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Luis Zuñiga

Capitalismo neoliberal: ¿cómo situamos los cuidados?

1. La división del trabajo social desde la edad moderna y en consecuencia la


industrialización, desplazó la fuente de trabajo de los campesinos hacia las urbes, proceso
que remarcó la diferencia entre la esfera pública y privada. La idiosincrasia de la época
propició la formalización de la división de los géneros por los ámbitos. Argumentos médicos
que definían el comportamiento de las mujeres como emocional y afectivo, la formulación
de estereotipos y la subordinación normativa de las constituciones moderna, concluyeron en
estructurar la definición del campo de acción de ambos géneros. En este caso, el mundo
privado fue el espacio de limitación y subordinación de las mujeres. Siendo un espacio donde
se ejercen los cuidados (alimentación, educación moral, higienización, etc.), y la mantención
domestica (no administración, pues el patriarca es el propietario). (Barbieri, 1991).

El capitalismo neoliberal para Carrasco (2021), se ha escrito desde una visión


androcéntrica de la economía, la cual invisibiliza el trabajo no remunerado de las mujeres.
La perspectiva de género de la economía desvela al cuidado como elemento fundamental en
la reproducción de la fuerza de trabajo, este es un esfuerzo que se reparte desigualmente
según la raza, clase social y género. En este caso, son las mujeres indígenas o afro, pobres,
quienes cargan el mayor peso del trabajo doméstico. El trabajo de cuidados entonces se
encargará de la maduración del ser humano hasta que esté disponible para trabajar, siendo
trabajo gratuito que beneficia al sistema. Esta visión prima al mercado por sobre los
individuos, por sobre las mujeres, las cuales deben adaptarse a las fluctuaciones del mercado
y el capital, limitando el desarrollo de sus potencialidades en el trabajo, pues no existe una
división real del trabajo en la esfera pública y privada para ellas. Barbieri (1991) reflexiona
sobre la superficialidad de esta división. Por un lado, el trabajo asalariado implica desatender
necesidades domésticas, labores que deben ser delegadas a sus cercanos o necesariamente
atendidas, interrumpiendo su trabajo (esto ocurre en familias que no tienen acceso a servicios
sociales) y limitando su presencia sindical. Por otro, el trabajo doméstico debe adaptarse a
los ritmos de las organizaciones vinculadas a la cotidianeidad, debiendo distribuir su tiempo
de acuerdo con el horario del comercio, escuelas, trabajo (de los integrantes hogareños) y
servicios públicos y privados.

La injusta organización social de los cuidados: El caso chileno

2. La desigualdad de cuidados en el caso de las pensiones, no es solo la desigualdad


de género, pues la igualdad no acabaría con la precariedad de las pensiones, siendo la mayoría
bajo el sueldo mínimo. En este caso, queda superficial el análisis de desigualdad de
Arriagada, pues, no es solo un problema de distribución por género de pensiones, otorgadas
por Dipreca o AFP, sino en la discriminación de la capacidad laboral de las mujeres. Las
mayores brechas de desigualdad de género se encuentran en los pensionados de DIPRECA,
siendo un monto promedio de jubilación de 1 millón para hombres y 587.000 para las mujeres
(Arriagada, 2021, 1:08:40). Esto se explica en la reducida inserción laboral femenina para
los altos cargos de las fuerzas de orden. Para el caso de Carabineros, 3 de los 40 altos mandos
son integrados por mujeres (Carabineros, 2021). Para la PDI, solo un alto mando es integrado
por una mujer de los 33 puestos (PDI, 2021). Entonces, la discriminación no es
exclusivamente por pensión, sino laboral. Sin embargo, los cambios necesarios no bastarían
con el reformismo de género, visión que contempla la intocabilidad de los hombres, limitando
el cambio exigido solo a nivel institucional (Lagarde, 1996), sino uno cultural. Para que
posean oportunidades de desarrollar sus potencialidades, el cambio cultural debe ser tanto
del ámbito público y privado. Este cambio debe venir en la abolición de los pensamientos
que reproducen roles de género y no solo en la "corresponsabilidad" que Irma Arriagada
plantea. Barbieri (1991) considera que parte de la exclusión se debe por el ejercicio de
autoridad del cónyuge u otros parientes masculinos, siendo en este caso, un rol masculino de
patrón de la propiedad doméstica que la mujer debe administrar.

Si bien, pueden ser en parte superficiales las recomendaciones de Irma Arriagada, el


plano cultural es un ámbito de costumbres, cuestión que es un proceso largo, debiendo
modificarse la reproducción de roles y deconstrucción respecto a esas asignaciones, por ende,
el plano institucional es la forma más rápida de auxiliar a las mujeres, sobre todo en esta
época de crisis en que se hace aún más necesaria la repartición de los cuidados que bien
remarca la CEM, pues el cierre de los servicios sociales ha aumentado la brecha; las mujeres
deben invertir una mayor cantidad de tiempo en cuidados. Siguiendo con esta línea, las
políticas públicas debiesen otorgar mayor importancia en sus programas en la cuestión
femenina.

3. La vía comprensivita que caracteriza a la sociología, podría ser utilizada para la


investigación sobre la percepción de las mujeres frente al cuidado, ahondando en las
relaciones de trabajo domésticas y de cuidado, y su externalización ¿Genera confianza, por
ejemplo, delegar los cuidados de un/a niño/a a un cuidador externo? ¿Qué calidad le asigna
al servicio de cuidados Estatal y privado? ¿Cómo las mujeres intentan repartir el trabajo de
cuidados con su pareja?

Referencias:
Carrasco, C. (2021, 29 de abril). Capitalismo neoliberal: ¿cómo situamos los cuidados?
[Ponencia]. Las tramas del cuidado en la nueva Constitución.
https://www.youtube.com/watch?v=A-peGPtrbts&t=3812s
Arriagada, I. (2021, 13 de mayo). La injusta organización social de los cuidados. El caso
chileno [Ponencia]. Las tramas del cuidado en la nueva Constitución.
https://www.youtube.com/watch?v=zaNvGgsu-d0

De Barbieri, M. (1991). Los ámbitos de acción de las mujeres. Revista Mexicana De


Sociología, 53(1), 203-224. https://doi.org/10.2307/3540834

Lagarde, M. (1996). El género. Género y feminismo. Desarrollo humano y democracia, Ed.


horas y HORAS, España. (pp. 13-38).

Carabineros de Chile. (2021). Alto Mando.


https://www.carabineros.cl/secciones/altoMando/

Policía de Investigaciones. (2021). Alto Mando. https://pdichile.cl/docs/default-


source/pdf/alto_mando_27_04.pdf?sfvrsn=42e63de3_2

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