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 La variedad en el movimiento teatral se manifiesta desde que el rey decreta el

destierro del Cid, hasta tres años más tarde en el que el Campeador toma Valencia.
 El contraste más notable del movimiento narrativo se observa entre los primeros dos
tercios y el último del cantar. En la primera división predominan las acciones
guerreras, marchas, correrías, batallas y asedios. El último tercio del poema refiere
exclusivamente sucesos familiares, primero en la esfera de las relaciones íntimas, y al
final a la luz brillante de un espectáculo jurídico.

 Si, a mí me corresponde hablar sobre el tiempo que es uno de los elementos


fundamentales que hay en el teatro.

 En el poema se puede apreciar la precisión en la especificación del tiempo. Por


ejemplo, en el primer cantar de gesta, se utiliza el tiempo latente, que es uno de los
grados de representación temporal en el teatro, en esta categoría el espectador no
puede saber qué es lo que le está sucediendo al personaje, solo se pueden conocer los
hechos mediante una pausa o una elipsis, por lo que es el narrador quién aclara que el
plazo que se le da al Cid para que se marchara del reino sea nueve días. También,
después de que el Cid es desterrado, va a Burgos, pero nadie le ofrece la hospitalidad
que él esperaba, hasta que aparece una niña explicándole porqué nadie lo recibía con
los brazos abiertos, le cuenta que una noche anterior a su llegada, el rey le había
mandado una carta al pueblo donde les advierte que si alguno de ellos se atreve a
brindarle hospedaje al Cid, le quitarán sus bienes y le sacarán los ojos, de manera que
el tiempo ausente podría considerarse en este acto, pues es el tiempo aludido que
conocemos a través de los relatos. Sin embargo, la categoría temporal que más he
encontrado en el poema, como los que pueden ver en las diapositivas, es el uso del
tiempo latente.

 Si, lo que a mí me corresponde es el tiempo que es uno de los elementos


fundamentales del teatro.

 En el poema se puede apreciar la precisión en la especificación del tiempo. Por


ejemplo, en el primer cantar de gesta, se utiliza el tiempo latente, que es uno de los
grados de representación temporal en el teatro, en esta categoría el espectador no
puede saber qué es lo que le está sucediendo al personaje, solo se pueden conocer los
hechos mediante una pausa o una elipsis, por lo que es el narrador quién aclara que el
plazo que se le da al Cid para que se marchara del reino sea nueve días.

 También, el tiempo ausente es otro grado de representación temporal que se puede


encontrar en el primer cantar pues luego de que el Cid es desterrado, va a Burgos,
pero nadie le ofrece la hospitalidad que él esperaba, hasta que aparece una niña
explicándole que una noche anterior a su llegada, el rey le había mandado una carta al
pueblo donde les advierte que le quitarán sus bienes y le sacarán los ojos a las
personas que se atrevan a ayudar al Cid, de manera que el tiempo aludido podría
considerarse en este acto, ya que solo lo podemos conocer a través de los relatos. Sin
embargo, la categoría temporal que más he encontrado en el poema, es el tiempo
latente.
 En cuanto a los nexos temporales que pude encontrar en el poema, está la escena
tal y como lo podemos ver en la diapositiva la niña resalta que le quitarán sus bienes y
le sacarán los ojos si es que no obedecen. Ello pertenecería a uno de los grados de
representación del tiempo, que sería el tiempo ausente

Los términos temporales suelen tener casi siempre límites exactos. Asimismo, el
tiempo ausente se presenta en el cantar del destierro del Cid, donde el juglar indica el
tiempo transcurrido hasta la conquista de Valencia.

En el estudio del cantar se pueden distinguir tres partes bien definidas, como los tres actos de
una acción dramática, cuyas tres acciones propias completan la totalidad argumental de todo
el poema. La salida del héroe de Castilla, ordenada por el injusto rey, las andanzas del
desterrado al frente de sus vasallos, guerreando con los moros de los reinos de Toledo y
Zaragoza, hasta llegar a las costas de levante, constituyen el tema del primer cantar, en el que
el juglar que lo compusiera sigue a su protagonista con detalles de un verismo tal que nos
induce a sospechar su naturaleza de aquellas tierras que con tanta realidad nos pinta en su
poema. No así a partir de este punto, al seguir narrando los hechos del Cid por las tierras
levantinas, de las que manifiesta tener una idea bastante confusa. En la segunda parte llega el
Cid a la plenitud de su gloria guerrera con la conquista del reino de Valencia, que, en sumisión
a su rey, no quiere convertir en reino propio. Comienza aquí la trama novelesca con la petición
del rey al Cid de las bodas de sus hijas con los infantes de Carrión, que acaban celebrándose en
Valencia con inusitada pompa y solemnidad. El desconocimiento que de la geografía de las
tierras valencianas tiene el juglar le hace incurrir en inexactitudes que contrastan visiblemente
con aquel conocimiento detallista que manifestó al describir sus tierras de la meseta. La
tercera parte del cantar entra resueltamente por los caminos de la acción novelesca,
tergiversando, al mismo tiempo, los hechos de armas en sus detalles, en tanto que se demora
en la narración del episodio de Corpes, acaecido ya en las tierras castellanas del juglar. Aquí es
donde se narra y resuelve aquel patético pasaje, enteramente novelesco, cuyas consecuencias
han de ser unas supuestas cortes en Toledo, donde el honor del Cid queda reparado tras una
lid en la que sus caballeros vencen y humillan a los ambiciosos y cobardes condes. Finalmente,
los infantes de Navarra y Aragón piden, por medio de mensajeros, las hijas del Cid para
esposas, preparándose las bodas, que la crítica histórica contrasta como las únicas y válidas.

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