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SENTENCIA DEL 21 DE MARZO DE 2012, NÚM.

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Sentencia impugnada:Cámara Civil y Comercial de la Corte de Apelación de Santiago, del 2 de septiembre de


2008.

Materia:Civil.

Recurrente:Farmacia Buenos Aires, C. por A.

Abogado:Lic. Eber Rafael Blanco Martínez.

Recurrido:Henry Rafael Marcelo Cabrera.

Abogadas:Licdas. Mayra Torres y Lucía Santana Domínguez.

SALA CIVIL y COMERCIAL

Rechaza

Audiencia pública del 21 de marzo de 2012.

Preside: Julio César Castaños Guzmán.

Dios, Patria y Libertad

En Nombre de la República, la Sala Civil y Comercial de la Suprema Corte de Justicia, actuando como Corte de
Casación, ha dictado la sentencia siguiente:

Sobre el recurso de casación interpuesto por la razón social Farmacia Buenos Aires, C. por A., institución
comercial organizada de conformidad con las leyes de la República Dominicana, identificada mediante el RNC
núm. 1-02-33928-1, con su domicilio social establecido en la avenida Jacagua núm. 3, del sector Buenos Aires
de la ciudad de Santiago de los Caballeros, debidamente representada por su presidente - administrador José
Antonio Castillo, dominicano, mayor de edad, casado, portador de la cédula de identidad y electoral núm. 001-
0093908-1, domiciliado y residente en la ciudad, municipio y provincia de Santiago, contra la sentencia civil
núm. 00281/2008, dictada por la Cámara Civil y Comercial de la Corte de Apelación del Departamento Judicial
de Santiago el 2 de septiembre de 2008, cuyo dispositivo se copia más adelante;

Oído al alguacil de turno en la lectura del rol;

Oído en la lectura de sus conclusiones a la Licda. Lucía Santana Domínguez, por sí y por la Licda. Mayra
Torres, abogadas de la parte recurrida, Henry Rafael Marcelo Cabrera;

Oído el dictamen del Magistrado Procurador General de la República, el cual termina así: “Único: Que en el
caso de la especie, tal y como lo señala el segundo párrafo del artículo 11 de la Ley No. 3726, de fecha 29 del
mes de diciembre del año 1953, sobre Procedimiento de Casación, por tratarse de un asunto que no ha sido
objeto de comunicación al Ministerio Público por ante los Jueces del fondo, “Dejamos al criterio de la Suprema
Corte de Justicia, la solución del presente recurso de casación”;

Visto el memorial de casación depositado en la Secretaría General de la Suprema Corte de Justicia el 26 de


septiembre de 2008, suscrito por el Lic. Eber Rafael Blanco Martínez, abogado de la parte recurrente, Farmacia
Buenos Aires, C. por A., en el cual se invocan los medios de casación que se indican más adelante;

Visto el memorial de defensa depositado en la Secretaría General de la Suprema Corte de Justicia el 1ro. de
octubre de 2008, suscrito por las Licdas. Mayra Torres y Lucía Santana Domínguez, abogadas de la parte
recurrida, Henry Rafael Marcelo Cabrera;

Vistos, la Constitución de la República, los Tratados Internacionales de Derechos Humanos de los cuales la
República Dominicana es signataria, las decisiones dictadas en materia constitucional, las sentencias de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos; la Ley núm. 25 del 15 de octubre de 1991, modificada por la Ley núm.
156 del 10 de julio de 1997, y los artículos 1 y 65 de la Ley núm. 3726, sobre Procedimiento de Casación, de
fecha 29 de diciembre de 1953, modificada por la Ley núm. 491-08 de fecha 19 de diciembre de 2008;

Visto el auto dictado el 19 de marzo de 2012, por el magistrado Julio César Castaños Guzmán, Presidente de la
Sala Civil y Comercial de la Suprema Corte de Justicia, por medio del cual se llama a sí mismo y a los
magistrados Martha Olga García Santamaría, Víctor José Castellanos Estrella, José Alberto Cruceta Almánzar y
Francisco Antonio Jerez Mena, jueces de esta Sala Civil y Comercial, para integrar la misma en la deliberación
y fallo del recurso de casación de que se trata, de conformidad con la Ley núm. 926 del 21 de julio de 1935,
reformada por el artículo 2 de la Ley núm. 294 de fecha 20 de mayo de 1940;

La CORTE, en audiencia pública del 2 de diciembre de 2009, estando presentes los jueces Rafael Luciano
Pichardo, Presidente, Eglys Margarita Esmurdoc, Ana Rosa Bergés Dreyfous y José E. Hernández Machado,
asistidos de la secretaria, y después de haber deliberado los jueces signatarios de este fallo;

Considerando, que en la sentencia impugnada y en los documentos a que la misma se refiere consta que: a) con
motivo de una demanda en responsabilidad civil incoada por el señor Henry Rafael Marcelo Cabrera, contra la
Farmacia Buenos Aires, C. por A., la Tercera Sala de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera
Instancia del Distrito Judicial de Santiago, dictó en fecha 20 de marzo de 2007, la sentencia civil núm. 0613-07,
cuyo dispositivo, copiado textualmente, es el siguiente: “PRIMERO: En cuanto a la forma DECLARA buena y
válida la demanda en Responsabilidad Civil incoada por el señor HENRY RAFAEL MARCELO CABRERA
en contra de FARMACIA BUENOS AIRES, C. POR A., notificada por Acto No. 96 de fecha 24 de enero de
2006 del ministerial Rafael Mercado, por haber sido hecha conforme a las normas procesales que rigen la
materia; SEGUNDO: En cuanto al fondo, DECLARA a la FARMACIA BUENOS AIRES, RESPONSABLE de
los daños y perjuicios causados al señor HENRY RAFAEL MARCELO CABRERA por venderle medicamento
distinto al indicado en la receta médica y en consecuencia LE CONDENA a pagarle la suma de CIEN MIL
PESOS (RD$100,000.00), de indemnización; TERCERO: RECHAZA por improcedente y mal fundado la
condenación a intereses solicitada por el señor HENRY RAFAEL MARCELO CABRERA en contra de la
FARMACIA BUENOS AIRES; CUARTO: CONDENA a la FARMACIA BUENOS AIRES al pago de las
costas del procedimiento, con distracción en provecho de los Licenciados MAYRA TORRES y FERMÍN
ANTONIO RAMÍREZ, abogados que afirman estarlas avanzando”; b) que no conforme con dicha decisión,
mediante el acto núm. 296-2007 de fecha 2 de julio de 2007, instrumentado por el ministerial Gregorio Sena
Martínez, Alguacil de Estrados de la Segunda Sala, del Juzgado de Trabajo, del Juzgado de Primera Instancia
del Distrito Judicial de Santiago, la Farmacia Buenos Aires, C. por A., interpuso formal recurso de apelación
contra la sentencia antes descrita, por ante la Cámara Civil y Comercial de la Corte de Apelación del
Departamento Judicial de Santiago, que rindió el 2 de septiembre de 2008, la sentencia civil núm. 00281/2008,
hoy impugnada, cuyo dispositivo, copiado textualmente, es el siguiente: “PRIMERO: ACOGE, la solicitud de
exclusión de documentos presentada por la parte recurrida, por los motivos expuestos; SEGUNDO: ACOGE en
cuanto a la forma el recurso de apelación, interpuesto por la FARMACIA BUENOS AIRES, C. POR A., contra
la sentencia civil No. 0613-2007, dictada en fecha Veinte (20) de Septiembre del Dos Mil Siete (2007), por la
Tercera Sala de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia del Distrito Judicial de Santiago,
en provecho del señor HENRY RAFAEL MARCELO CABRERA, por haber sido incoado de acuerdo a las
formalidades y plazos procesales vigentes; TERCERO: RECHAZA, en cuanto al fondo, el recurso de apelación,
y en consecuencia confirma la sentencia recurrida en todas sus partes; CUARTO: CONDENA, a la parte
recurrente al pago de las costas del procedimiento, ordenando su distracción en provecho de las
LICENCIADAS MAYRA TORRES y LUCÍA SANTANA, quienes afirman estarlas avanzando en su mayor
parte”;

Considerando, que en su memorial, la recurrente propone contra la indicada sentencia, los siguientes medios de
casación: “Primer Medio: Violación artículo 36 Ley 834; Segundo Medio: Violación de los artículos 1341,
1343, 1832, 1834 del Código Civil Dominicano; Tercer Medio: Violación, varios artículos del Código de
Comercio; Cuarto Medio: Falta de base legal, ya que en dicha sentencia brillan la falta de motivos, ya que la
doctrina y la jurisprudencia constantemente señalan de manera clara, precisa y concisa, que el juez, en el cuerpo
de su sentencia, debe de motivar su sentencia, tanto en los hechos como en derecho”;

Considerando, que en el desarrollo de sus cuatro medios, reunidos para su estudio por haber sido así planteados
y por su estrecha vinculación, la recurrente alega, en síntesis, que en la sentencia impugnada se incurrió en
violación de lo dispuesto por los artículos 36 de la Ley 834, 1341, 1343, 1832, 1834 del Código Civil
Dominicano, y varios del Código de Comercio, y además, en falta de base legal, ya que la parte recurrida no ha
podido demostrar una factura de compra de medicamento a su favor, ni mucho menos que el mismo tenía un
privilegio de clientes preferidos de la hoy recurrente que justifique su pretensión; que se nota claramente que los
jueces de la corte a-qua, no valoraron las pruebas aportadas por el demandante como era su deber, ya que
admitió fotocopia del certificado médico como valedero y una caja de un medicamento como prueba legal; que
es descabellada la sentencia hoy recurrida en el mundo de la suposición que en derecho no existe, en nada
justificaría su dispositivo a la luz del derecho, toda vez que en la misma los jueces entienden que el juez de
primer grado actuó correctamente al sostener que el supuesto daño es RD$2,500.00 por concepto de
internamiento; que en adición, la corte a-qua no hizo suyos los documentos aportados por las partes en litis;
terminan las aseveraciones de la recurrente;

Considerando, que al respecto la corte a-qua estimó: “Que en primer grado fue conocida una acción en
responsabilidad civil por el hecho de otro, derivada de una confusión en la venta de un medicamento, hecho éste
que ha sido establecido tanto en el tribunal de primer grado, como por ésta Corte, con lo que se establece la
ocurrencia de la falta; que para una solución más directa al conflicto se pondera en primer término el aspecto
estructural de la sentencia toda vez que la parte recurrente alega que existe un divorcio descomunal entre los
motivos de dicha sentencia y la parte dispositiva; que en el expediente reposan dos envolturas una de la
medicina Flextrán y otra del medicamento Feltram, teniendo ambos etiqueta de la Farmacia Buenos Aires, de
donde se establece que la parte demandante adquirió los mismos en dicha farmacia; que no está en discusión
entre las partes que la parte recurrida no haya comprado el medicamento e inclusive que se haya producido el
error, lo que alega la misma es que ese medicamento no produjo los efectos que alega la parte recurrente,
situación esta que pierde su fundamento con la factura de internamiento depositada por ésta tanto en primera
instancia como en este tribunal de alzada, de donde se estable no solamente la falta, sino la causalidad entre la
falta y el hecho; que en la especie, establecida la falta, los daños o perjuicios ocasionados así como la relación
de causa a efecto entre uno y otro, lo que se debe ponderar es la magnitud de los daños materiales y morales
sufridos por la parte recurrida, que al haberse establecido que producto de la falta la parte recurrida, tuvo que
ser internada, con lo que sufrió dolores y malestares, producto de una intoxicación, procede en la especie
rechazar el recurso de apelación que nos ocupa y confirmar en todas sus partes la sentencia recurrida, por haber
sido justo y razonable el monto de la indemnización otorgada por la juez a-qua”;

Considerando, que de los documentos que conforman el expediente, en especial de la sentencia impugnada, se
constata lo siguiente: a) que el Dr. José de Jesús Jiménez Almonte, del Hospital Periférico del Ensanche
Libertad de la Secretaría de Estado de Salud Pública y Asistencia Social, recetó a Henry Cabrera el
medicamento Flextrán, un antiinflamatorio, para ingerir una pastilla cada doce horas; b) que la Farmacia
Buenos Aires, C. por A. vendió tanto el medicamento denominado Feltram como el Flextrán, según impresión
de etiqueta adherida a las cajas de los mismos; c) que en fecha 3 de enero de 2006, el hoy recurrido tuvo que ser
ingresado por emergencia en la Clínica Guzmán, y medicado a causa de “Intoxicación medicamentosa,
sintiendo mucho dolor en el cuello, cuello rígido y presión hacia el lado derecho, según consta en el récord de
enfermería de dicha clínica, donde pagó la suma de RD$2,500.00 por internamiento, según recibo de pago; d)
que la Dra. Carmen Veras Guillén certifica haber examinado a Henry Cabrera, quien llegó a emergencia
presentando dolor, rigidez de nuca, hiperactividad e intranquilidad, ingresado para seguimiento de signos y
síntomas presentados luego de ingesta de medicamento, según certificado médico de fecha 4 de enero de 2006;
e) que mediante acto núm. 96, de fecha 24 de enero de 2006 notificado por el ministerial Rafael Mercado, el
señor Henry Rafael Marcelo Cabrera demandó en responsabilidad civil a la farmacia descrita anteriormente, f)
que producto de dicha demanda, el tribunal de primer grado acogió la misma, y que siendo apelada por la citada
farmacia fue dictada la sentencia hoy impugnada en casación;

Considerando, que del examen minucioso de los documentos que conforman el expediente, en especial de la
decisión cuya casación se persigue, esta Suprema Corte de Justicia, como Corte de Casación, ha podido
verificar que por ante los jueces del fondo fueron debidamente examinados los hechos de la presente causa,
habiéndose comprobado la existencia de la falta de la farmacia hoy recurrente y demandada original que radica
en la venta de un medicamento por otro, es decir, Feltram por Flextrán; también fueron probados los daños
consistentes en la intoxicación medicamentosa que sufrió el hoy recurrido por la cual fue ingresado para
seguimiento y tratamiento al respecto, y, por último, el vínculo de causalidad entre la falta y el daño que reside
en que producto de la ingesta del medicamento erróneo fue que el recurrido experimentó la indicada
intoxicación;

Considerando, que, las comprobaciones hechas por la corte a-qua en la sentencia objetada, referidas
precedentemente, son correctas y valederas en buen derecho, por cuanto se inscriben plenamente en el poder
soberano de apreciación que les acuerda la ley a los jueces del orden judicial, siempre que su decisión no viole
la ley, ni constituya un atentado al debido proceso; que, en la especie, el rechazamiento del recurso interpuesto
por el ahora recurrente, descansa, como se ha visto, en comprobaciones y razones de hecho debidamente
sopesadas por la jurisdicción a-qua, las cuales escapan al control casacional, por no haberlas desnaturalizado ni
conllevar dicha decisión ninguna falta de base legal, como erróneamente aduce la recurrente; que, por lo tanto,
los medios examinados carecen de fundamento y deben ser desestimados y con ello el recurso de casación de
que se trata.

Por tales motivos, Primero: Rechaza el recurso de casación interpuesto por Farmacia Buenos Aires, C. por A.,
contra la sentencia civil núm. 00281/2008 de fecha 2 de septiembre de 2008, dictada por la Cámara Civil y
Comercial de la Corte de Apelación del Departamento Judicial de Santiago, cuyo dispositivo se ha copiado en
parte anterior del presente fallo; Segundo: Condena a la parte recurrente al pago de las costas procesales, con
distracción de las mismas en favor de las Licdas. Mayra Torres y Lucía Santana Domínguez, abogadas del
recurrido, quienes afirman avanzarlas en su mayor parte.

Así ha sido hecho y juzgado por la Sala Civil y Comercial de la Suprema Corte de Justicia, y la sentencia
pronunciada por la misma en su audiencia pública del 21 de marzo de 2012, años 169º de la Independencia y
149º de la Restauración.

Firmado: Julio César Castaños Guzmán, Martha Olga García Santamaría, Víctor José Castellanos Estrella, José
Alberto Cruceta Almanzar y Francisco Antonio Jerez Mena. Grimilda Acosta, Secretaria General.

La presente sentencia ha sido dada, firmada y pronunciada por los señores Jueces que figuran al pie, en la
audiencia pública del día, mes y año en ella expresados, y fue firmada, leída y publicada por mí, Secretaria
General, que certifico.

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