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ANTONIA MARIA TRISTA ZOILA CARNEADO MORE GRACIELA P#REZ Elementos somaticos en las unidades fraseolégicas La tendencia a crear unidades fraseoldgicas utilizando como materia prima el caudal léxico de una lengua es, desde épocas remo- tas, inherente al hombre; éste las crea y la comunidad las acepta, difunde y conserva o desaparece atendiendo a su grado de utilidad como recurso nominal o predicativo en una época 0 momento dado. El nuevo significado surge como resultado de la reinterpretacién semantica de uno o mas componentes, o de la interaccién de éstos dentro de la combinacién. El significado recto de los elementos inte- grantes se pierde o debilita, pero queda como orientador, mas o menos transparente, de las asociaciones creadas. _EI resultado de las investigaciones fraseolégicas ha permitido Negar a la conclusién —aceptada por la mayorfa de los especialistas—, de que toda unidad fraseolégica tiene su motivacion, y que ésta puede tener diferente grado de transparencia u opacidad, como es natural en unidades cuya creacién pudo ocurrir en circunstancias particula- res, conocidas por un reducido grupo, y extendida posteriormente a toda una comunidad. Ademas, no pueden perderse de vista las posibles transformaciones que una unidad de este tipo puede sufrir desde su nacimiento hasta la fecha (recordemos la existencia secular de algunas de ellas), lo que, en ocasiones, nos induce a pensar en la inexistencia de la motivaci6n. Como es sabido, los elementos Iéxicos que integran las unidades fraseoldgicas denotan las principales caracteristicas vitales del hom- bre y el medio en que éste se desenvuelve. Aparecen reflejados repre- sentantes de Ja fauna y la flora, y, de manera principal, las diferentes partes del cuerpo humano con algunas de sus propiedades caracte- risticas. Estas ultimas hacen que muchas de las im4genes que sub- yacen en las unidades fraseolégicas sean semejantes en diferentes lenguas aunque, como es natural, cada pueblo aporta sus matices 56 y pone mayor o menor énfasis en ciertas peculiaridades. En todo esto encuentran reflejo las valoraciones subjetivas y objetivas de la realidad. Asi, por ejemplo, es comtin que se tome el brazo como represen- tativo de la fuerza: nada se resiste a su brazo, y como representativo de gente que trabaja fisicamente: aqui hacen falta brazos. No es excepcional tampoco que el corazén, sea considerado habi. tualmente como asiento del amor y de los sentimientos, ni la bilis como simbolo del mal humor, mal caracter 0 inclinacién a ver con antipatia las cosas o las personas'. Estos significados metaforizados de algunos elementos somati- cos, son los que intervienen muchas veces en la creacién de las uni- dades fraseolégicas. Otras veces son sus propiedades reales que, en su interaccién con los demas elementos, son capaces de crear ima- genes metaforizadas de gran transparencia. El presente trabajo constituye una muestra de un estudio mas amplio en el que se ha tratado de establecer los aspectos que se toman como base en la reinterpretacién semantica de las combina- ciones de palabras con elementos somAticos. El material ha sido extrafdo del fichero del Diccionario cubano de fraseologismos, en proceso actualmente. Con estos ejemplos queda de manifiesto las grandes posibilida- des que poseen estos elementos para incrementar el caudal fraseo- légico de toda lengua y la amplia participacién de las diferentes par- tes del cuerpo humano, con sus peculiaridades, en la creacién de estas unidades. Estas partes del cuerpo humano pueden ser generales o regio- nales, es decir, que pueden estar distribuidas por todo el cuerpo, como sucede con los huesos y la sangre, o estar localizados en una regién especffica del cuerpo, dividido éste, de una manera conven- cional, en cabeza, cuello, tronco y extremidades. El reflejo del cuerpo humano en la fraseologia puede observarse en el esquema que pre- sentamos mas adelante. 1 Datos tomados del Diccionario de Uso de la Lengua Espafiola, de Maria Moliner. 57 En nuestro trabajo nos limitaremos a analizar las partes del cuerpo localizadas en la cabeza y, dentro de ésta, las que se encuen- tran en la cara, es decir, la frente, las cejas, las pestafias, los ojos, la nariz, la boca y sus partes, y la barba. Cabeza De las veintitrés acepciones de cabeza registradas por Maria Moliner en su Diccionario, en su mayorfa derivadas semanticamente de la primera acepcién: “porcién del cuerpo del hombre situada en la parte superior o anterior, en la que estan los érganos de los sentidos localizados”, encontramos s6lo cuatro reflejadas en estas unidades fraseoldgicas. De la primera acepcién se toma el sema relativo a la posicién en que se encuentra la cabeza para formar tres fraseologismos: —Ir a la cabeza: Delante, sirviendo de guia. —Marchar de cabeza: Ir con trabajo y dificultad. —Nacer de cabeza: Ser desgraciado y tener mala fortuna en todo lo que se pone a mano. Las acepciones seis y sicte del Dic. de Marfa Moliner definen cabeza, en el sentido que nos interesa, como “inteligencia y mente”, facultad con que se piensa, y ofrece una larga lista de sinénimos entre los cuales nos interesa destacar “juicio” por el peso que tiene como base para la formacién de unidades fraseoldgicas. El hecho de que la definicién de las unidades fraseoldgicas de este grupo se confundan entre si por la misma proximidad semantica de estos términos, ha hecho que las mismas constituyan la mayoria, en total cuarenta unidades fraseoldgicas de las cincuenta y siete selec- cionadas. —Buena cabeza: El que es sensato, prudente y discreto. Tam- bién se dice de la persona de gran talento y que se distingue en alguna cosa. —Cabeza dura: La de la persona torpe. También la de la persona obstinada. —No tener (algo) ni pies ni cabeza: Ser completamente absurdo, vores (ered) aig eyPON PUI oe sopepiwenxg pad ouey opog ozeag o1quioq sesien (ozeuidsa ‘owoy) epredsy oB1qQUO (o8uopuow ‘sediy) esieg eI} oouoly, (ie) oa Sliq--- (eBupues) opestyy ONVWAHK ‘olayed) ld ; Sas oauand osony {ajoqy uowynd oye eds e809 ee A ugze109 oS (210909 0 210309 ‘9]9]]08 ‘ozandsad) oyjan>, (sosas) o2qaiag. 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Con cabeza tenemos algunos ejemplos: —Agachar la cabeza: Obedecer y ejecutar sin replicar lo que se manda. —Caérsele la cabeza: Dicese cuando por cansancio o suefio se inclina o deja caer con languidez. —Con la cabeza alta: Sin tener de qué avergonzarse, con orgullo. —Darse con la cabeza contra la pared: Hacerlo asi, materialmen- te, por desesperacién. En general, se emplea simbélicamente con el significado de estar furioso. En el tiltimo grupo se incluyen aquellas unidades fraseolégicas en las que el significado de cabeza no tiene peso en la reinterpretacién semantica, sino el hecho integral que encierra la unién de todos los elementos que integran la unidad. Su significado es transparente: —Comprar cabeza y cogerle miedo a los ojos: Meterse en alguna empresa y cogerle miedo a los resultados. —No tener (alguien) donde volver la cabeza: No tener a dénde ni a quién acudir en busca de remedio o ayuda. —Meierse de cabeza (en una cosa): Emprenderla o incorporarse a ella con decisién, de Ileno, 60 Cara En la mayor parte de las unidades fraseolégicas con este elemen- to somatico (once de veinte), éste tiene como base la tercera acep- cién que aparece en el Diccionario de Maria Moliner: “gesto que denota un estado de animo”. No es de extrafiar que esto sea asi si se tiene en cuenta la gran productividad de esta estructura fraseolégica la cual da lugar a numerosas variantes aceptadas y difundidas en la comunidad. Puede observarse la existencia de unidades fraseolégicas con cara para expresar diversos estados de animo: —Cara de perro: La que expresa hostilidad 0 enfado. —Cara de vinagre: La que expresa tristeza 0 contrariedad. —Poner mala cara: Gesto que expresa desagrado ante lo que se ofrece, propone, se hace o se dice. —Cara de pascuas: La que revela alegria. La risuefia y placentera. La combinacién del somatismo cara con los demas integrantes léxicos de la unidad fraseoldgica crea una imagen metaforizada i bastante transparencia en muchos de los ejemplos, algunos de los cuales ofrecemos a continuacién: —A cara descubierta: Noble o abiertamente, sin ocultarse. (Qui- zas combinacién opuesta a la idea que encierran las unidades fraseolégicas quitarse u ponerse lu careta). —Caérsele (a alguien) la cara de vergiienza: Sentirse extraordina- riamente avergonzado, sobre todo, ante reconvenciones. —Sacarle (a alguien) los colores a la cara: Avergonzarle. —Tener varias caras: Dicese de la persona hipécrita que, segtin las circunstancias y conveniencias, adopta posiciones contra- rias entre si. Frente No son muchas las unidades fraseoldgicas que tienen como ele- mento integrante este lexema. Hemos seleccionado solamente cuatro en cuya motivacién subyacen diferentes acepcicnes de frente. Asi, como ejemplo de la primera de éstas: “parte superior de la cara 61 desde el borde de las drbitas hasta la inflexién en que comienza la cabeza”, encontramos: —De frente: Con la frente o parte delantera dirigida al lugar hacia el que se avanza. Uno frente a otro. Como parte de un gesto, en su segunda acepcién, tenemos la unidad fraseolégica: —Arrugar la frente: Hacerlo asi con el gesto natural de sorpresa o enfado. Poner gesto de disgusto. Y, por ultimo, tomando como motivacién el significado de “inte- ligencia” del somatismo frente se ha creado una imagen transparente basada en la interaccidn de los elementos que constituyen el fraseo- logismo: —wNo tener dos dedos de frente: Discurrir muy poco. Cejas La ceja como parte de la cara no aparece con frecuencia reflejada en la fraseologia. Esto se debe, quizds, a que Ja funcién de esta parte del cuerpo no tiene la importancia de otras, como ocurre con la boca, los ojos, etc. De los cinco ejemplos encontrados, dos toman como base gestos que acompafian un estado de animo: —Arquear las cejas: Hacer el gesto de levantarlas, que expresa sorpresa 0 asombro. —Fruncir las cejas: Hacer el gesto de arrugar el entrecejo, lo que expresa enfado o preocupacién. La posicién de las cejas en la parte superior del cuerpo, como sucede con otros somatismos localizados en la cara, sirve de base para la creacién de un fraseologismo: —Estar hasta las cejas: Estar harto de algo o de alguien. También se toma como base la posicién de las cejas, el espacio situado entre una y otra donde, figurativamente, podria localizarse el pensamiento en la siguiente unidad fraseoldgica: —Metérsele (a alguien una) cosa entre ceja y ceja: Obstinarse en ella. Fijarse un pensamiento o propdsito, La imagen que subyace en la combinacién de palabras, de posible realizacién, aunque poco probable, da transparencia a Ja unidad fra- seoldgica. —Quemarsele las cejas: Estudiar mucho. Pestafias Hemos encontrado solamente una unidad fraseolégica con este somatismo. Este ejemplo constituye una variante, 0 viceversa, aquel constituye una variante de éste: —Quemarse las pestafas: Estudiar mucho. Ojo Por la importancia de su funcién y sus propiedades, el somatis- mo ojo es uno de los de mas frecuente aparicién en las unidades fraseoldgicas. De las cincuenta y siete unidades fraseolégicas con el lexema ojo, en la inmensa mayoria subyace en la motivacion la primera acep- cién de ojo como “érgano con que se ve”: —Clavar los ojos: Mirar con particular cuidado y atencién. —Comerse (algo 0 a alguien) con los ojos: Mirarlo con codicia, con envidia; con amor o con cédlera. —Con los ojos cerrados. Sin reflexionar; con entera confianza. —Saltar (algo) a los ojos: Ser muy claro o evidente; no necesitar de explicacién. La alta valoracién de este érgano de la vista aparece reflejada en las im4genes metaforizadas de las siguientes unidades fraseold- gicas: —Costar un ojo de la cara: Ser excesivo el precio que se paga por algo. —Dar un ojo de la cara (por algo): Desearlo mucho, 63 —Querer como a los ojos de su cara: Tener predileccién por algo o alguien. La posicién de los ojos en la parte superior de la cara sirve de motivacion en la siguiente unidad fraseoldgica: —Hasta los ojos: Muy comprometido en cierta situacién. Muy empefiado. Con mucho de una cosa 0 con exceso. Harto, can- sado de una cosa. Y con la acepcién “cuidado o tacto con que se comporta” se refleja en el siguiente ejemplo: —Andarse con ojo (cien, cuatro ojos): Obrar con mucha pre- caucién o cautela. Diversos gestos en los que intervienen los ojos sirven de base para crear la imagen metaforizada de la unidad fraseoldgica. —Cerrar los ojos (a algo): No querer enterarse de ello para no disgustarse o por terquedad. Permitir cierta cosa haciendo como que no se advierte. —Bajar los ojos: Ruborizarse. —Poner los ojos en blanco (delante de algo o de alguien): Mos- trar por la cosa o persona de que se trata una admiracién o devocién exagerada. Las imagenes transparentes creadas sobre la base de la interac- cién de los elementos integrantes, entre los que se encuentra el soma- tismo ojo, dan lugar a las siguientes unidades fraseoldégicas: —Cuatro ojos: Se aplica como apelativo a la persona que lleva espejuelos. —Dormir con un ojo abierto y otro cerrado: Se dice de la per- sona que duerme prevenida. —No saber (alguien) ni donde tiene los ojos: Ser muy ignorante en las cosas mas claras y triviales. Nariz Contrariamente a lo que sucede con ojo, la nariz como érgano donde estan los orificios que comunican con el sentido del olfato, no 64 aparece representada en los ejemplos de“unidades fraseolégicas encontrados. En general, no son numerosos los ejemplos en que aparece el somatismo nariz. El hecho de constituir la nariz un saliente de la cara (segunda acepcién) subyace en la motivacién de las unidades fraseoldgicas: —Dar con la puerta en las narices (a alguien): Desairarle, recha- zarle o rehusarle algo que pide. —Darse de narices (con alguien): Tropezar con la persona de que se trata. —No ver mds alld de sus narices: Se dice de la persona torpe o necia. A través de un gesto realizado con esta parte del cuerpo también puede expresarse un estado de animo: —Hinchar las narices: Levantar las aletas, lo que constituye un gesto de célera. Boca La boca es una de las partes del cuerpo mas utilizada para for- mar unidades fraseolégicas. Hemos recogido cincuenta y ocho ejemplos para este trabajo y en ellos hemos podido constatar que el hecho de estar relacionada con la accién de hablar subyace con mayor frecuencia en las unidades fraseolégicas con el somatismo boca (42 de las 58): —Andar de boca en boca: Ser objeto de conversaciones o habli- llas ptiblicas. —Blando de boca: Se dice de la persona facil en decir lo que debiera callar. —Coserse la boca: Callar la boca. —De la boca para afuera: Aplicado a la manera de decir algo. Sin sinceridad. —No despegar la boca: Enmudecer. La participacién de la boca en la accién de comer ha dado lugar a algunas unidades fraseoldgicas: 65 Tener buena boca: Comer bien, sin majaderias ni caprichos. —Hacer boca: Comer alguna cosa ligera y estimulante que abra el apetito a otras mas suculentas. —Hacerse la boca agua: Pensar con delectacién en iina cosa, particularmente de comer. Un solo fraseologismo hemos encontrado que tiene como base.tin gesto que expresa un estado de 4nimo: —Con la boca abieria: Boquiabierto, asombrado, deslumbrado, pasmado o sorprendido. La posicién de la boca en la parte superior del cuerpo humano ha dado lugar a un fraseologismo: —Estar con el agua a la boca: Estar en un gran aprieto. En casos como los siguientes, es la combinacién de los elemen- tos integrantes lo que crea una imagen de gran transparencia y expre- sividad: —Aparecer con la boca llena de hormigas: Aparecer muerto. —En boca cerrada no entran moscas: Expresa que lo que menos complicaciones trae es no hablar. Labios ' De modo analogo a lo que ocurre con el somatismo boca, y por aparecer en su acepcién (5) como sinénimo de ésta, no es de extrafiar que el somatismo /abio se encuentre asociado, en la mayor parte de las unidades fraseoldgicas encontradas, con la accién de hablar (4 de 5): —Cerrar los labios: No decir palabra. —Morderse los labios: Violentarse para reprimir la risa o el habla. —No despegar los labios: Mantenerse callado mientras otros hablan. —Sellar los labios: Callar. 66 Relacionado con la accién de saborear algo; no solo referido a comida, con lo que puede asociarse este lexema, aparece un fraseo- logismo: —Llegar apenas a los labios: Perder la posibilidad de saborear 6 disfrutar algo cuando apenas se habia comenzado a hacerlo. Lengua De las veintisiete unidades fraseolégicas seleccionadas en las que interviene el somatismo lengua, veinticinco estan motivadas por la funcién que, como érgano que participa en la articulacién de los sonidos, tiene la lengua. En su mayorfa tienen gran transparencia: —Tener en la punta de la lengua: Dicese cuando queremos decir algo que recordamos y anda rondando nuestra memoria. —Atar la lengua: Obligar a callar a alguien. —Desatarse las lenguas: Decir algo que debiera callar por pru- dencia o discrecién. —No tener pelos en la lengua: Ser persona de las que dicen lo que se les ocurre; puede implicar descaro o franqueza. EI significado de las dos unidades fraseolégicas restantes esta asociado con gestos. El primero, se forma quizds por analogia con la manera de manifestar el cansaucio que tienen algunos mamf{feros; el segundo, constituye un gesto de burla utilizado, en particular, por los nifios: —Con la lengua afuera: Cansado, fatigado, jadeante. —Sacar la lengua: Burlarse de alguien. Diente Son diversas las asociaciones que subyacen en la significacién de las unidades fraseoldgicas con el elemento diente como parte integrante y principal. Asociada a la primera acepcién: “pieza dura de las que estan implantadas en las encfas y sirven para masticar”, solo hemos encon- trado un ejemplo de unidad fraseolégica: 87 Tener buein diénte: Comer de ordinario con buen apetito. No ser exigente en la comida. Algunas de las unidades fraseolégicas estén relacionadas con la accion de hablar, por participar los dientes en la articulacién de los sonidos: —De dientes afuera: (Aplicado a la manera de decir u ofrecer algo). Sin sinceridad. —Decir algo entre dientes: Decirlo tan bajo 0 confuso que no se entiende, También los dientes toman parte en gestos cuyo significado sub- yace en la motivacién de algunas unidades fraseoldgicas: —Dar diente con diente: Tiritar. —Rechinar los dientes: Apretarse y frotar unos contra otros los de ambas mandibulas, como ocurre en los accesos de rabia o célera. Barba En las pocas unidades fraseolégicas encontradas en las que barba aparece como elemento principal, ésta est tomada en su segun- da acepcién, es decir, referida al pelo que crece en esa parte y en las mejillas. Uno de los significados parece motivado, como sucede con nariz, por tratarse de una parte que sobresale de la cara: —En las barbas (de alguien) : En su presencia, lo que supone des- caro y frescura. El aspecto cuantitativo, es decir, la posibilidad de expresar can- tidad de algo, subyace en la motivacién de la unidad fraseoldgica: —A barba regada: Con mucha abundancia. Suponemos que un cardcter anecdético o costumbrista tienen Jas siguientes combinaciones de palabras metaforizadas: —De tal barba, tal escama: Expresién con la que se advierte que no se debe esperar de los hombres, generalmente, otra cosa que la que corresponde a su nacimiento y crianza. 68 7 —Hacerle ia barba (a alguien): Jugarle alguna treta; suplantarle; aventajarle en algo, etc. Conclusiones Del andlisis de los doce elementos somaticos tomados como muestra puede concluirse que, salvo excepciones, estas unidades fra- seolégicas tienen una motivacién transparente. La imagen que subyace en ellas esta motivada, como rasgo gene- ralizado, por su posicién (estan situados en la parte superior del cuerpo), por los gestos que suelen acompafiar una idea y por la funcién que realizan. Un estudio mas detallado, extendido a las demas partes del cuer- po, permitira arribar a conclusiones mds concretas acerca del com- portamiento de la motivacién en este tipo de unidad. 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