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Memento Mori

La muerte, aquel final definitivo, inevitable, que sin importar cuánto luchemos
escapar es imposible, sin embargo, en la literatura, este no siempre es el caso, la muerte no
es más que un juguete cuando está encasillada en las páginas de un libro, un juguete que
el autor usa para jugar con las emociones del lector, más de una vez el héroe de la novela
muere valientemente, salvando el dia, o incluso es traído de vuelta a la vida como si nada
hubiera pasado, conmoviendo así a todo el que lo lea, siendo así, al interior de la literatura
la muerte se concibe como un elemento prolífico para la construcción de múltiples narrativas
utilizadas para generar tensión y atrapar al lector.
Respecto a la valiosa herramienta que representa la muerte esta ha sido utilizada de
diversas maneras a través de la historia, mientras la literatura y el pensamiento filosófico
evolucionan, cada vez creando narrativas más complejas e intrigantes utilizando a la muerte
como medio de tensión, emoción, y forma de atrapar o incluso confundir al lector, es
indiscutible que en la literatura la muerte es un tema recurrente, que de una forma u otra se
puede encontrar una relación, tal vez no directa entre esta y cualquier obra.
En primer lugar “Aura”, a simple vista parece no tener una relación directa con la
muerte, sin embargo la importancia de esta herramienta no es relevante solo ante su
presencia sino también en su total ausencia, en aquellos momentos en los que ese final
definitivo e inevitable es escapado con facilidad, lo que significa que la relación entre “Aura
y la muerte se da por la ausencia de la misma.
Por el otro lado, “Cenizas para el viento” si establece una conexión directa con la
muerte, es más, en todos los cuentos del libro, de una forma u otra se relacionan
evidentemente con la muerte, utilizando diferentes dinámicas y narrativas para presentarla,
mostrando distintas formas y perspectivas en las que se puede ver, evidenciando que
queramos o no hace parte de nuestro entorno en todo momento, y que aunque se pueda
escapar de un final definitivo no se puede escapar de la presencia de la muerte.
Respecto a la relación de la muerte y “Cenizas para el viento” esta se puede
observar en todos los cuentos, pero en algunos de ellos su relevancia es mayor ya que usa
dinámicas fuera de lo convencionales o son muy evidentes en cuanto a su representación,
por ejemplo en “El último diálogo” la muerte aparece como un personaje en sí, y aunque
esto no se revele hasta el final hay diferentes detalles que lo sugieren, en este cuento un
niño tiene su último diálogo con la muerte, que a diferencia de muchas representaciones
Hernando Tellez la describe como una mujer bella con características similares a las de la
madre del niño y su profesora, sin embargo la muerte no siempre es tan evidente, tal como
en “Dirección desconocida”, ya que a través del relato su presencia se hace cada ve mayor
y más evidente de una forma tan sutil que el lector apenas se da cuenta, son todas estas
narrativas que convierten a la muerte en la prolífica herramienta que es.
Como si fuera poco, nuestra extraña fascinación con la muerte trasciende no solo a
la literatura sino a todas las expresiones artísticas, desde el teatro y el cine hasta la música
y la pintura. A través de los años incontables artistas han utilizado como musa a la muerte
para inspirar sus obras, aprovechándose de esa curiosa obsesión humana con la muerte.
Es tal nuestra obsesión que algunos artistas han optado por darle una figura
definida, haciendo que la muerte deje de ser tan solo un concepto para personificarla, otros
optaron por darle vida a los muertos, más conocidos como muertos vivientes o zombis,
estos personajes han sido parte de películas, canciones, series de televisión, cuentos e
historietas y se ha convertido en una figura de suma importancia en la cultura popular.
Por el otro lado también hay artistas que decidieron quedarse con la muerte como
concepto, como un velo que sin que nadie se de cuenta lo cubre todo, Pablo Picasso
muestra una muerte tranquila, serena, casi elegante en su pintura “Casagemas en su
ataúd”, el pintor español muestra a su mejor amigo que yace muerto, sin embargo es tal su
calma que parece dormido, desde otra perspectiva, la muerte también se puede ver como
algo grotesco, desordenado, como es el caso en “Saturno devorando a su hijo” en el que
Goya muestra una muerte chorreante de sangre, horripilante. Sin embargo, ninguna de
estas dos interpretaciones es más cercana a la realidad que la otra ya que el concepto de
muerte todavía no es comprendido por completo, así mismo como el concepto de la vida.
Todo lo planteado hasta ahora nos lleva a pensar que la muerte al ser una
herramienta tan versátil puede verse de diversas formas diferentes, una herramienta que ha
acompañado a los artistas durantes siglos y seguirá acompañándonos hasta que venga por
nosotros, es indiscutible la extraña fascinación humana con la muerte puesto que esta
figura y concepto ha sido utilizada incontables veces y seguirá siendo utilizada, cada vez
generando narrativas y pensamientos cada vez más complejas.
Bibliografía

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