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34 | IDEAS & DEBATES

REFLEXIONES SOBRE
EL GIGANTE FRAGMENTADO
¿Qué clase obrera dejó el kirchnerismo? ¿Los muchachos son peronistas? ¿Estamos como en los
noventa? ¿Hay una nueva generación de trabajadores? ¿Existe la solidaridad obrera? ¿Qué es
lo que se considera justo? ¿Hay identificación de clase o ganó la meritocracia? Especialistas en
estudios del trabajo y los sindicatos nos dan su opinión sobre el libro El gigante fragmentado.
Sindicatos, trabajadores y política durante el kirchnerismo, coordinado por Paula Varela y que
cuenta con artículos de Mariela Cambiasso, Rodolfo Elbert, Julieta Longo, Clara Marticorena,
Juliana Tonani y Débora Vassallo.
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DISCIPLINAMIENTO FABRIL
Y ESTRATEGIAS DE ACCIÓN
COLECTIVA
Patricia Alejandra Collado
Socióloga, UNCuyo.

Numerosos interrogantes acerca de los han constituido la agenda de nuestro campo en su conformación “interna” y “hacia fuera”.
grandes cambios que han padecido los tra- de estudios como la revitalización sindical, la Ambas perspectivas reactualizan estudios clá-
bajadores/as industriales respecto a la inten- disciplina fabril, las tradiciones políticas y mi- sicos sobre sindicalismo en una nueva clave
sificación de su trabajo y el aumento de los litantes, los modos de legitimación de las de- de interpretación. La primera se detiene a in-
mecanismos disciplinarios que los sostienen mandas obreras, las experiencias innovadoras dagar las formas que en que las tradiciones
se relacionan con la forma en que las empre- de organización de base en el lugar de trabajo ideológicas-políticas-partidarias operan en la
sas construyeron el denominado “consenso y el “rearmado” de la solidaridad, entre otras gestación de grupos y en el clivaje de las co-
de fábrica”. O más ajustadamente el proble- cuestiones importantes. rrientes sindicales. Fundamentalmente inte-
ma es, para los que se preocupan por el dete- A fin de comprender cómo se configura la resan aquí las formas en que las tradiciones
rioro flagrante de las condiciones y relaciones participación y conformación del colectivo “operan” en la visión acerca de la definición
laborales, desentrañar los modos que impu- de trabajo las investigaciones complejizan el de sí que elabora cada grupo, de la percep-
sieron e imponen mayores ritmos de trabajo, análisis acerca de las posibilidades de la orga- ción sobre los “otros” y de los objetivos que
aumentan las exigencias de enriquecimiento nización sindical de base a partir de las inno- puede alcanzar la organización sindical (para
de tareas, se suman múltiples usos de las ca- vaciones en los disciplinamientos de fábrica. qué existe). Este acercamiento acepta la he-
pacidades del trabajador/a y exacerban con- En los casos tomados las empresas se apoyan terogeneidad del colectivo de trabajadores
troles. En suma, la cuestión parece dirigirse en el sindicalismo “tradicional” para lograr y rehúye la simplificación que asume la di-
a desentrañar el incremento de la producti- “consenso”. El trabajo en pinzas que conju- cotomía “izquierda” y “derecha” a fin de dar
vidad humana a marchas forzadas en el si- gan empresa-sindicato en la imposición de cuenta de la politicidad de los trabajadores.
glo XXI. una cultura empresarial de nuevo cuño, se En este caso, las clasificaciones sugeridas por
Entrar a la cuestión sindical por la vía de asienta en el borramiento de las experiencias los investigadores se alinean en torno a los
las condiciones y condicionamientos del tra- de lucha y organización de la clase. De es- sentidos que asume el conflicto laboral, la po-
bajo resulta no sólo provechoso sino también te modo, la labor de los sindicatos patronales lítica y la militancia.
innovador, en relación a valorar cómo recu- sobre los trabajadores se presenta como mar- El segundo acercamiento describe experien-
saron, se opusieron y organizaron los traba- co para comprender los procesos de docili- cias que asumen la importancia de la “exten-
jadores frente a la embestida del capital. A la zación del colectivo de trabajo y los cambios sión de la solidaridad”. Para ello vuelven su
vez, colabora a reflexionar acerca de los már- que las organizaciones sindicales protagoni- mirada a la rearticulación barrio-fábrica, en la
genes que constriñen la organización de la zan a fin de canalizar las demandas laborales constatación de prácticas concretas que arti-
clase obrera, la innovación organizacional y sin producir desbordes, minimizando el con- culan intereses de trabajadores en lucha con
la conflictividad laboral a la hora de sostener flicto. Así, la confrontación y acción colectiva el territorio de anclaje de la fábrica y con otros
y legitimar demandas. Un desafío por demás obrera basista encuentran uno de sus límites colectivos de trabajadores, precarizados, infor-
relevante para comprender e interpretar la si- mayores en el mismo sindicato, brazo férreo malizados en busca de un horizonte común y
tuación de los obreros industriales hoy y un en la concreción del control laboral. del fortalecimiento del accionar de las organi-
importante reto para los intelectuales-inves- En paralelo, se describen en otras experien- zaciones sindicales en ciclos de conflicto.
tigadores-militantes comprometidos con los/ cias de vida fabril los modos de percepción En este periplo de investigación los autores
as trabajadores. que elaboran los trabajadores sobre la legiti- evocan la reflexión situada de las experien-
En este contexto, las investigaciones que midad/ilegitimidad de la explotación: hasta cias tanto como la construcción de un marco
coordina Paula Varela tratan las experiencias dónde las exigencias laborales son permitidas teórico que aporte sentido a las mismas. Es
de participación sindical de trabajadores in- y acordadas y sobre qué límites se constitu- por ello que adquiere importancia la pregun-
dustriales de la zona norte del conurbano bo- ye lo ilegítimo. Esto último pone a prueba la ta acerca de las estrategias políticas del sindi-
naerense, en la emergencia de un remozado consideración del desgaste de la fuerza de tra- calismo, más allá de la re-emergencia sindical
“sindicalismo de base”. Cada uno de los apor- bajo en relación a franquear la frontera de lo de base que acontece en nuestro país post
tes que integran el trabajo colectivo nos brin- soportable o, como indican los mismos tra- 2003. El para qué de la herramienta organi-
dan pistas para desentrañar la segmentación bajadores, la posibilidad de “romperse” en y zacional en función de los intereses de los tra-
de intereses, las potencialidades y/o debilida- por el trabajo. En este filo delgado que po- bajadores se enfrenta a la discusión sobre la
des de las organizaciones emergentes en el ne en riesgo tangible la propia integridad de “revitalización sindical” per se, para confron-
período y la renovación de demandas de un la fuerza laboral, se constituye la emergencia tar las limitaciones explicativas y prácticas
movimiento obrero que hasta ahora aparece de una demanda legítima, último recurso que que vienen del institucionalismo tanto co-
como “gigante fragmentado”. Un conjunto de sostiene la viabilidad y legitimidad de la ac- mo de la corriente del sindicalismo de movi-
siete artículos van desbrozando un posicio- ción colectiva. miento social. Un sindicalismo para qué, para
namiento claro en torno al análisis del movi- Otra vía de ingreso a la vida organizacional- quién, con qué programa es la pregunta cen-
miento obrero fabril bonaerense y conforman política de los trabajadores interesa en fun- tral que intentan devolver los investigadores
una pintura de esta porción de los trabajado- ción del rearme de los lazos de solidaridad. a la experiencia emergente de la disrupción
res a partir del abordaje de tópicos clave que Y estos son explorados en dos dimensiones: de las bases.
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Mirando la recomposición
desde abajo

Adrián Piva
Sociólogo, UBA-UNQui.

Como señala Paula Varela en la introduc- los lugares de trabajo, del de Cambiasso so- obrero, el sindicalismo de servicios ve agu-
ción al libro, la mayor parte de los estudios bre las estrategias de la dirección del sindica- dizada la contradicción entre el desarrollo
sobre revitalización y/o recomposición sin- to de la alimentación frente a la emergencia de las funciones sindicales tradicionales, que
dical realizados en Argentina en los últimos de una oposición de izquierda y del de Mar- involucran la expresión de demandas obre-
15 años se han ceñido a perspectivas macro ticorena y Vassallo sobre el singular caso del ras, y una estrategia fundada en la reproduc-
institucionales o han restringido su alcance a sindicato químico de Pilar, en el que el proce- ción de la fragmentación de la clase obrera.
la especificidad del caso. Si los primeros ten- so de organización en los lugares de trabajo Sus estrategias frente a la emergencia de un
dieron a invisibilizar los procesos microsocia- es impulsado por una dirección que se define sindicalismo de base en los casos analizados
les, muchos de ellos cotidianos, a través de como peronista, parte de la cual incluso inte- debe comprenderse en este marco. A su vez,
los que la organización sindical se produce y gró la vieja dirección del sindicato. También los procesos de revitalización sindical que
reproduce, los segundos han limitado sus po- ocupa un lugar central en el estudio de Elbert pueden observarse en el desarrollo del sindi-
sibilidades de realizar aportes que trascendie- sobre las estrategias desarrolladas por comi- calismo de base son resultado de estrategias
ran su singularidad. Este libro es una apuesta siones internas de la zona norte del conurba- configuradas a partir de la experiencia de re-
por romper con esa alternativa. Intenta una no bonaerense para superar la fragmentación sistencia de ocupados y desocupados desde
aproximación a dichos procesos de revitali- entre formales y precarios. Y la disputa de es- mediados de los años ‘90 y, especialmente,
zación/recomposición a partir de un conjun- trategias en el seno del movimiento obrero es en la crisis de 2001.
to de estudios de caso, pero a través de un el marco en el que se desarrollan y ponen en Entre las desventajas de una noción tal de
ejercicio comparativo que permita formular juego diversas tradiciones, las que analizan estrategia se extraña un mayor espacio para la
hipótesis sobre ciertas características genera- Cambiasso, Longo y Tonani, y formas de sub- contrastación entre el propósito más o menos
les del proceso. Los casos seleccionados tie- jetividad y conciencia obreras, tema del artí- consciente de las estrategias en disputa y las
nen dos rasgos en común: hacen del lugar de culo de Longo. trayectorias estratégicas mayormente incons-
trabajo el ámbito privilegiado de observación Pero estrategia es un término polisémico. A cientes que resultan de los enfrentamientos
y refieren a experiencias de “sindicalismo de lo largo del libro los diversos trabajos parecen en los casos analizados. Pero esta dimensión
base”, experiencias que han estado en el cen- priorizar una noción de estrategia que enfati- tampoco se encuentra totalmente ausente.
tro del debate sobre revitalización sindical za la dimensión de una acción colectiva con Especialmente en el artículo de Marticorena
post crisis de 2001. El conjunto de los traba- propósito por sobre el delineamiento de una y Vassallo sobre los químicos de Pilar la la-
jos observa los diferentes casos analizados a trayectoria estratégica mayormente incons- bor de organización de las bases, la respuesta
partir de tres preguntas centrales: ¿cuáles son ciente como resultado de las luchas. Ello tie- a una situación de conflictividad que se ex-
las estrategias que despliegan las direcciones ne ventajas y desventajas. tiende en la zona norte y que afecta al parque
sindicales frente a las experiencias de “sindi- Entre las ventajas podemos contar el modo industrial de Pilar, las tensiones y finalmen-
calismo de base” en los lugares de trabajo? en que Paula Varela recupera a Trotsky y al te la ruptura con la vieja dirección, la trans-
¿Cómo inciden las “tradiciones” de los tra- “sindicalismo radical” inglés. El sindicalismo formación de las relaciones con la patronal y
bajadores en la génesis y el desarrollo de esas de movimiento social, nos dice Varela, subte- las continuidades en las relaciones con las ba-
experiencias?, y ¿cómo van conformándose matiza la relación entre sindicatos y Estado ses, todo ello emerge con mayor claridad co-
a través de la lucha y la organización de los y otorga centralidad a dimensiones organi- mo resultado de prácticas poco reflexionadas
trabajadores creencias y sentimientos acerca zativas y procedimentales cuando discute los y puede observarse mejor en la dinámica de
de lo justo y lo injusto y de los horizontes de procesos de burocratización y el problema un plenario que en las palabras de los dele-
lo posible? de la democracia interna. Pero las tenden- gados. El proceso completo parece expresar
A lo largo de los trabajos que componen cias a la burocratización no pueden desli- más una trayectoria estratégica mayormente
el libro se puede observar que una serie de garse de los procesos de integración de los inconsciente que el resultado de una acción
conceptos ocupa un lugar especialmente im- sindicatos por el Estado. Del mismo modo, colectiva con propósitos definidos.
portante en el análisis. Entre ellos queremos el desarrollo de un sindicalismo de servicios Algo similar ocurre con la noción de “tra-
recuperar aquí dos: el de estrategia y el de es incomprensible sin apelar a la estrategia diciones”. Su recuperación como dimensión
tradiciones. de reconfiguración de los mecanismos de explicativa de la articulación de las prácticas
La cuestión de las estrategias se transforma control sobre las bases y de la relación con sindicales permite analizar cómo las estra-
de facto en el nudo central del libro. Se en- el Estado que desarrollaron las direcciones tegias en disputa se encuentran enraizadas
cuentra en el centro de la polémica que Pau- sindicales en contextos de debilitamiento y en prácticas cotidianas. A su vez, especial-
la Varela lleva adelante con las corrientes fragmentación de la clase obrera. Un análisis mente en el trabajo de Cambiasso, Longo y
institucionalistas y con las perspectivas más de este tipo restituye el vínculo entre estra- Tonani, se observa cómo las tradiciones del
claramente ligadas al paradigma de la revita- tegia política y prácticas sindicales e inscribe peronismo y la izquierda entran en juegos
lización, las del sindicalismo de movimiento las tendencias a la recomposición y revita- de tensión y transacción/combinación como
social. Es el tema principal de los trabajos de lización sindical post 2001 en una disputa resultado de los procesos de disputa en los
Varela y Vassallo sobre la estrategia del SMA- de estrategias. En un contexto de expan- lugares de trabajo. Sin embargo, en la me-
TA de control y construcción de consenso en sión del empleo y de retorno del conflicto dida que las tradiciones son identificadas a
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través del discurso de delegados y activis- ese sentido cabe preguntarse si la desidentifi- En definitiva, tanto por las respuestas que brin-
tas vuelve a tener un mayor peso su dimen- cación respecto del peronismo que los traba- da como por los debates y preguntas que suscita
sión como sistema de creencias mayormente jos constatan entre los obreros más jóvenes se trata de un aporte significativo a la com-
conscientes en detrimento de su carácter de tiene su correlato o no en transformaciones prensión de las transformaciones y la recom-
disposiciones actualizadas en la práctica y significativas del nivel de las disposiciones y posición de la acción y la organización de la
de existencia mayormente inconsciente. En prácticas. clase obrera argentina en la actualidad.

SINDICALISMO, PERONISMO
E IZQUIERDA

Julieta Haidar
Politóloga, UNR.

A propósito de la revitalización sindical y los trabajadores y la verticalidad sindical; la prácticas, sentidos y potencialidades de la
siguiendo el enfoque del “radical political burocratización de delegados de la alimenta- orientación política de comisiones internas
unionism”, El gigante fragmentado realiza ción fieles a la conducción y la presencia de de izquierda. Sin embargo, se echa de menos el
una propuesta teórica y política clara: resti- otros combativos y de izquierda, que luchan análisis de casos auto-definidos como clasistas,
tuir la relación entre estrategia política y re- junto con las bases. a fin de dar densidad a la perspectiva pro-
vitalización sindical, bajo el supuesto de que Entre los datos que van en contra de los es- puesta en el libro.
los sindicatos son agentes estratégicos. tereotipos aparece que los sindicatos buro- En otro orden, los capítulos que hacen una
De gran interés, junto con esta perspectiva cráticos tienen gran presencia de delegados entrada a los casos desde los debates teóri-
es posible replicar en el caso argentino la crí- en fábrica, que los dirigentes peronistas acti- cos son de inmensa utilidad para definir y re-
tica que aquella recibiera: su carácter margi- van la participación de las bases y que luchan pensar dos categorías que suelen utilizarse sin
nal. Si bien Paula Varela señala los errores y por sus reivindicaciones, como en el sindica- mayor precisión, la de tradición política y la
las diferencias teóricas y políticas que man- to químico de Pilar. En este caso las autoras de justicia.
tiene con las miradas estatalistas y movi- denuncian la lógica mercantil del gremio (que Sin desdeñar cierto romanticismo sobre los
mentistas sobre la revitalización sindical en se expresaría en la prestación de servicios o valores que serían propios de la izquierda, las
Argentina, nada de ello niega que las mismas en el uso del término “afiliados”) y la restric- autoras adhieren a una concepción de la tra-
sean epistemológicamente apropiadas pa- ción de su acción a los límites de la legalidad dición política que es dinámica y con sentidos
ra estudiar los fenómenos que, por lo demás, industrial, que consiste en “luchar sólo por lo en disputa, lo que les permite concluir que la
aparecen como preeminentes en el kirchne- que corresponde” (salarios, ropa de trabajo, dicotomía peronismo-izquierda aparece ten-
rismo (el fortalecimiento del sindicalismo de condiciones de seguridad). sionada, y que los delegados resuelven las de-
servicios), o durante la crisis del sindicalismo Según se deduce del texto, ésta sería una mandas de los trabajadores a través de un
tradicional (la vinculación y/o subordinación manifestación del sindicalismo peronista tra- complejo entramado donde se funden los ras-
de los sindicatos a los movimientos sociales). dicional que defiende con éxito los derechos gos de ambas tradiciones. Es por eso que, a la
En este orden, el restringido término “radical de los trabajadores, sin trascender los límites hora de pensar las estrategias, lejos de ocupar
political unionism” con los atributos asigna- del reformismo. La pregunta que esta postal el lugar de determinaciones identitarias cua-
dos no parece apropiado para estudiar tales reinstala es: ¿a través de qué prácticas se ex- si-ontológicas, las tradiciones políticas se ar-
experiencias. presa un horizonte que lo trascienda, uno ali- ticulan con dimensiones más pedestres como
Delimitado el objeto de análisis, no obstan- neado con el “radical political unionism”? la pertenencia generacional o la competencia
te, el libro funciona y es coherente; no se trata Tal como aparecen en los estudios de caso, inter-intra sindical.
de una compilación ecléctica de artículos in- las prácticas de los delegados cercanos a ese Por su parte, las discusiones en torno a la cons-
dividuales, sino de un producto colectivo con concepto consisten en luchar por reivindica- trucción de los sentidos de injusticia y la ac-
un vasto trabajo de campo, interrogantes, me- ciones (que se acercan bastante a “lo que co- ción frente a la misma, retrotrae a un dato tan
todologías y perspectivas compartidas. El tex- rresponde”) cuando la burocracia no lo hace, fundamental como invisibilizado por las esta-
to –para bien o para mal– no tiene fisuras. y/o en reclamar por una mayor democracia dísticas: que bajo el kirchnerismo aumentó el
Los estudios de caso tratan un amplio aba- interna, que, cuando se logra, es más porque empleo pero más lo hizo la productividad, que
nico de problemas, entre los que prima la opera el principio liberal de competencia in- ello se asentó en la sobre-explotación de los
siempre atractiva reflexión en torno al par de- ter e intra sindical que por una construcción trabajadores a través de la extensión de la jor-
mocracia-burocracia sindical. Aquí se constru- contra-hegemónica. nada laboral y la intensificación de los ritmos
yen datos que confirman ciertos estereotipos, Que esas prácticas tienen otros sentidos de trabajo; y que las condiciones de trabajo
otros que contribuyen a romperlos, y algunas que los otorgados por el sindicalismo tra- se degradaron por el aumento de la flexibi-
apreciaciones que, por momentos, están teñi- dicional peronista quedará más claro cuan- lidad, todo lo cual redundó en un incremen-
das por la incomodidad que parece generar do se discutan más adelante las tradiciones to de las enfermedades laborales. El lugar de
a las autoras ese panorama complejo y a-li- políticas. En la misma dirección, el trabajo trabajo es identificado así como locus exclu-
neal. Entre los primeros se ubica la compli- sobre las solidaridades entre fábricas y ba- yente donde se juegan los sentidos y los con-
cidad del SMATA en el disciplinamiento de rrio tiene la virtud de volver observables flictos por las condiciones de trabajo, y donde »
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se cristalizan las contradicciones o limi- es un factor fundamental para explicar el sin-


taciones del gobierno kirchnerista, en dicalismo de base.
perspectiva histórica. Bajo este vector, el desembarco del macrismo
A lo largo del libro aparece la referen- presenta un buen contrapunto para pensar las
cia al kirchnerismo, pero por lo general estrategias de cuerpos de delegados combati-
como un telón de fondo, sin profundi- vos, que en la dinámica contemporánea están
zar en las implicancias que tuvo, no só- orientados a medidas más radicales como las
lo sobre lo que habitualmente se llama tomas de fábrica, cuando lo que está en dis-
las “condiciones” en que se produce puta no son las condiciones de trabajo sino la
la lucha, sino en las propias prácticas, propia supervivencia de los puestos, y cuando
sentidos y orientaciones políticas, en el gobierno descarga su fuerza represiva.
este caso, de direcciones y delegados Por suerte, El gigante fragmentado, aún ro-
sindicales, más aún siendo que, como busto y coherente, deja intersticios para seguir
se menciona en un pie de página, la pensando viejos y nuevos problemas sobre ese
ausencia de experiencias de derrotas sujeto, siempre de pie, que es el sindicalismo.

LA POLÍTICA EN LOS
SINDICATOS Y EL DEBATE
DE ESTRATEGIAS
Paula Varela
Politóloga, UBA.

Debatir hoy sobre cuál es el estado de la re- con hegemonías desde las urnas y los que se de los noventa e inicios de 2000), y el man-
lación entre sindicatos, trabajadores y política desconciertan por el rápido derrumbe. Po- tenimiento de las condiciones de explotación
en Argentina parece doblemente importante. dríamos decir que es una coincidencia epis- de la década del noventa (es decir, lo que
En primer lugar, porque la numerología elec- temológica: el desdén por la lucha de clases, llamamos usualmente precarización labo-
toral del último 13 de agosto abrió la puerta a por analizar las relaciones entre sus resulta- ral, tanto en el proceso de trabajo como en
discusiones sobre “nuevas hegemonías” en las dos parciales y los armados institucionales. la fragmentación del colectivo de clase). Un
que la clase obrera, sus avances y retrocesos, Ese desdén es uno de los principales objetos resumen lapidario de esta particularidad es
su nivel de organización y sus potencialida- de crítica que tiene El gigante fragmentado. el vocablo “rotos”, forma en que los trabaja-
des de lucha, no tienen ningún lugar. Pare- Sindicatos, trabajadores y política durante el dores llaman al efecto de la explotación en
ciera que la misma “epistemología macrista”, kirchnerismo. De allí que discuta (en el ca- el cuerpo de los obreros y obreras, que apa-
desprovista de lucha de clases, permitiera pítulo teórico pero también durante los artí- rece, persistente y reiteradamente en las lu-
pensar en hegemonías (concepto clasista, si culos que desarrollan análisis y comparación chas en el lugar de trabajo, en lo que dio en
los hay) que se construyen a pura fuerza de de casos) contra la perspectiva instituciona- llamarse “sindicalismo de base”. He aquí un
primeras minorías electorales. En segundo lu- lista que explica la revitalización sindical co- punto de partida del libro: los procesos de or-
gar, porque los años de kirchnerismo y las vi- mo puro producto de una política estatal. Esa ganización en el lugar de trabajo como llave
siones dominantes sobre la recomposición unilateralidad de la mirada desde arriba impi- explicativa de las contradicciones de la “revi-
social y gremial de los trabajadores en el pe- de ver una de las principales sustancias de la talización sindical” en la última década. Ca-
ríodo, construyeron imágenes románticas de recomposición obrera en la década pasada y, be insistir en la importancia de no confundir
retorno de gigantes peronistas que quedaron por ende, de su morfología actual: la contra- la perspectiva de análisis (que por cierto es
en falsa escuadra ante el advenimiento del dicción entre la incorporación de millones de tributaria del marxismo), con el objeto de es-
macrismo y el accionar de los hasta ayer hé- jóvenes al mercado de trabajo (es decir, res- tudio: nadie podría sostener que puede enten-
roes del modelo. Hay aquí una primera coin- titución del trabajo asalariado para un sector derse la revitalización sindical mirando sólo
cidencia entre los que hoy se envalentonan que se encontraba excluido de él hacia fines lo que sucede en el lugar de trabajo y mucho
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menos aún en algunos casos. No se trata de eso, parte de esa construcción colectiva afirman Colocar el foco en esta dimensión política
sino de comprender que en ese locus de orga- que no es justo que te usen y te desechen, tam- del accionar sindical es una de las propues-
nización es posible observar características poco es una “realidad objetiva”, es una apues- tas centrales del libro (como lo es también de
del proceso en su conjunto que desde arri- ta política. Ambas apuestas son antagónicas y la perspectiva marxista que adoptó el nom-
ba no se ven: las relaciones entre la presión expresan estrategias distintas hacia el movi- bre de radical political unionism en el debate
para la organización de fábrica y el manteni- miento obrero, estrategias que no se reducen anglosajón). No hacerlo implica la ilusión de
miento de la precarización laboral de los ‘90; a lo discursivo (aunque esto también existe) creer que se puede debatir sobre la fortaleza
los rasgos de una politización que reenvían al sino que implican combinaciones específicas o no de las organizaciones sindicales sin de-
2001 pero también a la larga década neolibe- y notorias entre un programa, métodos de or- batir las estrategias que estas organizaciones
ral, y que cuestionan la dupla indisociable en- ganización, alianzas políticas, articulaciones sindicales expresan y promueven. La forma
tre trabajadores y peronismo; la existencia de entre negociación y lucha, ponderación de la en que esas estrategias políticas se materiali-
una camada de jóvenes obreros y obreras que acción directa, etc. El final está abierto y se- zan; el uso de mecanismos de coerción y de
obliga a la pregunta sociológica sobre “una rá, sin dudas, el resultado el que mostrará la consenso; la articulación entre los programas
nueva generación” en el país; la influencia de relación de fuerzas entre quienes despliegan enunciados, los métodos de organización y de
una izquierda radical que, aunque minoritaria una estrategia o la otra (eso no puede saberse lucha; las tradiciones políticas que los prota-
en términos cuantitativos, logró formar parte de antemano porque los resultados parciales gonistas reivindican como propias; las carac-
de la disputa por el sentido de “lo justo” y de de las batallas van construyendo esa propia terizaciones de los enemigos, los adversarios
las formas de conquistarlo. relación de fuerzas, por eso es tan importante y los aliados; el modo en que opera el fac-
Vayamos a algo de actualidad. El caso de el apoyo a PepsiCo hoy, aquí y ahora). tor generacional; son las distintas dimensio-
PepsiCo es, quizás, uno de los mejores ejem- Si uno mira la revitalización sindical duran- nes que se analizan en los múltiples casos que
plos de esto último porque permite estable- te el kirchnerismo bajo el prisma de Pepsi- aborda el libro2. En síntesis, preguntas que se
cer con claridad la relación entre la parte y el Co, encuentra semejanzas interesantes. Los vuelven insoslayables a la hora de intentar
todo (y las disputas políticas que en esa rela- casos de sindicalismo de base y de izquier- dar respuesta al interrogante que se instaló
ción se juegan). Pongámoslo de esta manera: da son también excepción y norma: norma para quedarse en el debate político actual: si
PepsiCo, ¿excepción o norma? Ambas cosas: porque expresan la política patronal y esta- el macrismo va a poder materializar una nue-
norma en tanto expresa la política patronal tal (incluida la burocracia sindical kirchneris- va hegemonía neo-neoliberal.
y estatal (incluida la burocracia sindical) de ta en ese entonces) de mantenimiento de las
ataque a la clase obrera, particularmente su condiciones de precarización laboral de los
fracción combativa; excepción en tanto po- noventa en un contexto de crecimiento eco-
ne sobre la mesa un horizonte de acción an- nómico y del empleo; excepción porque esas
tagónico con esa política: resistir1. Y, de ese comisiones internas y cuerpos de delegados
modo, blanquea que las direcciones son agen- transformaron esa política en denuncia y pu-
tes estratégicos que “formatean” (o intentan sieron sobre la mesa un horizonte de acción 1. El carácter excepcional de la resistencia (en com-
hacerlo) conciencias, pareceres, disposicio- antagónico a través de la lucha sindical. En paración con las cúpulas sindicales como agentes
nes a la lucha o a la aceptación. Cuando Ro- cierto modo, ese sindicalismo hizo visible una estratégicos de la resignación) es lo que usa el go-
dolfo Daer en el plenario de la alimentación característica estructural de la recomposición bierno para invertir la causalidad y transformar la
estrategia de resistencia obrera de la organización
afirma que, ante 600 despidos, lo único que obrera de la última década, cuestionó su na-
de fábrica, en “culpable” de los despidos.
puede hacerse es aceptar la doble indemni- turalización (naturalización para la cual las
2. El libro es un análisis de casos múltiples basado
zación, eso no es una “realidad objetiva”, es cúpulas sindicales fueron sujeto activo) y la
en trabajo de campo (35 entrevistas a diversos ac-
una apuesta política (que se combina, pa- transformó en objeto de lucha de clases. De tivistas, delegados, dirigentes sindicales y dirigen-
ra reforzar su materialidad, con la represión allí que sea imposible pensar el sindicalismo tes empresarios) y su cruce con fuentes secunda-
de infantería). Cuando dirigentes de una co- de base sin su relación con la izquierda políti- rias como CCT, fuentes periodísticas, documentos
misión interna y los trabajadores que fueron ca, aunque no se reduzca a él. sindicales y bases estadísticas.

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