Como atributo de la personalidad, se integra por lo bienes,
derechos y obligaciones que en su conjunto constituyen una entidad jurídica abstracta llamada universalidad jurídica.
Art. 70 CCEM.- PATRIMONIO DEL SUJETO DE DERECHO. Por
patrimonio se considera la universalidad jurídica constituida por el conjunto de bienes, derechos y obligaciones, actuales y futuros susceptibles de apreciación pecuniaria. Elementos del patrimonio
La distinción de los elementos que constituyen al patrimonio,
guarda origen por cuanto hace al beneficio o detrimento que importan las entidades que lo conforman, al titular de éste.
Hablamos de elemento activo o positivo cuando nos
referimos al contenido económico que beneficia al titular. Se integra por todos aquellos bienes y derechos que aportan un interés pecuniario a su favor. Derechos reales y Derechos personales o de crédito. Elemento activo
Susceptibles de apreciación pecuniaria a favor del titular.
Es la base para la manutención de la persona titular y la
garantía para el cumplimiento de sus obligaciones frente a sus deudores.
Derecho real: poder jurídico de un sujeto respecto de los
bienes para su aprovechamiento, la cual no puede ser violentada o interferida por persona alguna.
Derecho personal: prestaciones o abstenciones que como
titular de un patrimonio (acreedor) podemos exigir a uno o varios sujetos (deudores) Elemento pasivo o negativo
Nos referimos al elemento pasivo del patrimonio, cuando nos
referimos a todas la obligaciones que gravan al patrimonio.
Por obligación entendemos a esa relación jurídica
establecida por una persona denominada deudor, se constriñe a realizar una prestación (dar, hacer o no hacer) a favor de otra denominada acreedor, cuyo cumplimiento puede ser voluntario o involuntario.
Resulta toda carga o restricción impuesta al patrimonio de
un titular. Teorías del patrimonio
Teoría clásica de Aubry y Rau
El patrimonio es una emanación de la personalidad, sin persona no hay patrimonio, y viceversa.
Consideran al patrimonio como una masa de bienes son unidos por
motivos de la pertenencia de éstos en a una misma persona.
Pugnaban por la concepción de que el patrimonio es único e
indivisible. Es la misma personalidad pero en un aspecto económico. Principios de la teoría clásica Todas las personas tienen patrimonio: la presencia patrimonioa es inherente al ser humano incluyen el patrimonio presente (patrimonium in acto) y aquel que potencialmente pueda adquirir (patrimonium in potentia) Solo las personas pueden tener patrimonio: aptitud de contar con derechos y obligaciones. Toda persona sólo puede tener un patrimonio: condición indivisible del patrimonio según los propios aspectos de la personalidad. El patrimonio es inalienable: no es susceptible de separarse de la persona. Podrá enajenarse parcialmente, pero nunca perder la totalidad de ese atributo de personalidad. Crítica a la teoría clásica (Geny) Señala que dicha teoría es inútil y peligrosa
Inútil por carecer de la posibilidad de justificar todas las
soluciones legales y rompe con la lógica.
Peligrosa por genera una interpretación restrictiva y hasta
dogmática. Impiden la construcción de criterios e interpretaciones jurisprudenciales. Su conceptualismo rebasa e sentido común. Confunde al patrimonio con la personalidad Rompe con la unidad del patrimonio al considerar la posibilidad de una pluralidad como en el caso de las herencias. Postura de Marcel Planiol y George Ripert Siguen postulados de la teoría clásica Introducen aspectos sobre la composición del patrimonio. No pueden ser patrimonio los derechos políticos Los derechos de potestad de una persona sobre otra no cuantificables en dinero no son patrimoniales, sino de subordinación. Teoría moderna del patrimonio de afectación Destruye el concepto de universalidad del patrimonio e inalienabilidad de éste. Afirma que la fuerza que cohesiona y une a los elementos del patrimonio para que formen una unidad no es la personalidad, sino la afectación del conjunto de bienes para la realización de un fin. Pudiendo entonces decirse que existen pluralidad de patrimonios en función a los diferentes destinos que se les afirmen. Planiol y Ripert afirman: La universalidad descansa sobre la común destinación de los elementos que le componen, inseparablemente ligados, por estar afectos a un fin económico. Rafael Rojina Villegas, dice: El patrimonio adquiere autonomía no en relación de la persona, sino, en función del vínculo jurídico-económico, que el derecho le reconoce para afectar al conjunto de bienes a la consecución de ese fin. Elementos del patrimonio de afectación: A) sea un conjunto destinado a la realización de un fin B)la finalidad sea de naturaleza jurídico-económica C) adquiera autonomía frente a todas las relaciones activas y pasivas de acreedores, en función de aquella masa independientes de bienes, derechos y obligaciones.
Requiere para su existencia material, que exista además del
fin económico, un conjunto de normas jurídicas que lo regule en sus relaciones activas y pasivas. Art 71 CCEM.- PLURALIDAD DE PATRIMONIO. Cuando se afecte un conjunto de bienes, derechos y obligaciones a un fin lícito determinado podrá existir pluralidad de patrimonio. Art 18 CFEM.- PLURALIDAD DE PATRIMONIOS. Cuando se afecte un conjunto de bienes, derechos y obligaciones a un fin lícito determinado podrá existir pluralidad de patrimonios. Art 100 CFEM- RÉGIMEN DE LA SOCIEDAD CONYUGAL. El régimen de la sociedad conyugal consiste en la formación y administración de un patrimonio común, diferente de los patrimonios propios de los consortes. art 137 CFEM.- INTRANSMISIBILIDAD DEL PATRIMONIO DE FAMILIA. La constitución del patrimonio de la familia no hace pasar la propiedad de los bienes que a él quedan afectos, del que lo constituye a los miembros de la familia beneficiaria, la que comprende el que lo constituye, su cónyuge y las personas a quienes tienen obligación de dar alimentos. En el caso de muerte del constituyente, si hubiere cónyuge supérstite, descendientes o ascendientes, continuará con éstos el citado patrimonio sin dividirse, pasando la propiedad y posesión de los bienes a los herederos que sean llamados por la Ley, aunque en el testamento del que lo constituyó se dispusiere lo contrario, o se instituyere a otros herederos, quienes no tendrán derecho alguno a los bienes que lo integren.