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APELA.

I. CORTE DE APELACIONES.

DANIELA LARRAGUIBEL GONZÁLEZ, abogada, Defensora Penal


Pública, en estos autos sobre acción constitucional de amparo a favor de don
MARCO ANTONIO TOLEDO ARAYA, Rol ingreso Corte 27-2011 Crimen, a S.S.I.
con respeto digo:
Que vengo en deducir recurso de apelación en contra de la resolución de la
Ilma. Corte de Apelaciones de Rancagua, de fecha 19 de marzo del presente año,
que rechazó la acción constitucional de Amparo interpuesta en favor de don
MARCO ANTONIO TOLEDO ARAYA, de acuerdo a los fundamentos de hecho y
derecho que paso a exponer:

1.- El fundamento de la resolución que rechaza el amparo interpuesto, se contiene


en el considerando segundo de la resolución:
“Que en el presente caso, se trata de una notificación relativa al requerimiento
para un juicio simplificado, solicitado por el Ministerio Público, de manera tal que
el Juez está obligado por texto legal expreso, a que la citación se hará bajo el
apercibimiento señalado en el artículo 33 del Código Procesal Penal y a la misma
acompañar las respectivas copias del requerimiento y de la querella, en su caso.
Asimismo, esta resolución, que dispone la citación, ordenará que
las partes comparezcan a la audiencia con todos sus medio de prueba.
En este sentido, entonces, cabe concluir que el Juez se ha ajustado
estrictamente a las norma de procedimiento sin que pueda entenderse que la
orden de detención dictada para el imputado sea ilegal e incluso arbitraria, puesto
que el objetivo que con ella se pretende es sólo para conseguir la comparecencia
del requerido al juicio simplificado”. (Lo subrayado es nuestro).

2.- El razonamiento que realiza el fallo recurrido, olvida que la orden detención
librada por el Sr. Juez de Garantía, lo hace en virtud del INCISO PRIMERO DEL
ART. 127 del Código Procesal Penal, el que prescinde de la citación previa y exige
como presupuesto material que la comparecencia del imputado “pudiere verse
demorada o dificultada”. Por lo que en este punto se debe centrar en la existencia
de fundamentos que hagan plausible considerar que va a existir una demora o
dificultad que impida comparecer al imputado al Tribunal. Por lo que la defensa, en
ese escenario procesal fundamenta un hecho objetivo, que es la omisión de una
notificación telefónica, a la que el mismo imputado accedió a requerimiento del
mismo tribunal con fecha 11 de diciembre de 2010, en que se informó de manera
explícita que se le llamará telefónicamente si era necesario citarlo
nuevamente al Tribunal. Por lo que la discusión debe versar sí es legítimo y no
vulneratorio de los derechos de mi representado, permitir que se le cambien las
condiciones que aparentemente se habían fijado por el mismo Tribunal, al decidir
de manera unilateral estimar que la única notificación posible es por las reglas
generales, sin dar la posibilidad que el imputado tome conocimiento de las nuevas
resoluciones del proceso.
3.- Desde un punto de vista práctico y economicista,la perspectiva de la economía
procesal, le bastaría al Estado ocupar gastar aproximadamente $200una parte
minúscula de su patrimonio en un llamado al fono celularteléfono celular del
imputado ((Numero debidamente consignado en el tribunal a efectos de
notificación legal) con quien me comuniqué telefónicamente y está dispuesto a
concurrir al Tribunal voluntariamente aun cuandoy que actualmente se encuentra
trabajando en la primera Región). De traerlo en calidad de detenido implicará un
gasto en horas hombre de los funcionarios policiales que practiquen la detención,
la audiencia de control de detención, el traslado por medio de Gendarmería, que
se realizaría en a lo menos tres días mediante un sistema de postas, para
finalmente traerlo al Tribunal de Garantía de Rancagua, donde se le notificará de
un requerimiento por delito de lesiones menos graves en contexto de violencia
intrafamiliar, un gasto para el Estado muchísimo mayor.
4.- Acceder de manera tan laxa a una privación de libertad, parece que como
estado nos olvidamos de la justificación ontológica de la Reforma Procesal Penal,
como decisión política que aspira a ser un estado democrático de derecho en
plenitud, basado en sistema jurídico penal que respeta la garantía fundamental
del derecho a la libertad personal como valor y principio básico, contenido
tanto en nuestra Constitución, como en el Pacto Internacional de Derechos
Civiles y políticos (Arts. 9 y 12) y en la Convención Americana de Derechos
Humanos en sus artículos 7° y 22.
5.- Pareciera que los fundamentos para estimar como demorada o dificultada la
comparecencia del imputado (Lo que en doctrina se denomina periculum in mora),
debería interpretarse de manera más racional, bajo el prisma, que deberían ser
hechos o actos provenientes del mismo imputado en los que se funde el
presupuesto, y que el Tribunal debe llegar a la convicción que la detención es la
única forma de evitar que la comparecencia fuere demorada o dificultada.
Entenderlo como lo ha hecho el Juez de Garantía de Rancagua y este Iltmo.No
esta demás recordar que la detención judicial del Art.127 existe a efectos de
cautelar los fines del proceso y no Entenderlo como lo ha hechoentendido el Juez
de Garantía de Rancagua y este Iltmo Tribunal donde pareciera esta medida.
Tribunal, pareciera tener los sesgos de una sanción anticipada, perdiéndose de
vista los denominados puntos cardinales del derecho penal. Nunca deja de ser un
buen ejercicio recordar el Mensaje del Código Procesal Penal, cuando establece
como uno de los principios básicos “El tratar al imputado como inocente mientras
no haya sido dictada una sentencia condenatoria y reconociendo la
excepcionalidad de las medidas cautelares”. “Que el imputado no debe sufrir en
principio, ningún detrimento respecto del goce y ejercicio de todos sus derechos
individuales en tanto éstos no se vean afectados por la imposición de una pena”.
POR TANTO, y en virtud de lo preceptuado por el Artículo 21 de la
Constitución Política de la República, Auto Acordado de la Excma. Corte Suprema
de 19 de diciembre de 1932, Artículos 9° y 12 del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos; y Arts. 7° y 22 de la Convención Americana de Derechos
Humanos,
Solicito a S.S. I. tener por interpuesto recurso de apelación en contra de la
resolución de fecha 19 de marzo de 2010, por la que la Corte de Apelaciones de
Rancagua rechazó la acción constitucional de amparo en contra de la resolución
del Juez de Garantía de Rancagua don Luis Barría que ordenó despachar orden
de detención en contra de don Marco Antonio Toledo Araya, solicitando que
acogiendo la presente apelación, revoque la resolución impugnada, y en definitiva
acoger la presente acción de amparo, declarando que se han vulnerando las
garantías y formalidades constitucionales y legales enunciadas, que priva y
restringe la libertad del amparado don MARCO ANTONIO TOLEDO ARAYA,
ordenando dejar sin efecto la orden de detención decretada, para así restablecer
el imperio del derecho.

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