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Reynolds (1874) estudió las características de flujo de los fluidos inyectando un trazador dentro de un líquido
que fluía por una tubería. A velocidades bajas del líquido, el trazador se mueve linealmente en la dirección axial.
Sin embargo a mayores velocidades, las líneas del flujo del fluido se desorganizan y el trazador se dispersa
rápidamente después de su inyección en el líquido. El flujo lineal se denomina Laminar y el flujo errático
obtenido a mayores velocidades del líquido se denomina Turbulento
Las características que condicionan el flujo laminar dependen de las propiedades del líquido y de las
dimensiones del flujo. Conforme aumenta el flujo másico aumenta las fuerzas del momento o inercia, las cuales
son contrarrestadas por la por la fricción o fuerzas viscosas dentro del líquido que fluye. Cuando estas fuerzas
opuestas alcanzan un cierto equilibrio se producen cambios en las características del flujo. En base a los
experimentos realizados por Reynolds en 1874 se concluyó que las fuerzas del momento son función de la
densidad, del diámetro de la tubería y de la velocidad media. Además, la fricción o fuerza viscosa depende de la
viscosidad del líquido. Según dicho análisis, el Número de Reynolds se definió como la relación existente entre
las fuerzas inerciales y las fuerzas viscosas (o de rozamiento).
Este número es adimensional y puede utilizarse para definir las características del flujo dentro de una tubería.
El número de Reynolds proporciona una indicación de la pérdida de energía causada por efectos viscosos.
Observando la ecuación anterior, cuando las fuerzas viscosas tienen un efecto dominante en la pérdida de energía,
el número de Reynolds es pequeño y el flujo se encuentra en el régimen laminar. Si el Número de Reynolds es
2100 o menor el flujo será laminar. Un número de Reynold mayor de 10 000 indican que las fuerzas viscosas
influyen poco en la pérdida de energía y el flujo es turbulento.
FLUJO LAMINAR.
A valores bajos de flujo másico, cuando el flujo del líquido dentro de la tubería es laminar, se utiliza la ecuación
demostrada en clase para calcular el perfil de velocidad (Ecuación de velocidad en función del radio). Estos
cálculos revelan que el perfil de velocidad es parabólico y que la velocidad media del fluido es aproximadamente
0,5 veces la velocidad máxima existente en el centro de la conducción
FLUJO TURBULENTO.
Cuando el flujo másico en una tubería aumenta hasta valores del número de Reynolds superiores a 2100 el flujo
dentro de la tubería se vuelve errático y se produce la mezcla transversal del líquido. La intensidad de dicha
mezcla aumenta conforme aumenta el número de Reynolds desde 4000 hasta 10 000. A valores superiores del
Número de Reynolds la turbulencia está totalmente desarrollada, de tal manera que el perfil de velocidad es
prácticamente plano, siendo la velocidad media del flujo aproximadamente o, 8 veces la velocidad máxima.
Si el número de Reynold es elevado, por el contrario f deja de ser función de Re y se tiene:
f = F (K/D)
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Si el número de Reynold tiene un valor intermedio se tendrá en general
f = F (Re, K/D)
Donde K es el valor de rugosidad efectiva.
La mayor parte de los conductos de agua que han estado en el servicio durante varios años sufren
alguna reducción en su capacidad de conducción, debido a las incrustaciones o al revestimiento de
limo que tiende a depositarse sobre la superficie interna. El índice de deterioro depende de la
constitución química del agua y del material de la tubería. Por tanto cuando se proyecta un conducto
de agua, es prudente tener en cuenta las condiciones probables en que se encontrará después de un
período de años de servicio
Colebrook y White, mediante una simple aplicación de su Ley de Transición, demostraron que si la
rugosidad aumentaba desde K = 0,01 pulg. en una tubería de 20 pulg. la capacidad de conducción se
reducía en un 25%. Sin embargo la reducción correspondiente del área de la sección sería de sólo un
2% aproximadamente. Parece razonable deducir que la reducción de la capacidad de conducir se
deba enteramente al aumento de la rugosidad con la edad de la tubería; los exámenes y ensayos de
la tubería confirman la solidez de esta hipótesis.
Analizando los datos de los ensayos sobre tuberías de fundición, Colebrook y White dedujeron que la
rugosidad aumenta uniformemente con la edad y por tanto puede expresarse correctamente mediante
la sencilla fórmula empírica;
K = Ko + a t
Donde, Ko es la rugosidad efectiva inicial, K es la rugosidad efectiva después de t años y a es el
índice de aumento anual de la rugosidad.
Lamont y otros investigadores han demostrado que estas formas de ecuaciones son aplicables a
otras clases de tuberías, el valor de a puede obtenerse de tablas o de ensayos realizados a
intervalos periódicos de tiempo.
Nikuradse, experimentó con tuberías de rugosidad artificial obtenidos con granitos de arena esféricos
de diámetro K controlados exactamente con los que recubría interiormente la tubería. Como una
protuberancia pequeña puede ser insignificante en una tubería grande, la variable representativa del
fenómeno no será K, la rugosidad absoluta, sino K/D ó rugosidad relativa. Los valores más corrientes
de K/D oscilan entre 0,0333 y 0.000985 en las tuberías comerciales.
La rugosidad natural de las tuberías comerciales (Hierro fundido, hormigón, etc.) es naturalmente
irregular, sin embargo la rugosidad absoluta de una tubería comercial se puede caracterizar también
por un valor K que es igual al diámetro K de los granitos de arena de una tubería de rugosidad artificial
que diera el mismo valor de f para un número de Reynold suficientemente elevado.
Los trabajos de Nikuradse sirvieron para deducir las siguientes ecuaciones:
Calculo del Factor de Fricción en Régimen Turbulento y en Tuberías Lisas (2 000 < Re< 10 000):
Fórmula de Blasius.
Como las tuberías son lisas, f no es función de la rugosidad relativa, K/D, ya que ésta es nula (K=0) o
sea que f = F(Re), en este caso se aplica la ecuación de Blasius:
f = 0,316/Re
Cálculo del Factor de Fricción en Régimen Turbulento y Tuberías Lisas para Re >100 000: Fórmula
de Karman - Prandtl
Para régimen turbulento y tuberías lisas también, pero para Re> 100 000; con estudios teóricos y
ajustando los coeficientes experimentalmente, Karman - Prandtl dedujeron la primera Ecuación
de Karman - Prandtl:
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Esta es la fórmula universal de pérdida de carga en los conductos industriales. Los problemas
prácticos con frecuencia se encuentran en esta zona de transición. A número de Reynold tanto más
elevado cuanto la tubería es más rugosa se cumple la segunda ecuación Karman - Prandtl:
Se propusieron diversas fórmulas para el cálculo de diversas pérdidas de carga por frotamiento, cuando los
fluidos circulan en curvas, accesorios, etc. Pero el método más sencillo es considerar cada accesorio o válvula
como equivalente a una longitud determinada de tubo recto. Esto permite reducirlas pérdidas en los tubos, las
válvulas o accesorios aun denominador común: la longitud equivalente del tubo de igual rugosidad relativa.
Para los accesorios soldados se encuentran análogas equivalencias de longitud de tubo, pero para las válvulas
contracciones y expansiones se aplican las mismas longitudes equivalentes (Diagrama de Crane). Los codos
soldados son de radios cortos o largos y sus equivalencias en tubo vienen expresadas en diámetros de tubo del
siguiente modo:
LONG. EQUIVAL. EN DIÁMETRO
CODO SOLDADO
DE TUBO
Radio Largo a 45° 5,6
Radios Corto a 45° 8,0
Radio Largo a 90° 9,0
Radio Corto a 90° 12,5
Radio Largo a 180° 12,21
Radio Corto a 180° 16,9
La presencia de llaves de paso, ensanchamientos, codos, estrechamientos, tees, etc. Introduce pérdidas de carga
suplementarias en toda instalación, por alterar la dirección del flujo o modificar la velocidad lineal de
desplazamiento de algunos filetes de vena fluida.
Salvo las pérdidas debida en los ensanchamientos y estrechamientos, las de los codos, tees y llaves son
complicadas de evaluar algebraicamente. El Diagrama de Crane es una nomograma que puede ser útil con tal
objeto, se emplea así: supongamos que se quiera saber la pérdida de carga que produce un codo de 45°, de 10
pulg. de diámetro interior. Unimos el punto de estos codos ( tercer punto de la escala izquierda, empezando por
abajo) con la división 10 de la escala derecha. La recta así trazada corta a la escala central en la división 3,5, lo
cual significa que la pérdida de carga producida por dicho codo es la misma que la producen 3,5 m. de la tubería
recta de 10 pulg de diámetro interior. Dicha longitud se llama Longitud Equivalente.
Las pérdidas de carga debida a los estrechamientos y a los ensanchamientos se pueden conocer también por
Crane o algebraicamente:
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donde V2 es la velocidad lineal en la sección más estrecha, Kest. es una constante que depende de la relación de
áreas (A2/A1) y que podría encontrarse en Gráficos de Coeficientes de pérdidas de carga o en Tablas de pérdidas
adicionales por fricción en accesorios.
Los datos indican que la resistencia K tiende a disminuir al incrementarse el tamaño del aditamento o la válvula
También se pueden obtener valores aproximados de longitudes equivalente diámetros multiplicando K por 45 en
caso de líquidos similares al agua y por 55 en el caso de gases similares al aire. La mayoría de los valores dados
son para aditamentos de rosca stándard y es probable que su precisión tenga un margen del 30%. La diferencia
de la pérdida por fricción entre terminales de rosca, con reborde y soldadas son insignificantes. Los fabricantes y
usuarios de válvulas, sobre todas las de control, han encontrado que es conveniente expresar la capacidad de la
válvula mediante un coeficiente de flujo Cv, este coeficiente se relaciona con K por medio de la expresión:
en donde Cv es el coeficiente de flujo en la válvula en gal/mi. de agua a 60°F , que pasa por una caída de presión
de válvula de 1 lbf/pulg2 y d es el diámetro interno de la válvula expresada en pulgadas
Hablando de flujo laminares, los datos sobre pérdidas por fricción de accesorios y válvulas son escasos, los datos
de Kittredge y Rowley indica que la pérdida adicional por fricción expresada como el número de cargas de
velocidad K es constante para Números Reynolds turbulentos. Sin embargo podemos guiarnos de la siguiente
tabla.
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Suponiendo una lámina líquida compuesta por infinitas capas paralelas, que se desliza por un
contorno sólido, la capa en contacto con el sólido se moverá con una velocidad relativa prácticamente
nula, a una cierta distancia otra capa se mueve prácticamente a la velocidad máxima. Las infinitas
velocidades de las capas intermedias varían entre ambos valores extremos, existiendo deslizamiento
de unas capas sobre otras, figura 1.1.
velocidad ( ).
El valor de F es:
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Donde:
Se utiliza también el coeficiente de viscosidad cinética , definido como el cociente entre la viscosidad
(Poise)
(Stoke)
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Los líquidos son compresibles, aunque para su estudio se considera que son incompresibles. En
realidad, puede despreciarse su compresibilidad, ya que es baja en comparación con la que
presentan los otros fluidos, como los gases.
Los líquidos que tienen las propiedades de isotropía, movilidad, incompresibilidad y no viscosos se
llaman líquidos perfectos. Un líquido (fluido) perfecto no existe en la naturaleza. En los líquidos
existe, en la realidad, una atracción molecular, especie de cohesión, que es la viscosidad, y que
expresa la resistencia del líquido a dejarse cortar o separar.
Existen otras propiedades de los líquidos como son:
Tensión superficial: La tensión superficial de un líquido se define como el trabajo que hay que
aplicar para aumentar en una unidad su superficie libre. Se debe a las fuerzas de atracción que se
ejercen entre las moléculas de la superficie libre de un líquido, que son debidas a la cohesión
entre sus moléculas y a la adhesión entre las moléculas del líquido y las paredes del recipiente.
Los casos que se pueden presentar en función del balance entre las fuerzas de cohesión y adhesión
son los siguientes:
1) Cohesión Adhesión con el aire: El líquido libre adquiere una forma determinada sin necesidad de
recipiente. Es el caso de las gotas de agua, que son esféricas, y es válido para volúmenes pequeños.
2) Adhesión Cohesión: Se dice que el líquido moja el recipiente. Menisco cóncavo.
3) Adhesión Cohesión: El líquido no moja el recipiente. Menisco convexo.
En Hidráulica la tensión superficial tiene poca importancia porque las cargas hidrodinámicas son
mucho mayores.
Tensión de vapor: Las moléculas de los líquidos se mueven en todas las direcciones y con
todas las velocidades posibles. Solo las moléculas que posean una energía cinética mayor que las
fuerzas de atracción podrán escapar del líquido, produciéndose su evaporación. Las moléculas
escapadas quedan sobre la superficie libre del líquido y contribuyen a aumentar la presión del gas
exterior con una presión parcial que se denomina tensión de vapor. Esta tensión de vapor irá
aumentando hasta que el número de moléculas que entran en el líquido se iguale con las que
salen, estableciéndose un equilibrio entre el liquido y su tensión de vapor, que se conoce como
tensión máxima de saturación (tms). La tensión máxima de saturación varía en función de la
temperatura y la naturaleza del líquido.
Cuanto menor sea la presión a que está sometido un líquido menor será la temperatura a la que se
produce su vaporización, es decir, su temperatura de saturación, y viceversa: cuanto menor sea la
temperatura del líquido menor será la presión de vaporización. Por ejemplo, a la presión atmosférica
normal (1 atm) el agua hierve a 100ºC, pero si se somete el agua a la presión absoluta de 0,01 atm,
herviría a 7ºC.
Si en algún lugar de la conducción la presión es menor que la tensión de vapor a esa temperatura, el
líquido hierve. Si posteriormente la presión aumenta hasta ser mayor que la tensión de vapor, el
líquido se condensa.
La sucesión continuada de estos dos fenómenos producen vibraciones, contracciones y golpeteos que
producen la corrosión de la conducción por cavitación, una de las mayores causas de avería en las
instalaciones de bombeo. Se aprecian vibraciones en los manómetros y los daños se producen donde
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el gas pasa a líquido, como si se hubieran dado martillazos. La vena líquida disminuye al llevar una
parte de gas, con lo que la sección disminuye a efectos prácticos, y con ella el caudal transportado.
Las corrientes de líquido pueden ser de dos tipos: con superficie libre o forzada.
Corrientes con superficie libre son aquéllas en las que parte de la sección transversal está en contacto
con la atmósfera. Es el caso de los canales, que se estudiará detenidamente en el tema 2.
En las corrientes a presión, también llamadas conducciones forzadas o conducciones cerradas, todo
el contorno está mojado, es decir, funcionan a plena sección, y el movimiento del líquido se debe a la
presión reinante en su interior, pudiendo presentar, por tanto, pendientes y contrapendientes.
El eje hidráulico en las corrientes forzadas es el lugar geométrico de los baricentros de todas las
secciones transversales, por lo que coincide con el eje geométrico de la tubería. En corrientes libres
es el lugar geométrico de los baricentros de las superficies libres en contacto con la atmósfera.
El radio hidráulico (R) se define como el área de la sección transversal(S) dividido entre el perímetro
mojado (P).
En el supuesto de una tubería circular funcionando a plena sección, el radio hidráulico valdría:
Cuando un fluido circula por una tubería lo puede hacer en régimen laminar o en régimen turbulento.
La diferencia entre estos dos regímenes se encuentra en el comportamiento de las partículas fluidas,
que a su vez depende del balance entre las fuerzas de inercia y las fuerzas viscosas o de rozamiento,
figura 1.3.
Como se verá posteriormente, el número de Reynolds es el parámetro que expresa la relación entre
las fuerzas de inercia y las viscosas en el interior de una corriente, por lo que el régimen hidráulico va
a depender de su valor.
Régimen laminar: las partículas del líquido se mueven siempre a lo largo de trayectorias uniformes, en
capas o láminas, con el mismo sentido, dirección y magnitud. Suele presentarse en los extremos
finales de los laterales de riego y en microtubos de riego.
En tuberías de sección circular, si hacemos un corte transversal, las capas de igual velocidad se
disponen de forma concéntrica, con v > 0 junto a las paredes de la tubería y velocidad máxima en el
centro.
Corresponde el régimen laminar a bajos valores del número de Reynolds y suele darse a pequeñas
velocidades, en tubos con pequeño diámetro y con fluidos muy viscosos (aceites). En estas
condiciones, las fuerzas viscosas predominan sobre las de inercia.
Régimen turbulento: las partículas se mueven siguiendo trayectorias erráticas, desordenadas, con
formación de torbellinos. Cuando aumenta la velocidad del flujo, y por tanto el número de Reynolds, la
tendencia al desorden crece. Ninguna capa de fluido avanza más rápido que las demás, y sólo existe
un fuerte gradiente de velocidad en las proximidades de las paredes de la tubería, ya que las
partículas en contacto con la pared han de tener forzosamente velocidad nula.
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El paso de régimen laminar a turbulento no se produce de manera instantánea. Cuando se trabaja en
régimen laminar, a velocidades bajas, y se fuerza al fluido para que adquiera mayor velocidad,
comienzan a aparecer ondulaciones (régimen crítico), y de persistir este aumento llevará al fluido a
alcanzar el régimen turbulento. Así, un filete de colorante inyectado en una corriente laminar sigue una
trayectoria bien definida. Si aumentamos la velocidad, el filete comenzará a difundirse hasta terminar
coloreando toda la corriente (régimen turbulento).
En el movimiento de un fluido a través de una conducción se comprueba, dependiendo de la
viscosidad del fluido y del diámetro del tubo, que en cada caso existe una velocidad crítica por debajo
de la cual el régimen laminar es estable. Para velocidades superiores a la velocidad crítica este
régimen es inestable y pasa a turbulento ante cualquier vibración.
Dentro del régimen turbulento se pueden encontrar tres zonas diferentes:
Régimen turbulento liso: las pérdidas que se producen no dependen de la rugosidad interior
del tubo. Se presenta para valores del número de Reynolds bajos por encima de 4000.
Régimen turbulento de transición: las pérdidas dependen de la rugosidad del material del
tubo y de las fuerzas de viscosidad. Se da para números de Reynolds altos, y depende del
número de Reynolds y de la rugosidad relativa.
Régimen turbulento rugoso: Las pérdidas de carga son independientes del número de
Reynolds y dependen sólo de la rugosidad del material. Se da para valores muy elevados del
número de Reynolds.
Número de Reynolds
Osborne Reynolds (1842-1912) publicó en 1883 su clásico experimento mediante el que estableció
que el paso de régimen laminar a turbulento, que varía al modificar la velocidad y/o la viscosidad,
quedaba condicionado a un valor adimensional, hoy llamado Número de Reynolds (Re). El número
crítico de Reynolds (Re)c , es decir, el valor de Re que marcaría el paso del régimen laminar al
turbulento, para tuberías vale 2300 (2320 exactamente según algunos autores).
Para encontrar significado a su número, Reynolds comprobó experimentalmente el paso del flujo
laminar al turbulento cuando Re 2300 al aumentar la velocidad. No obstante, en condiciones de
laboratorio, Reynolds obtuvo el valor Re = 12000 antes de que empezara la turbulencia.
Posteriormente, otros investigadores llegaron a obtener valores de Re = 75000 antes de que se
produjeran turbulencias. Estos valores conseguidos en laboratorio y bajo condiciones especiales no
tienen ningún interés práctico, ya que las tuberías comerciales presentan irregularidades en su
superficie interna que producen flujos turbulentos para valores de Re mucho más bajos.
Aunque (Re)c = 2300, lo cierto es que para valores de Re comprendidos entre 2000 y 4000 la
situación es bastante imprecisa. A efectos de cálculo de tuberías interesa saber que para Re menores
de 2000 el régimen es laminar, y aunque este régimen se rompa accidentalmente, vuelve a
restablecerse por sí solo.
En definitiva:
Re 2000: Régimen laminar.
2000 Re 4000: Zona crítica o de transición.
Re 4000: Régimen turbulento.
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Matemáticamente, el Re es un parámetro adimensional que expresa la relación entre las fuerzas de
inercia y las fuerzas de viscosidad o de fricción en el interior de una corriente, que se expresa para
una tubería de sección circular, de la siguiente forma:
Por ejemplo, un Re = 40000 indicaría que las fuerzas de viscosidad apenas tienen importancia frente a
las fuerzas de inercia, que son mucho mayores. Se trataría claramente de un régimen turbulento. Con
Re = 1800, el régimen sería laminar.
La velocidad media que marca el paso de un régimen a otro se conoce como velocidad crítica :
La importancia del número de Reynolds no sólo radica en el hecho de poder determinar la velocidad
crítica que caracteriza el régimen de una corriente de líquido. También se utiliza, como veremos más
adelante, para el cálculo de pérdidas de carga en conducciones.
Ecuación de la continuidad
Entonces, constante
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El caudal volumétrico a lo largo de una conducción, sin aportes ni consumos intermedios, es
constante. De la ecuación de continuidad se deduce que las velocidades medias de un flujo líquido
son inversamente proporcionales a sus respectivas secciones.
Ecuación de Bernouilli
Energía de presión =
Luego
En realidad, el término cinético ( ) varía al variar el módulo de la velocidad (v) según el punto de
la sección transversal considerada. Para que realmente represente a la energía cinética media que
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pasa por la sección, se corrige con el coeficiente de Coriolis , quedando el término cinético como α ·(
Pérdida de carga
La Ecuación de Bernouilli puede considerarse válida sólo para líquidos no viscosos o para dos puntos
muy próximos, ya que en la realidad, aunque las transformaciones se realizan de la forma indicada,
las expresiones no son del todo exactas. En efecto, un principio elemental de la física establece que
en toda transformación energética existe una degradación, es decir, los rozamientos convierten en
calor parte de la energía transformada, por lo que el miembro de la derecha (si la transformación se
efectúa de izquierda a derecha) se verá disminuido. Para que la igualdad se mantenga, la ecuación
deberá quedar:
La pérdida de carga por unidad de longitud depende de la rugosidad de la tubería, de su diámetro, del
caudal que circula por ella y de su velocidad.
2. Pérdidas de carga locales, accidentales o singulares (hs): Están producidas por perturbaciones de la
corriente líquida en puntos concretos, como derivaciones, válvulas, cambios de sección, etc.
La pérdida de carga total (hT) en una conducción será la suma de las dos:
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