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Cirugía de las lesiones tendinosas


del codo
J. Laulan, C. Le Dû

Los trastornos tendinosos del codo resultan principalmente de lesiones de la inserción


tendinosa, degenerativas o traumáticas, que son favorecidas por tensiones mecánicas
repetidas y a veces por factores metabólicos u hormonales. Estas lesiones pueden dar
lugar a manifestaciones dolorosas aisladas o a cuadros agudos por rotura tendinosa. En
las tendinopatías de los epicondíleos los síntomas están dominados por el dolor; nunca
hay un cuadro deficitario, incluso en casos de rotura extensa. En las tendinopatías
bicipital y tricipital el inicio es generalmente abrupto con ruptura o, más a menudo,
avulsión tendinosa, que es la responsable de un déficit motor. Aunque la indicación
quirúrgica es casi sistemática en las roturas del bíceps o del tríceps, debe ser prudente y
selectiva en las epicondilalgias. El tratamiento quirúrgico de la «epicondilitis» se dirige
principalmente a la zona patológica del tendón: extirpación de los tejidos patológicos,
avivamiento del epicóndilo y reparación del tendón. Debe tenerse en cuenta la
posibilidad de que exista una compresión nerviosa asociada, que suele tratarse de la
rama profunda del nervio radial en el aspecto lateral o del nervio cubital en el medial. En
las rupturas diagnosticadas precozmente el tratamiento quirúrgico está basado en la
reinserción del tendón en posición anatómica, lo que proporciona resultados fiables. La
reparación de las lesiones antiguas con retracción tendinomuscular precisa un injerto
tendinoso.
© 2008 Elsevier Masson SAS. Todos los derechos reservados.

Palabras Clave: Tendinopatías del codo; Epicondilalgias laterales; Epicondilalgias mediales;


Ruptura del tendón distal del bíceps; Ruptura del tendón distal del tríceps

Plan ¶ Tendinopatías del tríceps braquial 8


Lesiones 8
¶ Epicondilalgias laterales 1 Circunstancias y factores favorecedores 8
Recuerdo anatómico 1 Indicaciones terapéuticas 9
Técnicas de reparación de las roturas recientes 9
Concepciones fisiopatológicas 2
Técnica de reparación de las roturas antiguas 9
Técnicas quirúrgicas 2
Evolución espontánea de las epicondilalgias y lugar
de la cirugía 2
Técnica preferida por los autores 3
¶ Epicondilalgias mediales 4
■ Epicondilalgias laterales
Recuerdo anatómico 4
Fisiopatología y evolución 4 Recuerdo anatómico
Patologías asociadas 5
Los músculos epicondíleos nacen de un tendón
Técnicas quirúrgicas 5
común (Fig. 1) formado, de adelante atrás, por el
Técnica preferida de los autores 5
extensor radial corto del carpo (ERCC), el extensor
Conclusiones 6
común de los dedos (ECD), el extensor del quinto dedo
¶ Tendinopatías del bíceps braquial 6 y el extensor cubital del carpo (cubital posterior); el
Fisiopatología 6 vientre superficial del supinador constituye la parte
Técnicas de reinserción del tendón distal del bíceps 6 distal y profunda del tendón común. Es preciso subrayar
Indicaciones 7 la complejidad de las estructuras fibrotendinosas, con el
Técnica preferida de los autores 7 tendón insertándose también en parte en el ligamento
colateral lateral (LCL) y en el ligamento anular. El
ancóneo tiene una inserción más o menos indepen-
diente por detrás del tendón común. El extensor radial

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 1


E – 44-315 ¶ Cirugía de las lesiones tendinosas del codo

Técnicas quirúrgicas
En la práctica las numerosas concepciones de la
fisiopatología han dado lugar a otras tantas técnicas
quirúrgicas. Se pueden clasificar estas intervenciones en
cuatro categorías.
Un primer grupo lo constituyen las intervenciones
que se dirigen directamente a la zona patológica de la
inserción tendinosa, basadas en la extirpación del tejido
cicatricial, en la cara profunda de la inserción del
ERCC [3, 13] , lo que puede hacerse también por vía
artroscópica [14] . A cielo abierto se pueden asociar
maniobras de reparación del tendón, realizándose
generalmente la reinserción tras cruentar el epicóndilo
mediante decorticación y perforaciones [4, 13] o mediante
epicondilectomía parcial [15]. El objetivo de estas técni-
Figura 1. Vía posterolateral del codo. 1. Braquiorradial; 2.
cas es favorecer un proceso de cicatrización de buena
extensor radial largo del carpo; 3. extensor radial corto del carpo;
calidad a partir de los tejidos sanos restantes [2].
4. extensor de los dedos; 5. extensor cubital del carpo; 6.
ancóneo; 7. tríceps. Otro grupo lo integran las intervenciones dirigidas a
disminuir la tensión sobre la inserción de los epicondí-
leos y las estructuras adyacentes, que tienen una acción
indirecta. La simple desinserción de los epicondíleos
largo del carpo (ERLC) envía fibras a la parte proximal laterales [16, 17], que también se puede realizar por vía
de la aponeurosis del ERCC pero su inserción ósea no se percutánea [18] o artroscópica, tiene un riesgo potencial
hace directamente en el epicóndilo lateral. de inestabilidad posterolateral en caso de darse una
La rama profunda del nervio radial (RPNR) cruza por liberación hacia atrás demasiado amplia [19]. La desin-
debajo los músculos epicondíleos laterales. Es bien serción, seguida de una reinserción con un ligero
conocido su paso por debajo de la arcada del supinador alargamiento mediante sutura en V-Y, parece proporcio-
o arcada de Frohse, pero también tiene relaciones casi nar mejores resultados y restituir una fuerza suficien-
constantes con el borde medial, fibroso, del ERCC [1]. te [20]. Otros autores han propuesto también una
Este borde fibroso corresponde al límite medial de la tenotomía aislada del supinador [10] o una fasciotomía
aponeurosis profunda del ERCC, que es una estructura profunda de los epicondíleos [15, 21] con resultados
gruesa, susceptible ser alterada por fenómenos crónicos favorables. Por el contrario, el alargamiento distal en el
que puedan coincidir en el tiempo con la tendinopatía. antebrazo del tendón del ERCC [22] resulta menos eficaz
La vertiente lateral de la articulación está inervada sobre el dolor y disminuye de forma importante la
por el nervio radial. La inervación superficial la lleva a fuerza [5].
cabo la rama cutánea lateral del nervio radial, depen- Entre las intervenciones que se dirigen a las estructu-
diente desde el punto de vista radicular de la raíz C6. ras articulares se han propuesto: la excusión de un
posible menisco [6] o de flecos sinoviales [8], la sección o
Concepciones fisiopatológicas la resección parcial del ligamento anular [7], la escisión
de las lesiones cartilaginosas e incluso la resección de la
Tendinopatía cabeza radial. No hay ningún argumento objetivo que
permita implicar directamente al LCL o al ligamento
El término epicondilitis es inapropiado, ya que los
anular en la génesis del dolor [13]; sin embargo, pueden
estudios histopatológicos no encuentran células infla-
ser objeto de lesiones secundarias por medio de la
matorias ni en fase aguda ni en fase crónica [2]. Se trata
inserción del ERCC o del supinador [10].
de un proceso degenerativo que asocia microrroturas del .

Por último se hallan las intervenciones de objetivo


colágeno a un proceso cicatricial incompleto [3]. Tam-
neurológico, que pueden ser de dos tipos: denervación
bién existen anomalías de la unión hueso-tendón [4]. Las .

del epicóndilo lateral [23] o neurólisis aislada de la


lesiones predominan al nivel de la inserción del ERCC
RPNR [11, 12].
pero afectan también al ECD en un tercio de los
casos [2]. Estas lesiones, que aparecen por medio de las
terminaciones nerviosas libres o de mediadores locales, Evolución espontánea de las
están directamente implicadas en la mayoría de las
causas de los dolores [2, 3, 5].
epicondilalgias y lugar de la cirugía
En ausencia de inflamación local aguda, el origen del
Otras estructuras dolor no está claramente explicado [2]. Lo más frecuente
(80-90% de los casos [2, 24] ) es que la tendinopatía
También se hallan implicadas otras dos estructuras
regrese espontáneamente en un plazo de 6 a 24 meses.
locales. Por una parte, la articulación humerorradial,
Por otra parte, ningún trabajo ha mostrado la utilidad
con elementos periféricos (LCL o ligamento anular),
de ningún tratamiento, médico o quirúrgico [25].
intraarticulares (flecos sinoviales) o del cartílago [6-9].
Actualmente la epicondilalgia persistente se considera
Estas lesiones podrían ser secundarias a la tendinopa-
tía [5, 9, 10]. un trastorno regional en el que el primer proceso sería
la tendinopatía del ERCC. Las remodelaciones locorre-
Y, por otra parte, la RPNR, cuya compresión causa el
gionales resultantes de ello pueden ser responsables de
síndrome del túnel radial [11, 12] . Esta compresión
nerviosa puede también ser secundaria a la tendinopa- las manifestaciones articulares de vecindad y de una
tía [1, 5]. irritación o de una compresión secundaria de la RPNR [1,
5, 10]. La presencia de síntomas neurológicos es un factor

pronóstico negativo [26] y se suele encontrar en los casos


Varios rebeldes al tratamiento conservador.
Por último, el raquis cervical o un síndrome del Así, la cirugía debe reservarse a las raras formas
desfiladero torácico (SDT) pueden ser también los rebeldes al tratamiento conservador y, sobre todo,
responsables de dolores en la cara lateral del codo [5]. al paso del tiempo tras una cuidadosa selección del

2 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


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natural que lleva directamente sobre el tejido adiposo


satélite de las ramas de división del nervio radial y sobre
la arcada del ERCC (Fig. 3A). En caso de dificultades es
preciso extender distalmente la incisión para localizar el
origen del tendón del ERCC, como preconizan Raim-
beau et al. [12].

Tiempo nervioso (liberación de la RPNR)


Si está indicada la neurólisis, es preferible realizarla en
este tiempo y operar con gafas-lupa de magnificación.
Hay que comenzar por la localización de las ramas de
división, superficial y profunda, del nervio radial. A
menudo es necesario realizar la hemostasia, preferente-
Figura 2. Vía de abordaje entre los extensores radiales largo y mente por ligadura, de las ramas vasculares que cruzan
corto del carpo. 1. Vía lateral «modificada»; 2. vía lateral de la RPNR (ramas transversales de la arteria recurrente
Kaplan. radial).
Tras localizar la RPNR y la rama motora del ERCC
paciente (ausencia de problemas escalonados del miem- (que nace en un 75% de los casos de la rama anterior
bro superior, de situaciones conflictivas o de un patente sensitiva del nervio radial, más distalmente), se pueden
beneficio primario o secundario). El tratamiento de la seccionar la arcada fibrosa del ERCC y su aponeurosis
tendinopatía debe posibilitar suprimir la causa local del profunda, a menudo gruesa, para descomprimir la RPNR
dolor, la tensión sobre el ligamento anular y la cápsula (Fig. 3B). En este estadio puede requerirse seccionar
y la cicatrización de los tejidos sanos restantes sobre un expansiones fibrosas que partan de la arcada del ERCC
hueso cruentado. No hay argumentos científicos que para conseguir una liberación satisfactoria de la RPNR.
permitan hacer pensar que el LCL o el ligamento anular Entonces se tiene acceso al borde proximal de la cabeza
pueden ser la causa directa de los síntomas, por lo que superficial del supinador, algunos milímetros por
no hay razón para tocarlos [13] . Por el contrario, la debajo. Este borde puede seccionarse si es fibroso
presencia de signos neurológicos asociados impone (arcada de Frohse) teniendo cuidado de respetar los
suprimir con certeza toda fuente de compresión sobre la ramos nerviosos para el supinador.
RPNR [1, 5].
Tiempo tendinoso (tratamiento
Técnica preferida por los autores de la tendinopatía)
La intervención se lleva a cabo frecuentemente bajo Una vez localizado el borde anterior del ERCC gracias
bloqueo axilar. Se coloca al paciente en decúbito supino a la vía de abordaje, se continúa con la liberación más
con el miembro superior apoyado sobre una mesa arriba mediante la sección de las fibras del ERLC que se
auxiliar lateral. Siempre se usa un manguito neumático, insertan en la aponeurosis del ERCC y la sección de las
así como coagulación bipolar y gafas-lupa de aumento. adherencias fibrosas del ERCC en la cápsula anterior.
A continuación se desinserta el ERCC del epicóndilo
Exposición lateral (Fig. 3C). Las lesiones se sitúan en la cara pro-
El abordaje entre el ERCC y el ERLC es una vía segura funda del tendón, por lo que se ponen en evidencia en
que permite exponer a la vez la RPRN y los epicondí- este estadio. La progresión hacia atrás se hará depen-
leos [1, 12]. Pasa justo por delante del ERCC y es ligera- diendo de la extensión de las lesiones que se hayan
mente más anterior que la vía lateral clásica de Kaplan, constatado y de la localización del dolor provocado
que no permite controlar correctamente la RPNR preoperatorio.
(Fig. 2). La incisión cutánea, de 8 a 10 cm, se hace con Se extirpan los tejidos patológicos del tendón, así
el codo semiflexionado y el antebrazo en pronación. Es como los posibles entesofitos que se puedan encontrar,
posterolateral, ligeramente arciforme, y contornea el y se cruenta el epicóndilo lateral con una pinza gubia.
epicóndilo por detrás en dirección a la estiloides radial. Se completa la liberación hacia distal, teniendo cuidado
La disección de los tejidos subcutáneos ha de ser pru- de no lesionar el ligamento y la cápsula, hasta un plano
dente para respetar posibles filetes nerviosos subcutá- intermuscular y se verifica que la liberación del ERCC
neos que crucen la vía de abordaje. ha sido suficiente para conseguir un ligero efecto de
El tiempo más difícil es la localización del plano de distensión. En ausencia de dolor humerorradial en el
separación entre el ERLC y el ERCC, pues se necesita preoperatorio o de rotura transfixiante, no se explora
cierta costumbre. Hay que recordar que el ERLC es un sistemáticamente la articulación. El tendón se recoloca
músculo que se inserta en el húmero (aspecto entre entonces sobre el epicóndilo lateral, respetando su
muscular, «rojo» en relación con el epicóndilo lateral), traslación distal, y se sutura en V-Y a las estructuras
mientras que el ERCC es un músculo epicondíleo (de fibromusculares adyacentes (Fig. 3D).
aspecto tendinoso, «blanco», en relación con el epicón-
dilo). El paso se hace así entre la zona muscular, por Cierre y cuidados postoperatorios
arriba y delante (ERLC), y la zona tendinosa, por abajo
y detrás (ERCC). Este intersticio resulta difícil de locali- Tras una perfecta hemostasia, se desliza un drenaje
zar en proximal ya que a este nivel el ERLC también aspirativo entre el ERLC y el ERCC. Hay que intentar
envía fibras de inserción sobre la fascia del ERCC. recrear un plano subcutáneo profundo en relación al
En la práctica la localización del intervalo entre el epicóndilo lateral, que es muy superficial debido a la
ERCC y el ERLC se hace en la parte distal de la incisión, atrofia subcutánea secundaria a las infiltraciones previas.
alrededor de 6 a 8 cm más abajo del epicóndilo por Se deja colocado durante 24 horas un vendaje acol-
delante de una zona más fibrosa (proyección del septo chado, ligeramente compresivo.
intermuscular). Tras la incisión de la aponeurosis Se coloca una ortesis simple que mantenga la muñeca
antebraquial, hay que buscar el espacio correcto en en posición neutra o ligera extensión que se mantiene
plena zona muscular. A menudo existe una rama vascu- de 10 a 15 días, esencialmente con objetivo antiálgico.
lar que emerge a este nivel y que puede ayudar en la El codo se deja libre para limitar el riesgo de flexión. Se
localización. Este intersticio es un plano de clivaje prescriben antiinflamatorios no esteroideos (AINE) salvo

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 3


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Figura 3. Tratamiento de la epicondilalgia lateral.


A. Apertura del intervalo entre los extensores radiales del carpo largo y corto (ERCC), que da acceso a la arcada del ERCC y a las ramas de
división del nervio radial.
B. Sección de la arcada del ERCC que da acceso al supinador (este tiempo no se realiza si no hay síntomas neurológicos).
C. Desinserción del ERCC que expone las lesiones en la cara profunda del tendón.
D. Tras extirpar los tejidos patológicos y cruentar el hueso, el ERCC se vuelve a fijar con una ligera distensión (plastia en V-Y).

contraindicaciones. Posteriormente se inician fisiotera-


pia y movilización progresiva. Se difiere de 3 a 4 sema-
nas el trabajo de reforzamiento muscular. No se piensa
en la vuelta a la actividad profesional antes del mes y
“ Puntos esenciales
medio o incluso de 2 meses en caso de trabajo manual
pesado. Tendinopatías de los epicondíleos
En las epicondilalgias de origen tendinoso las
indicaciones quirúrgicas son:
■ Epicondilalgias mediales • raras en la vertiente lateral;
Son bastante más raras que las formas laterales y sólo • excepcionales en la vertiente medial.
muy excepcionalmente llevan a la cirugía. La evaluación clínica del terreno y de las
patologías asociadas es fundamental en el manejo
Recuerdo anatómico de esta enfermedad.
Se trata de una afección primitiva de la inserción
Los músculos epicondíleos mediales, o epitrocleares,
también forman un tendón común, constituido de
tendinosa; el tratamiento:
lateral a medial por el pronador redondo (PR), el flexor • lleva a cabo la extirpación de los tejidos
radial del carpo (FRC), el palmar largo, cuando está patológicos;
presente, y el fascículo humeral del flexor cubital del • debe permitir una cicatrización normal de los
carpo (FUC). La parte profunda del tendón está consti- tejidos sanos restantes sobre un hueso cruentado.
tuida por el fascículo humeral del flexor superficial de En la vertiente lateral puede ser útil una
los dedos. disminución de los fenómenos de tensión sobre
En esta vertiente también hay que subrayar la intrin- las estructuras capsuloligamentosas adyacentes.
cación con las estructuras capsuloligamentosas y la Si existe una compresión nerviosa asociada, sea de
proximidad del nervio cubital (NC). La inervación
la RPNR o del NC, en medial, debe tratarse en el
superficial depende de los nervios cutáneos braquial y
antebraquial mediales y, desde el punto de vista radicu-
mismo tiempo quirúrgico.
lar, esencialmente de la raíz T1.

Fisiopatología y evolución cicatrizal se encuentra en la mayoría de los casos


La tendinopatía debutaría por microlesiones en la operados durante la intervención en la parte media del
interfase entre el FRC y el PR [13, 27] . Este «núcleo» tendón común bajo la forma de una zona grisácea de

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estructura heterogénea, opuesta a la estructura longitu-


dinal bien diferenciada del tendón sano adyacente [27,
28]. Es mucho más rara la afectación del FCU [27, 28]. Las

lesiones histopatológicas de la «epicondilitis» medial son


superponibles a las observadas en la vertiente lateral [3].
Las tasas de fracaso del tratamiento conservador
varían del 5 al 15% [28-30] . El pronóstico es bueno
incluso en los trabajadores manuales, con una tasa de
curación a 3 años de un 81% [31]. Además, la repercu-
sión funcional de las epicondilitis mediales es menos
importante que la de las laterales tanto en términos de
dolor como de función muscular [32]. Por todo ello la
cirugía de la epicondilalgia medial de origen tendinoso
resulta excepcional.

Patologías asociadas
Mano a mano con el manejo quirúrgico, el principal
problema de las epicondilalgias mediales estriba en la
frecuencia de los problemas asociados y en la evaluación
de su papel en los síntomas.
En el 23 al 60% de los casos en las series quirúrgicas Figura 4. Exposición del tendón de los epicondíleos mediales.
presentan signos irritativos en el territorio del NC [27, 30, 1. Ramas nerviosas superficiales (nervio cutáneo antebraquial
33]. Esta asociación es un elemento de mal pronósti- lateral); 2. lacertus fibrosus; 3. nervio mediano; 4. músculo
co [28, 30, 33]. Sin embargo, no había electromiograma braquial; 5. nervio cubital; 6. músculo tríceps; 7. septo intermus-
(EMG) en la serie de Gabel [28] ni en la de Vangsness [30] cular medial; 8. músculos epicondíleos mediales.
y el EMG era normal en un 93% de los casos de la serie
de Kurvers [33]. Así, cabe preguntarse si no se trataría en
realidad de síntomas en el territorio del tronco secun- • maniobras con objetivo neurológico: también se ha
dario anterointerno que formen parte de un SDT más propuesto la denervación en esta vertiente pero se
que de un síndrome del túnel cubital (STC). trata más de una liberación del NC, en asociación con
Los trabajadores que presentan una epicondilitis la maniobra tendinosa. Se desprende de los estudios
medial tienen una prevalencia significativamente más que es preferible transponer el nervio, bien en plano
elevada de otros problemas musculoesqueléticos del submuscular o bien en subcutáneo [27, 28, 30, 33, 36].
miembro superior [31] . Este concepto de trastornos Algunos autores no encuentran diferencias en que
escalonados y de «disfunción musculotendinosa» se haya reinserción o no [28]. La sección del tendón no
encontraba presente también en un 62% de los paciente produce una disminución de fuerza pero sólo ofrece un
de Gabel y Morrey [28]. Por último, la asociación de un 62,5% de buenos resultados [33]. Las técnicas que llevan
SDT con un STC y una epicondilalgia medial es fre- a cabo un efecto de relajación de los epicondíleos
cuente en los pacientes que aquejan dolores del miem- mediales podrían exponer a riesgo de valgo [27] . El
bro superior relacionados con el trabajo [34]. principal factor pronóstico es la existencia o no de
En el deportista se plantea también el problema de afectación asociada del NC [28, 33].
otras causas locales de dolores mediales del codo, en
particular en los deportes de lanzamiento [35] que Técnica preferida de los autores
producen repetidas solicitaciones en valgo. Se han
comunicado lesiones del ligamento colateral medial y En caso de tendinopatía aislada, el tratamiento se
de la vertiente medial de la articulación en asociación limita a la zona patológica, localizada en la unión
con la tendinopatía [27, 35]. PR-FRC. En caso de neuropatía cubital probada, el
No puede tomarse la decisión quirúrgica sin haber centro del tratamiento debe ser el NC [28]. Tras haber
evaluado las patologías locales asociadas ni haber realizado intervenciones que asocian desinserción y
examinado el conjunto del miembro superior en busca transposición submuscular del NC, ahora preferimos
particularmente de un SDT que puede estar asociado o asociar una maniobra con punto de mira sobre los
sea responsable de los síntomas de la vertiente medial epicondíleos y la transposición subcutánea del NC que
del codo. precisa cuidados posteriores menos importantes.
El paciente se coloca en decúbito supino, bajo blo-
queo axilar y con un manguito neumático. El MS
Técnicas quirúrgicas descansa sobre una mesa lateral con el hombro en
Están basadas en los datos fisiopatológicos, pero se rotación externa. La incisión es arciforme, de 10 a
sabe que no hay relación entre los hallazgos preopera- 12 cm de longitud, por detrás del epicóndilo medial,
torios y el resultado [28]. Se han propuesto tres tipos de centrada en el canal epitrocleoolecraniano, ya que, en
técnicas, que pueden asociarse más o menos entre sí: caso de que haya necesidad de transponer el nervio, se
• tratamiento directo de la zona patológica. Basado en encontrará a distancia de la cicatriz cutánea. La disec-
la escisión de los tejidos fibrocicatrizales entre el PR ción de los tejidos subcutáneos ha de ser cuidadosa, a
y el FRC, se asocia a un reavivamiento localizado del tijera, para preservar los filetes nerviosos superficiales. A
epicóndilo medial y a la reparación del tendón [3, 28]. continuación el levantamiento del colgajo adiposocutá-
Algunos autores para realizar la escisión de los tejidos neo anterior permitirá la exposición de la fascia super-
patológicos llevan a cabo una amplia desinserción de ficial de los epicondíleos (Fig. 4). Se trata de un plano
los epicondíleos mediales y tras el reavivamiento óseo celulograso de fácil separación.
reinsertan el tendón in situ [28, 30]; Más que incidir longitudinalmente la fascia para
• efecto de retención de los epicondíleos mediales: exponer las lesiones tendinosas [27] o de desinsertar toda
puede descansar en la sección aislada del tendón la masa de los epicondíleos, nosotros preferimos levan-
común sin desbridamiento ni ninguna otra manio- tar una fina hoja aponeurótica a costa de la fascia
bra [29, 33] o en la desinserción y liberación más o superficial de los epicondíleos (Fig. 5A). En ausencia de
menos completa de los epicondíleos mediales sin afectación asociada del NC, la fascia se reposiciona y
reinserción [28] o con una reinserción en V-Y; sutura in situ; en caso contrario, sirve de plastia de

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Figura 5. Cirugía de las epicondilalgia me-


diales.
A. La fascia superficial de los epicondíleos
mediales se levanta para exponer la zona
patológica entre el pronador redondo y el
flexor radial del carpo.
B. Tras extirpar las lesiones, cruentar el
hueso y realizar las suturas, la plastia se
vuelve a fijar en su sitio o se sutura a los
tejidos subcutáneos tras la transposición del
nervio cubital.

estabilización del NC [37]. Además este método permite en contacto con el radio, está separada por una bolsa
exponer la zona patológica, que puede tratarse entonces serosa. Esta parte ventral, profunda, está sometida a
de forma selectiva: escisión de los tejidos fibrocicatriza- distensiones de compresión, a fuerzas de cizallamiento,
les y aproximación de las fibras sanas adyacentes por y se halla mal vascularizada [43]. Las lesiones degenera-
algunos puntos de hilo reabsorbible tras el cruentado tivas aparecen a este nivel, en relación al borde anterior
localizado del epicóndilo con la pinza gubia (Fig. 5B). de la tuberosidad [44, 45]. Es frecuente que exista una
Si hay afectación asociada del NC, la incisión se bursitis asociada [45, 46]. Las roturas sobrevienen a veces
amplía en sentido proximal para poder realizar la durante tensiones mínimas y se producen probable-
liberación del nervio. La parte distal del septo intermus- mente sobre un tendón fragilizado [43-45, 47].
cular se escinde sistemáticamente. Posteriormente se
transpone el NC por delante de la fascia y se fija Técnicas de reinserción del tendón
subcutáneamente. De esta forma el nervio descansa distal del bíceps
sobre un plano de deslizamiento no cruento y a distan-
cia de los procesos cicatriciales. Hay que tener en cuenta tres puntos: el sitio de la
En los cuidados postoperatorios, en ausencia de fijación del tendón, el método de fijación y la vía de
maniobra sobre el NC, se puede considerar un cabestri- abordaje.
llo antiálgico durante algunos días. En caso contrario es Sitio de fijación
preferible la movilización inmediata para evitar las
adherencias del NC. El trabajo contra resistencia en La fijación extraanatómica mediante tenodesis sobre
flexión y pronación de la muñeca comienza tras el tendón del músculo braquial no tiene interés ya que
6 semanas [30]. no restablece el protagonismo de supinación del bíceps
y deja persistir una disminución importante de la fuerza
de flexión [48, 49]. La fijación del tendón sobre la tube-
Conclusiones rosidad es el único método que restituye la fuerza de
Tras eliminar los dolores de otro origen, las indicacio- supinación [50].
nes quirúrgicas de la tendinopatía son excepcionales.
Antes de conseguir el resultado óptimo puede haber un Métodos de fijación y reparación
retraso largo, de 8 a 12 meses [28, 30]. Si se ha tratado al Para los casos recientes, hasta 4 semanas
mismo tiempo una neuropatía cubital verdadera
Se puede realizar la fijación directa del tendón en la
mediante transposición subcutánea, el resultado es
tuberosidad. De hecho, esta reinserción directa, sin
bueno generalmente, salvo en caso de SDT asociado [36].
interposición de un injerto, se puede hacer hasta
6-8 semanas, incluso más [51, 52]. Pueden utilizarse dos
■ Tendinopatías del bíceps métodos principales.
La fijación transósea consiste en practicar una ven-
braquial tana unicortical en la tuberosidad, dentro de la cual se
enfila el tendón previamente hilvanado con el hilo de
Las tendinopatías que afectan al tendón distal del sutura. Se hacen dos orificios en la cortical opuesta [50]
bíceps son raras [38, 39]. Estas patologías pueden dar lugar o por detrás de la tuberosidad [41] que permiten pasar
a dos tipos de cuadros: un cuadro doloroso, general- los dos extremos de los hilos cuyos nudos se apoyan
.
mente asociado a una rotura parcial, o un cuadro sobre el puente óseo (fijación en rappel). Es la técnica
deficitario, ligado a una rotura total. más sólida in vitro y probablemente la preferida si hay
.
La rotura se traduce en una pérdida de fuerza de un hueso de mala calidad [53].
flexión de un 20 a un 30% y una pérdida de fuerza en También puede realizarse la fijación mediante anclajes
supinación de un 40 a un 50% [40, 41]. La molestia es (tipo Mitek 2,9 mm). Esta fijación ha mostrado in vitro
moderada y afecta sobre todo a personas jóvenes, que una solidez suficiente [53] y tras varios años se han
trabajan manualmente, que tienen una demanda fun- comunicado numerosos casos de fijación mediante
cional importante [38, 40]. Está claramente reconocido anclajes [38, 52, 54-56]. Esta técnica necesita menos disec-
.
que la reinserción anatómica del tendón proporciona ción de tejidos alrededor de la tuberosidad y se puede
mejores resultados sobre la fuerza y la resistencia que el realizar por vía anterior sin necesidad de otros accesos
tratamiento conservador [40-42]. adicionales. También se han publicado casos de fijacio-
nes tipo «endobotón» [39].
Fisiopatología Para los casos antiguos
El tendón distal se inserta en la parte posterior de la La retracción tendinosa precisa para la fijación sobre
tuberosidad. La cara anterior del tendón, que se enrolla la tuberosidad el uso de un injerto interpuesto, que

6 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Cirugía de las lesiones tendinosas del codo ¶ E – 44-315

puede ser de fascia lata y reforzarse con un material


sintético [47, 57], el tendón del semitendinoso [58], o el
FRC que se extrae parcialmente [59] o en su totalidad [38,
60]. Es preferible el uso del tendón al de la fascia lata, lo

que permite además su realización bajo anestesia loco-


rregional cuando se utiliza el FRC [60]. También se ha
propuesto, con éxito, el empleo de un aloinjerto de
tendón de Aquiles [61].

¿Una vía de abordaje o dos?


Las reinserciones se han realizado inicialmente por
una sola vía anterior, pero se han comunicado casos de
parálisis radial por lesión de la RPNR [50]. De hecho, este
riesgo está presente fundamentalmente si se hace una
fijación transósea que precise una importante exposi-
ción [55]. Son mucho más raras las lesiones del nervio
musculocutáneo, del tronco del nervio mediano o del
nervio interóseo anterior [38]. Sin embargo, con una Figura 6. Exposición del tendón y de la tuberosidad bicipital.
técnica cuidadosa estas complicaciones resultan excep- 1. Músculo braquial; 2. bíceps (expansión seccionada); 3. nervio
cionales, como atestiguan las publicaciones de estos radial; 4. nervio cutáneo antebraquial lateral; 5. tuberosidad
últimos años [38, 54, 55]. bicipital; 6. braquiorradial; 7. nervio mediano; 8. tendón de los
La vía posterior aislada sólo puede utilizarse para las epicondíleos mediales; 9. pronador redondo (reclinado); 10.
roturas parciales [44] pero la reparación por esta vía es arteria recurrente radial anterior ligada; 11. arteria radial; 12.
técnicamente difícil y hay que tener la certeza de que la flexor radial del carpo.
lesión es realmente parcial. Incluso para tales roturas
parece preferible la vía anterior [60, 62].
indicarse una exploración quirúrgica en el paciente en
En razón a las parálisis radiales comunicadas tras
el que persista el dolor si se toma como causa una
haber usado solamente la vía anterior como vía única,
irritación persistente del nervio musculocutáneo [52].
Boyd y Anderson han propuesto el uso de dos vías
combinadas [50] . Este abordaje doble no disminuye
completamente el riesgo de una afección radial al Técnica preferida de los autores
menos transitoria [63] incluso diferida [64]. Sobre todo A la vista del débil beneficio funcional que aportan
expone a riesgo de osificaciones, con posibilidad de las fijaciones extraanatómicas [48, 49], la intervención
limitación de la pronosupinación, o de sinostosis sólo parece justificada para fijar el tendón en la tubero-
radiocubital proximal [48, 63, 65, 66]. Numerosos autores sidad bicipital.
han propuesto modificaciones de la exposición poste-
rior [41, 42] pero aun así no suprimen completamente la Roturas recientes
aparición de las osificaciones [65]. Este riesgo disminuye
probablemente con el uso de los AINE, lo que justifica, La utilización de un abordaje anterior aislado aso-
en ausencia de contraindicaciones, su utilización ciado a una fijación anatómica del tendón con dos
sistemática. anclajes constituye una técnica segura y eficaz [38]. Sólo
en casos problemáticos (hueso frágil o fijación defec-
tuosa) hay que tomar en el preoperatorio la decisión de
Indicaciones utilizar una vía posterior complementaria para llevar a
Dependen esencialmente del tipo de lesión y del cabo una fijación transósea «de reajuste».
retraso en el tratamiento pero también de la edad del La vía de abordaje anterior corresponde a la parte
paciente. proximal de la vía de Henry. El paciente se coloca en
decúbito supino con el miembro superior apoyado en
Roturas parciales una mesa lateral. Si la morfología del paciente lo
permite se usa un manguito neumático. La incisión
Muchos autores preconizan para las roturas parciales
cutánea, en S o en bayoneta, comienza en el canal
recientes, al menos en un primer tiempo, el tratamiento
bicipital medial, se descuelga lateralmente en el pliegue
conservador basado en una inmovilización con férula,
de flexión y posteriormente desciende a lo largo del
descanso y reeducación [38, 46, 60]. Reservan las indica-
borde medial del braquiorradial. Se separan las venas
ciones de reparación quirúrgica a las roturas parciales
superficiales y a continuación se localiza el nervio
crónicas que siguen siendo dolorosas [38, 60]. Sin
cutáneo antebraquial lateral, que se localiza e indivi-
embargo, son frecuentes los fracasos del tratamiento
dualiza con un lazo hasta su salida en el borde lateral
conservador [62] y existe riesgo de rotura completa
del tendón bicipital. Después se libera el extremo distal
secundaria [44]. En el paciente joven que presenta una
del tendón, cuya retracción estará en función de la
importante demanda funcional, las indicaciones de
antigüedad y de la rotura o no de la expansión bicipital.
reparación quirúrgica deben ser más amplias [44].
El tendón debe alcanzar la tuberosidad con el codo en
60° de flexión [60].
Roturas completas
El antebrazo se coloca en supinación completa para
Las roturas completas y recientes deben repararse en llevar la tuberosidad hacia adelante. Dicha tuberosidad
los pacientes de todas las edades [38, 60]. Sin embargo, los se expone entre el braquiorradial en lateral y el PR que
ancianos, con una demanda funcional débil, sedenta- se reclina hacia medial con la arteria radial (Fig. 6). Para
rios, recuperan una buena función con una simple limitar el riesgo de lesión de la RPNR, el codo se coloca
reeducación, sin reinserción del tendón [38, 48]. en ligera flexión a fin de disminuir la tensión sobre el
No existe consenso sobre el tratamiento de las roturas nervio; se ligan los vasos recurrentes radiales para
completas antiguas. Los resultados funcionales son mejorar la exposición; no es preciso utilizar separadores
peores [52] y las indicaciones quirúrgicas menos frecuen- acodados [38].
tes. Sin embargo, la reparación está indicada en el Tras la escisión de los tejidos restantes y del periostio,
paciente joven con una demanda física importante y se lleva a cabo un cruentado simple superficial de la
que conserva una molestia funcional. A veces puede tuberosidad para no fragilizar la cortical y con ello la

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 7


E – 44-315 ¶ Cirugía de las lesiones tendinosas del codo

Figura 7. Técnica de fijación del tendón


en la tuberosidad bicipital.
A. Tras colocar dos anclajes y cruentar la
tuberosidad, se pasan los hilos en el tendón
que se baja para poner en contacto con la
tuberosidad antes del anudado de los hilos.
B. A continuación se hilvanan a lo largo de
los bordes del tendón y se anudan de nuevo.

fijación con anclajes. Se insertan después dos anclajes continuación se hilvanan los dos extremos del injerto
en la tuberosidad bicipital, uno proximal y otro distal, en el tendón bicipital manteniendo el codo a 90° de
con un espaciamiento correspondiente a la longitud del flexión y en supinación [59, 60]. La sutura se hace con un
tendón (Fig. 7A). Posteriormente se coloca el codo en material de sutura no reabsorbible sólido que sirve
90° de flexión y el tendón se fija con la ayuda de una también para reforzar la parte interpuesta del ten-
pinza para bajar bien el tendón en contacto con la dón [59]. Los cuidados postoperatorios son comparables
tuberosidad y evitar toda separación en el momento de a los de las roturas recientes.
apretar los nudos [38]. Los hilos se hilvanan a lo largo
del borde correspondiente del tendón y se anudan de Roturas parciales
nuevo (Fig. 7B).
Es preferible completar la desinserción del tendón y
Si se necesita un abordaje posterior complementario,
tratarlas como una rotura completa para conseguir una
hay que tener cuidado de no lesionar el periostio del
cicatrización de buena calidad y limitar el riesgo de
cúbito [48] para disminuir el riesgo de osificaciones. Más
secuelas dolorosas [47].
que la vía clásica de Boyd, es preferible pasar entre los
músculos para no tener que desinsertarlos [41, 54, 65].
Para ello se utiliza un disector o una pinza que se pasa
de delante atrás, permitiendo así localizar el acceso
■ Tendinopatías del tríceps
posterior y llevar a cabo una disección limitada, como braquial
la descrita por Morrey et al. [41]. Nosotros preferimos
localizar de antemano el intervalo entre el ancóneo y el Las avulsiones y las roturas del tríceps son raras (1-2%
extensor cubital del carpo. El antebrazo se coloca en del conjunto de roturas tendinosas) y a veces se ignoran
pronación completa para hacer los dos orificios de inicialmente [67]. La lesión más habitual es una avulsión
salida de los hilos por detrás del borde dorsal de la de la inserción en el olécranon cuyo tratamiento qui-
tuberosidad. Los hilos se pasan por los túneles y se rúrgico precoz proporciona buenos resultados en la
suturan en apoyo sobre los puentes óseos. mayoría de los casos [68].
Si no hay contraindicación, se prescriben sistemática-
mente AINE. El codo se inmoviliza en 90° de flexión Lesiones
con el antebrazo en pronosupinación neutra durante
6 semanas. A partir de la tercera semana puede comen- La más frecuente es la lesión localizada en la inser-
zarse con la flexión y la pronosupinación pasivas. Tras ción tendinosa [68, 69]. Puede ser parcial, con conserva-
6 semanas se hace la recuperación de la extensión activa ción de la extensión contra resistencia [68, 70], pero más
en bloques de 20° por semana; dicha recuperación debe a menudo se trata de una avulsión completa que
ser completa a las 10 semanas. Se comienza la flexión incluso puede arrancar un fragmento óseo superficial a
activa a la octava y el trabajo de reforzamiento muscular costa del olécranon [47, 70]. La extensión contra resisten-
a las 12 semanas [60]. cia [71], incluso con un pequeño peso, es imposible [72].
Se han descrito más raramente roturas de la unión
Roturas antiguas tendinomuscular [72, 73] y roturas del propio tendón [74,
75]. En estos casos puede ser útil la RMN para precisar
La liberación del tendón y del músculo es un tiempo
importante. Se debe liberar el nervio musculocutáneo y la localización y la extensión de la lesión, particular-
despegar el tendón de la fibrosis, liberar las adherencias mente en las roturas parciales [68].
entre el bíceps y el braquial, realizar incisiones sobre la
fascia muscular y, con una pinza que fije el tendón, Circunstancias y factores
imponer una tracción distal prolongada para descender favorecedores
progresivamente el bíceps [52, 60] . Tras esta amplia
liberación, si es necesario un injerto, nosotros utilizamos La rotura sobreviene en general durante una contrac-
la mitad radial del FRC. La fijación del injerto se hace ción excéntrica del tríceps [67, 68]. También puede verse
por vía anterior según una técnica derivada de la de tras una caída sobre la mano, a veces con una fractura
Levy et al. [59]. asociada de la cabeza radial [76].
El injerto se repliega sobre sí mismo y de entrada se A menudo se encuentran factores favorecedores:
fija por dos anclajes sobre la tuberosidad cruentada. A físicos, por aplicación de cargas repetidas (halterofilia y

8 Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología


Cirugía de las lesiones tendinosas del codo ¶ E – 44-315

Figura 8. Técnica de sutura de una avulsión reciente del ten- Figura 9. Técnica de reparación de una rotura antigua del
dón tricipital. El hilo se pasa a través del tendón mediante una tendón tricipital.
sutura tipo Bunnell y por dos túneles intraóseos en el olécranon. A. Uso de un injerto tendinoso que pasa por los túneles intraó-
seos.
B. El ancóneo se bascula hacia proximal tras ligar la rama recu-
body building); locales (bursitis e inyecciones de corticoi- rrente de la arteria interósea posterior y es posteriormente sutu-
des); o metabólicos u hormonales (insuficiencia renal rado al tendón. 1. Ancóneo; 2. supinador; 3. rama recurrente de
con hiperparatiroidismo secundario, diabetes y anaboli- la arteria interósea posterior.
zantes) [67, 68, 75] . La asociación de varios de estos
factores es frecuente [72].
utiliza un autoinjerto tendinoso [71]. También se ha
Indicaciones terapéuticas propuesto el uso de un aloinjerto de tendón de Aqui-
En las roturas parciales el tratamiento conservador les [47, 78]. Puede utilizarse el ancóneo para reforzar y
permite en general una buena cicatrización sin déficit proteger la reparación distal del tríceps [69]. La rotación
funcional [68, 70]. Sólo se justifica una reparación secun- del ancóneo puede efectuarse alrededor de su inserción
daria si persisten los síntomas (dolor y debilidad resi- cubital tras la liberación de su inserción humeral [47, 78]
dual) [68]. En las roturas completas recientes el trata- o alrededor de un eje horizontal tras la liberación de su
miento quirúrgico precoz proporciona buenos resultados inserción cubital y la ligadura de la rama recurrente de
en la mayoría de los casos [68] y la indicación quirúrgica la arteria interósea posterior [79] (Fig. 9B).
es sistemática. En las roturas antiguas y con alteraciones Si la rotura antigua está situada en el tendón o en la
funcionales persistentes puede estar indicada la unión musculotendinosa, puede utilizarse una plastia de
reparación [73]. acortamiento, que puede ser por desdoblamiento y
avance [73] o una simple plastia en V-Y, asociada a un
Técnicas de reparación de las roturas refuerzo mediante un injerto tendinoso de palmar
menor o de plantar delgado [72].
recientes
La reparación directa es siempre posible en las tres
primeras semanas tras la rotura [67]. En caso de avulsión
se asegura la fijación del tendón con material de sutura
sólido no reabsorbible mediante una sutura de tipo
Bunnell o de tipo Krackow [47, 71]. Puede realizarse la
“ Puntos esenciales
fijación sobre el olécranon mediante túneles transó- Tendinopatías distales del bíceps y del
seos [47, 70, 76] , sobre un colgajo de periostio [70] o tríceps
mediante anclajes [77]. La técnica de fijación mediante
Las roturas parciales se diagnostican mediante
túneles transóseos en el olécranon nos parece la más
fiable (Fig. 8). En los casos de rotura más proximal, RMN. La cirugía sólo está indicada en caso de
intratendinosa o en la unión musculotendinosa la persistencia del dolor tras tratamiento ortopédico.
reparación se hace mediante sutura directa de los dos Si el diagnóstico de rotura completa se hace
extremos. Si los tejidos parecen de mala calidad, se precozmente, la cirugía se halla indicada
puede reforzar la sutura mediante un injerto tendinoso prácticamente siempre y permite una reinserción
de palmar menor o de plantar delgado [71, 72]. anatómica del tendón.
En el cuidado postoperatorio se prefiere una inmovi- La fijación del tendón bicipital realizada por vía
lización de 3 a 4 semanas con una férula entre 30 y 45° anterior y asegurada con dos anclajes es un
de flexión. Hay que evitar la extensión contra resisten- método fiable y seguro si se realiza una técnica
cia durante 6 semanas.
cuidadosa.
La fijación del tendón tricipital se asegura en el
Técnica de reparación de las roturas mejor de los casos por túneles intraóseos en el
antiguas olécranon.
Cuando las roturas se ven secundariamente la repara- En las roturas antiguas la cirugía está indicada si
ción aún puede proporcionar buenos resultados, aunque existe una alteración funcional persistente y
menos constantemente [47]. Cuando se ha constituido la precisa el uso de un injerto tendinoso de
retracción, es indispensable el uso de un injerto de interposición.
interposición (Fig. 9A). La casi totalidad de los autores

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 9


E – 44-315 ¶ Cirugía de las lesiones tendinosas del codo

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J. Laulan, Chirurgien orthopédiste, praticien hospitalier (j.laulan@chu-tours.fr).


C. Le Dû, Chirurgien orthopédiste, praticien hospitalier.
Unité de chirurgie de la main, services de chirurgie orthopédique et traumatologique 1 et 2, CHU Trousseau, 37044 Tours cedex, France.

Cualquier referencia a este artículo debe incluir la mención del artículo original: Laulan J., Le Dû C. Chirurgie des lésions tendineuses du
coude. EMC (Elsevier Masson SAS, Paris), Techniques chirurgicales - Orthopédie-Traumatologie, 44-315, 2007.

Disponible en www.em-consulte.com/es
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complementarias Animaciones legales al paciente complementarias

Técnicas quirúrgicas en ortopedia y traumatología 11

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