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EDIFICIO AQUARELA

Aquarela es un proyecto de vivienda de interés social ubicado en el barrio Torices,


a pocos metros del Castillo de San Felipe, incluido desde 1984 por la Unesco en la
lista de Patrimonio de la Humanidad.
La polémica que envuelve este proyecto inmobiliario Aquarela radica En dos
argumentos, el primero es la urbanización ilegal por el impacto negativo que va
desde lo físico en el Valor Único de integridad que tiene el Castillo San Felipe, por
la alteración de la estructura del paisaje y desde las dinámicas sociales y turísticas
que se desarrollan en el entorno y el segundo relacionado al ciclo de vuelo de los
pájaros.
La discusión se ha centrado en el primer argumento de urbanización ilegal del cual
se derivaron 4 procesos: una acción popular interpuesta por el ministerio de
cultura en la búsqueda de la protección de los derechos colectivos presuntamente
violados por Aquarela, un proceso policivo el cual llevó a la suspensión y
sellamiento de la obra por asuntos relacionados al acopio de materiales, una
acción de nulidad la cual inició la procuraduría por la presunta ilegalidad de las
licencias recibidas.
La Unesco y la Procuraduría han llamado la atención sobre la afectación por
contaminación visual que generarán las cinco torres de 31 y 32 pisos previstos
para este proyecto.
Además, Min cultura aseveró que estas torres generarían “un cambio severo e
irreversible” al entorno del fuerte militar y a su relación con el Centro Histórico de
la ciudad y sugiere que la culminación de ese proyecto podría quitarle a Cartagena
su título de Patrimonio de la Humanidad.
La negativa del Ministerio de Cultura se suma a la del procurador general de la
Nación, Fernando Carrillo Flórez, y el alcalde de Cartagena, Pedrito Pereira
Caballero.
El jefe del Ministerio Público aseveró que el destino inexorable de Aquarela es su
demolición. “Quiero resaltar clarísimamente la inviabilidad de la propuesta de la
constructora para llegar a un pacto de cumplimiento de acción popular. La
Procuraduría General de la Nación reafirma la necesidad de decretar la nulidad de
las licencias de construcción, como lo hicimos en una demanda de octubre del año
2017 de la que estamos esperando resultados”.
Respecto a la propuesta realizada por la constructora aseguró el procurador que
según el POT, en las zonas adyacentes al Castillo San Felipe, las construcciones
son máximas de cuatro pisos y seis en los lotes esquineros además el POT no
establece que en el barrio Torices se puedan adelantar proyectos VIS
Pese a esto el curador Ronald Llamas entregó 9 licencias para desarrollar, división
y construcción de los cinco edificios de Aquarela I, la primera fase de este
proyecto omitiendo la revisión de planes y cuadros aportados por los
constructores.
La Procuraduría General de la Nación sigue en la protección del patrimonio y del
medioambiente fortaleciendo los mecanismos de control social y sabiendo además
el sentimiento de la ciudadanía en esa materia, tenemos que concluir que el
destino inexorable del edificio Aquarela es su demolición, si queremos cumplir con
la legalidad”.
Por su parte, el alcalde Pedrito Pereira enfatizó que es necesaria una demolición
puesto que la constructora no ha repuesto 620 metros de espacio público que
ocuparon indebidamente.
“Para mí, el compromiso es restituir el espacio público que le cogieron al Distrito
por los mecanismos que indica la ley, ya se les venció el plazo y deben cumplir
con la restitución del espacio público. Nosotros hemos solicitado un concepto
técnico, vamos a seguir asesorándonos al respecto, pero para restituir ese
metraje, diciéndolo como abogado, es necesario llegar a la demolición porque
sería un peligro únicamente restituir y que pueda venirse abajo el edificio”, precisó
Pereira.
La solicitud de la Procuraduría fue presentada en apoyo a la petición hecha por
el Min Cultura, que actúa como parte demandante ante el Décimo Administrativo
Oral del Circuito de Cartagena. A juicio del Ministerio Público la construcción del
complejo habitacional representa una grave amenaza para la conservación y
protección del Centro Histórico de Cartagena y su zona de influencia, pues las
cinco torres impiden drásticamente la visibilidad desde el centro histórico hacia el
Castillo de San Felipe de Barajas, y viceversa, con lo cual se afectan
notablemente las características arquitectónicas y urbanas de la ciudad antigua en
su conjunto.
El Ministerio Público además indicó que con la licencia que otorgó la Curaduría
Urbana No 1 se vulneraron gravemente los derechos e intereses colectivos a la
moralidad pública, el goce del espacio público y la utilización y defensa de los
bienes de uso público, la defensa del patrimonio público, del patrimonio cultural e
histórico de la Nación, y la realización de construcciones, edificaciones y
desarrollos urbanos respetando las disposiciones jurídicas de manera ordenada y
con prevalencia del beneficio de la calidad de vida de los habitantes.

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