1. Definiciones y puntos de vista en la teoría del significado como uso
(Benveniste) Un buen humero de lingüistas estaba interesados en esta teoría. Podemos distinguir J.R. Firth, Meiltet, Dubois, Benveniste y Ludwig Wittgenstein. Los reunía la idea de que la búsqueda de qué es significado como concepto en sí mismo no es importante. Necesitamos buscar el significado en el uso, la comunicación. Es decir, los significados no son entidades, sino que son usos. Así, Benveniste dice que el sentido se define por la totalidad de sus empleos, por si distribución y por los tipos de conexiones que de ella resultan. En general, podemos sumar que el significado es su uso en el lenguaje. Tenemos que darnos cuenta de que cómo y para qué se utiliza cada palabra y expresión Desde este punto de vista, la palabra tiene significado si se utiliza en oración de manera determinada. Y como afirmó Firth cada palabra utilizada en un contexto nuevo llega a ser por ese hecho una palabra nueva. Esta teoría del significado como uso suele concebirse como un conjunto de reglas que determinan el uso general o convencional de las expresiones. Como li veía Wittgenstein, usar el lenguaje es como jugar y aprender las reglas del juego en el proceso, en la práctica. Para estudiar el significado, es necesario aprender las reglas de uso 2. La pragmática como ciencia: definiciones, principios, términos principales La pragmática es una rama de la lingüística, que estudia como el contexto influye en la interpretación del significado. El contexto debe entenderse como situación, ya que puede incluir cualquier aspecto extralingüístico: situación comunicativa, conocimiento compartido por los hablantes, relaciones interpersonales, etc. La Pragmática tiene un carácter interdisciplinario: la filosofía, la lingüística, la sociología, la antropología y la psicología están relacionadas con ella. Pero para los lingüistas, el término Pragmática entra como uno de los componentes de la Semiótica, junto con la Sintaxis y la Semántica. Autores destacados como Herbert E. Brekle, János S. Petöfi o Teun A. Van Dijk, hablan de la Pragmática como una disciplina que debe investigar las relaciones que se establecen entre las expresiones de lengua y sus condiciones de uso para producir actos de habla. La Pragmática actualmente ya está establecida y reconocida como una disciplina crecientemente empírica, incluye en sus análisis los factores sociales, psicológicos, culturales, literarios, que determina la estructura de la comunicación verbal y sus consecuencias. En esta se relacionan la semántica y la sintaxis: la semántica hace abstracción de los usuarios y la sintaxis expresa la relación entre los signos sin tener en cuenta a los usuarios; sintetizando todo el proceso en el estudio del qué se dice y lo que literalmente se quiere decir. Los términos importantes para la Pragmática: 1. La referencia es un acto realizado por un comunicante que envía un mensaje (ya sea hablado, escrito o mediante otros códigos lingüísticos) para identificar algo. Para este fin utiliza determinadas expresiones. 2. La inferencia es un acto que debe ser realizado por el receptor del mensaje (oyente, lector,...) para interpretar correctamente la referencia. Las palabras en sí no refieren, sino que el que refiere es quien las emplea. 3. El emisor es el que emite o envía el mensaje a través de un canal hasta un receptor 4. Receptor es el que percibe el mensaje a través de un canal de la parte del emisor 5. Enunciado es un acto locutivo. 6. Oración es una forma gramatical que toma el acto locutivo. 7. La deixis es un tipo de expresión lingüística que se emplea para nombrar algún referente, y cuya interpretación puede variar dependiendo de determinados factores que forman parte del contexto. Ejemplos de deícticos son los pronombres ella, nosotros, aquí, e incluso ciertos nombres personales como Pedro, Felicia, unidades léxicas que se refieren a diferentes entidades, dependiendo del contexto en que se encuentren. (Ella puede significar en un contexto "mi gata", y en otro "la muchacha de los ojos azules") 3. La teoría de los actos de habla de Austin y Searle: definiciones, clasificaciones y principios básicos Según filósofo ingles J.L. Austin, el lenguaje no es sólo el vehículo para la descripción del mundo, de las cosas que nos rodean; sino que, además, sirve para realizar acciones. Es decir, con el lenguaje podemos realizar acciones lingüísticas muy diversas en contexto, por ejemplo, dar una orden o hacer una promesa. La realización de tales actos está sujeta a un conjunto de reglas convencionales, cuya infracción afectará directamente a los efectos comunicativos del acto. Tal punto de vista fue conocida a través de su libro (publicado por primera vez en 1962) How to do things with words. Su postura iba en contra de las aproximaciones más tradicionales que veían al lenguaje en función de la mera transmisión de información. Se centró en el estudio de los que denominó verbos "performativos" como prometer, demandar, jurar, acusar, etc. Basando en su teoría, Austin creó una clasificación de los actos de habla, que en sí mismos significan la unidad básica de la comunicación lingüística, propia del ámbito de la pragmática, con la que se realiza una acción (orden, petición, aserción, promesa) La clasificación se desglosa en tres partes: Un acto locutivo (el acto físico de emitir el enunciado, como decir, pronunciar, etc.). Este acto es, en sí mismo, una actividad compleja, que comprende, a su vez, tres tipos de actos diferentes: o acto fónico: el acto de emitir ciertos sonidos; o acto fático: el acto de emitir palabras en una secuencia gramatical estructurada; o acto rético: el acto de emitir las secuencias gramaticales con un sentido determinado. Un acto ilocutivo o intención (la realización de una función comunicativa, como afirmar, prometer, etc.) Un acto perlocutivo o efecto (la (re)acción que provoca dicha emisión en el interlocutor, como convencer, interesar, calmar, etc.) De este modo, al emitir un enunciado como [te prometo que lo haré] estamos, por un lado, diciendo algo (acto locutivo); prometiendo una acción (acto ilocutivo) y provocando un efecto (convencer de la promesa al interlocutor). Además, como entiendo el mismo Austin creó la clasificación de los verbos, que se llaman verbos realizativos. No sé para que, pero voy a incluirla aquí, pues me pareció interesado! Están relacionados con el acto ilocutivo: verbos judicativos: enjuiciar. emitir un veredicto o juicio: condenar, absolver, estimar, declarar, evaluar. verbos ejercitativos: ejercer influencia o potestad. ejercicio de potestad, derecho o influencia: designar, votar, ordenar, instar, aconsejar, prevenir. verbos compromisorios: asumir una obligación, tomar partido por. comprometen a uno a hacer algo; declaraciones de intenciones: prometer, garantizar, comprometer, jurar, apostar verbos comportativos: adoptar una actitud. actitudes y comportamiento social: pedir disculpas, felicitar, criticar, protestar. verbos expositivos: clarificar razones. exponer conceptos y manifestar cómo nuestras expresiones encajan en un argumento: afirmar, negar, conceder, ejemplificar, observar. El más destacado un discípulo de Austin era John Searle, que modificó la teoría de su maestro Searle hizo dos cosas mas importantes: 1. propuso una tipología de dichas condiciones; éstas se refieren a las circunstancias y al papel de los participantes del acto de habla, a sus intenciones así como a los efectos que pretenden provocar. Son las llamadas condiciones de felicidad. Así, por ejemplo, para prometer algo a alguien, hay que ser sincero, dirigirse a un destinatario interesado en la realización de esta promesa, no prometer algo imposible de cumplir o cuyo cumplimiento, por el contrario, resulta evidente, etc. 2. Searle agrupa los actos de habla en cinco categorías: Los actos de habla asertivos dicen algo acerca de la realidad: [el teatro estaba lleno]; Los directivos pretenden influir en la conducta del interlocutor: [no te olvides de cerrar con llave]; Los compromisivos condicionan la ulterior conducta del hablante: [si tengo tiempo pasaré a saludarte]; Los expresivos, el hablante manifiesta sus sentimientos o sus actitudes: [lo siento mucho, no quería molestarle] Los declarativos modifican la realidad [queda rescindido este contrato]. En una primera versión de su teoría, Searle establece una relación directa entre la forma lingüística de una expresión y la fuerza ilocutiva del acto de habla que se realiza al emitirla (siempre que ello se dé en las condiciones apropiadas); así, por ejemplo, con un imperativo se estaría dando órdenes, y con una interrogativa, solicitando información. Posteriormente, observa que en muchas ocasiones se da una discrepancia entre la forma lingüística y la fuerza ilocutiva: con una pregunta puede estar haciéndose una sugerencia, o dando un mandato. Ello lo lleva a establecer el concepto de acto de habla indirecto, para referirse a los casos en que el significado literal no coincide con la fuerza ilocutiva o intención, como ocurre ante un enunciado del tipo [¿puedes cerrar la ventana?], donde bajo la pregunta se esconde una intención de petición. Si se respondiera literalmente a este enunciado, la respuesta podría ser un [sí, puedo]. En cambio, al formularla, lo que esperamos es que el interlocutor cierre la ventana. 4. La teoría de Grice: implicaturas para la comunicación Se entiende por implicatura una información que el emisor de un mensaje trata de hacer manifiesta a su interlocutor sin expresarla explícitamente. Así pues, la implicatura es un tipo de implicación pragmática, en oposición a las implicaciones lógicas o semánticas, como puede ser la presuposición. El término fue acuñado por H. P. Grice, filósofo americano que elaboró un modelo pragmático de la comunicación. En su teoría, se establece una distinción entre lo que se dice y lo que se comunica. Lo que se dice es el contenido literal expresado en el enunciado. Lo que se comunica es toda la información que se transmite con el enunciado más allá de su contenido proposicional. Se trata por tanto de un contenido implícito y recibe el nombre de implicatura. En su planteamiento, distingue entre dos clases de implicaturas: Implicaturas convencionales. Son aquellas que derivan directamente de los significados de las palabras, y no de factores contextuales o situacionales. Así, ante un enunciado como [Por fin han logrado alcanzar su objetivo] no sólo se enuncia la consecución de un objetivo, sino que esta ha sido ardua y dificultosa. Este significado añadido forma parte de la semántica de la perífrasis verbal [lograr + infinitivo]. Implicaturas no convencionales. Son aquellas que se generan por la intervención de principios conversacionales; de ahí que sean denominadas también implicaturas conversacionales. En este sentido, la noción de implicatura permite dar cuenta, como ya se ha indicado, de un tipo de significado del que la semántica no puede dar cuenta. A H. P. Grice le interesan especialmente un tipo de situaciones en las que se viola o transgrede una máxima del principio de cooperación, pero no por ello se deja de cooperar. Quien transgrede la máxima lo hace con el ánimo de que quien lo escucha lo descubra e inicie un proceso inferencial que le lleve a desvelar la información implícita, esto es, la implicatura. Así, si una hija adolescente, ante un plato de comida que no es de su gusto, informa a la madre, acompañándose de información no verbal (gestos, entonación) de que [cada día me gusta más el bacalao] la madre percibe que su hija no está diciendo la verdad -por lo tanto, está transgrediendo la máxima de calidad- , por lo que deducirá, esto es, inferirá, que lo que su hija ha querido decirle es justamente lo contrario. A su vez, dentro de las implicaturas conversacionales, distingue entre generalizadas y particularizadas: Implicaturas generalizadas: no dependen de un contexto específico de emisión. Ante un enunciado como [Elena ha quedado esta noche con un hombre], inferimos que el hombre con el que ha quedado no es un conocido ni un familiar, pues en este caso se hubiera empleado para designarlo el nombre propio [Juan, Jaime, Alberto...] o la relación de parentesco que los une [su padre, su tío, su novio, su marido...]. De este modo, al emplear el nombre común [hombre] puede inferirse, pues, que ha quedado con un hombre con el que potencialmente puede llegar a establecer una relación sentimental. Este tipo de implicaturas surge de una asociación frecuente entre una expresión y los contextos posibles de su aparición. Implicaturas particularizadas: dependen de un contexto específico de emisión. En un diálogo como el siguiente [-¿Qué te parece la novia de Juan? -Es simpática.], el interlocutor puede inferir, en ausencia de otras claves verbales (entonación) o no verbales (gestos) de que se ha acompañado, que la única cualidad destacable de la novia es su simpatía. Como entiendo, principio de cooperación sirve de base para las implicaturas. A su vez, esto es un supuesto pragmático muy general de intercambio comunicativo, por el que se espera un determinado comportamiento en los interlocutores, como consecuencia de un acuerdo previo, de colaboración en la tarea de comunicarse. Puede definirse, por tanto, como un principio general que guía a los interlocutores en la conversación. La elaboración de este modelo pragmático de la comunicación se debe al mismo filósofo americano H. P. Grice, que lo define del siguiente modo: «Haga que su contribución a la conversación sea, en cada momento, la requerida por el propósito o la dirección del intercambio comunicativo en el que usted está involucrado». Es este un principio no normativo, que se supone aceptado tácitamente por todos cuantos participan en la Este principio se desglosa en cuatro normas o categorías, a las que H. P. Grice llama máximas, y que a su vez se desglosan en submáximas. Grice enumera las máximas de cantidad, calidad, relación y manera, y asigna a cada una un número variado de submáximas específicas: Máxima de cantidad. Se relaciona con la cantidad de información que debe darse. Comprende, a su vez, las siguientes submáximas: o «Haga su contribución tan informativa como se requiera (de acuerdo con el propósito de la comunicación)». o «No haga su contribución más informativa de lo requerido». Máxima de calidad. Esta categoría comprende una máxima: «Intente que su contribución sea verdadera», que a su vez se desglosa en las siguientes submáximas: o «No diga lo que crea que es falso». o «No diga aquello sobre lo que no tiene pruebas». Máxima de relación. Contiene una única máxima: o «Sea relevante». Máxima de manera. Se relaciona con el modo de decir las cosas, más que con el tipo de cosas que hay que decir. Comprende una máxima: «Sea claro». Y se complementa con otras: o «Evite la oscuridad de expresión». o «Evite la ambigüedad». o «Sea breve». o «Sea ordenado». La violación de las máximas es un indicio que permite a los interlocutores activar un proceso inferencial que les permita acceder a la implicatura. Así, por ejemplo, si ante la pregunta [¿Cómo te llamas?], formulada por un chico a una chica, se obtiene la respuesta [Tengo novio], se está violando la máxima de relación, pues, aparentemente, no guarda relación la respuesta con la pregunta. Ahora bien, a partir de ese desajuste lógico, el interlocutor podrá inferir, esto es, deducir, que la chica no quiere ser molestada. 5. Tipos de significado en la comunicación lingüística (Geoffrey Leech)
G. Leech, continuador de las teorías de N. Chomsky, desarrolla y establece siete distintos
tipos de significado. Leech propone tales tipos de significados que abarcan todo el significado en la comunicación lingüística o valor comunicativo. Seguimos con las explicaciones 1. El significado conceptual o denotativo o cognoscitivo, es el factor fundamental de la comunicación lingüística y parte integral del funcionamiento esencial del lenguaje. En otras palabras, es el contenido lógico, más importante, es el sentido. Pues, denotativo si, es que consiste la esencia contenida de la palabra. 2. El significado connotativo o accidental, es el valor comunicativo que tiene una expresión atendiendo solo a que ella se refiere. Es decir, es tal significado que puede variares, pude diferenciares y depender de cada hablante en personal, puesto que connotativo es el algo que atribuimos, que tiene importancia para nosotros especialmente. No tiene límites preciosos Por ejemplo, Salamanca conceptual- ciudad antigua en el noroeste de España; connotativo- cuidada maravillosa, cuidad interesante, grande o pequeña, cuidad más famoso y etc. 3. El significado estilístico, que directamente está relacionado con los niveles de uso, es decir el uso depende de que donde y con quien usamos la palabra. Por ejemplo, trabajo y curro 4. El significado afectivo, es lo con el que comunicamos los sentimientos, actitudes y opiniones, creencias. Aquí podemos utilizar no solo palabras, pero la entonación, el timbre de voz, el tono. 5. El significado reflejo, es lo que comunica merced a la asociación con otro sentido de la misma expresión. Eso se refiere a las palabras polisémicas. Por ejemplo, oficina-mesas, colegas, trabajo 6. El significado conlocativo, está relacionado con el reflejo. Las asociasones que surgen de la palabra pueden depender del contexto en el que se utulicen. Eso es el significado conlocativo. Los significados del 2 hasta al 6 pueden agrupar como significado asociativo 7. El significado temático es lo que se comunica por la organización del mensaje, su forma, orden y énfasis. Es decir, preguntas, ordenes, peticiones, todo eso