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34___capituLo 2 Teetonica de placa: el desarrollo de una revolucén cientiica perficie de la Tierra se introdujo a principios del siglo +x. Esta propuesta contrastaba por completo con la opinién establecida de que las cuencas oceanicas y los con- tinentes son estructuras permanentes muy antiguas. Esta op rion era respaldada por las pruebas recogidas del estudio de las ondas ssmicas que revelaron la existencia de un manto s6- lido rocoso que se extendia hasta medio camino hacia el cen- tro de la Tierra. El concepto de un manto s6lido indujo a la rayoria de investigadores a la conclusisn de que a corteza externa dela Tierra no podia moverse. Durante este period, la opiniGn convencional de la co- rmunidad cientifica era que las montafias se forman a causa de las fuerzas compresivas que se iban originando a medida Que la Tierra se enfriaba pavlatinamente a partir de un esta- do fundido previo. Sencilamente la explicacién era la si Quiente: a medida que el interior se enfriaba y se contraia, la apa externa sélida de la Tierra se deformaba mediante plie- ues y fallas para ajustarse al planeta, que se encogia. Se Consideraban las montafias como algo andlogo a las arrugas {ue aparecen en la piel de la fruta cuando se seca. Este mo- delo de los procesos tecténicos* de la Tierra, aunque inade- cuado, estaba profundamente arraigado en el pensamiento geotdgico de la época. Desde la década de los afos sesenta, nuestra com- prensién de la naturaleza y el funcionamiento de nuestro pla- rneta han mejorado de manera espectacular. Los cientificos se hhan dado cuenta de que la corteza externa dela Tierra es m6- vily de que los continentes migran de una manera gradual a través del planeta. Ademés, en algunas ocasiones las masas, continentales se separan y crean nuevas cuencas oceénicas entre los bloques continentales divergentes. Entretanto, por- ciones més antiguas del fondo ocesnico se sumergen de nue- vo en el manto en las proximidades de la fosas submarinas. AA causa de estos movimientos, los bloques de material con- ental chocan y generan las grandes cadenas montafiosas de la Terra. En pocas palabras, ha surgido un nuevo mode- lo revolucionario de os procesos tectonicos dela Terra. Este cambio profundo de la comprension cientifica se ha descrito de manera muy acertada como una revolucién cientifica. La revolucién empezé como una propuesta relat vamente clara de Alfred Wegener, llamada deriva continen- tal. Después de muchos afios de acalorado debate, la gran mayoria de la comunidad cientitica rechaz6 la hipotesis de ‘Wegener de los continentes a la deriva. El concepto de una Tierra mévil era particularmente desagradable para los ge6- Jogos norteamericanos, quizés porque la mayoria de las prue- bas que lo respaldaban procedian de los continentes mer dionales, desconocidos para la mayoria de ellos. Durante las décadas de los afios cincuenta y sesenta, ‘nuevos tipos de pruebas empezaron a reavivar el interés por esta propuesta que estaba casi abandonada. En 1968, esos Lt idea de que los continentes van a la deriva porla su- “Por Tein entien el estado de los proces qu deforma a cortera del Tierra y as prinipalescaracterstins estruturles pros Ellis por exa deformacion, como las mont, los continents y 1s huevos avances indujeron el desarrollo de una explicacién ‘mucho mas completa que incorporaba aspectos de la deriva, continental y de la expansién del fondo ocesnico: una teoria, ‘conocida como tecténica de placas. En este capitulo, examinaremos los acontecimientos {que llevaron a este gran cambio de la opinion clentifica en un intento de proporcionar una visién de cémo funciona lacier- cia, También describiremos brevemente los avances que tu- vieron lugar desde la concepcién del concepto de deriva con- tinental, examinaremos lor motivos por los que se rechazé al principio y consideraremos las pruebas que finalmente con- ‘dujeron a la aceptacién de la teoria dela tecténica de placas. Deriva continental: una idea que se adelant6 a su époc La idea de que los continentes, sobre todo Sudamérica y Africa, eneajan como las piezas de un rompecabezas, se origin6 con el desarrollo de mapas mundiales razonable- ‘mente precisos. Sin embargo, se dio poca importancia a esta nocién hasta 1915, cuando Alfred Wegener, meteo- rologo y geofisico alemén, publicé BI origen de los conti- rentes los océanos. in este libro, que se publicé en varias ediciones, Wegener establecié el esbozo basico de su ra- ical hipétesis de la deriva continental. Wegener sugirié que en el pasado habia existido un supercontinente ‘nico denominado Pangea (pan = todo, ‘gea = Tierra) (Figura 2.1). Ademés plante6 la hipotesis de {que en la era Mesozoica, hace unos 200 millones de aftos, este supercontinente empez6 a fragmentarse en continen- tes més pequelios, que «derivaron» a sus posiciones ac- tuales. Se cree que la idea de Wegener de que los conti- nnentes pudieran separarse se le pudo ocurrir al observar kt fragmentacién del hielo ocesiico durante una expedicién Groenlandia entre 1906 y 1908. A VECES LOS ALUMNOS PREGUNTAN Si todos los continentes estaban unidos durante el pe- sodo de Pangea, gqué aspecto tenia el resto de la Tierra ‘Cuando todos los continentes estaban unidos, también debié «xinir un océano enorme que los rodeaba. Fste oeéano se de- rnomina Panthalasa (pan = todo; talassa = mat). Panthalassa tenia varios mares més pequefios, uno de los euales era el poco profundo mar de Tethys, stuado en el centro (vase Fix gura 2.1). Hace unos 180 millones de aos, el superconti- nente Pangea empezéa separarse y las distintas masas conti- nentales que hoy conocemos empezaron a derivar hacia sus posiciones geogrificas actuales. Hoy todo lo que queda de Panthalasa es el océano Pacifico, cuyo tamaiio ha ido dis- muyendo desde la fragmentacion de Pangea Deriva continental: una idea que se adelanto a su época___35 ‘A Reconstruccién madema de Pangea B. La Pangea de Wegener ‘A Figura 2.1. Reconstruccién de Pangea como se piensa que era hace 200 millones de aos. A. Reconstruccién modetna, B. Reconstrucclén ‘reaisada por Wegener en 1915. ‘Wegener y quienes defendian esta hipétesis reco- sgieron pruebas sustanciales que respaldaban sus opiniones. Fl ajuste da Sudamérien y Afri y la dicsihniciin gengrs- fica de los fosies y los climas antiguos parecian apoyar la idea de que esas masas de tierra, ahora separadas, estuvie- zon juntas en alguna ocasién. Examinemos sus pruebas. Encaje de los continentes ‘Como algunos antes que él, Wegener sospech6 por pri- _mera vez que los continentes podrian haber estado unidos ‘en alguna ocasién al observar las notables semejanzas exis- tentes entre las lineas de costa situadas a los dos lados del Atlintico, Sin embargo, la utilizacin que él hizo de las I- reas de costa actuales para hacer encajar los continentes fue inmediatamente contestada por otros gedlogos. Fstos ‘iltimos sostenfan, correctamente, que las ineas de costa estén siendo continuamente modificadas por procesos crosivos y sedimentarion. ‘hun cuando hubiera tenido he- gar el desplazamiento de los continentes, seria improba- ble talajuste en la actualidad. Wegener parecfa consciente de este hecho, ya que su ajuste original de los continentes, era muy apenvimada Figura 7 1R) Los cientificos han determinado que una aproxima- cién mucho mejor del verdadero limite externo de los continentes es a plataforma continental. En la actualidad, el borde de a plataforma continental se encuentra sumer sido unos cuantos centenares de metros por debajo del nivel del mar. A principios de la década de los sesenta Sir Edward Bullard y dos de sus colaboradores produjeron un ‘mapa en el que se intentaba ajustar los bordes de las pla- taformas continentales sudamericana y africana a profun- didades de 900 metros. F notable ajuste que se obtuvo se ‘muestra en la Figura 2.2. Aunque los continentes se sola- paban en unos pocos lugares, se trata de regiones donde las corrientes han depositado grandes cantidades de sedi- ‘mentos, aumentando con ello el tamafio de las plataformas continentales. E1 ajuste global fue incluso mejor de lo que hhabrian sospechado quienes apoyaban Ia tcoria de Ia de riva continental, 36___ CAPITULO 2 _Tectonica de placas: el desarrollo de una revolucion cientiica eer Pace Ra Fragmentacién de Pangea Weyener utilis ls pruchas procedentes do bien la fechas en ls que fragmentos Alla cortez continental estaba muy de fosiles,tipos de rocas y climas anti- _ individuales de corteza sesepararon unos fracturada, lo que proporcionaba vias para {gu0s para crear un ajuste de los conti- de otrosy también sasmovimientos rela- que grandes cantidades de lava fluia al- nentes en forma de rompecabezas, ere- tives (Figura 2.4). canzaran la superficie, En la actualidad ando asf ev supercontinente, Pangea. De Una coneecvencia importante de Ia etae lavas ertin reprecontadse por la ro tuna manera similar, pero utilizando he- fragmentacion de Pengea fue la creacién eas igneas meteorizadas que se encuen- rramientas modernas de las que carecia dena «nueva» cuerca oceénica:el atlin- tran alo largo de la costa oriental de Es- ‘Wegener, los geélogos han recreado las tico, Como puede verse en la parte B de tados Unidos, prineipalmente enterradas tapas de fragmentacién de este super- la Figura .A,la separacin del supercon _debajo de las rocas edimentarias que for- ‘continente, un acontecimiento que em- tinente no fue simultinea a lo largo de man la plataforma continental. La data- pert hace cerca de 200 millones de afios los hordlesdel Atlénrica, Ta primern que cin ratiomeérric ce estas lnvas solidi A partir de este trabajo, se han estableci- se eparé fueron Nerteamérica y Africa. cada indica que la separacin empez6 en E. Hace 20 millones de afos (Cenozoico superior) F.Enlaactualidad {A Figura 2.4. Esquemas dela fragmentacién de Panges a lo largo de un periodo de 200 millones de aos, vativy esas hace entre 180 y 165 mi~ Ilones de aos. Este lapso de tiempo pue- de utlizarse como la «fecha de nacimien- to» de esta seecidn del Atlintico norte. Hace 130 millones de ates, el At tico sur empezé a abrirse cerca de la pun ta de lo que ahora es Sudsftica, Confor- ‘me esta zona de separacién migraba hacia el norte, el Atlantico sur se abria de ma- nera gradual (comparense los esquemas B y Code la Figura 2.4). La fragmentacion continua de la masa continental meridio- nal condujo a la seperacién de Aftia y la Deriva continental: una idea que se adelant6 a su época__ 37. Anata y empujé a la Inia an hacia el norte. Al principio del Ce 0, hace unos 50 millones de afts, Aus- tralia se habia separido de la Antértida y 1 Atkintco sur habia emergida como ‘océano completamente desarrollado sgura 2.A, parte D), ‘Un mapa moderno (Figura 2.8, parte F) muestra que la India acabé colisionan- do.con Asia, un acontecimiento que em- pez hace unos 45 millones de aos y exes la condillera del Himalaya, junto con las tierras alas ibetanas. Aproximadamente al ism tempo, ka sepacacign cle Groen Jandia de Eurasia completé la fragmenta- ‘i6n de Ia masa continental septentrio- tnal. Durante los iltimos 20 millones de fos, aproximadamente, de la historia de la Tierra, Arabia se separé de Afticay se form el mar Rojo, y la Baja California s¢ separ de Méjico, formando el golfo de California (Figura 2.A, parte F). Mien- tras, el arco de Panama se unié a Norte- américa y Sudaméria, produciéndose ast el aspecto moderno que conocemos de ‘nuestro planeta ‘A Figura 2.2 Aqui se muestra el mejor ajuste entre Sudamérica y ‘Aria largo del tal continental a una profundidad de unos '900 metros. Las éreas de solapamiento entre los bloques continental estan coloreadasen mart. (Tomado de A. G. Sith «Continental Dis En Understanding Ue Earth, ectade pot U6. Gass. Evidencias paleontolégicas Aunque la semilla de la hipétesis de Wegener procedia de las notables semejanzas de los margenes continentales a ambos lados del Atkintico, al principio pens6 que la idea de uno Tierra mévil era improbable. No fue hasta que supo que se habjan encontrado onganismos fosilesidénti- ‘cos en rocas de Sudamérica y de Africa cuando empez6 a ‘tomar en serio esta idea. A través de una revisin de la li- ‘eratura cientifica, Wegener descubrié que la mayoria de. paleontdlogos (cientificos que estudian los restos fosiliza- dos de onganismos) estaban de acuerdo en que era nece- sario algin tipo de conexién continental para explicar la existencia de fosiles idénticos de formas de vida_meso- zoicas en masas de tierra tan separadas. (Igual que las for~ ‘mas de vida autctonas de Norteamérica son muy distin- tas de las africanas, cabria esperar que durante la era Mesozoica los organismos de continentes muy separados serian también hastante diferentes.) Mesosaurus Para afadir credibilidad a su argumento sobre la existencia de un supercontinente, Wegener cité casos documentados de varios organismos fosiles que se hhabian encontrado en diferentes masas continentales, a pesar de las escasas posibilidades de que sus formas vivas, pudieran haber cruzado el vasto océano que ahora separa estos continentes. El ejemplo clisico es el del Mesazarus, un reptil acustico depredador de peces cuyos restos f6si- les se encuentran slo en las lutitas negras del Pérmico (hace unos 260 millones de afios) en el este de Sudaméri- cay ene sur de Africa (Figura 2.3). Si el Messauras hu- biera sido capaz de realizar el largo viajea través del enor- meanéann Atléntion meridianal, sus resins dehertan tener una distribucién mas amplia, Como esto no eraasi, Wege- ner supuso que Sudamérica y Africa debieron haber esta- do juntas durante este perfodo de la historia de la Tierra Como explicaban los cientificos de la época de Wegener la existencia de organismos fésiles idénticos en lugares separados por miles de kilmetros de mar abierto? La explicacién mas ampliamente aceptada a este tipo de migraciones fueron los puentes de tierra transo- cednicos (Figura 2.4). Sabemos, por ejemplo, que du- rante el tiltimo periodo glacial la bajada del nivel del ‘mar permiti6 a los animales atravesar el corto estrecho de Bering entre Asia y Norteamérica. Fra posible que puentes de Tierra hubieran conectado en alguna oca- sin Africa y Sudamérica y luego se hubieran sumergi- do por debajo del nivel del mar? Los mapas actuales del fondo oceénico confirman el argumento de Wegener de que nunca habian existido puentes de tierra de esta mag- 38___capituLo 2 Tectonica de placas: el desartolo de una revolucon cientiica > Figura 2.3. Se han encontrado fésies de ‘Mesosauris a ambos lados del Antico Sur y en ringsn otro lugar del mundo. Los estos {sles de éte y otros organisms en los continentes aficano y sudamericano pparecen unir estas masas de tierra entre el Final del Paleozoico y el comienzo del Mesozoico. > Figura 2.4 Estos bocetos de John Holden ilustran varias explicaciones para la aparcion de especies similares en ‘masas de tierra queen la actualidad estén separadas por un enorme océano, (feimpreso con el permis de john Holden.) nitud. De ser asf, sus restos estarian todavia debajo del nivel del mar. Glossopteris. Wegener cité también la distribucién del helecho fosil Glosupteris como una prueba de la existen- cia de Pangea, Se sabia que esta planta, earacterizada por sus grandes semillas de dificil distribucién, estaba muy dispersa entre Africa, Australia, India y Sudamérica du- rante el Paleozoico tardio. Mis tarde, se descubrieron también restos fosiles de Glasopteris en la Antértida. We- gener también sabfa que ev0> helechos eon semilla y la flo~ a asociada con ellos crecian sélo en un clima subpolar. Por consiguiente, lleg6 a la conclusién de que cuando las ‘masas de tierra estuvieron unidas se encontraban mucho ‘mas cerca del Polo Sur. Organismos actuales En una edicién posterior de su li- ‘bro, Wegener cité también la distribucidn de los organis- ‘mos actuales como una prueba de apoyo para la deriva de los continentes. Por ejemplo, los organismos actuales cu- yyos antepasados eran similares tuvieron que evolucionar ‘laramente en aislamiento durante las tltimas decenas de millones de aftox. Bl ea%0 més obvio vom lox mars australianos (como los canguros), que tienen un vinculo Deriva continental: una idea que se adelant6 a su época___ 39. fisil directo con la zarigiieya, marsupial encontrado en el continente americano. Después de la fragmentacién de ‘Pangea, los marsupiales australianos siguieron un camino cevolutivo distinto que las formas vivas del continente ame- ricano relacionadas con ellos. Tipos de rocas y semejanzas estructurales Cualquiera que haya intentado hacer un rompecabezas sabe que, ademas de que las piezas encajen, Ia imagen debe ser también continua. La imagen que debe encajar cen el «tompecabezas de la deriva continentab> es la de los, continentes. Silos continentes estuvieron juntos en el pa- sado, las rocas situadas en una region concreta de un con- tinente deben parecerse estrechamente en cuanto a edad y tipo con las encontradas en posiciones adyacentes del ‘continente con el que encajan. Wegener encontré prue- bas de rocas fgneas de 2.200 millones de aftos de antigiie- ‘dad en Brasil que se parecian mucho a rocas de antigiie- dad semejante encontradas en Africa Pruebas similares existen en forma de cinturones ‘montafiosos que terminan en Ia linea de costa, sélo para reaparecer en las masas continentales situadas al orra lado del océano. Por ejemplo, el cinturén montafioso que comprende los Apalaches tiene una orientacién noreste cen el este de Estados Unidos y desaparece en la costa de “Terranova, Montafas de edad y estructuras comparables se encuentran en las Islas Britinicas y Escandinavia. ‘Cuando se retinen esas masas de tierra, como en la Figu- ra 2.5, las cadenas montafiosas forman un cintur6n casi ‘Wegener debfa de estar convencido de que las se- ‘mejanzas en la estructura de las rocas en ambos lados del Atlintico relacionaban esas masas de tierra cuando dijo: Es como si fuéramos a recolocar los trozos rotos de un petiddico juntando sus bordes y comprobando después si las hineas impresas comerden. 51 1o hacen, no queda mas ‘que concluir que los trozos debian juntarse realmente de cesta manera. Evidencias paleoclimaticas Dado que Wegener era meteordlogo de profesiGn, estaba ‘muy interesado en obtener datos paleoclimaticos (pale antiguo, climatic = clima) en apoyo de la deriva continen- tal. Sus esfuerzos se vieron recompensados cuando en- ccontré pruebas de cambios climsticos globales aparente- ‘mente notables durante el pasado geol6gico, En concreto, dedujo de depésitos glaciares antiguos que grandes masas, de hielo cubrian extensas éreas del hemisferio Sur, a fina- les del Paleozoico (hace unos 300 millones de afios). En cl sur de Africa y en Sudamérica se encontraron capas de sedimentos transportados por los glaciares de la misma ‘edad, asi como en India y en Australia. Gran parte de las, ‘A Figura 2.5 Unién de cordileras montafiosas a través del Atlntico Norte. Los Apalaches se stan al largo del flanco oriental cde América del Norte y desaparecen dela costa de Terranova. -Montanas de ead y etructuras comparables se encuentran en as ila Britnicasy Escandinavia, Cuando esas masas de tera se colocan en sus posciones previas ala separacion, esas cadenas ‘montafosas antiguas forman un cintutn casi continuo. Es0s Cinturones montatsos plegados se formaron hace aproximadamente 300 millones de aos contorme las masas de tierra colionaron durante la formaciin del supercontinente Pangea. zonas que contienen pruebas de esta glaciacién paleozoi- ca tarelfa se enenientra en la actwalidad on wna franja ce 30 grados en torno al Ecuador en un clima subtropical 0 tro- pical. Budo la‘Tierra haber atravesado un perfodo de frfo suficiente como para generar extensos glaciares en zonas, que son tropicales en la actualidad? Wegener rechaz6 esta explicacién, porque durante el Paleozoico tardio existie- ron grandes pantanos tropicales en el hemisferio norte Estas eignagas, con su lujuriosa vegetacién, se convirtie- ron finalmente en los principales campos de carbén del este de Estados Unidos, Europa y Siberia Los fésiles de estos niveles de carbsn indican que los, helechos arbéreos que produjeron los depésitos de carbon tenfan grandes frondas, lo que indica un ambiente tropi- cal. Ademés, a diferencia de los arboles de los climas més, frios, estos érboles carecian de anillos de crecimiento, una caracterfstica de Ina plantas tropicales que ereeen en re- giones con fluctuaciones minimas de la temperatura. 40 capiTuLo 2 Teetonica de placa: el desarrollo de una revolucén cientiica Wegener sugirié que el supercontinente Pangea proporcionaba una explicacién més plausible para la gla- Giacién del final del Paleozoico, En esta configuracién los, continentes meridionales estén unidos se sitdan cerca del Polo Sur (Figura 2.6B). Esto explicaria las condiciones necesarias para generar extensiones enormes de hielo gla- Gal sobre gran parte del hemisferio meridional, Al mis- mo tiempo, esta geografia colocaria las masas septen- trionales actuales mss cerca del Feuador y explicaria sus enormes depésitos de carbén, Wegener estaba tan con- vencido de que su explicacién era correcta que escribié: «Esta prueba es tan convincente que, por comparacién, todos los demas criterios dehen ocupar una posicién se- cundaria». ‘6mo se desarroll6 un glaciar en el centro de la ca- liente y rida Australia? ¢Cémo migran los animales te- rrestrés a través de extensiones enormes de mar abierto? 4A Figura 2.6 Pruebas paleoclimsticas dela deriva continental ‘A. Catia final del Pleazoco (hace unes 300 milones de afios) os casquetes de hielo cubriansreasextensas del hemisterio sur a Indl Las lacha indian a dirccibn del movimiento del alo que puede deduce de ls extras glaciares dea roca subyacente B. Se muestran los continentesreclocados en su poscin anterior, on el poo Sur situado aproximadamente entre l Anata y ‘ia, Eta configuracién explica las condiciones necesris para ierea ut exter aque aly ae expe es

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