Mixtas, que permiten la utilización de cierto porcentaje de materiales no originarios
a pesar de que existe producción de los mismos en los países Parte de un
Acuerdo y de igual forma la utilización de materiales que no se producen en dichos
países, por ejemplo: harina y sémola de maíz, productos con contenido de azúcar
(confites, chocolates, etc.), calzado, mochilas rociadoras, entre otras.
Simple transformación (flexible), por medio de las cuales los países Parte de un
Acuerdo permiten la utilización de materiales no originarios de cualquier parte del
mundo sin importar su origen.
Además de los tipos de reglas de origen específicas antes señaladas, puede darse
el caso o existencia de reglas de origen de carácter flexible, aplicables bajo un
determinado volumen de exportación de determinados productos (conocidos
comúnmente como contingentes o cuotas de exportación), cuyos requerimientos
de transformación o elaboración son fáciles de cumplir, dado que permite al
productor o exportador la utilización de materiales no originarios de cualquier parte
del mundo para la fabricación de un determinado producto.
Una vez se ha llenado el contingente o cuota, si se quiere seguir exportando ese
tipo de producto, el productor/exportador debe de cumplir la regla de origen
específica de carácter permanente que se haya acordado para ese producto cuyos
requisitos, por lo general, exigen la utilización de materiales originarios de los
países Parte del Acuerdo.
Por ejemplo:
Los países “A” y “B”, son Parte de un Acuerdo específico, para lo cual el país “A”
otorga al país “B” un contingente de exportación de 10 millones de Metros
Cuadrados Equivalentes (MCE), para determinadas prendas de vestir que se
clasifican en el capítulo 62 del Sistema Armonizado.
La regla de origen específica aplicable a contingente para dichas prendas de vestir
permite la utilización de tejidos de cualquier parte del mundo.
El país “B” utiliza tejidos originarios de un tercer país (no Parte del Acuerdo) y
elabora una prenda de vestir en el país, la cual exporta al país “A”, bajo dicho
contingente. Cuando el contingente sea completado, la prenda de vestir al ingreso
al país “A” deberá cumplir con la regla de origen específica permanente, la cual
por lo general exigirá que los tejidos, por ejemplo sean originarios de los países
parte del Acuerdo.

✓ LEGISLACIÓN APLICABLE

● El Acuerdo sobre Normas de Origen (Acuerdo multilateral sobre el


Comercio de Mercancías), Los Resultados de la Ronda Uruguay de
Negociaciones Comerciales Internacionales (Textos jurídicos) ;
● Capítulo de Reglas de Origen (incluyendo reglas de origen específicas)
contenida en cada uno de los Acuerdo, suscritos por el país;
● Instrumentos preferenciales unilaterales (Sistema Generalizado de
Preferencias (SGP));
● Reglamentaciones Uniformes de los Acuerdos para los cuales se hayan
negociado;
● Directrices Comunes para el caso del Tratado de Libre Comercio entre
República Dominicana – Centroamérica y los Estados Unidos (CAFTA-
DR);
● Reglamento Centroamericano sobre el Origen de las Mercancías;
● Código Aduanero Uniforme Centroamericano (CAUCA); y
● Reglamento al Código Aduanero Uniforme Centroamericano (RECAUCA).

Ejemplos:

https://es.slideshare.net/hlarrea/normas-de-origen
CONCLUSIÓN

Las normas de origen son fundamentales para asegurar que los beneficios del
mercado ampliado alcancen sólo a los productos de los países comprometidos en
un proceso de integración. A través de ellas, se establecen las condiciones
mínimas que debe cumplir una mercancía para ser considerada originaria.
 

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