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303-397 (Cap 11) - Serie I - TOMO 2
303-397 (Cap 11) - Serie I - TOMO 2
¡¡GRACIAS!!
303
2. INTRODUCCIÓN
2.1. Fundamentación
La industria pesquera representa para el Partido de General
Pueyrredón un importante sector económico que emplea un
significativo porcentaje de la población; se calcula que el
personal Ocupado en el Sector Pesquero Marplatense repre-
senta el 49% del total del Personal Ocupado por el sector a
nivel nacional (Bertolotti, M. I. Et al, 2000).
El personal marplatense ocupado en la industria, según da-
tos de la Matriz Insumo Producto para el sector pesquero
elaborada por el INDEC, se estimó en diciembre de 1997,
en 8.294 personas; de las mismas 3.489 son tripulantes del
sector primario (capturas) y 4.805 pertenecen al sector se-
cundario (industrias)388. El Sector Primario Pesquero, es
decir, el sector que opera directamente sobre el recurso se
compone de sub-sectores diferenciados por el tipo de flota:
flota de buques fresqueros, correspondientes al grupo de es-
tudio, y flota de buques procesadores.
304
menores de 50 años y anualmente a los mayores de la edad
mencionada. Estos estudios son archivados y realizados por
los pescadores como un trámite más a cumplimentar. Asimis-
mo, ni por parte de las autoridades ni desde las empresas se
exige que se efectúe un seguimiento en el tiempo de los resul-
tados, ni se concientiza o educa a las personas sobre medidas
preventivas y responsabilidad individual, quedando ausente
cualquier programa de prevención y/o conservación de la au-
dición en esta industria.
305
de prevención necesarias para su conservación” 389
389 Werner, Mendez, Salazar, El ruido y la audición, Argentina, Editorial AD-HOC, 1990, Cap. 1
390 Dr. Arauz Santiago - Prof. Dr. Debas Juan, Publicaciones ORL y conexas “Trauma acústico-DAIR”, publicación en http://www.sinfomed.
org.ar/Mains/publicaciones/traumaacustico.htm
391 Donal Hunter, Enfermedades Laborales, Editorial Jims SA, España, 1985, Pág. 655-657.
392 Gonzalo de Sebastián, Audiología Práctica, Buenos Aires, Editorial Panamericana, 1999, Cap.11, Pág. 114.
306
como resultado de un ruido repentino y muy intenso como
una explosión393.
307
mostrarían alteraciones temporales de su umbral de audición.
Por último, que por regla general, el trabajador no advertiría
su sordera hasta que esta fuera grave, debido a que los prime-
ros efectos demostrados por el audiómetro se limitaban a un
área relativamente pequeña de tonos altos alrededor de los
4096 hz395 . Este hecho se produciría en todas las sorderas
ocupacionales puesto que el tono de la conversación se sitúa
entre el 300 y 3000 hz, por lo que la sordera subjetiva no sería
normalmente un síntoma precoz396.
Antes de objetivarse las respuestas mediante el audiómetro, tec-
nología desarrollada tras el invento del teléfono por Bell (1876),
hasta aproximadamente el año 1920 cuando aparece el primer
audiómetro comercial397, las mediciones se realizaban por medio
de diapasones de diversos tonos (acumetría). De la misma ma-
nera, aparecía en las personas evaluadas una disminución audi-
tiva selectiva para la percepción del diapasón agudo y en la voz
cuchicheada, extendiéndose con el tiempo a los demás tonos de
la zona grave desarrollándose hasta una sordera casi total398.
308
estableció una lista en donde la hipoacusia inducida por ruido
ocupa el sexto lugar400.
400 Joseph Ladau, MD, Medicina Laboral y ambiental, “La práctica de la medicina laboral”; Editorial El manual moderno, México DF, 1999.
401 Oficina estadística de las Comunidades Europeas. Es la oficina estadística de la Comisión Europea que produce datos sobre la Unión
Europea y promueve la armonización de los métodos estadísticos de los estados miembros.
402 La pérdida de audición, aumento en el ámbito laboral, Reportaje a Juan Ignacio Goiria, 2006; en http://portalsalamanca.com/reporta-
jes_ficha.php?codigo=9
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Causes of hearing loss, Noise, en: http://www.hearingfoundation.ca/hearing_noise.asp.
309
Con respecto a datos latinoamericanos se ha encontrado un
artículo titulado “Las enfermedades profesionales se incre-
mentaron en un 77 por ciento”404 publicado en el diario “El
Espectador” de Colombia, donde se ubica a la sordera neu-
rosensorial en el tercer lugar durante los años 2001 a 2003 y
en el cuarto lugar en el año 2004 (desplazada por los trastor-
nos de disco intervertebral); se destaca que la pérdida de la
audición debida a exposición laboral a niveles de ruido por
encima de los limite permisibles, pasó del 22% durante el año
2002 al 7% durante el año 2005, presentando una tendencia
constante a la disminución. Este último dato es importante y
se deduce que los programas de prevención y conservación de
la audición inciden en dicho promedio.
310
misible de 90 dB; y de un 77% si se tomaba en cuenta los 85
dB como medida permisible de sonoridad para una jornada
laboral de 8 horas406. Aunque no se conocen al momento da-
tos certeros en nuestro país sobre cuántos trabajadores están
expuestos diariamente a ruidos de intensidad crítica o infor-
mación estadística sobre cómo afecta a la población de las
diversas industrias la exposición al ruido, se pueden traspolar
los datos suministrados por países más desarrollados407. Se
concluye, al constituir la masa trabajadora unas 3.000.000 de
personas de Argentina, que 600.000 individuos se encuentran
expuestos a posibles alteraciones, de los cuales 300.000 ya
tendrían lesiones en el órgano de Corti408.
311
de tinnitus, y que la mayoría de los casos se encontraron en
personas de entre 50 y 59 años. En el segundo estudio, se in-
vestigó el deterioro auditivo atribuible al ruido en el sector de
pesca de bajura española, el cual revela que el 74% de las au-
diometrías son patológicas según la Clasificación Klochhoff,
y el 52% de acuerdo a las tablas de corrección según la edad;
concluyendo así, que la prevalencia de patología auditiva en
esta población es importante.
Buque fresquero
411 12 horas como tiempo de jornada estimativa, dado que no existe un parámetro regular de labor, ello depende de muchos factores y
variables del momento como pueden ser por ejemplo la buena o mala pesca, el mal tiempo, etc.
312
Legislación, normas nacionales e internacionales.
Reseñando los precedentes de las reglamentaciones actuales,
se encuentra que en 1950, se publicó la primera y más famo-
sa monografía acerca de seguridad y exposición riesgosa al
ruido, adoptada por el comité de la Asociación de Normas
Americanas ASA en 1954412.
313
va acompañada por los decretos reglamentarios Nº 170/96 y
Nº 333/96, la resolución Nº 38/96 SRT, el laudo Nº 156/96
MTSS (listado de enfermedades profesionales previsto en el
art. 6 apartado 2 de la ley), y los decretos 658/05 (listado de
enfermedades profesionales) y 659/05 (tabla de evaluación de
incapacidades laborales) entre otras normas que modifican o
complementan la ley. Estas leyes protegen directa o indirecta-
mente al trabajador.
314
El Laudo Nº 156/96 presenta un listado de enfermedades pro-
fesionales, dentro de las cuales la hipoacusia inducida por
ruido es definida como una afección generalmente bilateral
(ambos oídos), bastante simétrica, irreversible y lentamente
progresiva, estabilizándose al interrumpir la exposición; de
evolución más lenta cuanto mayor sea la pérdida alcanzada.
Siempre se relaciona con daño en el órgano de Corti, pero la
pérdida rara vez es profunda (está entre 40 dB y 75 dB). En
general compromete las frecuencias 3000 Hz, 4000 Hz y 6000
Hz, siendo 4000 Hz la más afectada. En estas frecuencias la
máxima pérdida se alcanza luego de 10 a 15 años. También
indica que las audiometrías deben realizarse después de un
periodo de descanso auditivo de 24 horas por lo menos.
315
clasificarse en normas referidas a definiciones, a métodos de
medición, a medición de la audición humana, a psicoacústica,
a efectos del ruido y las vibraciones en el hombre, la propaga-
ción, aislación y evaluación de ruido. Las normas revisadas y
utilizadas en este trabajo son la IRAM 4079 “Ruidos: Niveles
máximos admisibles en ámbitos laborales para evitar deterio-
ro auditivo” y la IRAM 4091 “Programa de audiometrías y
evaluación de audiogramas para el personal expuesto al ruido
de origen laboral”.
417 Evangelina Mattera, Recepción en nuestro orden jurídico interno de los convenios de la O.I.T para el sector marítimo ratificados por
nuestro país, Tesis de Grado. Universidad FASTA.
316
3. MARCO TEÓRICO
418 Comisión Técnica Médica de Perú, Protocolo de Diagnóstico y Evaluación médica para la Hipoacusia Inducida por ruido, Protocolo nº 7,
publicado en: http://www.minsa.gob.pe/portal/p2005/documentos/CT/Comisi%C3%B3n%20T%C3%A9cnica%20M%C3%A9dica.doc
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En ingles: Noise Induced Hearing Loss (NIHL).
317
y como resultado de una ocupación laboral. La pérdida resul-
ta ser un daño progresivo y gradual, indoloro, irreversible y
real.420, 421, 422, 423
318
2 y 3 Khz. así como también en el 6 Khz. (existe un estudio
que demuestra que es esta frecuencia la que se daña más pre-
cozmente, con mayor severidad y frecuencia)426, 427.
La intensidad del descenso (o incremento del umbral) no es
estática sino que varía según factores como la frecuencia de
exposición, el tipo de ruido al que se está expuesto, el nivel
de presión sonora y las medidas de prevención tomadas (por
ejemplo, el uso de protectores auditivos).
319
ra bien, conforme la sobreexposición continúa, y se repiten
los cambios temporales del umbral, aumenta la fatigabilidad,
siendo probable (y aquí entra el juego de la susceptibilidad
individual) la falta de recuperación del umbral auditivo de
tales frecuencias, alterándose definitiva e irreversiblemente;
hecho al que se denomina Cambio Permanente del Um-
bral (CPU) o Permanent Thershold Shift (PTS), en la Norma
IRAM 4079 aparece como Noised Induced Permanent Ther-
shold Shift (NIPTS)433.
320
dientes a las horas que pasa fuera del ámbito laboral. Por el
contrario, los trabajadores pesqueros no gozan de un descanso
auditivo diario sino que lo tienen aproximadamente cada 13
días. En consecuencia, si el nivel de ruido produjo fatiga au-
ditiva, el tiempo de duración del TTS es mayor e iría acrecen-
tándose, teniendo así menores posibilidades de recuperación
del umbral real que un trabajador de tierra, o bien, contando
con más probabilidades de que el desplazamiento del umbral
se transforme en permanente.
321
cos en ambos sistemas, tanto instantáneos como diferidos. A
niveles mucho menores, el ruido produce malestar y dificulta
o impide la atención, la comunicación, la concentración, el
descanso y el sueño438.
Síntomas auditivos.
• Disminución de la capacidad auditiva: primero tempo-
ral (TTS); segundo permanente (PTS). En los primeros
estadios el paciente no nota la dificultad aunque puede
detectarse el deterioro auditivo con una prueba de audi-
ción; con la sobreexposición se agrava la dificultad hasta
complicarse el entendimiento del habla439.
• Tinnitus: son muy frecuentes aunque no constantes.
Cuando aparecen son generalmente agudos, continuos y
bilaterales. No suelen guardar relación con la magnitud
de la lesión.
• Otalgia: no es un síntoma típico, está más relacionado
con el TAA.
• Algiacusia: cuando se presenta, es la manifestación clí-
nica del fenómeno de reclutamiento, siendo éste común
en las hipoacusias neurosensoriales endococleares como
la HIR. El paciente manifiesta dolor ante la presencia de
sonidos de alto nivel sonoro.
Efectos no auditivos.
El ruido provoca no sólo disminución de la capacidad auditi-
va sino que también perturba el bienestar físico y mental de la
persona expuesta al mismo440. A continuación se presentan
los efectos no auditivos considerados por la OMS y publica-
dos en Guías para el Ruido urbano441:
438 La Lucha contra el Ruido, Efectos del ruido sobre la salud, la sociedad y la economía, artículo publicado en: www.ruidos.org/Referencias/
Ruido_efectos.html.
439 National Institute on Deafness and Other Communication Disorders within the National Institutes of Health, Pérdida de la audición inducida
por ruido; en: http://www.nidcd.nih.gov/health/spanish/noise_span.asp.
440 Werner y otros.; ob. cit. Páginas 87 a 92
441 Documento de la OMS sobre Guías para el ruido urbano, resultado de la reunión del grupo de trabajo de expertos llevada a cabo en
Londres, Reino Unido, en abril de 1999. Se basa en el documento “Community Noise”, preparado para la Organización Mundial de la Salud y
publicado en 1995 por la Stockholm University y el Karolinska Institute. Editado por Birgitta Berglund, Thomas Lindvall, Dietrich H Schwela.
322
Efectos sobre el sueño: El sueño ininterrumpido es un pre-
rrequisito para el buen funcionamiento fisiológico y mental.
Los efectos primarios del trastorno del sueño son: dificultad
para conciliar el sueño, interrupción del sueño, alteración en
la profundidad del sueño y mayores movimientos corporales.
Los efectos cuantificables del ruido sobre el sueño se inician
a partir de 30 dBA y 45 dBA.
• Efectos sobre las funciones fisiológicas: La exposición
al ruido puede tener un impacto permanente sobre las
funciones fisiológicas de los trabajadores. Después de
una exposición prolongada, los individuos susceptibles
pueden desarrollar efectos permanentes, como hiperten-
sión y cardiopatía. La magnitud y duración de los efectos
se determinan en parte por las características individua-
les, estilo de vida y condiciones ambientales.
• Efectos sobre el rendimiento: Se ha demostrado que el
ruido puede perjudicar el rendimiento de los procesos
cognitivos. Si bien un incremento provocado del ruido
puede mejorarlo en tareas sencillas de corto plazo, el
rendimiento cognoscitivo se deteriora sustancialmente
en tareas más complejas. Entre los efectos cognoscitivos
más afectados por el ruido se encuentran la lectura, la
atención, la solución de problemas y la memorización. El
ruido también puede actuar como estímulo de distracción
y el ruido súbito puede producir un efecto desestabilizan-
te como resultado de una respuesta ante una alarma.
• Efectos sobre la comunicación: el ruido provoca interfe-
rencias en la percepción del habla.
El nivel del sonido de una conversación en tono normal
es, a un metro del hablante, de entre 50 y 55 dBA. Ha-
blando a gritos se puede llegar a 75 u 80. Para que la
palabra sea perfectamente inteligible es necesario que su
intensidad supere en alrededor de 15 dBA al ruido de fon-
do. Por lo tanto, un ruido superior a 35 ó 40 decibelios
323
provocará dificultades en la comunicación oral que sólo
podrán resolverse, parcialmente, elevando el tono de voz.
A partir de 65 decibelios de ruido, la conversación se tor-
na extremadamente difícil. Situaciones parecidas se dan
cuando el sujeto está intentando escuchar otras fuentes de
sonido (televisión, música, etc.); ante la interferencia de
un ruido, se reacciona elevando el volumen de la fuente
creándose así una mayor contaminación sonora sin lograr
totalmente el efecto deseado442.
La habituación al ruido.
Se han citado casos de soldados que han podido dormir junto
a una pieza de artillería que no cesaba de disparar o de comu-
nidades que, a pesar de la cercanía de un aeropuerto, logran
conciliar el sueño, aun cuando éste sea de poca calidad. Es
cierto que a medio o largo plazo el organismo se habitúa al
ruido, empleando para ello dos mecanismos diferentes por
cada uno de los cuales se paga un precio distinto.
324
conscientes: frecuencia cardíaca, flujo sanguíneo o actividad
eléctrica cerebral. Es el llamado síndrome de adaptación443.
325
la sensibilidad auditiva con la edad, muchos otros no, y no es
posible saber quiénes tendrán y quienes no tendrán presbiacu-
sia, por lo tanto no es posible conocer a quiénes sí y a quiénes
no se les debería aplicar esta corrección. Por otro lado, si el pro-
pósito de un Programa de Prevención y Conservación de la Au-
dición, es la prevención y conservación de pérdidas auditivas y
un audiograma es corregido por la edad se verá que el tiempo
requerido para que aparezca una disminución significativa del
umbral será muy prolongado, por lo que la aplicación de esta
metodología se opone a los propósitos del programa445,446,447.
La OSHA expresa que no es obligatorio realizar corrección
por presbiacusia en la determinación del handicap o disca-
pacidad auditiva, aunque frecuentemente es efectuada para
cuestiones legales. De todos modos, ha publicado valores de
corrección para las frecuencias 1000 Hz a 6000 Hz. Dado que
al 500 Hz no se le adjudicaron valores sólo pueden ser usados
por las ecuaciones del NOISH y Wisconsin formula448.
326
En la primera edición de la ISO (1975) la tabla de porcentajes
de riesgo auditivo tiene realizada la corrección por la edad450.
La ISO 1990:1990, adoptada por la Norma IRAM 4079:2006,
presenta distribuciones estadísticas de los desplazamientos
del umbral auditivo según el sexo y la edad (entre 18 y 70
años) de acuerdo a distintas bases de datos. La Base de datos
A (ISO 7029) presenta valores correspondientes a los niveles
umbrales de audición de una población otológicamente nor-
mal, es decir, una población cuyo estado de salud es normal,
que no presenta señal ni síntoma alguno de enfermedad en el
oído, que carece de tapón de cera y que no ha estado indebi-
damente expuesta al ruido; en la Base de datos B se presentan
niveles umbrales de audición de una población no selecciona-
da, típica de un país industrializado (socioacusia). El usuario
de la norma es quien elige la base de datos a utilizar para
correlacionar y comparar los datos. El Anexo A adopta para
sus valores las ecuaciones de Robinson y Stutton, las cuales
derivan de la combinación un gran número de estudios451.
327
tico de HIR, no es quizás equitativo deducirle decibeles por
la presunta presbiacusia. Y agrega, que otros autores opinan
que no debería descontarse nada por el envejecimiento, pues
ya está incluido en la desventaja de los 25 dB.
328
desplazamiento del umbral452.
La anamnesis deberá precisar las circunstancias etiológicas,
el carácter adquirido de la hipoacusia y la progresividad de la
misma. No sólo debe incluir información médica y física del
sujeto sino también una cuidadosa investigación sobre expo-
sición personal al ruido en ambientes laborales y no labora-
les. La historia deberá cubrir otras causas posibles de pérdida
auditiva neurosensorial y especificar cualquier antecedente
familiar de déficit auditivo453.
329
neales, meningitis, parálisis facial, herpes zoster, paroti-
ditis, rubéola, sarampión, etc.
330
En cada país se utilizan protocolos de valoración diagnóstica
determinados basados en normas internacionales y nacionales.
En Argentina, el referente son las Normas IRAM, aunque no
aseguran su utilización tampoco la homogeneidad de criterios.
Werner explica que desde un objetivo puramente educacio-
nal o social, se requiere clasificar el impedimento auditivo en
clases o grados. Otro tanto si el criterio con que se observa el
problema es previsional, atento a la valoración de una proba-
ble invalidez, o bien el laboral, a los fines de la selección de
individuos hipoacúsicos455.
331
• Deficiencia moderadamente grave: 56-70 dB
• Deficiencia grave: 71-91 dB
• Deficiencia auditiva profunda: más de 91 dB
• Pérdida total de audición.
También aparece disparidad en considerar cuáles son las fre-
cuencias conversacionales, lo cual afecta directamente en la
clasificación del trauma, y cuáles son las frecuencias que se
toman en cuenta para la determinación de un hándicap auditi-
vo: en Argentina se toman las frecuencias 0.5, 1, 2, y 4 Khz.,
en otros países se toman el 0.5, 1, 2, 3 Khz. Así como otros
toman también el 250 o excluyen el 3 Khz.
En la práctica de la medicina legal del trabajo existen me-
todologías que buscan delimitar, con la máxima objetividad
posible, cuándo se considera un daño permanente del umbral
y cuándo esa pérdida auditiva provoca un handicap, déficit o
discapacidad auditiva. La Norma IRAM 4079:2006, aunque
no especifica el nivel umbral de audición ni el límite que debe
pasarse para que exista un déficit auditivo, define una pérdi-
da auditiva458 como el deterioro del umbral de audición, y
un déficit auditivo como la discapacidad subsiguiente a una
pérdida auditiva suficiente como para afectar la capacidad de
una persona en sus actividades cotidianas, la cual es expresa-
da generalmente en función de la comprensión de la palabra
cuando existen bajos niveles de ruido de fondo.
332
ción o fórmula determinada está basada en la combinación de
ciencia y política. La ciencia elige el número de frecuencias
que representan en general el margen de frecuencias principal
para la inteligibilidad de la palabra hablada; la política deter-
mina la ley que puede asignar uso de la ecuación por mandato
y se basa a menudo en la influencia del lobbyng de deman-
dantes y de defensores y del impacto económico resultante
de las desventajas calculadas. A veces, el uso de la ecuación
apropiada necesita ser discutido ante el tribunal459. Federico
Miyara concuerda diciendo que los criterios son arbitrarios
ya que responden a una decisión de carácter más político que
científico. Por ejemplo, podría considerarse que el tener di-
ficultades para la comprensión oral implica discapacidad (lo
cual corresponde al criterio de los 25 dB), pero también po-
dría considerarse una discapacidad cualquier desplazamiento
permanente medible del umbral (y entonces estaríamos en el
criterio EPA por ejemplo).
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Kevin T. Kavanagh, “Evaluation of Hearing Handicaps and Presbyacusis Using World Wide Web-Based Calculators”, en Journal of the
American Academy of Audiology, Volumen 12, Number 10, 2001.
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US Department of Health and Human Services, NOISH; Criteria for a Recommended Standard, occupational noise exposure, Cincinnati,
Ohio, 1998, Chapter 3, Páginas 19-24.
461 Ídem.
333
daño auditivo por exposición a ruido. Proporciona una
definición de pérdida auditiva global en función de las
características de la exposición (edad, años de exposición
y niveles de exposición referidos a una semana laboral de
40 horas (para otras exposiciones se efectúa una conver-
sión, exhange rate, de 3 dB)462.
• La Asociación Médica Americana (1942) propone el
método de Fowler-Sabine, actualizado con especifica-
ción ANSI 1971 e ISO 64, tabla que estudia las cuatro
frecuencias fundamentales para el lenguaje: 500 Hz,
1000 Hz, 2000 Hz y 4000 Hz. Partiendo de una desventa-
ja aceptable de 20 dB, establece distintos porcentajes (ín-
dices) para la diferentes intensidades de pérdida auditiva
en las cuatro frecuencias, de acuerdo a la importancia que
tiene cada una en la comprensión de la palabra (Anexo I.
Tabla 1). Sumando los porcentajes de las cuatro frecuen-
cias se obtiene directamente el porcentaje de deterioro
para cada oído463.
Entonces, para el cálculo de la incapacidad auditiva
funcional o déficit auditivo, el método contempla los si-
guientes pasos: primero se buscan en la tabla los índices
correspondientes a los desplazamientos de las frecuen-
cias investigadas. Segundo, se suman los índices para
cada oído por separado y por último se aplica la fórmula
para las pérdidas biaurales.
334
• La Asociación Médica Americana (1979 homologada
1984): La AMA propone una formula, diseñada a partir
de una recomendación del Comité de expertos de la AAO
(American Academy of Otolaryngology).
En dicha valoración diferencia tres conceptos: daño per-
manente, el cual significa la existencia de una lesión, ana-
tómica o funcional, desde un punto de vista médico ex-
clusivamente; desventaja permanente (handicap) se ins-
tala cuando el daño permanente implica un impedimento
para las necesidades de la vida cotidiana: se considera
una desventaja permanente cuando el desplazamiento del
umbral es mayor de 25 dB promedio en las frecuencias
conversacionales (500, 1000, 2000 y 3000465 Hz); e inca-
pacidad permanente (disability) que define una situación
caracterizada por la coexistencia de dos conceptos, el
médico, el daño, y otro extra médico, jurídico, la merma
en la capacidad del individuo para ganar su jornal.
335
En ausencia de las tablas puede arribarse al mismo resultado
a partir del siguiente cálculo:
336
BA): se basa en la media de los umbrales auditivos en las
frecuencias de 1000Hz, 2000Hz y 3000Hz., establecien-
do el umbral de normalidad a 35 dB Hl470. También es
llamada Wisconsin State Formula471.
• Oregon State Formula: se basa en la media de los um-
brales auditivos 0.5, 1, 2, 3, 4 y 6 KHz., estableciendo un
umbral de normalidad en 25 dB.
• Fórmula de la Academia Americana de Oftalmología
y Otorrinolaringología (AAOO 1959): Se aplican las
medias de los umbrales a 500 Hz, 1000 Hz y 2000 Hz
para determinar el mínimo y máximo deterioro. Esta fór-
mula fue revisada y corregida por la Asociación Ameri-
cana de Otorrinolaringología (AAO) en 1979.472, 473, 474
• Fórmula de la Asociación Americana de Habla, Le-
guaje y Audición (ASHA): Propone un método para de-
finir el deterioro auditivo y la minusvalía, basándose en
la media de los umbrales a 1000Hz, 2000Hz, 3000Hz y
4000Hz, delimitando el deterioro auditivo entre los um-
brales de 25 dB y 75 dB. Para definir la minusvalía estu-
dia todos los factores que caracterizan el defecto auditivo
de cada paciente, su entorno y necesidades comunicati-
vas475.
• Los programas de prevención y conservación de la
audición, como la OSHA y la Norma IRAM 4091/81
proponen un seguimiento audiológico con evaluaciones
periódicas (previo al ingreso, a los tres meses, y anuales,
según cada caso) y consideran que un desplazamiento del
umbral es significativo cuando aparece un incremento de
10 ó 15 dB (según la frecuencia) con respecto al audio-
grama de base en cualquier oído. A partir de lo cual se
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Ídem.
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Kevin T. Kavanagh, ob. cit.
472 F. J. Callejo et al; Medida de la pérdida auditiva. Una ecuación para su cálculo rápido; Acta Otorrinolaringológica, España, 2005; vol. 55:
páginas 179-180. Publicado en: http://acta.otorrinolaringol.esp.medynet.com/textocompleto/actaotorrino43/179.pdf
473 Miguel Ángel Uña Gorospe y colaboradores; Ruido, protocolo de vigilancia sanitaria específica, Madrid, 2000, Edita Ministerio de Sanidad
y Consumo. Anexo V.
474 Dr. José Vilas Ribot, Valoración del Trauma Acústico, Instituto de Seguridad e Higiene en Trabajo, Barcelona, España. NTP 136. En:
www.mtas.es/insht/ntp/ntp_136.htm
475 Ídem.
337
efectúan acciones específicas como por ejemplo, un exa-
men otológico exhaustivo, el implemento de protectores
auditivos, cambio de puesto, entre otras. Por su parte, la
AAO lo define como un cambio de 10 dBA o más en la
media de 500, 1000 y 2000 Hz o en la media de 3000,
4000 y 6000 Hz indistintamente476.
• EPA, Enviromental Protection Agency477: considera un
desplazamiento permanente del umbral en el 4 Khz.
cuando el umbral auditivo sufre un incremento de 5 dB.
Esta organización llevó a cabo un estudio de tipo infor-
mativo, por lo cual deja de lado todo interés político y/o
económico, y suprime el peligro de todo oído susceptible
de ser dañado478.
338
Tabla 5. Fórmulas usadas para calcular el déficit auditivo
NOISH
1, 2, 3, & 4 25 92 5:1
(1997)
ISO
0.5, 1, 2 & 3 25
(1990:1975)
339
Valoraciones de la pérdida auditiva-DAIR.
Existen variadas clasificaciones e índices para valorar y cate-
gorizar la audición patológica con perfil de trauma acústico
tanto en forma individual como estadístico-poblacional. Esta
valoración está íntimamente relacionada con el objetivo de la
cuantificación: social, previsional, laboral y médicolegal.
340
métricos de los pacientes expuestos a impactos sonoros persis-
tentes, ruidos demasiados fuertes y aún ciertos traumatismos a
los que denominó trauma acústico480 (Anexo II. Tabla 5).
341
Se puede observar en esta clasificación que la Series 1 y 2 pre-
sentan un descenso de 10 dB en las frecuencias 4 y 6 KHz, es
de suponer que se está teniendo en cuenta un audiograma de
base con el cual cotejar el cambio permanente del umbral ya
que son los programas de conservación de la audición los que
consideran tal incremento del umbral; o bien se trata exclusi-
vamente de una estimación más anatómica que funcional.
342
a lo que se considera en nuestro país.
Es un método que tiene en cuenta otras frecuencias además de
la 4000 Hz para la clasificación del daño y no utiliza correc-
ciones por la edad dado que considera como signo o indicio
de presbiacusia cuando el 8000 Hz no se recupera, y no se
manifiesta el escotoma típico de la afección de la audición por
la exposición al ruido. Este punto es uno a debatir cuando se
toman en consideración aquellos estudios que expresan que
la esperanza en la detección temprana, descripción y diferen-
ciación de la pérdida auditiva inducida por ruido, está en las
mediciones de la sensibilidad auditiva más allá del 8 Khz.
(audiometrías de alta frecuencias)484.
343
II. Tabla 10). Se define como la media aritmética de la pér-
dida auditiva en dB a las tres frecuencias conversacionales
500, 1000, 2000 Hz y establece una clasificación en grado o
escala que va desde SAL-A, dentro de los límites normales
sin dificultad en la conversación en voz baja, hasta SAL-G
sordera total, no puede oír un sonido alguno, ni siquiera con
audífonos487.
Según un artículo publicado en la Web por la Asociación Co-
lombiana de Audiología, ASOAUDIO sobre Conservación
Auditiva - Criterio OSHA, se concluye con base a la aplica-
ción práctica de estas escalas y a los resultados de algunos
trabajos de investigación, que la Escala SAL, protege el mejor
oído desconociendo la evolución del peor oído dentro del pro-
grama de Vigilancia Epidemiológica; que no es preventiva,
debido a que no sirve de diagnóstico precoz, además, deja de
detectar el 90% de las personas enfermas a la prueba ya que
no abarcan todo el espectro coclear del individuo 488, 489.
����������������������������������
Dr. José Vilas Ribot; Ob. Cit.
488 Dra. Espitia Mery Reina; ob. cit.
���������������������������������������������������������
HERMANN, Edward R. An Epidemiological Study of Noise. En: XVI International Congress of Ocupational Health (1973: Madrid), citado
por IBID, p. 29
490 La norma IRAM 4091/81 sugiere un tiempo de reposo mínimo de 14 horas
344
fin de evaluar umbrales auditivos reales, sin fatiga auditiva,
descartando así desplazamientos temporales del umbral.
491 En estadios avanzados es posible que esta frecuencia se vea afectada pero es muy difícil separarlo del deterioro debido a la edad.
345
Sintetizando las características de la valoración que se lle-
vará a cabo:
1. Diferenciación entre umbrales normal (todos los umbra-
les entre 0 y 15 dB) y umbrales patológicos (una o más
frecuencias ≥20 dB).
2. Diferenciación de los trazados patológicos según el tipo
de hipoacusia (conductiva, mixta o perceptiva):
2.1. Las conductivas: termina ahí el procesamiento de los
datos.
2.2. Las mixtas: sólo se tendrán en cuenta aquellas que pre-
senten el escotoma característico de HIR, con el compo-
nente conductivo en las frecuencias graves.
2.3. Las perceptivas: son las que se someten a las clasifica-
ciones.
3. Clasificación del grado de severidad de las audiometrías
patológicas de tipo perceptivas con Perfil-Trauma acústi-
co, según: Larsen Modificado y el Método de Klockhoff
(incluyendo el 4000 Hz.) del perfil auditivo por grupos
etarios.
4. Determinación de la presencia/ausencia de cambios signifi-
cativos de los umbrales auditivos correspondiente a la nor-
ma IRAM 4091/81 (obtención de nuevos valores en dB para
cada frecuencia luego de la corrección por la edad).
Dosis de ruido.
346
de padecer de hipoacusia inducida por ruido. De igual forma
ocurre con el nivel de presión sonora: a mayor nivel, mayor
deterioro auditivo. De la interrelación de estos factores surge
un concepto denominado “dosis de ruido”.
Definición.
La dosis de ruido expresa la razón entre el tiempo real que
está expuesto una persona en el ámbito laboral y el tiempo le-
galmente permitido según la intensidad del ruido493. Expresa
el nivel medio equivalente - Nivel sonoro continuo equivalen-
te (NSCE) – para un determinado período de tiempo (dura-
ción de referencia: 8 horas/diarias, y 40 ó 48 horas/semana).
Es un índice que reemplaza el ruido continuo, intermitente o
variable por un ruido de tipo constante, que suple un esquema
complicado de ruido distribuido en el tiempo por un valor
único494. Se espera que tal valor esté por debajo o al lími-
te especificado en las normas referentes a salud ocupacional
(normalmente el límite ronda los 87 dB).
La dosis de ruido también puede ser expresada como un por-
492 Werner y colaboradores, ob. cit. Pág. 73 y 74.
493 Ing. Carola Corra, Conceptos básicos sobre riesgos laborales, publicado en: http://www.losrecursoshumanos.com/conceptos-basicos-
sobre-riesgos-laborales.htm
494 Alberto Peláez, Evaluación de los factores de riesgos físicos: ruidos, vibraciones; Superintendencia de Riesgos del Trabajo; II Semana
Argentina de la Salud y Seguridad en el Trabajo 2005, en: http://www.srt.gov.ar/nvaweb/super/eventos/Semana2005/Ponencias/Pelaez/
Martes%2026%20-%20Pelaez.doc
347
centaje del máximo permitido. Si el límite está en 85 dB y una
persona se encuentra expuesta constantemente a un nivel de
presión sonora de 85 dB durante ocho horas, el resultado es
un 100% de la dosis de ruido. Un nivel constante de 88 dB da
como resultado un 200% de la dosis de ruido495.
348
5 dB. Teóricamente, este principio podría ser aplicado a un
rango que va de minutos a años aunque no se aconseja verda-
deramente en períodos prolongados497.
La premisa detrás del exchange rate es que igual cantidad de
energía sonora producirá igual cantidad de pérdida auditiva
sin importar cómo esa energía está distribuida en el tiempo.
349
de 10 días equivale a 5 semanas de 48 horas cada una. La pregun-
ta es si es posible este procedimiento (a la inversa en relación al
ejemplo anterior) para una jornada como la de los pescadores y si
ese resultado se acercaría a la realidad de la exposición500.
4 93 4 88
3 94 2 91
2 96 1 94
1 99 30 min. 97
30 min. 102
15 min. 100
15 min. 105
1 min. 112
1 min. 115
500 Ídem.
501 Alberto Peláez, ob. cit.
350
Tabla 13. Valores límites para Ruido hasta 24 horas de expo-
sición*
24 80
Horas 16 82
8 85
4 88
2 91
1 94
30 97
Minutos
15 100
7.50 103
3.75 106
1.88 109
0.94 112
*Alberto Peláez
502 Ídem.
351
Exposición al ruido y susceptibilidad individual.
Existe un NSCE considerado crítico, fijado internacionalmen-
te en 115 dB, que determina la aparición de lesión auditiva
con poco tiempo de exposición, y un nivel de seguridad o
“no peligroso” establecido en 80 dB o menos. Entre ambos
valores existe una franja de niveles de ruido capaces de cau-
sar deterioro auditivo de mayor o menor grado, dependiendo
directamente de las características personales de cada indivi-
duo. Esto significa que no todos los trabajadores expuestos
correrán el mismo riesgo; aún a 100 dB buena parte de ellos
no será perjudicada. Tal diferencia está basada en lo que se
conoce como susceptibilidad individual, y obedecerá a dos
tipos de razones: una defectuosa amortiguación del oído me-
dio503, o bien, a la labilidad del órgano de Corti, que no se
sabe certeramente si sería un efecto de una variación consti-
tucional, o el resultado de factores varios adquiridos (tóxicos,
metabólicos, vasculares, etc.)504Actualmente se observa que
para cada frecuencia existe un nivel de exposición “seguro”,
es decir, que por debajo de él la percepción de dicha frecuen-
cia no se verá afectada (o lo que es lo mismo el umbral no ex-
perimentará desplazamientos). Por ejemplo, por debajo de 89
dBA, no existen efectos perjudiciales sobre los 1000 Hz, pero
habrá que descender hasta los 75 dBA para evitar deterioro en
la región de los 4000 Hz505.
352
tible al daño auditivo por exposición al ruido. En palabras de
Gonzalo de Sebastián:
“Los dos fenómenos tienen gran importancia audiométrica.
Se utilizan para determinar el topodiagnóstico de una lesión
en el órgano auditivo, al mismo tiempo que sirven para la in-
vestigación de individuos con aparatos auditivos lábiles a los
ruidos, interesante aplicación para excluir futuros traumas
acústicos que se puedan producir en trabajos efectuados en
ambientes ruidosos. Ambos fenómenos se pueden considerar
como una etapa preliminar al trauma acústico”506.
353
de a estas pruebas mayor valor del que tienen, no deberían
considerarse como exploraciones fundamentales dentro de un
programa de prevención ya que han comprobado que ni los
test de fatiga auditiva ni los test de reclutamiento sirven para
predecir la evolución del trauma507.
354
continuo equivalente de ocho horas o referido a una sema-
na laboral de 40 horas- y la distribución por edades de la
población, se puede estimar la probabilidad de sufrir un de-
terminado nivel de pérdida auditiva en distintas frecuencias
de interés511; en términos estadísticos, la norma expresa la
relación entre la exposición al ruido y el desplazamiento
permanente del umbral de audición inducido por el ruido
(NIPTS)512, 513. Para tales predicciones se utilizan las bases
de datos (A y B), descriptas en el apartado sobre Presbia-
cusia, elegidas según el usuario, el problema planteado y/o
la cuestión a resolver. Asimismo, se entiende que cuando
se realizan las correcciones por la edad se está teniendo en
cuenta la posible susceptibilidad ante los diversos factores
que pueden modificar los umbrales de audición.
511 Ídem.
512 Federico Miyara, Estimación del riesgo auditivo por exposición a ruido según la Norma ISO 1999:1990, páginas 3 y 22.
513 Jesús Bilbao y Eduardo S. Peracaula, Envejecimiento y trabajo: audición y motricidad, Instituto de Seguridad e Higiene en Trabajo,
Barcelona, España. NTP 366. En: www.mtas.es/insht/ntp/ntp_366.htm
355
Caracterización de la jornada laboral.
Una marea consta de un período de navegación libre y un perío-
do de pesca: en navegación libre el barco, durante 13 días (312
horas), estuvo aproximadamente 4 días (98 horas). Navega de
esta manera para dirigirse desde el puerto a la zona de pesca,
mientras está explorando, y para volver desde la zona de pesca
hacia el puerto de Mar del Plata. En Zona de Pesca permane-
cieron el resto de los días, 8 días (214 horas), tiempo durante el
cual se realizan las maniobras propias de la pesca.
356
tran dentro del buque, en el puente de mando.
Los niveles de ruido promedio a los que están expuestos
oscilan en 73 y 74 dB.
357
Cabe mencionar, en este apartado, una excepción-comentario
que Alberto Peláez presentó en su ponencia durante la II Se-
mana Argentina de la Salud y Seguridad en el Trabajo en el
año 2005, en la que expresa que cuando el trabajador durante
períodos superiores a 24 horas queda restringido a un espacio
o a un conjunto de espacios que sirven simultáneamente como
lugar de trabajo, de descanso y sueño, el nivel de ruido de
fondo deberá ser inferior o igual a 70 dBA514. Este mismo ni-
vel sonoro es el tomado por los criterios de la Agencia de Pro-
tección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) que afirma,
en lo referente a la conservación de la audición, que para pro-
teger virtualmente a la población el nivel sonoro promediado
durante las 24 horas del día no debería ser mayor a 70 dB515.
Este punto es interesante, a pesar de estar alejado de la reali-
dad legal, ya que es posible que haga referencia a los efectos
no auditivos, vulnerables ante tan extendida exposición.
Si bien no incumbe a la audióloga realizar este tipo de cálculos,
fue necesario efectuarlos en este estudio con el fin de observar,
analizar y cotejarlos con los resultados audiométricos obteni-
dos. La fórmula elegida para calcular la dosis de ruido fue la
propuesta en el Decreto 351/79 (Figura 7) debido a que reflejó
la realidad sonora de los pescadores en la jornada laboral tí-
pica ejemplificada. Por el contrario, la fórmula propuesta por
la resolución 295/03 (Figura 8) no dio exactamente una idea
ajustada del nivel excedido.
514 Ídem.
515 Federico Miyara, ¿Cuánto Ruido es demasiado ruido?; Biblioteca Virtual, ob. cit.
358
Figura 8. Res. SRT 295/2003
359
tran que deberían tomarse medidas exclusivas tanto admi-
nistrativas como de ingeniería (buen aislamiento entre los
compartimentos, educación, uso de protectores auditivos, por
ejemplo) que sirvan para disminuir los niveles de ruido, más
aún cuando las jornadas laborales no pueden modificarse tan
fácilmente, sea por cuestiones económicas y/o por las carac-
terísticas propias del trabajo.
5. PROCEDIMIENTO METODOLÓGICO
Diseño Metodológico.
Problema.
Se plantea la cuestión de saber y describir cuál es el perfil au-
ditivo de los trabajadores de los buques fresqueros (patrones,
maquinistas, marineros) debido a que es una población que se
encuentra durante toda la jornada laboral, que incluye horas
de trabajo y descanso durante al menos 10 días, sometida a
ruidos constantes.
¿Cuál es su perfil auditivo? ¿Presentan audición normal?
¿El ruido presente en el barco les afecta?
Definición de la Hipótesis.
La audición de los pescadores se ve afectada por la exposición
al ruido durante la jornada laboral. El tiempo de exposición
sería el factor predominante más que la intensidad del ruido
al que están expuestos.
360
Objetivos.
Objetivo general
Investigar cuál es el perfil auditivo de los trabajadores
pesqueros sometidos de forma continua a ruidos fuertes.
Objetivos específicos
Indagar acerca de las características del sonido (nivel de
presión sonora) que emite la fuente sonora (motores, tim-
bre, guinche).
Determinar el nivel de ruido (en decibelios) en los distin-
tos compartimentos del buque.
Realizar una anamnesis para obtener antecedentes per-
sonales y signos-síntomas subjetivos en relación con la
audición y la salud.
Evaluar a los pescadores mediante exámenes audiométri-
cos tales como audiometría y acufenometría (si la perso-
na lo refiere).
Analizar los resultados de los exámenes audiométricos
de la población a investigar:
o Identificar e informar sobre el porcentaje/
resultado de audiometrías normales, patológicas de
tipo ocupacional y de otro tipo.
o Clasificar y calificar el perfil auditivo de los
pescadores.
o Comparar los resultados audiométricos con y
sin los descuentos correspondientes a la edad según
la Norma IRAM 4091.
Calcular la dosis de ruido en relación a la jornada laboral.
Comparar y relacionar los resultados audiométricos de la
población según la edad, la actividad del embarcado y la
antigüedad.
Conocer la frecuencia de utilización de las medidas
preventivas.
Describir aspectos relevantes de un Programa de Preven-
361
ción y Conservación de la audición en relación a los re-
sultados de la evaluación y riesgo auditivo.
Tipo de diseño.
El presente estudio es exploratorio y correlacional, busca des-
cribir una temática que a pesar de haber sido ampliamente
estudiada en diversas profesiones no lo ha sido en los tra-
bajadores de la industria pesquera. Existen escasos estudios,
ninguno en nuestro país, que descubran los efectos del ruido
en la audición de los pescadores; se trata de una investigación
general que busca ser disparadora de futuros estudios más es-
pecíficos y de futuras medidas que mejoren las condiciones
laborales, al menos en este sentido, de la población tratada.
362
Policlínica San Salvador del puerto, de aquellos que asistían a
la realización del estudio audiológico correspondiente a la ac-
tualización de la libreta de embarque. En una tercera instancia y
para completar un número significativo de datos, se recibieron
de la Prefectura Naval Argentina audiometrías ya realizadas y
archivadas, seleccionadas al azar y no por el autor del estudio,
siendo las mismas efectuadas en el mismo año.
Los estudios audiométricos fueron realizados utilizando el
Audiómetro Ladie-160 y un audiómetro manual Kamplex-
AD 27. Para observar las calibraciones de ambos audióme-
tros, se compararon audiometrías realizadas a la misma perso-
na, las cuales coincidieron correctamente como era esperado.
Para recabar los datos personales y específicos relacionados
con el tema, se diseñó una Anamnesis especialmente para la
población en cuestión (ver Anexo).
Variables.
Nivel de audición: se refiere a los umbrales auditivos
necesarios para establecer si existe o no un descenso del
nivel auditivo normal; y de existir, si se lo encuadra den-
tro de la clasificación trauma acústico.
Dosis de ruido: valor de la energía sonora total diaria y/o
semanal a la que los trabajadores están expuestos. Valor
necesario para correlacionar el nivel de exposición con
los esperados en las normativas vigentes y con los resul-
tados de los datos audiométricos.
Edad
Tipo y nivel de ruido: indicar el nivel de presión sonora
del ambiente laboral de la población en cuestión es im-
prescindible para tener un parámetro medible que permi-
ta calcular la dosis de ruido.
Tiempo de exposición: es un dato primordial que sirve,
junto con la intensidad del ruido para valorar la dosis de
ruido a la que los trabajadores están expuestos.
363
Tipo de trabajo y ubicación dentro del buque: resulta im-
portante para comprender en qué lugar del buque pasan
la mayor parte del tiempo, por lo tanto a qué intensidad
del ruido quedan expuestos.
Antigüedad: tiene que ver (junto con el tiempo de exposi-
ción) con el concepto de dosis de ruido y está en relación
con el grado del supuesto daño auditivo.
6. DESARROLLO
Observaciones y Análisis
Descripción de la Muestra.
El número de audiometrías (At) con sus respectivas anamne-
sis fue de 76. Además, se contó con 133 audiometrías brinda-
das por la Prefectura Naval Argentina con el fin de poseer un
número significativo de audiogramas que permita obtener un
perfil audiológico del universo estudiado.
364
pescadores de acuerdo a la tarea que desempeñan. A los Ins-
pectores se los incluyó dentro del grupo de los Marineros
debido a que la exposición al ruido es semejante en ambas
ocupaciones.
En la Tabla 14 se describe la distribución de la población (T-An)
según grupos etarios (se excluyeron las At sin antigüedad).
Edad Pescadores
<30 42
[30-40) 43
[40-50) 59
[50-60) 40
≥60 13
Total 197
Edad y Ocupación.
En la Tabla 15, se detalla la distribución de los
pescadores por edad y ocupación.
365
Tabla 15. Distribución por la edad y la ocupación
Grupos Erarios
Ocupación
20-30 31-40 41-50 51-60 > 61 Total
años años años años años
Marinero 14 11 10 6 1 42
Patrón de
Pesca 1 2 1 2 2 8
Maquinista 2 2 6 9 3 22
Inspector de
Pesca 1 1 1 1 - 4
Total 18 18 18 19 6 76
Antigüedad.
La mayoría de los trabajadores comienzan a trabajar entre los
19 y 25 años, y en general continúan desarrollando tareas en
la industria hasta la jubilación, llegando a desempeñarse más
de 30 años. Algunos cambian de jerarquía pero continúan en
la industria. En la Tabla 16 se detalla su distribución.
366
Tabla 16. Distribución de la población según la Antigüedad
por grupos etarios
Edad
Antigüedad
[31-40] [ 4 1 - 5 0 ]
≤30 años ≥50 años
años años
≤5 3 2 - 1
(5-10] 3 2 - -
(10-15] 1 5 3 -
Marinero e
(15-20] - - - 2
Inspectores
(20-25] - 1 2 -
(25-30] - - 6 1
≥30 - - - 4
≤5 - - - -
(5-10] 1 - - -
(10-15] - 1 1 -
Patrones
(15-20] - - - 1
(20-25] - 1 - -
(25-30] - - - -
≥30 - - - 3
≤5 - 1 - 1
(5-10] - - - 1
Maquinistas (10-15] - 1 - -
(15-20] - - 1 -
(20-25] - - 1 -
(25-30] - - 4 5
≥30 - - - 5
367
Trabajo anual.
El tiempo de trabajo anual en meses promedio es de 9 meses,
variando en un mínimo de 6 meses a un máximo de 11.
368
Exposición al ruido en otros trabajos.
El 98% de la población no ha estado expuesto a ruidos en
otros puestos de trabajo.
Es por ello que no se puede atribuir que los desplazamientos
del umbral auditivo sean por exposición al ruido laboral en
otros puestos o por actividades extralaborales que implican
exposición a ruidos pasibles de afectar la audición.
369
que el 30% no percibe malestar. Dentro de los que señalan
molestia el 35% establecen que ella se produce cuando es un
ruido más fuerte que el ambiental.
370
Figura 11. Sensación Subjetiva del Ruido
Habituación al ruido.
El 73% de los pescadores expresa acostumbrarse al ruido del bar-
co, observándose el mismo patrón en los grupos por ocupación.
Este efecto ha sido un comentario común durante las entre-
vistas. Algunos, y en especial los maquinistas, advirtieron que
cuando se detenía o cambiaba algún ruido del barco, se sobre-
saltaban tomándolo como un signo de alerta o no podían dor-
mir; otros, que de tan acostumbrados que están lo “extrañan”
a la hora del sueño en tierra, así como también expresaron que
les cuesta un tiempo adaptarse al “silencio” en tierra firme.
Además han referido que a pesar de que el ruido es siempre
molesto, se acostumbran y conviven con él.
371
Figura 11 B. Expresa habituación
Alivio al bajar.
El 72% de los pescadores siente alivio al bajar del barco, sien-
do los maquinistas los de mayor porcentaje respecto de los
otros grupos, lo cual es coherente con el nivel de exposición
al que se encuentran.
372
Figura 12 B. Alivio al bajar
Tinnitus.
Se observó que el 52% de los pescadores han experimen-
tado la presencia de tinnitus en algún momento, siendo la
situación más frecuente cuando bajan del barco. El 5% lo ha
catalogado como permanente.
373
Muy interesante es este punto para futuras investigaciones.
Sintomatología.
El 28% de los pescadores presentó alguno de los siguientes
síntomas: dolor de cabeza frecuente, nerviosismo excesivo o
trastornos del sueño. Dos de estos síntomas aparecen en co-
ocurrencia en la mitad de los afectados, siendo el síntoma de
mayor frecuencia los trastornos del sueño. La mayor parte de
los que presentaron alguno de estos síntomas fueron los ma-
quinistas.
374
Antecedentes otológicos y familiares.
En cuanto a los antecedentes familiares, 5 personas del total
de la población refirieron tener uno o dos padres con proble-
mas de audición debido a la edad, siendo uno de ellos especí-
ficamente una hipoacusia inducida por ruido.
En referencia a los antecedentes otológicos, 2 personas del
total comentaron haber tenido problemas en OM (perforación
timpánica y otitis media a repetición).
375
En los patrones se observó que del total (8), 5 presenta-
ron desplazamientos significativos del umbral con y sin
corrección por la edad, el resto audición normal.
Sólo 2 de los maquinistas presentaron umbrales norma-
les, no incluidos en los porcentajes ya que corresponden
a las personas evaluadas sin experiencia en esta labor.
El 90% (18) presentó umbrales patológicos bilaterales,
mientras que el 10% (2) umbrales unilateralmente afec-
tados. Realizando la corrección por presbiacusia, el por-
centaje de umbrales patológicos descendió al 59%.
376
tigüedad entre 4 y 9 años, de los cuales 3 presentaron
umbrales patológicos bilaterales y 1 unilateral; un grupo
de 8, con una antigüedad de entre 12 y 28 años, 7 de
los cuales mostraron umbrales bilateralmente afectados
mientras que 1 fue unilateral; y del grupo de maquinistas
con ≥30 años de antigüedad la totalidad presenta umbra-
les patológicos bilaterales.
377
Figura 15. Umbrales de Audición por ocupación sin correc-
ción por presbiacusia
378
Resultó que el porcentaje de la población que presentó umbrales
normales fue del 34%, mientras que el 66% presentó umbrales
patológicos (el 19.2% umbrales afectados unilateralmente y el
46.7% bilateralmente); realizada la corrección, el porcentaje de
umbrales patológicos disminuye al 29%: el 12% considerados
cambios significativos de los umbrales de audición unilaterales
(E1) y al 17% los cambios significativos en ambos oídos (E2).
Aunque la corrección por envejecimiento descarta aproxima-
damente la mitad de los umbrales patológicos, el porcentaje de
aparición de desplazamientos significativos de los umbrales de
audición es alto.
379
Tabla 16. Distribución de los umbrales con y sin corrección
por la edad
Sin corrección por la edad
Edad UN UPU UPB
<30 32 5 5
[30-40) 20 8 15
[40-50) 8 18 33
[50-60) 7 5 28
≥60 0 2 11
Total 67 38 92
Con corrección por la edad
Edad UN U (E1) B (E2)
<30 36 2 4
[30-40) 32 4 7
[40-50) 40 12 7
[50-60) 27 4 9
≥60 5 2 6
Total 140 24 33
380
Figura 18. Umbrales de audición distribuidos por grupos
de edad
381
Frecuencia de aparición: Hipoacusia perceptiva con perfil
de Trauma Acústico, Hipoacusia perceptiva, Hipoacusia con-
ductiva e Hipoacusia mixta en el Conjunto T-An.
El 3% de las audiometrías analizadas presentó hipoacusia mix-
ta, el 1% presentó hipoacusia conductiva mientras que el 2%
representó a las hipoacusias de tipo perceptiva sin perfil de
trauma acústico. Las hipoacusias con perfil de trauma acústico,
tomando las bilaterales, parejas o no en relación al grado de se-
veridad, representaron el 39% según Larsen Modificado (LM),
y el 20% según el Método Klockhoff (MK).
382
En el Subconjunto C-An
el 28.1% de las audiometrías mostró el escotoma en la
frecuencia 4000 Hz.
el 21.8% de las audiometrías exhibió el escotoma en la
frecuencia 6000 Hz., de ellas el 6.2% se define como
afección por ruido por esta frecuencia y no por otra.
el 4.6% de las audiometrías lo mostró en la frecuencia
3000 Hz.
En cuanto al 8000 Hz:
el 17% de las audiometrías muestra una caída en el 8000
Hz. (sola, igual o mayor que el 4000 Hz).
Es de destacar que el porcentaje de audiometrías con escoto-
ma en el 4000 Hz coincide en ambos grupos, mientras que es
aproximado el número de audiometrías que aparece con un des-
censo en el extremo tonal agudo. Es posible que el porcentaje
de audiometrías afectadas en el 6000 Hz, pueda generalizarse
del mismo modo.
383
promedios de los umbrales obtenidos en las audiometrías, pri-
mero del Conjunto T-An, y luego del Subconjunto C-An, di-
vidiendo los grupos según la edad. Se graficó cada uno en un
audiograma con el fin de visualizar el perfil auditivo de cada
grupo y por último, se clasificaron según el MK y el LM.
384
frecuencias conversacionales afectadas no hay distinción
de grados más allá del Grado III).
385
generales para las Hipoacusias por quedar fuera la referencia
la intensidad del deterioro en el Tipo IV del MK.
7. CONCLUSIÓN
386
maquinistas es extraordinario, calculado con y sin protección
auditiva; es el grupo que presenta mayor porcentaje de sinto-
matología no auditiva (trastornos del sueño, dolor de cabeza,
nerviosismo excesivo) y auditiva (deterioro auditivo y tinnitus),
a pesar de que el 100% mencionó utilizar protectores. El uso
de protección auditiva, se supone minimizaría los efectos no-
civos de la sobreexposición a ruidos intensos, si fuese correcta
la relación tiempo/intensidad de exposición. Otra cuestión que
evidencia lo expuesto, son las evaluaciones audiológicas pre-
laborales que testearon a aquellos futuros maquinistas prove-
nientes de la Escuela de Pesca; todas ellas obtuvieron un perfil
audiométrico normal (0-15 dB). En consecuencia, y a pesar de
no tener un seguimiento longitudinal, se puede inferir con sufi-
ciente veracidad que existe un alto riesgo en estos trabajadores
de sufrir una Hipoacusia Inducida por Ruido de la que, vale
mencionar, se desconoce el grado específico de severidad ten-
diente a desarrollar ya que excede los objetivos de la presente
investigación. Concluyendo, se puede decir que los maquinis-
tas se encuentran en una situación de vulnerabilidad importante
y superior con respecto a los demás grupos de pescadores, debi-
do tanto a las condiciones de exposición como a la ausencia de
un seguimiento o programa educativo, de seguridad e higiene
sonora que prevenga el deterioro auditivo.
387
te atribuir su afección auditiva a los efectos del ruido.
388
8. PROPUESTA
Introducción.
Uno de los objetivos de nuestra ciencia de estudio, la Fonoau-
diología, es la prevención, detección y atención temprana de
las diversas dificultades o trastornos que atiende. De acuerdo
con el concepto de salud ocupacional definido por la Organi-
zación Mundial de la Salud y la Organización Internacional
del trabajo, la postura a tomar por la audióloga es justamente
la de detección, prevención y conservación de la audición, en
donde la evaluación audiométrica cumple un rol fundamental.
Para conseguir tales objetivos y para corroborar el éxito del
programa es fundamental que la vigilancia audiométrica no se
limite a una mera medición que describa el estado de audición
de los trabajadores sino que sea un instrumento para determi-
nar qué acciones concretas (derivación al ORL, reinstrucción,
cambios de puesto, declaración de DAIR, etc.) efectuar para
la prevención de la pérdida auditiva.
389
expuestos durante 8 horas a un nivel de ruido mayor o igual a
85 dB516 y que el correcto funcionamiento del programa des-
cansa sobre el compromiso de todos los involucrados en el
mismo, y quienes como fin tienen la prevención del DAIR.
390
nistrativos, es decir, modificaciones en la jornada laboral
-modificación de los tiempos de exposición- que reduzcan
la sobreexposición. En el caso de los maquinistas, expues-
tos a un NSCE de 88.5 dBA (medida analizada con protec-
ción auditiva)517, los controles administrativos deberían
evaluarse luego de efectuados los controles de ingeniería;
posiblemente ambas medidas deban evaluarse. Por otro
lado, es muy probable que el NSCE de los marineros (83.7
dBA) se vea favorablemente disminuido con controles de
ingeniería eficientes.
391
evitar posibles simulaciones.
392
dición (TTS) y determinar si los controles o uso de protección
auditiva son adecuados o no. Si hubo un descenso del umbral
de audición respecto de la At de base (cambio ≥ 15 dB) se re-
testea nuevamente a los 30 días con el correspondiente reposo
auditivo -At de confirmación- para establecer si dicho cambio
es temporal o permanente (PTS), en primera instancia.
393
proveen de una elevada protección para frecuencias altas pero
significativamente menor para frecuencias bajas.
Educación y motivación
Los trabajadores que forman parte de un PPCA deben ser infor-
mados acerca de las razones y beneficios de su participación así
como también deben recibir una capacitación anual acerca de
todos los aspectos relevantes para la conservación de la audi-
ción; de ello depende, en gran parte, el éxito del programa.
Documentación y registros
Es necesario, tanto en beneficio del empleador como del tra-
bajador, que se creen y mantengan registros de cada aspec-
to del programa, no es un solo un archivo de datos sino que
constituye la evidencia de que todos los componentes del pro-
grama han sido apropiados, consistentes y bien conducidos.
394
decir, de forma individual, y del total de la población. La pri-
mera se logra a través de la comparación de los monitoreos
audiométricos con el audiograma de base de cada trabajador;
la segunda, implica la comparación del promedio de umbrales
de audición entre los trabajadores expuestos al ruido con el de
personas no expuestas a ruido laboral, para lo cual se podría
utilizar la Norma IRAM 4079:2006.
395
9. BIBLIOGRAFÍA
396
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