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En este escenario surgió la figura de Anastasio Aquino, quien, como líder de los
nonualcos, encabezó en 1833 una rebelión contra del reclutamiento forzoso de su gente y
el trabajo obligatorio en las haciendas y fincas de los ladinos. Apoyado en un ejército
propio, rústicamente armado, el 15 de febrero de 1833 Anastasio Aquino tomó la ciudad
de San Vicente y se autoproclamó rey de los nonualcos en la iglesia de El Pilar, en donde
se habían refugiado los ladinos con los bienes que pudieron llevar consigo. Tras una serie
de victorias indígenas, las autoridades lograron sofocar la rebelión. A mediados de abril
Aquino fue capturado; en julio fue ejecutado y su cabeza se exhibió públicamente.
La rebelión de los nonualcos fue reprimida brutalmente; sin embargo, las condiciones
socioeconómicas que la habían alimentado se mantuvieron vigentes a lo largo de todo el
siglo XIX y buena parte del XX. Fue sobre la base de esa realidad (una realidad de
marginación extrema de la población indígena campesina y de violencia institucional
ejercida por las autoridades) que vendría a alzarse la Constitución de 1841. No trataba de
aliviar la situación de la mayor parte de la población, sino sólo de legitimar el ejercicio del
poder que detentaban las élites (criollas), el cual giraba en torno a la división entre
conservadores y liberales. Para los organizadores y líderes de ambas facciones políticas,
los campesinos no eran más que mano de obra indígena destinada a la explotación en las
haciendas y, al mismo tiempo, carne de recluta de sus respectivos ejércitos.
José Feliciano Ama fue uno de los líderes de la insurección campesina ocurrida el 22 de
enero de 1932 en diferentes municipios de El Salvador como en Santa Tecla, Colón, Izalco,
Armenia, Nahuizalco, Juayúa, Tacuba y Ahuachapán; que eran los lugares donde había más
población indígena y a su vez los más golpeados por la crisis de la caída de los precios del
café.
Debido a los reclamos realizados por el suegro de Feliciano Ama, producto de la
expropiación de las tierras comunales que el gobierno le había arrebatado a los indígenas, es que surge la insurrección
indígena, donde las fuerzas armadas cometieron el peor etnocidio del siglo XX.
Ama se convirtió en el cacique de los indígenas de Izalco y dirigente de la cofradía, por lo que continuó la demanda por
la devolución de las tierras comunales, la denuncia y la condena por la violación de los derechos humanos cometida
contra su pueblo.
Durante la insurección fue apresado por el comandante de la guarnición de Izalco, reconocido como un matón que odiaba
a los indígenas.
Fue ahorcado de un árbol en el parque central Saldaña, del Barrio La Asunción en el municipio de Izalco, departamento
de Sonsonate el 28 de enero de 1932.
Augusto César Sandino
De origen muy humilde, Augusto Sandino trabajó como minero en Nicaragua, Honduras y
México. En 1926 regresó a su país, ocupado desde 1916 por las tropas estadounidenses que
defendían los intereses de las compañías fruteras de Estados Unidos. Optó por defender la
autonomía nacional, afectada por el convenio Bryan-Chamorro y por la firma del tratado
Stimpson-Moncada, por lo que reunió un grupo de guerrilleros y se alzó en armas.
Durante seis años Sandino combatió contra las tropas de diferentes gobiernos apoyados por
Estados Unidos, al término de los cuales había logrado aglutinar a su alrededor a unos tres mil
hombres y se había ganado la admiración popular. Organizada bajo su mando, la guerrilla
rebelde se refugió en las selvas de Nueva Segovia, donde se convirtió en prácticamente
invencible.
Farabundo Martí
(Agustín Farabundo Martí; Teotepeque, h. 1893 - San Salvador,
1932) Revolucionario salvadoreño. Tras haber participado en las
luchas sociales del periodo posrevolucionario en México,
colaboró en la fundación del Partido Socialista Centroamericano
(Guatemala, 1925). Entre 1928 y 1930 se unió a las fuerzas de
Augusto César Sandino, que combatían contra la intervención
norteamericana en Nicaragua; pronto se convirtió en hombre de
confianza de Sandino, que le hizo nombrar coronel de su
ejército.
Tras el golpe de Estado militar de 1931, que frustró las esperanzas de democratización del país,
Martí preparó una acción revolucionaria; pero sus planes fueron descubiertos y él mismo
detenido. Juzgado sumariamente por los militares, Martí fue ejecutado y su partido ilegalizado
(1932) en el marco de una gran oleada represiva conocida como la Matanza.
En 1980 el Partido Comunista de El Salvador se unió con otras cuatro formaciones para crear un
grupo guerrillero llamado Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional (FMLN), en recuerdo
de este pionero de la revolución socialista en Centroamérica; el Frente, de ideología marxista-
leninista y apoyado por el Frente Sandinista triunfante en Nicaragua, sostuvo una larga guerra
civil contra los gobiernos de la oligarquía salvadoreña hasta 1992.
Desde que en aquel año se firmaran los acuerdos de paz que permitieron su reintegración a la
vida civil, el FMLN se convirtió en una fuerza política de izquierdas, con amplia presencia en el
Parlamento salvadoreño.