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A China nadie se le sube a la chepa: así es como están parando

los pies a sus gigantes de la "tecnología de las distracciones"

China no va a permitir que ninguna tecnológica se le suba a


la chepa. Primero le paró los pies a Jack Ma y a Ant
Financial, pero también ha frenado la marcha triunfal de
Didi (la Uber china) y Tencent (propietaria de
WeChat). ¿Por qué el Gobierno chino está parándole
los pies a un sector que iba como un tiro?
Las teorías son diversas, pero para muchos lo que está
haciendo China es apostando por tecnológicas
"serias" y muy "de casa" como Huawei o SMIC (que va tras
los pasos de TSMC) y alejándose de empresas con
peligrosos tintes capitalistas que se dedican básicamente a
entretener y distraer a los usuarios. Y en China no
quieren distraerse.

China vuelve a ser la China de


siempre
Durante décadas el gigante asiático jugó un poco al despiste
con el mundo. Siguió manteniendo un férreo control de
sectores estratégicos como la banca o el petróleo,
pero abrió (un poco) las puertas al modelo
capitalista, al menos en lo referente a la tecnología.
Fuente: Bloomberg

El emprendimiento y la libertad de acción para el mercado


tecnológico ayudaron a que gigantes como Alibaba, Tencent
o Baidu se convirtieran en lo que son hoy en día. Den
Xiaoping sorprendía a todos a mediados de los 80 al decir
que no pasaba nada si algunos se hacían ricos antes
que otros.

EN XATAKA

China se pone seria con sus 'Big Tech': así está aumentando la presión el
gobierno chino sobre sus referentes tecnológicos

Las cosas han cambiado, y probablemente las tensas


relaciones comerciales con Estados Unidos hayan
detonado una situación actual en la que China está frenando
de forma radical esa aproximación a la visión capitalista que
hasta ahora habían tenido algunas de sus grandes
tecnológicas.
El Gobierno chino está cortando las alas a muchos de
esos gigantes, y la "nueva fase de
desarrollo" anunciada por Xi Jinping a finales de 2020 se
centra en tres puntos clave: la seguridad nacional, la
proesperidad comunitaria —lo de hacerse rico antes que
otros ya no vale— y la estabilidad.
Tenemos un buen ejemplo en Meituan, el Glovo chino
que había crecido como la pólvora durante la pandemia. Sus
trabajadores protestaron por sus condiciones laborales, e
indicaban que la empresa no les ofrecía seguro médico.
Esta Meituan afrontaba los mismos problemas que las
empresa de la famosa "economía colaborativa" de países
occidentales, pero en China se hartaron y anunciaron
la regulación del sector para mejorar las condiciones de
los trabajadores. ¿Qué ocurrió? Que Meituan perdió 63.000
millones de valoración de mercado hace apenas unos días
tras el anuncio de estas medidas.
A ese movimiento le han seguido otros. El regulador de
ciberseguridad chino indicó que empresas con más de un
millón de usuarios tendrían que superar un importante
escrutinio antes de operar en mercados extranjeros, y para
dar ejemplo impidieron la Oferta Pública de Acciones
de Didi, que se las prometía muy felices pero cuya app ha
acabado desapareciendo de las tiendas de aplicaciones
chinas cayendo en picado en valoración.

Los videojuegos como el "opio


espiritual"
El último ejemplo de este tipo de movimientos es el que
mencionaban en Financial Times. China ha arremetido
contra los videojuegos online y los ha calificado de
'opio espiritual'.
El Gobierno chino hacía la comparación en el Economic
Information Daily, un periódico controlado por la agencia
gubernamental de noticias Xinhua. Un teórico experto fue
más allá, e indicó en ese artículo que "ninguna industria
puede desarrollarse de forma que destruya una
generación".

EN XATAKA

China, en busca del liderazgo tecnológico: el ambicioso plan a 5 años


enfocado en IA, biotecnología, exploración espacial y más

El mensaje es singular para un país que se ha convertido en


un referente tecnológico gracias a la expansión de
segmentos como el de los videojuegos online. Sin embargo
ese mismo país ha cambiado su actitud y últimamente está
poniendo muchas barreras a empresas como
Tencent, —propietaria de la popularísima WeChat—, cuyas
acciones han caído un 25% en el último mes por este tipo de
varapalos.
La persecución de China al mercado de los videojuegos es
singular y parece ir en contra de la lógica: este segmento no
para de crecer y es una fuente de ingresos espectacular para
quienes logran triunfar, pero para los gobernantes chinos
parece claro que esos videojuegos online no hacen
más que desviar la atención de los jóvenes a lo que
realmente importa.

En China quieren tecnología de


verdad, no tecnología de
distracciones
¿Y qué es lo que importa? Según el analista Noah Smith, lo
que importa es la tecnología "de verdad": mientras
que en Estados Unidos la gente relaciona tecnología con
empresas como Google, Amazon o Facebook, en China
quieren que su desarrollo tecnológico no cree distracciones,
sino valor para el país y no solo para esas grandes
tecnológicas.
Otro analista llamado Dan Wang ya preveía movimientos de
este tipo en 2019, y afirmaba que para él era raro "que el
mundo haya decidido que la internet para los
consumidores es la tecnología por excelencia". Y
continuaba:
"Para mí no es obvio que aplicaciones como WeChat,
Facebook o Snap estén haciendo el trabajo más importante
a la hora de avanzar nuestra divilización tecnológica.
Para mí, es totalmente plausible que Facebook y Tencent
acaben siendo negativas para el desarrollo tecnológico.
Sus aplicaciones que desarrollan ofrecen divesión,
distracciones que nos alejan de la productividad, y las
empresas apartan a chicos inteligentes de campos de I+D
intensivos como la ciencia de los materiales o la
fabricación de semiconductores, y en lugar de eso les
dirigen al desarrollo de videojuegos o la optimización de la
publicidad".
La visión de estos analistas parece razonable como
explicación de lo que está ocurriendo en China, que está
apartándose de la visión capitalista y
cortoplacista a la que últimamente se habían acercado
peligrosamente.

Fuente: Forbes.

Jack Ma -creador de Alibaba y de The Ant Group— era de


hecho el mejor ejemplo de cómo China ya no se parecía
tanto a China: este multimillonario era el Elon Musk
oriental, pero mientras que en Estados Unidos Musk y el
resto de grandes CEOs suelen campar a sus anchas, China
paró en seco su ascensión.

EN XATAKA

Ant Financial, la fintech de Jack Ma de los 150.000 millones de dólares

Eso se ha visto claramente en el colapso de la valoración de


sus negocios: en octubre de 2020 la valoración conjunta de
Alibaba y Ant superaba los 1,3 trillones de dólares, pero en
junio de 2021 esa valoración se ha reducido casi a la
mitad, y ronda actualmente los 700.000 millones de
dólares.

Ni se os ocurra intentar subiros a la


chepa
Esa fue una clara señal para los líderes de las empresas
tecnológicas chinas. Un "no os lo creáis demasiado". Jack
Ma y sus empresas Alibaba y Ant fueron la primeras
víctimas, pero luego ha habido otras como Tencent o
Baidu, cuyos responsables están recibiendo
multas por sus inversiones y adquisiciones en el terreno de
la educación online (otro de los afectados por la persecución
china) o sus inversiones en el mercado de los videojuegos.

Jack Ma, creador de Alibaba y The Ant Group

Lo indicaban hace meses en Bloomberg: Pony Ma,


presidente de Tencent, tuvo que pagar una multa
simbólica de 500.000 yuan (77.000 dólares, calderilla
para este multimillonario) por su inversión de 2018 en la
aplicación educativa Yuanfudao.
EN XATAKA

Google, Amazon, Facebook y Apple quieren un mundo mejor, pero uno


que no afecte a su negocio

Baidu recibió una multa idéntica en 2014 por su adquisición


de Ainemo Inc., una empresa que fabricaba, entre otras
cosas, altavoces inteligentes. Didi y SofBank recibieron
también esa misma multa —que es la máxima que se
puede emitir de momento— por su alianza estratégica, y lo
mismo ocurrió con una división de ByteDance y la empresa
Shanghai Dongfang Newspaper Co., que en 2019 quisieron
lanzar una empresa de desarrollo de derechos de autor para
vídeos.
Todas ellas quisieron ir por su cuenta. Campar a sus anchas,
como habitualmente hacen las grandes tecnológicas
norteamericanas. Al contrario de lo que ocurre en Estados
Unidos —allí hay mucho ruido, pero pocas nueces a la hora
de controlar a esos gigantes—, a los gobernantes China no
les tiembla el pulso a la hora de pararles los pies a
sus gigantes tecnológicos.
O al menos, a muchos de ellos, porque tras el veto de
Estados Unidos parece que Huawei sigue teniendo apoyo
absoluto del gobierno chino. Un gobierno que
está persiguiendo a las criptodivisas por un lado
y haciendo una inversión bestial en inteligencia
artificial por el otro.
En China, parece, quieren tecnología "de verdad". Puede
que hayan dejado algo de margen a empresas que querían
ser el reflejo de las tecnológicas norteamericanas (y que lo
han logrado, si no mirad TikTok, Baidu o WeChat), pero
todas ellas ahora están en peligro, porque en China
quieren tecnología que contribuya a fortalecer a la
vieja filosofía China. La de siempre, vaya.

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