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CONSEJO EDITORIAL
Aleida Azamar Alonso / Gabriela Dutrénit Bielous
Diego Lizarazo Arias / Graciela Y. Pérez-Gavilán Rojas
José Alberto Sánchez Martínez
Prácticas irreverentes
Mónica I. Cejas
Coordinadora
Feminismo, cultura y política: prácticas irreverentes,
de Mónica I. Cejas (coordinadora)
Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Introducción. Prácticas irreverentes
Mónica I. Cejas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Una historia de irreverencias: el feminismo en México
Ana Lau Jaiven . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
Lo grotesco en lo doméstico. La figura de Dorotea en Remains
of the Day de Daniela Edburg
Daniela Villegas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
“Nunca regalé el llanto”. Silencio, lamento y re(ex)sistencia
en la Llorona
María Teresa Garzón Martínez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
“Escritura recadera” de Gabriela Mistral. Estudio
de sus alcances epistemológicos
Claudia Soledad Gómez Cañoles . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
Cultura, poder y representación en la disputa por la inclusión.
Sexualidades en Sudáfrica post apartheid
Mónica I. Cejas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 127
La Hoguera. Cuerpa, disidencia lesbofeminista y descolonización
Luiza Rocha Rabello . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167
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8 ÍNDICE
Apéndice . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 251
PRÓLOGO
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10 PRÓLOGO
11
12 MÓNICA I. CEJAS
Como colectivo, entramos en diálogo con las mujeres inapropiadas que ha-
bitan nuestros temas de investigación mediante epistemologías provenien-
tes de los estudios culturales y del pensamiento feminista. Fue en el cruce
de sus coordenadas que los argumentos irreverentes se articularon para
develarnos su carácter contestatario y transgresor, opacado y/o oscurecido
en su época o entorno precisamente por el poder silenciador del discurso
dominante y sus dispositivos de control y disciplinamiento, que son por
supuesto, pedagógicos y productores de verdades naturalizadas y esencia-
lizadas. Y con esto nos revelaron no sólo su crítica, sino también la posibi-
lidad de una lectura diferente de la cultura a través de prácticas que son
para nosotras una puerta de ingreso “al contexto material de las desigua-
les relaciones de fuerza y poder” (Grossberg, 2009: 32), y a hacerlo en clave
femenina y a veces también feminista, es decir, desde el posicionamiento
de sujetos con otros recursos, otras formas de hacer política: maneras di-
ferentes a las hegemónicas y que se resisten a subordinarse a un modelo
determinado.
En el ejercicio de pensar en colectivo la teoría mediante la cual bus-
cábamos leer estas irreverencias, descubrimos que aunque desde distin-
tos contextos y registros discursivos, las mujeres en cuestión dialogaban
coincidiendo en la tarea de retar al orden que las constreñía, como crea-
doras de cultura y sujetos plenos, en descolonizarse, apropiándose para
contestar los mismos relatos de orden pero desde sí mismas, desde la
experiencia situada de ser mujeres, en contextos espacio-temporales es-
pecíficos. Y para esto hacen uso de recursos desde los márgenes como la
escritura fragmentada del recado que se torna en manifiesto crítico; del
graffiti de mujeres como escritura y práctica posible en un espacio conce-
bido como exclusivamente masculino; del grito contestatario de las rocke-
ras y sus formas de apropiarse del escenario; del concepto de cuerpa como
construcción colectiva que permitiría la descolonización de los cuerpos;
de la creatividad subversiva aplicada a la protesta para manifestarse por
el reconocimiento y celebración de la diversidad; del silencio como una
forma de subversión política y re(ex)sistencia en personajes populares
como la Llorona; y de la imagen fotográfica que tanto tiempo fue parte del
mecanismo de objetivación de las mujeres, reapropiada como herramien-
ta de activismo visual e interpelación a historias de la cultura popular.
INTRODUCCIÓN. PRÁCTICAS IRREVERENTES 13
Cheryl Clarke nos ayudó a pensar el colonialismo del cuerpo mediante la imposición
del régimen heterosexual, su modo de plantearlo demuestra lo imbricados que están el
colonialismo y la imposición del régimen patriarcal en la producción de la modernidad
(Clarke, 1988).
16 MÓNICA I. CEJAS
3 Se estima que hubo una primera ola que abarcó desde fines del siglo xix y mediados del xx,
por la igualdad de derechos para la mujer. Asimismo, hay que destacar, siguiendo otra vez
a Yasmine Ergas (1993: 546), que los feminismos se han debatido entre dar primacía a
la feminidad y al cuestionamiento de la naturaleza de esa categoría, es decir construir y
deconstruir la feminidad y el sexo como una realidad anatómica; en todo momento llevamos
a cabo sutiles negociaciones psicológicas y sociales, acerca de cómo escogemos vivir nuestro
género. Estrechamente ligado a lo anterior, encontramos un intento de tipificación de los
feminismos, el cual se refiere simplemente a la división de los diversos feminismos en
familias teóricas: feminismo liberal, marxista, radical, materialista y en América Latina y
del Caribe, agregamos, el feminismo autónomo radical, surgido en los años noventa y que ha
renovado sus propuestas en varios momentos (Falquet, 2014).
Hay quienes consideran que en lugar de olas, lo que hay son vertientes, en tanto fuerzas
políticas en movimiento y articulación constante en una realidad social cambiante (Espinosa,
2009).
INTRODUCCIÓN. PRÁCTICAS IRREVERENTES 19
Trato, con este texto, de tender puentes que permitan una reflexión desde el
sur sobre las prácticas culturales irreverentes de las mujeres.
En el texto de Luiza Rocha Rabello, “La Hoguera. Cuerpa, disidencia
lesbofeminista y descolonización”, se introduce y analiza el concepto de cuer-
pa, presente en la revista La Hoguera. Publicación feminista antipatriarcal
en su segunda edición, como una manera de provocar disidencia desde la
superación de la dicotomía entre mente y cuerpo, creando nuevos conoci-
mientos y recuperando saberes ancestrales. La cuerpa es una construcción
colectiva y permite una descolonización de los cuerpos de mujeres y lesbia-
nas reconociendo hasta lo más íntimo como territorio político.
En “‘Somos peligrosas’. Cuerpo y sexualidad en rockeras tijuanenses y
defeñas”, Merarit Viera analiza canciones de jóvenes compositoras y “músi-
cas” que participan de forma activa en distintas bandas del rock tijuanense
y defeño. Su problematización identifica cómo la condición de género y juven-
tud, como categorías normativas, intervienen en la construcción y significa-
do que el cuerpo y la sexualidad adquieren para mujeres que desde su ser y
hacer rockero interpelan y fisuran dicha normatividad. Así las rockeras que
se presentan son jóvenes excéntricas (Viera, 2015) que, mediante prácticas
micropolíticas, gritan, se reapropian de su cuerpo, de su sensualidad y ero-
tismo, es decir, son peligrosas y zorras para la cultura patriarcal.
Luisa F. Hernández Herse en “Lo femenino como estrategia de acción
política y cultural en la práctica del graffiti” explora un contexto que juega
con las ausencias y las presencias: el graffiti, pues quienes intervienen la ca-
lle con pintura en aerosol se esconden en la noche, pero se revelan ante sus
camaradas como una figura masculina y heroica, que rechaza lo femenino y
confiere a las mujeres que irrumpen en la práctica el lugar de espectadoras,
no de protagonistas, contribuyendo a su invisibilización en la escena del
graffiti en México. Lo que se muestra en el trabajo de la autora es que la
presencia de graffiteras que se organizan en colectivos (crews) y reconocen a
otras como aliadas y fuente de poder para dejarse ver en la escena del gra-
ffiti, desafía el androcentrismo que subyace a esta práctica cultural desde
una política no tanto femenina como feminista.
Finalmente quisiera destacar que como parte de este trabajo y de nues-
tra propia reflexión como mujeres feministas, consideramos importante
analizar el impacto que éste tiene en la realidad sociocultural. Lo cierto es
22 MÓNICA I. CEJAS
que el feminismo tiene una historia que retrata luchas, irreverencias, rup-
turas y resignificaciones, las cuales han sido protagonizadas por mujeres
diversas. Como pudimos constatar en nuestro trabajo colectivo para este
texto, mujeres creadoras de cultura han logrado mostrar mediante su voz,
su palabra y su actuar que otras formas de ser mujer son posibles y que la
agenda inacabada e inacabable de los feminismos tiene múltiples lenguajes
y formas de acción.
Bibliografía