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La educación financiera: perspectivas

desde la crisis de la COVID-19


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Jenny Carina Bastidas Ohep


Educación financiera para todos

Este aprendizaje es una herramienta


para reducir la vulnerabilidad. “Según
un reciente estudio de BBVA Research,
un 56% de los hogares españoles es
vulnerable financieramente (esto es,
aguantaría hasta nueve meses sin
endeudarse o cambiar de vivienda)”,
explica José Manuel González-Páramo.
“Estos niveles de vulnerabilidad,
excesivamente elevados tanto en sí
mismos como por comparación con
otros países desarrollados, se reducirían
significativamente en el tiempo a
través de mejoras sostenidas en los
niveles de educación financiera”.

Jenny Carina Bastidas Ohep


La experiencia en crisis anteriores, tal y
como apunta Rolando Arellano,
supone un valioso aprendizaje. Al
menos, en un país como Perú. Según
un estudio reciente de Arellano
Consultoría Para Crecer, basado en
600 encuestas, más del 80% de los
participantes se muestran optimistas
respecto a la recuperación en el
futuro. “Esto muestra la resiliencia y la
autoconfianza de las familias en sus
propias capacidades”, explica
Arellano. “De hecho la razón señalada
es que ya se han enfrentado a
grandes crisis en Perú”.

Jenny Carina Bastidas Ohep


El futuro se presenta lleno de retos
económicos para los que la
educación financiera es “un buen
coadyuvante, una ayuda, y a la vez
nos prepara para imprevistos”, afirma
González-Páramo, que recomienda
tres iniciativas para reforzarla:

Potenciar la colaboración público-


privada, a través de planes integrales
de educación financiera que se
ofrezcan en las etapas más tempranas
de la escuela.
Incorporar las mejores prácticas y
hallazgos de la economía conductual
a las soluciones digitales que se utilizan
en la vida diaria.
Poner en marcha las lecciones
aprendidas en crisis anteriores respecto
al manejo de las finanzas personales.

Jenny Carina Bastidas Ohep


Respecto a los grupos más vulnerables,
los expertos coinciden en que las
entidades financieras tienen un papel
fundamental para ayudar a estos
colectivos a adquirir educación
financiera. En el caso de las personas
mayores, el apoyo puede traducirse
en “unas reglas simples para gestionar
los ingresos y los gastos diarios y ahorrar
para imprevistos”, explica González-
Páramo. “El contacto con el personal
de las oficinas bancarias y mensajes
simples a los teléfonos móviles podrían
ser muy útiles”. Respecto a las familias
monoparentales, este experto opina
que es necesario que “las reglas
anteriores tengan en cuenta los
detalles específicos de las políticas
sociales y de inclusión”.

Jenny Carina Bastidas Ohep


Referencias:

https://www.bbva.com/es/sostenibilid
ad/la-educacion-financiera-
perspectivas-desde-la-crisis-de-la-
covid-19/

Jenny Carina Bastidas Ohep

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