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Índice

1. Introducción____________________________________________ 1
2. Parte Específica: la escuela de Annals_______________________ 3
2.1. Primera etapa de Annals 1929 – 1941__________________ 5
2.2. De la etapa de transición a la etapa de Fernand Braudel____16
2.3. La tercera generación de Annals______________________24
2.4. Annals por fuera de Francia_________________________ 26
Segunda Sección: Parte general
3. El Positivismo__________________________________________29
4. Marxismo Historiográfico_________________________________ 33
4.1. Materialismo histórico______________________________ 35
4.2. La dialéctica en Marx_______________________________40
4.3. Trayectoria de la historiografía marxista________________ 50
5. Historia Cuantificada____________________________________ 56
5.1. Historia Serial____________________________________ 58
5.2. Historia cuantitativa________________________________ 60
5.3. La New Economic History___________________________ 61
5.4. Historia Demográfica_______________________________64
6. La nueva historia cultural_________________________________ 67
7. La nueva historia política_________________________________ 73
8. Microhistoria___________________________________________ 76
9. Historia de las mentalidades_______________________________80
10. Historia oral____________________________________________84
11. Conclusión_____________________________________________89
12. Bibliografía_____________________________________________91
2

1. Introducción

Muchas veces nos preguntamos si la historia es una sola. La primera


respuesta que nos puede venir a la mente es decir si, la historia es una sola.
Pero a mediada que estudiamos e indagamos sobre como el hombre
interpreta la historia, podemos advertir que en muchos casos existen
diferentes verdades sobre un mismo hecho histórico.
Quien escribe estas líneas está convencido de que la historia no es ni
más ni menos que la interpretación que un determinado historiador hace de
un hecho en base a las fuentes, y a lo largo de este trabajo se podrá
observar como cada escuela historiográfica tiene su verdad relativa sobre la
historia.
El devenir histórico de la historiografía hará que comencemos con
este estudio a partir del Positivismo, punto de partida que nos llevará, a lo
largo del siglo XX, por las diferentes corrientes: Annals, Marxismo, Historia
Cuantitativa, Historia de las Mentalidades, Microhistoria, Historia Oral, entre
otras. Además, se tendrán en cuenta los períodos en que las corrientes
fueron entrando en crisis, como se pudo salir de ellas y que nuevos puntos
de vistas se fueron generando para intentar dar nuevas respuestas.
La finalidad del siguiente trabajo de Seminario es la de presentar un
análisis de cada corriente, sus métodos, conocer a sus referentes, etc. Cabe
aclarar que se intentará revalidar cada idea con citas de diferentes autores
con el mero fin de revalidar los dichos.
En lo que respecta al cuerpo del trabajo, el mismo se dividirá en dos
secciones; la primera contará con la parte específica y la corriente elegida ha
sido la Escuela de los Annales. Esta sección de expondrá en las primeras
páginas del trabajo. La parte general será la segunda parte del trabajo y
contará con el análisis del resto de las corrientes historiográficas.
La elección de Annales como corriente que ha de ser abordada en la
parte general, remite a la idea de que esta escuela ha generado un amplio
impacto en el mundo de la historiografía. Se explicaran todas y cada una de
3

las generaciones de Annals, con sus principales autores, sus métodos, su


visión de la historia, etc. Por otro lado se expondrá las repercusiones de
Annales no solo en el campo de la historiografía sino también por fuera de
su país de origen.
Para finalizar con la introducción, resta decir que el siguiente trabajo
de seminario fue posible gracias a la indagación de bibliografía específica
sobre el tema por un lado y a la utilización de recursos extraídos de paginas
Web.
4

Parte Específica

2. La Escuela de Annals

Hacia finales de la década de 1930 el mundo de la historiografía se


encontraba dominado por el positivismo, corriente filosófica nacida en
Francia en el siglo XIX.
Desde su nacimiento, el positivismo había dominado el campo de las
ciencias sociales. Su finalidad había sido la de lograr que las ciencias
sociales, al igual que las ciencias naturales sean ciencias objetivas 1. Pero
para inicios del siglo XX esta corriente se encontraba algo agotada, por lo
que nuevas formas de interpretar las ciencias sociales estaban saliendo a la
luz.
Francia no solo fue la cuna de Luis XIV, de la gran revolución
Burguesa que marcaría el principio del fin para el absolutismo y de
Napoleón; Francia sería también el lugar que daría nacimiento a una nueva
forma de estudiar la historia. En el año 1929 se da el surgimiento de esta
corriente, según Julio Aróstegui es a partir de la creación de la revista
Annales de la historia económica y social, fundada en Estrasburgo, bajo la
dirección conjunta de Marc Bloch (1886-1944) y Lucien Febvre (1878-1956).
Ellos darían el puntapié inicial para el nacimiento de la Escuela de Annals 2,
que sería “una revolución historiográfica desplegada inicialmente dentro del
mundo francés (…) marcada por los códigos y los trazos de la cultura
mediterránea – europea, lugar de su primera gran difusión” 3.
Surgiría una nueva forma de hacer historia, no focalizando el objeto
de estudio solo en los hechos políticos, como lo había hecho el positivismo,
sino que se agregarían nuevos campos de estudio para la historia tales
como el social y el económico. Aunque tanto en Inglaterra como en los

1
Aróstegui, Julio, La investigación histórica., p. 100
2
ibid..., p. 101
3
Aguirre Rojas, C. A., La escuela de los Annales, p. 58
5

Estados Unidos comenzaron a realizarse estudios de este tipo, fue la


escuela de Annals, francesa, la que más influencia tuvo. Annals no surgió
como una manera individual de mirar la historia, sino que, por el contrario, su
empresa fue un proceso colectivo surgido luego de la primera guerra
mundial4.
Ésta nueva corriente historiográfica marcó una auténtica revolución en
el siglo XX en el campo de la teoría de la historia, con un impacto similar al
que causaría el marxismo, aunque a diferencia de esta corriente, Annals
supo abrirse paso dentro del mundo academicista, a diferencia de lo que
ocurriría con el marxismo. Annals marcó el inicio de una nueva forma de
estudiar la historia, renovando las bases epistemológicas y oponiéndose al
modelo positivista, obsoleto luego de la Revolución Rusa y la Primera
Guerra Mundial.
La revolución marcada por Annals no hubiera sido posible sin la
colaboración recíproca entre Marc Bloch y Lucien Febvre, pero no solo con
ellos dos fue posible la elaboración de esta nueva empresa historiográfica.
De igual importancia resultó el aporte de un gran grupo de científicos
provenientes de diferentes ámbitos tales como la sociología, la economía,
etc5. Se destaca en lo que fue el surgimiento de Annals la contribución
Maurice Halbawchs, Henri Hauser, Georges Fevre y Enrst Labrousse;
muchos de los cuales no provenían del campo de la historia y, a través de
sus conocimientos de otras ciencias sociales ayudaron a hacer de Annals
una Escuela muldisciplinaria.
Debido a que la escuela de Annals tuvo una gran perdurabilidad a lo
largo del siglo XX, resulta necesario realizar una segmentación en tres
etapas para lograr una mejor comprensión. Siguiendo la cronología utilizada
por Carlos Aguirre Rojas6, la trayectoria de Annals se puede dividir de la
siguiente manera: de su nacimiento en 1929 con Bloch y Febvre hasta 1941
(año en el que se produciría una ruptura entre ambos), aunque aquí vale la
pena aclarar que según Joseph Fontana, “la historia real de la escuela
4
Ibid., p. 59.
5
Burker, Peter, La Revolución Historiográfica Francesa, p. 21.
6
Aguirre Rojas, C. A., ob. Cit, p. 59.
6

comienza en la postguerra con el ascenso personal de Febvre, convertido en


personaje clave de la cultura oficial, que interviene en todos los comités y la
vida científica francesa, en la UNESCO, etc”7.
A esta primera generación de Annals y luego de una etapa de
transición le sigue el período Braudeliano, que se extiende desde la segunda
posguerra hasta fines de la década de 1960 y la tercera generación, que
trajo cambios con la incorporación de nuevas formas de estudiar la historia.

2.1. Primera etapa de Annals 1929 – 1941


Sería la universidad de Estraburgo el lugar desde el cual Marc Bloch y
Lucien Febvre iniciarían la historia de Annals. André Burguiere 8 sostiene
que, pese a que la universidad se encontraba algo alejada de los máximos
centros de estudios franceses, principalmente París, ni Bloch ni Fevbre se
encontraban en un lugar de marginalidad dentro de la historiografía
Francesa. Ambos mantenían colaboraciones interesantes y de cierta
relevancia con otros ámbitos de estudios como la Revue Historique y la
Revue d´Historie Moderne et Contemporaine. Por lo tanto, ninguno de los se
encontraba por fuera del movimiento historiográfico Francés, aunque resulta
evidente que debía ser desde una universidad más importante el lugar más
propicio para ejercer una mayor influencia dentro del campo historiográfico.
Una de los principales aportes, aunque no el único, de Annals hacia el
estudio de la historia, fue la incorporación de una visión multidisciplinar.
Desde sus inicios en el campo de la historiografía, Marc Bloch y Lucien
Febvre tuvieron influencias no solo provenientes desde su misma área de
estudio sino también desde diferentes ámbitos de las ciencias sociales. Tal
es así que el geógrafo Paul Vidal de la Blache y el sociólogo Lucien Lévi –
Brhul ejercieron una gran influencia sobre Lucien Febvre 9. De hecho durante
gran parte de su obra Febvre tuvo muy en cuenta el aspecto geográfico.
Esta influencia es muy marcada en la tesis doctoral de Fevre, titulada “Felipe

7
Fontana Josep, La historia de los hombres, p. 204.
8
Bruguiere, André, La Historiografía Francesa Contemporánea, p82
9
Burker, Peter, ob. cit, p. 21
7

II y el Franco Condado”, una obra que, en palabras de Peter Burque 10


“contribuyó a la Historia social y cultural” esto no solo por el estudio de las
clases sociales sino también porque aportó una nueva mirada proveniente
de la geografía realizando una descripción de la región.
No muy distinto resulta el caso de Marc Bloch. Si bien no recibió las
mismas influencias que Febvre, Peter Burque 11 afirma que “en sus últimas
obras, recibió sobre todo la influencia del sociólogo Emile Durkheim”. El
hecho de que tanto Febvre como Bloch recibieran influencias de otros
ámbitos de las Ciencias Sociales, resultó un hecho clave para fundar esta
nueva forma de hacer historia. Y esta nueva forma de hacer historia tiene su
característica principal, como ya se dijo, en la multidiciplinaridad. Esto
significa realizar un estudio sobre un determinado hecho histórico desde
diferentes miradas: social, económica, geográfica, etc.

Es un hecho de que Annals marcó una revolución en el campo


historiográfico ¿Por qué esta afirmación? Porque Annals pudo cambiar las
bases metodológicas y epistemológicas del estudio de la historiografía. Las
nuevas bases aportadas por Annals para el estudio de la historia servirían
para los historiadores durante todo el siglo XX 12.
La primera generación de Annals se apoyo sobre nuevos paradigmas,
considerados necesarios para lograr un verdadero estudio científico dentro
de la Historia. Los nuevos paradigmas eran: la comparación, la historia
concebida como global o total, la historia interpretativa o historia problema, la
historia abierta o en construcción, los diferentes tiempos históricos o la larga
duración dentro de la historia y la historia desde abajo
Los primeros historiadores que formaron parte de annals estaban
convencidos que la historia solo podía ser científica si se hacia con el
método comparativo. De hecho los primeros historiadores de Annals estaban
convencidos de que la comparación era esencial para hacer de la historia
una disciplina científica. Para Marca Bloch la comparación era elegir dentro
10
Burker, Peter, ob, cit, p. 21
11
idem, p. 22
12
Aguirre Rojas, C. A., ob. cit, p. 61
8

de uno o varios medios sociales diferentes y constatar en ellos diferencias y


similitudes13. Dice Aguirre Rojas14, “comparar en historia es, entonces,
proyectar siempre una nueva luz sobre la realidad estudiada, que en muchas
ocasiones permite detectar como esenciales fenómenos que antes sólo
parecían anecdóticos o insignificantes, develando trazos que aparecían
originales y únicos como rasgos comunes y más ampliamente difundidos o
transfigurando situaciones y hechos que aparentaban ser raros, exóticos en
cosas perfectamente explicables y lógicas”.
Entonces, el primer paradigma que da una base de apoyo a la
primera generación de Annals, es la comparación 15. La finalidad práctica de
la comparación es la de poder elaborar un serie de similitudes y diferencias
sobre determinados hechos históricos y así poder sacar conclusiones que
sean generales entre diferentes procesos como así también diferencias que
puedan llegar a poseer. Es entonces la verdadera finalidad del método
comparativo el de lograr obtener resultados satisfactorios en el estudio de la
historia a través de la, valga la redundancia, comparación entre distintos
casos.
Entender a la historia como global es una clara alusión al contraste
que marca esta corriente historiográfica con el positivismo. Annals entendía
que la historia no estaba formada por hechos aislados, sino que esos hechos
forman parte de un todo del que no se puede desprender ya que si lo
hacemos perdemos la capacidad de análisis, la capacidad de entender el
proceso como un todo. Yendo a un ejemplo concreto, es muy difícil entender
la Historia Argentina de la segunda mitad del siglo XIX si no se tiene en
cuenta el contexto mundial y la división internacional del trabajo. Esto es lo
que plantea este paradigma, el de entender a la historia como un todo y no
como una sucesión de hechos abstractos de la realidad global. Para Annals
hay una realidad histórica, que significa que esa realidad es una historia
global16.

13
Aguirre Rojas, C. A, ob. cit, p 61
14
Ibid…, p62
15
Apunte de Cátedra de la escuela de Annals
16
Idem
9

Dice Fernand Braudel17, “sobrepasar sistemáticamente los límites


específicos del problema abordado, explicitando sus vínculos y puertas con
las totalidades diversas que le corresponden”. Por otro lado vale hacer la
aclaración de que la historia global poco y nada tiene que ver con la historia
general o la historia universal, dice Aguirre Rojas “la historia global es más
bien un concepto complejo y muy elaborado que se refiere a esta totalidad
articulada, jerarquizada y dotada de sentido que constituye justamente esa
obra de los hombres del tiempo”. Sigue, “partiendo entonces de un cierto
acontecimiento – siempre obligado – espacial temporal y temático del
problema a investigar, lo que hace la historia global es retomarlo desde el
punto de vista de la totalidad (…) reconstruyendo las líneas de conexión del
mismo, primero con las totalidades parciales determinadas que le
corresponden (…) y luego con la totalidad mas global y siempre ultima que
es esa obra multidimencionada obra de los hombres en el tiempo” 18. Como
se dijo unas líneas más arriba, el sustento del paradigma de la historia
global esta dado por el estudio multidisciplinar de un hecho histórico. En la
etapa de Braudel este concepto de historia global sería retocado,
agregándosele nuevos significados.
Esa conceptualización de la historia como una totalidad se relaciona
indefectiblemente con el carácter Multidisciplinario 19 que debían asumir las
investigaciones históricas a los efectos de enriquecer los estudios y permitir
conclusiones de mayor profundidad. En un contexto multidisciplinario la
historia debía ocupar un lugar de centralidad en el campo de las ciencias
sociales y no encontrase subordinada a la sociología tal y como lo pretendía
el Positivismo20.
Otro paradigma pensado por la nueva generación de Annals es el de
la historia – problema, entendiendo que la historia no es la búsqueda
objetiva del hecho histórico tal y como lo planteaba el positivismo, sino que
la historia es la interpretación que el historiador haga de ese hecho histórico.

17
Aguirre Rojas, C. A, ob. cit, p 63
18
Idem
19
Apunte de Cátedra de Annals.
20
idem.
10

Dice Henry Pirenne “el núcleo del trabajo del historiador no se encontraba en
la erudición sino, justamente, en la interpretación”. Entonces, puede
afirmarse que el trabajo del historiador tiene como un principio la búsqueda
de un problema que le permita, a partir de este, realizar su investigación
basada en una hipótesis, “el paradigma de la historia problema afirma (…)
que es el propio historiador el que da luz a los hechos históricos,
construyendo junto a sus procedimientos y técnicas de análisis también los
objetos y problemas que investiga, para obtener al final un conjunto de
hipótesis, modelos y explicaciones globales elaborado por el mismo y por lo
tanto igualmente sesgado por su actividad o intervención” 21.
Otro paradigma sobre el que se apoya la escuela de Annals es el que
entiende que la historia era algo abierto, algo en construcción 22. Podemos
entender esta afirmación diciendo que en la historia nada es acabado, que
siempre existe la posibilidad a un nuevo estudio que demuestre algo distinto
sobre un mismo hecho; “a través de este paradigma de de una historia en
construcción, los Annales de la primera época asumieron radicalmente el
carácter inicial y necesariamente inacabado del proyecto de una ciencia
histórica”; el objetivo de Annals era, casi con certeza, el de obtener una
visión de la historia superadora a la que ofrecía el positivismo.
Otra gran incorporación al estudio de la historia incorporado por los
Annales franceses fue la concepción de un tiempo histórico pluri - temporal.
El objetivo de este paradigma de Annals fue el de no segmentar a la historia
en períodos cortos, sino que para esta Escuela la historia debía ser
estudiada en etapas de larga duración que permitiera al historiador realizar
un análisis más general. Annales trataba de rechazar la historia superficial y
simplista que se detiene en la superficie de los acontecimientos.
A continuación veremos los tres tiempos planteados
precedentemente23:
Tiempo corto: es el propio de los hechos y acontecimientos, duran
poco y son efímeros. Es el tiempo propio de los hechos políticos. Braudel
21
Aguirre Rojas, C. A, ob. cit, p 64
22
Idem, p 65
23
Apunte de Cátedra de Annals.
11

dice “que el pasado está constituido, en una primera aprehensión, por esta
masa de hechos menudos, los más resplandecientes… pero que esta masa
no constituye toda la realidad, todo el espesor de la historia… el tiempo corto
es la más caprichosa, la más engañosa de las duraciones...”
Tiempo medio o coyuntural: este tiempo abarca hechos de tipo
demográfico y ciclos económicos, son procesos que duran aproximadamente
50 años, y son apenas percibidos por las personas.
Tiempo estructural o tiempo largo: Estructuración, desestructuración,
es el tiempo de los procesos y son de muy larga duración, siglos. Este es el
tiempo de los procesos trascendentes, es el más adecuado para comprender
la realidad histórica.
Por otro lado hay que tener en cuenta otro factor que formó parte del
modo de ver, entender y estudiar la historia que tenía Annals. El positivismo
se había caracteriza por estudiar la Historia por medio de hechos puntuales
y a través de las grandes figuras de la historia. La propuesta de Annals se
centra en el estudio de la historia desde abajo, poniendo el acento al estudio
de las masas sociales en su conjunto. Annals cambia la concepción del
objeto de estudio de la historia; los actores anónimos pasan ahora a ser más
importantes que los nombres propios. Hay que aclarar que la propuesta no
pasa por excluir del la historia a los nombres propias, sino que los tiene en
cuenta pero como parte de un proceso social del que forman parte, siendo
los grandes grupos sociales los grandes protagonistas de la historia.
Estos paradigmas no solo sirvieron para darle una base
epistemológica a Annals, sino que en la etapa conocida como braudeliana
fueron profundizados y ayudaron al nacimiento de nuevos campos
historiográficos tales como la historia social, económica y la historia de las
mentalidades, aunque aquí vale la pena aclarar que la influencia vendría
también de otros sectores, pero de eso nos ocuparemos más adelante.

La idea del estudio social, de un estudio más abarcativo de la historia


que tuviera en cuenta múltiples factores a la hora del análisis, no surge pura
y exclusivamente a partir de Lucien Febvre y Marc Bloch (aunque ellos si
12

fueron los que mayor repercusión causaron) sino que existían ya


antecedentes sobre esa forma de estudio de la historia. En Francia, ya
desde finales del siglo XIX y principios del XX existía una avanzada sobre el
estudio de la historia social. El socialista Jean Jaures fue uno de los
primeros en volcarse a este estudio con su Historia socialista de la
Revolución Francesa24.
Quien también fue uno de los pioneros en estudiar la historia de una
nueva manera, por fuera del positivismo y buscando apoyo en otras ciencias
fue el filósofo francés Henri Berr (1863- 1954) que emprende ya en 1900 el
encuentro con las otras ciencias sociales sobre la base de la síntesis, para
alentar a otros historiadores a colaborar con las otras disciplinas. En la
colección L’èvolution de l’humanité, vemos que el ideal de Berr era una
psicología histórica que solo se lograría con la cooperación
interdisciplinaria25, esto genero una gran atracción en Febvre y Bloch.
El problema con el que se hayo Henri Berr es que encontraba por
fuera de los ámbitos académicos, Bloch y Febvre, junto a la mayoría de los
colaboradores de Annales, se hallaban fuertemente instalados en ellos,
pasando de la prestigiosa pero periférica Universidad de Estrasburgo a las
instituciones que se hallaban en el centro del poder de la historiografía
erudita. Febvre ingresó al Collège de France en 1932, y M. Bloch obtuvo su
cátedra en la Sorbona en 1936.
Marc Bloch y Lucien Febvre comenzaron a instalar en el ámbito
académico la nueva manera de estudiar la historia que proponía Annals. El
período de la universidad de Estraburgo, que se extiende de 1920 a 1933,
fue esencial para la existencia de Annals ya que permitió que tanto Bloch
como Febvre se vieran rodeados de un grupo de colaboradores que
aportaron gran calidad a sus estudios. En la universidad de Estraburgo
ambos historiadores se sentían, de alguna manera, como exiliados al
encontrarse lejos de otras prestigiosas universidades, por lo que su objetivo
era llegar de alguna manera a la universidad de París 26.
24
Fontana Josep, ob. cit, p. 200
25
Idem, p. 202
26
Burker, Peter, ob. cit, p. 23
13

La relación que llevaron dentro de la misma universidad y la similar


manera que tenían de estudiar y entender la historia, hizo que Bloch y
Febvre fundaran en 1928 la revista Annales de Historia Económica y Social,
de la cual ambos, ante la negativa de Henri Pirrene (uno de los primeros en
llevar a Annals por fuera de Francia, más precisamente a Bélgica, su país de
origen), fueron los directores27. El objetivo de plasmar un nuevo enfoque en
el estudio de la historia, un estudio interdisciplinario de la misma, era lo que
buscaba la revista. El hecho de que los primeros números de la misma
estuvieran plasmados de artículos de historiadores economistas es una clara
demostración de ello.
La escuela de Annals nacería como una rebelión contra la ideología
dominante de ese momento, bajo el lema de la historia cuantificada contra la
narrativa y en pro de la unión de la historia y las ciencias sociales. Immanuel
Wallerstein28 sostiene que esta primera etapa de Annals se encontraba
influenciada por una gran dosis de nacionalismo y fue ese nacionalismo el
que le permitió a Annals resistir contra el sistema imperante en ese
momento.
Las diferencias que compartía la escuela de Annals serían
compartidas también por otras corrientes entre las que se encontraba el
Marxismo historiográfico, aunque entre ambas escuela existía una escasa
comunicación y capacidad de organización en conjunto.
A partir de 1930 se produciría un hecho de particular importancia
dentro de la historia de Annals. Los artículos pertenecientes a economistas
pasarían a un segundo, ya que la revista va a cambiar su orientación. Esto
no quiere decir que dejara de lado su enfoque multidisciplinario, sino que su
intención pasaba a ser la de estudiar un campo de la historia que no había
sido abordado con gran profundidad: la historia social. Este cambio de pasar
a un fuerte estudio del campo social de la historia se relacionaba con la
visión de Annals de entender el estudio de la historia en base a los estratos
sociales.

27
Idem, p. 28
28
Buchbinder, Pablo y otros, ob. cit, p. 131-133
14

En su primera etapa, la revista tuvo poco éxito. Entre ambos


directores se generaron ciertas diferencias en relación a la impronta que se
le debía dar a la revista29. Después de 1933 tanto Bloch como Fevre lograron
el objetivo de ser traspasados a París, Bloch a la universidad de Soborna y
Febvre al Colegio de Francia. Fue ese momento cuando ambos adquirieron
un gran prestigio pero, así y todo, la revista no lograba resurgir 30.
Fue este el momento en el Marc Bloch escribe su libro “Los reyes
Tramaturgos”, esta obra se destaca porque en primer lugar no se limita a
considerar un periodo histórico limitado, este tipo de estudio será
denominada por generaciones venideras de Annales como historia de larga
duración. Este libro genero una gran contribución a lo que llamaremos mas
adelante “historia de la mentalidades” 31. Los paradigmas sobre los que se
basó Annals quedan de manifiesto en el estudio realizado por Bloch sobre la
edad media. No solo estudia el proceso a largo plazo sino que realiza
numerosas comparaciones entre Francia e Inglaterra.
Aunque, por otro lado, no es por esta obra por la que Bloch es más
conocido, sino que ese privilegio lo tiene el estudio que realizó sobre la
historia rural y el sistema feudal, llamado “La Sociedad Feudal” y fue escrito
entre los años 1939-1940. Al realizar este estudio Bloch ya no se encontraba
trabajando dentro de la universidad de Estraburgo. Es este libro Bloch
estudió a la sociedad feudal entendiéndola como un todo.
Por su parte, Lucien Febvre llevó adelante su estudio sobre el
renacimiento y la reforma, llegando a la conclusión de que el surgimiento de
la burguesía era la clave para entender la reforma, ya que esa nueva clase
social necesitaba una nueva forma de religión 32. Por otro lado, Febvre
realizaría un gran aporte a lo que posteriormente sería la historia de las
mentalidades con su obra titulada “El problema de la incredulidad en el siglo
XVI: la religión de Rebelais”33. En esta obra analizaba la relación de la gente

29
Fontana Josep, ob. cit, p. 203
30
Idem, p204
31
Burker, Peter, ob. cit, p. 25
32
Idem, p. 26
33
Idem, p. 36
15

con dios y los problemas psicológicos de la sociedad de la época 34. Burque


destaca que la grandeza de la obra no descansa en las respuestas que da
sino en las cuestiones que plantea y los métodos utilizados 35.
Para principios de la década de 1940 iba a llegar el final de esta
primera generación de Annals. Europa se encontraba inmersa, una vez más,
en una guerra de carácter total de la que Francia no se encontraba ajena. La
Alemania Hitleriana invadiría y derrotaría en un tiempo sorprendente a
Francia. La ocupación que llevarían adelante los nazis no solo repercutiría
en toda la sociedad francesa, sino que tendría una peculiar repercusión en la
revista de la Annals. El decreto del 3 de octubre de 1940 sobre el estatuto de
los judíos, que prohibía la participación de estos en la redacción, en la
dirección y cualquier publicación de carácter periódico, los Annales
d`Historie Sociales, se encontraban en riesgo de ser calificado como
empresa judía36.
Así comenzó el gran conflicto para esta primera generación de
Annales, Febvre pretendía, para seguir publicando, que se suprimiese el
nombre de March Bloch, para acatar a las ordenes de los nazi y así evitar
que se deje de publicar la revista, en cambio Bloch se oponía a esto ya que
consideraba que tal medida seria una condena, finalmente triunfo la idea de
Febvre y la revista se siguió publicando con grandes dificultades pero sin
irrupción durante la segunda guerra mundial. En 1941 se cerró
definitivamente el proyecto de Annales, que hasta entonces habían llevado a
cabo Fevre y Bloch, muriendo este último en el curso de la guerra.
Antes de su muerte, Marc Bloch escribiría el siguiente texto
dedicatoria a Lucien Fevbre: “Si este libro ha de publicarse un día; si, de
simple antídoto al que pido hoy un cierto equilibrio del alma —entre los
peores dolores y las peores ansiedades personales y colectivas— viene a
34
Idem, p. 36
35
Vale la pena aclarar que esta obra, Lucien Febvre la escribió en el período posterior a la
muerte de Bloch, por lo que bien podría ser incluido su análisis en el período llamado como
el de los Annales de transición. El motivo por el cual su análisis se encuentra en este sector
se debe a un orden que pretende indagar las principales obras de los dos pioneros de
Annals en una misma sección del trabajo.
36
Burker, Peter, ob. cit, p. 33
16

ser un verdadero libro, ofrecido -para ser leído, otro nombre distinto del de
usted, querido amigo, será entonces inscrito en la cubierta. Usted lo sabe,
se necesitaba ese nombre, en ese lugar: único recuerdo permitido a una
ternura demasiado profunda y demasiado sagrada para poder expresarla.
¿Y cómo me resignaría yo a no verle a usted aparecer también sino al azar
de algunas referencias? Juntos hemos combatido largamente por una
historia más amplia y más humana. Sobre la tarea común, ahora cuando
escribo, se ciernen muchas amenazas. No por nuestra culpa. Somos los
vencidos profesionales de un injusto destino. Ya vendrá el tiempo, estoy
seguro, en que nuestra colaboración podrá volver a ser verdaderamente
pública, como en el pasado, y, como en el pasado, libre. Mientras tanto
continuará por mi parte en estas páginas, llenas de la presencia de usted.
Aquí conservará el ritmo, que fué siempre el suyo, de un acuerdo
fundamental, vivificado, en la superficie, por el provechoso juego de
nuestras afectuosas discusiones. Entre las ideas que me propongo sostener,
más de una me llega, sin duda alguna, directamente de usted. Respecto de
muchas otras yo no podría decidir, en buena conciencia, si son de usted,
mías o de ambos. Me enorgullece pensar que muchas veces me aprobará
usted. En ocasiones me criticará. Y todo silo será entre nosotros un vínculo
más”37.
La segunda guerra mundial no solo causó grandes estragos a la
humanidad entera, sino que también fue la culpable de que terminase la
primera generación de Annals; pero también es cierto que cuando Bloch y
Fevre terminaron su relación, la revista se encontraba algo estancada. Dice
Fernand Braudel de ella “los Annales más brillantes, los más inteligentes, los
más fructíferos, los mejor conducidos y los más innovadores de toda su larga
serie”. Pese a que tal vez esta definición de Braudel puede parecer
exagerada, no deja de asombrar lo que significo para quienes continuaron
luego de Bloch y Febvre con Annals esta primera etapa del movimiento.

37
Bloch, Marc, Introducción a la historia, p. 7-10
17

2.2 Annals: de la etapa de transición a la etapa de


Fernand Braudel
Según cual sea el autor tengamos en cuenta, podemos obtener
distintas versiones sobre esta etapa de Annals. Como se dijo unas líneas
más arriba, Marc Bloch encontró la muerte en el transcurso de la segunda
guerra mundial, más precisamente en el año 1944. De más resulta aclarar
que una vez iniciada la segunda postguerra, la primera generación de
Annals se encontraba representada por solo uno de sus fundadores, Lucien
Febvre. Según Josep Fontana38, si Annals hubiera concluido con la ruptura
de Fevre y Bloch, su aporte a la historiografía no hubiera sido muy
recordado. Para él, es a partir de la segunda posguerra y con el ascenso
personal de Lucien Febvre en la UNESCO cuando comienza la etapa real de
la escuela. Febvre y el comité completo de Annals llegaría en 1947 se
instalarían en la VI sección de la Ecole Pratique des Hautes Etudes, desde
donde seguirían con la enseñanza y la proyección 39. Pero por otro lado,
Carlos Aguirre Rojas habla de esta etapa de unos anales de transición, ya
que Lucien Febvre no llevó adelante una visión superadora de los primeros
Annales. Por eso Aguirre Rojas entiende esta etapa de Annals como una
mera transición, que llevaría a la corriente historiográfica hacía el período de
Braudel40.
Podemos agregar una tercera visión sobre el lugar que ocupó dentro
del movimiento de Annals sobre el período en que Lucien Febvre se
encontró como su principal figura. Immanuel Wallerstein 41 destaca el gran
ideal que surgió de la primera generación de Annals, esa que se apagaría
casi al mismo tiempo que la vida de Marc Bloch. Pero ese ideal y esa
intelectualidad, era todavía algo oscura; los lectores de la revista eran aun
muy pocos y la mayoría de origen francés. Sería a partir de 1945 el
momento en que la revista alcanzara escala mundial, destacándose para ello
el aporte realizado por Fernand Braudel.
38
Fontana Josep, ob. cit, p. 204
39
Ídem, p .205
40
Aguirre Rojas, C. A., ob. cit, p 75
41
Buchbinder, Pablo y otros, ob. cit, p. 140-145
18

Los Annales tal y como lo plantearon tanto Bloch como Febvre allá
por finales de la década de 1930 siguieron casi de la misma manera por más
de quince años después de la ruptura de ambos, en 1941. A partir de 1946
Lucien Febvre comenzaría a publicar nuevamente la reista, cuyo nuevo
nombre sería “Annales, Economies, Societés, Civilisations” y de la cual el
sería su único director. Como nueva característica, la publicación tenía una
bajada de línea fuerte de las metodologías con las cuales Febvre más
congeniaba, dejándose de lado las visiones que poseía Marc Bloch que,
como ya se dijo, había fallecido en 1944.
La etapa de Annals, conocida como los Annales de transición, se
mantendría dentro del paradigma de la historia – problema, poniendo el
acento en la historia cultural y en el estudio de las mentalidades. Pese a no
ser exactamente igual que el período en el que Bloch y Febvre estuvieron
juntos, esta etapa mantuvo la línea con la que Annals venía trabajando 42.
La escuela de Annals se jugaría un papel de resistencia contra la
hegemonía británica y mantendría un cierto distanciamiento del Partido
Comunista Francés43 pese a que, como se leerá más abajo, Fernand
Braudel sentía cierta simpatía por Karl Marx. Esto tenía que ver con la
humillación y la derrota sufrida por Francia en la Segunda Guerra Mundial y
por el papel sombrío, por así llamarlo, que le tocaba jugar en el mundo de la
Guerra Fría. Esto genero que un amplio espectro del sector universitario se
volcase hacia la escuela de Annals.
En paralelo al trabajo como director que venía realizando Lucien
Febvre, comenzaba a destacarse el trabajo de otros historiadores que se
encontraban subordinados a la escuela de Annals. Hacia finales de la
década de 1940, Fernand Braudel comenzaba la a publicar sus estudios
sobre historia social y económica. Para Josep Fontana sería la figura de este
último la que permitiría la expansión universitaria de Annals.
Nacido en 1902, el surgimiento de Annals encontró a Fernand Braudel
con veintisiete años y trabajando en Argelia. Hacia finales de la década de

42
Aguirre Rojas, C. A., ob. cit, p 75
43
Buchbinder, Pablo y otros, ob cit, p. 144
19

1930 y luego de trabajar en Brasil, Braudel entraría en contacto con Lucien


Febvre. Braudel venía trabajando con una obra sobre Felipe II, cuyo nombre
sería “Felipe II y el Mediterráneo”44, por consejos de Febvre invertiría el lugar
de los nombres que formaban parte del título de la obra, llamándola “El
mediterráneo y Felipe II”. Este simple hecho dejaba en claro uno de los
conceptos claves de Annals, el de hacer una historia desde abajo donde las
clases y grupos sociales estuvieran por encima de los nombres propios,
dando prioridad al momento histórico entendido como una historia global. Da
una gran importancia a los tiempos históricos, y pregona la interacción en un
mismo ambiente de los aspectos económicos, políticos, sociales y
culturales45.
El Mediterráneo es considerada por muchos autores la obra más
fructífera de Fernand Braudel, recordemos que para el referente de la
segunda generación de Annals, el tiempo en la historia se encontraba
fragmentado en tres partes: la estructura, la coyuntura y los eventos 46. Para
Immanuel Wallerstein47 es un error que en esta obra, Braudel haya analizado
los hechos en el orden estructura, la coyuntura y eventos y no de manera
inversa, ya que ello le hubiera dado a la obra una mayor persuasividad.
Aunque es cierto que si se trata de un historiador de Annals lo más lógico es
que la obra se haya escrito en el orden en que se escribió, comenzando
desde un primer momento por el estudio del tema más abarcativo que
resulta ser la estructura.
Peter Burque analiza el Mediterráneo de Braudel de la siguiente
manera “se trata de la historia casi atemporal de la relación de los hombres y
el ambiente, luego se presenta gradualmente cambiante la historia de
estructuras económicas, sociales, políticas y, por último, la historia del rápido
movimiento de los acontecimientos”. En esta primera etapa de la obra, los
hechos fueron descriptos de manera superficial, pero no por ello de una
manera menos rica e interesante. En la segunda parte de la obra, Braudel
44
Burker, Peter, ob. cit, p. 38
45
Idem, p. 39-44
46
Braudel, Fernand, “”Historia y la Ciencia Social”, en Burque, Peter (ed), “Economía y
sociedad en la europa Moderna, p…11-42.
47
Buchbinder, ob cit, p. 131-133
20

hace hincapié a los aspectos económicos, sociales, etc., es decir a los


aspectos relacionados con las estructuras. La obra deja en claro la postura
de Braudel de entender y estudiar la historia de una manera multidisciplinar,
dando un considerable espacio no solo a los temas que más arriba se
mencionaban sino también a otros como el aspecto geográfico, llevando a
cabo una exhaustiva descripción de lo que él mismo llamo la geohistoria del
mediterráneo. La obra obtuvo una gran recepción pero también se llevo
algunas críticas, algunas fuertes como la de decir que la historia de Braudel
era una historia sin seres humanos48.

Lucien Febvre encontraría la muerte en 1956, lo que afirma la idea de


que los Annales de transición duraron desde la ruptura con Bloch hasta la
muerte del propio Febvre. Para este momento, la figura de Braudel se erigía
ya como la del historiador francés más importante, y substituiría a Febvre no
solo en la dirección de la revista de Annales sino también en la presidencia
de la Ecole. Luego de algunas disputas que Braudel sostuvo con Robert
Mandrou (solucionadas con la renuncia de este último), Braudel manejaría
plenamente los destinos de Annals, dotándola de un perfil que se asemeja a
su manera de estudiar la historia, siempre dentro de los parámetros de
Annals. Comenzaría bajo el período de Braudel una expansión académica
de Annals y también su proyección hacia fuera de Francia. Formarían parte
de Annals nombres como Francois Crouzet, Pierre Chaunu, Ruggiero
Romano, Georges Duby49, etc.
Se puede afirmar que la principal característica de esta segunda
generación de Annals iba a ser el tiempo de larga duración, propuesto por
Braudel en su ensayo titulado “La larga duración” 50. La teoría de Braudel se
basaba en las diferentes temporalidades históricas y sociales, prestando una
particular atención a los tiempos de larga duración. Braudel afirmaba que
existían múltiples tiempos, temporalidades histórico sociales, tan múltiples,
diversas y heterogéneas como las realidades mismas, y en consecuencia
48
Burker, Peter, ob. cit, p. 45
49
Fontana Josep, ob. cit, p. 207
50
Aguirre Rojas, C. A., ob. cit, p 78
21

tiempos variables, más o menos densos y disímiles, que al hallarse


directamente vinculados a esos acontecimientos, fenómenos y procesos
humanos se expresaban como las muchas duraciones a investigar por parte
de los historiadores.
En resumen, Braudel lo que propone es que: hay hechos de corto
tiempo, coyunturas y fenómenos de tiempo medio y estructuras o procesos
de tiempo largo. La escuela de Annals presta particular atención a los
procesos de largo alcance en el tiempo, un ejemplo podría ser el estudio del
mundo capitalista. Por otro lado el Positivismo, presta más atención a los
hechos de corto alcance, como podrá ser la crisis del año 1930, pero sin
buscar una relación con el mundo capitalista en que se vive. Si tomamos el
ejemplo de la Revolución Francesa, el positivismo se ocuparía de cuales
fueron los acontecimientos propios de la Revolución; Annals se encargaría
de estudiar el significado de la Revolución a nivel social, cultural, ideológico,
político, etc. Es a esto a lo que se refiere Braudel cuando habla de procesos
o fenómenos de larga duración.
La larga duración del tiempo histórico fue la impronta que caracterizó
a Annals en el período en que se distinguió Braudel como su máximo
referente. Dice Carlos Aguirre Rojas “perspectiva de larga duración histórica
que, al mismo tiempo constituyó el aporte esencial y la originalidad mayor de
estos Annales Braudelianos en el plano de la metodología histórica, fue
también el paradigma que permitió la clara profundización y radicalización
del conjunto de los preceptos heredados de los primeros Annales (…)
instauraría simultáneamente a esta última como la etapa de superación y a
la vez culminación de la primera” 51. Entiende Aguirre Rojas que con Braudel,
la escuela de Annals alcanzó su punto máximo como escuela o corriente
historiográfica.
Para concluir con la explicación o la noción de estructura que propone
Annals, vale la pena citar un discurso de Fernand Braudel donde hace
referencia a las estructuras de larga duración: “Por estructura, los
observadores del hecho social, entienden una organización, una coherencia,
51
Aguirre Rojas, C. A., ob. cit, p 79
22

unas relaciones bastante fijas entre realidades y masas sociales. Para


nosotros, historiadores, una estructura, es sin duda un conjunto,
arquitectura, pero más aún una realidad que el tiempo gasta y arrastra
durante un largo período. Algunas estructuras, que perviven durante mucho
tiempo, se convierten en elementos estables de una infinidad de
generaciones, recargan la historia, estorban, dirigen su evolución. Otras se
desmoronan antes. Pero todas son a la vez apoyos y obstáculos.
Obstáculos, se caracterizan como los límites (envolturas en el sentido
matemático) de los que el hombre y sus experiencias no pueden
independizarse. Pensad en la dificultad de romper algunos marcos
geográficos, algunas realidades biológicas, algunos límites de la
productividad, o también esos o aquellos mandamientos espirituales: los
marcos mentales son también prisioneros de larga duración” 52.
Como se dijo cuando se detallaron los paradigmas sobre los que se
basó la escuela de Annals en su primera etapa (también fueron utilizados
por las generaciones venideras) Braudel hizo una modificación al concepto
de historia global. Ésta no solo abarca distintas realidades o niveles de la
totalidad social sino que lo social era el punto de partida desde el cual las
distintas disciplinas (economía, sociología, etc.) partían para el estudio.
Braudel intenta acercarse a un mismo punto desde el cual comienzan su
estudio todas las áreas, pero hacerlo de una manera tal en el que el todo
sea más importante de cada una de las partes. Los nuevos conceptos
incorporados por Braudel a Annales no fueron una ruptura con la generación
predecesora sino que, por el contrario, fueron una profundización en la
esencia misma de los paradigmas de Annales.

El hecho de que esta generación de Annals (la segunda si tomamos


al período de Braudel que va de 1941 a 1956 como una etapa de transición)
haya puesto un énfasis particular al aspecto económico y social para el
estudio de lo que es ese momento era la actual sociedad francesa y, por que
no, europea, no resulta casual. Como dice el historiador inglés Eric
52
Vilar, Pierre, Iniciación al vocabulario histórico…, p65
23

Hobsbawm, el mundo asistió en ese momento a una época que el mismo


caratuló como los años dorados 53 (hablamos del período que se extiende la
segunda posguerra a la crisis capitalista de los años 1972-73). El gran
crecimiento económico, la expansión de la urbanización y las mejoras en los
niveles de vida de gran parte de la sociedad no fueron dejados de lado por
los historiadores como materia de estudio 54. A esto le pusieron mayor énfasis
en su estudio los historiadores de Annals.
Es en esta época en la que Annals gozó de gran popularidad y
recepción, llegando a los grandes debates de intelectuales, incrementado su
presencia institucional dentro de los medios académicos, etc. También que
un momento de colaboración recíproca entre los historiadores de Annals y
los historiadores marxistas. De hecho, Fernand Braudel tenía una gran
admiración hacia la figura de Karl Marx 55, ya que este había sabido
interpretar el tiempo histórico de larga duración; por otro lado también es
cierto que ambas corrientes historiográficas ponían principal atención en el
estudio de la historia social.
Si podemos afirmar que entre Annals y el marxismo existió una ayuda
recíproca y estratégica, no podemos decir lo mismo de Annals y el
estructuralismo. El estructuralismo, corriente propuesta por el Antropólogo
francés Levi Strauss proponía el estudio un análisis detallado de los
elementos y las relaciones de las estructuras 56. La postura de Annals ante
esto era que la estructura era algo frenado en el tiempo, aunque Annals
usaría el termino estructura pero como algo distinto. Braudel utilizó el
concepto de estructura para caracterizar a las realidades históricas de larga
duración. Agrega Aguirre Rojas “posicionándose de estas distintas maneras
frente al marxismo y al estructuralismo entonces en boga en la cultura
francesa, los Annales Braudelianos habían definido sus específicos perfiles
intelectuales, que no solo establecieron una profunda continuidad
superadora con los Annales del período 1929 – 1941, y en consecuencia,

53
Hobsbawm Eric, Historia del Siglo XX, p260-289
54
Aguirre Rojas, C. A., ob. cit, p 82
55
Idem, p 83
56
idem, p. 84
24

también con los Annales febvrianos de transición, sino que al mismo tiempo
dieron contenido intelectual a un también ininterrumpido proceso de
afirmación de una cierta hegemonía historiográfica, que comenzó con los
primeros Annales, para llegar a su punto de clímax y culminación máxima
con éstos dirigidos por Fernand Braudel durante los años 1956 – 1968” 57.
La etapa de Braudel al mando de la dirección de Annals llegaría a su
fin en el año 1968, un año de gran importancia para el mundo para más aun
para Francia. Estallaría en ese año una gran revuelta en el país galo
conocida como el Mayo Francés. Esta revolución cultural iniciada por los
movimientos estudiantiles y a la que luego se le agregarían otros estratos de
la sociedad francesa marcaría el final de la etapa braudeliana de Annals.
Braudel renunciaría a la dirección de Annals ante el nuevo panorama que se
abría debido a las nuevas ideas, caracterizadas por la disconformidad y la
ruptura.
En el período de mayo – junio de 1968 se publicaría el último número
de Annals, problemas internos y externos (ya mencionados) llevarían al
“viejo maestro” Fernand Braudel a publicar el último número de la revista.
Durante la década de 1970 se producirían disputas entre Braudel y sus
antiguos compañeros de estudio.
Sin embargo Fernand Braudel no se quedaría quieto. Escribiría en el
año 1979 la obra que, junto al Mediterráneo, fue su otra gran obra:
“Civilización material, economía y capitalismo, siglos XV – XVIII. Braudel
hace en esta obra una distinción de tres pisos, en el escalón inferior se
encuentra la civilización material, en segundo plano la economía y en un
tercer plano y por encima de los otros dos, el sistema capitalista.
Otro aporte importante a la corriente de Annales lo hace Ernest
Labrousse, quien orientó los estudios en historia económica y social en una
matriz cercana a la que había recomendado su maestro, y que tanto Bloch
como Febvre se habían resistido a adoptar. Ello implicaba privilegiar la
historia regional sobre la dimensión nacional, y la búsqueda de nuevas
fuentes de las cuales extraer datos cuantificables que pudieran ordenarse en
57
Idem, p 85
25

series. A partir de ellas se podría atender a variables tales como: salarios,


precios, flujos comerciales, etc., observadas en la larga duración y
analizadas con relación a una estructura invariable respecto de la cual las
crisis coyunturales son una referencia. Pese a que no resultaría extraño
encasillar a Ernest Labrousse dentro del Marxismo, de hecho realizó un gran
aporte a la teoría aportada por Marx, también realizó un gran aporte a la
escuela de Annals y, además, es considerado como uno de los pioneros
dentro de la historia Cuantificada

2.3 La tercera generación de Annals


Ciertos hechos puntuales darían las pautas de que dentro de la
corriente historiográfica de Annals algo había cambiado. Como se mencionó
en anterior oportunidad, Braudel renunciaría a la dirección de Annals en el
año 1968. Un año después surgirían con particular preponderancia dentro de
la escuela las figuras de historiadores tales como André Burguiere y Jacques
Revel; por otro lado Jacques le Goff reemplazaría en 1972 a Fernand
Braudel en la presidencia de la Sexta Sección. Como marca Peter Burque
hay un hecho puntual que caracteriza y diferencia a la tercera generación de
Annals de sus dos generaciones predecesoras: que ningún historiador de los
que formaría parte de este nuevo período tendría una preponderancia tan
hegemónica dentro del movimiento como la que, en su tiempo, habían tenido
Lucien Febvre y Fernand Braudel58.
Immanuel Wallerstein afirma que luego de 1968, es decir luego de la
renuncia de Fernand Braudel, los Annales se habían convertido en algo
difícil de caracterizar y, se pregunta si existe una escuela de Annals 59. Esto
deja en evidencia las transformaciones que sufrió la corriente, es decir, las
nuevas formas de interpretación de la historia que surgieron a partir del
movimiento cultural de fines de los años sesenta.
Para el Historiador español Julio Aróstegui, este período de Annals
perdió la unidad básica con la que se había caracterizado en los momentos

58
Aguirre Rojas, C. A., ob. cit, p. 88
59
Buchbinder, Pablo y otros,ob. cit, p. 142
26

o en las generaciones anteriores. Esto se da a más contundentemente a


partir de la retirada de Braudel aunque ya se observaban ciertas
divergencias a fines de la década de 1960. Surgirían en las décadas
posteriores una gran cantidad de derivaciones historiográficas que
encontraban su punto de partida en los Annales franceses 60.
Volviendo con Peter Burque, aclara que es ese el momento en el que
prevalece dentro de Annals un policentrismo, con diferentes visiones y
campos de estudio dentro de la historia 61. Por otro lado se aprecia una cierta
globalización dentro de Annals, esto es la incorporación de nuevas visiones
provenientes de otras zonas del mundo y por el hecho de que París deja de
ser el centro de Annals, reemplazado por varios lugares a la vez como
estados Unidos, Gran Bretaña, Países Bajos, Italia, entre otros.
En cuanto a lo pura y exclusivamente historiográfico, se incorporan
nuevas visiones de la historia tales como el redescubrimiento de la historia
de las mentalidades, la utilización de métodos cuantitativos (esto es algo que
Braudel ya había hecho con anterioridad) y un retorno al tema político, que
había sido dejado de lado por las primeras generaciones de Annals y había
sido una de las principales críticas al positivismo. Aunque vale la pena
aclarar que el retorno al tema político y a lo narrativo era de manera distinta
a como lo había tratado el positivismo. Todos estos temas, la historia de las
mentalidades, la nueva historia política y la historia cuantitativa, serán
tratados cada uno por particular dentro de este mismo trabajo.
En conclusión, podemos decir que la gama de estudios sería
ampliada por la tercera generación de Annals, pasando a estudiarse la
infancia, los sueños, el cuerpo, los olores, etc. Por otro lado también se
incorporarían mujeres al movimiento 62.

2.4. Annals por fuera de Francia

60
Aróstegui, Julio, ob. cit, p. 108
61
Buchbinder, Pablo y otros, ob. cit, p. 154
62
Buchbinder, Pablo y otros, ob. cit, p. 154
27

Como uno de los últimos puntos a examinar dentro de lo que fue la


revolución historiográfica francesa, queda analizar como fue el impacto que
produjo en el resto de los países, es decir, cual fue la llegada que tuvo más
allá de Francia.
Como se explico al hablar del período Braudeliano de Annals, fue en
esa época en la que la corriente pudo lograr traspasar la frontera francesa.
Si bien dice Peter Burque63 que ya antes de la primera guerra mundial los
textos de los historiadores de Annals habían sido recogidos con particular
agrado en países vecinos a Francia tales como Bélgica, sería la gran obra
de Braudel, el Mediterráneo, la que atrajo una gran cantidad de
simpatizantes por fuera de las fronteras francesas al movimiento de Annals.
En Italia Annals encontró particular recepción en Armando Sapori, que
realizó un estudio sobre los mercaderes italianos de la edad media y en
Delio Cantimori, que estudiaría, al igual que Lucien Febvre, a los herejes del
siglo XVI.
Esta nueva forma del estudio de la historia que proponía la corriente
historiología francesa, incentivó a estudios realizados por historiadores
italianos, polacos y también en Alemania, aunque con algo de retraso debido
a traumas propios de su historia contemporánea.
Como sucedió con la mayoría de los países, la entrada de Annals en
Gran Bretaña se produjo gracias a la gran obra de Fernand Braudel ya antes
mencionada. Aunque también resulta cierto que ya dentro de Gran Bretaña
Marc Bloc era considerado como un respetable historiador dentro de la
historia económica de la Edad Media. Hobsbawm 64, por experiencia
personal, habla de la llegada de Annals a Gran Bretaña ya desde la década
de 1930, aunque destaca el accionar realizado por Braudel años más
adelante en la dirección de la IV Section de la Escole Pratique (a posteriori
Escuela de Estudios Superiores de Ciencias Sociales). Para Hobsbawm el
éxito de Annals dentro de gran Bretaña se debió al estudio realizado sobre el
mundo de los siglos XVI y XVII.

63
Burker, Peter, ob. cit, p. 94
64
Hobsbawn, Eric, Sobre la Historia, p 181
28

Sin embargo Peter Burque posee una visión distinta a la que posee
Hobsbawm con respecto a la llegada y a la recepción que Annals tuvo en
Gran Bretaña. Para Burque65 durante el período anterior a 1950, a excepción
de Bloch los historiadores de Annals eran muy poco conocido y, más aun,
antes de 1970, muy pocas obras de Annals habían sido traducidas en idioma
inglés. Esto último se debió a la dificultad que traían aparejados algunos
términos, a los cuales no se les encontraba su homónimo inglés.

A modo de conclusión de lo que fue la escuela de Annales, podemos


decir que tal vez e 1929 ni Marc Bloch ni Lucien Febvre pensaban el lugar
que la historiografía le guardaba a la escuela que acababan de fundar desde
la periférica universidad de Estraburgo a partir de la publicación de una
simple revista. Lo cierto es que las repercusiones de Annals llegaron se
vieron reflejadas en la mayoría de las corrientes venideras de la
historiografía: historia de las mentalidades, nueva historia cultural, nueva
historia económica, etc.
Es cierto que Annals pudo encontrarse, a mediados a finales del
tercer decenio del siglo XX con un gran campo de estudio, con un gran vacio
dentro del análisis histórico que, la corriente positivista no había ni había
querido explotar. Annals no solo supo aprovechar ese campo virgen, sino
supo idear sus propios, válidos y reconocidos paradigmas para el estudio de
la historia.
Desde su fundación y a lo largo de todo el siglo XX, Annals supo
ganarse un lugar preponderante dentro de las corrientes historiográficas, y
fue la renovación que fue sufriendo internamente la que le permitió
mantenerse con vida y, como ya se dijo, ser el puntapié inicial de otras
tantas corrientes del campo historiográfico.
Como manera de ir cerrando esta sección del trabajo,
correspondiente a la estudio de la escuela de Annals, resulta interesante la
pregunta que se hace Immanuel Wallerstein. Éste autor se pregunta por qué
Annals logra triunfar contra la ideología dominante (representada por el
65
Burker, Peter, ob. cit, p. 95
29

positivismo). Encuentra la respuesta en palabras del propio Fernand


Braudel, que dice que el éxito de Annals se debe al estudio de la historio
hecho a partir de la historia problema y de no de una mera analítica.

Segunda Sección: Parte general

3. El Positivismo

En las épocas anteriores al surgimiento del positivismo, los modos de


hacer y escribir historia se relacionaban con las prácticas surgidas en el
renacimiento y que, también, venían desde la época de la Grecia y Roma
clásica. El positivismo surgiría dentro de la filosofía, así como en la Edad
Media la Filosofía se encontraba al servicio de la teología, a partir del
surgimiento del positivismo la filosofía se encontraría al servicio de la ciencia
natural66.
A partir del siglo XIX comenzaría un nuevo paradigma no solo dentro
de la historia sino dentro de las ciencias sociales en general. Sería a partir
66
Aróstegui, Julio, ob. cit., p. 98
30

de la obra de Augusto Comte que surgiría el positivismo. Bajo la influencia


de esta corriente filosófica surgiría una nueva forma de hacer historia que
puede llamarse historiografía positivista67.
Los filósofos positivistas se quejaban de que mientras se apegara a
los meros hechos la historia no era científica; los hombres comunes y
corrientes se quejaban de la falta de interés de los hechos que traía la luz.
Era necesario hacer de la historia una disciplina científica.
Fue en esta situación cuando, “Augusto Comte exigió que se
utilizaran los hechos históricos como materia prima de algo más importante y
más genuinamente interesante que ellos mismos. Toda ciencia natural,
decían los positivistas, empezaba por comprobar hechos y luego procedía a
descubrir sus conexiones causales; al aceptar esta afirmación, Comte
proponía que hubiera una nueva ciencia denominada sociología, que
empezaría por descubrir los hechos de la vida humana (lo cual sería la tarea
de los historiadores) y luego procedería a descubrir las conexiones causales
entre tales hechos. De esta suerte, el sociólogo sería una especie de super
historiador, que elevaría a la historia al rango de ciencia, al pensar
científicamente en torno a los mismos hechos sobre los cuales el historiador
sólo pensaba empíricamente”68.
Para los positivistas, el proceso histórico era de idéntica especie al
proceso natural, y por eso los métodos de la ciencia natural eran aplicables a
la interpretación de la historia.
Los nuevos trabajos de la ahora ciencia histórica aparecerían ya en el
siglo XIX, los estudiosos partían de la premisa fundamental de que el
estudio de la historia era siempre una tarea científica. Así surgirían grandes
estudios en Alemania y Francia principalmente 69.
Esta forma de estudiar y escribir la historia se mantendría hasta la
década de 1930 y se la caracterizaría como una historia narrativa, episódica
y descriptiva. Aunque también es cierto, por otro lado, que esa
caracterización era algo acotada. La historiografía positivista es la historia de
67
Idem, p. 98
68
Collingwood, R.G., Idea de la Historia, p. 117-134.
69
Aróstegui, Julio, ob. cit, p. 98
31

los hechos y su estudio se hacía a través de los documentos pero siempre


sujeta a un método70.
La escuela positivista también fue conocida como la escuela
metódica, y este nombre se le dio porque una de las principales inquietudes
de esta escuela fue la de contar con un método. Para el positivismo el
progreso de la historia como ciencia estaba dado por el trabajo científico
sobre las fuentes por lo que siempre rechazó la teoría y la filosofía. Pero, por
otro lado, creían fehacientemente en la concepción positivista de la ciencia.
La historiografía positivista se regiría por una serie de parámetros o
reglas que serían las que le dieran su caracterización. Los ítems que siguen
a continuación, enumeran las principales características de la historiografía
positivista:
 El objeto de estudio eran pura y exclusivamente
los hechos políticos.
 Los hechos políticos eran analizados y estudiados
de manera descriptiva.
 El principal sujetos de estudio eran los grandes
personajes de la historia. Era una historia hecha desde arriba.
 La historiografía positivista era una historia
metódica, se accedía al conocimiento científico gracias a la
hermenéutica.
 El tiempo histórico era de carácter lineal y era, por
otro lado, cronológico. A su vez no se tenían en cuenta
procesos macro – históricos71.

Los historiadores de principios y mediados del siglo XIX habían


trabajado un nuevo método de manejar las fuentes: el método de la crítica
filológica. Consistía éste esencialmente en dos operaciones: primera, el
análisis de las fuentes (que todavía significaban fuentes literarias o
narrativas) en sus partes componentes, distinguiendo en ellas elementos

70
Idem, p. 99
71
Apuntes de Cátedra
32

primarios y posteriores, y capacitando de esta suerte al historiador para que


discriminara entre las porciones más dignas y menos dignas de confianza;
segunda, la crítica interna de las partes más dignas de confianza, mostrando
cómo el punto de vista del autor afectaba su exposición de los hechos, y
capacitando así al historiador para hacerse cargo de las distorsiones de tal
modo producidas72.
Sin duda, la gran innovación que aportó el positivismo fue la de
cambiar la manera de hacer historia. Este cambio se percibió principalmente
en la investigación y en la escritura y, marcó una ruptura con respecto al
estudio que se hacía de la historia desde el renacimiento.
Pero, también cabe destacar que pese a que el positivismo marcó una
ruptura; su acción para nada tenía que ver con algo revolucionario. De hecho
este tipo de historia es de carácter contrarrevolucionaria, metódica, objetiva,
política, descriptiva y, el principal objetivo fue el de legitimar una concepción
política del mundo que creían acorde. Los historiadores liberales del siglo
XIX defendían una idea de la organización del Estado que negaba al
conjunto de la población su participación en la vida política 73.
El trabajo del historiador debía contribuir a legitimar el sistema social
que consideraban adecuado para gobernar. La historia era política porque la
historia se centraba, en su mayor parte, sobre los acontecimientos políticos
de la conformación del Estado. Metódica, ya que las investigaciones debían
estar basados en un método, en ese momento el método inductivo.
Si bien el positivismo dio a la historiografía grandes historiadores,
surgidos de España, Francia, Alemania, Gran Bretaña y Estados Unidos,
uno de los historiadores positivistas que más influencia ejercería sería
Leopold von Ranque74.
Ranque, nacido en Alemania y de gran relación con los gobernantes
del Reich, tenía una visión de la historia donde dios articulaba la vida de los
hombres haciendo de motor de la sociedad. La obra historiográfica de
Ranque siempre fue en relación a los Estados y, más precisamente, a los
72
Collingwood, R.G., ob. cit, p. 117-134
73
Fontana, Josep, ob. cit, p 167
74
Idem, p 164 - 166
33

tratados de la diplomacia entre los países europeos 75. Véase que este era
uno de los principales objetos de estudio de la historia positivista.
El punto máximo de la historiografía positivista llegaría hacia los
inicios del siglo XX, y ya a partir de la primera guerra mundial comenzaría a
quedar dentro de un segundo plano ante el surgimiento de las nuevas
corrientes que marcarían el rumbo de la historiografía hasta la crisis de la
década de 1960: los Annales, el Marxismo Historiográfico y la historia
Cuantificada76.

4. Marxismo Historiográfico

A la luz de los hechos, no caben dudas de que el aporte realizado por


Karl Marx a las ciencias sociales fue amplísimo. No solo incursionaría en la
historia, sino que también los haría en la filosofía, la religión, la política, y la
economía. Fue en base a los estudios realizados por el filósofo alemán, y
con la colaboración de su compatriota Fredric Engels, que nacería el
materialismo histórico. La principal obra de estos autores se puede resumir
en el Manifiesto Comunista y en El Capital, ambos títulos nacidos en el
revuelo político de mediados de siglo XIX, época en la que el capitalismo
comenzaba a perder parte de la legitimidad que tenía.
Para Julio Aróstegui es a partir de la Primera Mundial cuando el
marxismo comienza a tener mayor implicancia dentro del campo
historiográfico, con un impacto tan grande que llegaría al punto de
conformarse como corriente historiográfica. A diferencia de lo que sucedería
con la escuela de los Annales, cuyo principal núcleo de llegada sería Francia

75
Fontana, Josep, ob. cit, p 164 - 166
76
Aróstegui, Julio, ob. ci., p. 100 - 101
34

(por lo menos hasta la llegada de Fernand Braudel), el marxismo


historiográfico llegaría a varios países del mundo occidental al mismo
tiempo. Ejemplo de ello son Francia, Gran Bretaña, España, etc. Además, el
Marxismo no solo serviría para influenciar a los autores que se considerarían
Marxistas, sino que su impacto en el mundo intelectual sería mucho mayor.
La principal llegada del Marxismo se da en el campo de la historia
económica77.
Los autores Ciro Cardozo y Pérez Brignoli 78 resumen la influencia del
Marxismo en el campo historiográfico en tres puntos:
1. Estudio de procesos a largo plazo, entendiendo a
estos procesos como económicos y sociales. Se analizan
también los factores que marcan cambios y rupturas.
2. Interés por el estudio de las clases sociales y los
movimientos de las masas a lo largo de la historia.
3. Estudio de las leyes y los mecanismos que
permiten la evolución de las sociedades.
Sería a partir de la elaboración en conjunto de Marx y Engels de “La
ideología Alemana” que, en palabras de Pierre Vilar, la historia se
introduciría dentro de la ciencia. Vilar destaca a Marx como “el primer
estudioso que ha propuesto una teoría general de las sociedades en
movimiento”79.
Pese a que para muchos autores, el fracaso del marxismo a nivel
político en Europa Oriental sirvió para desprestigiar y deslegitimar a toda la
corriente de pensamiento, en el terreno específico de la historia los aportes
realizados por Marx se mantienen de manera casi intacta. El aporte de Marx
fue el de diseñar una arquitectura conceptual que le permitiera una
interpretación coherente del devenir histórico, proponiendo una teoría para
analizar las sociedades en movimiento80.

77
Aróstegui, Julio, ob. cit, p 110
78
Cardoso, C. F. S. y Brignoli, M. F., Los métodos de la historia, p 71
79
Aróstegui, Julio, ob. cit, p 111
80
Vega Cantor, Renán, Teoría Marxista de la Historia, p 1
35

A partir de sus estudios, Karl Marx contribuyó a la modernización de


la historiografía, y su aporte al mundo intelectual en los diferentes campos
del saber social fue inmenso.
Antes de entrar en el análisis concreto del materialismo histórico, vale
la pena destacar la visión que tenía Karl Marx del historiador. Para él, el
historiador parte del presente, y no puede dejar de partir de él. Esta
caracterización engloba, a cierto modo, el fin final que tenía Marx: el de
explicar e interpretar el presente a través del análisis histórico. Para aclarar
esto, es necesario citar a Jean Chesnaux, “para luchar contra el capitalismo,
el objetivo de Marx y de los obreros, cuyo intérprete era, consistía en tomarlo
históricamente como fenómeno perecedero; conocer sus orígenes para
poder considerar las perspectivas de su caída. Se hacía necesario
demostrar que el capitalismo no era otra cosa que una forma temporal de
una categoría más general”81.

4.1 Materialismo Histórico


Como se dijo, “La ideología alemana” sería el pilar fundamental sobre
el que surgiría la teoría del materialismo histórico, pese a que la obra fue
elaborada en forma conjunta por Karl Marx y Fredric Engenls, escrita en un
primer momento a mediados del siglo XIX sería publicada casi un siglo
después.
En primer lugar, debemos decir que el materialismo histórico entiende
que el primer hecho histórico se da en el preciso momento en que el hombre
se introduce a la vida; a partir de ahí se darán las relaciones entre el hombre
y la naturaleza. En su concepción filosófica del conocimiento, Marx entendía
que está se encuentra sustentado en la praxis y no en el ser, ya que la
persona se encuentra condicionada por la conciencia 82.
El objetivo del materialismo Histórico es el de segmentar la evolución
de la humanidad en determinados procesos o etapas de desarrollo, y a partir

81
Chesneaux, Jean, ¿Era Marx un historiador? en ¿Hacemos tabla rasa del pasado?, p. 57
82
Boschetto, María, El impacto de Karl Marx en la Historiografía, p 2
36

de allí analizar como se fueron dando dentro de la sociedad las relaciones


de producción83.
Uno de los principales aportes del marxismo al campo de la
Historiografía, o tal vez el principal, fue el de generar una cambio de
perspectiva dentro del estudio de la historia. Este cambio de perspectiva
consistía en considerar al presente como el punto de partida para el estudio
del pasado84.
En ningún momento fue objeto de Marx realizar una corriente
historiográfica o aportar una nueva visión a la teoría de la historia, sino que
su prioridad fue la de realizar un análisis de la evolución de las sociedades a
través del tiempo. No debemos olvidar que el objeto del marxismo era el de
realizar un estudio sobre la historia de la humanidad que explicase el porque
de las transformaciones sociales. El marxismo tenía la ilusión y la esperanza
de luchar contra el orden capitalista imperante en el mundo y así poder abrir
paso al nacimiento de una sociedad socialista.
Por otro lado, los historiadores que se sintieron parte del Materialismo
histórico nunca se encasillaron dentro de esta corriente con total obediencia.
De hecho, muchos supieron agiornarse a los nuevos tiempos y a los nuevos
avances que se daban en el campo del conocimiento 85.
Vale la pena aclarar que puede trazarse cierto paralelismo entre
marxismo y los Annales. Ya que ambos veían a la historia como algo global
y daban gran importancia a las estructuras. Pero el marxismo 86, a diferencia
de los Annales, prefiere destacar la acción humana a la que considera capaz
de poder atacar y superar a las estructuras: el marxismo da gran importancia
a la capacidad de transformación del hombre.
Para el marxismo, el factor fundamental dentro de las sociedades
eran los sistemas de producción, ya que a partir de ellos se podía llegar a
lograr el entendimiento de la sociedad. El proceso de producción es el que
determina el orden social en el que viven las personas; si embargo los

83
Fontana, Josep, Historia, análisis del pasado y proyecto social, p…149
84
Chesneaux, Jean, ob. cit, p. 56
85
Vega Cantor, Renán, ob. cit, p 2
86
Villar, Pierre, Iniciación al vocabulario histórico, p 65
37

sistemas de producción y su impacto en la economía no era el único factor


que condicionaba el orden social87. Aunque con seguridad para Marx y
Engels era el factor económico el más importante.
Existen otros factores dentro del orden social, entre ellos podemos
encontrar lo que llamamos cultura, la religión, la política, la vida social, etc.
Todos estos factores son fenómenos secundarios determinados por el modo
de producción y las condiciones sociales son sus consecuencias inmediatas.
Es decir que todos se encuentran condicionados y subordinados al orden
económico.
Entonces, partiendo del privilegio que posee el modo de producción
dentro de las sociedades, el marxismo lo divide en tres niveles diferentes
entre si. Sin embargo ambos niveles se encuentran en constante
coexistencia e interacción.
El primer nivel dentro de los modos de producción está presentado
por la infraestructura88. Si pensamos en la elaboración de cualquier producto
que requiera cierto método, es decir que su elaboración conlleve cierto tipo
de esfuerzo, debemos tener en cuenta dos factores: la capacidad del
hombre y las herramientas con las que elaborará dicho producto.
Concluimos entonces que la infraestructura está dada por la fuerza
productiva, y esta es el resultado de la fuerza física e inteligente del hombre.
A esto se le suman las herramientas, los instrumentos, las máquinas, las
fábricas, las materias primas, etc. A partir de esto, el hombre puede
transformar la naturaleza que lo rodea en pos de satisfacer sus necesidades.
Es necesario realizar una pausa y sacar algunas conclusiones cuando
hablamos de las fuerzas productivas. Si vamos a un ejemplo, podemos decir
que en una determinada sociedad, un sector social posee los medios de
producción para elaborar alimentos. Esto es inevitablemente un factor de
poder, ya que quien produce alimentos tiene hacia si la dependencia del
resto de la sociedad, además las fuerzas productivas se encuentran en
constante desarrollo, Esto demuestra lo importante que es tener el control de

87
Ibid
88
Apunte de Cátedra.
38

los medios de producción y son tan importantes para el marxismo porque


serán el principal detonante de las luchas de clases. Y es dentro del modo
de ver del marxismo la lucha de clases el principal motor que mueve la
historia de los hombres. No debemos olvidar que será a mediados del siglo
XIX cuando los obreros comiencen a disputarles a sus patrones burgueses
el control de las empresas.
El segundo nivel u orden que tiene en cuenta el marxismo es el de la
Estructura89. Básicamente este nivel está dado por la interacción que se
establece entre las relaciones de producción y las formas de propiedad.
Dentro de una sociedad es necesario que los individuos se relación, ya que
cada uno por su parte no puede llevar adelante el proceso productivo, es
aquí cuando hablamos de relaciones sociales de producción. Las relaciones
de producción derivaron, por otro lado, en una especialización necesaria
para que el proceso productivo sea cada vez más satisfactorio. Entonces se
va generando un proceso de división de trabajo, en el que cada individuo
concentra su trabajo en solo una parte de lo que será el proceso.
Por otra parte, debemos hablar de que dentro del sistema capitalista
existen dos sectores fundamentales para que el proceso productivo pueda
llevarse a cabo: la clase dueña de los medios de producción y la clase que
vende sus servicios para aportar el factor trabajo, dada a cambio de un
salario. Debemos hablar aquí de una relación de dependencia que se da
entre quien más poder tiene dentro de esta relación, que indefectiblemente
es quien posee los medios de producción. Para Marx, el fin del capitalismo y
el paso a una sociedad socialista se daría cuando la clase oprimida, aquella
que vende sus servicios a cabio de un salario, se apoderase de los medios
de producción.
El tercer nivel esta conformado por la superestructura 90, conformada
ni más ni menos que por los factores e ideas religiosas, filosóficas, políticas,
etc. Acá también entran en juego cada una de las instituciones que los
hombres crean para defender sus propios intereses e ideales. La

89
Idem.
90
Idem.
39

importancia de esto es que da nacimiento a la conciencia de clase, al ideario


de pertenencia a un cierto grupo social y poder defenderse de manera
mancomunada de otros sectores sociales
La dialéctica, de la que se hablará más adelante, es el modo en que
se lleva adelante la relación entre la superestructura con los diferentes
sectores que forman la sociedad: el económico, el político, religioso,
filosófico, etc. Como definición concreta, podemos decir que el conjunto de
ideas e instituciones formadas por las clases sociales se llama
superestructura y su máxima expresión esta constituida por el Estado.
Hay seis factores esenciales en la historia humana, y sobre ellos el
marxismo presta una gran atención. Los seis factores son: fuerzas
productivas, desarrollo de las fuerzas productivas, relación para la
procreación, relación para la producción, relación de propiedad y la
conciencia de clase, de castas, o de grupos, ideas filosóficas, políticas y las
instituciones creadas para defender los intereses de clase. No deben
considerarse como seis aspectos que siempre han existido, que han estado
presentes desde el comienzo de la historia del hombre; lo que si debe
tenerse en cuenta es que unos se basan en otros. La estructura se basa en
la infraestructura y la superestructura se basa e ambas.
Estos tres aspectos caracterizados con anterioridad conforman la
base de legitimidad sobre la que se apoya el Marxismo. Ambos elementos
configuran la visión de la sociedad que poseía la corriente surgida del
pasamiento de Karl Marx y Fredric Engenls.
Es interesante destacar en este punto la visión que posee el
historiador francés Jean Chesnaux Para este autor la teoría marxista está
fundada sobre la historia, pero no es una teoría de la historia 91. Esto quiere
decir que el objetivo principal del marxismo no fue el de realizar una teoría
nueva del campo historiográfico que sirviese para aportar una nueva visión
de la historia. Lo que hace el marxismo es aportar categorías de análisis que
hoy son indispensables para cualquier sociedad contemporánea. Estas

91
Chesneaux, Jean, ob. cit, p 53
40

características son los modos de producción, lucha de clases, carácter


determinante de la economía en última instancia.
Chesnaux concluye en que la “teoría marxista no reduce la historia
universal al encadenamiento inmutable de los modos de producción
principales. Los modos de producción caracterizan los tipos de sociedades;
pero los tipos puros, esclavitud, feudalismo, capitalismo, no se encuentran
sino de manera muy excepcional”92
Para el marxismo, la historia particular de cada pueblo está
constituida por una serie de mecanismos concretos, de desfases, de
bloqueos, de distorsiones, de rupturas, etc. El materialismo histórico centra
su análisis en cada uno de esos mecanismos concretos.

4.2 La Dialéctica en Marx


Los tres niveles que forman parte de la sociedad, la infraestructura, la
estructura y la superestructura, no se encuentran separados cada uno del
otro. Entre los tres entran en constante funcionamiento, y para entender ese
funcionamiento, es necesario entender el concepto de la dialéctica, a la que
Marx considera como el eje del análisis histórico.
Marx consideraba que la dialéctica en la historia era única y
representaba el antagonismo existente entre las clases sociales debido a las
diferencias de las relaciones de producción con los medios productivos. Para
Marx las revoluciones acaecidas en Europa durante el siglo XIX
representaban la etapa de transición del mundo capitalista al socialista,
separadas entre ambas por la dictadura del proletariado 93. La dialéctica
Marxista es el elemento que permite captar las contradicciones latentes en la
sociedad real94.
Casi con seguridad, se puede afirmar que la obra más importante de
Karl Marx fue “El Capital95”. En un sector de esta extensa obra, Marx deja en
claro su visión de la Dialéctica y las diferencias que tenía con otro gran
92
Idem, p 53
93
Suarez Luis, “Grandes interpretaciones de la historia”, p. 135
94
Boschetto, María, ob. cit, p. 2
95
“El Capital” es considerada como una obra cumbre en el campo del conocimiento social.
Su realización fue el producto de veinticinco años de trabajo e investigación y consulta de
miles d fuentes.
41

filósofo alemán, Hegel: “…Mi método dialéctico no sólo es


fundamentalmente distinto al método de Hegel, sino que es, en todo y por
todo, la antítesis de él. Para Hegel, el proceso de pensamiento, al que el
conviene incluso, bajo el nombre de Idea, en sujeto con vida propia, es el
demiurgo de lo real; y lo real constituye únicamente la forma externa en que
la idea toma cuerpo. En cambio, para mí lo ideal no es más que lo material
transferido y traducido en el cerebro de los hombres (...) El hecho de que la
dialéctica sufra en manos de Hegel una mistificación no obsta para que haya
sido él quien primero supiera exponer de un modo amplio y consciente sus
formas generales de movimiento. Lo que ocurre es que en la dialéctica
aparece en él invertida, puesta de cabeza. No hay más que darle la vuelta,
mejor dicho, ponerla de pie y en seguida se descubre bajo la corteza mística
la semilla racional. La dialéctica mistificada llegó a ponerse de moda en
Alemania porque parecía transfigurar lo existente. Pero en su forma racional
provoca la cólera de la burguesía (...) ya que en la comprensión y
explicación positiva de lo existente incluye la inteligencia de su negación y
muerte forzosa: al ser esencialmente crítica y revolucionaria, capta las
formas actuales en pleno movimiento sin omitir su carácter perecedero".
Esta extracción de “El Capital” nos demuestra lo importante que eran
para Marx las contracciones. Esto es así por son las contradicciones las que
permiten el desarrollo histórico a través de los diferentes períodos de la
historia de la humanidad. Cuando un período de la historia llega a su
cúspide, comienzan en el mismo a surgir las contradicciones, que son las
que llevaran al paso a un estadío superior. Esto explica claramente la
postura marxista de buscar el triunfo pleno del capitalismo para que
surgieran así las contradicciones que dieran paso a u mundo socialista.
Aporta julio Aróstegui: “el método de análisis marxista de todo proceso
histórico tiene como eje la dialéctica. Pero no es sencillo explicar que se
quiere decir con dialéctica, más allá de la idea de las contradicciones
inherentes a toda realidad – tesis antítesis – y su superación en nueva
42

síntesis”, resultan ser “las relaciones de producción la categoría


absolutamente distintiva de cada estadio histórico” 96.
Para Marx lo que determina cada período de la historia no es el grado
desarrollo técnico ni la evolución en las capacidades productivas sino el tipo
de relaciones existentes. Lo que define una época histórica es la naturaleza
de las relaciones que se establecen entre los hombres.
Como conclusión de lo esgrimido en el párrafo anterior queda clara la
afirmación rotunda del Marxismo de que la historia de la humanidad no e ni
más ni menos que la lucha de clases que, como ya se dijo, es el motor de la
historia. Siempre, en algún momento de la historia, las sociedades entran en
contradicciones. Estas contradicciones se dan desde el momento en que las
fuerzas productivas materiales no se condicen con las relaciones de
producción existentes. Cuando ese momento llega, comienza un período de
de estancamiento, ya que el desarrollo de las fuerzas de producción
encuentran como obstáculo par su progreso a las formas de propiedad y a
las relaciones de producción.
Es a partir del instante en que las fuerzas productivas entran en
disyuntiva con las relaciones de producción cuando comienza la lucha de
clases. Se inicia entonces el proceso que llevará a la revolución social que
de paso a una nueva sociedad capaz de satisfacer a las fuerzas productivas.
Todo queda materializado cuando se da el pasaje de un modo de
producción a otro.
Cabe a aquí un ejemplo que dibuja el paso de una sociedad a otra.
Para el marxismo, el paso de un mundo capitalista a uno socialista llegaría,
siguiendo la teoría de Marx, cuando las relaciones de producción capitalistas
entraran en contradicción con las fuerzas productivas. Por esto, casi nadie
esperaba que una revolución de carácter socialista se llevara a cabo en la
Rusia Zarista, ya que su sociedad se parecía más a una sociedad feudal que
a una capitalista. El lugar propicio para que estallase una revolución que
pusiera fin al capitalismo era Alemania, donde si el capitalismo se había
desarrollado en casi toda su totalidad.
96
Aróstegui, Julio, ob. cit, p 111
43

El marxismo estableció un análisis de los diferentes tipos de sociedad


que formaron parte de la historia del mundo, comenzando por las
sociedades pre capitalistas cuyo comienzo es en el momento preciso en que
el hombre comenzó a vivir de manera comunitaria hasta las sociedades
capitalista surgidas luego de la sociedad feudal 97.
Podemos dividir a los tipos de sociedades en dos grandes núcleos:
Por un Sociedades Pre capitalistas, entre las que tenemos a los sociedades
primitivas, a las sociedades asiáticas, las sociedades esclavitas y al
feudalismo. Por el otro lado tenemos a las sociedades capitalistas:
Comunismo primitivo o propiedad de la tribu: Esta fue la primera
forma de organización que se conoce de la historia humana, ya que surge
desde el mismo momento en que el hombre comienza a organizarse en
comunidades. La organización que se da en esta forma de comunidad es
muy básica, ya que el pueblo para satisfacer sus necesidades básicas
alimenticias se nutre de la caza-pesca, de la recolección de alimentos y en
última etapa de una agricultura muy rudimentaria. Todavía no se da, por lo
menos en un primer momento, la generación de excedentes que puedan ser
utilizados para comerciar98.
El modo de agrupación se da a través de la familia, donde todos
forman parte de la tribu y donde todos trabajan no solo manera pareja, sino
que trabajan de diferentes cosas; esto demuestra la casi inexistencia de la
división del trabajo. A la cabeza de la tribu se hallaban los patriarcas, por
debajo los miembros de la tribu. La superestructura se deduce de esta
organización patriarcal y la religión se reduce al temor a la naturaleza, no
existen dioses ni grupos religiosos fuera de la sociedad tribal 99.
Será en el momento que la agricultura comience a desarrollarse y
obtenga cada vez más privilegios dentro de las tribus que la caza y la pesca,
cuando comience a realizarse la división del trabajo. Unos se ocuparan de la
agricultura, otros de la caza, otros de la pesca, etc. Por otro lado, a partir de
la agricultura comenzará a generarse un excedente y desde ese momento
97
Apuntes de Cátedra.
98
Suarez, Luis, ob. cit, p. 141
99
Idem
44

empezará a desarrollarse el comercio o el intercambio. Por otro lado


extensión del comercio llevará a la guerra con otras tribus y en consecuencia
la práctica latente de la esclavitud en la familia, al crecer la población, hará
que los grupos más poderosos tengan esclavos provistos por los pueblos
vencidos.
Modo de producción asiático: La principal característica de los modos
de producción asiáticos en comparación con las sociedades primitivas estará
dada por las necesidades de los diferentes grupos sociales de trabajar
mancomunadamente para poder desarrollar grandes obras de ingeniería que
les permitiesen desarrollar grandes sistemas de regadíos. Aparecen los
grandes trabajos hidráulicos para riego, que en los antiguos pueblos de la
Mesopotamia asiática fueron fundamentales para que la agricultura pudiera
desarrollarse100. Por otro lado, esto también exigía una dirección centralizada
para agrupar bajo un mismo mando a varias comunidades primitivas.
Será a partir de este momento cuando comiencen a producirse
diferencias de clases, ya que un sector social se impondría por sobre otro
desde el momento en que tuviera privilegios para quedarse con el sobrante
de la producción. Esa minoría serían quienes dirigían la producción, y
tendrían bajo su ala al sector social que trabajaba la agricultura. Se puede
decir que comenzaba a haber un sector social explotador y uno explotado.
Esto dio lugar al surgimiento de la burocracia y con ésta el embrión del
Estado. Cuando los privilegios se hicieron hereditarios surgieron las castas.
La evolución de las sociedades asiáticas sería en dos caminos
diferentes. Uno en dirección a la sociedad feudal; el otro en camino a la
sociedad esclavista. Lo que vale la pena rescatar es que a partir del
momento en comienza a desarrollarse fuertemente la agricultura se da
origen a una nueva organización estatal. El principal cambio está dado
porque el hombre pasa de vivir de la recolección a vivir de la agricultura; esto
conlleva al surgimiento de nuevas formas de organización como la moneda
(necesaria para el comercio), la escritura, el derecho, etc. El resultado
concreto es el pase de una sociedad sin clases a una sociedad con clases.
100
Idem.
45

Sociedad Esclavista: El lugar más ejemplificador que muestra a este


tipo de sociedad, se da en la Grecia y Roma clásica. Los esclavos formaban
parte cotidiana de estas sociedades, y sus dueños eran tanto el Estado en
algunos casos, como dueños particulares en otros. El hombre comenzó a
vivir en ciudades, y ese sería el lugar en el que vivía la clase que poseía los
derechos sobre los esclavos. Las actividades principales de esta clase
dominante, por así decirlo, se dedicaba a la vida política, a la guerra, etc. Por
otro lado los esclavos eran quienes aportaban la fuerza productiva.
En este tipo de sociedades hay dos formas de propiedad, por un lado
gran parte de los medios de producción son propiedad de todos los
ciudadanos activos del Estado. Por otro, son entregados en posesión a los
diferentes ciudadanos que se hacen propietarios privados de esos medios
de producción. En esta sociedad la superestructura está dada por el Estado,
cuyo origen es por la necesidad que tienen las clases dominantes de
mantener sus privilegios. También surge la burocracia estatal, ente cuyo
principal fin es el de recaudar impuestos y realizar actividades
administrativas.
La sociedad esclavista era claramente una sociedad dividida en
clases, y en toda sociedad dividida en clases se produce la lucha de clases.
Eran constantes las rebeliones y las constantes luchas de los esclavos por
obtener su libertad. Por otro lado las fuerzas productivas estaban claramente
desarrolladas, y comenzaba a producirse así un dilema. El problema era que
los grandes espacios de tierra para producir necesitaban mano de obra
incentivada en realizar un buen trabajo. De más está decir que los esclavos
no cumplían con el requisito de la incentivación ya que no estaban, en
muchos casos, predispuestos a realizar el trabajo. Las rebeliones y las
guerras fueron constantes y su principal consecuencia fue la destrucción de
grandes extensiones de tierra apta para la agricultura.
Otra consecuencia de la sociedad esclavista, y cuyo principal
resultado fue la base de legitimidad para el feudalismo, fue el surgimiento de
la propiedad privada101. Dentro del sistema de la propiedad privada, surgirían
101
En un primer momento de bienes nobiliarios y luego de bienes inmobiliarios.
46

los siervos, que no eran ni más ni menos esclavos comprados con un


pequeño capital mobiliario para que pudiesen trabajar para la propiedad del
señor feudal. Los señores feudales eran ciudadanos que se apropiaron de la
propiedad comunal administrándola y controlándola con sus ejércitos como
si fuesen de su propiedad. Este nuevo tipo de fuerzas productivas chocó con
la estructura del régimen esclavista. El feudalismo como sistema social
fuertemente instalado, principalmente en Europa, tendría su comienzo en el
año 476 con la caída del Imperio Romano de Occidente. Sin embargo sería
en el período de la historia que se encuentra entre el fin del Imperio
Carolingio y las Cruzadas cuando este sistema encontrara su momento de
mayor aplicación.
El Feudalismo: El feudalismo fue la principal característica de la que
gozó el Medioevo europeo. Su base de legitimidad se monta sobre la
producción agrícola extensiva y la producción artesanal en las ciudades 102. A
este desarrollo de las fuerzas productivas correspondía la siguiente forma de
propiedad: los jefes de las “hordas bárbaras” se fusionaron en algunos casos
con los ciudadanos del Estado comunal esclavista, en otros, los arrasaron y
pasaron a ser la nueva clase dominante.
El principal factor de poder y dominación con el que contaba la
nobleza feudal, era con la propiedad de la tierra y con la capacidad de poder
contar con poderosos ejércitos que muchos veces eran solicitados por los
reyes a cambio de dinero. Los esclavos liberados propietarios de los medios
de producción y los ciudadanos esclavistas sometidos y empobrecidos,
aportaron el elemento humano para constituir dos nuevas clases. El señor
feudal fue el principal eje sobre el cual se organizó este tipo se sociedad.
Bajo su amparo se encontraban los ciervos, que trabajaban las tierras de sus
señores feudales a cambio de protección. Por otro lado en las ciudades se
encontraban los artesanos, pero también debían pagar al señor feudal y que

102
Durante la edad media y con mayor profundidad durante el período en el que el sistema
feudal se encontraba fuertemente arraigado, el principal motor de la vida era el campo. La
ciudad se encontraba en un franco retroceso, fundamentalmente por las grandes invasiones
que había sufrido Europa n mano de los “bárbaros”,
47

este era quien controlaba los caminos, necesarios para que el artesano
pudiera transportar sus productos.
Durante este período de la historia el miedo constante a las
invasiones hizo que Europa se encontrara en un constante estado de
fragmentación. Muchas veces el Rey pasaba de manera casi insignificante
para el resto de la población y muchas veces se convertía en toro señor
feudal más. La Iglesia Cristiana perdió en principio su influencia ya que cada
pueblo ejercía su religión, pero poco a poco los diferentes pueblos se
convirtieron al catolicismo, pasando a cumplir un rol fundamental en la
unificación de los feudos, mediante la doctrina de sumisión y humildad para
los siervos y la coronación de reyes y señores feudales por mandato divino.
Poco a poco la sociedad fue adquiriendo un alto grado de desarrollo,
principalmente en las fuerzas de producción. Los trabajadores se agruparon
en gremios que eran verdaderas asociaciones creadas para desarrollar la
producción y defender la propiedad mobiliaria.
La sociedad feudal comenzaría a entrar en contradicciones,
principalmente a causa del comercio que comenzaba a resurgir a partir de
las cruzadas y del desarrollo que comenzaban a adquirir las ciudades. El
paso siguiente en el desarrollo de las fuerzas productivas y la división del
trabajo fue la separación de la producción del cambio. El capital era fijo y
estaba formado por la vivienda, las herramientas del oficio y la clientela. Al
separarse la producción del cambio, se conformó la clase de comerciantes y
una masa de capital móvil, que podía invertirse. Esto acarreó el desarrollo de
las fuerzas productivas atadas hasta entonces a los ámbitos locales. El
desarrollo del comercio y de una nueva clase con capital fijo y que, a su vez,
lo invertiría para obtener ganancias, daría origen a una nueva clase social.
Esta nueva clase, la burguesía, propietaria de los medios de producción y
del capital, sería la principal consecuencia de que el sistema feudal llegara a
su fin. La burguesía transformó a su vez a la plebe en una nueva clase, el
proletariado libre asalariado.
Por otro lado, el sistema feudal era totalmente incompatible con el
modo de entender el mundo que tenía la burguesía. Las constantes trabas
48

que imponía el feudalismo al comercio iban en contra de los principios de


libre comercio y la competencia industrial y comercial que tenían los
burgueses. El surgimiento de esta nueva clase social sería de gran
importancia para el futuro del mundo, ya que la burguesía llegaría a
constituirse, con el corres de los siglos, como la clase más poderosa.
Por otro lado, se producirse una ´ruptura dentro del seno de la Iglesia
Católica, que le proporcionaba una doctrina al feudalismo. Surgirían nuevas
formas de religión que resultaban más propicias para los nuevos tiempos
que se vivían en el mundo. El protestantismo se erigiría como la religión de
la burguesía, ya que su doctrina decía que los hombres deben construirse su
propio destino personal mediante el trabajo y la acumulación de bienes y
riquezas, cosa a la que el catolicismo se oponía. La burguesía arrastra tras
su causa al campesinado y al proletariado y se producen revoluciones y
guerras contra la nobleza hasta lograr imponerse.
Siguiendo lo dicho precedentemente vemos como el desarrollo
material de las fuerzas productivas, o sea la infraestructura, determina las
relaciones de producción y las formas de propiedad, la estructura y, como de
ésta estructura surge la superestructura de la sociedad. El desarrollo de las
fuerzas productivas choca en algún momento con las relaciones de
producción establecidas y las clases generadas en este desarrollo luchan
entre si por apoderarse de la superestructura, pero una vez en el poder
modifican la estructura social y crean condiciones para un nuevo desarrollo
de las fuerzas productivas. Ésta es la dialéctica del progreso humano
histórico, de las revoluciones y de la lucha de clases. Así vimos el paso de la
barbarie primitiva a la sociedad Asiática, al feudalismo y al capitalismo. 103
La Sociedad capitalista resulta ser el último eslabón dentro de la
cadena evolutiva de las sociedades hasta este momento. Este tipo de
sociedad es la más compleja dentro de todos los órdenes sociales. El
advenimiento del sistema capitalista no fue unánime a partir de la caída del
feudalismo, ya que existió de manera lineal con diferentes sistemas. Será
dentro del sistema capitalista cuando las clases sociales aparezcan como
103
Apuntes de cátedra
49

grupos cohesionados y consientes de sus intereses capaces de luchar de


manera concreta y organizada.
Lo redactado en párrafos anteriores es la resultante de los aportes
realizados por el marxismo para explicar el devenir histórico de la
humanidad. Como corriente propia de la historiografía, el marxismo
comenzaría a desarrollarse a nivel internacional a mediados del siglo XX,
más precisamente una vez concluida la segunda guerra mundial.
La historiografía marxista se ha desarrollado de maneras diferentes
en distintos países. Además, pese a que todos contaban con la misma base
epistemológica como punto de partida, cada país le fue aportando a la
corriente rasgos propios de su historia.
El historiador, inglés y Marxista, Eric Hobsbawm propuso el término
de Marxismo Vulgar. Según este autor, muchas veces diferentes textos que
se hacían llamar marxistas no tomaban la teoría de Marx de una manera
contundente, sino que lo hacían a través de ideas sencillas y esto no era otra
cosa que la de simplificar el complejo aporte del marxismo 104.
El marxismo vulgar usa elementos de la filosofía, la sociología y la
economía política marxista y los trata como representaciones del sistema de
pensamiento elaborado por Marx. Para Hobsbawm este reflejo del Marxismo
no representaba al pensamiento maduro de Marx.
Según Hobsbawm las principales características del marxismo vulgar
eran las siguientes:
1- La interpretación económica de la historia, esto es, la creencia que
el “factor económico es el fundamental del cual dependen los demás”; y, de
modo más específico, del cual dependían fenómenos que hasta ahora no se
consideraban muy relacionados con asuntos específicos.
2- El modelo de base y superestructura (que se usa de la forma más
generalizada para explicar la historia de las ideas). Este modelo solía
interpretarse como una simple relación de dominio y dependencia entre la
base económica y la superestructura medida a lo sumo por el interés de
clase y la lucha de clases.
104
Hobsbawm, Eric, ob. cit, p 152 – 153
50

3- Las leyes históricas y la inevitabilidad histórica. Se creía que Marx


insistía en una evolución sistemática y necesaria de la sociedad humana en
la historia, de la cual se excluía en gran parte lo eventual, en el nivel de
generalización sobre los movimientos a largo plazo. De ahí la constantes
preocupación de los primeros escritores sobre historia marxista por
problemas como el papel del individuo o de la casualidad en la historia.
4- Temas específicos de la investigación histórica que se derivaban
de los intereses del propio Marx: por ejemplo, el interés por el desarrollo
capitalista y la industrialización.
5- Temas específicos de la investigación que derivaban no tanto de
Marx como del interés de los movimientos asociados con su teoría, por
ejemplo, el interés por la agitación de clases oprimidas o por las
revoluciones.
6- Varias observaciones sobre la naturaleza y los límites de la
historiografía derivados del modelo de “base y superestructura” y que
servían para explicar los motivos y los métodos de los historiadores que
afirmaban no ser más que buscadores de la verdad 105.
Es evidente que parte de todo esto no representaba a Marx en
absoluto, sino la clase de interés que de forma natural se despertaría en
cualquier historiador asociado con los movimientos populares, obreros y
revolucionarios, y que se hubiera despertado incluso sin la intervención de
Marx, como el interés por los anteriores ejemplos de lucha social e ideología
socialista. Es evidente que parte de todo esto no representaba a Marx en
absoluto, sino la clase de interés que de forma natural se despertaría en
cualquier historiador asociado con los movimientos populares, obreros y
revolucionarios, y que se hubiera despertado incluso sin la intervención de
Marx, como el interés por los anteriores ejemplos de lucha social e ideología
socialista.

4.3 Trayectoria de la Historiografía Marxista

105
Idem.
51

Tanto Karl Marx como Fredrick Engels morirían hacia finales del siglo
XIX y su influencia en el campo de la historiografía se daría mucho tiempo
después. De hecho en el momento que siguió a sus muertes, en los inicios
del siglo XX existió un revisionismo que sería lo único que sobreviviría del
Marxismo en un primer momento.
La Revolución Rusa, de carácter plenamente Marxista, y el Estado
Comunista que surgiría tendrían una gran importancia en el desarrollo de
una historiografía Marxista en Rusia. En 1938 surgiría la historia del Partido
Comunista Soviético, que sin embargo era una versión oficial (recordemos
que en ese momento Josep Stalin estaba en el poder en Rusia) de la
Revolución Rusa. Sin embargo y pese a esta versión segmentada de la
historia de la revolución, la historiografía rusa adquiriría un notable progreso,
propio de los avances que se dieron en la investigación empírica cuya base
eran la arqueología y prehistoria. Julio Aróstegui 106 destaca, por otro lado,
que salvo autores como Kovaliov, Porchnev, Mescheriakov y Maidanik la
historiografía soviética es casi mera doctrina repetitiva 107.
Otro aspecto a destacar de la historiografía soviética es que dedicó un
amplio espacio e importancia a los problemas de lo histórico y al método
historiográfico. Pasada la primera mitad del siglo XX se notaría una apertura
en los historiadores soviéticos con respecto a las nuevas corrientes que
venían de occidente. Surgieron así gran cantidad de obras cuyos temas se
relacionaban con la teoría y la metodología de la historia.
Dentro de los países que se encontraban bajo la órbita de influencia
marxista, solo se destacarían historiadores procedentes de países como la
República Democrática Alemana y Polonia. El alemán Manfred Kossok
aportaría un análisis de las revoluciones contemporáneas mientras que en
Polonia surgirían autores como Witold Kula, Jerzy Topolsky, entre otros. La
principal peculiaridad de este último caso es que la obra de los autores
polacos sería más conocida en occidente que en oriente 108.

106
Aróstegui, Julio, ob. cit, p. 116
107
Idem, p. 112
108
Idem.
52

En Gran Bretaña se produciría, de la misma manera que ocurriría en


la mayoría de los países, un gran impacto del marxista en el período
siguiente a la Segunda Guerra Mundial. El historiador Maurice Dobb
aportaría un gran estudio, titulado Estudios sobre el “Desarrollo del
Capitalismo”, que concluía que el origen del capitalismo se hallaba en el
momento en que los modos de producción del feudalismo se encontraron en
contradicción con las fuerzas productivas. En contrapartida surgiría la obra
de Paul Sweezy, “Ciencia y Sociedad”, que explicaba la aparición del
capitalismo a partir de la ampliación de la circulación de mercancías 109.
El gran avance que se daría dentro del marxismo inglés, siempre en
lo relacionado a la historiografía, se daría con la iniciativa de Maurice Dobb
que fundaría la revista “Past and Present”, de clara filiación marxista y en
cuyo seno se agrupaban historiadores como Rodney Hilton, Chistopher Hill,
Eric Hobsbawm y Edward Thompson. La revista “New left review” también
entraría dentro del catálogo de las revistas de izquierda de origen inglés 110.
Esta última revista seguiría un proyecto centrado en la construcción de una
historia desde abajo.
Salvando la gran repercusión obtenida por Eric Hobsbawm gracias a
sus estudios sobre el mundo contemporáneo, otro gran impacto tanto dentro
del Marxismo como en la historia social lo daría la obra de Edward
Thompson. Su estudio sobre la formación de la clase obrera inglesa y su
conciencia en la lucha de clases definiría a las clases como algo a priori de
la conciencia de sus autores. Es decir que no hay una clase social si primero
no se toma conciencia de ella misma, Thompson define a la clase como una
formación social y cultural que n existe por fuera de la historia concreta.
Esta caracterización en particular de Thompson ha hecho que se agrupase a
los historiadores Marxistas bajo el contexto de culturalistas y no de
economicistas111.
Un aspecto que merece la pena destacar cuando hablamos de
Marxismo, es la crítica realizada por Althusser. Su aporte teórico subraya
109
La Historia y el Marxismo inglés, abc.gob.ar
110
Aróstegui, Julio, ob. cit, p 112
111
Idem.
53

que y cuales deben ser las relaciones entre saber histórico y saber
económico. Para Althusser el conocimiento científico no debía ser
sospechoso no de ideología ni de empirismo, por otro lado también decía
que los historiadores no Marxistas, que se consideraban empiristas se
apoyaban sobre una ingenua base antropológica 112. Edward Thompson
entraría en debate con Althusser, defendiendo al Materialismo Histórico. Por
otro lado para Josep Fontana de nada sirve separar la historia de lo
económico, lo social y la política Marxista; ya que cada parte por si sola
pierde su real significado113.
Sin embargo, resulta claro que dentro del mundo de los historiadores
Marxistas se pueden encontrar dos posturas diferentes: por un lado una
estructuralista y otra culturalista. Es dentro de la línea del culturalismo que
encontramos a autores como Hobsbawm y Vilar114.
Hobsbawm propone un análisis en tres niveles relacionados entre sí
por un principio de determinación. Pero al mismo tiempo, es evidente que el
objeto de la historia social no privilegiaba ninguno de ellos. Tal vez por eso,
a comienzos de los años 80 una historiadora anglosajona definió la historia
social en un sentido inverso, aunque para hacerlo remitía a la tradición
fundada por Thompson y Hobsbawm: para Natalie Zemon Davis, la nueva
historia social es una historia sociocultural que se interesa por los medios de
transmisión pero también por la recepción, es decir, por las formas de la
percepción, por lo simbólico y por la estructura de los relatos. Se trata de
una historia sensible no sólo a la dominación, sino también a las estrategias
de resistencia que ejecutan los grupos sociales subordinados. En la historia
social entendida como historia económica – social y la historia social
entendida como historia sociocultural queda sin resolverse u problema que
debiera ser central para una y para otra: el de las relaciones objetivas entre
las condiciones de existencia y conciencia.
El otro país donde el marxismo se desarrollaría de manera evidente
sería en Francia. A principios del siglo XX Jean Jaurés, de quien ya hemos
112
Villar, Pierre; “Hacer la Historia”, p…185
113
Fontana, Josep, ob. cit, p. 140
114
Boschetto, María, ob. cit, p 3
54

hablados115, escribiría la “Historia Socialista de la Revolución Francesa”, que


puede considerarse como pionera en cuanto a historiografía Marxista se
refiere dentro del país galo. Ernest Labrouse 116, a quien también ya se ha
mencionado dentro de la escuela de Annals, realizaría un gran aporte desde
una inspiración Marxista. Realizaría un estudio sobre el contexto económico
general del mundo del siglo XVII. Explicaría, por otro lado, la correlación
existente entre determinados hechos sociales y los ciclos económicos. El
otro gran historiador dentro del Marxismo Francés fue Pierre Vilar, que se
dedicaría casi toda su carrera a estudiar la historia de España.
Entre sus principales temas de estudio, la historiografía Marxista
francesa se focalizó en la historia del Movimiento Obrero y a la Revolución
Francesa. La publicación que nucleó a los marxistas fue “Anjourd’ hui
l’Histoire”117, que dicho sea de paso también contaba con colaboración de
historiadores que no provenían del marxismo. La revista trataba temas
relacionados con los métodos y las fuentes.
Si bien la historiografía Marxista siguió como corriente dentro de la
teoría de la historia, se advierte un franco declive a principios de la década
de 1970 y una crisis general dentro del Marxismo a fines de dicha década.
Luego de un proceso que llevaría a una profunda autocrítica, se daría en la
década de 1980 el surgimiento de importantes obras de investigación dentro
del Marxismo118.
Para terminar dentro de este trabajo el análisis del Marxismo,
citaremos a Eric Hobsbawm y su análisis del porque, para él, del éxito de
esta corriente historiográfica: “La insólita importancia que en la actualidad
tienen los historiadores marxistas sin duda se debe en gran parte a la
radicalización de los intelectuales y los estudiantes en el pasado decenio, las
revoluciones en el tercer mundo, la ruptura de las ortodoxias marxistas
desfavorables a la obra científica original, e incluso a un factor tan sencillo
como la sucesión de las generaciones. Porque los marxistas que llegaron a

115
Ver pág 11.
116
Aróstegui, Julio, ob. cit, p 117
117
Idem.
118
Idem, p. 119
55

publicar libros que fueron muy leídos y a ocupar puestos importantes en la


vida académica en el decenio de 1950 con frecuencia no eran más que
estudiantes radicalizados de los decenios de 1930 y 1940 que alcanzaban la
cumbre normal de su carrera. No obstante, mientras celebramos el 150
aniversario del nacimiento de Marx, no podemos por menos señalar que una
influencia significativa del marxismo en el campo de la historiografía coincide
con un número importante de historiadores que se han inspirado en Marx” 119.

119
Hobsbawm, Eric, ob. cit, p 161 – 162.
56

5. La Historia Cuantificada

La historiografía cuantificada, corriente surgida en Francia y en los


Estados Unidos, tendría su auge en las décadas de 1960 y 1970. Aunque
conviene aclarar que no sería en esos años cuando comenzarían a
realizarse los primeros estudios del campo de la historia cuantificada sino
que su origen debemos buscarlos en la década de 1930 120.
Pese a que ya en tiempos de griegos y romanos existían trabajos de
historiadores que incluían cifras para hacer de sus trabajos estudios más
completos, sería a partir de la influencia de los economicistas en el campo
de la historiografía cuando comenzarían a introducirse elementos de la
cuantificación sistemática121. No debemos olvidar que en Francia, durante los
primeros tiempos de la revista de Annals, los estudios eran realizados en su
mayoría por economistas.
La inclusión de la metodología cuantitativa no fue privilegio de la
historia, ya que la influencia llegaría a todos los ámbitos de las ciencias
sociales. Por eso se habla de un paradigma cuantitativo 122.
Cuando hablamos de historia Cuantificada y de historia Cuantitativa,
también debemos hablar de la cliometría, término utilizado para hablar de la
historia como una disciplina científica. Los estudios realizados en los
Estados Unidos comenzaron a utilizar métodos propios de la Economía en la
historia. Para Peter Temin la cliometría era la aplicación esencial de la teoría
económica neoclásica a la perspectiva histórica 123.
Dice julio Aróstegui: “La cliometría fue una forma de plantear y
analizar la historia económica que iba mucho más allá de la cuantificación de
las variables para adentrarse en la construcción de modelos formalizados
matemáticamente para explicar el proceso analizado” 124.

120
Cardoso, C. F. S. y Brignoli, M. F, ob. cit, p. 25-26
121
idem, p. 26
122
Aróstegui, Julio, ob. cit, p 120
123
Idem, p 122
124
Idem, p. 123
57

La cliometría es el verdadero proyecto cuantitativista, ya que está


principalmente basado en las matematización de modelos explícitos de
comportamiento temporal, que pretenden constituir en sí mismos
explicaciones de modelos históricos a largo plazo. 125
La cliometría resulta ser un fiel reflejo de la necesidad y las ganas de
hacer, por parte de un grupo de científicos, a la historia como una ciencia y
como una disciplina independiente, que tomaría de la teoría económica su
aparato metodológico. Sin embargo, hay un hecho que resulta clave: la
teoría económica se ha mostrado incapaz, por si sola, de explicar la
complejidad de los actos humanos colectivos, incluso esos actos colectivos
que tenían que ver con la económica. Esto quiere decir que no alcanzaba
solo con la economía, eran necesarios otros aportes y otros estudios
provenientes desde otros campos.
La principal teoría sobre la que se basó la historia cuantificada hacía
referencia a que “la historia sistemáticamente cuantificada supone que las
hipótesis de trabajo de los historiadores, antes implícitas, no confesadas,
ahora se vuelven implícitas (…) el historiador tuvo que darse cuenta de algo
fundamental: la necesidad (…) de seleccionar, recortar, construir su objeto,
en función de su hipótesis, de su marco teórico y metodológico” 126. Lo que
pretendía esta corriente era que, el historiador, tomara un rol con mayor
participación. Si lo que se hacía antes era demostrar si los datos
encontrados en las fuentes escritas eran veraces o falsos, la historia
cuantitativa planteaba demostrar homogeneidad y coherencia a partir de la
verificación y el apoyo del estudio en una serie de datos.
Con el correr de los años, la historia cuantificada se iría dividiendo en
deferentes corrientes o tendencias. Por un lado se encontraba un sector
influenciado por los Annales franceses, que no estaban dispuestos a realizar
un corte radical entre historia económica e historia global. Por el contrario,
surgiría otro grupo, el de la historia económica hecha por investigadores
cuya formación era la de economicistas y no la de historiadores. Este nuevo

125
Ídem, p. 120
126
Cardoso, C. F. S. y Brignoli, M. F, ob. cit, p. 26
58

grupo se desarrollaría en mayor magnitud en Estados Unidos y Gran


Bretaña y, a su vez, se dividiría en dos tendencias: la historia cuantitativa y
la New Economic History127.
En las siguientes páginas se realizará una descripción de las
principales tendencias surgidas a partir de la historia cuantificada:
1. la historia serial, hechas por historiadores
economicistas (“escuela de Annales”)
2. la historia económica hecha por historiadores
economicistas; la historia cuantitativa y la New Economic
History
3. También podemos incluir a la historia demográfica
dentro de las corrientes que surgirían del cuantitivismo.

5.1 La Historia Serial.


A diferencia de las demás ramas que se desprenderían de la historia
cuantificada, la historia serial tendría la particularidad de ser una historia
económica hecha por historiadores y no por economicistas. Este sería el
principal rasgo de distinción de la historia serial.
Dentro de este grupo, que tenía una relación estrecha con la escuela
de Annals, se encontraba el historiador francés Labrausse. Éste historiador
empezaría por ser un economista para luego transformarse en historiador.
Una de las principales preocupaciones de los historiadores “seriales” fue la
de tratar de o cometer anacronismos dentro del estudio de la historia y, una
característica de esta corriente fue la de criticar datos y estadísticas que
fueron anteriores al tiempo o al período plenamente estadístico 128.
Una de las principales características de la historia serial, fue la de
hacer del estudio de la historia una ciencia empírica, compuesta por una
hipótesis de carácter operativa y una síntesis de tipo cualitativa.
Dentro de la historia serial, se cree que es necesario tener tantas
teorías como sistemas económicos haya. Por otro lado, de nada sirve
127
Idem, p. 27
128
Idem, p. 28
59

intentar aplicar una teoría económica actual a un período anterior de la


historia; el ideario de la historia serial era el de construir una teoría para cada
sociedad. Vale aclarar que para los historiadores seriales, una teoría
económica actual solo serviría para explicar un hecho o sociedad del
pasado siempre y cuando pudiera ser verificada y constatada.
Otro gran aporte de la historia Serial Francesa fue el de comprender
que cada sector social no crecía de igual manera que los demás; cada
componente de la sociedad crecía de una manera particular, teniendo en
cuenta diferentes factores de la composición social. Por otro lado la historia
serial expandiría su área de estudio; al análisis de los precios y las variables
económicas les añadiría nuevos estudios relacionados con la demografía,
las variables políticas, etc., todos fenómenos relacionados con las
estructuras129.
En la actualidad, la historia serial no se encuentra solamente
enmarcado en lo que fue su lugar de origen, esto es en la historia
económica, sino que su aplicación se da en variados campos de estudio.
Frances Furet distinguió los tipos de fuentes que pueden ser utilizadas, las
dividió en tres grupos según el grado de dificultad:
1- Las fuentes estructuralmente numéricas utilizadas por el historiador
para contestar preguntas ligadas directamente a su campo original de
investigación.
2- Fuentes estructuralmente numéricas usadas particularmente para
encontrar respuestas a cuestiones extrañas a su campo original de
investigación.
3- Las fuentes no estructuralmente numéricas, pero que el historiador
busca de manera cuantitativa, es necesario que pueda reorganizarlas en
series, es decir en unidades cronológicas comparables 130.

129
idem, p. 29
130
Idem, p. 30-31
60

5.2 La historia Cuantitativa.


Esta corriente, enmarcada dentro de la historia cuantificada, tendría
su origen pasada la primera mitad del siglo XX, con los trabajos de S.
Kuznets en Estados Unidos para luego desarrollarse también en Francia 131.
El principal problema que ocuparía a esta corriente sería el del
crecimiento económico, analizando los flujos que se dan año a año en los
países. El estudio se centraría en todas las actividades económicas de
manera conjunta.
La principal dificultad que debió enfrentar la historia cuantitativa fue la
escasez de datos para analizar los períodos económicos que alejaban del
tiempo presente. Por ejemplo, era bastante problemático encontrar datos
económicos de la Edad Media.
La cliometría fue muy criticada por la historia cuantitativa,
principalmente por Lawrence Stone que criticaba la vuelta a la narrativa 132.
A diferencia de la historia serial, esta corriente era una historia hecha
por economicistas y no por historiadores; las limitaciones se encontraban,
como ya se dijo, en las cifras. Los autores Marczewski y Toutain elaboraron
una serie de veintidós ecuaciones necesarias para evaluar el ingreso
nacional en cualquier período. Estas ecuaciones se desarrollan en cinco
igualdades básicas de la contabilidad nacional:
1. Demanda de bienes y servicios.
2. La producción interna.
3. El ingreso total de las familias.
4. El ingreso total de los administradores.
5. El ahorro nacional bruto133.
El estructural-cuantitativismo alcanzó dos focos principales, por un
lado en la tradición historiográfica francesa que prendió con fuerza en la
segunda y tercera generación de Annales y por otro, el de la Social History

131
Idem, p. 31
132
Aróstegui, Julio, ob. cit, p 125-127
133
Cardoso, C. F. S. y Brignoli, M. F., ob. cit, p. 32
61

de origen americano o en un tipo de historiografía que podemos llamar socio


- estructural134. Se trató de una historia hecha por economistas, que
pretendió limitarse a las cifras y al razonamiento sobre esas cifras. Los
hombres, las empresas y las fuerzas económicas casi que desaparecen del
escenario.

5.3 La New Economic History.


Habría un hecho concreto que haría que esta corriente se
transformara en una escuela propia: la unidad y la coherencia con la que se
manejo. Esta escuela nacería alrededor de la segunda mitad de la década
de 1950, y el hecho de ser parte de una historia escrita por economistas la
haría asemejarse a la historia cuantitativa135.
La New Economic History es la principal expresión de la Cliometría y
presenta varios puntos en común con “la historia cuantitativa” como el hecho
de ser una historia económica escrita por economistas y la aplicación
retrospectiva de los procedimientos y modelos de la econometría. 136
La New Economic History se asentaría sobre una base metodológica
que se puede resumir de la siguiente manera:
1. La decisión de no estancarse en la simple
descripción económica, sino que optaría por plantear de
manera integral la teoría económica dentro de un modelo
global. Para llevar a cabo sus estudios, la New Economic
History utilizaría el método hipotético deductivo, partiendo o
tomando como base de sus estudios los supuestos de la teoría
económica.
2. Una gran innovación lograda por esta escuela fue
la de incluir dentro de sus estudios la inclusión de hipótesis
alternativas para así poder explicar fenómenos causales. Por
ejemplo utilizar la comparación cuando la verificación de

134
Ídem.
135
idem, p. 32
136
Cardoso C.F.S. y Pérez Brignoli M.P. Los métodos de la historia, p..32
62

manera directa era imposible. El objetico de esto era el de


poder explicar y verificar ciertos factores que resultaban
esenciales para entender el proceso.
3. La New Economic History rechaza el intento de
explicar la historia de manera global, pese a que no propone
una manera alternativa o distinta a la historia global 137.
Entre los principales historiadores de la New Economic History, nos
encontramos con los pioneros Alfred Conrad y John Meyer, cuyo trabajo
sobre la esclavitud en el sur de Estados Unidos fue una de las piedras
fundamentales de esta escuela. Cabe destacar que, a diferencia de la
escuela del cuantitivismo, la New Economic History utilizó y apoyo la base
de sus estudios en la cliometría.
Otro historiador destacado dentro de esta escuela fue Robert Fogel,
que realizó un estudio sobre los ferrocarriles en Estados Unidos. Esta obra
fue titulada “Los ferrocarriles y el crecimiento económico norteamericano”, y
su principal objetivo fue el de poner en el foco de la discusión la afirmación
de que los ferrocarriles fueron fundamentales para el desarrollo económico
estadounidense. En el mismo, recurre a una hipótesis contrafactual:
construyó un modelo hipotético basado en un hecho que no ocurrió, Fogel se
preguntó qué habría pasado si los ferrocarriles no hubiesen existido y se
habrían utilizado medios de transporte alternativos. 138 Era algo bastante
“imaginativo”.
A partir de 1966 estos estudios y estas teorías comenzaron a
proliferar en Estados Unidos gracias a el Journal of Economic History y en
Gran bretaña por la Economic History Review. Robert Fogel junto con
Stanley L. Engerman publicaron en 1974 un libro de dos volúmenes titulado
Time on the cross. En el primer volumen nos dice Fontana que se destinaba
a un público no especializado (ya que se acusaba a los cliómetras de escribir
muy difícil) y que estaba constituido por un conjunto de afirmaciones sin
pruebas. En el segundo volumen que era para especialistas, explicaba cómo

137
idem, p. 33-34
138
Fontana Josepob. cit p. 215
63

se había llegado a esos resultados. En definitiva, el libro era una “remake”


del estudio de Conrad y Mayer. Lo que dice Fontana es que el libro se puso
de moda en los círculos académicos por la “naturaleza provocativa de sus
conclusiones” y por utilizar análisis simplistas para cuestiones cualitativas y
complejas.139
“Esta historia cuantitativa se tenía a sí misma como la historia
científica y esto se basaba en el falso supuesto de que lo científico era aquel
proceso de conocimiento que tiene una forma clara de relación con lo
cuantificable. Para Robert W. Fogel hay una distinción entre historia
tradicional e historia científica y señala que existe un grupo de historiadores
que se llaman a sí mismos científicos o cliómetras, y este tipo de historia se
parece a él y se caracteriza porque su punto de vista y su metodología son
distintas de las tradicionales. Estos historiadores aplican los métodos
cuantitativos y los modelos de conducta elaborados por las ciencias sociales
para el estudio de la historia. La historia científica sería aquella que se
integraba plenamente los métodos de las ciencias sociales, aludiendo con
ello a la economía”140. Ruggiero Romano, en “Conveniencias y peligros de
aplicar los métodos de la Nueva Historia Económica”, nos dice que “se trata
de una historia económica hecha por economicistas, y que pretende limitarse
a las cifras y al razonamiento sobre tales cifras; en ella los hombres, las
empresas y las fuerzas económicas casi desaparecen del escenario” 141.
La cliometría subordinó conceptualmente la historia a la economía
manteniendo solo como rasgos de autonomía la aplicación de las técnicas
de investigación histórica.

5.4 La historia demográfica


Si bien en momentos previos a la segunda guerra mundial se
desarrollarían estudios demográficos, sería luego del conflicto cuando
comenzarían a tener mayor trascendencia. En Francia se presenta el más

139
Idem, p.216-117
140
Aróstegui, Julio, ob. cit.,p. 121-122.
141
Ídem
64

notable desarrollo en el campo de la historia demográfica, también en


Inglaterra tales estudios tomaron gran impulso, así como en Bélgica y
España. En fin, en varios países europeos, en Canadá y en los Estados
Unidos, la historia demográfica pasó a atraer el interés de un número
creciente de investigadores.
Respecto a los métodos y las fuentes, hay que distinguir, en cuanto al
tipo de documentación, y por tanto de metodología y resultados:
1- El período pre-estadístico, para el cual no existen
datos estadísticos seguidos y confiables (prehistoria)
2- El período proto - estadístico, caracterizado por la
posibilidad de recolectar o reconstruir materiales estadísticos
organizables en series continuas más o menos largas.
3- El período plenamente estadístico (actualmente)
La duración y los límites de cada una de las fases son
extremadamente variables según las regiones, los países y los continentes.
La historia demográfica busca asociar el método estadístico, los
conceptos y la problemática demográfica, a la crítica histórica de las fuentes,
y a la perspectiva del historiador, atento a la especificad de las distintas
sociedades y épocas142.
1ª La fase pre-estadística: Aquí tenemos una ausencia total de
estadísticas, que caracteriza a la prehistoria y a los pueblos que no dejaron
testimonios escritos. A veces se parte de estimaciones groseras sobre las
densidades poblacionales posibles. Los huesos humanos pueden ser
estudiados en sentido de establecer los grupos de edades a que pertenecen,
pero en realidad tales investigaciones son poco seguras en sus resultados y
son vulnerables a la crítica, es decir son poco confiables.
El panorama puede empezar a cambiar cuando comienzan a
aparecer los documentos escritos, aunque a veces los datos que aporta
resultan vagos. A pesar de que algunos de los resultados obtenidos son
verosímiles, la incertitud es demasiado grande, la documentación ha sido
súper-explotada, y todos los trabajos presentados han sido discutidos a
142
Cardoso, C. F. S. y Brignoli, M. F, ob. cit, pp. 110 y ss.
65

fondo en cuanto a su metodología y sus conclusiones. Muchos problemas de


explotación de fuentes se ligan a los documentos medievales disponibles, lo
que impone un difícil trabajo previo de crítica documental 143.
2ª Período proto-estadístico. La transición a esta fase aparece
determinada por factores ligados a la estructuración del estado moderno y su
aparato burocrático y fiscal, como a la historia religiosa: por ejemplo, el
Concilio de Trento ordenó, en el siglo XVI, que las parroquias llevaran
registros de bautizos, casamientos y entierros. Los censos o estimaciones
globales, los documentos fiscales, los padrones y registros eclesiásticos
permiten en Europa y en América una explotación estadística más o menos
profunda de datos. Infelizmente una parte importante de esa documentación
se ha perdido. De todos modos, la escuela europea de historia demográfica
se desarrolló fundamentalmente en función de los tipos de documento
disponibles en la fase proto-estadística, y en particular de los registros
parroquiales.
Las categorías de fuentes características de esta fase son sobre todo
las siguientes:
Registros parroquiales: funcionan como un registro civil antiguo;
censos primitivos y diversos de cómputos sumarios; padrones no
demográficos, porque se pueden usar estadísticamente para fines
demográficos: listas de contribuyentes de impuestos; Documentos no
estadísticos: correspondencia, viajeros, etc.
Las fuentes más usadas para estudiar las migraciones son: Las listas
de “ciudadanía”, las listas de extranjeros; las listas profesionales: registros
de admisión a los gremios o corporaciones; las listas administrativas: de
pasaportes acordados, de entrada de salida en los puertos, etc.; los informes
políticos o privados sobre las migraciones; los documentos notariales:
contratos de matrimonio, testamentos144. Los mejores documentos son las
actas notariales, y a veces las parroquiales, de matrimonio, que deben ser
completadas por otros documentos.

143
Ídem.
144
Ídem.
66

Si se quiere llevar a cabo investigaciones regionales amplias, o en un


marco nacional, difícilmente estarán reunidas las condiciones de tiempo,
financiación y personal que permitan una recolección total de los datos
accesibles. Será necesario entonces proceder por sondeo, o muestreo, por
ejemplo tomándose un acta parroquial de cada cinco, reconstituyéndose
solamente algunas de las familias de cada parroquia, etc.
Muchas de las investigaciones importantes ya realizadas recurrieron
efectivamente a la computación.

6. La Nueva Historia cultural.

Antes de empezar a hablar de esta corriente historiográfica, cuyo


nacimiento debemos ubicarlo en el último cuarto del siglo XX, debemos
hablar de un hecho puntual y concreto que se daría a partir de la década de
67

1970. Este hecho es el catalogado por Julio Aróstegui como la crisis de los
grandes paradigmas145.
La crisis de los paradigmas se debió al agotamiento de las grandes
corrientes historiográficas: los Annales, el Marxismo y el Cuantitivimo.
Debemos recordar aquí que la escuela de Annals se encontraba ya en su
tercera generación. Sin embargo esta crisis no fue algo propio de la
historiografía, si que fue algo que, en mayor o menor medida, se daría
dentro de todas las Ciencias Sociales 146. Lo curioso del caso es que los
nuevos paradigmas que surgirían no tendrían la misma repercusión que sus
antecesores. La historiografía – ciencia perdería hacia finales del siglo XX
las fuerzas de las que había gozado como así también perdería parte de sus
atractivo.
La crisis va a exacerbar la búsqueda de respuestas a preguntas que
solo serán respondidas desde el ámbito de la antropología “no es de
extrañar que la influencia de ese cambio en la antropología haya
determinado algunas de las formas historiográficas nuevas y surgidas de esa
crisis de paradigmas de la que hablamos”147.
Carlos Aguirre Rojas destaca que a partir de finales de la década de
1960 pasarían a tener mayor preponderancia dentro del campo
historiográfico los temas culturales por “una realineación de las relaciones de
afinidad, convergencia o distanciamiento entre la historia y las restantes
ciencias sociales, hasta una clave revalorización de los múltiples vínculos
entre la historia y el presente, y de la dimensión histórica concreta 148.
A partir de esta crisis parece que todo puede pasar a ser objeto de
estudio de la historia “la historia comenzaba a incorporar enfoques diversos,
basada en la conceptualización metodológica de que todo potencialmente
podía ser parte de la historia. De ella se desprende que la disciplina de la
historia se esta dividiendo cada vez en mas sub - disciplinas y la mayoría de
los estudiosos prefieren trabajar en sectores como la ciencia, el arte, la

145
Aróstegui, Julio, ob. cit, p 128
146
Idem, p 129
147
Idem, p 131
148
Aguirre Rojas, C. A., Los contextos posteriores a 1968 y la microhistoria italiana…, p.13
68

literatura, la educación o la propia historiográfica, mas que escribir sobre la


cultura como un todo”149. Por otro lado, con la crisis global de los modelos
generales vigentes en las ciencias sociales que se vinculaban con el
estructuralismo, el funcionalismo y el marxismo vulgar se habían vaciado de
contenido150.
Surgirían entonces dentro del campo historiográfico las nuevas
tendencias de las que nos ocuparemos de ahora en adelante, tales como el
desplazamiento de la Historia Cultural tradicional por la Nueva Historia
Cultural, o bien el cambio de la Historia Política por la Nueva Historia
Política, Microhistoria e Historia Oral. La principal influencia que se daría en
la historiografía estaría representada por el marxismo y el lenguaje. A partir
de la crisis, surgiría con más fuerza la idea de establecer nuevos vínculos
entre la historia y el presente, renovando el debate sobre la función social de
la historia y el compromiso social del historiador, reivindicando la idea de una
historia a “ras del suelo”151.
Ahora bien, luego de la breve explicación anterior sobre la crisis, es
necesario comenzar con uno de los resultados de los nuevos enfoques
históricos: la nueva historia cultural.
Sería a partir de la obra y los estudios realizados por historiadores
como Robert Danton, Lyn Hunt, Gabrielle Spiegel, Roger Chartier, entre
otros, cuando surgiría la nueva historia cultural. El nacimiento de esta
corriente no se dio de manera casual, sino que se dio en base a la crisis que
sufrieron las grandes corrientes historiográficas y los nuevos paradigmas
que surgirían dentro del estudio de la historia 152.
En primer lugar resulta esencial, si hablamos de historia cultural,
aclarar el concepto que esta corriente tiene sobre la cultura. La nueva
historia cultural concibe a la cultura de la siguiente manera: “ Hay que tener
en cuenta que el concepto de cultura, del punto de vista sociológico, adquirió
diversas facetas…pero en la disciplina histórica, a mediados del Siglo XIX …

149
Aróstegui, Julio, ob. cit, p 132
150
Aguirre Rojas, C. A., ob. cit, p.15 - 16
151
Idem.
152
Apunte de cátedra.
69

cultura era algo que sólo tenían algunas sociedades o, más exactamente,
determinados grupos en algunas sociedades De esta manera, cultura era
todo aquello relacionado con el arte, delicadeza, literatura; vale decir, la
cultura, era entendida como concepto de pertenencia sólo a quienes eran
parte de una elite social”. Debemos aclarar, sin embargo, que para la nueva
historia cultural el concepto de cultura es mucho más abarcativo, ya que se
entiende por cultura todo lo que rodea y tiene que ver con el ser humano 153.
Por otro lado, la nueva historia cultural se encuentra influenciada por
el lenguaje y la antropología, como así también recibe influencias del campo
del marxismo. Sin embargo, tanto los historiadores culturales como los
teóricos culturales, han rechazado la idea de superestructura.
No podemos hablar de historia cultural, sin hablar del lenguaje y de la
importancia de este en este campo de la historia. Para el historiador Peter
Burque, la historia cultural era la traducción del lenguaje, y la lingüística es
un factor predominante por sobre los diferentes estudios que se puedan
hacer la cultura en un lugar y tiempo determinado. Miguel Ángel Campos no
habla solo de un giro antropológico, sino de un giro lingüístico. La
importancia del lenguaje también la destaca Julio Aróstegui, diciendo que “el
análisis del lenguaje llevará al análisis del discurso y esto, al análisis de la
escritura de la historia como una forma de discurso. Esa forma especial que
es la historia escrita ha sido tratada dentro del problema general de la
naturaleza y significado del lenguaje154.
Resulta esencial para comprender la historia cultural entender el giro
lingüístico y ver que importancia tiene en la historiográfica.
Por “giro lingüístico”155 “se entiende aquella dirección de la filosofía
orientada hacía su conversión en filosofía del lenguaje, es decir, orientada al
entendimiento y a la proposición radical de que todos los problemas
filosóficos pueden ser reducidos, transferidos, a los problemas de uso del
lenguaje, que hablar del mundo es hablar y comprender mejor el lenguaje en

153
Campos Hernández, Miguel A., Giro antropológico y giro lingüístico, p. 6
154
Idem, p. 7
155
La expresión «giro lingüístico» procede de Gustav Bergman y fue acuñada a comienzos
de los años sesenta.
70

el que hablamos sobre el mundo.” 156 Y siguiendo las palabras de Aróstegui,


el análisis del lenguaje llevará al análisis del discurso y esto, al análisis de la
escritura de la historia como una forma de discurso. Esa forma especial que
es la historia escrita ha sido tratada dentro del problema general de la
naturaleza y significado del lenguaje157.
Para la nueva historia cultural, cultura será todo aquello que se
relacione con el ser humano, por esto el mundo de las representaciones, que
también provenientes de la lingüística y la antropología son hoy en día para
la nueva historia cultural el centro de las preocupaciones.
El interés de los estudios culturales se centra más en análisis
concretos de casos históricamente situados que en tipos generales de
comportamiento. Se trata de estudios conscientemente eclécticos, críticos y
deconstructivos; no pretenden ofrecer un modelo único para todos los casos
y no responden a límites disciplinarios establecidos. Se trata de una
experiencia transdisciplinaria, y un área particularmente interesante en la
que convergen variables antropológicas, socioeconómicas, políticas y
culturales es el multiculturalismo, problemática relacionada con los efectos
paradójicos de una globalización que, a la vez que proclama la idea de una
cultura "universal", en rigor revela como nunca antes la multiplicidad de las
culturas.
El principal centro de atención para la historia cultural, fue el abordaje
de las representaciones e imaginarios junto con las prácticas sociales que
los producían. Para Robert Chartier, tanto la experiencia como la
representación permitían captar la mediación simbólica, esto es la práctica
que permite a los individuos no solo organizarse sino también aprender el
significado de la realidad social158.
El recorrido de la nueva historia cultural no se daría de manera
homogénea en los diferentes países del mundo. Si bien siempre se
respetaban los principales paradigmas que hacían a la corriente, cada país

156
Aróstegui, Julio, La investigación histórica…, p. 137.
157
Idem.
158
Idem, p 145 - 146
71

desarrollo la nueva historia cultural con diferencias entre así en lo conceptual


y lo metodológico.
En Gran Bretaña la historia cultural se inauguraría a mediados del
siglo XX en la escuela de Birminghan y a partir de autores como Richard
Hoggart, Stuart Hall, Raymond Williams, entre otros. En Gran Bretaña el
interés de los estudios culturales se centra más en análisis concretos de
casos históricamente situados que en tipos generales de comportamiento.
Se trata de estudios conscientemente eclécticos, críticos y deconstructivos;
no pretenden ofrecer un modelo único para todos los casos y no responden
a límites disciplinarios establecidos. Se trata de una experiencia
transdisciplinaria, y un área particularmente interesante en la que convergen
variables antropológicas, socioeconómicas, políticas y culturales es el
multiculturalismo, problemática relacionada con los efectos paradójicos de
una globalización que, a la vez que proclama la idea de una cultura
"universal", en rigor revela como nunca antes la multiplicidad de las culturas.
La historia cultural en Alemania tenía ya un amplio recorrido y sería
dentro de la prestigiosa escuela de Frankfurt donde autores como Adorno,
Horkheimer, Benjamín, Marcuse o Habermas orientarían sus estudios a las
industrias culturales, a la cultura capitalista y a la cultura de masas 159.
En Francia se desarrollaría la sociología de la cultura y encontraría en
al persona Pierre Burdieu a su máximo exponente. Burdieu realizaría sus
estudios en base a los hábitos, los gustos, los medios masivos de
comunicación, etc. Por otro lado la historia cultural de lo social o la historia
socio cultural contó con amplia difusión en Francia gracias a la labor de R.
Chartier y sus investigaciones en tomo de los libros y los lectores en la
Europa moderna; en el mundo anglosajón, esta tendencia está representada
por historiadores como Robert Darnton, Peter Burke y Natalie Zemon Davis;
en América Latina se destacan Jesús Martín Barbero y Néstor García
Canclin160i.

159
Apunte de cátedra
160
Ídem.
72

Por último, en Latinoamérica y más precisamente en la Argentina, el


culturalismo británico sería retomado por obras tales como Sectores
populares, política y cultura: Buenos Aires en la entreguerra, de Leandro
Gutiérrez y Luís A. Romero.

7. La Nueva Historia Política.

Con el surgimiento de la escuela de los Annales francesa, uno de los


temas dentro de la historia que más relegado quedó y que, también más
interés perdió por parte de los historiadores, fue lo político. De hecho esta
temática quedó relegada por casi cuarenta años 161.

161
Le Goff, j y Nora, p; Hacer la historia, p…, 237
73

El principal problema que había con lo político era que, si se quería


hacer una historia científica enmarcada dentro de las ciencias sociales, era
necesario buscar nuevos criterios epistemológicos. Y estos criterios fueron
buscados en el campo de lo social y lo económico.
La vieja historia política, la del positivismo, era catalogada como una
historia de pequeñeces, una historia contada de manera lisa y homogénea.
Es fue la principal crítica que se le hiso, la de su carácter meramente
superficial. Annals combatió de manera decidida la historia que hablaba de
diplomacia, batallas, grandes hombres, etc. Aquí entraban en juego los
tiempos históricos propios de Annals y las estructuras sociales.
El resurgimiento de la historia política se daría gracias a los nuevos
aportes epistemológicos, y pasarían a tenerse en cuenta dentro de esta
rama de la historia temas y cuestiones que antes se encontraban totalmente
por fuera de la historia política. Aquí podemos hablar de la ritualidad, la
gestualidad, los espacios y la sociabilidad, sin duda todos estos temas son
legados de la historia cultural. La nueva historia política se vincula a una de
las ciencias mas cercana a ella “en su más amplio alcance, las ciencias
políticas, tomando de ella los estudios a cerca de los tipos ideales de la
legitimad política, los modelos del liberalismo, las variantes ideológicas del
socialismo, los tipos de cultura política, de partidos y sistemas de partidos,
soberanía, representación, entre otros” 162. Debemos dejar en claro que la
principal problemática que estudia la historia política es el poder y el reparto
que de este se hace163.
Hoy en día, la nueva historia política se encuentra con un amplio
abanico de temas propios de ser estudiados. Temas como los cambios
geopolíticos, la globalización, los nacionalismos de Europa del Este, entre
otros. La historia política se ocupa de las prácticas humanas, pero no lo hace
separada de los principales factores que rodean al hombre, como lo social,
lo cultural, lo económico, etc. Esta diferencia es fundamental para
comprender el resurgir de esta forma de hacer historia 164.
162
Jornadas Nacionales de Historia Moderna y Contemporanea (V: 1999: Mar del Plata), p.3
163
Le Goff, j y Nora, p, ob. cit, p., 252
164
Educ.ar
74

El resurgir de la historia política fue posible gracias a la adaptación a


las nuevas corrientes de la historiografía contemporánea. Para entender
mejor esto y las nuevas formas de hacer la historia política, citaremos el
siguiente texto: “Un grupo de trabajos diseñados en el clima político de los
primeros ochenta abordó un tema clásico, el de la nación, pero lo hizo desde
perspectivas antigenealógicas. Mientras que las historias más tradicionales
se conformaron a partir de la idea de la nación como una entidad esencial
que se proyectaba hacia el pasado sin un límite visible (así se llegó a hablar
de los “indígenas argentinos” nacionalizando a poblaciones que nada tenían
que ver con la Argentina) o que nacía en un momento particular con todos
sus atributos (por ejemplo, la Argentina habría nacido el 25 de mayo de 1810
o tal vez el 16 de julio de 1816), los nuevos estudios consideraron a las
naciones y a los nacionalismos como tradiciones inventadas o bien como
comunidades imaginadas. La amplísima difusión de los trabajos de Eric
Hobsbawm y los de este con Terence Ranger; los de Ernest Gellner y de
Benedict Anderson, encontraron localmente eco en la producción de José
Carlos Chiaramonte, quien modificó sensiblemente la percepción de nuestra
historia de la primera mitad del siglo XIX. Ahora ya no se trata de encontrar
la genealogía de una nación, como por ejemplo la Argentina, sino de
entender cómo a partir de la crisis colonial se fueron organizando estados y
naciones y cómo otros simplemente fracasaron y quedaron en el camino. Y,
sobre todo, se trata de comprender que ni unos ni otros tenían escrito ese
destino en ningún plan preconcebido”165.
En Francia sería en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales
donde se daría el resurgir de lo político. Sería gracias a historiadores como
Jacques Ozouf, Pierre Nora y Jacques Julliard. Sería partir de la obra de
Francois Furet, titulada “Pensar la revolución Francesa” cuando se daría el
puntapié para el resurgir de la historia política. Esta obra de Furet analiza la
revolución basada en lo socio – económico pero poniendo el acento en los
temas políticas.

165
Educ.ar
75

En Alemania surgiría una corriente que analizaría la historia desde la


tradición hermenéutica y como principales representantes podemos citar a
Habermas, Gadamer y Apel. El primero “otorga primacía y centralidad al
papel de la sociedad civil en el surgimiento de la modernidad política a la
que definieron en términos de comunicación” 166.
La Nueva Historia Política es considerada hoy en día, como mucho
más abarcativa que la concepción anterior de la Historia Política, la historia
cultural y la historia intelectual están aportando algunos de los trabajos más
sugerentes de las últimas décadas, sumando nuevas preguntas y
perspectivas.
Estas renovaciones tienen en cuenta los aspectos emocionales y
culturales del hombre antes impensables como objetos de estudio dentro de
la historia política, así es como hoy esta renovación se torna compleja y
como dice Peter Burke “no se debe prestar atención a las ideas de los
pensadores de una época determinada sino al pensamiento circulante de
cada época, el de todos, tanto al proceso a través de los cuales se difunden
las representaciones mentales e ideológicas de los polos que le daban el
origen hasta la base social que los recibe, a las transformaciones que los
recibe, a las transformaciones que sufre en ese recorrido, particularmente,
atender el grado de eficacia en su recepción.” 167

8. Microhistoria.

A diferencia de lo que sucedería y sucedió con las demás corrientes


historiográficas, la microhistoria nacería en un país diferente, y ese país
sería Italia. Si bien no sería hasta la aparición del libro de Carlo Ginzburg,
que trataba sobre la problemática del molinero Menocchio, cuando la
microhistoria pasaría a ser conocida, la tradición de esta corriente ya venía
de tiempos anteriores168. De hecho y al igual que muchas otras corrientes

166
Jornadas Nacionales de Historia Moderna y Contemporanea (V: 1999: Mar del Plata), p.7
167
Ídem, p. 3.
168
Aróstegui, Julio, ob. cit, p 142 - 143
76

historiográficas sería con las olas revolucionarias del año 1968 cuando
comenzaría el andar de la microhistoria169.
Carlos Aguirre Rojas concluye que la revolución cultural de 1968
modificó el panorama de la historiografía en la mayoría de los países del
mundo, y sería precisamente en Italia donde crearía el contexto propicio
para el desarrollo de la microhistoria.
Ante la crítica que haría el filósofo francés Michael Foucault al
proyecto iniciado por Annals de la historia global, al que consideraba como
una falsa y estéril salida postmoderna, la microhistoria buscaría cambiar la
escala de análisis con el objetivo de reconstruir de un nuevo modo la
dialéctica entre las dimensiones macro y micro de los procesos sociales.
Esto demostraba que la microhistoria nada tenía que ver con una simple
historia local o regional, de hecho la reducción de la escala era con el
objetivo de reducir la escala por fines experimentales. La microhistoria
planteaba volcar las hipótesis obtenidas del nivel macro para llevarlas hacia
un nivel microhistórico. Y este nivel micro era visto como el laboratorio que
permitía comprobar las hipótesis postulas en el nivel macro 170.
Una vez que se hacía el análisis exhaustivo en el nivel microhistórico,
se debía elevar la escala de estudio al nivel de donde se había extraído la
hipótesis, que era de la macrohistoria. Así se propondrían nuevas hipótesis,
nuevos modelos y nuevas explicaciones macrohistóricas. La microhistoria
planteaba una dialéctica de la falsa antinomia entre la macrohistoria y la
microhistoria.
A modo de conclusión, podemos decir que la microhistoria italiana
cambia la escala de análisis para reconstruir la dialéctica de va y viene entre
las divisiones macro y micro de los procesos sociales. Su primer parámetro
va a ser la dialéctica que la aleja de la historia local o regional, “proporciona
una solución a la antítesis entre macro y microhistoria ya que parte de una
hipótesis macro y cambia la escala de análisis para comprobarla. Su

169
Aguirre Rojas, C. A, ob. cit. p.11 - 12
170
Idem
77

segundo parámetro es llevar a cabo un análisis exhaustivo e intensivo en


función de la hipótesis macrohistórica.”171
Como ya se dijo unas líneas más arriba, Carlo Guinzburg sería uno de
los exponentes principales de esta corriente, en su obra “El queso y los
gusanos. El mundo de un molinero hacia 1600” el autor proponía una historia
crítica de la cultura de las clases subalternas. La principal idea que nos deja
ver esta obra, es que “los hombres hacen su propia historia, que no son
objetos pasivos de unas fuerzas materiales, sino que participan de sus
propias configuraciones” 172.
Por otro lado, la obra de Guinzburg recuperaba el diálogo con la
antropología. Esto permitía desarrollar el paradigma del análisis exhaustivo e
intensivo. Partiendo de un examen global de todas las dimensiones,
elementos, actores y factores del universo micro hasta agotarlos, haciendo
que se aproxime en este propósito a lo pretendido por la historia global.
Como segundo paso le corresponde “leer e interpretar todos los elementos
de un modo intensivo reconstruyendo todos los posibles sentidos
acercándose a la descripción densa de Clifford Geertz”. La historia densa a
la que hacía referencia Geertz partía de la idea de los elementos que
resultaban extraños dentro de la investigación histórica, como por ejemplo
los indígenas extra - europeos. La descripción densa es, de algún modo, “la
renuncia a suscitar la (falsa) apariencia de univocidad, coherencia y finalidad
de una ‘intervención interpretativa173.
Los representantes de la microhistoria italiana provenían de
tradiciones marxistas o de la izquierda italiana, y tenían como objetivo
plantear una historia social y cultural. Criticaban abiertamente las posturas
posmodernas, relativistas, idealistas o conservadoras y, por otro lado,
rechazaban las explicaciones simples. Así, buscaban complejizar mediante
instrumentos o herramientas intelectuales. Para ello proponían el paradigma
indiciario el cual propone aprender a leer los indicios para reconstruir de
modo conjetural y aproximativo, las posibles dimensiones de esos temas
171
Idem, p.18.
172
Iggers, G., La ciencia histórica en el siglo XX, p. 81
173
Rojas, C. A., ob. cit, p.18 - 19
78

difíciles de captar cuando hay escasez para hacer investigaciones profundas


lo que emparenta el trabajo del historiador con el de detective.
El período de mayor preponderancia de la microhistoria italiana se
daría desde finales de la década de 1970 hasta finales de la década de
1980. Este período de una década conto con dos etapas, la primera de
distintos énfasis y espacios de gravitación intelectual 174.
El aporte más grande que haría la microhistoria se daría en el campo
epistemológico. Allí surgirían tres paradigmas aportados por esta corriente a
la teoría de la historia y a la metodología. En la primera etapa de la
microhistoria serían esos paradigmas representados y llevados adelante por
historiadores como Eduardo Grendi, que profundizó sobre la tesis de
microanálisis e historia social. Dentro de esta línea también encontramos a
Giovanni Levi y Carlo Poni175.
Para el historiador italiana Giovanni Levi, la microhistoria “en cuanto
práctica se basa en esencia en la reducción de escala de observación, en
un análisis microscópico y en un estudio intensivo del material
documental”176. Por otro lado, agrega “que la cuestión no es atender
simplemente a las causas y efectos de que en todo sistema social coexistan
aspectos diferentes, es decir, describir escalas sociales complejas sin perder
de vista del individuo y su situación en la vida” 177. Para la microhistoria, la
reducción de escalas es un procedimiento analítico aplicable a cualquier
lugar, con independencia de las dimensiones del objeto analizado.
Partiendo de la obra de Carlo Ginzburg, la otra rama de la
microhistoria italiana se ocuparía del ámbito cultural 178. Poniendo el acento
en la relación dialéctica que se daba entre las culturas hegemónicas y las
culturas subalternas. Sin embargo, y pese a algunas diferencias, las dos
ramas de la microhistoria italiana compartirían el paradigma del cambio de
escala.

174
Rojas, C. A., ob. cit, p. 99 - 100
175
Idem.
176
Burke, Peter, Formas de hacer historia, p.122
177
Idem.
178
Rojas, C. A., ob. cit, p.104
79

Otro aporte importante de la microhistoria italiana estaría dado por


Emanuelle LeRoy Ladurie, con su obra titulada “Montalliou”. El título refiere a
una aldea de Ariège en Francia donde se estableció la herejía cátara en el
siglo XIV. Los cátaros fueron perseguidos e interrogados y el registro de
esos interrogatorios llegó hasta 1965. El libro se publicó diez años después.
Por la influencia antropológica, LeRoy trató ese registro como una especie
de entrevista y lo que hizo fue ordenar la información suministrada. 179 LeRoy
reconstruyó la vida cotidiana y las actitudes de la época, quiso describir la
aldea partiendo de los testimonios de sus habitantes, con un carácter
antropológico.180 El libro muestra la transición de autores desde el plano
macrohistórico al microhistórico.181 LeRoy no solo aportaría en esta corriente
historiográfica, sino que también haría aportes en la historia cuantificada
Josep Fontana caracterizó a la microhistoria como una “forma peculiar
de historia narrativa” y que tenía contacto con la historia de las
mentalidades. La microhistoria es algo así como una forma sofisticada de
narrativa antropológica. Tal vez, el aporte más importante de esta corriente a
la historiografía fue el estudio de lo local y la posibilidad de permitir hacer de
un caso particular uno general182.

9. La Historia de las mentalidades.

A partir del quiebre paradigmático acaecido en la década de 1960,


una nueva rama historiográfica adquiriría una gran difusión. Surgida dentro
del seno de la escuela de los Annales franceses, esta corriente gozaría de
una gran difusión a escala planetaria, alcanzando sus puntos máximos en
las décadas de 1970 y 1980. Sin embargo, también resulta correcto decir
que ya en la obra de Marc Bloch y Lucien Febvre se encuentran los
comienzos de esta rama de la historiografía 183.
179
Burker, Peter, La Revolución Historiográfica Francesa, ..p.83
180
Idem., p.84
181
Iggers, G., La ciencia histórica en el siglo XX… p. 144
182
Aróstegui, Julio, ob. cit, p 144
183
Aguirre Rojas, C. A., Pensamiento historiográfico e historiografía del siglo XX, p. 133
80

El proyecto que reivindicaría esta escuela, sería el de las


mentalidades, la “exploración de una historia de las mentalidades”. Sin
embargo el concepto de mentalidad no gozó de una definición única. Aguirre
Rojas dice que las mentalidades funcionaron más bien como un término
puramente descriptivo y connotativo, que alude al campo problemático en el
que se incluyen desde los comportamientos y gestos cotidianos hasta las
emociones, las creencias populares, las estructuras ideológicas y los
imaginarios sociales entre otros184.
Esta ambigüedad dentro del concepto de las mentalidades, sería una
de las principales críticas hacia esta corriente, llegándose a catalogar a esta
corriente como una corriente ambigua. Esto hacia difícil la comprensión de la
historia de las mentalidades185.
Sin embargo Philippe Ariès deja en claro cuál es el concepto que se
tiene de las mentalidades, para el en el “sistema de valores, esencia
histórica en transformación, donde la comunidad adquirirá la conciencia que
desarrollará cada uno de sus miembros, derivando de ello la correlación
entre la estructura material y la mentalidad. Para el historiador de las
mentalidades, como Duby, Le Goff, Huizinga, Francastel, todo sentimiento
de un individuo sobre su situación es producto de la imagen que de ella se
hace”. A su vez, la disciplina se fue enriqueciendo de conceptos
provenientes de otras ramas, como por ejemplo de la etnología como lo
inmóvil (mental), de la sociología (lo colectivo), la psicología social (la
conducta) y la historia cuantitativa (las series cuantitativas) 186.
Para Aguirre Rojas, el hecho de que el concepto de mentalidad haya
sido caracterizado de tan variadas formas, hizo resulta más fácil definirla por
lo que ella niega y critica, por oposición a aquello que ella intenta superar,
que de una manera positiva y precisa. La nueva historia de las mentalidades
se opondría a la vieja y tradicional historia de las ideas, ya que se intentaba
superar la visión de las ideas clasistas de la historia 187.

184
Ídem.
185
Idem, p. 134
186
Ariès, Philippe, La historia de las mentalidades, publicado en Filosofía siglos XX-XXI.
187
Aguirre Rojas, C. A., ob. cit, p. 133 - 134
81

Así, en contra de la tradicional historia de las ideas que tenía la


concepción de un solo individuo o de un pequeño grupo de individuos, la
historia de las mentalidades va a reivindicar en cambio el estudio de las
dimensiones más colectivas de estos mismos problemas, abordando más
bien las creencias populares de una determinada sociedad, o las
cosmovisiones universales de un cierto siglo, o los puntos de vista
socialmente difundidos en torno a tal o cual problema científico, o la
sensibilidad cultural o artística de las masas en una época específica.
Por otro lado, la historia de las mentalidades se opondría a las ideas
decimonónica, siempre ocupada de las construcciones conscientes,
coherentes y bien ordenadas de los sistemas de pensamiento antes
referidos, la historia de las mentalidades intentará también la recuperación
de las dimensiones inconscientes, no explicitadas, no organizadas
sistemáticamente de la cultura y de las creencias de una sociedad. La
historia de las mentalidades no a tendría sus fuentes de estudio en las obras
de los grandes pensadores o en los grandes textos cultos, sino en los textos
más simples y cotidianos e incluso en los gestos, en la iconografía, en la
pintura y en las formas de representación más triviales y populares de una
sociedad188.
El epicentro de la historia de las mentalidades sería en la Francia de
1970, y como ya se dijo, no gozaría de una homogeneidad dentro de la
tercera generación de Annals. Sin embargo, podemos decir que la historia
de las mentalidades tendría ciertas características generales que se pueden
enumerar de la siguiente manera:
1. El reflejo hacia una tendencia de la historia total.
2. El objeto de estudio apuntalado hacia lo social,
más específicamente en los elementos psicológicos 189.
3. El estudio partía de los individuos, para luego
pasar al grupo familiar, las clases sociales etc. El principal

188
Idem.
189
Idem.
82

inconveniente que se planteaba en primera estancia era el de


la obtención de fuentes de estudio concretas.
4. La propagación de las ideas se daba de manera
horizontal, geográfica y luego vertical.
5. La convicción de que los objetos psicológicos
reflejaban el cambiante contexto de la historia social global 190.
6. Un nuevo objeto de estudio o, tal vez, una nueva
forma de encarar el estudio de la historia, centrando el análisis
histórico en las mentalidades colectivas para la obtención de
análisis sociológicos y psicológicos191.

Ya hemos mencionado que la historia de las mentalidades se


encamino de diferentes formas, aunque tuvieron generalidades que ya
hemos señalado algunas líneas más arriba. Aguirre Rojas calificó en cinco
tipos distintos a la historia de las mentalidades, que son los siguientes:
1. Un primer modelo de una historia autónoma,
autosuficiente y casi idealista de la historia de las mentalidades
que se caracteriza en la obra de Philipe Aries. Este modelo se
abstrae del contexto social general, y de los cambios reales y
materiales de las sociedades.
2. El segundo modelo, analizaría las estructuras
discursivas y los fundamentos de los discursos. Michael
Foucault tendría gran injerencia en este modelo. Por otro lado
este modelo se apoyaría en la filosofía, en la lingüística y en la
historia de las ciencias.
3. El tercer modelo sería caracterizado como
neopositivista o descriptivo de las mentalidades. Con este
modelo resucitaría la historia narrativa y descriptiva, con la
diferencia que ahora se aplicaba a las mentalidades.

190
Cardoso, C.F.S., Brognoli, M.F., ob. cit, p. 326-327.
191
Aguirre Rojas, C. A., ob. cit, p. 135 – 137
83

4. El cuarto modelo se caracterizaría por ser una


historia sociológica o socioeconómica, y encontraría en
Georges Duby a su principal defensor. Este modelo
recuperaría los conceptos de lucha de clases y ubicaría a las
mentalidades dentro del conjunto de la totalidad de la
población.
5. El último y quinto modelo sería el de la historia
serial y crítica de la historia de las mentalidades. El mayor
ejemplo de este modelo se encuentra en la obra de Michel
Vovelle. Este modelo se apoyaría en el cuantitivismo para
intentar estudiar el tercer nivel de las mentalidades, estudiando
el vínculo entre ideologías y mentalidades192.

Concluyendo con la historia de las mentalidades, podemos decir que


su período de mayor esplendor dentro de la historiografía, a la vez que
confluía cronológicamente con la tercera generación de Annals, también
confluiría su declive con la caída del muro de Berlín 193.

10. Historia Oral

La historia oral surgió como corriente historiográfica luego de la crisis


que sufriera la teoría de la historia hacia finales de la década de 1960. Una
de las características principales de esta corriente fue la de reivindicar y
rescatar el valor de las fuentes orales en la moderna historia social como
forma de proporcionar la presencia histórica a aquellos cuyos puntos de vista
y valores han sido oscurecidos por “la historia desde arriba”. Sin embargo,
serían, y muchos, los historiadores que, viviendo en sociedades industriales
modernas, no estarían de acuerdo con esta visión de la historia. La principal
192
Idem, p. 139 – 141
193
Idem, p. 141
84

crítica que le achacaban a la historia oral era la de no considerar como


pruebas materiales concretas para el estudio de las sociedades modernas a
las fuentes que no fueran las documentadas194.
Recordemos que la historia oral rescataba las fuentes que,
precisamente, proviniesen de la oralidad ya que, sino, era imposible hacer la
historia de, por ejemplo, pueblos que no contengan escrituras. Dice Arthur
Marwick al respecto: “la historia basada exclusivamente en fuentes no
documentadas, como, por ejemplo, la historia de una comunidad africana,
puede ser una historia más rudimentaria, menos satisfactoria que aquella
obtenida a partir de documentos, pero, de todas formas, es historia” 195.
Según el criterio de Ranke, utilizado para medir la jerarquía de las
fuentes, la oral se encontraba entre la segunda o tercera opción. Sin
embargo, Paul Thompson rescata la posibilidad de obtener testimonios y
fuentes orales en la historia moderna con el fin de obtener puntos de vista y
valores diferentes a aquellos que aporta la historia hecha “desde arriba”.
Thompson rescata la posibilidad de no solo repararse en la fuente escrita.
Además revaloriza la oratoria, a la que pone en el mismo rango que la fuente
escrita196.
La historia oral resulta ser una herramienta indispensable para tratar
de reconstruir la historia de pueblos y comunidades que no dejaron, a lo
largo de su existencia, la posibilidad de dejar testimonios escritos. Sin
embargo, la buena utilización del testimonio oral será posible siempre y
cuando se puedan comprender y superar las limitaciones de la tradición
oral197. Por otro lado es siempre importante la obtención de otras fuentes
orales que permitan constatar las fuentes obtenidas en una primera
instancia. A su vez, no solo la fuente oral es necesaria cuando no existe la
fuente escrita; la historia oral aporta, muchas veces, una mirada diferente a

194
Gwin Prins: “La historia oral”, en Peter Burke (coord.): Formas de hacer historia…, pp.
144
195
Idem
196
Idem., p 145
197
Idem., p146
85

la aportada por la escrita y que puede ser utilizada como complemento o


como una mirada diferente198.
Es cierto que Paul Thompsom sería uno de los más fervientes
defensores de la historia oral, pero también es cierto que no sería el único.
Otro histoiador que aplicaría la historia oral en sus estudios sería Jan
Vansina.
Jan Vnasina diría en “Oral Tradition as History” que: “cuando no existe
la escritura, o prácticamente no se halla presente, las tradiciones orales han
de llevar el peso de la construcción histórica”. Durante su carrera como
historiador, Vansina se encargaría de escribir la historia de África,
casualmente, el continente con mayor complejidad para obtener fuentes
escritas. Por otro lado, Vansina reconocía que la historia oral era compleja y
que, a su vez, tenía sus limitaciones pero, sin embargo, tenía la capacidad
de evitar la decepción del historiador al encontrarse ante la carencia de
documentos escritos. Pero pensar que las tradiciones orales son suplentes
es erróneo. “Las fuentes orales ayudan a corregir otras perspectivas, de la
misma forma que las otras perspectivas la corrigen a ella. La evidencia oral
complementa las perspectivas”199.
Vansina hablaba de limitaciones dentro de la historia oral. Y las
limitaciones a las que hacía referencia tenían que ver con la incapacidad que
muchas veces tienen las personas de recordar, como así también las
trasformaciones que el discurso sufría al traspasarse de generación en
generación. Por otro lado los discursos épicos y los narrativos también
representaban un obstáculo para la historia ora 200l.
Para Vansina, sin embargo, no todo era útil en un testimonio oral.
Para él las tradiciones orales debían ser homeostáticas. El significado de
esto no era más que el de dejar de lado lo que se olvidaba o era confuso y, a
su vez, no era funcional. Las culturas orales tienen una amnesia estructural,
al verse obligadas a ser selectivas por las limitaciones de la memoria, por lo

198
Idem
199
Idem., p147
200
Ídem., p147
86

que las tradiciones no pueden proporcionar una información histórica sólida.


Pero la amnesia estructural llega a ser total en muy pocos casos 201.
En el estudio de la historia, la historia oral utilizaría su propio método
en cuanto a la recolección de fuentes. La datación que se obtenía debía
estar conformada por fuentes múltiples y que, a su vez, fueran convergentes
e independientes. Por otro lado, esas fuentes obtenidas no podían ser el
único parámetro utilizado para el estudio, “resulta necesario buscar la
correlación con fuentes externas. Los restos arqueológicos, los eclipses de
sol o de luna, las calamidades naturales, etc., pueden servir como puntos
comunes de referencia”202. Debemos aclarar, que las fuentes orales se
pueden englobar en dos grandes grupos: las aprendidas de memoria
(poesías, canciones, fórmulas) y las no aprendidas de memoria (relatos
épicos y narrativos). Los primeros son los que menos problemas presentan
al historiador, mientras que los del segundo grupo son los más confusos
para estudiar. Otra cualidad importante que buscan los historiadores de esta
corriente es la precisión cronológica en los relatos, muchas veces se
establecen puntos de referencias externos para tratar de ubicar al relato
cronológicamente
La principal fuente de indagación de los historiadores en la persona,
era en sus recuerdos personales. Los recuerdos personales podían llegar a
indagar en una historia que llegase hasta la edad inicial de las personas. Y
esto en una persona mayor permitía averiguar sobre vivencias de varios
años atrás. “Los recuerdos personales permiten aportar una frescura y una
riqueza de detalles que no podemos encontrar de otra forma” 203.
Pese a que los recuerdos personales eran la principal fuente, esto no
quiere decir que fueran la única posible. Los críticos a estos métodos veían
en la memoria una fuente de poca fiabilidad, de ser un archivo que no admite
comparación con los montones de documentos escritos, inmutables al pasó
de los años204.

201
Idem., p 148
202
Idem
203
Idem., p 149
204
Idem., p 150 - 165
87

Si bien más arriba ya se ha hablado de las principales limitaciones


con que se encuentra la historia oral, existen y hay otros problemas que
causan inconvenientes en los testimonios orales. Primero, en las culturas
mixtas, puede “infiltrarse” alguna que otra interpretación hermenéutica
escrita de un testimonio oral. Segundo puede existir cuando lo escrito
erosiona lo oral e incluso hasta llegar a borrarlo.
Como es sabido, lo importante dentro de la historia oral es el
documento o testimonio que puedan aportar las personas. La
documentación oral entra en lo que se denomina “segundo archivo”. La
posesión de un segundo archivo rico y variado puede convertir a personas
corrientes en historiadores. Y esto es importante. Por ejemplo, el historiador
Prins nos dice que dos trabajadores ferroviarios que trabajaron toda su vida
levantando las barreras, pudieron, a partir de esos recuerdos, escribir sus
primeras obras. Además, a medida que iban adquiriendo el dominio de sus
herramientas como historiador, su capacidad de análisis se profundizaba y
escribía una interesante biografía sobre Brunel, a la que ha enriquecido su
propia experiencia ferroviaria205.
Por otro lado, dice también Prins: “la tarea del historiador es inspirar al
lector confianza en su capacidad metodológica. Para mostrarse consciente
de los peligros de la tradición inventada, y, por tanto de las explicaciones
ofrecidas, el historiador debe también revelar lo que se hubiera sentido de
haber estado allí”206.
Sin tener en cuenta la tradición oral, los recuerdos personales o las
fuentes orales en general que enriquezcan los análisis documentales o
complementen también a los documentos, “los historiadores en las mo-
dernas sociedades industriales de alfabetización masiva, es decir, la mayoría
de los historiadores profesionales, languidecerán encerrados en su propia
cultura, como amantes abandonados, de píe bajo la parpadeante luz de un
farol, en una oscura calle barrida por el viento” 207.

205
Idem
206
Idem., p 151
207
Idem., p 170
88

11. Conclusión.

A lo largo del devenir histórico del siglo XX, la historiografía sufrió


grandes modificaciones. Desde el positivismo, surgido en el siglo XIX,
pasando por las tres grandes corrientes que caracterizarían la primera mitad
del siglo XX (y un poco más también) como el marxismo, Annals y la historia
cuantificada y, luego de todas las corrientes que surgirían luego de la crisis
de la década de 1960, la teoría de la historia sufriría grandes modificaciones.
Las modificaciones serían en todos los aspectos, entre ellos podemos
caracterizar al objeto de estudio, los métodos, la utilización de las fuentes, la
periodización que se hace de la historia, etc.
89

Habíamos comenzado este trabajo de seminario, preguntándonos en


la introducción si la historia era una sola o existen diferentes historias. En
esta conclusión y, a modo personal de quien escribe esto, podemos decir
que ambas afirmaciones son correctas. Y esto lo decimos porque, por un
lado, es cierto decir que la historia es una sola, las cosas pasan de tal o
determinada manera y contra eso no se puede hacer nada. Pero también es
cierto que, partiendo de la base de que la historia la hacen los hombres, y
que siempre el hombre tiene intereses y ese interés nunca está carente de
subjetividad, podemos afirmar que sobre un hecho histórico se pueden hacer
varias historias. Y ejemplos de ello sobran, aunque en estos momentos no
vienen al caso.
Por último, quedara en cada uno cuál será su forma de abordar el
estudio de la historia, en que vereda o dentro de que corriente ubicarse, pero
siempre partiendo de una base que resulta esencial para la aptitud de
cualquier persona: la ética y la responsabilidad.
Por otro lado, a lo largo del trabajo, se pudieron plasmar y dejar en
claro, cuál fue el objetivo de cada corriente de la historia y cuál fue su
postura al momento de teorizar sobre la historia. Una de las premisas de
estas líneas fue la de dejar, de manera breve y sencilla, plasmadas las
principales características de cada escuela. Quedará a consideración de
quienes lo lean ver si ese objetivo o premisa pudo ser cumplido o cumplida.
90

12. Bibliografía

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