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Excma. Cámara:
I.- OBJETO:
Con la sola lectura del resolutivo apelado, se advierte desde el inicio que se
resolvió el caso teniendo en cuenta los aspectos de la responsabilidad subjetiva,
abordando si tal o cual parte fue la culpable del accidente.
Una vez probado esta relación de causalidad se debe tener por acreditada la
responsabilidad por una razón estrictamente objetiva, en razón del factor objetivo de
atribución de responsabilidad establecido por el art. 1113 del CC, salvo que exista algún
eximente.
Reconozco desde el inicio que no fue fácil ni para las partes ni para el
Tribunal, relatar los hechos, pues la disposición de las rutas, la curva, las líneas blancas,
doble amarilla, el nombre de las rutas (dónde empieza una y termina la otra, pues esto
ocurre en plena curva), fueron elementos que dificultaron los relatos.
Por tal motivo, mi parte en la demanda efectuó un relato de los hechos, que
luego fue modificado solo en su redacción en el escrito de modifica demanda de fs 21, a
los efectos de poder explicar mejor el accidente, y nunca, como manifiesta el a-quo,
para confundir y sacar alguna ganancia procesal que no correspondiese. Al modificarse
la demanda, esta última es la que tiene valor jurídico, dejando de tenerlo la anterior, por
lo que la sentencia no debió introducirse a analizar aspectos distintos a los hechos
controvertidos.
Estos son los hechos que han quedado probados en autos, y que se han
detallado con precisión al momento de los alegatos de mi parte.
Como puede advertirse claramente, para que se produzca el impacto, es el
vehículo del demandado el que debe “cruzar el carril para tomar por calle Videla
Aranda al Este …” (acta de procedimiento, fs. 1)
Ante esta opción, lo que no podía hacer era avanzar sin advertir la presencia
de la bicicleta y atropellarla, y mucho menos podía atropellarla habiendo advertido su
presencia, pues queda claro que no dominaba el vehículo como lo exige la ley de
tránsito.
La foto aérea de fs. 173 vta de la pericia mecánica demuestra con claridad
meridiana que la ruta principal es la propia curva, que une con la misma calidad de
asfalto, y tipo de pinturas en su superficie (línea blanca a los bordes y doble raya
amarilla en el eje medio) a ambas rutas.
La curva no es como dice el a-quo “un corte” que sirve para “acortar
camino” sino la misma continuación de ambas rutas, como se ve a fs. 173 vta.
Del principio al fin, desde el punto de vista fáctico o físico, la ruta es una
sola pues no hay discontinuidad alguna entre lo que es Ozamis Sur, la propia curva y
carril Videla Aranda.
Como los distintos croquis policiales no son muy claros, lo más aconsejable
es ver las fotos de fs. 62/64 del AEV. De las mismas surge palmariamente lo que
venimos señalando. Las de fs. 63 demuestran que la calle a la que quería ingresar el
demandado (atropellando previamente a Sigre) era de peor material, no estaba
demarcada, estaba llena de pozos, etec, lo que demuestra que era físicamente de menor
jerarquía. Sobre todo para una persona, como el demandado, que reconoce ser un
conocedor del lugar.
En el caso que nos ocupa, el demandado está muy lejos de probar estos
extremos cuando reconoce haber visto a la bicicleta ante de atropellarla, y sobre todo
por la disposición de la zona del impacto, ampliamente visible para todo conductor
atento.
“La culpa de la víctima considerada legalmente (art. 1113, segundo párrafo,
segundo supuesto del Código Civil) como causal eximente de responsabilidad, no debe
ser analizada del mismo modo en que se lo hace en tanto factor de atribución –culpa del
responsable-, sino con otra mirada propia de lo que se ha dado en llamar “función
inhibitoria” de la culpa, porque exonera del deber de reparar actuando en el ámbito de la
relación causal, como excluyente de la cadena causal del factor de atribución, en el
caso, el riesgo del automotor en movimiento. De allí que, aunque la víctima haya
actuado con un grado de culpa en el sentido señalado, si su conducta era perfectamente
previsible por el conductor, no cabe liberar de responsabilidad a este último ni al dueño
o guardián del automotor. Expediente: 33066 HERRERA, EDITH / C/LISANTI,
SERGIO. Tribunal: Segunda Cámara Civil. Fecha: 2008-04-01. Ubicación: S118-006.
Cabe precisar que el hecho de la víctima debe reunir una serie de requisitos
para que libere total o parcialmente de responsabilidad: a) Debe ser la causa adecuada.
El hecho de la víctima libera de responsabilidad siempre que se constituya en la
verdadera causa adecuada del perjuicio. Ninguna influencia tiene la conducta de la
víctima si no ha sido la causa adecuada del perjuicio, en forma exclusiva o concurrente.
Cuanto esto último ocurre, el hecho de la víctima asume el carácter de mera
circunstancia, irrelevante para la producción del resultado final, por lo que carece de
toda virtualidad eximitoria para el sindicado como responsable; b) El hecho de la
víctima no debe ser atribuible al demandado. Si el hecho de la víctima se debió al
demandado, no resulta idóneo para eximir de responsabilidad, ya que el accionado no
debió provocar la realización de esa conducta por el damnificado. En otras palabras,
cuando el hecho de la víctima es imputable al demandado, la acción de aquélla se
presenta como una mera consecuencia del acto del ofensor, resultando inepta para
liberar al responsable; c) El hecho de la víctima debe ser cierto. Cualquier elemento o
inducción no muy claros o definidos no son suficientes para considerar la existencia del
hecho de la víctima sin mayores ponderaciones, y que las presunciones legales se
levantan sólo ante pruebas convincentes que no dejen lugar a dudas. Si el juez tiene
dudas sobre la configuración de esta eximente, debe resolver a favor de la víctima. (in
dubio pro victimae) (SAGARNA, Fernando A, Comentario al art. 1.111 del Código
Civil, en BUERES, Alberto j., “Código Civil y normas complementarias. Análisis doc-
trinario y jurisprudencial”, Buenos Aires, Hammurabi, 1999, Tomo 3 – A, pág. 422 y
423; PIZARRO, Ramón D. – VALLESPINOS, Carlos G., “Instituciones de Derecho
Privado. Obligaciones”, Buenos Aires, Hammurabi, 1.999, Tomo III, pág. 111)
Sobre todo cuando el accidente se produce a plena luz del día, a las 14: 30
aproximadamente, y cuando de las constancias de autos surge del informe de policía
científica a fs.30 que el asfalto se encontraba en “buen estado de conservación, seco y
limpio”, la visibilidad era “Buena”, la iluminación era “con luz natural” y el estado del
tiempo “Bueno”.
X.- PETITORIO:
ES JUSTICIA