CODDY Y JOHAN CON SUS 2 GUARDIANES

En las noches frías de mi antigua casa rodeada por bosque y animales silvestres,
desencadenaban un mundo de vivencia nocturno por parte de mis compañeros de
juego los perros de mis abuelos, paco y malibu los cuales eran mis fieles
escuderos de un pequeño mostro imaginario el cual tenía un tamaño similar al de
un gato, pero ey!, tenía alas, y dientes filosos; su piel era de color marrón con
pelos y ojos saltones que denotaban horror en su mirada, lo cierto era que él no
me quería hacer daño pero si quería que tuviésemos una guerra entre mis amados
guardianes escuderos y el. Siempre jugábamos 3-4 veces por semana cuando no
me quedaba dormido por la extenuante rutina de juegos con mis amigos humanos
en el parque. Este pequeño ser volador era netamente imaginativo, pero recuerdo
que cuando malibu tuvo sus primeros cachorros él se los quería llevar y yo junto
con paco lo defendíamos a escoba y recogedor; poco a poco fui creciendo y esa
imaginación de pequeño fue perdiendo sentido al tratar de encontrar un mundo
más rutinario como la mayoría de personas, pero toda esta imaginación
desencadeno en mi mundo universitario y laboral una panorámica 360 de los
desafíos que se presentan día a día.