EL LÍDER OPERATIVO Por: Ing. Javier Colina Operations and Commissioning & Start Up Specialist Enero, 2021
Continuando con mi experiencia operativa de gerencia de procesos de refinación,
paradas de planta, atención de terminales de crudo y productos, comisionamiento y arranque de proyectos, una de las cosas que tuve que aprender, y no fue fácil, fue practicar el Valor Personal de la Humildad, esto como vía para poder ser un Líder que lidérese con el ejemplo y sea un servidor a sus colaboradores en todo su ámbito laboral y personal. una serie de situaciones que tuve que manejar a distancia y que me conllevaron a escribir es pequeña reseña, basado en lo que aprendí.
¿QUÉ ES LA HUMILDAD? Virtud moral del ser humano que
consiste en reconocer sus propias cualidades, limitaciones y debilidades, y actuar, sin decirlo, de acuerdo a sus convicciones para obrar en bien de los demás; de este modo mantiene los pies sobre la tierra, sin vanidosas evasiones a las quimeras del orgullo y muy contrario a la soberbia. La persona humilde, reconoce su dependencia de Dios; no busca el dominio sobre sus semejantes, sino que aprende a darles valor por encima de sí mismo y les sirve de manera sincera, incondicional, sin interés, así es el humilde, no mira lo suyo propio, sino lo de los demás. Sale en ayuda de los afligidos, extiende su mano al más necesitado. Viene a servir y no a ser servido. En nuestro trabajo diario, donde estamos rodeamos de tanta gente distinta, y en nuestro caso operativo distintas disciplinas, que ni siquiera a veces conocemos y ni saludamos, la humildad permite a la persona ser digna de confianza, flexible y adaptable, para alcanzar el éxito en las operaciones, creando un ambiente de trabajo digno, gratificante que permita que exista un salario espiritual intangible pero que se siente. En la medida en que uno se vuelve humilde, adquiere grandeza en el corazón de los demás. Quien es la personificación de la humildad hará el esfuerzo de escuchar y aceptar a los demás, cuanto más acepte a los demás, más se le valorará y más se le escuchará. Nuestra invitación es a practicar la humidad hasta convertirla en un hábito que permitirá éxito en el servicio a los demás, cuanto mayor sea la humildad, mayor el logro. Esta virtud en el liderazgo se ve claramente, cuando los protagonistas se hacen accesibles a sus liderados. La humildad nos dice que no hay competidor pequeño; es decir, los demás no son inferiores a nosotros. Por ejemplo, en una empresa, sí la humildad interviene desde cada una de las acciones empresariales desde la directiva hasta todos los trabajadores e interviene en los procesos de diagnóstico, decisiones, instrucciones, relaciones con clientes y proveedores se tendrá una empresa líder, no hay peor enemigo para el crecimiento de una empresa, que el orgullo. Esta virtud se extiende a la familia donde los padres con el ejemplo, deben enseñar a sus hijos a practicarla en la familia, en la escuela y con los amigos. Es también importante que exista humildad en el núcleo familiar, respetando la individualidad de cada uno, sin emplear competencias entre los miembros ni intentar ninguno de ellos ser mejor que los demás, sino apreciando las cosas buenas de cada uno, aunque seamos distintos, debemos aprender a CONVIVIR con nuestras diferencias, en esto está clave del ÉXITO…