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Alianza Universidad

r Nathan. \XlachteI
¡

, '
-- Los VCI1Ci<.lc)s

Los iI1dios 'del I)erú


frente a la conqllista
(1530-1570)

Versión espafiola de:


Antonio Escohotado

Revisor técnico :
Enrique Tandeter

Alianza
Editorial

• .1
IN'fRC)DUCCION

i;
La hístoriograGa occidental ha instaurado hace mucho tiempo
él Europa como centro de referencia respecto del cual se ordenaba
la historia de la humanidad . De acuerdo con una representación
simple y unilateral del devenir, todas las sociedades debían pasar
por las rnismas Napas en el camino del progreso y la civilización ,
cuyo modelo más acabado lo encontrab a Europ a en dicha trayectoria ;
las sociedades no europeas se situaban detrás, C011.10 ejemplos de
Estados de civilización inferi or: se trataba ele una ideología justi-
ficativa de la expansión mundi al del O ccidente y ele su hegemonía.
¿Es acaso un azar que la histo riografía referida a América Latina
se centre sobre todo en la civ j!ización española, mientras que la
historia del mundo indígena, desde la Conquista hasta nuestros
días, permane7.ca, por así decirlo, descollOcida? Es preciso___ esperar
a los tiempos actuales, al fin d e la hegetnonía elí rope~_ 'y' __ a l.osmovi-
e- mientas de descQlc'Oizacióll, para .qu e . Occidente tenga _conciencia de
que también existen otras sociedades, es decir, que tienen su his-
toria patticular y de que ésta no sigue i1ecesariamente las huellas
del modelo europeo. Con el desarrollo de las ciencias antropológi-
cas, sociológicas e históricas, el mundo llamado «subdesarrollado »
(en relación con Occidente) emerge en toda su originalidad ' y com-
plejidad: el campo de las ciencias humanas se ve trastornado por la
caída del eurocentrismo.
¿ Por qué la visión de los vencidos y por qué Jos indios? Las
civilizaciones precolombinas ejercen una _especie __ de fascinación :
Guaman Poma de Ayala: Buen Gobierno. A Topa Alnaro le corlan la
cabeza en El Cuzco. 23
¡

1nrruducciólI
i- 11 11 I'L du Ll'i <í l l
, \

durante milenios VIVIeron aisladas del re s tod~1ll1tmd01 _ ~it;IHH}?". de un mundo marginal, reservado generalmente a los especialistas
t
qut,: hl. ~ ºtfª § §º~i~dade s> en -AfríCa) en Asia é~ Europa; co'nocieron, de- las -sode'dades ' Uam:adás «primitivas». Se tratará, entonces, de un
a pesar de las distancias, el . juego de las dIfusIOnes c Llltlln~ les y de ensayo de -<,~e tnoh.istoda ». ¿ Será éste un género bastardo vana-
las i nfhJ~n c;iª § . r~<.;íprocas , Cu ando los e sp ario I ~ s descubr; eron en mente í ~(:léc ticq ? 'Evitemos encerrarnos e.n querellas de p~labras;
América ot ra human idad) su estupefacción fu e SIn d uda mas grande la Cl~~stlOn "n? se reduce ~l vocabulario, que es aquí simple con-
de lo que sería la nuestra si encontráramos seres pens.antes en pl a- venClOn. ¿Cual es el sentIdo ¡,d e nuestra doble aproximación me-
netas lej anos., Peroeste~h(}que de dos mU,ndos radIcalmente ~~~~ todológica?
traños coincide 1'-~n- " elsiglo xv It \COn los c~n1le nzo s de la eX~)<lnSlOn La oposición entre historia y etnología proviene, en realidad
euiüpea'-" s·obre·' ~er"globo.-,~ P6f consiguien te, el pr0'yecto ~e Inver tir
?e co?tingenc!as .~cadémicas . Suele .considerarse que el 11istoriado;
la perspectiva eurocentdsta se sitúa aquí en ~l. OrIgen m1Sfno de. la ~!:-"?~§tlg~Ld _:d.~Y~n~l).-de Jas ,_sociédades , -cüy6'~p' asadQ ~if~Qñ~!nly~-'gtª- \
hegem onía occidental y resulta aplicado a sOCledades cuya evoluclOn <;la~ _ª_Jos - docun1en.tos, ~ngen~¡ªl . es.critos, __ml~_,.dej ar01L.tH~S de s.L\
histórica seguía caminos totalmepte independientes de los del mundo Se ~e escapan las sociedades «priII)itivas», desprovistas de t~:xtQs
antiguo . N os encontramos ante un fenómeno , quizá único,. que cons- e$cntos ,- por tanto, de ,. archivos-, qlJ~ ~stán reservadas al etn6- '
tituye una verdadera base de experimen tación en el dOmInlO ~le l.as , logo : Lo. ,que oblig?, a este úl,timo ª bLiscar el Qbiet() "de su ' estudio
ciencias human as: sociedades hasta en tonces cerradas sobre sI mIS- sobre el te¡~'eno;, se tnHa de sode(lad~s vivientes, o supervivientes
mas 1 sufr~n ) ~Qn la irl'\lP<;i911 de l Q§ J 1Qmhres blªncQ~) , el c;noque dt; en la 2artuahdad, cuyº_pasª~~ sólo está. inscrito en sus ' tradiciones
un ac'Ontecimiento .. 9t;prigen. rigurosamente exter??: ¿Cóm~ re~c~ oraIe~ , ~ No es. q.uS~ el etnologq se deSInterese de la historia por
cionan? ,,¿ Cuál , es , aP,~,f ti~' ?,e ento?ces? sll eV?IUClO!'? ,'ta hlstorlO~_ cuestlon de prInCipIOS; es que a menudo le resulta inaccesible' ha
grafía occidental estucha generalmente ]~ «(.on(1'11sta»,\ como 10 _
indica esta palabra, únicamente desde la perspectIva de los .ve~ ce­
~e " de~c;dbiL lº~ elementos cuyo conjuntQ ,.integnL ,d . grUP-9 s~)c{al "
observ~dq, y se P,l:~g~lnt~ ,w~rca pe; la~le]aciones que lmen" díChos~
dores . Pero existe otro rostro del acontecimien to: para los 1ndlO~ , elementos e,nl a sincro'n"!a; '\p'o r lo ' g¿úeial, " i~1tenta -dar"·cti'enta -délás
no m~nos estupefactos, la llegada de los espa ñoles signi~ca la ruina v~r1anú:s. .de", estas r~laciones comp~ran"lo ~o~re un plano teórico
de sus civilizaciones. ¿Cómo han ViyigQ la derrQta? ¿Como la ha? dlve:so~ tIpos de~.ogeqades. ~n suma, la,Jlistoriá-'esdencia de la
ü1terpretado ? y . ¿cómose h~p{!.rpetuado su recu~+pq ~n la memorIa. COn!Jnuu.{ad, (o de la solución de continuidad) delassodedades en
colectiva d e estos pueblos ? ~, . , el tlempo ¡Jp ,etnología es ciencia d,e la diversidad de las sociedades .
Se trata, en cierto modo, de pasar al otro lado del escenatlo (llamadas «primitivas») en el espacio 3; Sin embargo, los historia- '
y.escrutar la historia al revés, porque estamos , efectivamente, acos- dores .saben des?e. ahor~ que el tiempo histórico sigue un ritmo di-
tumbrados a considerar el punto d e vista europeo com,o el derecho: fer~nclado~ pl~n.dllnensI0nal, y se enfrentan al problema de las re-
~n el espejo i~1sHg~11a~erefleja el otr() . rostro de Occide?t~. Sin laclOnes smcrOl11cas o de los desfases entre los distintos niveles
duda! "jamás,· PQdn:mQ:~ revivir' ~~s~e , el .. it?terior los . sentimIentos . y (econ?micos, sociales , políticos, etc.) de las sociedades cuyo devenir
los pensam,k ntas .de,."Móctezuma o, de Atahualpa. Pero podemos, e~tudI.an. Los .etnólogos~ por su parte) saben que las sociedades sin
al m enos , .intentªL~1~?prengernos de nuestros hábitos mentales, des", hIstona no eXlsten, y, ~lg1J)endo un itinerario inverso, tropiezan con
plazar . elpl. mtQ ,J¿e" observación y transferir, el cent~o de nuest;o
i~terésa la ~~~i?11 . trá.gica~e los venc!dos \ y no mO~ldo~, ~or al gu.l1
,- el proble,ma de la evolución ,C'11 b~ ,x<:;laciones que analizan dentro
de un cuadro estático' (o de acuerdo con unú lógIca intemporal). Di-
upo de efuslOn afectIva; SInO a traves de u n trabajO C!lUCO soble cho de otro modo, la oposición entre la~ dos disciplinas no se
los documentos que permiten conocer las sociedades indíg~nas ame- reduce, como a menudo se cree, a la de la sincronía y la diacronía,
ricanas en el siglo XV,I. Esto nos conduce a la confluenCIa de dos
disciplinas :( la historia y la etnología . En efecto, nos plante atI~()s
los problemas" de1?,s cambios sociales ep el tiempo, pero a propós!to .2 A me~os que ~xistan vestigios descubiertos por la arqueología: la ~rehís,
t?1'1~ constituye, aS1, una especie de eslabón intermedü ' :~ntre las dos dis-
cIplmas. .
, '~ !\ cerca de es tas correlaciones y oposiciones, d . la clasificación de Claude
1 En relación con el resto del mundo: n o hace falta decir que las influen-
~evl"Stl:auss ,en «B is toi,re et ethnologie» , en Anthropologie Structurale, Pa-
cias culturales. y los trasiegos de población se desarrollaron ampliamente en el rIS, 19.58, pags. 3-.33 . CE. la bibliografía para las referencias de las ve rsiones
interior dd continente americano. españolas de las obras citadas.
26 Introducción Introducción
27
a la de la estructura y la praxis, a la de lo formal y lo concreto; los estud~os de aculturadq11_se reJadotl ' ,
estas dualidades definen problemas internos tanto de la historia ~a ~lle ttltmfa eli 1~1 <:111 tropología de 1 an ~con l~ escuela d¡fuslOnis~
como de la etnología, Toda ciencia ptocede deslig,índose de los datos letl0ceso del difusionismo (desde lo~s a~os , vel1!te; y, a pesar del
inmediatos para conseguir objetos abstractos mediante los cuales COllserva su vigot 11ast" n t' 1 ~ , anos treIn ta), esta noción
, '" n \les lOS e las E 'd' 'bI .~. .
expresa en fótmulas rigurosas las relaciones existentes entre los SIgue el curso mismo 1 I h' ' . i s 111 Iscutl e que su sUél' te'
d l' " , ce , a lstOtl f\' el ocaso d 1 f
datos; pero los conceptos pierden, por lo rnismo, el sabor único ___~ .cq 0111zaclOJ1 _!lO,_buna la huell d
1 ',__ '._ e as. ormas directas
de lo inmediato, En ,etnolQgía J al igual qU,e en . historia, dos a~­ , mUl}(l(~, que poco a poc ' / a e _ a cultura, .Qcq~ennrl sObreel
titu~C:~~,~~'!.~~Jtál)earp,¿1-lt~,. f:i.<! ,.op0tlenJ se completan : ' POl:' una part~, la madas tradicional~s, fDe '~s t:e f~~~~~ 1csapa~'~cen ),as _~oci~criqes,]Ia~
res tlt UClO 11 k..!lQ-~mg1::!h!:,»~.9(19.JnYi4.P'i~ Y, ptH" trrnr15afté,l:i aspira-o cotno manciLlada por un l)ecad .: al 110(lOn permanece ambigu a
o ongll1'l' ÓS
se re fileten esencialmente a s ,' d 1 '11'. est'} _lOS ue aculturación
d' , 1 e,
<;ió~ a la=h-c~ ,J<? "ul1ivers,aL ,Hl etnólogo reyelalas estructurasd~' 1a é

minante y ótra dom lriaefa' 1oc~e ~(, cs. (e fuerza desigu~t1) · una - do~
socledad "t2.2f.QtGJ¡o Ios .Y!,nculos~eparentesco, o los relatos tDlto- - t' h" : ' , e term1110 se cal'ga, pues, con '''., -,
lógicos, . apoyál1d.Q.~e ,. sobre~: üna::·aesctipd6n . qlÍnúd()s ~i . de elatos em- po eea lstónca de supremac' una «hi-
marco del eUl'ocentrismo S tl~ » YJall1enaZH, llevar co nsigo el viejo
píriCQs~,~que·_~J:ª-t?,áH~i?:Jntc:iiIª )luegQ.jntegrar .~~t~_. l.QdQ,s .~,t1,S" aspectos I
del cual es necesarl'o esta'l' e rata (1~ un pcltgto a vencer y respecto
aUhq~~, ,~_ .<?~~9_.nlveL, ;El historÍadorevoca ~l ,«,sjglo . de Luis XIV» e' en gu aru ta ' t I '
descnblend2 ,~,lJ?~t.<? de Versalles, el orden clásico, la miseria de las P~O~lJeSf a sigue es tando amenaz~Ja (les lIS
aí ~(ert~ q ue la empresa
guerras, ete.; pero no por ello deja de elaborar cU~'vas de precios, pleC1 SO vclHr pat a l x merIa pet'! ' ,,( e e ltltenol' y de que es
/ llcll1en temente en c ',
de salarios o de b eneficios, o de investigar el movimiento' de la M eto(1o Jogicatnellte el ' ___l.lestl011.
1. ' ~ - ', concepto de acult ,,. .
natalidad y la mortalidad con arreglo a categorías totalmente igno- am01güedad, de alguna m'lllet" ; : utactOn ' comporta otra
1a etng logla, ' , ., ( n
pero se sitúa deselc 1
a pOsitI va ' nace el
" - 1
'~ l __~. __ Jeneno . de
radas por los contemporáneos. Se trata de diferentes cortes de una M

~ ':' " , e comienzo v nor ,lefu . "


misma realidad, El problema es relacional' todos esos .knguajes en un , !;1na pC!specllva blstnf'IGl orientada hacia 1 r'-..I~--,-.J,.t llC10º-~ en
ir y venir entre .. el análisis y lo cOl1cret:o~ . Ir Y Venir,porque no De ahí PI'ovienen, q ui zá la s in ' 'f 1 ~s ello me ll9_L dd cambl~
podemq§. _ !!12!s:b~l!:~er ~iml,llt~ºeaáientela'" ()dglnaHdad de lo vivido ' acultiJracióh 'desde hace' 1 'h (~t le UlnOl'es en los estudios de
d 'p l1UC O tlempo marcad ' d" ---
os por~ os tipos'
e ( • 1

y la generali9ad ~e la.--áb~!rfl5;dón ,j Son las modalidades y la orien- e errores. or una parte la 1 ' :"
tación de este itinerario las que difieren en Ja.JÚstoria y en la' ,cult~l.ra ,e n U~l delto .'númc~o <deCScI.le a dlfuSIOll.1 _ a descOlñp~ne la s t

etnología; la primera procura, en definitiva, ·retornar alo , ~ing ular; observ;:iñ?o el despliegu e de éstos ~:~Í:~os ~ de rasgo~. _c~J~~~:~les,
la segunda reintegra 10 singu1ar..,aLseno de 10 gencral. \ La inevilaJ)le todo de lnspiración histórica ci rt paclO y en el tiempo; mé-
división de la ciencia en sectores más y más especializados acentúa toda de metos acon'tecim<" e ament,e, pero se trata de una his-
'd . lentos parclal por - fd
estas divergencias, Pero por el hecho mismo de que la historia y o1VI a qué toda cultu ra con t' t ' . anac 1 ura" porque
la etnología se concentran en las mismas cuestiones, aunque abor-
1
.relaciones globales: Uno ' deS uye , un .¡.;¡stefflá: complejó, regjdo por
dándolas desde perspectivas opuestas, quizá les sea posible ofre- turación, M. r. .
Hersko vits . os. ylboneros cn los estudios de acul-
" lec01u(\ a por el c t '
cerse una ayuda recíproca: .una investigación que asociara los méto· gramas teóricos que toda dif . , ( ) el on 'rano, en sus pro-
" lIS10n proce e de hace 1 1
dos de ambas, disciplinas, pará hacer1~s . mutua~n,ente fecundas; se en Ul~a sItuación , de ' conjunto... 1, ,s e ,e e etnentos
situaría en .u?Jugarestrat·é gkü'·-dentro detp,r~sehte campo detas
_ _o
lados Si Por otra parte par' ' ~ no ~1 rasgos arbItranamente ais- Í
ciencias humanas, ' ~ - t to.tia y ,d e las culturas, 'se su~I:~~~~e~ (~.~menuzamiento de la his-
I.a, rloC16ñ- d¿ acul~~r~ció_¡~:':Qcupa uno de esos lugares esttatégi- I (S111Ctetlsmo' as;mt'laCl'(')11 re'1 .
, . e lazo) o en
- haCIa el resu ltado del proceso
'1'" ,
cos 4, ELI~nni!15; ' stirg~lo , a fines deL siglo pasado en la literatura ¡ ' .,. .
1os «grados» de acuIturación eta . ....' un ,ana lsts mas Slltll, hacia
etnológica anglosajona, designa todos l()s f~l1ómenos dcacción re- troduce entonces un cuadro' t> ~)a. s oS'. estadIOS cuya definición rein-
, es auco .. e trat'l de n '1" , '1
cíproca que resultan del contacto egtre do~ ._, ........'culturas
. ...... .... , Prácticamente ,
una prllnera aproximación' l' r
, , .' ., Je o ¿que
;
suceoe
' ..
1 (
con
l.l
el pr
ana tS1.S u tl en
.
¿e,omo se vUlCulan los grados? r Qué
" ' "'"

oceso mIsmo?
los conflictos, las creaciones? F e ac1ntece con~as eIe~cion es ,
4 ef. Alphonse Dupront, «De l'acculturation» XHe Co/tgres 111lentalional ___,____ Jn suma, 1ay una ant1\n011).ia: ) aislar
des sciences historiques, vol. 1, Rapports, Viena, 1965, págs. 7-36; ed. italiana:
L 'ac,culturazione, Per un nuovo rapporto tra ricerca storica e scienze umane, 5 Cf. MclvilJc ('6 \'" \ l" ' !' "
New York, 1968.. ,T. IJcrskovits,
\,"
I1ccult,u.ratio.n. tl')e
. [. study 01 culture contact,
Tunn, 1966, 1" V f {) ; ; . '. !,

1 1 !\ /' '- ,\ ';


28 Introducción Introducción
.29
elementos significa olvidar el todo de una cultura; definir etapas nahuatl, quiché O cakchique1 míe t '. 1 .,
es re l1 l!nciªt .j!Lgjn.amismo "deJaaculturación. ¿ Es ésta una antinomia indígenas fueron redactachs ~n u: ras ~ul er: e Peru las crónicas
insoluble? Podemos pensar que se relaciona con momentos ya supe- de quechua. ' espano mas o menos mezclado
rados, tanto de la historia como de la etnología. Pero ilustra una En México 1 , .~ . ,
doble exigencia: la tensión entre la abstracción del análisis teórico están fechado; i~~~~Ji~~~:~~n~:ntds na?ua~ que evocan la. derrota
y la comprensión de la experiencia vivida. habrían sido compuestos ,espues e este aconteCImiento;
1523-15249 E l , , , : segun Angel M. Garibay,en los años
anóni~as h~cia l~~~us~nto de Tlatelolco, redact~do por personas
de 1\1 ~ " 10 ,' . . . '.1 resenta, un relato de conjunto de ]a caída
En todo estudio histórico, la elección de los documentos im- ,elx/«: ,Mas am~110 todaVl<1 es el testimonio de los informantes
de Sa 1agun cuya pnn ., d .. . .
plica, conscientemente o no, una perspectiva particular acerca del fechada en Í555' . lera verSIOD, esgraciadamente perdida, está
tema tratado y determina la orientación de ' la investigación . Empe- , eXIste una segunda redacciÓ· . , d
que constituye el libro XII (le'} (-' J'd , PI n~ telmdllla a en 1585,
cemos, pues, estableciendo una clasificación de las fuentes dispo- .{ . ~ A . lce orentmo onde .'
nibles. 1 u:trac¡\ones indígenas, algunas veces influidas ~or la t:~n{;:nen
es
panola, ' Las ochenta ilustraciones del Lienzo de Tl 1 ' d -
1.° Existen fuentes auténticamente indígenas 6, Antes de la lle- a medIados del siglo XVI refl j' 1 . d ,axca a) pInta as
aliados de Cortés 12 E ) . . .e an e punto e VIsta de los ' indios
gada de los españoles, los indígenas tenían ya costumbre de per- . ,s PI eCIso menCIOnar ad '1 ·1 '
petuar el recuerdo de los principales acontecimientos de su histo- cronistas Como Alv arado Tezozómo '. " e~,a~) os ~e at,os~e
ria. En Perú, donde los iDeas ignoraban la escritura '7, se trataba de tlehuanitzin o Fernando de Al ," 1 .(f·') D:~~lllngo (,hlm~l?alll Cuauh-
del siglo XVI y "dvdl x 1 xoc It, que eSCrIbIeron a fines
una tradición oral; pero en México, los aztecas y los mayas escribían a comIenzos e XVII p' b· 1 b
en caracteres ideográficos crónicas que conservaban en verdaderas mentos más antiguos n, ) elO so le a ase de docu-
bibliotecas . Así 10 asegura Antonio de I-Ierrera , el cronista oficial Los mayas de las al tas. tiel'l"ls
de Felipe 11 : «Conservaban las Naciones de Nueva-España) la me- 1"¡tu1os. (.!e la casa Ixauin N ' de Gu'a t ema,1a nos han legad 1
', 1
ehaib de lo
)
1
S cua es poseemos solam
. o os
t
moria de sus an tiguallas: En Yucatán, i en Honduras, havía vnos una trae1UCCIOIl española del siglo XVIII ero u . '. en e
Libros de Hojas , enquadernados, en que tenían los Indios la distri-
bución de sus tiempos, i conocimiento de las Plantas, i Animales, i
~edactad()s (en quiché) desde la prime;/mi tad ~e~u~:~~' ~~~ d~d:,
ocumento deSCrIbe la caml)aña de Al . d b 11 . .. s e
otras cosas naturales. En la Provincia de Mexico, tenían su Libre- vara o y su ata a contra el
ría, H istorias, i Kalendarios » 8. Después , bajo la dominación espa-
ñola, los aztecas y los mayas asimilaron en algunos años el alfabeto 9 CL Angel M . Garibay, Historia de 1
195~ l,~mo JI, pág~, 90-92,
r ', . " . . . ., .
a tteTatUIa na!Juat( Mex lco, ] 953 -
latino y lo utilizaron para transcribir cantos y relatos en lengua
. E::i te manU::icnto (cunservado en la B'bl' N'
ecJlt,~do en facsímil en el tomo 1l (1 1 C , , 1 lotec~ , aCIona l , de París) es tá
6En la clasificación que sigue no entramos en el detalle de la crítica de A evl; la parte relativa a } '1 . , . . , . e . ;01 pus C;oduum Amencanorum 1vledit
A. n, 1-.1 G ' ' conqUl:sta esta traduClda ·,t I" , -. 1 bl'
las fuen tes, notablemente efectuada por Miguel León-Portilla en sus dos com- an?ay en la edición de B, de Saba ' " espd!l0 y pu 1cada por
pilaciones antológicas, Visión de los vencidos. Relaciones indígenas de la con- de Nue va 1;, s paña México 1956 . IV gll~1, HWona General de las cosas
quista, México, 1959 (trad , en francés por A, J ouc:la-Ruau, bajo el título 11 Florentine ("od?, d" , J ,tomo, ' pags , 167-185.
- , t:X, e Itallo por Dlbble A:i S
Le Crépuscule des A:J.teques, París, 1965 ), y El reverso de la Conquista. Rela- tradu cido al t:spailo1 y pub lica I , \ yn~ erson, anta Fe, 1950-1957'
ciones aztecas, mayas e incas, México, 1964 , Sahagún, ob. cit, tomo IV, á l~) j~~l j " M: 0aI'l 1~a~ en la edj~'ión ele B, d~
Las citas de la presente edición española remiten a las segundas ediciones en facsi~nil por Del Paso y ~'r:)~COSO 6~i Ja~d ll~straclOnes han S1(10 publicadas
12 Lzenzo de Tl ' 1 A . ' .. ' . a n , .905, vol. V,
de ambas antologías, La Habana, 1969, y México, 1970, respectivamente,
7 En el imperio inca, los quipu o cordeles con nudos, servían para la con-
cf F M, ' .'}, ", ". lxca a~ . !Jtlguedades Mexu:cmas, México 1892 2
tD "1
. ~'. aZl lCatZlI1, « escnpClon del Lienzo d TI " " ' . ' , ' . va.,
tabilidad y las estadísticas , y eran considerados documentos de archivo; pero d~ !3stlldwJ Hütóricos, México 1927 el ' aX,cala», en ReVIsta Jvl exlcal1d
es poco probable que estos instrumentos hayan permitido regis trar rel atos, 1;
pagInas 59-88 " ap. a os numeros 2 y .3 del tomo 1
8 Antonio de I-Ierrera , Historia General de los hechos de los castellanos 13 D?ming~ Chimalpain Cuauhtlehuanitzin S"
en las Islas y Tierra Firm e del Mar OarUJo, Buenos A ires, 1945-1947, lOmo IV, I (1528-1612) , ,pllbli~ado y traducido 01' Re .'" tXl~me :t "
"sept~e,me ,Relation
de Alvé.l l x tlll xocbal Obras eOII/pL,,,t l~ M' ~11I Sllmeon, Pan:;, 1889; I"ernando
'
páginas 130-13 1; citado por Miguel León -Por tilla, Visió n de los vencidos, Rela-
do nes indigenas de la Conquista, 2 .a ed., La Habana, 1969, pág. XVII, f
i
T ~ , ' .. " , ' . . o, eXlco 891 -189/ 2
C/ O ZOlnnl'. ( ro/llca M ex'Ú'tl ¡UI , México, I 94'l, , .. -,
1, [' Al
va " ' , n var::d o

- ---
. '. .. '37~'~":::: {.~~_"rr..:;-Lt" ,-
JO r n trodlJcción Introdu cc ióll
31
jefe indio Tecum Uman 14, El Memorial de Solalá cuenta (en cak-
chiquel) los acontecimientos hasta 1.604, pero es probable~ue 10 ?ihujos que la jJus tt~n constituyen en nmbos sen tidos una fuente
relativo a la invasión española se remonte 19ualmente a los ttempos tnagcotab,le 21. Q;leJa la (:bra célebre de Garcilas~) de la Vega (1539-
de la Conquista 15. En el Yucatán, ]a crónica maya deChak Xuluh l· 1.6~ ~ ), ~_~lyO.S CO!JZ~/ltarzos reales trazan un brIllante cuadro de la
Chen fue compuesta por un jefe indígena, Ah N.akukPeeh, que s: c~vdlza.Cion Inca, ln1entras su IIistoria general del Perú describe la
presenta a sí mismo con insistencia como un ~estlgo ele l?~ aconte~l­ ConqUI sta e~paño~a y ~us consecuencia; 12; pero G arcilaso (a pesar
mientas 16 , Por último, y a pesar de haber sIdo transmltldos Y, 1e- de sus propl.as .HÍtrmaclOlles) expresa menos el p unto de vista di-
copilados en numerosas versiones a lo largo de todo el. penado recto. de U1: mdlO qu~ una reconstrucción del pasado hecha por un
colonial, los célebres libros del Chilam Balam de Chumayel 1l1cluyen rnestl zo emIgrado H I~,~paña, a la luz de una cultura europea asimi-
lada . en todos sus matices. .. /
textos que datan también del siglo XVI 17. ,
En Perú las fuentes ingígenas parecen menos numerosas Y mas Señalemos, por último, un tipo 'particular dedocnmentos sumi-
tardías, Sin ~mbatgo, la elégí~_-'Apu Inca Atau:allpaman, ,que !~ora la nisttados. por , ~l tieml~o presente; 'se trata del floklore indig~na
muette de Atahualpa, no' parece muy poste~lOr a ~a eJccUClO!l del ,actual. l~,n lvlexlCo y (juH.t:emala, así como en Pení, _~~jst~~l,_ p!ezas~~
inca en Cajamarca, en 1533 Hl. El r~lato de Titu CUSl Yupan,9ul, que ,de . t~~t_ro, a la :,e~ reCitadas,. cantadas y danzadas, qu(;! haceii." -
reinó en el Estado disidente de Vtlcabamba, de 1557 a 1)70, fue revlvl~ Jos ?Contecllnlen.~<?s:Icl .ti~~npo de la Conquista .y cuya xepre- .
recogido 1)or el misionero español Diego de Castro, lo que no }e . sentaclOn. ~lene lUB~~, . ~n51e~i~s r egio.nes,lJp3 v_~ z . al a.ño regula~­
~ .
impide reflejar ciertas reacciones ~utentlcat;Jente . l'
1,nc,l,genas 19
" En
.' . m~nte. Sll1 duda, la fecha de estas piezas es incierta; pero tnuchas
cuanto a Juan Santa Cruz Pachacutl, redacto su c~ol1lca ,a com1en- ' veces . pa!ece ,muy antigua e incluso remontarse hasta el siglo XVI ;
zas del siglo XVII Y describió sobre todo la s~cledad mea, pero dan testlm01110 de la conservación del pasado en la memada co-
lectiva de los indios. .
dedica ciertos pasajes a la invasión española 20. Sm embargo, debe-
mos a Guaman Poma de Ayala (nacido hacia 1526) un docu,ne~1to
fundamental, tanto para el conocimiento del mu~do precolom~)1no 2.° _.Otracategoría .de,Juentes soq los archivos de la adminis-
como por lo que respecta al del Perú en el C?tnlenzo del p~rlodo tración español~ , . EL .cobrp .cleI . tributo, .. lá· evangelizacicS~·~ .Y~J;s-- •.Pto-
colonial: las mil páginas de su admirable crón1ca Y los tresClentos blel1:as d~ gobIerno en general condujeron a los misioneros,.,. a .. los
funclOnanos r~ales . y hasta a simples viajeros .a informarse acerca
de las instituciones indígenas' l Citemos en e~f;~daI ' Ia~ ' visila~ con-
14 Títulos de la Casa Ixquin Nehaib, en Crónicas indígel1as de Guatemala,
fiadas a los administradores encargados de 'lmiJ1car las informacio-
editado por Adrián Recinos, Guatemala, 1957. . ' ..
1:5 Memorial de Sololá, Anales de los cakchiqueles, tradUCIdo y editado por nes acerca de tal o cual región, con fines fiscal es; realizaban su
Adrián Recinos, México, 1950,. . , .. . ) ~ . ,. 1\ 11 .. ' .. ) en:uesta soh~·e la. base de un cuestionario pteciso, p ero podían re-
romca d e Chak
16 C , .
J . Xtflub
. Ch en (traductda por
. Hecto!
A '1 Cle? Y ,-n a l ttn
M"C7.., , senar cualqUier tIpo de hechos significativos, según las circunstan-
en Crónicas de la Conquista de México, editado por gusttn ancz, ex!-
cias. Entre lRs visitas publicadas señalemos, para el Perú la de
ca, 1950. , l' 1 A t . M li '
t7 Chilam Balam de Chumayel, tradUCido y e(¡! t~ c o por . n on.1O . . . ce ~ Orti:>: de Ztíñiga, en la región de lIuá nuco (1562), y la d~ Garcí
.B r S n José 1930' El libro de los libros de Clulam 13alam) cdaado. por Díez de San Miguel, cn la región de Chucuito (1567), que consti-
Al¿~do Batrera' Vázqu'ez y Silvia Rendón, México, 19~8; lIJe 1300k ?f Chilm;1
J
tuyen verdaderos estudios de tipo monográfico 13. Es tos son los do-
Balam de Chumayel, editado por Ralf L. Roys, Washtn~ton, 1949. J:.n frances
puede consultarse la traducción de Benjamín Péret, LlOre de Clnlam Balam
de Chumayel, París, 1955, . ' J' ,
T c~mentos ql~e tenemos más posibilidades de encontrar en los depó-
SItos y archIVOS, y aquéllos tapaces de renovar todos nuestros es-
18 Apu 1ncCl Atawalpama1t, elegía . q~echua ~nónjma" tt~ch~ c.lda por ~_ ose tudios de e tnohi storia. Entre las innumerables visitas inéditas, citemos
Maria Arguedas, Lima, s. f.; reprodUCIda por M!g~el Leon-I (l! ull~~n U re-
verso de la ConquÍJta. Relaciones aztecas, mayas e mcas, 2." eel., Mexlco, 1970,
d l C' d
1p , ; ~~ J~oJ11a de Ayala, ' NuelJa Corr5;1ic/1 y !3uenG'ºbif1'l10~ ., París, ] 936 .
GlJ am an
páginas 179-184. . .
19 Diego de Castro, Titu Cusi Yupangui, Relaciól1~ . J! . onqulStt1 ... e ' . e~u, 23 I~~a Garc~laso d~ ::. Veg;1 , . ? hras c0fftl)li?lá.~, · 4) vals ., Madrid, 1960.
y hechos del Inca Ma~1co Il, Lima? 1916. . ' . . lnlgo (~rtl'l de ZUI1lga, 1/wtd de la provincia de León de Huánuco
2Q Juan de Santa Cruz Pachacutl ,Yamqm S.alcamaygua, .R~lactO'!e..s de antt- en 1562, Huanuco, 1967; esta visita ha ' sido publicada anteriormente en la
güedades deste Rey1to del Pertí, en lres re/dctOneS de ontlguedades peruanas, ReUl!ta de~ A1'(:;hi7;~), Nacional del Perú, 1920-J925 y 1955- 1961. Gard Díc'l
Madrid, 1789. d~ San MIguel, Vwta hecha a la provincia de Chucuito en el alío 1567
LIma, 1964. . . ,
32

las del valle de Yucay (cerca de Cuzco), en 1558 y 1.571, Y


Inuoducción l
i
1
Introducción

terpretacÍón . .g!l_e,~te:. PJirn~r..mºmé;nt2 . rl~Jflipyestigªcióql los ejem-


33

del valle de Huaura (cerca de en 1.583 24 • Mucho más amplias plos tienen' porf~~n<:=~9n t:vo<;~r~l . c()ncr~t()hist6'~!co) pero' su cotejo "
son las geográficas ) porque cubren el conjunto de la Y-' análisis-debe' permitir también 'e r enunCiado 'd~" hipótesis. Por tan-
América española; se trata de descripciones redactadas en los añ.os
I
t to) el1 . 1~P!~II~e!~ . parte del estudio recorremos decididamente una
1578-1585 (por funcionarios reales , encomenderos o eclesiásticos), l ~asta~re~~ . ·geográfica··-gue .... englóba1óf núcl~Qs azteca, maya e inca"
respondiendo a un formulario de Felipe II compuesto de cincuenta ,<:.on ~1 ,,~Il. º~ ."m1l1tinH9H10s dato~ pª~ti~lll~r<;s . cuya companidóri
preguntas de un «modernismo» muchas veces asombroso: se refie- conduce . a delim\ tflf .hechos o problemas de carácter general. .. '
ren a múltiples problemas de geografía, historia, demografía y et- . Ahora bien, eso~ proble'mas ' reenvÍanªl contexto global .de las
\ div~rsa§ , :mdedades . iiidígéna~,: .Coñ~text~ '''gl()bal, ;: es" -decir~"'Ia' Con-
nografía 25.
r quista en "sen tida .amp1iQ; : ;,.nQ:~ §QfurnenfeJa~.l.l.e·gada .:..ae.,lºs_blªlKº§..
3 .° . Ú paflQ!es, es decir, las I y la, (h~uQtª . deJm~jndi9.s.,. si119 . . !funbién.las._ ~ºnse\:uel1cias . (políticas ,
'so~t~k~L .y . económicas) . dd , ªc::9!'l ~~.siI..n¡S;Jltº~n . ~ªda:· .cas·Q consideradQ.
fuentes que los historiadores han utilizado con más f::e- !
I
'El estudiQ ge .la visión de los ven<;;jdos con esa orientación, para
cuencia hasta el presente. Pero el recurso a estos documentos eXlge
de nuestra parte una extrema prudencia; en efecto, I-Iernán Cortés el conjunto de América y para todo el período que ' se extiende desde
o Bernal Díaz del Castillo (para México), Francisco Pizarro, M. de e.l siglo ' xvi'hasta nu~snº~ ..9ífl$; supera,....evidentemente" JliS .. posibi-
Estete o F . de J~rez (para Perú ), se contentan con describir la Con- / hqa~k~ . .d..~"111 solo investigador : , ,nQS. . vemº~ . ~ºpqm;iqQlL a, res tririgTr .
quista desde el punto de vista español, de manera que .sus textos, el campo de; obsetyadón y . at;~\:ogeLun . ej~J.Ilpl<:).Jin.?-itado?, coI1 el
desde nuestra perspectiva, sólo nos interesan en la medida en que fin de someterlo~Yn ~I)~lisismás detªUi;l~19. Es por eso que exa-
permitan precisar las informaciones de los cron~s~as indígenas~. Al minamos, en la ~egunda : páft~. deL.estüdiQ) lºs .:cªmbiºf.. s.º<;;iªle~ . :en
contrario autores corno B. de Sahagún (pa ra Mexlco), P. de Cleza ..el, Perú .durantj:!, . 1ªDriJn~rªjase~" deL..pe.tí"odQ . .cQloniall que aproxima-
de León: Polo de Ondegardo, F . de Santillana, C. de Molina y damente cubre desde)530 a 1570- 1?8Q ~ Aquí conviene utilizar las
B . Cobo (para Perú) se apasionaron por el mundo indígena, y sus tres categorías de fuerités 'antes mencionadas, pero más particular-
informaciones enriquec~n los datos de los cronistas indígenas tanto mente las de la segunda categoría -las «visitas»- en razón de su
como las de los archivos españoles. c:arácter monográfico :.,_ E&bo~amo? primero l de . lUQ~:l~t ' §~t11ario "' las
_estrt~~t.~~~s ..9~LE§J~df,l. ¡n~~ . f!!lte~. de l~ : 11~ga.d.~·,~I~. J2§.~ ~~p~~oles, 'p·ai·a
..
* * * .' segUll' las ..transf()Imªdºne~( int~p1a~). de . .e:stas . estr\lctui:as ' "coipo
.. ...
'. co~sec~~ncia de la Conqlü~Úi .. Cacon tecimie'ri tº,:," d¿~ : éiFlg~.I!, <;.~terriof·
El plan la presente obra resulta a la vez de la naturaleza
de las fuentes y de los . problemas propios del tema tratado.
Parece lógico comenzar Jé;yé;ndo ... !qs... 40q1m~ntQ§ . jnd{g~nªs, _con
el fin .d~_ tºwar .cQntactQ . ºir~cto con 1a_v¡~i9~.. ª.e_ 19.~ .Y~.m:idQs ..y .efec~­
¡ Llegamos entonces a un resultado importante: a . p~§ªr ·"-de·" la
..
.d~sestructuración __ de ...~m . ;;¡qc.kd~d l ., losindi()~... _.ªeJ .I>~4 J~§1§ten.·" ªr ~'
proc~~o .~e .~.cl~}J~pWit911 .. jmpH~~tQ,.,Pº~ JB§. . ~.~P'_~?~~~!: ·.al -..I?e~os __ ~!l,~:. ~
cuant() . ~Jª . rehglOn. ,!Se .trªta de un . fenom~I}º-9~._I~chazo .~~ En la '
./
tu~iasí, 'de modo .. bru?co, el desplazamieI?to mental cuya .. }1~c~sidad
I tercera parte del estúdio emptf~ndeÍÍú)s el~'xamen de los movimief!:.. __

r
señalábamos antes. Esta- es la iáíón' de que utilicemos en principio tos ~~ . re~.istencia, . de las. .gm~tn~~ .. yJas. ,,!~.l?~l~~!i~.~~~~ J()_~_~indios
l~s "' fuentes de la primera categoría) para describir los acontecimien- opusleron . a,.Jos, españoles.}Dicho dC"qtrQ.,ffi9QQ"-,,y glvemos entonces
tos tal como los indios los han visto (segli n los documentos del .a. la descripción y ar 'ª~áli~i~. (le JQ§ªcºnt~c;imi~ntos;-~p~o se trata
siglo como los ven ( el folklore actüal). A con- ahorí:l deft<::()nt~ximjentQs de . origenjnte.r!1º) ,.nac.idQs . d~Jª ..nIª:x:i§.. <;k.,,,
tecitnientos) es decir, la llegada los b lancos, la derrota y su in- los indios qm; ,j.:onforme .a modaH(hldest.l!v~r~~~LJ~l~hª!LJ:Ol1traJa ...."
dominacj ~)n colonial. ' Las fuentes provienen aquí, también, de las
24 Cf. en el Archivo hi stórico del Cuzco la Genealogía de Sayri Tllpac; tres categorías. Desde el punto de vista geográfic.º~ , ~Lm3S)~Q. <:entr.al
en . la Biblioteca Nacional de Lima el manuscrito A 629 . Se encueritran en el sigue siend<.? el Perú;- pe{o 'al" s ~r los "' rrlovimientos de,!esistencia
texto y en la bibliogra fía general todas las referencias a los manuscritos ci lados
en el presente traba jo.
:zs Relaciones geográficas de Indias, editadas por Marcos Jimén.ez de la 26 Conviene, por supuesto, matizar este resultado, cosa que iremos ha-

Espada, Madrid, 4 vols., 1881-189'7 (nueVOl edición en 3 vols" Madud, 1965). ciendo en el curso de la investigadón.
, '

34 Introducción 1 Primera parte


contra 1§! _..4Qmü).ªC!9g _.<:.~PJ;l.fioJa_un fenQmeno gen~l:étl. ):~n el conju.n~? " ACONTECIMIENTOS
ae'""A-mérica, ..AQs . permitimos, . a . título de ilustración -aunque tam-
.' bién con fines comparativos-, extender nuevamente el campo de EL TRAUMAT'ISIV1() .D,E LA C()NC2UIS'I'A
observación hasta abarcar incluso México, y bastante mlÍs allá, lle-
gando a regiones que no habíamos tocado, es decir, al norte ele
México y al sur del Perú, en estas zonas de «fronteras» donde los
chichimecas, por una parte, y lGs_ ar,wsanos, porona, J<?gml'on de
trotar a IQ.~L~§pañoles. ! . . ' , .....- .._-_ .... .
------A1-s1t~ar asrTas-'tres partes del presente ensayo bajo el signo
de los acontecimientos (1a Conquista en sentido est~icto, vista por
los indios), .deJas . estructuras Jlas .de la sociedad pe1'l1ana, _elespués,
de la CºDqtlista__elLsentidg...fl1.1.1pliQ) y de la praxis (en un caso privi-
leg'íádo, el de las rebeliones indígenas), .!!..º . pr~terlctetnos. de fl;i.p gún .
lIlg_~o. desemboq~L. el1 .una-.il1.terpretación filosófica de la historia; ...se_
trat~, et~ ,..(;Aq~L cas9".<i~ .ª~ect<2§."'pat,:da1~s .c1Jya. pis.tinciól1)los es dic:
~t~~la iJOr .10s diversq~,_.1pqm.eº.tº~ _)1}<::_to~lºl~gicos de la jnyestiga~i<?I2.,
pero qt.-ie-'sÓrí.'""' coinplementarios y están esúechamente mezclados-o
eh la reálidad:' Añadafíio§" 'éftie la escasez de las fuentes y sU natu-
raleza fragmentaria confieren a nuestros resultados un cankter an}-
pliamente hipotético; P9Lt,antOj ' no nos proponemos sino un esbozo " E~ j,~lJ~S~r:l me/noria ~olcctiva ) la aventura de los conquistado-
que alcanz~rá su objetivo . si.. s.qs~ita otros trabajos que 10 corrijan tes eVOCA l1Jtagenes de triunfo. ' ,-' de rk¡ll , y <.le g1o r'la, y aparece
'. -eZa
y superen. 1 ,.
b~:n(~ 1..11la epopey~, , La hIstOrIografía occidental asocia el «descu-
t~mlento de Amcnca» a los conceptos de «Renacimjento» de
«tiempos
I lnodel'nos»;
. 1 la eXl)edidón
' de C'rl
,
' s to'bal
e
C~ol
'
/
. on camele1e
"y. '
cot~ C,. c01111en zo (, e una nueva era , Pero se trata de una era nueva
pa:a Eu.ro~a, Desde_la perspcc,tiva de los indios vencidos, la Con-
qUIs,~~ SIgnIfica un {¡n~l:. la rUlll.a de sus civilizaciones , Para «des-
CUblU» ,realmente . AmerJc~) el hIstoriador nacido en la sociedad de
Jos dvence<..I~)res del;e ~espoJarse de sus há b itos mentales y, en cieno
t!10 o, s~ll1~e de S1 1:11smo. Preguntemos di tectamente entonces a las
fuent:es .1l1dlgenas . hn un principio , desc ribiremos los acontecimien'-
t~)~ SigUIendo los d~)(ument(~s del siglo XV¡ (capítulo 1); luego anali-
z~uemos ~u presenCIa en el folklore actual ( capítu lo TI) . Esteitinera ..
r~o, segUIdo tanto en el e~pa.cio (desde México al Perú) como en el
tlempo. (desd.e J~s' acontec~mjentos del siglo XVI a su representación
ft el folklOl~; contemporaneo), te~ela un traumatismo cuyas hue-
as se perpetuan hasta nuestros ellas .

l'
,
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" -.. "'4.. ~ ~ .... ./ , .... ... ) _


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