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Ser con la noche

Por Mariana Gracia Beltrán


Mi trabajo de investigación inicio con una inquietud sobre la noche como un momento con un
encanto especial para mí, me di cuenta de que era y es el momento en el que prefiero hacer las
cosas, es el momento en el que más energía y deseos de realizar algo tengo. Así mi primera
pregunta respecto a la noche fue: ¿Por qué las cosas que me gustan son mejores hacerlas de noche?
¿Por qué me gusta tanto, tanto trasnochar?
Pensando en ello, pensando en las cosas que decido hacer de noche, en las cosas que veo y la
manera en la que vivo y existo en el espacio de lo nocturno mi primera conclusión fue darme cuenta
que los objetos, las acciones y los espacios adquieren una gracia especial en la noche desde mi
perspectiva, por tanto mi siguiente interrogante fue: ¿Por qué las cosas adquieren un carisma
especial en mis ojos a la noche?
Y ese fue el interrogante esencial que guio toda mi investigación.
Lo primero a señalar sobre este interrogante y mi proceso de formulación sobre él es que tiene una
relación profunda con mi experiencia vital como observadora y habitante de la noche, por lo que
tuve que definir en primer lugar una serie de interacciones, imágenes y actos que he realizado y
observado en la noche.
Para dar una introducción a esto me gustaría rescatar un fragmento de uno de mis trabajos anteriores
en los que intente narrar mis experiencias en la noche, aquellas que me resultaban mas atrayentes y
que de inmediato me conectaban con lo que significa vivir de noche:
“La primera imagen que me viene a la mente son las luces parpadeantes de una proyección en
medio de la oscuridad de la noche, mientras los niños telepáticos tocan, y me siento transfigurada,
estoy allí parada haciendo algo que he hecho miles de veces, observar y escuchar, pero esto tiene
una calidad distinta, estoy en un toque dentro del garaje de un local de discos cerca al Parkway
que no se había , y las canciones que había escuchado en un disco no son lo mismo que habían
sido hasta el momento, son eléctricas y siento su electricidad en cada rincón de mi alma.
Hay todo un rito alrededor, gente vestida con esas bellas chaquetas de cuero y camisetas con
imágenes que siempre quiero tener puestas, discos y cerveza, y las luces artificiales parecen tener
un candor especial, los trabajos se han quedado atrás, soy libre, y todo es música y baile”. 1
Entonces encontré mi primer conexión fundamental con lo nocturno, se trata de la vida de la noche
que se despliega en la ciudad, una vida ligada profundamente a lo que significa ser joven en
Bogota, mi experiencia nocturna esta demarcada por ello.
El primer texto con el que me encontré, pensando en ello fue el escrito por Mario Margulis titulado
La cultura de la noche, y en el encontré el siguiente fragmento que me dio un camino para empezar
a destacar mis primeras conclusiones sobre mi pregunta de investigación:
“(…) existe una vida nocturna, una noche intensamente poblada por jóvenes, (…) La actividad
juvenil alcanza en las calles de la ciudad su mayor visibilidad en horas avanzadas. La ciudad
1
Este es como mencione, un fragmento de texto tomado de un informe de avance de este trabajo de
investigación titulado: Tener una cita con la noche
renace cerca de la madrugada y se puebla de jóvenes de ambos sexos. Muchos territorios urbanos
cobran de noche un significado diferente y se entrecruzan también complejos itinerarios. La
cultura de la noche tiene sus epicentros en algunos barrios, pero además se despliega por
localidades suburbanas. Las migraciones nocturnas se vinculan con complejas búsquedas juveniles
y con la articulación de géneros y subgéneros integrados por variadas tribus.
Una de las oposiciones que permite aproximarse a la significación del espacio urbano es la del
día-noche, la oposición entre luz y oscuridad, o el tiempo procesado socialmente que regula los
horarios de trabajo y de descanso. Las normas que regulan la vida urbana varían del día a la
noche. Las actividades de los pobladores están regidas por los marcos institucionales que
establecen los usos posibles de los lugares en distintas horas, la institucionalización espacial y
temporal de las prácticas sociales.” (Margulis, M 1994)2
Este fragmento fue muy significativo para mi en la medida de que me dio varios puntos esenciales
que definen a la noche como espacio temporal y físico para la vida en la ciudad a la que me estaba
refiriendo al intentar narrar mis propias experiencias nocturnas.
Lo primero que hay para decir sobre la noche es que el tiempo en ella se altera, es el momento en el
que buscamos el reposo, en el que no se nos está demandando que seamos quienes “debemos” ser
en el día, es un momento “improductivo”, o mejor dicho, un momento en que somos esencialmente
libres, nadie es dueño de la manera en la que descansamos mas que nosotros mismos, así podemos
elegir dormir, pero también tenemos la posibilidad de habitar espacios y mometos que en la luz del
día no ocurren, podemos escoger desdoblarnos, mutar, deshacernos de la piel que nos cubre en el
día que nos demanda funcionar y hacer de maneras precisas para mas bien, poder escoger ser
nosotros mismos.
Renacemos, nos transformamos en un ser distinto, nos iluminamos bajo luces artificiales de cuyas
formas, colores y tonos somos mucho mas duelos que del sol que nos ilumina invariablemente de
día, la oscuridad da a cada quien la necesidad de buscar una luminosidad propia y esencial, una luz
única que solo puede ser vista en la nocturnidad; Las luces de colores artificiales que tienen miles
de posibilidades solo se manifiestan en la noche, una serie de posibilidades que solo aparecen en
la oscuridad, las linternas, las luces de neón, todas ellas tienen un candor que solo puede ser visto
de noche, la luz solar no permitiría apreciar su encanto, sus danzas 3. En la noche renacemos como
un yo mas exacto, más sustancial e íntimo.
Solo nosotros mismos somos dueños de aquello que decidimos hacer con las horas nocturnas.
La noche es el momento donde somos dueños y reinventores del espacio, el tiempo y nosotros
mismos, habitar la noche, darle una vitalidad esencial al momento de lo nocturno es darle un
espacio especial y esencial a nuestra propia existencia libre de ataduras relacionadas al deber ser o
el deber hacer. Es en la noche donde, como luciérnagas, extendemos y encendemos el faro de
nuestra verdadera esencia.
En la noche somos. Esa es mi primera respuesta.
Ahora lo interesante de esto es que significa que la noche no es solamente un espacio exterior sino
también interior, la noche lleva y guía dentro de si una de las formas mas intimas de nuestro ser, por
eso podemos no solo habitarla si no llevarla, vestirnos de ella, adueñarnos de su esencia y portarla a

2
Margulis, M. (1994). La Cultura de la noche: la vida nocturna de los jóvenes en Buenos Aires. Buenos
Aires: Biblos Sociedad.
3
Este también es un fragmento de texto tomado del informe de avance titulado: Tener una cita con la noche
donde sea que vayamos. La noche es una manera de existir, y mas aun, una manera de existir con
plena libertad.
Por ello no puedo dejar de referirme a la serie fotográfica de María Isabel Rueda titulada vampiros
de la sabana.

Lo que me llama poderosamente la atención de esta serie fotográfica y la razón por la que la
considero muy importante para evidenciar la conclusión según la que afirmo que la noche es un
modo de ser es primero por el titulo de esta serie fotográfica. Anuncia a unos seres míticos que solo
pueden habitar en la noche. Sin embargo, son fotografías tomadas en medio del día.
En la novela que lo trajo a la existencia, es descrito como el conde Drácula debe cargar en su ataúd
tierra de Transilvania cuando viaja para seguir viviendo, solo sobre ella puede descansar y existir,
las vestimentas de los supuestos vampiros que son retratados cumplen esa misma misión, de cargar
una parte de su hábitat nocturno a lo diurno.
Es la noche como fuerza que permite subsistir en un ambiente ajeno y al mismo tiempo como
espíritu que posee los cuerpos y las mentes y les confiere formas especiales y distintivas, la noche
concediendo un alma a la carne lo que reflejan estas fotografías.
Lo que muestran las fotografías son maneras de vestirse, transformarse y tomar forma que llaman a
la noche hacia el día, son maneras de tomar identidad que tienen tras de si una fuerte declaración,
una rebeldía ante lo diurno, ante lo que la cotidianidad bajo el sol demanda, y en ello se protesta
contra aquello que es normalizado a plena luz del día y se desea critica, en esa reafirmación tan
aparentemente simple de la forma de verse y controlar la propia imagen hay un enunciado de
disconformidad con lo que la realidad y la cotidianidad fuerzan a aceptar.
Es por ello que, vuelvo a destacar el texto curatorial de esta serie fotográfica:

4
Vampiros de la sabana, María Isabel Rueda, Fotografías en blanco & negro, 120 cm x 80 cm, 2003 (sobre
esta ficha técnica es importante señalar que la uso para las 3 fotografías sin distinción debido a que ninguna
tiene un titulo distintivo y todas comparten la misma técnica y formato)
“A medio camino entre lo real y la ficción, atestiguando el fracaso de una sociedad que se precia
de ser católica mientras se desangra en una guerra de mentiras; los retratos vampiro de María
Isabel registran una pose, que puede ser vista como resistencia callada (a la maldición de ser
joven, mujer y colombiana), o como reflejo de nuestra decadencia social, del conflicto moral o
finalmente, como el siempre luto por pertenecer a un país de muertos en vida.” (Emiliano Valdés,
2007)5

Este texto me dio otra gran conclusión, la noche me resulta atrayente no solo por la libertad
personal e íntima que nos otorga per se, sino también porque nos concede la posibilidad de resistir
desde nuestra propia esencia hacia las injusticias, hacia los horrores y la violencia que ocurren a
plena luz del día.

Encontré en este texto todo un manifiesto de inconformismo con el que me identifico y en el una
importante respuesta, especialmente porque comparto y entiendo en carne propia su lugar de
enunciación, como mujer bogotana joven, este texto marca una perspectiva muy cercana a la mía:

“Tal vez el identificarme con esta búsqueda de la noche como espacio y como forma de ser es lo
que hace que encuentre esta fascinación hacia ella, es en esa insualidad, esa negación de lo
cotidiano que da la noche de manera liberadora donde reside su verdadero encanto.” 6

En la noche somos. Y cuando somos resistimos.

Ahora la noche no solo es susceptible de ser habitada, sino también descansada, y esta es otra de sus
facetas que también quise considerar, a pesar de que mi momento de partida fue el pensar la noche
como un momento para desplegar y ser.

Y este es un punto fascinante porque es en la noche que nos encontramos con el reposo, y en el con
el sueño, y en el sueño esta el mundo de lo onírico.

Esto me conecto de inmediato al siguiente texto con el que tuve una conexión y un encuentro
tratando de encontrar una respuesta a mi interrogante que es cantos a la noche de Novalis:

“Pero me vuelvo hacia el valle, espíritu.


a la sacra, indecible, misteriosa Noche. (…) Obscuramente, inefablemente nos sentimos
¿Te complaces también en nosotros, Noche movidos
obscura? –alegre y asustado, veo ante mí un rostro
¿Qué es lo que ocultas bajo tu manto, que, grave,
con un rostro que dulce y piadoso se inclina
fuerza invisible, toca mi alma? hacia
mí,
Un bálsamo precioso destila de tu mano, y, entre la infinita maraña de sus rizos,
como de un haz de adormideras. reconozco la dulce juventud de la Madre–.
Por ti levantan el vuelo las pesadas alas del

5
Valdés, E. (2003). Vampiros de la Sabana. abril 23, 2020, de Wix Sitio web:
https://mariaisabelrueda.wixsite.com/mariaisabelrueda/vampiros-en-la-sabana
6
Este es un fragmento de texto tomado del informe de avance anterior a este titulado: Vivir la noche, usar la
noche
¡Qué pobre y pequeña me parece ahora la
Luz!
¡Qué alegre y bendita la despedida del día!
Así, sólo porque la Noche aleja de ti a tus
servidores
por esto sólo sembraste en las inmensidades
del
espacio las esferas luminosas,
para que pregonaran tu omnipotencia –tu
regreso–
durante el tiempo de tu ausencia.
Más celestes que aquellas centelleantes
estrellas
nos parecen los ojos infinitos que abrió la
Noche
en nosotros.
Más lejos ven ellos que los ojos blancos y
pálidos
de aquellos incontables ejércitos
–sin necesitar la Luz,
ellos penetran las honduras de un espíritu
que
ama–
y esto llena de indecible delicia un espacio
más
alto.” (Novalis 1982)7

7
Novalis. (1982). himnos a la noche . obra
reproducida sin responsabilidad editorial: luarna.
Lo que encuentro esencial para hablar de este siguiente punto de mi investigación dentro del texto
del poema que acabo de citar es las formas y metáforas oníricas presentes en el, la forma en como
evocan la noche como un plano distinto al terrenal, lleno de belleza y misterio a través de imágenes
que solo a través del sueño o la imaginación podemos encontrar.

Y ¿no es acaso en los sueños donde empezamos a darle forma a nuestra imaginación y
pensamientos?
Creo haberlo mencionado en trabajos anteriores y lo vuelvo a resaltar, los sueños y el reposo en la
almohada son un pequeño portal hacia mundos desconocidos y enormes, son una manera de viajar
sin movernos.

Sin la noche no podríamos soñar, y sin los sueños no podríamos imaginar.

Y de allí podría despegar para decir las miles de capacidades vitales que perderíamos, pero podría
resumirlo con la siguiente frase: sin los sueños y la imaginación perderíamos aquello que nos hace
humanos

El tener un contacto con la imaginación y con los sueños nos hace incluso mas capaces de
movernos en la realidad durante el día. No es un hecho casual que cuando tenemos que tomar una
decisión compleja necesitemos “consultarlo con la almohada”, este viaje mental e imaginario que
tenemos en el mundo de los sueños nos permite permanecer cuerdos, entender mejor lo que vivimos
despiertos y poder ser nosotros a la mañana siguiente.

Es por esto que considere fundamental mencionar la instalación sonora presente en la exposición el
origen de la noche. Y quizás la mejor manera de explicar por qué encontré fundamental el análisis
de esta instalación lo tengo en el siguiente fragmento de uno de mis trabajos anteriores para esta
investigación:
“(…)se reflexionaba sobre el lugar de pensamiento y enunciación de lo indígena en el mundo,
desde lo político y lo místico, y en medio de ella había una instalación sonora que recogía distintas
narraciones sobre el origen de la noche.
Eran narraciones plagadas de imágenes sonoras, que llamaban una serie de metáforas que
evocaban el agua y la selva estaban rodeadas de oscuridad únicamente iluminada por una tenue
luz que recordaba a un fuego alumbrando en la oscuridad alrededor del cual podía uno acostarse
a escuchar las historias.
En resumen: La instalación era un pequeño pedazo de la noche ancestral en el que el tiempo
discurría de manera diferente, no importaba si uno entraba de día, allí siempre era de noche.
Era inevitable sentirse arrullado y eventualmente dormir en ella, al punto que durante un largo
tiempo en la universidad la instalación cumplió el papel de una cama común en la que todo
estudiante agotado terminaba yendo a buscar reposo. Y ello no estaba mal. La instalación
rescataba el elemento de los cuentos a la hora de dormir y siempre he creído que si las personas
no cayeran dormidas la instalación perdería algo fundamental de su planteamiento: el trazar un
puente hacia el espíritu de la noche, hacia lo consciente e inconsciente que da el paso desde la
imaginación hasta el sueño. Un puente hacia otro mundo muy diferente al de un museo en una
ciudad, de pronto podíamos estar escuchando historias en medio de una noche oscura alrededor de
una hoguera, una noche con una ventana hacía otras culturas.
Además, planteaba un espacio para buscar la liberación del espacio cotidiano de la universidad
para dar rienda suelta a la necesidad del cuerpo. Ese pequeño fragmento de noche abierto resolvió
para muchos la fuerte necesidad de un descanso durante el día, y que maravilloso que el acceder a
este generara una conexión con culturas indígenas, con imaginaciones sobre el origen de la
nocturnidad que conectan directamente a aquello que solo puede ser visto en los sueños, de ese
modo rescataba una conexión profunda con relatos que cobran un sentido sensible único, se
experimentaban las historias y la conexión con culturas distintas de una mane.
La imagen con esta instalación para mi hablo claramente, la noche, aun solamente simulada por el
sonido y la luz es un regalo para el cuerpo y la mente agotadas, una puerta para extender a través
de la imaginación las preguntas más recónditas y enigmáticas. Y las respuestas que ella ofrece no
pasan necesariamente por el intelecto sino por las sensaciones, ello haciéndolas incluso mas
efectivas que aquellas dadas por la razón porque son más libres. Son respuestas que van hacia lo
onírico.”8

8
Este es, tal y como dije antes, un fragmento de texto tomado del informe de avance anterior a este titulado:
Vivir la noche, usar la noche
9
El origen de la noche, (4 direcciones) Diana Rico y Richard Decaillet, instalación sonora. Creación colectiva
con indígenas Barasano, Andoque, Huitoto, Wayuu, Kogui, y Tubu. 2016
Así, podría enunciar mi tercera respuesta para mi pregunta, la noche nos provee con el regalo de los
sueños y la imaginación, con la posibilidad del descanso es lo que en esencia nos hace humanos y
nos da la capacidad de entendernos, de encontrarnos y saber que somos en últimos términos,
personas sin importar que tan diversos sean nuestros orígenes, la noche nos permite hablar el idioma
de la imaginación que es aquel mas universal que cualquier otro.

En la noche somos. Y cuando somos resistimos. En la noche imaginamos, y cuando imaginamos


nos acercamos y por fin comprendemos que somos personas.

Es por esto que encuentro importante referirme a una ultima obra titulada detector de ausencias
realizada por Rubens Mano:

10

(…)Detector de ausencias (1994) (…)tuvo lugar en la ciudad de São Paulo. Mano colocó sobre dos
torres de 13 metros de alto dos proyectores grandes, de antiguo uso militar. La luz incidió sobre
las personas que se encontraban en el masivo flujo peatonal del puente del Viaducto de Chá. El
juego de luz y sombra recuerda a los claroscuros de la pintura barroca, al tiempo que se distancia
de ellos evitando la contemplación y demandando a los transeúntes una experiencia activa y
reflexiva.”11

Es un acto sencillo pero eficaz que reúne todas las conclusiones a las que he llegado esta
investigación el que se propone en la instalación, el iluminar un lugar vacío por el que
eventualmente alguien caminara, el hecho se que este cambio en la luz que solo puede ser visto de
noche nos evoque que algo falta, que algo esta ausente, nos haga imaginar que es aquello que falta y
que cuando caigamos bajo la luz del reflector nos haga conscientes de nuestra propia existencia,
10
Rubens Mano, detector de ausencias, instalación, 1994
11
Sanchez, S. (2020). Rubens Mano: el espacio público, materia crítica del arte. mayo 24,2020, de
confabulario Sitio web: https://confabulario.eluniversal.com.mx/rubens-mano-artes-visuales/
nuestra propia identidad iluminada como si nos viéramos tal cual somos por primera vez. Todo lo
que esta pieza genera reduce en términos visuales mis respuestas. La noche es el momento que nos
permite ser y notar, ver y ser vistos , pues solo en la oscuridad bañada de luz es que vemos
realmente las cosas como son y nos reconocemos tal cual somos.

Bibliografía:
- Margulis, M. (1994). La Cultura de la noche: la vida nocturna de los jóvenes en Buenos
Aires. Buenos Aires: Biblos Sociedad.
- Novalis. (1982). himnos a la noche . obra reproducida sin responsabilidad editorial: luarna
- Artishock. (noviembre, 10 2016). EL ORIGEN DE LA NOCHE. SONIDO, TIEMPO Y
TERRITORIO INDÍGENA. abril 22, 2020, de Artishock Sitio web:
https://artishockrevista.com/2016/11/10/origen-la-noche-sonido-tiempo-territorio-indigena/
- Universidad nacional. (junio 16, 2018). EL ORIGEN DE LA NOCHE Sonido, tiempo y
territorio indígena. abril 23. 2020, de Universidad Nacional Sitio web:
http://patrimoniocultural.bogota.unal.edu.co/internas-museo/2018/el-origen-de-la-
noche.html
- Rueda, M. (2003). Vampiros de la Sabana. abril 23, 2020, de Wix Sitio web:
https://mariaisabelrueda.wixsite.com/mariaisabelrueda/vampiros-en-la-sabana
- Sanchez, S. (2020). Rubens Mano: el espacio público, materia crítica del arte. mayo
24,2020, de confabulario Sitio web: https://confabulario.eluniversal.com.mx/rubens-mano-
artes-visuales/

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