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UNIVERSIDAD YMCA

Canciones
(Ensayo Final)

Materia: Arte Precolombino

Juan Erik de León Garza


Matrícula: 9209
“El hombre se transforma y huye del -teatro histórico; sus opiniones escapan y cambian con él:

solitaria, la historia permanece sin cesar sobre la escena, ciudadana inmortal de todas las

naciones y de todas las épocas...” (Schiller, Trad.UNAM:p.67 )

Quise iniciar citando a Federico Schiller debido a que su trabajo “A qué se llama y con

qué fin se estudia la historia universal”, desde que lo encontré, ha sido un parteaguas en la forma

en que veo la historia. Sin embargo, no quiero dejar de mencionar que de la misma forma, el

haberme encontrado con las fuentes y el estilo que demostró el maestro en nuestra clase de Arte

Precolombino, se reforzó completamente esa visión, además de que me dieron un horizonte

nuevo al que ahora volteo con ganas de conocer aún más. Por ello no quise empezar mi ensayo

sin poner sobre la mesa esos elementos que me mueven en temas como el que trataré.

Me parece que ambas canciones son reflejo del arraigo cultural que tiene nuestra

sociedad. Creo que muchas veces ese arraigo es muy fácil confundirlo con mero “descontento”,

una forma de pensar y actuar de nuestra sociedad. Como lo vimos en clase, venimos de la mezcla

de lo mejor de dos culturas, la mesoamericana y la europea, que efectivamente tienen muchas

cosas malas, pero ambas también muchas más cosas buenas que resaltar. Quisiera retomar –

parafraseando- la idea del historiador Miguel León Portilla de la necesidad de vernos como una

cultura única que tiene las características anteriormente mencionadas, lo mejor de dos mundos

(https://www.youtube.com/watch?v=JV-4Yj-Lqsc&t=101s ; min 9). Me parece que esa idea pesa

mucho y por eso se trata de negar, para bien y para mal. Se niega porque es más fácil ponernos en

el papel un pueblo sometido y saqueado, que siempre tendrá un ‘personaje malo’ a quién culpar

de las cosas que no hace. Pero tal vez esa misma actitud nos sirve como defensa, pues es probable

que aún no estemos listos para tomar nuestro legado, aún no hemos madurado lo suficiente. Sin

embargo, esa situación es tomada por grupos de poder para mantenernos auto-sometidos.

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Pareciera que estuviéramos a un paso previo de la madurez, en la adolescencia (por poner

una analogía), pero al igual que en la adolescencia, algunas veces hacemos cosas muy maduras y

en el minuto siguiente cosas completamente infantiles, sin embargo, en medio de esas acciones se

dejan ver poco a poco tus fortalezas y debilidades, así como el tipo de persona que serás basado

en las enseñanzas que previamente has recibido.

Para ejemplificar éste asunto, me viene a la mente el caso del presidente Benito Juárez.

Para los tiempos en que él vivió estábamos en pañales como República y los imperios buscaban

volver a recuperar sus colonias perdidas o retomar su papel de rectoras del mundo. Pero en el

caso de nuestro país, al querer imponer de nueva cuenta un imperio, fracasaron y un “indio” los

venció; resistió, organizó y dirigió. Pero sin meternos en los pormenores, el hecho duro fue que

ellos eran descendientes directos de familias oligarcas que en algún momento de la historia

habían dominado casi toda Europa y gran parte del mundo, pero un descendiente de pueblos

mesoamericanos -por cierto-, hasta les fusiló a un integrante que previamente se proclamó

emperador; algo impensable y muy rara vez ocurrido en la historia. Así, siguiendo con la

analogía, en un momento hacemos algo así de importante y maduro y al siguiente se permite el

Porfiriato; ahí se demuestra que seguíamos en la adolescencia. Cabe mencionar que eso para mí

es una clara razón de por qué se ataca tanto a Juárez, debido a que representa realmente el legado

que tenemos acuestas.

“La serie real de los acontecimientos desciende desde el comienzo de las cosas a su orden más

reciente ; el historiador universal avanza, por el contrario, hacia arriba, desde la situación

política más nueva al encuentro del origen de las cosas…” (Schiller, Trad.UNAM:p.59 )

Me parece que si me pusiera a meditar lo anterior y, como plantea Schiller, parto de éste

momento político y veo hacia atrás -tomando en cuenta lo que ahora conozco de historia

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mesoamericana y europea-, la pregunta sería, si ¿estamos más cerca de la madurez o aún nos

encontramos en la adolescencia?

En fin, todo lo anterior lo pensé al escuchar las canciones, pues nuestras verdaderas raíces

y tradiciones están ahí, esperando salir de alguna forma u otra, expresándose en una canción, en

la forma de relaciones sociales, en la búsqueda de nuevas tecnologías, en el conocimiento del

cosmos e incluso en una pelea política, ya sea mediante un voto o la mera organización social.

Pero para ser serios, debemos de conocer mejor nuestra cultura, tanto las cosas buenas, como las

cosas malas, ya que necesariamente en algún momento llegaremos a la madurez y será

fundamental conocer nuestro legado con certeza o tener elementos que nos ayuden a discernir

correctamente sobre él.

Aprovecho para agradecerle “Maestro”(sí, con mayúscula) Marcopolis, por éste curso y

sus excelentes modos de transmitir el conocimiento, es, en términos de F. Schiller, una “cabeza

filosófica”. Siempre es grato conocer alguien que disfruta e irradia esa búsqueda de

conocimiento. Y ahora sí, termino con una frase muy ad hoc: ¡Qué viva el mole de Guajolote!

“…pagar a las generaciones venideras la deuda que ya no se puede satisfacer a las pasadas”

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