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Principios de Semiologia Psiquiatrica Luis Carlos Tobar Ramirez Jorge Enrique Tellez Vargas Rafael Antonio Vasquez Rojas Disesio y diagramacién: ctloare &. Casbajal Unidad de Comunicaciones, de Ciencias y Humantdader, dela UES, Indice Introduecién I Porte y Actitud Tl LaOsientacién HIT La Conciencia TV Elpensamiento V_ Sensopercepcién . VI Afecto VIL La Conducta Motora VIII El Lenguaje TX Trastornos del Lenguaje Escrito X__ Trastornos del Lenguaje Mimico wo... ee seeeeeee XI Trastornos del suefio . XI La Atencién XII La Memoria ‘XIV La Inteligencia .. XV Juicio y Raciocinio. 0... eee eee ee eee \ ‘ Introduccion. q ( ‘ Esetibir hoy sobte cualquier tema de psiquiatiia, exige del autor ua exa- men muy siguroso de conciencia profesional y ciencifics, cuyos zesultados 20 i Sempse sgradan i conveacen a todos los expecialistas. La Psiguiatia, estan cada en el presente en su evolucién cientifica por la voracidad lucrativa 0 por las rimbombancias teéricas de las diversas escuelas, atzaviesa por una de ( las taal resonates "crisis" que se abatea sobrelas "Ciencias humanas"como resultado logico de sa pubescencia y como sigao de sus entusiasmo decorbitados. Algunos de los mis resonantes movimientos teéricos del Psi- | quiatda modezoa, como la Anti-Psiquiatra y la Priquiatda comunitaria que { de aquela se originan, han conocido una precoz desventurs en algunos de sus ms fandamentales prinipios, a eause de una tendenci cuticsamente ucodesctructiva de los investigadotes que, xenezando de una tzadicién clini- ca vigorosa en sus perimetros médicos, han buscado otzas soluciones, ots otieataciones, ottas leves, en ideologies extra médicas inconscientes aunque estruendosas, El quehacer médico ea el mundo modemo sc ha diversificado en tantos { estlos como naciones hay en Ja tiesra, Los "médicos descsleos" de Mao, * ( nada tendshn qué hacer entre los arabes, nila "Medicina molecult" podsa —( sez eatudiada cotrectmente en auestzo medio, sa diversifcacion geogrift- 1 del oficio médica, traduce una patalela dicotomia de culms yun seme- jamte nacionalismo cientifico que confluyen en las estructuras socio ~ econd- « ticas. Ya no se pueden itapostar conocimientos tan alegremente comoanta- —( fio, sin tenes que exporter enormes cuotes de fiacaso. En loc paises del “Tercer Mundo, todos estos problemas converge dolorosameate ea los dives- sos estraios dela Educacién estatal o puivada, por modo que los niveles dela docencia superio: universtatis, el "especialista" ha de ser muy canto y ( T ( conocimientos modemnos, sin lesionar a sensibilidad y la indole de los proble- mas tradicionales. Ta Docencia Peiquidtrica en nuestro Ambitos "en via de desazrollo" ticne tres compromisos fundatcentales: INFORMAR 4 las juventudes médi- cas universitarias sobre aquellos conocimientos bésicos que los oriente mejor 4 en el conocimiento de la enfermedad humana: FORMAR el espitita vocacio- nal de aquellos estudiantes que se sienten inclinados porla disciplina psi- quidtrica, y evitar DEFORMAR por medio de procedimientos hipertedricos Ohiper - pricticos prematutos y dogméticos, el cxiterio juvenil universitario, aria, un inepto para esa clase de coetciones Naturalmente esto no es ficil sino extremadamente dificil y obligante y tampoco puede hacerlo cualquiera . Sélo un lento y prolongado trasegar por Jos meandros y peaumbtas de la psicopatologis, la psicologia y la clinice puede darle al docente de psiguiatela el suficiente equilibrio conceptual, la suficiente autoeritica y sobtetodo la suficiente modestia para no sentirse ni superior ni inferior ala citcunstancias, sino alas con ellasy con cada una de sus complejas implicaciones, Por razones antedichas, este prdlogo - introduccién a los " Principios de Semiologia Psiquiétrica" que sus autores han sometido generosamente 2 mi considetacién, sin necesidad de ella para acreditarse por si mismo, legan a buena hora al campo dela docencia Psiquidtrica Colombiana, no solo para Ienar ua vacto, sino pata colmar és inquietudes de no pocos estudiantes y estudiosos, Aparentemente, parecia que de todos los ramajes de la Peiquia- tria, este de la semiclogia seria cl més ficil de describir y escribir. Nada mas falso, sobretodo hoy, cuando sumiddos como estamos en el reinado de los sig- nos y de las imégencs, le .semiologia médica como “ciencia dela descrip- ciéa de los signos" dele enfermedad humana, se empacenta téoricametité con la Semasiologia o la Semidtice de la comunicaciones "Sensu Stricta’,, un sintoma es el signo por medio del cual se manifiesta una enfermedad yen. este estilo es aquello que 208 "comunica" con ella. Ya Michel FOUCAULT hha hecho de este problema un magistral estudio en su "Nacimiento dela Cli- nica” Péro esta "Comunicacién Semiética" que hace el médico con su’ pa lente por medio de los signos padecientes, no sigue la tayectoria rectilinea como la de un seméforo a ott a daca: mismas honda. ras Somatopsiquicas que confieren a un sujeto su personalidad biol6gica y psicolégica y también sa, personalidad social. Lo que "tasmite y comunica” tun enfermo a su médico es una especie de trayectoria semidtica en profundi- dad, de su vida cnferma que, como tal, y para empleat un término de Jas comunicaciones, es algo asi como una * frecuencia modulada" del padeci- miento, sobre el vector rutilante de la existencia. Ea varias publicaciones sobre este problema de la "valide 0 invalidea del sintomas" en Psiquiatria, he insistido tozudamente sobre el hecho de que al "sintoma” es la manifestaciéa prisica" de toda dolencia y le verdaders Vis Regia hacia 1a columna dorsal del acto médico: El Diagnéstico. El menospre~ civ o el franco desprecio que dela diagnésis clinica hacen algunos piscoanalsiss, ddettos "Transaccionalistas", muchos "conductistas" y casi todos los que aia comulgan com el agénico credo de la anti - psiquiatefa, no tiene ninguna defense como no sea la de desconocer culposamente " Ia logica de le Vida" , pata emplear el término de Max JACOB, en Ia que se inctibe la légica de la enfermedad. EL techazo, en ocasiones airado, de los valotes ético- medicos que contiene el diagnéstico, no es sino una nueva forma de matricularse dentto de las corrientes del itmacionalismo moderno que, rechazando la Ra- clonalidad libre y responsable del ente humano, y desprestigiando los engar- ces dela Razén y del Juicio médicos, se acogen a la esclavitnd de los. postu lados reflejolégicos e instintivos yven en ellos una nueva etaen la antilégica de Jos sofocos pulsionales. Mientras no se demnestre, istebatiblemente, que el hombre no es un ente de Razén, ¥ que por ello mismo su ctiterio ante six Destino personal supers los arcos reflejos y los sacetdocios instintivos, habta que aceptar que el Atbol genealogico bunde sus races, quiérase 0 16, en todas y cada usa de las premisas psicobiologices que estatuyen el concierto y las ttansiciones entre Ia salud yla enfermedad. El: diagnostico no es una "escue- Le", niua dogma infalible, oi una tesis apodictica, ni un capticho. Simplemen- te es el resultado NATURAL del "lengusje de la enfermedad” que ha de sex interceptado, analizado y descifrado en virtud'de la hermenéutica y de la exégesis que-proponen los signos de lz enfermedad o sintomas Esto y 20 cota cosa es la semiologfa. Lo demds, puede set cualquier cosas. Sobta decir que estos " Principios de Semiologia Psiquidttica", han sido concebidos para estudiantes de Medicina. Pero con una importante adverten- El De de Psiquiatria de Ja Facultad de del Colegio “Mayor de muestra Sefiora del Rosario, y concretamente los autores de este tex to, han estudiado muy concienzudamente el lenguaje cientifico més apto pata degar a la comprensién del estadiantado en Jo concemniente a temas cuya solo enunciacién plantea complejas divagaciones teéticas y discusiones, ain inter- minables Se ha prescindido por completo y muy hébilmente de toda confu- sign conceptual, de toda disertacién inconsistente, de toda aglutinacién y abi- 6 gaztamiento bibliogrifico, proponieado al lector el estudio de aquellos "Psin- cipios" fandamentales del saber Semiolégico que sélo tienen una significa- ciéa medico-psiquigtrica y que dimarian de una sigurosa expetiencia clinica. Sehan compilado muy atentamente nocioaes ¥ conceptos que, desctitos sin petulancias tetminologicas ni exquisiteces metodologicas, le dan al. estadian- te una visiéa clara, escueta, breve, sintética, de las normas semiologicas de la Psiquiatefa, en un estilo e idioma comprensible, accesible, concreto y veraz. En comparacin con el talante epelente, natcisista, egofilico, de rmachos textos de Semiologia Psiquiftsica que nos legan del exterior y en los que ala confusiéa de las ideas fundamentales y 2 Ja huera vanidad del estilo, se afiade un léxico premeditadamente embrollado y aturdido, los autores de estos "prin- cipios" nos: oftecen un modelo de trabajo sindptico, un sumario ejemplar de Jos conocimientos semiolégicos. Sin cacr en la demasiado facil tentacién de atribuitle a determinada enfermedad mental, un esquema semiolégico infran- queable ¢ inmodificable que fue el gran error de la Psiquiatsla finisecular, los autores nos entregan un vocebulatio semidtico genérico y-no especifico, Nosogeifico que no hay que coreat a destiempo. ‘Un prélogo es un saludo; una introduccién un compromiso. Fn estas breves lineas me he aventurado a escribir un "Prologo - Introduccién", es decir, a saludar ya comprometerme. Una y otza cosa las hago con supesior ~halgo. Treinta afios de docencia Universitaria 7 ottos tantos de ejercicio profesional, me han capacitado para conocer un poco los hombres, Jos libros ylas genezaciones, Ties cosas al lndo de las cuales he aprendido a pasar con Jk cabeza inclinada. Mucho més en esta ocasién cuando, frente a estos exce- lentes "principios" en los que veo el preludio de muevas empresas de igual aliento y perspectivas, me siento ptofundamente comprometido con un es- fuerzo que probablemente, de algusa manera contribui a estimular en le do- cencia. En forma talvez intrsigente he defendido ante propios y extrafios la primacia del_ctitetio clinico en Psiquiatria y de_ellos, lejos de aerepentirm ‘me ufano, Porque a Ja vez que he visto caet y desmoronarse muchas teorias, miltiples hipétesis, varias escuelas, que pretendieron hacer tolda aparte de la Psiquiattfa que les dio vide en ua principio, en cambio la sabidurla clinica, al arte diagndstico, la gesta pronéstica, se han mantenido incdlumes e imbati- bles. No pocos desertores han regresado a sus filas a releer la Semiologia, la Psicopatologia y la clinica. Pongue sin ellas, todo estilo de terapias est com-

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