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SALUD

Lumbalgia
por acortamiento de Isquiotibiales
Texto: Enrique García-Torralba Iglesias. Especialista en Fisioterapia
Traumatológica y Deportiva. Fisioterapeuta Colegiado nº 1209 Madrid.
www.quiquetorralba.blogspot.com /
quiquetorralba@gmail.com / facebook.com/quiquetorralba.fisioterapia.

Vamos a volver a tratar un tema ya visto,


pero que por su importancia y frecuencia
merece algunas aclaraciones, y ser
revisado desde un punto de vista diferente:
la lumbalgia, aunque centrándonos en
una de sus más importantes causas;
el acortamiento de la cadena cinética
posterior, en concreto de los músculos
Isquiotibiales.

Definición de Lumbalgia
Así la definíamos en el nº 7 (noviembre de 2008):
Lumbalgia significa exactamente “dolor lumbar”.(Del lat. lumbus, lomo, y –al-
gia Del gr. ‘dolor’) , sin más. Lo cual no es muy aclaratorio como diagnóstico mé-
dico, si no más bien como síntoma. Y me explico; existen infinidad de causas que
pueden producir dolor lumbar, cada una de ellas tendrá un tratamiento específico,
y en muchas ocasiones muy alejados los unos de los otros. Por este motivo no de-
bemos conformarnos con un veredicto tan parco en información, y deberíamos
buscar un punto más en la explicación: “lumbalgia por contractura muscular” o
“lumbalgia por protrusión del disco intervertebral” por ejemplo. Esto nos ayudará
a tomar las medidas oportunas según cada caso (lo que aumentará sustancial-
mente las posibilidades de mejoría) y así no vernos frente a una larga lista de ejer-
cicios, recomendaciones y técnicas de tratamiento que parecen servir igual para
todo tipo de “lumbalgias”
Pues bien, esta es una de esas causas que pueden conducir por si mismas a sufrir
molestias en la zona lumbar, y lo que es peor, mantenida en el tiempo, puede con-
ducir a la aparición de otras distintas que agraven la situación, y hagan más difícil
y lenta la recuperación.
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¿Cómo? Pues del mismo modo que unos somos altos y otros bajos, o unos tenemos la
cabeza grande y otros pequeña, no todo el mundo va a tener el mismo grado de
La columna lumbar se encuentra en un delicado equilibrio antero posterior que
lordosis lumbar. Dependerá de su morfología general, de la estructura de sus vér-
dependerá, de su apoyo sobre el Sacro y Cintura Pélvica por un lado, de la morfo-
tebras, de lo horizontal que tenga el sacro, etc, etc.. Unos tendremos mucha y otros
logía y mecánica de la columna dorsal y el tronco por otro, y de un equilibrio mus-
poca lordosis lumbar siempre dentro de los parámetros de normalidad individual.
cular que implica algunos de los músculos más “potentes” y grandes del cuerpo,
Y solo utilizaremos los términos Hiper o Hipolordosis para referirnos a un estado
que además trabajan e influyen de manera fundamental en la carrera a pie. Visto
patológico o por lo menos desviado de nuestra normalidad personal.
de lado, este segmento de la columna vertebral, forma una curva anterior, o con
concavidad posterior, a la que llamamos Lordosis Lumbar.
Esta Lordosis es necesaria para la correcta estática y mecánica de la columna
lumbar, y anatómicamente, las vértebras que la forman, que son cinco, están di-
señadas para ello. Los cuerpos vertebrales están entonces ligeramente acuñados
para que, aún formando una curva, se encuentren paralelos entre si, y los discos
intervertebrales que los unen, no se encuentren comprimidos de manera desigual
en todos sus puntos.
Cuando esta curvatura anterior o Lordosis se encuentra alterada, ya sea por ex-
ceso o por defecto, nos encontramos con una situación lesiva o por lo menos pre-
cursora de lesión. Y vamos a encontrarnos compresiones irregulares de los discos
intervertebrales, protrusiones de estos, incluso hernias, compresión de los nervios
en su salida por los orificios vertebrales o en la propia médula (que a este nivel se
llamará Cola de Caballo), afectación de las articulaciones interapofisiarias como
Condritis o Artritis Traumáticas, Contracturas Musculares varias, etc, etc.

Cuando esta curvatura anterior


o Lordosis se encuentra alterada,
ya sea por exceso o por defecto,
nos encontramos con una
situación lesiva o por lo menos
precursora de lesión
¿Y cómo sabemos si tenemos hiperlordosis o
En definitiva; Dolor Lumbar o Lumbalgia, por un motivo aislado o por varios
asociados, y a la que llamaremos Lumbociática, cuando además del dolor local,
mucha lordosis, rectificación lumbar o simple-
se le sume un dolor a distancia o referido (a lo largo del glúteo o de la pierna en mente poca lordosis?
este caso) por una afectación nerviosa o compresión a nivel de la columna lumbar. Pues fijándonos en varios parámetros, de los cuales, dos de ellos son los más
Un importante motivo de alteración de la morfología de la columna lumbar en representativos:
su conjunto, y por lo tanto de sus curvas va a ser la posición del sacro, y por lo tanto Horizontalidad del Sacro. Pues si tenemos un Sacro muy horizontal (por
de todo el anillo pélvico, pues al encontrarse “apoyada” la columna lumbar sobre supuesto teniendo en cuenta el resto del anillo pélvico por si algo nos alterara
el, por medio de la articulación Lumbo Sacra, va a influir de manera determinante la correcta lectura), lo lógico es que tuviéramos también bastante curvatura, de
en este punto. lo contrario, habría una zona de transición lumbo sacra que sufriría más tensión
Podemos encontrarnos una Pelvis Anteriorizada o en Báscula Anterior, lo que de la que puede soportar sin lesionarse. Esta zona sería las articulaciones L4-L5
supone vista desde el lado derecho, un giro en sentido de las agujas del reloj, o un y más todavía L5-S1, que es “casualmente” donde se concentran la mayoría de las
descenso del pubis (parte anterior) y una elevación de las Tuberosidades Isquiáti- lesiones discales.
cas (parte posterior). Situación que “tirará” de la columna lumbar hacia delante Y como ya comentamos en su día, bastará con una sobrecarga muscular o con-
aumentando su curva fisiológica y provocando una Hiperlordosis Lumbar. Por el tractura de la musculatura paravertebral lumbar y/o Glúteos mantenida en tiem-
contrario, una Pelvis Posteriorizada o en Báscula Posterior (situación inversa a la po, para que se produzca esa rectificación de la columna lumbar, que, ahora si
anterior), tirará de la columna lumbar hacia detrás por medio de la articulación trataremos como patológica.
Lumbo Sacra, llevándola a una Rectificación o Hipolordosis Lumbar.
Paralelismo de las Mesetas Vertebrales. Que como acabamos de comentar
Puede darse también la situación inversa, y es que una severa contractura un poco más arriba, deben estar lo más paralelas posible, lo que indicará que se
muscular de la musc paravertebral lumbar, rectifique de tal forma esta lordosis, encuentran formando el grado de curvatura para el que han sido diseñados. Así,
que arrastre al sacro, y con el al resto de la pelvis hacia una Báscula Posterior. Del en un paciente con Hiperlordosis, no se encontrarán paralelas, sino formando un
mismo modo que un acortamiento o contractura de los Psoas Ilíacos harían justo lo ángulo abierto por delante y cerrado por detrás, justo lo contrario que veremos en
contrario. Por supuesto que ni todo el que tenga mucha lordosis va a tener Hiper- un estado de rectificación, donde el ángulo se abrirá por la parte dorsal, cerrán-
lordosis, ni los que tengan poco acentuada esta curva se encontrarán en un estado dose en la anterior.
Hipolordótico. ¿Cómo es eso?
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La debilidad de algunos grupos musculares, como los abdominales que al no se afectadas en forma de Condritis o Artritis Traumática.
tirar del Pubis hacia arriba serían los responsables de un estado hiperlordótico, o Esto, en si, ya provoca dolor, lo que a su vez va a motivar la aparición de una
la contractura y/o acortamiento de otros, como los glúteos o los isquiotibiales que contractura muscular de defensa que tratará de inmovilizar la zona afectada y do-
harían lo contrario y que ahora explicaremos, van a ser muy frecuentemente la lorosa. Ahora ya tenemos dos causas de dolor; la articulación afectada por un lado,
única causa del inicio de este estado patológico, que corregido a tiempo, o mejor y la contractura muscular, dolorosa por si misma también, por otro.
previniéndolo, pueden ahorrarnos muchos disgustos. Claro que también, determi-
Si a esto le sumamos la posible afectación de los discos intervertebrales, en
nadas “malas posturas”, o simplemente posturas mantenidas demasiado tiempo,
forma de protrusión discal, incluso de hernia incipiente, que muchos tenemos en
como estar incorrectamente sentado en el puesto de trabajo, pueden, con el paso
mayor o menor medida, aunque no nos dé guerra más que un par de veces al año...
de los días, provocarnos ellas solitas las mismas desastrosas consecuencias.
(más frecuente de lo que muchos piensan), la situación empeorará, y a los dolores
Tengo previsto en los próximos números, escribir un artículo completo, dedi- articulares y musculares, le añadiremos también la afectación por compresión de
cado a este tema, pues muchas de las lesiones que veo a diario en corredores, no los nervios raquídeos o de la médula espinal directamente.
tienen su origen precisamente en la práctica de este deporte, sino en una incorrec-
Si bien es cierto que la afectación nerviosa por compresión del disco interver-
ta postura frente al ordenador, por ejemplo, pero que les incapacita en mayor o
tebral se va a dar en mucha mayor medida en una columna lumbar rectificada,
menor medida para seguir entrenando con normalidad.
por lo menos en primera instancia, si va a ser el cizallamiento al que somete la
¿Y por qué siento dolor? hiperlordosis al disco intervertebral afectado el verdugo final...
En una Hiperlordosis, por debilidad de la musculatura abdominal, durante el ...a ver si lo hemos entendido: Primero tengo una Hiperlordosis, que me irrita
embarazo, por un acortamiento de Psoas Iliaco Bilateral, etc, etc..., nuestra curva las articulaciones inteapofisiarias, y en algunos casos me comprime los nervios por
anterior aumentará de forma anormal, y nuestra pelvis se irá hacia anterior su- medio de los discos intervertebrales deformados por la presión. Luego aparece la
friendo un descenso del pubis, como comentábamos antes. En esta situación, el contractura muscular de defensa, que también duele... y ahora todo se complica:
dolor inicial se producirá a nivel de las articulaciones Interapofisiarias o Interverte- La contractura de la musculatura Paravertebral Lumbar, va a provocar siempre
brales, situadas por detrás de los cuerpos vertebrales, y que son el eje sobre el que la rectificación de la lordosis lumbar fisiológica, pudiendo incluso llegar a “Inver-
flexiona o extiende la columna. Estas articulaciones sufrirán un exceso de presión tirla” en casos severos. ¿Vamos, que lo que en un principio era una hiperlordosis,
al encontrarse más “encajadas” por el nuevo estado hiperlordótico, llegando a ver- ahora es una rectificación?
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En parte si. Y digo en parte, porque probablemente mi pelvis siga en báscula
anterior, puesto que todavía no he corregido las causas que la han llevado a esa
situación (debilidad de los abdominales, acortamiento de psoas iliaco...) y por lo
tanto mi sacro más horizontal de lo normal. Solo que ahora, la curva exagerada
que se producía para compensar esto, se ve “bloqueada” y rectificada por la con-
tractura. Esto ya empieza a ponerse serio.
Sufriremos entonces, los efectos de una hiperlordosis, solo que aumentada y
concentrada en los segmentos vertebrales que hacen la transición entre la colum-
na lumbar y el sacro; L4-L5 y L5-S1, y las consecuencias de la rectificación en el
resto de la columna lumbar. ¿Y cuáles son esas consecuencias de la rectificación?
En una Rectificación Lumbar mantenida, ya partimos de base con el dolor
provocado por la contractura muscular, aunque no siempre tiene que existir esta
previamente, me explico. Una espalda sana, puede forzar la columna lumbar pro-
vocando una rectificación mecánica o postural aunque previamente no sufriera
ningún estrés y llegar a desencadenar el proceso lesional, simplemente mante-
niendo una mala postura sentado sin apoyo lumbar, entre otras posibles causas.
Me refiero a la típica postura en la que desplazamos la zona de apoyo hacia
delante en el asiento, y apoyamos la zona dorsal en el respaldo, dejando las lum-
bares sin apoyar y forzando una inversión de la zona. Algo que debemos evitar a
toda costa. Esto va a hacer que nuestros espacios vertebrales se abran en su parte
posterior desplazando el disco hacia atrás, hacia donde se encuentra la médula
(cola de caballo) y los nervios raquídeos, comprimiéndolos e irritándolos.
En circunstancias normales, con discos sanos, basta con ponernos de pie o cam-
biar de postura para que las molestias se minimicen o desaparezcan, aunque si
lo mantenemos en exceso, lo primero que aparecerá será la contractura muscular
que dejará la zona bloqueada en esa posición, y ya, aunque nos pongamos de pie,
las molestias persistirán. Y si ya tenemos cierto grado de afectación, todo esto se
acelera y agrava hasta situaciones que solo podremos resolver en quirófano. Y esto,
aunque suene exagerado, no es tan infrecuente.
Hay que mencionar también la existencia en aproximadamente el 50% de la
población, de un Ligamento Transforaminal que va a tensarse durante la flexión de
la columna, o en una rectificación lumbar, lo que viene a ser, salvando la diferencia
de rango articular, lo mismo. Al encontrarse por detrás de los nervios raquídeos, va
a “aplastarlos” contra las vértebras cuando se encuentra tenso, lo que se convierte
en otro factor irritante de la rectificación lumbar.
Esta es una de las posibles causas, pero no la única, por supuesto, ya que prolon-
gados espacios de tiempo en bipedestación estática, esfuerzos musculares impor-
tantes como levantar incorrectamente grandes pesos, o moderados pero mante-
nidos como trabajar agachados hacia delante durante un tiempo excesivo, pueden
tener el mismo resultado. Estas situaciones son molestas en si mismas , más si El acortamiento de los isquiotibiales no sólo va a ser precursor de
existe una degeneración previa, y causantes de otras más graves como acabamos numerosas lesiones y dolencias como tendinopatías o lumbalgias, sino
de ver; hernia de disco a corto plazo, o artrosis prematuras a largo. que afectará de manera directa al rendimiento de este deporte al no
permitirnos una zancada amplia y eficaz. Aunque existen numerosos
¿Y cómo afecta exactamente el acortamiento ejercicios para estirar estos músculos, lo verdaderamente importante,
de los isquiotibiales en esta cadena lesional? además de la estabilidad y la relajación, será implicar junto con ellos
Por supuesto como desencadenante. Y además como uno de los importantes. a los gemelos y soleo tirando de la punta del pie hacia nosotros para
Los isquiotibiales son flexores de rodilla y extensores de cadera, o lo que es lo mis- conseguir estirar el grupo muscular completo e incluso la fascia crural
mo, doblan la rodilla y llevan el muslo hacia atrás con respecto a la pelvis. Por lo posterior.
tanto, y como hemos comentado en infinidad de ocasiones, para estirarlos debere- Del mismo modo, intentaremos agarrarnos el pie con la mano con-
mos flexionar la cadera y extender la rodilla. traria si es posible para así conseguir que la pierna y la cintura pélvica
Cuando estos músculos se encuentran contracturados y/o acortados, van a im- se coloquen lo más perpendicular posible con el fin de estirar por igual
pedirnos precisamente ese movimiento, y cuando lo forzamos, aumentaremos la el semitendinoso, el semimembranoso y el bíceps crural que son los
tensión no solo en sus vientres musculares, sino también sobre sus tendones e tres músculos que conforman este grupo. Y si no llegamos, podremos
inserciones. Esto es precisamente lo que hacemos cuando corremos. Más concreta- usar una toalla o camiseta enganchada a la suela de la zapatilla para
mente en la fase de Recuperación. (Wikipedia: Cuando los dedos del pie impulsor tirar de ella.
pierden contacto con el suelo, comienza la fase de recuperación. Durante ésta, la
cadera se flexiona impulsando rápidamente la rodilla hacia delante.)
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Por lo tanto, en esta fase vamos a elongar bruscamente este grupo muscular, más
cuanto más larga sea la zancada. Dicho de otra manera; la longitud, flexibilidad y elasti-
cidad de los isquiotibiales van a determinar la zancada de forma determinante, impidien-
do que esta se realice con una amplitud correcta en caso de encontrarse contracturado
o retraído. El problema es que todavía un gran número de corredores (afortunadamente
hoy muchos menos que hace solo diez años) no estiran correcta ni suficientemente en
general, y este grupo muscular en particular, por el motivo que sea. Sin embargo no
tienen este factor en cuenta y mejoran su zancada a la par que su nivel de entrenamiento,
aumentándola sin tener la maquinaria preparada para ese sobreesfuerzo.
Cada vez que lanzamos el muslo y la pierna hacia delante en la fase de recuperación
de la carrera a pie, estamos elongando bruscamente los isquiotibiales y sus inserciones,
mientras además, por la velocidad del estiramiento, desencadenamos el Reflejo Miotá-
tico, del que ya hablamos en su día, y por el que nunca es recomendable estirar con
rebotes, que contraerá ligeramente estos músculos, aumentando aún más la tensión en
todas sus estructuras.
Esto, puede muy fácilmente provocar contracturas musculares de defensa, Tendino-
patías o Entesopatías, además de desgarros o roturas musculares, por lo que deberemos
iniciar un proceso de recuperación y reposo mientras nos planteamos un programa de
ejercicios de flexibilidad para alargar los músculos. De ese modo, y no de otro, nos recu-
peraremos de la lesión y evitaremos en gran medida que vuelva a producirse, mientras
mejoramos notablemente el rango articular, la fuerza y la capacidad de recuperación de
los músculos, o lo que es lo mismo, mejoraremos notablemente nuestro rendimiento
deportivo. Pero todo esto ya lo saben los lectores fieles a la revista, pues lo hemos co-
mentado en infinidad de ocasiones.
Lo que quizás no sepan, es que en esta fase de recuperación en la que elongamos los
isquiotibiales y sus inserciones, también estamos “tirando” hacia abajo de su inserción
proximal en la Tuberosidad Isquiática, y que al formar esta parte del hueso Isquion, que
junto con el Ilion y el Pubis forman el Hueso Iliaco, vamos a estar basculando el anillo
pélvico hacia posterior, y provocando moderadas pero repetidas retroversiones pélvicas
a cada zancada, que arrastrarán el sacro hacia la verticalidad y a la columna lumbar a la
rectificación. Estas básculas pélvicas serán por supuesto mayores cuanto más amplia sea
la zancada y/o cuanto más acortados se encuentren los isquiotibiales.
Aunque en principio no son más que moderadas rectificaciones, cuando les sumamos
el tremendo impacto que sufre la zona en cada fase de apoyo, seguido del importante
esfuerzo que tienen que hacer los isquios en la fase de impulso, entendemos el traba-
jo extra al que sometemos a nuestra columna lumbar al correr en estas condiciones de
acortamiento.
Y entendemos también como, del modo que explicábamos más arriba, entramos en un
círculo vicioso o cadena lesional, de la que no saldremos por mucho tratamiento sinto-
mático que hagamos mientras no corrijamos el factor lesivo, que en este caso no es otro
que el acortamiento de los músculos isquiotibiales. Y no nos engañemos, lo que en un
principio es solo una molestia que sentimos al entrenar, pasa a formar parte de nuestra
vida cotidiana y llega incluso a producirnos lesiones importantes como hernias de disco.
Y aquí la película pasa a ser de miedo...
¿Y solo pasa esto con los Isquiotibiales?
Ni mucho menos. Lo mismo exactamente ocurre con los glúteos. De hecho, este artícu-
Con este ejercicio estiramos los isquiotibiales al mismo tiempo que lo podría haber sido el mismo prácticamente, solo cambiando la palabra isquiotibial por
protegemos la parte baja de la columna descargándola al apoyar nues- glúteo. Pero en este punto ya insistimos en el nº7 de la revista, por lo que creí conveniente
tro peso en los brazos. Es muy importante arquearla ligeramente como centrarme en los isquiotibiales en esta ocasión. Pero ojo, no nos olvidemos de los glúteos !
si nos colgaran los abdominales que deben encontrarse completamen- Demasiado frecuentemente me encuentro con corredores que llevan meses con mo-
te relajados, mientras nos dejamos caer hacia atrás sujetándonos con lestias más o menos graves derivadas de esta situación de acortamiento en los isquio-
los brazos extendidos. Este ejercicio es muy recomendable también en tibiales, y muchos de ellos habiendo recibido tratamiento para lumbalgia en el que no
lumbalgias ya establecidas debiendo ser supervisado en este caso por se ha tenido en cuenta este factor. Y lo mismo ocurre con pacientes no deportistas, por
un profesional. lo que vuelvo a insistir en los estiramientos como parte de una vida sana en general,
seamos o no deportistas.
Todos los artículos que he publicado en Planeta Running desde su lanzamiento, pueden consultarse
y descargarse desde www.quiquetorralba.blogspot.com.

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