Animales

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Los animales no tienen una voz - ellos necesitan que tú hables por ellos.

Defender
a los animales no significa preocuparse más de ellos que de las personas. Se trata
de proteger a otras especies de tratos crueles e injustos y de no causarles ningún
daño.

¡Estar interesado en los derechos animales no te hace ser “raro”! Querer terminar
con el sufrimiento es algo de lo cual deberías estar orgulloso. Hacerte vegetariano
o vegano, no comprar ciertos productos por que han sido testeados en animales y
decir que no quieres ir al zoológico o a un circo con animales son todas formas
importantes con las cuales puedes ayudar a hacer de este mundo un lugar más
bondadoso. Nunca dejes que alguien te haga sentir que estás equivocado.
Siempre recuerda que los animales no tienen una voz - ellos necesitan que tú
hables por ellos. ¿Qué Derechos Necesitan Los Animales? Obviamente, los
animales no necesitan de forma exacta los mismos derechos que las personas.
Por ejemplo, ¡el derecho a votar en elecciones sería inútil para un loro! Pero el
derecho a la libertad, el derecho a ejercitar su propia y libre voluntad y a vivir sin
ser encerrados o torturados son tan importantes para los animales como lo son
para nosotros.

¿Por Qué Preocuparnos De Los Animales? Hoy es reconocido que los animales,
como los humanos, experimentan felicidad, tristeza, miedo, dolor físico, rabia y
aburrimiento. Sabemos que ellos usualmente disfrutan de la compañía de sus
iguales; que hay una conexión cercana entre las madres y sus hijos, que los
animales jóvenes disfrutan y aprenden del juego, y que ellos desarrollan
amistades. Ellos tienen necesidades, al igual que las personas. ¿Son Las
Personas Más Inteligentes? Los animales no pueden tocar el piano o pilotear un
avión - ¡pero tampoco lo pueden hacer muchas personas! Pero los animales
pueden hacer algunas cosas sorprendentes que están más allá de los seres
humanos. ¿Puedes balancearte a través de los árboles como un orangután? o
bien, ¿oler un hueso a 100 metros de distancia como el perro promedio? Llamarlo
“instinto” no lo hace menos sorprendente. De cualquier forma, decidir cómo tratar
a otras criaturas según su inteligencia está mal. No te gustaría que tus derechos
sean decididos por el cómo te fue en tus exámes, ¿lo consideras justo? ¿Los
Animales Se Pueden Comunicar? Cualquiera con un animal de compañía ha
tenido experiencias de primera mano sobre el tipo de emociones que los animales
pueden sentir y las formas en las cuales las expresan. Ellos usan sonidos y otros
signos, tales como el lenguaje corporal, “conversar” con otros - atraer una nueva
pareja, expresar satisfacción o advertir a los otros sobre algún peligro. Algunos
animales, como las ballenas, son capaces de comunicarse a través de vastas
distancias en formas que no entendemos completamente. ¿Los Animales Sienten
Dolor? ¿Alguna vez has escuchado de un animal que pudiera ser cortado por un
cuchillo o quemado por una flama y no sentirlo? Si pateas a los perros, ellos
aullarán y se acurrucarán. Si pisas las colas de los gatos, ellos aullarán y correrán.
Ya sea en tu casa, en una granja de factoría, en un laboratorio, en cautividad o en
el mundo salvaje los animales experimentan dolor y miedo y trataran de
protegerse de ser heridos. Esto es verdad tanto en los peces como en los monos.
Incluso cuando no podemos tener certeza de que los animales sienten dolor - por
ejemplo, en el caso de los gusanos o insectos - deberíamos darles el beneficio de
la duda y no causarles daño deliberadamente. ¿Cómo Abusamos De Los
Animales? Millones de animales sufren dolor y miseria debido a los humanos:

• Los ASESINAMOS para comerlos.

• EXPERIMENTAMOS con ellos en laboratorios.

• ARRANCAMOS sus pieles y las vestimos como zapatos, abrigos y chaquetas de


cuero.

• Los CAZAMOS por diversión.

• ABANDONAMOS a las “mascotas” que ya no queremos.

• Los ENCERRAMOS en jaulas en zoológicos y circos.

• CONTAMINAMOS y DESTRUIMOS sus hábitats naturales.

Derechos Humanos y Derechos Animales Excusas similares dadas para tratar mal
a los animales fueron alguna vez usadas para defender la explotación de ciertas
personas. Los niños eran forzados a trabajar en minas y como limpiadores de
chimeneas hasta que la sociedad se dio cuenta de que era inaceptable. A las
mujeres no se les permitía votar en las elecciones hasta que, después de años de
campaña, sus derechos fueron reconocidos. Los esclavos sufrieron abuso,
humillación y crueldad y fueron explotados hasta el punto del colapso, incluso la
muerte, porque sus “propietarios” argumentaban que los esclavos no merecían
justicia o igualdad, siendo de una raza diferente. ¿Es tan errado comparar su
destino con el destino de los animales hoy? Alice Walter, la conocida escritora
Afro-Americana, dijo alguna vez: “los animales del mundo existen por sus propias
razones. No fueron hechos para los humanos como tampoco los negros fueron
hechos para los blancos o las mujeres para los hombres”. En 1948, las naciones
del mundo se unieron para crear la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, la cual estableció que todas las personas deberían tener libertad y
respeto cualquiera sea su color, sexo, religión o raza. Aquellos que creen en los
derechos animales creen que los animales merecen protección similar. El hecho
de que aun exista una gran preocupación por el sufrimiento humano no significa
que no deberíamos intentar ayudar a los animales también.

"Y de repente el toro miró hacia mí. Con la inocencia


de todos los animales reflejada en los ojos, pero
también con una imploración. Era la querella
contra la injusticia inexplicable, la
súplica frente a la innecesaria crueldad".

Son el espectáculo público de la tortura sangrienta, cruel y prolongada de un


mamífero superior capaz (como nosotros) de sentir dolor. La corrida no es más
que una técnica de tortura, comparable a las que se emplean con los humanos,
capaz de transformar a una persona entera en una piltrafa a la que se puede
manejar como se quiera. Antes de la corrida se encierra al toro en un cajón oscuro
(chiquero), lo que tiene el efecto de aterrorizarlo. Cuando lo sueltan y antes de que
llegue al ruedo le clavan el primer arpón de puntas aceradas (divisa). Un animal
previamente maltratado, manipulado, encerrado en la oscuridad y con el dolor que
le produce la divisa, recorre al galope el ruedo en una actitud aparentemente
furiosa. Realmente, cuando el toro desemboca en la plaza, ES UN ANIMAL
ATERRORIZADO QUE BUSCA DESESPERADAMENTE LA SALIDA. El picador
debe clavar la pica en el cuello del toro delante de la cruz. Teóricamente debe
penetrar sólo la punta de acero de 3 centímetros, pero siempre clavan también los
11 centímetros que siguen hasta el tope, lo que representa HERIDAS DE 14
CENTÍMETROS DE PROFUNDIDAD Y HASTA 40 DE EXTENSIÓN, que
producen al toro un dolor intensísimo y que lo destroza por dentro. Algunos
picadores retuercen la pica para aumentar la penetración, se apoyan en la barrera
y hieren detrás del morrillo o en el costado para provocar una hemorragia
abundante o PERFORAR EL PULMÓN. Si el toro le parece al torero demasiado
peligroso el picador lo «castiga» escrupulosamente dejándolo chorreando sangre,
medio muerto y limitado grandemente en su capacidad de movimiento. Cada toro
recibe una media de 3 ó 4 puyazos. Después de que los picadores dejan al toro
hecho una piltrafa, el torero demuestra su «valor» dándole pases de muleta,
agotándolo por el esfuerzo y la pérdida de sangre. El toro además de mansurrón
es un animal miope, daltónico, torpe e ingenuo que embiste al trapo que agitan
delante de él, creyéndole culpable de sus males. Llaman asesino al toro que no se
deja engañar y embiste al hombre. banderillas negras. Los banderilleros clavan 4
ó 6 de estos arpones en las mismas horribles heridas de los puyazos o cerca de
ellas. A cada movimiento del toro, las banderillas se mueven haciendo que los
arpones horaden y desgarren cada vez más la carne, aumentando la hemorragia y
«completando» la sádica labor del picador. El terrible dolor que le producen todas
estas heridas y el destrozo de los músculos del cuello, es lo que obliga al toro a
agachar la cabeza. Cuando el toro llega al ruedo tiene el «grave defecto» (debe
ser un «error» de la Naturaleza) de llevar la cabeza alta. En esta postura, para
matarlo, el torero se tendría que subir a una escalera para clavarle la espada y
esto no sería práctico ni conforme a la sublime «dignidad» de estos torturadores
ENTRAR A MATAR

Se trata de clavar la espada de casi un metro cerca de las vértebras para lesionar
el corazón o algún vaso sanguíneo importante. Esto es la teoría y no pasa casi
nunca. Lo más normal es que la espada sólo acierte a alcanzar los pulmones y
que el animal agonice lentamente ahogado en su propia sangre, después de
varios intentos infructuosos el toro todavía está vivo, AGONIZANTE, GIMIENDO
LASTIMERAMENTE, VOMITANDO SANGRE Y PERDIENDO LA ORINA.

Finalmente, se le da la puntilla para intentar seccionar la médula espinal. Si la


médula no es seccionada sino sólo dañada, el toro no está realmente muerto, sino
con un cierto grado de parálisis y es arrastrado vivo y consciente (en Murcia, en
septiembre de 1979, el toro se levantó cuando era arrastrado). Aun en el caso de
que la médula quede seccionada, la cabeza del toro sigue «viva» unos minutos,
por lo que siente perfectamente el dolor al cortarle las orejas. El toro nunca llega
totalmente muerto al segundo acto de la carnicería, en esa trastienda de la plaza
donde ya no hacen falta lentejuelas para descuartizar. LO MÁS TERRIBLE DE
ESTA HISTORIA NO ES TANTO MORIR COMO SER TORTURADO HASTA LA
MUERTE POR DIVERSIÓN. Y TODO ESTO ¡EN NOMBRE DEL GRAN PODER!

El gran espectáculo de los circos

Durante larguísimos desplazamientos de hasta 10/12 horas, los animales soportan


en su rincón, sin luz y sin ventilación, el frío del invierno y el calor del verano
mientras se asfixian con el metano de sus propios excrementos a pesar de que se
acostumbra a mantenerles sedientos para que orinen menos. En el caso de los
circos itinerantes, a lo largo de sus interminables giras de 9 a 10 meses al año, no
hay otro remedio que mantener a los animales encadenados por una pata
delantera y otra trasera -lo que tan sólo les permite tumbarse y levantarse o
arrastrarse un par de pasos adelante y atrás- o aprisionados dentro de camiones
jaulas menos durante el entrenamiento o los escasos minutos que dura su
número. Existe aquí una combinación de castigo y recompensa, con mayor
proporción de castigo ya que muy pocos ejercicios y trucos están basados en
comportamientos naturales. Entre los métodos de "persuasión", se siguen
encontrando varas, estacas con pinchos, látigos y también sistemas más
modernos como los electroshocks de bolsillo con descarga de poco voltaje, todos
ellos por supuesto oculto a la vista del espectador. Aún con esto, un estudio
reciente de la RSPCA británica (Real Sociedad Protectora de Animales) reveló
que, en más de un 40% de los casos analizados, los grandes felinos se resistían a
salir al escenario por lo que había que forzarlos a hacerlo.

Vivisección:

Menos del 2% (1,16%) de las enfermedades humanas se han presentado en los


animales no humanos. En otras palabras, más del 98% de las enfermedades
humanas nunca se han manifestado en los animales. A pesar de este abrumador
hecho, la experimentación en animales o vivisección continúa existiendo. Y debido
a su desarrollo y mantención, cada segundo 33 animales mueren dentro de algún
laboratorio en el mundo, en facultades universitarias de medicina, biología y
veterinaria; en laboratorios contratados por empresas productoras de cosméticos,
artículos de aseo personal y para el hogar, de comida humana y alimento para
mascotas y en dependencias químico farmacéuticas y militares. A esto se suma
los cientos de muertes y miles de daños a seres humanos que se ven afectados
por los efectos adversos o secundarios de las sustancias testeadas como seguras
en animales.

Por sus efectos y consecuencias, la experimentación en animales debe


establecerse dentro de un marco amplio de discusión, no sólo involucrando a
científicos y profesionales de la medicina, que en muchos casos se creen como
únicos participantes y poseedores de la verdad, si no que también integrando de
manera seria a medios de comunicación, la opinión pública, profesionales de
diversas áreas, incluídos defensores de los derechos animales. Frente a la opinión
de este último grupo, basados en argumentos científicos y éticos, la
experimentación en animales es inaplicable, innecesaria e inmoral.

Es inaplicable debido a las determinantes diferencias bioquímicas, anatómicas y


fisiológicas que existen entre individuos de especies diferentes, entre humanos y
animales no humanos. Sólo basta comprender las notables divergencias entre
individuos de la misma especie, por ejemplo entre un adulto y un niño o entre un
hombre y una mujer, para darnos cuenta de lo impreciso, defectuoso y peligroso
que es extrapolar resultados obtenidos en testeos en animales a la medicina
humana.

Es innecesaria dada la existencia de metodologías no animales alternativas como


la investigación In Vitro en tejidos (investigación en tubos de ensayos), las
investigaciones epidemiológicas (estudio de las poblaciones humanas), los
cultivos de bacterias, virus y hongos, la autopsia en humanos y la utilización de
cadáveres, la investigación genética, la investigación clínica y los modelos
matemáticos y computacionales. Todo lo anterior, junto a los avances en
tecnología, son los únicos responsables por el estándar elevado en el cuidado de
los pacientes y del verdadero progreso en la medicina.

Por otra parte, las mismas metodologías de reemplazo hacen de los experimentos
en animales actualmente utilizados en la medicina veterinaria, innecesarios y, su
constante repetición, injustificable.

Finalmente, es inmoral debido a su responsabilidad en la tortura y muerte de


millones de animales, seres vivos capaces de sentir dolor y placer, inteligentes y
conscientes y con una vida emocional compleja, los cuales son criados para morir
o bien son raptados desde sus habitats naturales. A eso se suma, la pérdida
irrecuperable de tiempo y dinero, que evidentemente podría ser utilizado en
métodos de investigación veraces. Esto no debe continuar. La experimentación en
animales debe terminar. En todo el mundo y en Chile, país en el cual se
mantienen a más de 100 primates en la Universidad Católica, donde se testean
cosméticos y artículos de limpieza con conejos y ratones en el ISP, donde se
experimenta con pollos, ratas, perros y gatos en las facultades de veterinaria de la
Universidad de Chile y tantas otras Universidades, donde se practica la vivisección
sin ningún tipo de control en laboratorios privados. No hay justificación, más allá
de la presión económica que ejerce la vivisección, para que se siga apoyando este
tipo de investigación científica arcaica NO MAS VIVISECCIÓN

No es estar en contra del progreso médico y científico, sino en contra de las


mentiras que surgen a su alrededor a causa de la experimentación en animales, la
cual pretende ser una herramienta esencial a la hora de buscar respuestas
veraces a los problemas de la medicina en general, cuando en realidad la
experimentación en animales ha hecho todo lo contrario: retrasar y confundir los
progresos en la medicina y las ciencias, con resultados inaplicables, métodos
innecesarios y prácticas inmorales.

EXPERIMENTACIÓN EN ANIMALES: INAPLICABLE. INNECESARIA. INMORAL


“moda”

Hace muchos años se acostumbraba usar piel, y hoy usarla en las prendas de
vestir está de moda, pues la usan muchas modelos y estrellas del espectáculo.
Las organizaciones protectoras de animales no están de acuerdo en que ellas las
usen. Entonces la pregunta es: ¿podemos usar la piel del animal para lucir nuestro
vestuario o no?

¿Sabías que para hacer un solo abrigo se sacrifican: 60 visones, 20 nutrias ó 20


zorros?¿Y que muchos de ellos sufren una agonía cruel y larga (las especies
atrapadas en libertad) o una vida en jaulas de reducidas dimensiones (los criados
en granjas especialmente para ese fin)? Posiblemente, muchos de los que estén
leyendo estas lineas ya conozcan estos datos, pero gran parte de la población
desconoce lo que en realidad se oculta detrás de cada abrigo de pieles que lucen
muchas señoras.
El comercio de pieles de animales esconde un grado de crueldad inmenso para
con los animales que se utilizan. Cada año millones de animales son sacrificados
en todo el mundo para proveer a la industria de las pieles. El 50% de los animales
que mueren en estas circunstancias se cazan con trampa cepo de mandíbulas de
acero, instrumento que atrapa a los animales, lastimándolos, fracturándolos y
mutilándolos, con frecuencia sin provocarles la muerte que sobreviene después de
muchas horas o varios días, en oportunidad en que el cazador pasa recogiendo
las presas. La trampa cepo es la trampa mas popular.

Por ejemplo El zorro tiene un territorio de caza de 20 a 50 Km 2 pero en una granja


sólo dispondrá de una jaula de malla metálica de 0´6 m 2. Estas condiciones tan
contrarias a su naturaleza provocan tanto estrés en estos animales que muchos se
niegan a comer, dan vueltas incesantes, e incluso, llegan a comerse el rabo hasta
el hueso.

Las técnicas para matar a los zorros son extremadamente crueles, y se utilizan
para no dañar la piel.

Se cuelga al zorro del cuello con un gancho. Se le introduce un electrodo en la


boca y otro en el ano con una barra metálica que suele atravesar las paredes del
intestino. Después se le electrocuta.

Se cuelga al zorro boca abajo y se le golpea en la cabeza con un mazo.

Se recurre a la larga agonía del monóxido de carbono...


Para aumentar las camadas utilizan las manipulaciones hormonales. Con una
descarga eléctrica se consigue semen del macho que será inyectado en las
trompas de la hembra.

Convertidos en máquinas reproductores, los animales sufren un total desequilibrio


y descalcificación. Además, en animales como la chinchilla pierden sus dientes y
después de múltiples camadas se les mata.

Para fabricar un abrigo son necesarios:

20 focas bebe

17 linces o 6 leopardos

15 ocelotes o 12 lobos

60 visones

60 martas

20 zorros (nutrias o marmotas)

3º castores o mapaches

8 focas adultas o

300 chinchillas

¿¿¿En realidad es necesario???

“Acabas de cenar, y aunque escrupulosamente el matadero se halle oculto


a millas de exquisita distancia, hay complicidad”

En los mataderos los animales pueden oler, oír y a menudo ver morir a los
animales que los preceden. Mientras los animales se defienden, los operarios
humanos, que son presionados para que las líneas de producción avancen
rápidamente, reaccionan a menudo con impaciencia hacia los animales.

Métodos habituales de aturdimiento de mamíferos:

Aturdimiento mediante pistola de bala cautiva – Se coloca una "pistola" contra la


cabeza del animal y se dispara un vástago de metal al cerebro. Disparar a un
animal que se está defendiendo resulta difícil, y a menudo el vástago no da en el
blanco.

Aturdimiento eléctrico– La corriente produce un ataque epiléptico y a continuación


el animal es degollado. De acuerdo con el asesor industrial y doctor Temple
Grandin, “Un amperaje insuficiente puede paralizar a un animal sin que por ello
pierda la sensibilidad.”

Matanza ritual – Los animales permanecen totalmente conscientes cuando les


cortan las carótidas. En teoría, esto debería provocar la inconsciencia en materia
de segundos, pero debido al flujo sanguíneo de las arterias vertebrales de la parte
posterior del cuello, algunos animales pueden permanecer conscientes hasta un
minuto mientras se desangran. Además, el Doctor Temple Grandin señala:
“Desafortunadamente, algunos mataderos utilizan métodos crueles de
inmovilización, tales como colgar a los animales vivos boca abajo.” Esto puede
provocar roturas de huesos, ya que el pesado animal cuelga de una cadena sujeta
a una sola pata.

En un artículo publicado en el Washington Post se afirmaba que “los cerdos, a


diferencia del ganado vacuno, son introducidos en tanques de agua caliente tras
haber sido aturdidos con el fin de ablandarles la piel para desollarlos. Como
resultado, una matanza negligente condena a algunos cerdos a ser escaldados y
ahogados. Grabaciones de vídeo secretas de una empresa porcina de Iowa
muestran cerdos chillando y pataleando a medida que son introducidos en el
agua.”

Con el fin de provocar la parálisis en las aves para facilitar su manejo, se emplea
normalmente el aturdimiento eléctrico. Sin embargo, no se sabe con seguridad si
el aturdimiento deja a las aves inconscientes; la descarga eléctrica puede ser una
“experiencia intensamente dolorosa.” Cada año, un gran porcentaje de pollos,
pavos, patos y gansos llegan vivos a los tanques de agua caliente y mueren
escaldados o ahogados.

“Se trataba de una planta donde los cerdos eran dejados a horcajadas y chillando
sobre el inmovilizador de la cinta transportadora y colgando vivos de una sola pata
cuando los trabajadores dejaban la zona de desangrado durante sus descansos
de media hora para comer; donde los encargados del aturdimiento daban
descargas eléctricas a los cerdos tres o cuatro veces... donde miles de cerdos
chillando eran introducidos vivos en el tanque de agua caliente del matadero.”

La pregunta no es ¿pueden razonar?, ni ¿pueden hablar?, sino ¿pueden sufrir?

Jeremy Bentham, Introducción a los principios de la moral y la legislación, 1789


Son necesarios 25 minutos para transformar un novillo vivo en un filete en el
moderno matadero en el que trabaja Ramón Moreno. Durante 20 años, su puesto
fue “asistente de despiece”, un trabajo que conlleva cortarles el corvejón a las
reses muertas a medida que van pasando vertiginosamente a un ritmo de 309 por
hora. En teoría, el ganado debería llegar muerto al puesto de Moreno. Pero en
demasiadas ocasiones este no era el caso.

“Parpadean. Emiten sonidos,” decía Moreno en voz baja. “La cabeza se mueve,
los ojos están muy abiertos y miran a su alrededor.”

Aún así, Moreno cortaba. En días malos, dice, docenas de animales llegaban a su
puesto claramente vivos y conscientes. Algunos sobrevivían hasta el cortador de
colas, el destripador, el desollador.

“Van muriendo,” decía Moreno, “trozo a trozo.”

De acuerdo con una ley federal de 23 años de antigüedad [que no contempla la


matanza de aves], las reses y los cerdos sacrificados deben ser primero
“aturdidos”—insensibilizados al dolor—mediante un golpe en la cabeza o una
descarga eléctrica. Pero en empresas que deben pagar una gran cantidad de
impuestos, la ley es a veces infringida, con consecuencias crueles tanto para los
animales como para los trabajadores. Informes de aplicación, entrevistas, vídeos y
declaraciones juradas de trabajadores describen violaciones repetidas de la Ley
de Sacrificio Humanitario en docenas de mataderos, que incluyen desde las más
pequeñas carnicerías tradicionales hasta instalaciones modernas y automatizadas
como la empresa en expansión de IBP Inc. donde Moreno trabaja.

“Esto ocurre a diario en empresas de todo Estados Unidos,” aseguró Lester


Friedlander, veterinario y antiguo inspector jefe del gobierno en una empresa de
hamburguesas de Pennsylvania.

“Lo he presenciado. Y he hablado con otros veterinarios. Piensan que está fuera
de control.”

The Washington Post, “Carne moderna: una cosecha brutal,” 4/10/01

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