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El concepto de patrimonio cultural Lloreng Prats Introducci6n yee neste articulo presento un modelo > te6rico y metodolégico que preten: de explicar los procesos de cons- truccién y de caracterizacién del patrimonio cultural en toda su compleja casuistiea, Sobre este problema he escrito recientemente en diversas ocasiones y por tanto no voy a aporta grandes novedades para quien conozca estos traps (al contrario. tomo a de ellos pricticamente al pie de la letra). si ‘acaso una mayor concisidn en algunas formu- laciones. fruto de la eritica y del contraste de opiniones con colegas y alumnos. siempre en la linea de someter a juicio la capacidad expli- cativa y predictiva de este instrumento. En consectiencia voy a exponer_modestamente mis tesis en sus rasgos. principales. de una forma incluso elemental y esquemiitica. part facilitar al maximo el debate y Ia contrastacién con Ja realidad empirica, y sin acudir. por tanto, ni a la excepcionalidad ni a ningun arg ‘mento de autoridad que no provenga de su pro- pia capacidad heuristica. Entiendo que esto es Jo que demanda la ciencia y la sociedad. espe- cialmente en campos que movilizan recursos ¢ intereses nada desdefables. El término patrimonio. partiendo de una raiz comiin, ha adquirido un cardcter polisémico. En estas paginas me voy a referir estrictamen- te a la acepcién que remite al concepto de Patrimonio cultural. entendido como todo aquello que socialmente se considera digno de conservacién independientemente de su inte~ rés utilitario. Por supuesto este concepto abar- ca también lo que cominmente se conoce como patrimonio natural. en la medida en que se trata de elementos y conjuntos naturales culturalmente seleccionados. E] patrimonio cultural es una invencién y tuna construccién social. Utilizo adrede y con- Juntamente estas dos expresiones, que frecuen- temente pensamos como contrapuestas, en la medida en que entiendo que. por lo menos en nuestro caso, se presentan en cambio como complementarias, formando parte de un mismo proceso, manteniendo una relacién necesaria, aunque se den también entre ellas situaciones de tensi6n, como veremos hacia el final del articulo, Asocio los procesos de invencion con la capacidad de generar discur- Lioreng Prats. Universidad de Barcelona Politica y Sociedad. 27 (1998), Madsid (pp. 63-76) ot sos sobre a realidad con visos de adquirir car- tas de naturaleza. y. por tanto. con el poder ino s6lo con el poder politico si como tal se entien- de exclusivamente el que deriva del estado). asocio la idea de construceién social con los procesos de legitimacién, es decir. de asimil cién social de estos discursos mils @ menos inalterados, Podriamos decir. pues. que ningu- na invencién adquicre autoridad hasta que ne se legitima como construccidn social y que ninguna construceidn social se produce espon- tineamente sin un discurso previo inventado (ya sea en sus elementos. en su composicidn yio en sus significados) por el poder. por lo menos. repito. por lo que al patrimonio cultu- ral se reficre: En la utilizacién social de la nocién de patrimonio cultural se produce una confusion recurrente (lo antiguo y lo modemo. el uso ¥ el desuso, Jo material y Jo inmaterial. el o1 nal y la copia. la museabilizacién de ta reali- dd y la desmuseabil izacidn del patrimonio. la fragmentaci6n disciplinaria y la globalidad de la experiencia....) que entiendo que se debe al hecho de que bajo esta denominacién englo- amos tres procesos distintos, aunque en algu- nos puntos complementarios, que obedecen a intereses igualmente distintos. aunque tam- bién en algunas ocasiones convergentes, de caricter. respectivamente. politico. econémi- co y cientifico, ‘Vayamos por partes. EI patrimonio cultural: criterios constituyentes y criterios concomitantes su acepcién contemporénea, y su proceso de construccién. no me parece distinto de otros procesos de represen- tacién y legitimacién simbélica de las ideolo- as. Buisicamente consiste en la legitimacin de unos referentes simbolicos a partir de unas fuentes de autoridad (de sacralidad si se les prefiere Hamar asf) extraculturales. esenciales, Yy.Por tanto, inmutables. Al confluir estas fuen- ies de sacralidad en elementos culturales (materiales 0 inmateriales) asociados con una determinada identidad y con unas determina: Llorene Prats das ideas y valores. esta identidad. las ideas y valores asociados a los elementos culturales que la representan. asi como el discurso que kt yuntaposicién de un conjunto de clementos de esta naturaleza genera (0 refuersa). adquicren asimismo un cardcter sacralizado y. aparente- mente. esencial ¢ inmutable. Todo esto se produce inicialmente con el romanticismo. Los fenémenos. formalmente asimilables que encontramos en otros petiodos de la historia (colecciones reales. gabinctes de curiosidades) 0 en otras eulturas. son radical- mente distintos en sus respectivos procesos de constitucién. asf como en su funeidn y signifi- cado. de lo que entendemos contemporinea- ‘mente como patrimonio cultural y no seria liei- to agruparlos so pena de pecar de presentismo y etnocentrismo. Los criterios de legitimaci6n extracultural fijados por el romanticismo son muy caracteristicos de este movimiento. a la ver que participan de un principio de univer salidad. Se trata de la naruraleza, la historia ¥ la genialidad hija de la inspiracién creativa Formalmente. cl romanticismo representa tuna reaceidn de sinrazén y desmesura frente @ la razén y a los ednones ilustrados. del indivi- duo contra el estado. del Hiberalismo contra el despotismo ilustrado. Como se ha dicho tam- bién. el romanticismo es la ideologia de la bur- guesia, y su glorificucién del individuo. no deja de serlo de la libre empresa. Por eso. estos motivos (naturaleza, historia. genialidad) son tan queridos a la estética y Is ideologia romin- tica: la naturaleza indémita, metéfora y reto a su vez para la libertad individual, la historia, los héroes y las grandes gestas legend gue los romanticos no slo cantaran. sino que en algunos casos tratarin de imitar. la inspi- racidn creativa. una nueva pereepeién del con- cepto de autor. la revindicacién de la imagina- cion y del genio frente a la imitacién y al academicismo caracteristicos de la ilustracién. Pero estos motives rominticos no pasarian de ser orientaciones estéticas si no fuera por su caracter extracultural, sacralizado. repito. si se quiere. Esto no tiene nada que ver especifica- mente con cl romanticismo. sino con princi- pios globales de la concepcién de la sociedad y la cultura. y se da, por tanto, en una perspec- tiva transcultural. La fuerza que detentan la naturaleza, la historia y la genialidad en orden a legitimar Ia realidad social proviene del hecho de que estan mas alla del orden social ¥ Pouities , El concepto de patrimonio cultural de sus texes, La naturaleza (idealmente la natu: raleza salvaje. no maleada por el hombre. sus fuerzas desatadas. sus peligros y misterios) escapa al control humano y revela la existencia de unos poderes que no se pliegan al orden social. La historia. el pasado (incluso el futuro} cen tanto que tiempo tuera del tiempo. escapa también @ nuestro control. esta también mis alld de nuestro presente cotidiano ‘el tnico tiempo que dominamos). poblado de hechos y personajes. magnificados en Ia oscuridad. que encarnan el bien y el mal, nuestras esperanzas y nuestros temores. mitificados en suma. y. por tamto. inalcanzables por nuestras leyes. pero. de ahi su influencia. unidos con nosotros por una dependencia unidireccional de filiacion que les convierte en nuestros ancestros. asf como 2 Jos testimonios de sus vidas ¥ sus tas, en nuestras teliquias. La genialidad repre- senta la excepcionalidad cultural. la individua- lidad que transciende. y por tanto transgrede. las reglas y capacidades culturales. que para el comatin de los mortales: hombres excep- cionales que desatian un orden social que se basa en la homogeneizacién de los individuos. ¥. por tanto. afirman la fuerza del individuo ‘mas alli de los limites culturales. Toda la fucr- za extracultural de estos elementos. que los sitda miis alld de los confines de la capacidad de la sociedad para controlarlos y sujetarlos. se puede atribuir a fuentes impersonales o a fuer- zas personales, en este tltimo caso podremos hablar con propiedad de la sacralidad de tales clementos, del control de los dioses sobre la naturaleza y sobre el tiempo. sobre la historia, que discurre por cauces trazados por cllos. aunque incomprensibles para nosotros (los «caminos del seiior»). sobre el futuro. que s6lo cellos conocen y pueden transformar. y sobre la Inspiracién y el genio. la gracia que ellos con- ceden (recordemos a las musas) a determina dos individuos. Son aspectos muy recurrentes {y conocidos por Ios antropélogos en los cuales no creo que sea necesario insistir mas. Diga- mos. en cualquier caso. que el origen divino 0 no de estas fuerzas no tiene una importancia sustantiva, lo que si es decisivo es su ubicacion mis allé de los limites de la cultura y de la capacidad de control social, porque s6lo lo que std fucra del aleance y por encima del orden y las reglas de nuestro mundo puede conferir un principio de autoridad absoluta a los elementos tocados por su fuerza. Pou! 65 Los criterios enunciados (Ja naturaleza. le historia y la genialidad) constituyen los lados de un tridngulo dentro del cual se integran todos los elementos potencialmente patrimo- nializables en el contexto de una dinsimica de inclusién ¥ exclusién considerablemeni da, Quiero decir con ello que cualquier cos (material 0 inmaterial) procedente de la natu- raleza. de la historia 0 de la genialidad se incluye dentro de los limites del tridngulo.y cualquier otra cosa que no tenga esta proce- dencia no. El contenido de este triingulo se constituye pues en un pool virtual de referen- tes simb6licos patrimoniales. Lo cual no qui re decir que todos sus elementos integren auto- miticamente patrimonios. sino que son Potencialmentepatrimonislizables. que es muy distinto. Para integrar patrimonios. o. mejor. repertorios patrimoniales. debcn ser detivados. como veremos mais adelante. Los criterios que detinen este trikingulo que delimita el pool patrimonial son a mi entender ‘muy firmes y estables y representan los verdi- deros criterios. constituyentes del patrimonio cultural No creo. como se apunta con frecuencia. que otros criterios. singularmente la pérdida de funcionalidad (Ia obsolescencia), la escasez. ¢ incluso la nobleza de determinados elementos. intcrvengan en la fijacién de lo que es 0 no es patrimonializable, Veamos. por ejemplo. las catedrales 0 los monastetios benedictinos. que siguen cumpliendo perfectamente sus funcio- nes digamos tradicionales y. sin embargo. constituyen ademas elementos patrimoniales de primer orden. Quizds lo que nos llama a engafio en este terreno es el hecho de que cual- quier elemento obsoleto. tarde 0 temprano seri hist6rico, y, por tanto, pasard a formar parte del pool, pero no por obsoleto. sino por histé- rico. Por este mismo camino podemos obscr- var como nos deshacemos de objetos obsoletos que atin no se han convertido en histéricos. aunque sean escasos. como. por ejemplo. los electrodomésticos anticuados (pero no ain antiguos) 0 nuestros viejos trajes. que dentro de unos afios pueden formar parte perfecta- mente de las colecciones de un museo de la indumentaria, La escasez. por otro lado. tam- Poco es un criterio auténomo. sino que depen- de. por una parte, de su pertinencia respecto a los criterios basicos enunciados (los cuadros de un mal aficionado, por ejemplo. son irrepe- ica

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