La creación de la bandera tuvo un sentido concreto dentro de la situación política que
vivían las Provincias Unidas en 1812. La política oficial seguía siendo guiada por lo que se conoce como “la máscara de Fernando VII” (es decir, la fidelidad al rey pero sin reconocer la autoridad de los gobiernos de la península ibérica). Era necesario distinguirse de los enemigos y del resto de las naciones y crear un sentido de pertenencia dentro de los ejércitos patrios. El Primer Triunvirato prohíbe al general Belgrano enarbolar la bandera porque aun las Provincias del Rio de la Plata no habían roto lazos con la corona. Recién en 1816, declarada la independencia, el Congreso de Tucumán aprueba la adopción oficial de esa insignia patria. La bandera se instala no solo como el paño que identifica a un país, sino fundamentalmente como el símbolo que congrega a un pueblo, que expresa proyectos, ideales y futuro compartidos. En ese sentido, si bien su autoría es adjudicada a Belgrano, su creación, confección, adopción y apropiación es fruto de una tarea colectiva hasta convertirse en un símbolo indiscutido. Así́ como la historia de María Catalina Echevarría se enlaza en este relato, muchas mujeres han contribuido incluso con su vida - la mayoría de ellas invisibilidades- a crear y defender la nación argentina
ACTIVIDAD:
DIBUJAR LA BANDERA NACIONAL, UTILIZANDO DIFERENTES TIPOS DE TEXTURA