Está en la página 1de 112

¿QUIÉN DEBE A QUIÉN?

El Tribunal Popular sobre la Deuda


Externa en el Estado español
y las luchas por la abolición de la
deuda externa
Campaña ¿Quién debe a quién?

Imprenta:
Ilustración de portada: Isidro Jiménez

Con el apoyo de la
Universidad Complutense de Madrid

COPYLEFT: El contenido de este cuaderno puede ser distribuido, copiado


y/o extractado libremente siempre que se haga referencia a la fuente y los
trabajos que pudieran derivarse de él estén bajo estos mismos términos de
licencia.
A David Luque
nos vemos en las calles, en los barrios,
como siempre, como cada día,
nos sirve tu sendero compañero.
Contenido
Introducción 4

1. La deuda externa de los países empobrecidos 6

1.1. ¿Qué es la deuda externa? 6

1.2. La deuda externa contraída con el Estado español 9

1.2.1. Los créditos del Fondo de Ayuda al Desarrollo 10

1.2.2. Los créditos FAD como instrumento para la internacionalización de la economía y


de la política exterior 11

1.2.3. La deuda comercial 13

1.2.4. La situación actual 15

1.3. Movilizaciones frente a la deuda 19

1.3.1. El contexto global 19

1.3.2. Aliviadores y abolicionistas 22

1.3.3. El contexto español 24

1.3.4. La deuda es global: ¿quién debe a quién? 25

1.3.5. Impactos y retos 28

2. Frente a la deuda externa: justicia popular 31

2.1. ¿Qué son los Tribunales Internacionales de Opinión? 32

2.2. El Tribunal Permanente de los Pueblos 33

2.3. El Tribunal Internacional de Opinión para juzgar la Deuda Externa en el Estado espa-
ñol 37

2.3.1. ¿Por qué un tribunal sobre deuda externa? 37

2.3.2. Organización del tribunal y debate político 38

2.3.3. Crónica del tribunal 41

3. Deuda ilegítima, deuda ecológica y deuda social 45

3.1. Deuda ilegítima 45

3.1.1. La deuda externa: injusta, inmoral e ilegítima 45


3.1.2. Legalidad e ilegitimidad: deuda odiosa 50

3.1.3. Más allá de los tribunales 52

3.1.4. Las auditorías como instrumento para valorar la legitimidad 63

3.2. Deuda ecológica 64

3.2.1. Concepto de deuda ecológica 64

3.2.2. La deuda del carbono 66

3.2.3. Biopiratería 68

3.2.4. El comercio de residuos 70

3.2.5. Pasivos ambientales 72

3.2.6. Pérdida de soberanía alimentaria 74

3.3. Deuda externa, deuda social y transnacionales en América Latina 75

3.3.1. Introducción 75

3.3.2. El concepto de deuda social 76

3.3.3. Deuda social y deuda externa 77

3.3.4. Cómo se convierte la deuda externa en relación de poder. Estudio de un caso


representativo 81

3.3.5. El papel de las transnacionales en el endeudamiento argentino 84

3.3.6. Las transnacionales de origen español en el caso argentino 87

3.3.7. Homogeneidad del proceso de deuda externa en América Latina: condición para
una comprensión de la deuda social de la región 87

3.3.8. Consecuencias del endeudamiento externo para la vida de los pueblos: evidencias de
la deuda social asociada 92

3.3.9. Conclusiones 96

4. Veredicto 98

Glosario 104

Anexo 1: Miembros del tribunal 106

Anexo 2: Para más información 108


Introducción

Del 21 al 23 de octubre de 2005 se celebró en Madrid, en el contexto


de la campaña “¿Quién debe a quién?”, un Tribunal de Opinión para
juzgar el proceso de endeudamiento de los países empobrecidos, haciendo
especial hincapié en la deuda contraída con el Estado español. Fueron
dos días de debate intenso, de propuestas y denuncias, precedidos por
un largo trabajo de concienciación y de difusión del Tribunal popular. La
condena ética con la que concluyó el Tribunal tuvo un alto valor simbólico
para quienes, en el Norte y en el Sur, hemos defendido la ilegitimidad de
la deuda externa. Precisamente porque nos parecía imprescindible que
no se acallara el eco de las múltiples voces de la Periferia y el Centro que
se escucharon en el Tribunal, se evidenció pronto la necesidad de que
quedara algún testimonio concreto de aquellos tres días.
El objetivo de este cuaderno es recoger algunos de los materiales,
reflexiones y declaraciones del Tribunal. Hemos querido, sin embargo,
que el texto no se limitara a ser una mera reproducción de aquel acto. Por
ello, junto a los materiales específicos dedicados al Tribunal, se incluyen
análisis sobre la cuestión de la deuda externa y sus implicaciones sociales,
políticas, económicas y ecológicas. Dada la naturaleza del Tribunal,
hemos querido prestar especial atención a la deuda externa contraída
con el Estado español, lo que nos ha permitido asimismo detenernos en el
papel que desempeñan las transnacionales de capital español en América
Latina.
Uno de los argumentos más repetidos en el Tribunal fue la consideración
de que la deuda no sólo era impagable y tenía efectos desastrosos sobre las
poblaciones de los países empobrecidos sino que, desde una perspectiva
más amplia que la meramente financiera, la deuda era ilegítima. La
pregunta “¿Quién debe a quién?”, con ésta o semejantes formulaciones,
sonó con fuerza en muchas de las intervenciones de aquellos días y está
asimismo muy presente en estas páginas que ahora presentamos. Si los
países acreedores del Centro reclaman una deuda financiera, los países
empobrecidos pueden exigir asimismo, y con mayor legitimidad, una
deuda social e histórica así como una deuda ecológica a sus supuestos
acreedores. Desde esta perspectiva, la existencia de una deuda ecológica,

4
social e histórica implica el derecho de los países empobrecidos a la
restitución de los recursos que les han sido arrebatados, una reclamación
que fue recordada repetidas veces en el Tribunal.
Desde este punto de vista, se comprende que la solución que se
plantee en estas páginas sea la abolición y no el perdón parcial de la
deuda o su renegociación. Si se analiza con detenimiento el proceso de
endeudamiento de los países empobrecidos, se constata la legitimidad
del no pago por parte de los pueblos de la Periferia (“no debemos, no
pagamos”) y la abolición como única respuesta digna por parte de los
presuntos acreedores. Habrá quien tache esta propuesta de irrealizable.
Sin embargo, tanto las conclusiones del Tribunal como los años de
investigación y reivindicación en torno a este problema nos han llevado
al convencimiento de que sólo cabe una solución que plantee un cambio
de estructuras y que no deje intactas las relaciones de poder (relaciones
en las que difícilmente se puede obviar el papel que ha desempeñado
la deuda externa como herramienta de control político por parte de
los países del Centro y las grandes empresas trasnacionales). Tanto el
veredicto del Tribunal como los estudios de este cuaderno plantean una
condena ética no sólo de la deuda externa, sino del capitalismo como un
sistema inhumano de explotación y exclusión social.
El cuaderno que tienes en las manos ha sido fruto de un trabajo
colectivo, nacido de la red ¿Quién debe a quién?. Esperemos que este
cuaderno sirva para la reflexión personal y colectiva (una reflexión que no
es sólo económica sino también, y sobre todo, ética y política). Pero sobre
todo, que sea un instrumento para la acción, porque, desgraciadamente,
la deuda externa sigue siendo una cuestión nada secundaria para gran
parte de la población mundial y porque siguen intactas las estructuras de
poder que mantienen las relaciones desiguales entre Centro y Periferia. En
ese sentido, este cuaderno, más que ser una memoria del pasado, quiere
mirar hacia nuestro presente y hacia otros futuros posibles.

5
1. La deuda externa de los países empobrecidos

1.1. ¿Qué es la deuda externa?


En términos generales, la deuda externa es el dinero que los países de
la Periferia1 deben a los bancos, a los países del Centro y a las Instituciones
Financieras Internacionales (IFIs) –fundamentalmente, el Fondo Monetario
Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y los bancos regionales- como
consecuencia de los préstamos que sus gobiernos recibieron en el pasado
y a los que no pueden hacer frente en la actualidad.
El origen de esta deuda se remonta, en su mayor parte, a los años
70 del siglo pasado. En ese momento, debido a la coyuntura económica
internacional (especialmente, por la aparición de los petrodólares y la crisis
financiera de los EE.UU), los bancos de los países del Centro comenzaron a
conceder masivamente préstamos a los países eufemísticamente llamados
“en vías de desarrollo”. Con unos tipos de interés que no dejaban de crecer y
sumergidos en una crisis económica que se reveló de alcance internacional,
los países deudores se vieron ante la imposibilidad de pagar una deuda
considerablemente aumentada por los intereses, lo que desembocó en la
denominada crisis de la deuda en agosto de 1982, cuando México se
declaró insolvente, una declaración a la que seguirían las de otros países.
Este problema fue abordado por los países enriquecidos únicamente como
un problema de liquidez, por lo que concedieron nuevos préstamos que,
supuestamente, servirían para atajar la crisis. Desde entonces, la deuda
de los países empobrecidos (la suma de la amortización del capital
más los intereses) no ha dejado de crecer, a pesar de que estos países
han ido cumpliendo con sus obligaciones. Así, se da la paradoja de
que, por mucho que paguen, el montante de la deuda no disminuye. Si
comparamos los datos de 2005 del Banco Mundial (BM) sobre la deuda
externa con la deuda de la que había constancia en 1982, vemos que, en
2005, era más de cuatro veces mayor. Este incremento constante se debe
fundamentalmente a los dos factores ya mencionados.

1  En adelante, nos referiremos, siempre en mayúscula, a la Periferia para designar a los países empobrecidos (también llamados
genéricamente países del Sur) y al Centro para nombrar a los países ricos (o países del Norte, según una denominación muy exten-
dida).

6
Por un lado, el aumento de los intereses que los países deudores se
ven obligados a pagar. Por otro, el hecho de que los países de la Periferia
se ven en la necesidad de solicitar nuevos préstamos para continuar
pagando la deuda: de esta forma, la propia deuda externa genera más
deuda.
Según los datos del BM, en 2005 la deuda externa total de los países
empobrecidos ascendía a casi 2,8 billones de dólares estadounidenses2.
De esta cantidad, 2,2 billones corresponden a deuda a largo plazo (un
plazo superior a un año), que se divide en tres categorías: deuda bilateral,
deuda multilateral y deuda privada.
La deuda bilateral es aquélla reclamada por los países del Centro
que se origina fundamentalmente a partir de dos mecanismos: por una
parte, los créditos a la exportación en condiciones más favorables que
las del mercado (créditos del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), en
el caso español). Por otro lado, las operaciones de exportación con
cobertura por cuenta del Estado (en el caso español, a través de CESCE,
la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación). Dicha
deuda representaba, en 2005, un 18% de la deuda a largo plazo, con
un valor nominal de 389.676 millones de dólares. Por tanto, aún siendo
bilateral (es decir, una deuda entre estados) su origen está vinculado a
facilitar operaciones de las empresas de los países enriquecidos.
La deuda multilateral es aquella concedida por las IFIs (Fondo
Monetario Internacional-FMI-, Banco Mundial –BM- y bancos regionales)
y que, en 2005, ascendía a 381.865 millones de dólares. Dicha deuda
representó el 17% de la deuda a largo plazo en 2005. Después de la
crisis del 82, ésta es la única fuente de financiación a la que pueden
acceder muchos países deudores.
Por último la deuda privada es la que procede de los mercados
financieros, sobre todo de la banca internacional. Esta deuda ha ido
ganando peso relativo en los últimos años y, en 2005, representaba ya
el 65% de la deuda a largo plazo, con un valor nominal de 1.422.917
millones de dólares. En la actualidad existe una progresiva traslación de

2  Banco Mundial, Global Development Finance. World Bank, 2006.

7
la deuda privada de la banca a los mercados financieros, mediante la
venta de deuda externa en el mercado bursátil.
Desde el punto de vista de los acreedores, la deuda externa representa
una cifra absoluta que los deudores han de hacer efectiva en un plazo de
tiempo determinado. Desde esta perspectiva, el hecho de que la deuda aún
no se haya saldado se ha visto únicamente, como hemos señalado, como
un problema de liquidez en las cuentas de los países deudores y no como
un problema estructural, al que no son ajenas las desiguales relaciones
de poder entre los países del Centro y
la Periferia. En cambio, para los países El pago de la deuda ha incentivado
deudores, hacer frente a las exigencias de la explotación indiscriminada
los pagos de la deuda supone un esfuerzo de los recursos naturales. La
financiero extraordinario, ya que sus sobreexplotación de sus recursos
economías son cada vez más débiles y es una de las pocas formas que
dependientes de los capitales extranjeros. tienen estos países para hacerse
Sin embargo, lo más grave para muchos con suficientes divisas que, en
países es el hecho de que el pago de la un corto plazo, les permitan ir
deuda supone la imposibilidad de invertir pagando el servicio de una deuda
recursos en necesidades esenciales de la que no para de crecer.
población como la seguridad alimentaria,
la potabilización del agua, la salud, la vivienda, la educación,… Según
datos de 2005 del Banco Mundial, el porcentaje del PIB que Camerún
invertía en pagar la deuda triplicaba el presupuesto dedicado a la salud
pública. Asimismo, Zambia, el país con el nivel más alto de infecciones
de SIDA del mundo, por cada dólar que destinaba a la sanidad, gastaba
más de dos dólares en pagar su deuda (países como Senegal, Nicaragua,
Honduras, Gambia, Mauritania y Bolivia dedicaban también más dinero
al servicio de la deuda que a la salud de su población3 ).
Por otro lado, el pago de la deuda ha incentivado la explotación
indiscriminada de los recursos naturales. La sobreexplotación de sus
recursos es una de las pocas formas que tienen estos países para hacerse
con suficientes divisas que, en un corto plazo, les permitan ir pagando
el servicio de una deuda que no para de crecer. Este hecho, como es de
suponer, ha afectado y está afectando gravemente a la sostenibilidad de
los recursos del planeta.

3  www.intermonoxfam.org/UnidadesInformacion/anexos/7803/061009_50pobreza.pdf.

8
Asimismo, es muy importante no olvidar que muchos de los países
que hoy afrontan grandes deudas tenían, en el momento de contraerlas,
gobiernos dictatoriales o sólo formalmente democráticos. Con harta
frecuencia, los dictadores desviaron los créditos prestados para la
compra de armas, con el fin de silenciar las protestas civiles. Tampoco fue
infrecuente que los créditos sirvieran para la compra de bienes de lujo o
para hacer obras faraónicas que pretendían ensalzar la figura del líder
y que no reportaron ningún beneficio a la población. Incluso algunos de
estos fondos nunca llegaron al país, ya que los gobernantes depositaron
el dinero en sus propias cuentas corrientes en paraísos fiscales.
Sobre la deuda contraída por gobiernos no democráticos, acerca del
problema de la deuda externa desde la perspectiva de los países de la
Periferia, sobre las consecuencias para sus poblaciones y para el medio
ambiente, así como sobre la ilegitimidad de la deuda externa, hablaremos
en los siguientes capítulos de este informe.

1.2. La deuda externa contraída con el Estado español


En la primera mitad de la década de los 70 nos encontramos en un
período de fuerte crecimiento de la economía española (en torno al 8%
anual). Es entonces cuando empiezan a producirse operaciones de crédito
a la exportación con el respaldo de algunos de los bancos más importantes
del país. El Banco Exterior de España, por entonces un banco estatal
especializado en operaciones con el exterior, desempeñó un destacado
papel en el fomento de la exportación española. Además la aseguradora
oficial, la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación
(CESCE), aparece en escena como garante de este tipo de operaciones
en 1972, si bien su actividad se intensificará más adelante, en los 80.
Por otra parte, en 1977, nace el Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD).
Resulta paradójico que dicho instrumento naciese bastante tiempo antes
de que el Estado español pasase a ser considerado país desarrollado
(consideración que no recibirá, por parte del Banco Mundial, hasta 1981,
y hasta 1985, por parte del Comité de Asistencia al Desarrollo (CAD) de
la OCDE, Organización para la Cooperación al Desarrollo Económico).

9
Surgen así los dos instrumentos de creación de deuda bilateral de los
países empobrecidos con el Estado español.

1.2.1. Los créditos del Fondo de Ayuda al Desarrollo


La utilización del FAD en los primeros años fue muy reducida. Sin
embargo, su importancia fue creciendo paulatinamente. Así, en 1977,
fueron concedidos préstamos, por este medio, por un importe total de
32,5 millones de euros. El importe de los préstamos fue creciendo durante
los 80 hasta alcanzar un máximo histórico, de 658,6 millones de euros,
en 1991. Desde entonces, y hasta 1998 (464,20 millones de euros)
hubo un suave descenso en las concesiones. A partir de 1999 vuelve a
crecer, de nuevo, gradualmente su uso, como mecanismo de ayuda a la
internacionalización de la economía española. Así, en el año 2002, se
otorgan 612,36 millones de euros; 615,65 millones en el 2003; 602,05
millones en el 2004 y 641,11 millones de euros en el 2005. A partir del
2006 este instrumento vive una explosión, ya que el Consejo de Ministros
aprueba 1.452,35 millones de euros. La Ley de Presupuestos del 2007
recoge que el Consejo de Ministros puede aprobar operaciones con cargo
al Fondo de Ayuda al Desarrollo por un importe de hasta casi 1.505
millones de euros, mientras que la Ley de Presupuestos para el 2008
prevé que esta cifra aumente hasta más de 2.530 millones de euros.
Esto significa un aumento de casi el 280% desde el inicio de la última
legislatura en 2004.
El Instituto de Crédito Oficial (ICO), como organismo financiero
público del Estado español, es el responsable de hacer efectivos los créditos
del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD) aprobados por el Consejo de
Ministros. Los créditos FAD son considerados como un instrumento de la
política española de cooperación para el desarrollo porque se otorgan en
unas condiciones más favorables que las de mercado financiero: tipo de
interés más bajos, plazos de devolución del capital prolongados (hasta
30 años) y períodos de gracia (período trascurrido hasta que se empieza
a devolver el capital principal) de entre tres y diez años de duración. Estos
créditos tienen una parte de donación (un mínimo del 35%, hasta llegar al
50% a países más empobrecidos).

10
Se trata, por lo tanto, de financiación de carácter concesional, que
se llega a considerar Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD)4 . Para que se
puedan computar como AOD, los créditos FAD deben financiar proyectos
no rentables en condiciones reales de mercado y, teóricamente, deben de
estar orientados hacia el desarrollo de los países empobrecidos.

1.2.2. Los créditos FAD como instrumento


para la internacionalización de la
economía y de la política exterior

Señalábamos en el apartado anterior que los créditos FAD son,


oficialmente, un instrumento de cooperación de la política española.
Sin embargo, a poco que profundicemos en su naturaleza, nos damos
cuenta de que dichos créditos son a la vez (y sobre todo) un instrumento
de internacionalización de las empresas
Los créditos FAD no son el españolas. La razón fundamental es que
instrumento más adecuado para su entrega se condiciona a la compra de
luchar contra la pobreza ya que bienes y servicios españoles. Su carácter
incrementan la dependencia condicional hace que el país receptor
financiera de los países deudores. carezca de libertad de contratación para
Lejos de solucionar el problema, los la ejecución de los proyectos, para los
FAD incrementan la insostenibilidad cuales no puede, por ejemplo, contratar
de la deuda externa, sobre todo a empresas locales. Por si fuera poco,
en países de renta baja altamente está comprobado que la utilización de
endeudados. ayuda ligada acaba incrementando los
costes comerciales de estas operaciones,
sin ningún tipo de garantía sobre los impactos sociales, económicos y
ambientales de las mismas. Según el último informe del Programa de
Naciones Unidas para el Desarrollo, la ayuda ligada reduce el valor de
la asistencia entre un 11 y un 30% y las operaciones que comportan este
tipo de condicionalidades son, en términos medios, un 40% más caras
que las no ligadas. Por otra parte los créditos FAD también son usados,

4  En efecto, estos fondos supusieron, en la segunda mitad de los 80, en torno a los dos tercios de la AOD. En los 90 esta proporción
decreció pero ello se debió más a la propia inercia del instrumento que a una voluntad política deliberada. De hecho, a partir del
2000, comienza de nuevo un aumento de los FAD que se contabilizan como AOD. En 2003 más de un tercio de los créditos FAD se
incluyen dentro de la AOD.

11
en ocasiones, como un instrumento de la política exterior española (véase
el recuadro 1 sobre Turquía).
En definitiva, los créditos FAD no son el instrumento más adecuado
para luchar contra la pobreza ya que incrementan la dependencia
financiera de los países deudores. Lejos de solucionar el problema, los
FAD incrementan la insostenibilidad de la deuda externa, sobre todo en
países de renta baja altamente endeudados. Paradójicamente, la Ayuda
Oficial al Desarrollo acaba generando más deuda, al otorgarse buena
parte de sus fondos no en forma de donaciones sino de créditos (por

RECUADRO 1

Un ejemplo de crédito FAD: el crédito otorgado a Turquía en los


preámbulos de la segunda guerra del Golfo.

“El 17 de enero de 2003 el Consejo de Ministros autorizó la concesión


de un crédito por un importe total de 161,27 millones de euros a la República
de Turquía. Éste es el mayor crédito otorgado por un gobierno español con
cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD) desde la creación de este
mecanismo. Las condiciones financieras eran muy favorables: 34 años de
plazo total de amortización, incluyendo 13 años de gracia a un tipo de
interés anual del 0,2 % y con vencimientos semestrales. El crédito se tenía
que destinar a financiar el proyecto de rehabilitación de la línea férrea
entre Ankara y Estambul a realizar por el grupo español OHL, en consorcio
con el holding turco Alarko. Los trabajos proyectados incluían el diseño y
la ejecución de las obras para mejorar la línea férrea en un tramo de 260
kilómetros del total. También se llevarían a cabo los trabajos de señalización,
electrificación y telecomunicación, con el objetivo de adecuar la línea a
trenes de alta velocidad, además de mejoras en diversas estaciones del
recorrido y la construcción de pasos elevados para vehículos y peatones.
Responsables de la Secretaría de Estado de Comercio justificaron la cuantía
del crédito aprobado por la envergadura del proyecto.
No obstante, es preocupante que el crédito de más envergadura de la
historia del FAD se otorgara a un país de renta media muy bien situado desde
el punto de vista geoestratégico, en un momento internacional altamente
delicado. Cabe recordar que cuando se tomó esta decisión los países

12
limítrofes con Irak estaban definiendo su oposición respecto a la guerra de
invasión que estaban planeando los gobiernos de Estados Unidos y Gran
Bretaña. Si bien ya es alarmante que se utilicen este tipo de créditos, que
luego contabilizan como AOD, para financiar macro proyectos ferroviarios
para futuros trenes de alta velocidad, más pudiera serlo el hecho de que se
utilizara este instrumento como “arma” de presión política, en función de
injustificados intereses belicistas. Sin poder demostrar que, efectivamente, el
gobierno español quiso usar este crédito como instrumento de presión para
que Ankara aceptara el paso de las tropas norteamericanas por territorio
turco, el monto y momento del proyecto así lo insinúan.”

Fuente: Observatorio de la Deuda en la Globalización, Informe sobre la


deuda externa en el Estado Español, Icaria, 2004, págs. 20-21.

más que sean créditos “blandos”, como los FAD). Por si fuera poco, estos
fondos priorizan los intereses políticos y económicos del donante: así,
se invierte en sectores que no son prioritarios para el desarrollo social y
humano de las poblaciones más empobrecidas (cuando no se trata de
inversiones que no sólo no benefician a la población más pobre, sino que
asimismo conllevan graves repercusiones sociales y
ambientales).

1.2.3. La deuda comercial

RECUADRO 2

La CESCE y la empresa CELGUSA en Guatemala.

“Desde inicios de los años 80 el Estado español mantenía un contencioso


con Guatemala, a raíz de un crédito de 180 millones de dólares concedido,
entre otros, por la Compañía Española de Crédito a la Exportación (CESCE).
Aunque se desconocen cuáles fueron las empresas españolas que salieron

13
beneficiadas de esta operación, sí se sabe que el préstamo sirvió para
la construcción de una planta de papel en El Rancho, departamento de
El Progreso, en Guatemala. Dicha planta, Celulosas de Guatemala, SA
(CELGUSA), se declaró en quiebra a las pocas semanas de entrar en
funcionamiento debido a falta de materia prima y a presuntas inconveniencias
ambientales.
Pese a ello, el Estado español exigió que fuese el Estado guatemalteco
quien asumiese el pago de ese crédito, cosa a la que el país centroamericano
siempre se negó por entender que el proyecto no se había desarrollado con
el rigor técnico necesario para una planta de esas características. Con el
paso del tiempo la suma de dicho impago ascendió a un importe de 637,5
millones de dólares por los intereses acumulados.
Para solucionar dicho conflicto en el año 2001 se realizó una operación
de cancelación de deuda a tres bandas. Mediante un mero apunte contable
el Estado español se hizo acreedor de una deuda de 506 millones de dólares,
que Nicaragua había adquirido con Guatemala, a cambio de cancelar
por un importe similar la deuda comercial del caso CELGUSA. El gobierno
guatemalteco también aceptó que los 131 millones y medio de dólares
restantes fueran devueltos con lo que se obtuviera de la venta de dicha
empresa en los mercados internacionales.La posible venta de dicha planta
a capital extranjero es presentada por la administración guatemalteca como
una operación que reportará grandes efectos de estímulo a su economía,
entre los que cabe mencionar el desarrollo del sector forestal, la creación de
puestos de trabajo, la posibilidad de reducción de su balanza comercial al
poder abastecer al mercado de la región….
Sin embargo, al igual que en el momento de su construcción hace ya
20 años, la posibilidad de que dicha planta pueda entrar en funcionamiento
está recibiendo una fuerte oposición de organizaciones medioambientales
por el daño que podría producir, tanto por la deforestación de bosques
tropicales de la región para hacerse con la celulosa de los árboles como
por la contaminación de los acuíferos, que se originaría en el momento del
blanqueamiento de la planta de papel.”

Fuente: Observatorio de la Deuda en la Globalización, Informe sobre la


deuda externa en el Estado Español, Icaria, 2004, págs. 20-21.

14
La Compañía Española de Seguros
de Crédito a la Exportación (CESCE) es
la encargada de asegurar a las empresas
españolas que realizan negocios en el
exterior contra posibles impagos. De esa
forma, cuando se produce un impago,
la deuda que hubiera sido contraída
con una entidad privada pasa a ser una deuda bilateral con el Estado
Español. La CESCE recibe cada año un límite de contratación con cargo
al Estado, fijado por la Ley de Presupuestos.

La CESCE está recibiendo en la actualidad numerosos pagos de


indemnizaciones atrasadas, algunas de las cuales se remontan a muchos
años atrás. El motivo es que los países empobrecidos están haciendo
grandes esfuerzos por ir pagando sus deudas y convertirse en deudores
medianamente solventes, aunque ello sea a costa del fortalecimiento a
largo plazo de sus débiles economías y de las necesidades básicas de sus
poblaciones más vulnerables. Las fases de fuerte crecimiento económico
en que se encuentran algunos de los mayores deudores españoles
(fundamentalmente, asiáticos y latinoamericanos) también explican ese
fuerte incremento de las devoluciones.

1.2.4. La situación actual


Según el Ministerio de Economía y Hacienda, a finales de 2006,
el total de la deuda bilateral oficial que los países de la Periferia tenían
contraída con el Estado español ascendía a 9.587 millones de euros.
De ésta, aproximadamente el 50% (4.786 millones de euros) es lo que
conocemos como deuda y el otro 42% (4.919 millones de euros) se genera
por los fallidos indemnizados5 por la CESCE. El 8% restante (793 millones
de euros) corresponde a otras deudas. De esta manera, se ha roto una
tendencia histórica: habitualmente, la deuda comercial o CESCE tenía más
peso que la deuda AOD o FAD. Este cambio de tendencia se explica, en
parte, por la reducción de los impagos comerciales debidos al aumento
del precio del petróleo. Al mismo tiempo, los países más empobrecidos

5  Es decir, la deuda procedente del dinero que reciben las empresas españolas, aseguradas por CESCE, cuando se producen impagos
en sus actividades económicas en países de la Periferia. De esta manera, una deuda privada se convierte en una deuda pública.

15
han continuado nutriéndose de deuda AOD. Por otra parte y, a partir
del año 2001, la deuda que tienen estos países con el Estado español
está descendiendo. Este descenso se explica más por la depreciación
del dólar respecto al euro que por la cancelación efectiva de deuda que
ha habido en estos últimos tres años. En efecto, la mayoría de la deuda

E voluc ión de la deuda del E s tado es pañol

14.000 12.491
11.937
11.488 11.538
12.000 10.426 10.232 10.169
10.103 10.029
9.666 9.587
10.000

8.000

6.000

4.000
En millones de euros
2.000

0
1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006
A ños

Figura 1. Evolución de la deuda externa a favor del Estado español (1999-2006)


Fuente: Observatorio de la Deuda en la Globalización a partir de los datos de CESCE, ICO y
Ministerio de Economía.

está contraída en dólares y desde el


Si comparamos el total de deuda
año 2001 el dólar se ha depreciado un
de la que el Estado español es
24% respecto al euro, mientras que la
acreedor con su PIB del año 2006
deuda sólo ha sufrido un descenso de
(aproximadamente unos 975.000
un 18%.
millones de euros) vemos que
Si comparamos el total de deuda de ésta equivale a un 1%, o lo que
la que el Estado español es acreedor con es lo mismo, a menos del 60% del
su PIB del año 2006 (aproximadamente presupuesto público de defensa
unos 975.000 millones de euros) vemos para este mismo año.
que ésta equivale a un 1%, o lo que
es lo mismo, a menos del 60% del
presupuesto público de Defensa para este mismo año.

16
En el plano internacional, y según el Banco Mundial, en 2005 la
deuda externa total de los países empobrecidos ascendía a 2.800.396
millones de dólares (aproximadamente 2.363.534 millones de euros),
cifra que incluye las deudas de origen multilateral, bilateral y privada.
Para ese año, la deuda bilateral española a largo plazo representó
aproximadamente el 3,1% del total de la deuda bilateral a largo plazo
del conjunto de los países empobrecidos, total que asciende a 389.676
millones de dólares (aproximadamente 328.886,5 millones de euros).
Ochenta y uno eran a finales del 2006 los países deudores del Estado
español. De éstos, veintiséis se encuentran dentro del conjunto de Países
Empobrecidos y Altamente Endeudados (PEAE). La suma de lo que deben
los PEAE asciende al 15,4% del total de la deuda, cifra que representa un
0,15% del PIB español del año 2006.
En la figura 2, vemos cuáles eran en 2006 los diez países más
endeudados con España. Es interesante resaltar que de ellos, sólo el

L os 10 país e s más e nde udados con e l e s tado e s pañol (31/12/2006)

1.800

1.600

1.400

1.200

1.000 1.503

753
800
1
600

400
en millones de dólares 185 73
678 468
253 30
19 3
200 337 342 233
205 262 232 255
115 122
62
0

Cuba China Egipto Angola México Marfil Argelia


Costa de
Argentina Indonesia
Marruecos
Deuda FA D Deuda CES CE Otros tipos de deuda

Figura 2. Los 10 países más endeudados con el estado español


Fuente: Observatorio de la Deuda en la Globalización a partir de los datos de CESCE, ICO y
Ministerio de Economía

décimo, Honduras, es un PEAE, y es el único que se encuentra afectado

17
por los programas y las promesas internacionales de alivio parcial de
deuda.
Si miramos la deuda de las principales regiones del mundo con
el Estado español a finales de 2006, veremos que la región que más
deuda tiene contraída con el Estado español es América Latina, con
aproximadamente, un 49% del importe total. Dentro de América Latina,
junto a los países que aparecen en el gráfico (Cuba, México y Argentina)
hay que incluir asimismo algunos de los países más castigados por la
pobreza como Honduras (249 millones de euros), Perú (218 millones),
Ecuador (205 millones), Nicaragua (169 millones), República Dominicana
(160 millones) y Bolivia (90 millones).
La segunda región por endeudamiento es África Subsahariana con
el 15% del total. Aparte de Angola y Costa de Marfil (véase la figura
2), destacan países como Congo (247 millones de euros), Senegal (60
millones) y Togo (55 millones).

R egiones más endeudadas c on el E s tado es pañol


Europa del Este
1%

Oriente Medio
Otros
6%
2%
América Latina
África del Norte 49%
13%

Asia
14%

África Subsahariana
15%

Figura 3: Reparto de la deuda de las principales regiones del mundo con el Estado español
(31/12/2006).
Fuente: Dirección General de Financiación Internacional del Ministerio de Economía y Hacienda

18
La tercera región del mundo que tiene contraída una deuda mayor
es Asia con un 18% respecto al total. Dentro de este porcentaje, además
de Indonesia y China, se incluye Filipinas (100 millones de euros). Cabe
destacar que sólo estos tres países concentran alrededor del 90% de la
deuda de la región.
África del Norte ocupa el cuarto lugar con un 13%, con Egipto (582
millones de euros), Argelia (257 millones) y Marruecos (280 millones),
todos países con unos vínculos comerciales y energéticos estratégicos
para el Estado español. Oriente Medio sigue en quinto lugar con un 6%
respecto al total de la deuda, con Iraq (195 millones de euros) y Jordania
(111 millones) como principales deudores.
Por último, Europa del Este con un 1% total de la deuda, con Turquía
(178 millones) y Serbia y Montenegro (62 millones).

1.3. Movilizaciones frente a la deuda


1.3.1. El contexto global
Las movilizaciones en torno a la deuda externa han de ser situadas
en un contexto global. Iniciativas y actores de resonancia mundial como
la constitución de las redes Jubileo Sur, Jubileo 2000 o el CADTM, las
consultas populares en Chiapas y Brasil o las protestas altermundialización
han servido de aliento y de marco para el desarrollo de presiones y
movilizaciones en este país. Ello resulta lógico si tenemos en cuenta, por un
lado, la dimensión internacional que la problemática de la deuda externa
alcanza, sobre todo, a partir de los años 80, y, por otro lado, la creciente
transnacionalización de las protestas que hace a los movimientos sociales
compartir reivindicaciones. A esta internacionalización de las luchas ha
contribuido tanto la mundialización capitalista como centro de atracción
de críticas junto a otros ejes de dominación (patriarcado, militarismo,
etnocentrismo, etc.), como el hecho de que cambios significativos en los
medios de transporte y comunicación (fundamentalmente, el desarrollo
de Internet) facilitasen encuentros antes difíciles de imaginar (si bien,
dichos medios están lejos de las posibilidades de buena parte de la

19
población mundial). Por otra parte, las distintas redes internacionales e
internacionalistas comparten, a menudo, como sustrato de sus luchas, la
búsqueda de una democracia radical, que debería servir como asiento
de propuestas para construir otros mundos6 . Y, desde esta perspectiva,
la deuda externa es vista como un mecanismo de dominación y de
conculcación de soberanía de los países empobrecidos. A ello hay que
sumar el creciente cuestionamiento de la gestión de la deuda llevada a
cabo por parte de las IFIs que, desde 1990, vienen poniendo sobre la
mesa medidas que hablan de alivio de la deuda (iniciativas para los PPAE
desde 1996) e incluso de participación (los llamados planes estratégicos
de reducción de la pobreza o PRSP). Tales medidas lejos de hacer frente a
las causas profundas de la deuda, han evidenciado la creciente necesidad
de legitimación de los poderes globales, que, mediante estas estrategias,
intentan presentarse como defensores de los pueblos empobrecidos, a
pesar de todas las evidencias en su contra.
Así pues, las crisis permanentes
que genera el problema de la Las crisis permanentes que genera el
deuda vienen siendo contestadas problema de la deuda vienen siendo
desde tres frentes que constituyen contestadas desde tres frentes que
los referentes de las actuales constituyen los referentes de las actuales
propuestas e iniciativas en torno a la propuestas e iniciativas en torno a la
deuda de los países empobrecidos: deuda de los países empobrecidos:
gobiernos, redes específicas que gobiernos, redes específicas que trabajan
trabajan sobre el tema de la deuda sobre el tema de la deuda y movimientos
y movimientos que cuestionan la que cuestionan la mundialización
mundialización capitalista.7 Por un capitalista.
lado, el “no pagamos” es una voz
que tiene su origen en la actitud de diversos gobiernos de la Periferia. Así,
en la década de los 30, hasta 14 gobiernos de Latinoamérica repudiaron
el pago de la deuda. En los 80 sería Cuba quien tratara de impulsar
un frente en este sentido. Y, recientemente, los gobiernos de Ecuador y
Bolivia prometen estudiar seriamente el repudio de deudas ilegítimas, en
paralelo al gesto del gobierno noruego de condonación unilateral de las
6  Una democracia que facilite un mayor control de los asuntos que afecten a la ciudadanía. Para ello, se propugna un hacer más
horizontal, deliberativo y cooperativo a la hora de relacionarnos socialmente y de intervenir en la sociedad. Ver trabajo de Ángel Calle,
Nuevos Movimientos Globales, Editorial Popular, 2005.
7  En el libro de Esther Vivas, El movimiento contra la deuda externa (en prensa), con prólogo de Eric Toussaint, puede encontrarse
un relato más pormenorizado de estos actores y de sus iniciativas.

20
mismas. Estos gobiernos recogen en gran parte el guante de la presión y
las demandas de las redes sociales internacionales.
Nos encontramos, a partir de los 90, con el surgimiento de
varias redes mundiales que vienen cuestionando específicamente
la legitimidad y los pagos de la deuda externa, en diferente grado y
con distintas propuestas. Los primeros movimientos se dan al calor
de las Iglesias radicadas en zonas empobrecidas como Filipinas,
Latinoamérica o África. La creación de Jubileo 2000 en Gran Bretaña en
1996 impulsaría el lanzamiento de un Jubileo 2000 internacional a través
de las cumbres alternativas a las reuniones del G-8 en Birmingham (1997)
y Colonia (1999). Jubileo 2000 llegó a implantarse en 65 países, con
el apoyo de grandes ONGs como Oxfam. La cercanía del “año jubilar”
impulsaba la petición de una condonación de la deuda externa a los países
más pobres, pero no su abolición; además, en muchos casos la petición
de condonación suponía asumir realizar reformas estructurales dictadas
por los acreedores. Ello llevó a la escisión de grupos que abiertamente
pedían la abolición, los cuales crean, en 1999, en Sudáfrica Jubileo
Sur. Jubileo Sur estaba formada por redes de los países empobrecidos y
encontró alianzas con otras redes en las que participaban también ONGs
del Norte como es el caso del Comité por la Abolición de la Deuda en el
Tercer Mundo (CADTM), creada en 1990.
Por último, el tercer gran actor en las movilizaciones frente a la
deuda externa fueron aquellas revueltas y protestas surgidas al calor
de la mundialización capitalista. A mediados de los 80, las llamadas
“revueltas del pan” constituyeron movilizaciones populares frente a los
ajustes estructurales marcados por el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional a raíz de procesos de renegociación de sus deudas.
Sacudieron países como Turquía (1980), Ecuador y Madagascar (1981),
Brasil (1983), Haití (1985), Bolivia (1986), Argelia (1988) y Jordania
(1996), entre otros lugares del planeta. Estas reacciones tuvieron su
correlato en las protestas que, desde inicios de los 90, se hicieron patentes
en los países del Centro. Es el caso de la campaña “50 Años Bastan”,
que aterrizaría en Madrid al hilo de la cumbre oficial que celebraba
el 50 cumpleaños de las instituciones de Bretton Woods. En sucesivas
cumbres alternativas, protestas mundiales, foros sociales internacionales y
nuevas redes altermundialistas (ya hablemos de ATTAC, Vía Campesina o

21
la Acción Global de los Pueblos) la abolición de la deuda externa
sería un referente de los discursos en red (que recorren diversos ejes
de conflicto) que van construyendo y difundiendo estos fenómenos
de movilización transnacionales.
Este conglomerado de actores conformaría un actor global
y difuso, pero en contacto
permanente, de lucha frente
a la deuda, a través de encuentros
internacionales y días de acción
concretos. Frente a él, y en ocasiones
permeando sus sectores más moderados
o indulgentes con el BM y el FMI, el
poder global (financiero y multinacional,
alineados o fusionados con grandes
medios de comunicación) al que fundamentalmente representan estas
instituciones, viene lanzando iniciativas de cancelación parcial de deudas.
Normalmente, estas cancelaciones se otorgan a cambio de concesiones
favorables para los países del Centro y sus élites económicas. Su propósito
es fortalecer la legitimidad de los ajustes estructurales en el contexto de la
mundialización capitalista, de tal manera que la opinión pública perciba
que el sistema de endeudamiento es “sostenible” y “beneficioso” para el
“desarrollo” o para la “lucha contra la pobreza”8 .

1.3.2. Aliviadores y abolicionistas


Teniendo en cuenta la profusión de dinámicas de movilización
que vienen incidiendo en la problemática de la deuda externa,
nos encontramos con un panorama de redes envueltas en múltiples
debates, matizaciones, apuestas y formas de actuar. Sin embargo, desde
los orígenes de Jubileo 2000, pueden identificarse la existencia de dos
polos genéricos que dan vida a la multiplicidad de expresiones en torno
a la problemática de la deuda. Así, podemos hablar, a grandes rasgos,
de aliviadores y abolicionistas, atendiendo, principalmente, a si sus
demandas se centran en la cancelación parcial o total de la deuda. Claro
que estas dos perspectivas afectan o se encuentran enredadas a otras
8  Consultar el trabajo de Ángel Calle, “Poder Global: Los ODM como señales de humo”. (www.quiendebeaquien.org/spip.
php?article400).

22
cuestiones del hacer, el decir y el pensar el problema de la deuda, como
refleja el Cuadro 1. Aliviadores frente a abolicionistas.

Cuadro 1. Aliviadores frente a abolicionistas


Aliviadores Abolicionistas
Enfoque general Problema económico: Problema de
se debe, pero hay dominación:
que aliviar la deuda ya se ha
pagado y hay que
abolirla
Propuestas Reformistas Transformadoras
Instituciones Árbitros de Sin legitimidad
Internacionales acreedores y
deudores
Medidas inmediatas Renegociar Realizar auditorías.
según enfoques Parar pagos por
humanitarios razones históricas,
(inversión en sociales y económicas
educación,
desarrollo)
Largo Plazo Por una deuda Cambios de estructuras
sostenible en el marco capitalistas. Búsquedas
de la mundialización de mecanismos
capitalista alternativos de
cooperación y
desarrollo
Alianzas básicas Medios de Sectores sociales
comunicación con capacidad de
ONGs movilización social de
Sectores más críticos base
de instituciones Sectores críticos a
la mundialización
capitalista
Acciones preferentes Mediáticas Sensibilización social
Presión institucional Protesta y creación de
directa tejido crítico
Educación reglada y Presión institucional
no reglada indirecta

Referirse a dos polos de cuestionamiento de la deuda externa no


supone que no se parta de elementos comunes (como pueden ser la
concepción de la deuda como mecanismo de subordinación económica de
los países empobrecidos, la conciencia de las lacras sociales que supone

23
el endeudamiento o la crítica a la escasa participación de las comunidades
y la sociedad civil en las propuestas en torno a la deuda). Además, en
recientes encuentros en junio de 2005 (Resistencias y Alternativas a la
Deuda, La Habana) y febrero de 2007 (Foro Social Mundial, Nairobi)
se ha puesto de manifiesto la necesidad de acercar posturas en temas
tan importantes como el rechazo de las condicionalidades a la hora de
renegociar estas deudas, el énfasis en la dimensión política del problema
o la exigencia de una cancelación inmediata de las deudas ilegítimas.
Asímismo son muy frecuentes los casos, sobre todo en la actualidad, en
que las organizaciones se encuentran bien nadando entre dos aguas,
bien evolucionando hacia posturas abolicionistas.9

1.3.3. El contexto español


El Estado español reproduce el esquema internacional de
movilizaciones frente a la deuda, aunque con ciertos matices. En 1998,
las organizaciones católicas Cáritas, CONFER, Justicia y Paz y Manos
Unidas constituirán la campaña “Deuda Eterna, ¿Deuda Externa?” en el
marco de Jubileo 2000. Sus propuestas de condonación de la deuda de
los países más empobrecidos, o de renegociación a cambio de inversión
en desarrollo, se vehicularon principalmente a través de una campaña de
firmas que sirvió para realizar presión política sobre los diputados. Oxfam
se adhirió a esta iniciativa, aunque posteriormente, cuando en 2005 el
gobierno comenzó a tejer la Ley de Deuda Externa,
lanzaría una campaña propia (“Corta con la Deuda”),
frente a la que impulsaban las organizaciones católicas
antes reseñadas (ahora con el lema de “Sin Duda, Sin
Deuda”).
Por su parte, la Red Ciudadana por la Abolición
de la Deuda Externa (RCADE), más próxima a los
sectores abolicionistas, surge a raíz de la propuesta
de realización de una consulta social coincidiendo
con las elecciones generales de marzo de 2000.Se
constituye como una red de grupos diversos (ecologistas,
zapatistas, cristianos de base, ONGs críticas) que
9  Por citar dos organizaciones del entorno internacional, se sitúan en ese proceso Jubilee Debt Movement en el Reino Unido o
Christian Aid.

24
tienen su asiento más firme en la Plataforma 0,7% y en ADEU (Abolició
del Deute Extern Usurer en Cataluña). Cerca de 23.000 personas de 458
municipios diferentes participaron como voluntarias en la consulta. La Junta
Electoral Central decretó su prohibición, lo que llevó a las organizaciones
inmersas en otras campañas a desentenderse de la participación en la
misma, a excepción de organizaciones como Justicia y Paz. A pesar
de este cerrojazo político, que se acompañó de otro mediático, votaron
1.087.792 personas, de ellas 15.000 inmigrantes. Se plantearon tres
preguntas:
a) ¿Está usted a favor de que el gobierno del Estado español
cancele totalmente la deuda externa que mantienen con él los países
empobrecidos?
b) ¿Está usted a favor de que el importe del pago anual de la deuda
cancelada se destine por la población de los países empobrecidos a su
propio desarrollo?
c) ¿Está usted a favor de que los tribunales investiguen el enriquecimiento
ilícito que los poderosos del Norte y del Sur vienen realizando con los
fondos prestados, y que esas cantidades sean devueltas a sus pueblos?

Se contestaron afirmativamente las 3 preguntas en más de un 97%


de los casos.10
A partir del 2000, la RCADE continuó trabajando en temas de deuda
a través de campañas de sensibilización (“Da la cara por la deuda”),
de presión institucional (en Euskadi y Navarra se llegó a presentar una
iniciativa legislativa parlamentaria para destinar fondos públicos al pago
de la deuda), sobre democracia (Consulta Social Europea), y en gran
medida, como un actor activo en las redes y cumbres altermundialistas en
este país.11

10  Para una mayor profundización en los porqués y en la evolución de RCADE puede consultarse XCADE (Xarxa Ciutadana per
l’Ábolició del Deute Extern), La Consulta Social del Deute Extern a Catalunya. Editorial Mediterrània, 2001. Sobre impactos, ver
Salvador Martí, Lluc Peláez, María José Monteserín, y María Truñó, “¿Otro mundo es posible?: El movimiento social de solidaridad
internacional”, en Pedro Ibarra, Salvador Martí y Ricard Gomà, (coord.) Creadores de democracia radical. Movimientos políticos y
redes de políticas públicas. Icaria, 2002. Para un análisis comparado entre RCADE y el mundo de las ONGs, ver Ángel Calle, Ciudadanía
y Solidaridad. Iepala, 2000.
11  Véase Ángel Calle, Nuevos Movimientos Globales. Editorial Popular, 2005.

25
1.3.4. La deuda es global: ¿quién debe a quién?
La pregunta “¿quiénes son realmente los deudores?” se
lanza desde Jubileo Sur. Se trata de darle la vuelta a la concepción
sostenida por los llamados acreedores. Según dicha concepción, la
deuda externa sería, ante todo, un problema financiero. Haciendo
caso omiso de las causas últimas del endeudamiento, se condena
tanto simbólica y prácticamente a los países empobrecidos como
responsables de su propia situación. Asimismo, se legitiman las medidas
de condicionalidad ya que éstas tratan de presentarse como necesarias
para fortalecer la economía de los países empobrecidos (mientras que
quedan en segundo plano o ni siquiera se nombran los beneficios que
tales medidas suponen para los acreedores, que defienden la cancelación
parcial y condicionada como un ejercicio de filantropía). Esta concepción
no distingue, por supuesto, entre los gobiernos corruptos, las élites con
intereses en el mercado (y en el mercadeo
de la deuda) y la ciudadanía que padece Plantearse la pregunta de “¿quién
las consecuencias. debe a quién?” supone abordar la
cuestión de manera global. Rompe
Plantearse la pregunta de “¿quién
el marco economicista y neoliberal.
debe a quién?” supone abordar la
La solución del problema de la
cuestión de manera global. Rompe el
deuda no es conyuntural, no
marco economicista y neoliberal. La
depende de que los países de la
solución del problema de la deuda no es
Periferia apliquen obedientemente
coyuntural, no depende de que los países
las recetas de las IFIs.
de la Periferia apliquen obedientemente
las recetas de las IFIs (unas recetas que no
han funcionado y que incluso han agravado la situación de las poblaciones
empobrecidas). El problema de la deuda es estructural y nace de unas
relaciones desiguales. La pregunta “¿quién debe a quién?” pone de relieve
esa relación de dominación al tiempo que supone un desafío para ésta.
Nos obliga a escuchar el clamor de los pueblos empobrecidos, que nos
dicen, desde hace años, que la deuda no es un problema financiero, sino
que, en realidad, se trata de un problema político.
En este sentido, es importante no olvidar la proclama que hizo Jubileo
Sur en la Asamblea de los Pueblos Acreedores de la Deuda Histórica,
Social y Ecológica, realizada en Porto Alegre (Brasil), en el V Foro Social
Mundial, en la que decía que: “Los pueblos del Sur no sólo no somos

26
pueblos deudores, sino que en realidad somos nosotros los acreedores de
una enorme Deuda que lleva más de 500 años incrementándose. Somos
acreedores de una Deuda Ecológica, Social e Histórica, por el saqueo
de nuestros recursos naturales y la destrucción del medio ambiente; por
la violación de nuestros derechos humanos fundamentales al empleo y al
salario digno, a una vivienda, a la tierra, al agua, a la identidad, a la
educación y a la salud; por siglos de dominación colonial y el genocidio
que se sigue perpetrando y que proyecta su continuidad a través de los
acuerdos de libre comercio y la militarización”.Esta pregunta da pie
al surgimiento de una campaña en el 2005, que sigue reclamando la
abolición, que señala relaciones de dominación y responsables de
la misma (gobiernos que instrumentalizan la deuda para sus políticas
geoestratégicas, empresas que se benefician de los créditos para la
expoliación de los recursos de los países empobrecidos) y que aborda
nuevas perspectivas como la deuda ecológica. Unas 50 organizaciones
manifiestan su adhesión a la campaña. La triple denuncia de la deuda
externa, la deuda ecológica y las multinacionales españolas permite
un escenario de intersección de grupos ecologistas, ONGs críticas con
los actuales objetivos “milenaristas” surgidos del Comité de Ayuda al
Desarrollo, así como de movimientos como RCADE. Esta perspectiva
compartida se plasma en el primer encuentro de “¿Quién debe a Quién?”,
celebrado el 15 de enero de 2005 en Madrid.
En el plano estatal, destaca la realización del Tribunal Internacional
de Opinión para juzgar la Deuda Externa en Octubre de 2005. Contó con
vistas preliminares en Barcelona, Salamanca y Córdoba y con la presencia
de integrantes de movimientos del Sur: Movimiento Sin Tierra (Brasil),
comunidades mapuches (Argentina), redes contra la actuación de las
petroleras y la privatización de recursos públicos (Ecuador y Colombia),...
El veredicto del tribunal supuso un salto cualitativo muy importante en el
discurso de la campaña. Posteriormente se realizaron sendos tribunales,
en torno al mismo tema, en Palencia y Asturias.
¿Quién debe a Quién? participa también en campañas
y reuniones de claro referente altermundialista: contra la
Organización Mundial del Comercio en diciembre de 2005
en Hong Kong; con acciones de denuncia del G8; en el Foro Social de
Nairobi a principios de 2007 (donde se colaboró en la elaboración del

27
manifiesto sobre deuda externa); en la
Red Birregional Europa, América Latina
y Caribe.La campaña ¿Quién debe a
Quién? también ejerce una labor de denuncia frente a las multinacionales.
Participa en la campaña de Afectados por Repsol, que celebra conferencias
en el Estado español, que organizó actos simbólicos (concentración y
conferencia de afectados) en paralelo a la junta de accionistas de junio de
2006. Colaboró, asimismo, en la preaudiencia al Tribunal de los Pueblos
de Colombia en agosto de 2007 y en el tribunal a las petroleras en
Bilbao en octubre de 2007. La denuncia de las actividades ilegítimas de
las transnacionales se ha extendido a otros casos, como la participación
en la campaña de denuncia a Unión Fenosa o las acciones en el caso
de la papelera ENCE, con concentraciones en la calle y presión ante la
CESCE.
La campaña ha tenido también otra línea de presión más institucional.
A lo largo del 2005 y 2006, durante la tramitación de la Ley de Deuda
Externa, se realizaron acciones de sensibilización y de presión (a través
de actos y envío de correos) junto con las campañas Corta con la Deuda
y Sin Duda, Sin Deuda. Asímismo, ¿Quién debe a Quién? se adhirió a
la Alianza contra la Pobreza que participó en diversos actos “contra la
pobreza” durante 2005 y 2006.
Finalmente, durante la andadura de ¿Quién debe a Quién? no se han
abandonado las actividades más “pequeñas”, como pueden ser charlas
o acciones de sensibilización en las calles. Tampoco se ha descuidado la
participación en redes alternativas más locales, aprovechando las sinergias
con otros colectivos y la transversalidad de un tema como la deuda externa.
En Madrid, por ejemplo, en 2005, 2006 y 2007 participamos de forma
muy activa en la Semana de Lucha Social “Rompamos el silencio”.

1.3.5. Impactos y retos


¿Cuál ha sido el resultado arrojado después de casi una década
de movilizaciones frente al tema de la deuda? En lo que respecta a las
elites políticas, el tema de la deuda externa ha entrado en la agenda de
forma simbólica, pero no sustancial. Así, en lo que atañe a contenidos
y desarrollo de la Ley de Deuda Externa en el Estado español, ha

28
quedado en evidencia la escasa voluntad en reconocer la ilegitimidad de
la deuda. La Ley parece olvidar que la deuda externa ha funcionado como
un mecanismo de dominación que ha favorecido los intereses económicos
de las multinacionales en los países empobrecidos.
En lo que respecta a la ciudadanía, no existen estudios empíricos
en profundidad, pero la presencia en los medios de comunicación del
tema de la deuda externa (a través del seguimiento de cumbres oficiales
o tras desastres sociales como los de Argentina) asegura un conocimiento
general de la cuestión. Otra cosa es que, superada su entrada en la
agenda mediática merced a las movilizaciones entre 1999 y 2001, la
deuda externa pueda ser por sí misma y en las actuales circunstancias, un
galvanizador de convocatorias importantes para la ciudadanía.
Sí es un hecho que más allá de agendas mediáticas, las protestas
altermundialistas han recogido el tema de la deuda externa como
“obligado” en el desafío de la mundialización capitalista. Así lo atestigua
su relevancia en foros sociales y en discursos de crítica de las desigualdades
globales. Además, se viene produciendo desde el 2005 un deslizamiento
hacia posturas “abolicionistas” como consecuencia de la constatación de
las políticas del poder global destinadas a perpetuar el orden actual. El
encuentro celebrado en Nairobi durante la celebración del Foro Social
Mundial de 2007 habla de romper
Ahí están ya los retos. Por un cadenas políticas en el marco de unas
lado, ahondar en propuestas de movilizaciones mundiales. La dinámica
abolición, señalando responsables “abolicionista” podría verse favorecida
concretos en este país. Por otro, por las cancelaciones emprendidas por
conectar con la ciudadanía, para Noruega de las deudas ilegítimas de las
lo que parece necesario: conseguir que era acreedora y las posiciones firmes
sacar la problemática de la deuda de gobiernos como Ecuador y Bolivia.
externa del marco de “algo que No es menos significativa la progresiva
no nos afecta". constatación, por parte de sectores críticos
africanos, de la necesidad del “no pago”
de la deuda, un pago que se está haciendo a costa de la salud de la
población.
Ahí están ya los retos. Por un lado, ahondar en propuestas de
abolición, señalando responsables concretos en este país. Por otro,
conectar con la ciudadanía, para lo que parece necesario: conseguir

29
sacar la problemática de la deuda externa del marco de “algo que no
nos afecta y nos es lejano”; trabajar para crear un tejido social de base
que pueda atender a llamadas a la acción importantes al margen de
las campañas montadas desde arriba por el CAD y Naciones Unidas,
para que nadie intente sacar réditos políticos o de otro tipo del drama
de la deuda externa. Desde esta perspectiva, la campaña ¿Quién debe
a quién? se plantea nuevas direcciones de trabajo, de entre las que cabe
destacar el profundizar en conceptos como la ilegitimidad de la deuda o
la necesidad de estudiar nuevas temáticas como la relación entre deuda
externa y migraciones o el enfoque de los efectos de la deuda desde una
perspectiva de género.
Parece que, tras unas movilizaciones marcadas por una dinámica
de “preocuparnos por lo global” durante finales de los 90 y comienzos
del 2000, es tiempo de entender el mundo y el bienestar de las personas
como entrelazados: de una lógica de la denuncia global a una lógica de
las necesidades globales compartidas; de la denuncia temática al avance
entrelazado en la democratización del mundo.12

12  Ver Vandana Shiva, Manifiesto por una democracia de la tierra, Justicia, sostenibilidad y paz. Paidós, 2006.

30
2. Frente a la deuda externa: justicia popular

Cerrábamos el capítulo anterior inspirándonos en las ideas de


Vandana Shiva acerca de la democratización del mundo. En su decálogo
sobre la democracia de la tierra, esta activista india apela a la necesidad
de construir “democracias vivas” basadas en la diversidad, apoyadas en
decisiones tomadas a nivel local en las comunidades y en la delegación
hacia arriba sólo con la aprobación desde abajo.13 Creemos que apoyarnos
en este ideal puede ser un buen punto de partida para acercarnos al tema
que trataremos en las siguientes páginas.
¿Qué pasaría si reuniésemos en la misma sala a una agricultora
de Madagascar, a un broker de la Bolsa de Nueva York, a un monje
tibetano, a una profesora iraní y a un sindicalista de Bogotá para buscar
definiciones comunes de conceptos como “democracia” o “justicia?” Pues
que, a pesar de formar parte de culturas muy diferentes y de vivir en
realidades de lo más diversas, probablemente todos ellos responderían
con definiciones semejantes, dado el poder de universalización conceptual
ejercido desde el Centro del sistema. En este sentido, las ciudadanas y
ciudadanos del planeta estamos demasiado (mal)acostumbrados, a asumir,
por ejemplo, que la administración de la justicia corra siempre a cargo de
“los de arriba” y a que ésta sirva tan sólo a sus intereses. Olvidamos, a
menudo, que está en nuestras manos el desarrollar otros instrumentos para
promoverla y ejercerla. Este es el caso de los Tribunales Internacionales
de Opinión.
El eje vertebrador de la tercera parte de este cuaderno será el Tribunal
Internacional de Opinión para Juzgar la Deuda externa organizado por
la Campaña ¿Quién debe a Quién? en octubre de 2005 en Madrid.
Desde la perspectiva de una justicia y una democracia redefinidas desde
abajo, nos ha parecido pertinente acercar a las lectoras y lectores un
instrumento de justicia popular que, a pesar de no contar con entidad
normativa, constituye un valioso mecanismo para promover la justicia
social universal.
Desde la perspectiva de una justicia y una democracia redefinidas
desde abajo, nos ha parecido pertinente acercar a las lectoras y lectores

13  Vandana Shiva, Manifiesto por una democracia de la tierra. Justicia, sostenibilidad y paz, ed. cit.

31
un instrumento de justicia popular que, a pesar de no contar con entidad
normativa, constituye un valioso mecanismo para promover la justicia
social universal.
Como hemos visto (y tendremos ocasión de profundizar en ello en estas
páginas), el empobrecimiento de muchos de los pueblos de la Periferia
del planeta se agudiza por la deuda externa y, frente a las pretensiones
de los países enriquecidos, es necesario ir más allá de la consideración
que ve la deuda como un simple problema financiero. Asimismo, el
marco de la legalidad vigente se nos queda pequeño para referirnos a la
legitimidad o ilegitimidad de la deuda. Las leyes amparan con frecuencia
conductas de los gobiernos y de las grandes empresas multinacionales
que perjudican seriamente a los pueblos
El referente de los movimientos
de la Periferia. Por ello, el referente de
sociales que luchamos por la
los movimientos sociales que luchamos
abolición de la deuda externa es
por la abolición de la deuda externa es
la justicia entendida en un sentido
la justicia entendida en un sentido amplio,
amplio, una justicia social que
una justicia social que quiere ir más allá de
quiere ir más allá de los marcos
los marcos establecidos por la legalidad
establecidos por la legalidad
internacional.
internacional.

2.1. ¿Qué son los Tribunales Internacionales de Opinión?14


Los Tribunales Internacionales de Opinión, también conocidos como
Tribunales de los Pueblos, nacen a iniciativa de los movimientos sociales,
la sociedad civil organizada y las víctimas de violaciones de Derechos
Humanos. Su objetivo fundamental es contrarrestar la frecuente impunidad
que rodea a las violaciones de los derechos básicos de las personas.
La idea que subyace bajo esta estrategia es la de que la impunidad
no debe ser vista como un problema meramente judicial, ya que es un
fenómeno con repercusiones en la sociedad, con dimensiones políticas,
económicas, sociales, culturales y éticas. La impunidad se instala en todos
los espacios de la sociedad y consagra la ley del silencio como norma

14  Este apartado es una adaptación de un escrito de Javier Giraldo, padre jesuita y director del Banco de Datos de Violencia Política
del CINEP (Centro de Investigación y Educación Popular) de Colombia. Ver: www.nocheyniebla.org. Además, también se alimenta de
otro documento del Tribunal Internacional de Opinión sobre el Sur de Bolivar (Colombia) que tuvo lugar en París en el año 2003.

32
suprema de la supervivencia además de asegurar la reproducción de la
injusticia en todas sus dimensiones y la continuidad del statu quo.
En muchos países, la ausencia de
Los Tribunales Internacionales de castigo que cobija a los agentes estatales
Opinión nos ofrecen la oportunidad culpables de violación de Derechos
a las ciudadanas y ciudadanos del Humanos o a particulares que actúan
planeta de romper con esa ley del con la aquiescencia de las autoridades
silencio. se da con la complicidad del aparato de
justicia y de los medios de comunicación
de masas.
Los Tribunales Internacionales de Opinión nos ofrecen la oportunidad
a las ciudadanas y ciudadanos del planeta de romper con esa ley del
silencio. Para entender en qué consisten estos tribunales nos acercaremos a
su origen y referente fundamental: el Tribunal Permanente de los Pueblos.

2.2. El Tribunal Permanente de los Pueblos


El Tribunal Permanente de los Pueblos es un instrumento para la
búsqueda de la verdad, la justicia y la reparación integral de las víctimas
de violaciones de Derechos Humanos. Es una creación de la sociedad civil
internacional que no depende de ningún Estado. Su origen se remonta al
año 1966, en plena guerra de Vietnam. Entonces, el filósofo británico
Bertrand Russell decide convocar un Tribunal Internacional de Opinión
para juzgar las atrocidades que se estaban cometiendo en este conflicto.
Este primer tribunal, que celebró sus sesiones en Suecia y Dinamarca,
estableció el modelo para los que le siguieron. Se realizaron entrevistas
en las que se relataban los tipos de armas que se estaban utilizando en la
guerra y las prácticas del ejército en contra de la población civil. Las pruebas
presentadas contaron con el aval de una investigación científica, a lo que
se sumó una profunda reflexión sobre la ética y el derecho internacional.
El tribunal concluyó con una condena contra Estados Unidos por crímenes
contra la humanidad en su actuación en la guerra de Vietnam.
En este Tribunal destacó la figura de Lelio Basso, senador italiano
reconocido por sus escritos de contenido social y sus posiciones ideológicas.

33
RECUADRO 3
Precedente de los Tribunales Internacionales de Opinión

En el año 1946 tuvo lugar el Tribunal de Nüremberg (Alemania), el


primer tribunal de carácter internacional al que se llamó tribunal militar
internacional, el cual sirvió para juzgar a los responsables del Holocausto
nazi. Por primera vez se creó un pequeño código penal internacional
en el que se define el concepto de Crimen de Lesa Humanidad. En ese
momento también se estaba creando la Organización de Naciones Unidas
(ONU) y una de las primeras resoluciones emitidas por este organismo se
orientó a reconocer esta pequeña declaración como el nacimiento de una
normatividad internacional contra los crímenes de lesa humanidad que
se ha seguido desarrollando en el Estatuto de Roma y en la Corte Penal
Internacional (CPI).

En 1973, Basso viaja a Brasil, donde se encuentra con refugiados de ese


país que le conminan a convocar un segundo tribunal Russell para juzgar
los crímenes de la dictadura brasileña. Basso comenta la idea con sus
compañeros del anterior tribunal15 para hacerlo extensivo a todas las
dictaduras presentes en América Latina y juntos comienzan a recopilar
información sobre Uruguay, Brasil, Chile, Argentina, Bolivia y Paraguay.
Este segundo tribunal se desarrolla en diferentes sesiones entre 1973 y
1976. Al terminarlas, Lelio Basso propone que para prorrogar la figura del
Tribunal se cree una institución permanente, sostenida sobre tres pilares:
una Liga Internacional por el Derecho
y la Liberación de los Pueblos, una
Fundación Internacional por el Derecho y
la Liberación de los Pueblos y un Tribunal
Permanente de los Pueblos.16
Tres años después, en el año 1979,
queda constituido finalmente el Tribunal
Permanente de los Pueblos (TPP), que
15  Entonces Bertrand Russell ya había fallecido, pero los demás abanderaron la idea.
16  En 1979 la Liga Internacional de los Derechos de los Pueblos obtuvo de la ONU el estatuto de Organización No Gubernamental
acreditada por el ECOSOC (Consejo Económico y Social de la ONU). Cuenta además con representación en la Comisión de los Derechos
Humanos en Ginebra. Contacto: Vía della Dogana Vecchia, 5 - 00186 Roma Italia - Tel. (+39) 0668801468 - 066833389 - Fax (+39)
066877774. E-mail: filb@iol.it y web: http://www.grisnet.it/filb/filbspa.html.

34
RECUADRO 4
Sesiones del Tribunal Permanente de los Pueblos realizadas
hasta la fecha

1. Sahara Occidental (Bruselas, 1979)


2. Argentina (Ginebra, 1980)
3. Eritrea (Milán, 1980)
4. Filipinas y Pueblo Bangsa Moro (Anversa, 1980)
5. El Salvador (México, 1981)
6. Afganistán I (Estocolmo, 1981)
7. Afganistán II (París, 1982)
8. Timor Oriental (Lisboa, 1981)
9. Zaire (Rotterdam, 1982)
10. Guatemala (Madrid, 1983)
11. Genocidio Armenio (París, 1984)
12. Intervención de los Estados Unidos en Nicaragua (Bruselas, 1984)
13. La Política del FMI y del BM I (Berlín, 1988)
14. La Política del FMI y del BM II (Madrid, 1994)
15. Puerto Rico (Barcelona, 1989)
16. Amazonía Brasileña (París 1990)
17. La impunidad por los crímenes de lesa humanidad en América Latina
(Bogotá, 1991)
18. La conquista de América y el derecho internacional (Padua-Venecia,
1992)
19. Tíbet (Estrasburgo, 1992)
20. Riesgos industriales y derechos humanos I (Bhopal)
21. Riesgos industriales y derechos humanos II (Londres, 1994)
22. Derecho de asilo en Europa (Berlín, 1995)
23. Crímenes contra la humanidad en la ex Yugoslavia I (Berna, 1995)
24. Crímenes contra la humanidad en la ex Yugoslavia II (Barcelona,
1995)
25. Violaciones de los derechos fundamentales de la infancia y las
minorías (Trento-Macerata-Nápoles 1995)
26. Chernobil: ambiente, salud y derechos humanos (Viena, 1996)
27. Los derechos de los trabajadores y los consumidores en la industria
textil (Bruselas, 1998)
28. Violaciones de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en
Brasil (Sao Paulo -Brasil 1999)
29. Elf-Aquitaine no debe hacer las leyes en África (París 1999)
30. Multinacionales globales y “Dis-Torti humanos” (Warwick, 2000)
31. El Derecho Internacional y las nuevas guerras (Roma 2002)
32. Violaciones de los Derechos Humanos en Argelia (1992-2004) (París
2004)
33. Violaciones de los Derechos Humanos en Colombia (Bogotá 2006)
34. Transnacionales europeas en América Latina y políticas neoliberales
(Viena 2006/Lima 2008)

35
reúne a diversas personalidades del mundo, entre ellos varios premios
Nobel, escritores, científicos, filósofos y juristas. La creación del Tribunal
estableció una estructura permanente, con sesenta miembros, la mitad
de ellos expertos en derecho internacional. Desde entonces el TPP ha
realizado más de 30 sesiones y ha logrado consolidarse como un valioso
instrumento de justicia popular.
En los últimos años, el TPP ha celebrado juicios sobre las más variadas
materias: sobre la deuda externa, sobre violaciones de los Derechos
Humanos de los trabajadores de determinadas en empresas multinacionales,
sobre cuestiones relacionadas con la soberanía alimentaria...
En el preámbulo de sus estatutos, el Si bien estos tribunales no tienen
TPP justifica así su razón de ser: efectos judiciales, revisten una
“Mientras la comunidad internacional importancia inestimable en
no reconozca y constituya organismos términos de justicia social, pues
internacionales capaces de hacer cesar promueven la reflexión y generan
las violaciones citadas, es tarea de los condenas morales.
grupos políticos y sindicales el ponerse el
objetivo de la promoción de los derechos de los pueblos, de las minorías y
los individuos, sostenidos por la opinión pública mundial, crear estructuras
internacionales capaces de polarizar la atención de los gobiernos, de los
movimientos políticos y sindicales, de la opinión pública mundial sobre
las violaciones graves y sistemáticas de los derechos de los pueblos y las
violaciones de los derechos de las minorías y los individuos, así como
sobre las causas económicas, políticas y sociales de tales violaciones”.17
Si bien estos tribunales no tienen efectos judiciales, revisten una
importancia inestimable en términos de justicia social, pues promueven
la reflexión y generan condenas morales. Las experiencias existentes
han derivado en la visibilización de muchos temas que hasta entonces
no estaban en el escenario de discusión. Hoy, estos tribunales también
permiten poner de manifiesto crímenes que no son reconocidos como tales
por la legalidad internacional. Nos sirven para revelar las consecuencias
del modelo económico actualmente dominante y nos ayudan, por ejemplo,
a desvelar los efectos de las actividades de las empresas multinacionales
en la Periferia o a mostrar la ilegitimidad de la deuda externa. El Tribunal
Internacional de Opinión para juzgar al Deuda Externa en el Estado español
17  Consultar en: www.internazionaleleliobasso.it

36
no formó parte del TPP pero siguió su espíritu y sus recomendaciones
desde el principio hasta el final.

2.3. El Tribunal Internacional de Opinión


para juzgar la Deuda Externa en el
Estado español
Este breve recorrido histórico por la evolución
de la figura de los Tribunales Internacionales de
Opinión nos servirá para enmarcar los contenidos
del tercer capítulo de este cuaderno. En ellos,
trataremos sobre las cuestiones tratadas en el Tribunal Internacional de
Opinión para juzgar la Deuda Externa en el Estado español, que celebramos
en octubre de 2005 en Madrid. Antes de entrar a desmenuzar cada uno
de los ejes que lo conformaron, veamos en unas líneas, en qué consistió.

2.3.1. ¿Por qué un tribunal sobre deuda externa?


Como hemos visto en el primer capítulo de este cuaderno, la deuda
externa es uno de los principales factores que sostienen la pobreza y
la desigualdad económica en el mundo. Sólo esto bastaría ya para
plantear la necesidad de celebrar un tribunal popular en torno a una
cuestión en absoluto secundaria para
A finales del año 2005, en el Estado millones de personas que sufren las
español, nos encontrábamos consecuencias de una deuda insostenible.
con la situación política de un Pero, además, a finales del año 2005,
gobierno que empezaba a hacer en el Estado español, nos encontrábamos
algunas promesas de cancelación con la situación política de un gobierno
de deuda pero que continuaba (y que empezaba a hacer algunas promesas
continúa) manteniendo políticas de cancelación de deuda pero que
de concesión de créditos que, lejos continuaba (y continúa) manteniendo
de promover la lucha contra la políticas de concesión de créditos que, lejos
pobreza, acaban convirtiéndose de promover la lucha contra la pobreza,
en un factor más en el incremento acaban convirtiéndose en un factor más
de la deuda externa de los países en el incremento de la deuda externa de
empobrecidos. los países empobrecidos.

37
De ahí que nos planteásemos organizar un Tribunal Internacional
de Opinión para juzgar la responsabilidad del Estado español en
el empobrecimiento de muchos pueblos de la Periferia y para revelar
las consecuencias de la deuda externa en los países endeudados. Si
la postura oficial de los distintos gobiernos en el Estado español ha
venido coincidiendo con el discurso defendido por los poderes políticos
y económicos mundiales, creíamos que había llegado el momento
de escuchar las voces de las excluidas y excluidos. Con este objetivo,
abrimos un espacio de reflexión moral y de estudio donde construir
una herramienta de denuncia que nos permitiese presentar ante toda la
ciudadanía la verdadera cara de la deuda externa. Para ello, contábamos
con la colaboración de intelectuales, juristas, investigadores así como de
compañeros y compañeras de la Periferia que conocían muy de cerca las
luchas sociales de sus pueblos y las consecuencias de la deuda.
Nuestros principales objetivos con la celebración del Tribunal eran:
• Visibilizar la ilegitimidad de la deuda externa con todo el rigor jurídico
posible e intentando buscar la máxima legitimidad popular así como
hacer pública nuestra crítica a las actuales políticas de deuda del
Estado español.
• Llegar a la mayor cantidad posible de personas y fomentar el debate
sobre las consecuencias que tiene para los países empobrecidos la
política española de endeudamiento.
• Fomentar un debate crítico sobre la deuda externa en los medios de
comunicación y en la sociedad.
• Facilitar que la sociedad española escuchase las voces de la
Periferia.
• Crear lazos entre las redes y organizaciones que, en el Estado español
y a nivel internacional, trabajan en campañas por la abolición de la
deuda externa, por la restitución de la deuda ecológica y por la justicia
global.

2.3.2. Organización del tribunal y debate político


Más allá de la coyuntura política específica de finales del año 2005,
la idea de organizar un tribunal popular para juzgar la deuda externa
en el Estado español surgió en los primeros encuentros preparatorios de
la campaña ¿Quién debe a quién? que se celebraron en noviembre de

38
2004 y en enero de 2005. En el segundo de estos encuentros, se formó un
grupo de trabajo, que, en los meses siguientes, estudiaría la posibilidad
de realizar un tribunal. Las conclusiones del grupo se expusieron en
el encuentro estatal que tuvo lugar en abril de 2005 en Palencia. En
esta asamblea, se lanzó la campaña ¿Quién debe a quién?, se acordó
cómo darla a conocer en público, qué acciones se llevarían a cabo y el
calendario para las mismas.
Uno de los hitos importantes incluidos en el
calendario fue el tribunal, cuya realización se
fijó para el mes de octubre dentro de un contexto
más amplio de movilizaciones que QdQ preveía
llevar a cabo en otoño. Una de las razones para
elegir estas fechas fue su cercanía al debate y
la aprobación de los presupuestos generales
del Estado de ese año. El lugar elegido para la
celebración del tribunal fue Madrid pero, con la
idea de descentralizar el acto hasta donde fuera posible, se optó por
programar vistas previas en otras tres ciudades: Barcelona, Córdoba y
Salamanca.
En la asamblea de Palencia, también se renovó y se reforzó el grupo de
trabajo, que, a partir de entonces, dinamizaría el diseño y la preparación
del evento. La primera labor del grupo fue dar forma a la idea, concretar
en qué consistiría exactamente el tribunal.
Finalmente nos decantamos por un tribunal popular que juzgase
la responsabilidad del Estado español y las consecuencias de la deuda
externa en los países endeudados, pero que también examinara el papel
de otros actores, como las empresas transnacionales españolas y las
Instituciones Financieras Internacionales. Debía ser un espacio abierto a
El tribunal debía ser un espacio la participación de la sociedad, en el cual
abierto a la participación de la tuvieran un lugar central las voces de los
sociedad, en el cual tuvieran pueblos de la Periferia, las afectadas y
un lugar central las voces de afectados por la deuda externa.
los pueblos de la Periferia, las El jurado estaría compuesto por
afectadas y afectados por la deuda personas de relevancia social y política
externa. de diversas esferas de la sociedad civil.
Entre los jueces, queríamos contar con

39
personas de reconocido prestigio dentro del mundo académico y de la
justicia. Finalmente, deseábamos que el tribunal fuera una oportunidad
para fomentar el debate público y hacer presente el problema de la deuda
externa en los medios de comunicación con un discurso más profundo y
rico que el habitual.
Una vez aclarado qué pretendíamos hacer, era preciso asesorarnos
sobre el procedimiento de los tribunales de opinión. Los temas que se
abordarían seguirían los tres ejes de la campaña ¿Quién debe a Quién?:
la deuda ilegítima, la deuda ecológica y la deuda política y social. Había
pues que elegir qué casos concretos se juzgarían dentro de estos ejes y
hablar con redes y movimientos sociales de la Periferia para encontrar
testigos. Asimismo, había que ir buscando posibles jueces y miembros del
jurados que respondiesen a las características ya señaladas.
Queríamos testigos y testimonios relativos a los tres ejes de la
campaña, que las diferentes zonas geográficas estuvieran representadas y
que hubiera equilibrio de género entre las y los participantes. Resultó más
sencillo encontrar participantes de América Latina pues teníamos mayor
relación con organizaciones y movimientos de esta región. Así, hablamos
con personas de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador,
Perú... También queríamos que África y Asia estuvieran representadas.
En el caso de Asia, entablamos contacto con miembros de la campaña
contra la deuda en Filipinas. Al final no fue posible traer a nadie de allí,
pero precisamente uno de los testimonios que se escuchó en el tribunal
fue un documental sobre este país, contenido en la película La deuda de
los dictadores. De hecho, parte de los testimonios fueron grabaciones de
videos que solicitamos cuando los testigos no podían asistir. Así sucedió
con aportaciones desde Bolivia y Perú, recabadas a través de ONGs que
participaban en la campaña.
Desde mediados de septiembre y hasta la fecha de su celebración, la
actividad de QdQ-Madrid se centró principalmente en los preparativos del
juicio. El jueves 20 de octubre celebramos la última asamblea, faltaban
menos de veinticuatro horas para que éste comenzara...

40
2.3.3. Crónica del tribunal
22 de octubre en Madrid. Desde primeras horas de la mañana
entraron en la sala de celebración del Tribunal mujeres y hombres de
todas las edades hasta completar las 300 butacas del auditorio. A las
10 de la mañana, un compañero de la campaña ¿Quién debe a Quién?
daba por inaugurado el Tribunal, símbolo de “nuestra reivindicación de
un camino diferente hacia la justicia” y nos recordaba que eran muchas
más de 300 las personas que estaban pendientes de lo que llevábamos
preparando tanto tiempo. Hacia aquí se dirigían ojos que nos enfocaban
desde la República Democrática del Congo, Guinea Ecuatorial, Colombia,
Argentina, Filipinas, Chile, Brasil, Ecuador... De allí, nos llegaron testimonios
brutales, voces de las víctimas de la globalización, gritos de los excluidos
del sistema, reivindicaciones de los
pueblos oprimidos por una deuda
externa injusta e ilegítima.
Sobre el estrado los jueces: Juana
Calfunao (Lonko de la Comunidad
Mapuche Juan Paillalef, Comisión
Ética contra la Impunidad, Red de
Defensores Comunitarios, Chile), Itziar
Ruiz-Jiménez (Profesora de Relaciones
Internacionales de la Universidad
Autónoma de Madrid), Carlos Berzosa
(Rector de la Universidad Complutense
de Madrid) y Félix Pantoja (Vocal del Consejo General del Poder Judicial).
En un lateral, el jurado popular compuesto por ciudadanas y ciudadanos del
Centro y de la Periferia, provenientes de diferentes campos y sensibilizados
con la problemática tratada: Rosa Regás (periodista y entonces Directora
de la Biblioteca Nacional), Carlos Taibo (Profesor de Ciencia Política
en la UAM), Javier Ortiz (Periodista), César Carrillo (Expresidente del
sindicato USO de Colombia, exiliado), Eunice Khanyssa Mabyeka (Jurista,
Miembro de la Asociación de Estudios Africanos y Panafricanismo), Chini
Rueda (Teóloga, Miembro de Católicas por el Derecho a Decidir y del
colectivo Somos Iglesia), Gemma Tarafa (Activista contra la Deuda Externa,
Observatorio de la Deuda en la Globalización), Jorge Fonseca (Profesor

41
de economía de la UCM) y Begoña Lalana Alonso (Abogada, miembro de
la junta de la Asociación Libre de Abogados).
Estructuramos las intervenciones en función de tres ejes temáticos:
Deuda Ilegítima, Deuda Ecológica y Deuda Política y Social. Cada uno
de estos bloques contó con una exposición de motivos realizada por el
fiscal correspondiente y, tras ésta, la intervención de tres o cuatro testigos
de cada una de las temáticas. Algunos de los testimonios nos llegaron en
forma de vídeos, así que tras las intervenciones orales de cada uno de
los bloques presentamos imágenes llegadas desde distintos lugares del
globo.
Para cada bloque temático, contamos con un fiscal especializado
en la materia. El bloque de Deuda Ilegítima tuvo como fiscal a Hugo Ruiz
(Doctor en Derecho Internacional). El bloque de Deuda Ecológica contó
con la participación como fiscal de Miquel Ortega (consultor ambiental) y,
en el caso de Deuda Política y Social, la representación de la fiscalía corrió
a cargo de Beberly Keene (coordinadora
de Jubileo Sur, Brasil). Al banco de los
acusados invitamos a los responsables
de la generación y gestión de la deuda
por parte del Estado español, tanto
actuales como de anteriores legislaturas:
representantes del Ministerio de Economía,
Secretaría de Comercio Exterior, Instituto
de Crédito Oficial, Compañía Española
de Seguros de Crédito a la Exportación,
representantes del Ministerio de Asuntos
Exteriores y Cooperación y, por último, representantes del Fondo Monetario
Internacional y del Banco Mundial. Ninguno acudió.
Los testimonios se sucedieron a lo largo del día, ninguno mejor que
otro, cada cual más revelador. Comenzamos con el eje de Deuda Ilegítima,
durante el cual el fiscal, Hugo Ruiz, tras una rigurosa y documentada
exposición de motivos, pidió a los jueces “que se declare la ilegitimidad
de las deudas contraídas por los Estados llamados en vías de desarrollo”
y “que se declare y pronuncie la obligación de reparación con respecto a
los Estados y pueblos del tercer mundo”. Tras él, la intervención del testigo
Mbuyi Kakunda nos acercó al corazón de las tinieblas, nos habló de un

42
África explotada, saqueada, empobrecida, humillada, infantilizada.Con
la vehemencia que le caracteriza, Kabunda representa la otra África, la
que sigue en pie a pesar de lo anterior, viva, madura, digna, orgullosa,
en resistencia permanente.
Después atravesamos el océano y viajamos hasta Argentina,
acompañando a una de las fundadoras de Madres de
la Plaza de Mayo, que nos dio una sabia lección de
inteligencia y dignidad que terminó con el que sería el
grito del día: “No debemos, no pagamos”.
Tras desgranar lo concerniente a la ilegitimidad de la
deuda, le llegó el turno a Miquel Ortega, fiscal del bloque
de Deuda Ecológica, quien abrió el debate sobre la
responsabilidad del Estado español “ante los países y los
pueblos del Sur en la alimentación de la gigantesca deuda
externa, que evidentemente atenaza su presente y limita
poderosamente su futuro”. Tras él, los brillantes testimonios
de Ivonne Yáñez y Tom Kucharz nos acercaron a la deuda
ecológica en Ecuador y a la deuda del carbono, respectivamente.
El tercero de los bloques, Deuda Política y Social, se abrió con la
magistral intervención de la fiscal Beverly Keene. Tras ella, el colombiano
Omar Mendivil denunció alto y claro, frente al auditorio, a los responsables
de la miseria y el conflicto social en su país, al gobierno cobarde que
impidió su presencia en el Tribunal (por lo que sus declaraciones se hicieron
telefónicamente) y al gobierno español y sus empresas multinacionales, que
han desmantelado los servicios públicos en Colombia, lo que ha creado
una amplísima proporción de excluidos. Luego, Clarice Aparecida Dos
Santos nos acercó a la realidad del Movemento dos trabalhadores rurais
Sem Terra de Brasil, nos habló de lucha, de derechos y de sacrificios. Por
último, Carlos Gómez Gil realizó una brillantísima exposición sobre las
políticas de deuda externa del Estado español.
Tras escuchar todos los testimonios, llegaba el turno del jurado
popular. Uno a uno, los integrantes del mismo subieron al atril para emitir
su juicio y sus recomendaciones a los jueces. El economista Jorge Fonseca
pidió que “se condene al capitalismo, como sistema social que hace
posible todo esto”. El periodista Javier Ortiz, por su parte, añadió a la
condena a los “grandes monopolios de la comunicación en la situación

43
de desigualdad económica del mundo” El economista Jorge Fonseca pidió
mientras Eunice Kanyssa declaraba que “se condene al capitalismo,
rotundamente culpable al gobierno como sistema social que hace
español “de violar los derechos humanos posible todo esto”.
y el derecho internacional a través de su
política de deuda externa”. Para finalizar,
los jueces: Itziar Ruiz-Giménez, Carlos Berzosa, Félix Pantoja y Juana
Calfunao solicitaron la comparecencia de los acusados, los convidados
de piedra que no tuvieron la valentía de enfrentarse a la justicia popular.
Tras esto dábamos por finalizada la sesión para dejar que los jueces
se retirasen a deliberar. Algunas horas después, la testigo Nora Cortiñas
y la jueza Juana Calfunao leían a dos voces y con una rotundidad
apabullante el veredicto de los jueces, que, como podéis ver al final de
este cuaderno, declara culpables al Gobierno español, a las empresas
transnacionales españolas y a las Instituciones Financieras Internacionales,
por su responsabilidad en la generación de la deuda externa ilegítima,
así como en la acumulación de la deuda ecológica y social que el Centro
viene contrayendo con la Periferia desde hace más de cinco siglos.
Así dábamos por concluido el Tribunal, con la sensación de haber
dado un paso más en la lucha por la abolición de la deuda externa y con
una nueva motivación para seguir trabajando por la justicia universal.
Que sirva este juicio simbólico para que la balanza se incline del lado
de los justos, que sirva este Tribunal como ejemplo de otra manera de
hacer justicia, que sirvan las siguientes páginas para que las voces que
escuchamos en esos dos intensos días permanezcan para siempre en la
memoria.

44
3. Deuda ilegítima, deuda
ecológica y deuda social

3.1. Deuda ilegítima


3.1.1. La deuda externa: injusta, inmoral e ilegítima
Desde gran parte de la sociedad civil, tanto de la Periferia como del
Centro, la deuda externa es vista como injusta, inmoral e ilegítima.
Es injusta porque las estructuras económicas (neo)colonialistas han
aprovechado la reestructuración de su pago para imponer políticas
económicas neoliberales que han debilitado enormemente a los países
endeudados. Es inmoral porque se exige a estos Estados que prioricen el
pago de la deuda frente a la supervivencia y el bienestar de su población.
Por último, es ilegítima porque en su origen encontramos (en muchos
casos) préstamos ilegítimos, que fueron destinados a la compra de armas
(a menudo con la finalidad de silenciar protestas civiles o de mantener
una dictadura), a la financiación de guerras para invadir y anexionar
territorios vecinos, a corromper los poderes económicos y políticos de
la Periferia (desviando préstamos que no llegaron nunca al país), a la
compra de bienes de lujo para las élites del país, a la financiación de
infraestructuras para uso y beneficio de las empresas transnacionales,
a nefastos proyectos mal llamados de desarrollo que han implicado
destrucción ambiental y desestructuración social o a préstamos impuestos
por el FMI con condiciones nefastas para el bienestar de la población.
Si detallamos con un poco más de detenimiento qué entendemos por
deuda ilegítima, diríamos que es aquella que procede de préstamos que,
por sus causas y/o por sus consecuencias, esconde, financia o implica
comportamientos, mecanismos o fenómenos que, a corto, medio o largo
plazo, atentan contra la dignidad de la vida de los ciudadanos del mundo
y/o ponen en peligro la convivencia pacífica entre los pueblos. Es decir,
se trata de todas aquellas deudas que han conllevado impactos negativos
sobre los pueblos (principalmente del Sur) y el medioambiente; deudas
que en alguna parte del proceso (contratación, renegociación, términos
del contrato, destino del dinero, impactos…) violan los derechos humanos,

45
los principios de derecho reconocidos a nivel mundial o las reglas de
derecho internacional que rigen las relaciones entre los Estados y entre
los pueblos.
Dentro de lo que denominamos deudas ilegítimas, habrá casos en los
que se hayan cometido actos ilegales (contrarios a la ley), pero también
encontraremos “deudas legales” en las que no se haya incumplido la
legislación nacional o internacional en el establecimiento y ejecución del
contrato. No obstante, aunque legales, podemos considerarlas ilegítimas,
en tanto que de forma directa o indirecta obstaculizan el desarrollo
integral y digno de las personas y los pueblos. Como ejemplo de ello,
podemos considerar deudas que se vinculen a la opresión de los pueblos,
el genocidio, las guerras imperialistas, la corrupción, la distribución
desigual de la riqueza, la generación de la pobreza, la arbitrariedad
(acto o procedimiento contrario a la razón, dictado únicamente por
la voluntad o el capricho), el intervencionismo de las soberanías o los
desastres ecológicos.
Se distinguen diferentes tipos de deudas ilegítimas según cuál haya
sido el destino de los créditos:

A) Deudas de opresión: Denominamos deudas de opresión a las


resultantes de préstamos contraídos para financiar actividades humillantes,
agresivas o criminales contra la población. Se trata, por ejemplo, de
aquellos préstamos empleados en imponer un gobierno o en mantener
o fortalecer un régimen dictatorial o represor; de fondos destinados a
la compra de armas para reprimir levantamientos de oposición; de los
destinados a la construcción y mantenimiento de centros de detención y
tortura o de campos de concentración, de fondos dedicados a la formación
y mantenimiento de cuerpos militares especializado para estos fines, etc.
Un ejemplo muy claro es el de las deudas del régimen del Apartheid en
Sudáfrica.

B) Deudas de guerra: Las deudas de guerra consideradas ilegítimas


son aquellas derivadas de préstamos que financiaron planes bélicos con
fines imperialistas (extender el dominio de un país sobre otro u otros por
medio de la fuerza); con fines de conquista (ganar, mediante operaciones
de guerra, un territorio, población, posición, etc.); o con fines anexionistas

46
(unir o agregar un territorio a un país bajo su dependencia). Caen dentro
de este tipo de deudas los préstamos tomados para financiar los gastos
militares destinados a la invasión u ocupación territorial de otros Estados
tales como armamento o equipos de comunicación, entrenamiento y
mantenimiento de tropas, pago de mercenarios, etc. Un caso es el de
las deudas del régimen de Suharto en Indonesia para invadir Timor
Oriental.

C) Deudas de corrupción: Este tipo de deudas, que también


calificamos de ilegítimas, son aquellas que se acumulan como consecuencia
de actos de corrupción. Sea porque los fondos tomados por los Estados
son desviados directamente a las cuentas personales de gobernantes,
funcionarios públicos o sus cómplices; sea porque lo que se paga en
concepto de sobornos se termina compensando con algún tipo de maniobra
que aumenta la deuda externa de los países prestatarios. Existen múltiples
casos: dictadores como Pinochet en Chile, Marcos en Filipinas, Mobutu
en Zaire (actualmente República Democrática del Congo), Duvalier en
Haití o Sadam Hussein en Irak,...; monarcas como Hassan II en Marruecos
o gobiernos democráticos como el de Menem en Argentina. La lista
de gobernantes corruptos que han engrosado sus cuentas privadas, a
la vez que incrementaban la deuda externa de sus países, es enorme.
Una cuestión que debemos tener en cuenta al abordar las deudas de
corrupción es que no sólo debemos mirar al corrupto, sino también al
corruptor o al cómplice en el bando de los acreedores. El Banco Mundial
o las Agencias de Crédito a la Exportación son instituciones a menudo
implicadas, que incluso favorecen procesos de corrupción por los que se
genera o incrementa la deuda externa de los países de la Periferia.

D) Deudas de élites: Este tipo de deuda ilegítima es la que se acumula


como resultado de préstamos tomados por el Estado para beneficiar
exclusivamente a una minoría de la población o a intereses locales o
foráneos que gozan de una posición de ventaja política o económica
preexistente o bien cuentan con el poder suficiente (capacidad de pagar
sobornos, capacidad de determinar el estado financiero o económico del
país, etc.) para obtener tales favores. También incluye aquellos créditos que
se toman para cubrir gastos que se podrían evitar con políticas o medidas
de control que garantizaran una redistribución equitativa de las rentas

47
de los grupos privilegiados (por ejemplo, una política fiscal progresiva
o ciertas medidas financieras como el control de la salida de capitales,
o la prohibición de las leyes de secreto bancario). Un ejemplo claro son
las deudas que toma el gobierno para construir infraestructuras que sólo
benefician a una industria o empresa (frecuentemente transnacional)
determinada. Por ejemplo, es el caso de las empresas petroleras que se
instalan en la Periferia, con el apoyo de las infraestructuras del gobierno,
pero que no revierten sus beneficios en ese país. También sería el caso de
la nacionalización de deudas privadas.

E) Deudas de desarrollo: Estas son las deudas tomadas para realizar


proyectos de “desarrollo” que fracasaron o cuyas consecuencias
humanas o ambientales resultaron nefastas porque carecían de estudios
de factibilidad técnica, financiera, ambiental o social. Por lo general, se
trató de proyectos faraónicos que nunca se pusieron en marcha, o que no
se pudieron terminar por fallas irreparables o imprevisiones financieras.
Y si finalmente entraron en funcionamiento, resultaron ser innecesarias
o gravosas económicamente para el país en el que se llevaron a cabo,
aunque muy rentables para los bancos y los proveedores extranjeros... y
para los bolsillos de los intermediarios y gobernantes.

F) Deudas de salvamento: denominamos deudas de salvamento


a aquellas generadas por proyectos o reestructuraciones económicas,
financieras o institucionales que prometían el crecimiento económico del
país de localización o su estabilidad y, consecuentemente, la reducción
de la pobreza. Planes que fueron aconsejados por los expertos de los
organismos multilaterales de crédito (en realidad impuestos por ellos a
los países endeudados bajo la modalidad de condicionalidades) cuyos
resultados tuvieron efectos “no previstos” -y, por lo tanto, no asumibles ni
compensables por parte de las instituciones responsables- que terminaron
colocando al país, la región, o un sector de la población determinada en una
situación de mayor pobreza e inestabilidad económica, y profundizando
su situación de subordinación a la injerencia externa. En esta clase de
deudas se destacan las generadas por los proyectos de privatización de
las empresas o servicios públicos, los proyectos de reestructuración de la
economía doméstica hacia la agricultura de monocultivos de exportación
y aquellos que generaron la desindustrialización.

48
RECUADRO 5

Los elefantes blancos del Congo

A principios de los años 70, bajo


el régimen de Mobutu Sese Seko, se
construye en el cauce del río Congo
la presa la hidroeléctrica Inga I,
actualmente junto con Inga II es la más
grande del mundo y funciona a un 40%
de su capacidad.
“Inga es el caso de escuela típico de las malas inversiones. Uno de
mis antiguos profesores, hoy en la Universidad de Lovaina, Jean Claude
Willame, escribió en 1986 un libro: La epopeya de Inga. En él demuestra
que Inga fue una estafa. Inga es una presa hidroeléctrica, del siglo XXII, que
lleva la corriente eléctrica desde la desembocadura del río Congo hasta
la provincia de Shaba-Katanga, las minas de Katanga, mi tierra, donde
ya existen cuatro fuentes de energía, de modo que incluso exportamos a
los países vecinos como Zambia, Zimbabwe o Angola. Por tanto era una
estructura innecesaria. Inga lleva la corriente al Shaba y no deja la corriente
a través de la selva ecuatorial, que ha destruido, o en las aldeas que están
a lo largo de esta línea de alta tensión eléctrica. Inga permitió a los EE.UU.
encontrar una salida a su mano de obra (en la década de los 70, muchos
ingenieros norteamericanos fueron contratados para trabajar en este
proyecto). Permitió a Italia encontrar una salida a sus bienes de equipo. Y
desde luego, como era de esperar, permitió a los miembros del gobierno
zaireño de la época cobrar comisiones. La tercera parte de la deuda externa
de la República Democrática del Congo está en Inga. Una estafa; un safari
tecnológico, un proyecto, como decía, del siglo XXII.
Otros “elefantes blancos” del Congo fueron la construcción de la
siderurgia de Maluku en un país que no es productor de hierro (que no
funciona prácticamente), la Boite du Zaire o el inmueble de Radio Televisión,
un impresionante inmueble de 30 ó 40 plantas en plena selva ecuatorial que
funciona al 10% de su capacidad. Y el Palacio de Kawele, o de la aldea
natal de Mobutu, que es la reproducción del Palacio de Versalles.”
Mbuyi Kabunda.
Profesor de Relaciones Internacionales por la Universidad de Basilea.
(Declaración en el Tribunal).

49
G) Deudas fraudulentas: las deudas fraudulentas no son otra clase
de deudas ilegítimas porque el destino de los fondos en definitiva será
identificado en alguno de los tipos ya descritos, en especial las cuentas de
los beneficiarios de los actos de corrupción. Sin embargo, esta distinción
pretende destacar los casos en que medió intencionalidad y connivencia
entre los gobiernos locales y los prestamistas para que se cerraran
negocios sucios basados en la estafa y el fraude. Tales son los casos
de sobreprecios, sobrefacturaciones, subfacturaciones, autopréstamos,
evasión impositiva, etc., como de proyectos inexistentes o nunca llevados
a cabo. Todas operaciones fraudulentas que terminaron engrosando el
monto de la deuda externa, haciéndola todavía más gravosa.

3.1.2. Legalidad e ilegitimidad: deuda odiosa


Sófocles, en su tragedia Antígona, dramatiza el sacrificio de una
heroína que antepone sus principios, para ella irrenunciables, a las leyes
de la ciudad. Antígona sabe que le espera la pena de muerte, ya que la
proclama de Creonte no deja lugar a dudas: la ejecución será el premio
de aquel que se atreva a dar sepultura al cadáver de Polinices, el hermano
de Antígona.
Sin embargo, la joven tebana cree que la ley no puede pronunciar
la última palabra sobre lo legítimo y lo legítimo. Lo que en la tragedia
griega era un conflicto entre las leyes humanas y las leyes misteriosas de
los dioses puede leerse, en nuestro presente, como un símbolo actual: el
de la relación, que es a veces diálogo, y con frecuencia, conflicto, entre
legalidad y legitimidad, entre legalidad y justicia.
No cabe la menor duda de que buena parte de los casos de deuda
ilegítima que afrontan los pueblos de la Periferia suponen una violación
fragante del derecho vigente en los países afectados y, a menudo,
también, del derecho internacional. Por ello, no sorprende que hayan
existido iniciativas sociales y políticas que reclamen la investigación de
la deuda por parte de los tribunales. Para ello, se apoyan en doctrinas
jurídicas como la de la “deuda odiosa”, enunciada explícitamente por
primera vez en 1927 por Alexandre Nahum Sack:
"Si un poder despótico contrae una deuda no para satisfacer las
necesidades y los intereses del Estado, sino para fortalecer su régimen

50
Impacto de las operaciones de Repsol en los pueblos de América Latina y denuncias
locales.

51
Acciones de denuncia de multinacionales españolas que violan derechos laborales y
humanos en la Periferia y generan deuda ecológica.

52
Movilizaciones de la campaña ¿Quién Debe a Quién? contra la deuda externa, el G8,
la OMC y las IFS’s.

53
Carteles de denuncia de la deuda externa de la campaña ¿Quién Debe a Quién?

54
Acciones de calle de la campaña ¿Quién Debe a Quién? para denunciar la injusticia
de la Deuda Externa y el reconocimiento y restitución de la deuda ecológica.

55
Consulta popular sobre la abolición de la deuda externa celebrada en 2002. Más de
un millón de personas votaron a favor de la cancelación de la deuda.

56
Tribunales internacionales de opinión para juzgar la Deuda Externa: Tribunal celebra-
do en Madrid (arriba), vista previa de Barcelona (abajo izda) y Tribunal de Asturias
(abajo drcha.).
57
Acto de lectura del veredicto del Tribunal Internacional de Opinión para Juzgar la
Deuda Externa, celebrado en Madrid.

58
despótico, para reprimir a la población que lo combate, esta deuda es
odiosa para la población de todo el Estado. La nación no está obligada
a pagar esta deuda: es una deuda del régimen, una deuda personal del
poder que la ha contraído; en consecuencia, queda anulada con la caída
de dicho régimen".18
No obstante, con anterioridad y de manera implícita, ya había ido
surgiendo la convicción de que un pueblo no está obligado a cargar con
la deuda de un poder despótico. Así, por ejemplo, al acabar la guerra
de Cuba, los Estados Unidos consideran que el pueblo cubano no debe
pagar las deudas contraídas con la metrópoli, ya que dicho endeudamiento
había sido impuesto a la población contra su voluntad. Más explícita es
la sentencia arbitral emitida en 1923 en respuesta a un conflicto entre
Gran Bretaña y Costa Rica: el gobierno costarricense se negó a pagar
la deuda que había contraído el general Federico Tinoco con el Banco
Real de Canadá, un banco británico. Un tribunal internacional, presidido
por el juez Taft, a la sazón presidente de la Corte Suprema de los Estados
Unidos, dio la razón a Costa Rica.El banco, como acreedor, debía asumir
sus responsabilidades. Principalmente, el hecho de no haber tenido en
cuenta los fines ilegítimos a los que iba destinado su préstamo.
Por supuesto, el concepto de deuda odiosa no agota todo el campo
de la deuda ilegal, y mucho menos el de la deuda ilegítima. Un país
deudor no tiene por qué estar bajo una dictadura, o en guerra, para que
su deuda pueda ser considerada ilegal: el enriquecimiento ilícito de los
gobernantes, el uso fraudulento de los fondos públicos, la financiación de
proyectos con graves consecuencias sociales o medioambientales... todo
ello puede implicar una violación de las leyes, y desde luego, suponen un
caso claro de deuda ilegítima.
Entre los intentos por llevar la deuda ilegítima a los tribunales (es
decir, por declarar dicha deuda a la vez ilegítima e ilegal), una de las
iniciativas más interesantes es la llevada a cabo por Alejandro Olmos.
Sus esfuerzos lograron que, en el año 2000, la Corte Suprema argentina
reconociese el carácter ilegítimo de la deuda contraída durante la
dictadura. Desgraciadamente, el Parlamento no ha sido consecuente
con esta demanda judicial y todavía sigue pendiente su aplicación. Son
demasiados los intereses creados, tanto en Argentina como en los países
acreedores, que se oponen a una sentencia justa.

18  Véase CADTM, Le droit international: un instrument de lutte?. CADTM/Syllepse, 2004, pp. 33-34. La traducción es nuestra.

59
3.1.3. Más allá de los tribunales
La sociedad internacional contemporánea está profundamente
marcada por la hegemonía de fuerzas conservadoras. El derecho
internacional refleja esencialmente los intereses de estas mismas fuerzas:
es su derecho. Este derecho traduce así materialmente sus valores, sus
ideologías, y, sobre todo, sus intereses. Al mismo tiempo el nuevo orden
internacional impuesto a los pueblos precisa de un derecho y de unas
instituciones que puedan legitimar el sistema y dotar de apariencia de
legalidad a la ley del más fuerte.19
Como señala Hugo Ruiz, el derecho vigente difícilmente puede
entenderse fuera del contexto de un capitalismo internacionalizado,
un sistema capitalista protegido por numerosas leyes dentro del marco
jurídico actual. Por ello, aun sin prescindir de la necesidad de exigir
auditorías y juicios, es preciso comprender que una deuda puede ser
perfectamente legal dentro del marco legislativo existente y, sin embargo,
resultar ilegítima.
Es evidente que las leyes amparan con frecuencia comportamientos
de los gobiernos y de las grandes empresas internacionales que perjudican
seriamente a los pueblos empobrecidos del Sur. Por ello, el referente
último de los movimientos sociales de la Periferia y del Centro que luchan
por la abolición de la deuda externa, es la justicia. Una justicia social
va más allá de la legalidad (con frecuencia, mucho más allá) e incluso
puede entrar en conflicto con ésta. Así, por ejemplo, se entendió en la
Consulta Social por la Abolición de la Deuda externa en el 2000. A pesar
de la prohibición de las autoridades, la mayor parte de las personas y
los colectivos que apoyaban la Consulta decidió salir a la calle para
reivindicar lo que creían justo. La represión, que convirtió la Consulta en
un acto voluntariamente asumido de desobediencia civil, hizo visible una
vez más ese conflicto entre legalidad y justicia social.
Por todo ello, resultaba del todo justificado un Tribunal de Opinión
popular que investigara la deuda externa de la que el Estado español es
acreedor. No sólo porque los tribunales españoles e internacionales no
han mostrado ningún interés por desvelar la naturaleza de dicha deuda,
a pesar de existir sobradas razones para dudar de la legitimidad de
la misma. Pero hay una razón tan poderosa o más que ésta. Cuando
existe conflicto entre las obligaciones éticas y la ley, es imprescindible

19  Hugo Ruiz, en CADTM, Le droit international: un instrument de lutte?, ed. cit., p. 22 (la traducción es nuestra).

60
señalar los límites, y las contradicciones,
Cuando existe conflicto entre las de la legalidad vigente. Especialmente
obligaciones éticas y la ley, es cuando las leyes no garantizan la
imprescindible señalar los límites, y soberanía de los pueblos ni la justicia
las contradicciones, de la legalidad social. Así, si bien es importante apoyar
vigente. Especialmente cuando las las luchas que buscan soluciones jurídicas
leyes no garantizan la soberanía dentro del marco de las leyes presentes
de los pueblos ni la justicia social. o futuras, no debe olvidarse el papel que
la deuda externa ha desempeñado como
instrumento de dominación y de extensión
de un modelo económico y social. Un Tribunal de Opinión va más allá,
en sus reivindicaciones, de un marco legal con frecuencia demasiado
estrecho y con frecuencia cómplice del poder.

RECUADRO 6
Las conclusiones del experto

En 1999 Fantu Cheru1 fue designado Relator Especial de la ONU para


analizar el impacto de los Programas de Ajuste Estructural (vinculados a las
concesiones de créditos y renegociaciones de deuda) sobre los derechos
económicos, sociales y culturales.
Este experto independiente, después de haber estudiado más de 39
documentos oficiales firmados entre gobiernos o entre los estados y el FMI,
dio por probado que las políticas de estas instituciones que, en principio están
ligadas a las NNUU, “van más allá de la simple imposición de una serie
de políticas macroeconómicas a nivel nacional. Representan un proyecto
político, una estrategia consciente de transformación social a nivel mundial
principalmente para hacer que el mundo sea seguro para las empresas
trasnacionales” de modo que nuestro planeta llegue a ser un vasto campo
en donde sólo van a jugar dos factores esenciales: las leyes del mercado y el
capital privado (documento E/CN.4/1999/50 de la comisión de derechos
humanos de la ONU).2
Datos extraídos de la declaración de Hugo Ruiz
Doctor en Derecho Internacional, Paraguay-Francia

1  Fantu Cheru, nacido en Etiopía y graduado en Gestión Urbana y Economía Política por la Universidad de Portland, EE.UU., es actual-
mente profesor de la American University de Washington.
2  http://www.unhchr.ch

61
3.1.4. Las auditorías como instrumento para valorar la legitimidad
Determinar la legitimidad o ilegitimidad de una deuda más allá de una
valoración moral, que podría tacharse de subjetiva, es posible a través de
un proceso de auditoría. En nuestro contexto, auditar una deuda significa
investigar y analizar, de manera crítica, el proceso de endeudamiento
del Estado español hacia terceros países. Ello con el objetivo de, en
primer lugar, evaluar la legalidad y la legitimidad de los préstamos y sus
renegociaciones y, después, definir quiénes son los responsables, tanto
del Centro como de la Periferia, de las posibles irregularidades. Auditar
consiste, pues, analizar el origen, la composición y el desarrollo del
endeudamiento. Permite saber si se han cumplido o no las leyes locales en
cuanto a competencias, procedimientos, exigencias materiales y formales,
registro, etc., y precisar qué cantidad de dinero se recibió y pagó y en
concepto de qué proyectos. Además, con la auditoría, se pretende que se
establezcan las bases para recuperar fondos fugados, reprivatizar deuda
socializada, incorporar los costos ambientales y sociales, y definir nuevos
programas de pago sostenible para las deudas que se puedan llegar a
considerar legítimas.
La auditoría nos debe servir para establecer pautas para crear un
nuevo marco regulador de las operaciones financieras internacionales,
para que los préstamos que se negocien en el futuro no incurran en la
misma ilegitimidad. Este marco debería contemplar medidas de seguimiento
ciudadano, prohibición y penalización de los elementos de ilegitimidad
que se detecten y mecanismos que permitan perseguir y sancionar a los
responsables.
Las principales variables que se deben considerar en las auditorías
serían el comportamiento de los acreedores, las circunstancias de
contratación, las disposiciones contractuales y el destino de los fondos,
sus consecuencias e impactos.
En los países de la Periferia, encontramos gran cantidad y diversidad
de ejemplos prácticos de auditorías de deuda externa. Estas auditorías se
pueden clasificar, en función de quién las ha llevado a cabo, en: ciudadanas
(de los movimientos sociales), jurisdiccionales (de las instituciones
judiciales), legislativas (de las instituciones parlamentarias) o mixtas
(legislativas y ciudadanas al mismo tiempo).Nada nos hace pensar que
esto no sea posible en el Estado español. Muestra de ello es el precedente

62
que encontramos en el caso de Noruega donde en noviembre del 2002
tuvo lugar, por primera vez en un país del norte, un tribunal; “El Tribunal
sobre Leyes y Moral”, organizado por la SLUG (Campaña Noruega para
la Cancelación de la Deuda del Tercer Mundo). El tribunal popular noruego
era un reto ante el gobierno noruego, por la responsabilidad de éste en
la crisis de la deuda de la Periferia. Hasta el momento, nunca se había
trabajado el tema de la deuda desde esta óptica. El Tribunal tuvo tres
ejes fundamentales de denuncia: la campaña de exportación de barcos
a Ecuador, el papel de Noruega en las instituciones de Bretton Woods
(FMI y Banco Mundial) y el concepto de deuda ecológica y las posibles
contrarreclamaciones.
Gracias a este Tribunal y a la campaña que SLUG ha venido realizando
desde el año 2000 de denuncia de la deuda ilegítima, el gobierno
noruego ha decidido recientemente cancelar de forma unilateral y sin
condiciones las deudas ilegítimas por US$80 millones que mantienen 5
países: Egipto, Ecuador, Perú, Jamaica y Sierra Leona. El gobierno noruego
ha admitido que los préstamos otorgados en estos casos particulares
fueron irresponsables y se hallaron motivados por asuntos internos más
que por análisis objetivos de las necesidades de desarrollo de los países
involucrados. Las deudas, canceladas tras la auditoría, se generaron
a partir de créditos a la exportación para promover la venta de barcos
noruegos a países empobrecidos entre 1976 y 1980. La exportación de
estos barcos se realizó primordialmente para asegurar el empleo en una
industria de la construcción naviera del país, que se encontraba en crisis,
y no debido a que estos barcos sirvieran a las necesidades de los países
interesados. El gobierno noruego ha asumido la corresponsabilidad en la
generación de una deuda externa ilegítima y ha actuado en consecuencia,
anulando dicha deuda.

3.2. Deuda ecológica


3.2.1. Concepto de deuda ecológica

El concepto de deuda ecológica es un concepto en continua revisión


y construcción, aunque, al mismo tiempo, está altamente consolidado

63
tanto entre las organizaciones ecologistas como en aquellos movimientos
sociales que persiguen la abolición de la deuda externa.
Fue en la Cumbre de la Tierra en Río, en 1992, cuando el término
“deuda ecológica” empezó a extenderse. Supuso un punto decisivo en los
foros de Buenos Aires, Johannesburgo, Barcelona, Dakar, Porto Alegre...
y recientemente, Nairobi.
Recogiendo algunas definiciones, nos damos cuenta que, si bien el
término ha sufrido evoluciones decisivas, hay muchos elementos que se
mantienen a lo largo del tiempo. En 1994, el colombiano José María
Borrero, por ejemplo, dio por título Deuda Ecológica a una obra, y en ella,
la define como “una obligación con la biosfera por causa de intervenciones
incompatibles en sus sistemas y procesos ecológicos esenciales, que han
provocado destrucción de hábitats, extinción de especies y alteración
grave de la homeostasis planetaria, con la consecuente amenaza para
todas las formas vivientes.”20
Poco tiempo después, se hace explícita en dicha definición la denuncia
de los abusos de unos pocos países, los países enriquecidos, sobre las
sociedades y los ecosistemas del resto del planeta. En esta estela, sirva
de ejemplo la definición que aporta la organización ecuatoriana Acción
Ecológica.21
“La Deuda Ecológica es la responsabilidad que tienen los países
industrializados por la destrucción paulatina del planeta como efecto
de sus formas de producción y consumo, características del modelo de
desarrollo, fortalecido con la globalización y que amenaza a la soberanía
de los pueblos.
La Deuda Ecológica es la obligación y responsabilidad que tienen
los países industrializados del Norte con los países del Tercer Mundo, por
el saqueo y usufructo de sus bienes naturales como petróleo, minerales,
bosques, biodiversidad, conocimientos, bienes marinos y por el uso
ilegítimo de la atmósfera y los océanos.Por el intercambio ecológicamente
desigual, pues estos bienes son exportados sin tomar en cuenta los daños
sociales y ambientales y la energía humana de sus pueblos. Además,
por la producción de armas químicas y nucleares, substancias y residuos
tóxicos que son depositados en los países del Tercer Mundo”.
20  http://www.joseborrero.com/pages/sp/publicaciones.html
21  www.accionecologica.org

64
Estas dos definiciones, entre las que median varios años, son muestra
de que el término deuda ecológica sigue evolucionando y afinando su
significado. Pero también señalan los contenidos comunes. En términos
generales, es aceptado que la deuda ecológica es aquella deuda
acumulada por los países centrales y por las élites mundiales (los deudores)
con los países periféricos y las personas empobrecidas (que serían así
acreedores). Los orígenes de esta deuda, que se remonta a muchos años-
incluso siglos- atrás, son múltiples: el expolio de los recursos de los países
periféricos, los daños ambientales no reparados, la ocupación gratuita
o mal pagada de su espacio ambiental como vertedero de residuos, las
consecuencias que están padeciendo debido al cambio climático y la
contaminación y por la pérdida de soberanía alimentaria.
Analizamos a continuación las formas de generación de deuda
ecológica más dañinas y que han sido objeto de más denuncias.

3.2.2. La deuda del carbono


Bajo este nombre entendemos la diferencia abismal de consumo y
emisión de CO2 y de otros gases de efecto invernadero que hay entre
los países centrales y los periféricos. Según la información proporcionada
por el CDIAC para 2004, el 41,6% de las emisiones mundiales procedían
de la quema de combustibles fósiles líquidos (petróleo); un porcentaje
algo inferior, el 35,9%, de sólidos (carbón); y un 17,8% de gaseosos (gas
natural). El resto sería generado por la industria cementera y otros, como
la quema de gas ‘residual’ en pozos de petróleo.
Por supuesto, los principales
consumidores de todas estas sustancias
se encuentran en los países del centro.
Así, mientras que las emisiones de CO2
en toda África alcanzaban los 314
millones de toneladas métricas en 2004
-después de una subida del 12% desde
1950- seguían siendo menores en su
conjunto que las emisiones por separado
de naciones como Estados Unidos, Rusia y
Japón. Sólo cinco países africanos tienen

65
emisiones per capita por encima de la
media mundial (1,23 toneladas métricas
de carbono al año): Guinea Ecuatorial
(2.86), Suráfrica (2,68), Libia (2,55),
las Seychelles (1,84) y Argelia (1,50).
Si nos basamos en los datos disponibles
en 2004, 28 países africanos tienen
una emisión per capita menor a 0,1
toneladas métricas de carbono por
persona y año. Contrasta enormemente
con las 6,81 toneladas per capita de Luxemburgo o las 5,61 de Estados
Unidos.
Entre los países de Europa Occidental, sólo Bosnia tenía en 2004
una emisión per capita por debajo de la media mundial. Y cuatro de esos
países se encuentran entre los veinte mayores emisores de CO2 (Reino
Unido, Italia, Francia y España). Lejos de
disminuir, las emisiones de esta región son Las consecuencias del cambio
climático no son sufridas más por
un 7,6 % más altas que en 2000.
quienes más CO2 emiten, sino por
Sin embargo, las consecuencias del aquellas regiones con sociedades
cambio climático no son sufridas más por y ecosistemas más expuestos y
quienes más CO2 emiten, sino por aquellas
menos protegidos.
regiones con sociedades y ecosistemas
más expuestos y menos protegidos. Es decir, los países periféricos sufren
en mayor medida los desajustes del clima y tendrán más hambrunas a
causa de las sequías, de las lluvias torrenciales...
Por esto se habla de la deuda del carbono. Es incluso cuantificable
a nivel económico, utilizando para ello el sistema de multas definido
en el Protocolo de Kyoto y las cantidades estipuladas en el mercado de
emisiones ya en curso22 (sin que esto suponga, claro está, justificar el
mercado de compra de derechos de emisión, que permite contaminar
todavía más a los que más contaminan). El Panel Intergubernamental
sobre cambio climático aconsejaba no superar las 0,4 toneladas de CO2
emitidas por persona y año. El derecho de emitir una tonelada de CO2
suele pagarse a 20 dólares en el mercado de emisiones. Sería posible

22  Se pueden consultar los precios alcanzados por la tonelada de CO2 en los mercados de Europa y EE.UU. en http://www.co2-
solutions.com/menu_web/index_menu.asp

66
calcular, entonces, cuánto le debemos cada ciudadana o ciudadano
español a quien habita en Chad, último país en el listado de emisores,
por ensuciar la atmósfera común y por obligarle de ese modo a padecer
las consecuencias del cambio climático. Por el momento, la noción de
deuda del carbono es simplemente una herramienta más de denuncia,
pero podría ser un elemento para calcular la incalculable restitución por
el deterioro del medio ambiente y de las relaciones sociales que supone
el sistema económico capitalista neoliberal.

3.2.3. Biopiratería
Tampoco existe una única definición
aceptada sobre el término “biopiratería”.
La Sociedad Peruana de Derecho Ambiental
lo define así:
“El acceso a y uso irregular o ilegal de
componentes de la biodiversidad (recursos
biológicos y genéticos especialmente) y de
los conocimientos indígenas asociados,
especialmente como parte de procesos de
investigación y desarrollo y de la aplicación
de biotecnología. Se asocia también a invenciones protegidas por
derechos de propiedad intelectual (especialmente patentes), que directa o
indirectamente incorporan estos componentes o conocimientos indígenas
obtenidos sin el consentimiento o autorización de sus titulares.”23
Isabel Delgado recopila algunos de los casos de biopiratería más
alarmantes24 en América Latina:
La quinua de los Andes: La quinua es un cereal de altísimo valor
nutritivo; su composición proteica es muy superior al maíz, el sorgo o el
arroz. Es el fundamento de la dieta de muchos pueblos indígenas andinos
y la base de su economía. En 1994, dos investigadores de la Universidad
de Colorado recibieron la U.S. Patent 5.304.71, que les otorga control
exclusivo sobre las plantas masculinas estériles de una variedad de quinua
boliviana de uso tradicional, la apelawa. Los investigadores reconocen

23  http://www.biopirateria.org/
24  http://www.ecoportal.net/content/view/full/31767

67
que nada hicieron para crear la variedad masculina estéril; declararon
ser los primeros en identificar y utilizar un sistema fiable de esterilidad
citoplásmica masculina en quinua para la producción de híbridos. La
patente estadounidense no se limita a una sola variedad híbrida, sino
que abarca cualquier híbrido de quinua que se derive del citoplasma
masculino estéril de apelawa, incluyendo 36 variedades citadas en la
solicitud de patentes. Hasta ahora los agricultores andinos se han limitado
a plantear el tema en la Asamblea General de Naciones Unidas.
Tepezcohuite de Chiapas: Es una planta que fue utilizada por los
mayas como eficaz tratamiento contra las quemaduras. Posee propiedades
antiinflamatorias, antibacterianas, anestésicas y regenerativas de la
epidermis.En 1986, el Dr. León Roque realizó en México una solicitud
de patente sobre la corteza tostada del árbol del tepezcohuite y sobre
el procedimiento para convertirlo en polvo, obteniendo en 1989 la
patente en Estados Unidos (US 4.883.663). En la síntesis descriptiva de
la solicitud de patente se describe el procedimiento tradicional utilizado,
desde hace siglos, por comunidades indígenas, al que sólo se agrega
el elemento de la esterilización. Entretanto, los precios han aumentado
para los pobladores de Chiapas y el recurso silvestre se ha agotado.
Las comunidades chiapanecas han sido expropiadas no sólo de sus
conocimientos sino también -aprovechando la guerra de baja intensidad
en la zona- de parte del escaso territorio en que crece la mimosa tenuiflora.
Los lugareños tendrán que competir por el acceso al árbol con quienes lo
comercializan para el mercado mexicano de tepezcohuite.
Patente sobre el rupununine: El rupununine es un derivado de la
nuez del árbol ocotea rodiei, una especie que se encuentra en el estado
de Goiania, en Brasil. Ha sido usado ancestralmente por los pueblos
campesinos brasileños como medicamento natural para dolencias
cardiológicas, neurológicas, control de tumores y fertilidad. Fue otorgada
su patente en Estados Unidos a Gorinsky.
Un informe, titulado Out of África: Mysteries of Access and Benefit
Sharing lanzado por el Edmonds Institute y el Centro Africano para la
Bioseguridad (ambos grupos de interés público y sin fines de lucro con sede
en Estados Unidos y Sudáfrica, respectivamente), reclamaba investigar la
biopiratería generalizada en África. Uno de los casos más conocidos
y recientes de biopiratería en el continente africano se relaciona con el

68
producto Hoodia, un inhibidor del apetito basado en el conocimiento
tradicional del pueblo San. Fue desarrollado y patentado por el Consejo
Sudafricano para la Investigación Científica e Industrial, que vendió los
derechos en exclusividad a una empresa británica. Sólo después de una
fuerte protesta mundial, los san recibieron un minúsculo porcentaje de las
regalías, bajo la forma de un fideicomiso. El caso de Hoodia es citado
aún como un ejemplo claro de distribución inadecuada de los beneficios
y de un cuestionable consentimiento previo.25
Otro ejemplo es la uña de gato. Es una liana que mitiga los dolores de
la artritis, comercializada por Liofilizadora del Pacífico. Los Ashannikas,
el pueblo que ancestralmente la estaba utilizando, reciben tan solo un 0,2
% de los beneficios en concepto de mano de obra (son recolectores) y no
por los conocimientos expoliados.
Además de la injusticia que supone la apropiación indebida de los
conocimientos, hay que tener en cuenta otros factores. Muchas de las
especies utilizadas por la medicina herbaria son silvestres. Para satisfacer
la demanda, la recolección de plantas medicinales en África a menudo se
lleva a cabo a ritmos que superan su regeneración natural, y un número cada
vez mayor de estos vegetales está en peligro de extinción o empezando a
escasear. Su conservación reviste una enorme importancia para proteger
la biodiversidad pero también para responder a las necesidades de
salud del continente. La presión sobre esos recursos aumentará, con toda
probabilidad, en un futuro inmediato, no sólo debido al rápido crecimiento
de la población africana sino, sobre todo, a medida que el mercado de
productos naturales y hierbas medicinales de procedencia africana crece,
tanto en Estados Unidos como en Europa. Se trata de un mercado cuyo
ritmo de crecimiento alcanza el 10% anual, como en el caso de la corteza
de prunus africana, utilizada para tratar la prostatitis.

3.2.4. El comercio de residuos


Otra de las causas que hacen que los países centrales se endeuden
ecológicamente cada vez más con los países periféricos es la utilización
de los territorios de éstos como vertederos. Es muy alto el número de
residuos tóxicos que son objeto de compraventa. La Convención de Basilea

25  http://www.biodiversidadla.org/content/view/full/23190

69
para el Control de los movimientos
transnacionales de los residuos
tóxicos peligrosos y su eliminación
fue adoptada en 1989 y entró en
vigor en 1992. Actualmente hay 149
países que la han ratificado. Estados
Unidos es el único de los países
enriquecidos que no lo ha hecho.
A pesar de que el acuerdo de
Basilea ha supuesto un paso adelante
respecto a la situación anterior, aún
existe transporte de residuos con un grave impacto ambiental en los
países más pobres. Un ejemplo claro de que el problema continúa es
el desmantelamiento de los barcos al final de su vida útil. Las industrias
de los países más ricos, propietarias de los barcos de transporte, no los
desmantelan en sus territorios, sino que prefieren hacerlo en los países
de la Periferia, donde los costes son inferiores. Así, el desmantelamiento
se lleva a cabo en países como India, Bangladesh, Pakistán, China o
Turquía, principalmente debido a una mano de obra más barata y a unos
estándares ambientales y de seguridad inadmisibles en el contexto del
país enriquecido de origen.
Hay muchas substancias tóxicas que están en los barcos y es normal
que se produzcan fenómenos de contaminación, por ejemplo de amianto
(sustancia cancerígena), así como vertidos de sustancias tóxicas al mar
o en las superficies de trabajo. En las áreas de desmantelado en estos
países, se pueden encontrar niveles altos de contaminación por metales
pesados, PCB’s y TBT’s1.
Muchas zonas ya han sido gravemente afectadas por el impacto
ambiental producido por el desmantelamiento de estos barcos. En las
playas de Agnand (India), las muestras de sedimentos marinos presentaban
niveles de contaminación superiores a las de cualquier zona industrial
portuaria. Hay que añadir que estos niveles de contaminación se han
alcanzado en los últimos veinte años.
Hay otros transportes de residuos derivados del hecho de que la
Convención de Basilea tenga algunas carencias legales, como la
clasificación no exhaustiva de residuos peligrosos. Por ejemplo, los

70
residuos eléctricos y electrónicos no han sido incorporados en la lista
debido a la presión de los Estados Unidos. En la actualidad, cerca de
un 80% de los aparatos eléctricos y electrónicos recogidos para reciclar
en los Estados Unidos no son tratados en el mismo país, sino que son
exportados a países como China (75% del total exportado), India y
Pakistán. En estos países, las operaciones de reciclado y disposición final
son realizadas en unas condiciones extremadamente peligrosas para la
salud humana. Estas operaciones incluyen incineración de plásticos al aire
libre, creación de piscinas de ácidos y vertido incontrolado de residuos en
las áreas rurales. Económicamente, no obstante, es terriblemente rentable
para el país exportador de residuos: según un estudio realizado por la
Environmental Protection Agency (EPA) de los Estados Unidos, resulta 10
veces más económico embarcar un monitor de ordenador hacia Asia para
ser reciclado que reciclarlo en los propios EEUU.
Estos son sólo algunos ejemplos de cómo los países más ricos
aprovechan la falta de legislación internacional y nacional para apropiarse
de territorios ajenos y usarlos como basureros. Los productores de los
residuos tóxicos transportados son, al mismo tiempo, los que tienen la
capacidad de establecer las normas de este transporte. Por tanto, deberían
ser ellos quienes asumieran la responsabilidad de los efectos ambientales
y los perjuicios a la salud que estos residuos producen. Hasta el momento,
sin embargo, se han aprovechado de modo continuado de su poder y
no han asumido ninguna responsabilidad. Así, se puede decir que, con
el paso del tiempo, han ido adquiriendo una deuda ecológica hacia los
países menos industrializados.

3.2.5. Pasivos ambientales


Llamamos pasivos ambientales al conjunto de daños ambientales (en
términos de contaminación del agua, del suelo, del aire, del deterioro de
los recursos y de los ecosistemas) no compensados, producidos por una
empresa en su funcionamiento normal o por accidentes imprevistos a lo
largo de su historia. Para entender cómo los pasivos ambientales generan
deuda ecológica del Centro respecto a la Periferia no hay que perder de
vista la deslocalización de las empresas, que ha sido fuertemente impulsada
por el proceso de globalización económica. Las grandes multinacionales
aprovechan la laxitud de las legislaciones ambientales y laborales de

71
muchos países periféricos para instalar en
Las grandes multinacionales
ellos sus maquilas.
aprovechan la laxitud de las
A pesar del perjuicio que causan, las legislaciones ambientales y
grandes empresas multinacionales intentan, laborales de muchos países
por todos los medios, no hacerse cargo de periféricos para instalar en ellos
los daños que provocan. Tristemente, hay sus maquilas.
muchos ejemplos de pasivos ambientales.
Sin ir más lejos, podríamos citar el vertido
tóxico en Doñana por la rotura de la balsa de Boliden-Apirsa en Aznalcóllar
en 1998.
Como se puede imaginar, calcular la deuda ecológica derivada
de los pasivos ambientales es muy difícil. ¿Hay alguna cantidad que
pueda compensar la naturaleza devastada, los desastres sociales? La
Dow Chemical, la Shell y UFC están implicadas en el uso del pesticida
Nemagon en Nicaragua entre la década de los sesenta y los noventa.
Dicho pesticida produce infertilidad, malformaciones... en grado tal que
se había prohibido su uso en EE.UU. ya en los años setenta. Sin embargo,
se permitía su uso en Centroamérica. Es un ejemplo claro de deuda
ecológica y social.26
En Nigeria, la Shell dispone de 349 sitios de perforación, con
700 kilómetros de líneas de flujo y 400 de oleoducto. Esto supone una
producción de 800.000 barriles de crudo diarios. En una infraestructura
tan amplia, son muy frecuentes las pérdidas y roturas accidentales. Se
producen continuas descargas
al río Níger. La canalización
afecta a las mareas y destruye el
manglar. Socialmente, también
las actividades de la Shell
producen impactos negativos,
puesto que ha aumentado la
represión, especialmente a
aquellos grupos que se oponen
a las actividades de la petrolera,
como los Ogoni.

26  Ver: Boix, Vicent (2007): El parque de las hamacas, Barcelona, Icaria/ Paz con Dignidad.

72
La actuación de Repsol en Ecuador entre 1999 y 2003 ha conllevado
derrames un 20% más graves que el provocado por el hundimiento del
Prestige. Además, esta empresa opera en el Parque Nacional Yasuní,
Reserva de la Biosfera, con lo que ello supone de degradación de un
espacio protegido. Hay que tener en cuenta, además que este Parque
constituye el refugio de la etnia huaorani, pueblo que se está viendo muy
perjudicado por la presencia en su territorio de la empresa.

3.2.6. Pérdida de soberanía alimentaria


Si se produce la sustitución de cultivos de subsistencia por productos
de exportación, que ponen en peligro la alimentación básica de una
población, estamos ante un caso de deuda ecológica por pérdida
de soberanía alimentaria. Además de la deuda derivada del uso de
agroquímicos tóxicos como pesticidas y fertilizantes, tan propio de la
agricultura latifundista enfocada a la exportación, hay que sumar el
peligro que supone para los habitantes de los distintos territorios de países
periféricos el hecho de dedicar gran parte de sus tierras cultivables a
productos que no son de primera necesidad y que no están dedicados al
consumo interno. A esto hay que añadir el CO2 emitido en el transporte
de los productos hacia los países del Centro, que es donde normalmente
se van a consumir.
Los cultivos de soja transgénica en Brasil y Argentina, cuyos
destinatarios son las ganaderías europeas, especialmente las españolas,
son un caso grave. Igualmente, gran parte de los suelos fértiles de la zona
andina están dedicados a la producción de flores al tiempo que gran parte
de sus habitantes padecen desnutrición. El 70% del manglar ecuatoriano
ha sido ya sustituido (y destruido) por piscifactorías de camarón, destinado
al consumo en Europa y EE.UU. Estos son sólo algunos de los ejemplos
posibles de pérdida de soberanía alimentaria de la que se benefician
empresas y consumidoras/es de los países enriquecidos.

73
3.3. Deuda externa, deuda social y transnacionales en América
Latina
3.3.1. Introducción
El objetivo de este apartado, es –en primer lugar – analizar la
relación entre deuda externa y deuda social, a fin de poner de relieve
que los temas relacionados con la deuda tienen una dimensión mucho
más grande, compleja y también, hay que decirlo, de sufrimiento extremo
y profundo impacto en la vida de los pueblos. Para ello, primero se tratará
de clarificar qué entendemos por deuda social, para luego pasar a hacer
una interpretación genérica de la causalidad existente entre el fenómeno
financiero y la situación social producida en los países afectados por la
deuda externa.
Para corroborar la pertinencia de esta interpretación, se analiza
con cierto detalle la evolución y los mecanismos socioeconómicos que se
llevaron en torno a la deuda externa en un caso concreto, Argentina. Nos
centraremos en la enorme crisis que se desencadenó entre los años 2000
y 2001, crisis sin duda, estrechamente relacionada con el tratamiento de
la deuda externa seguido en este país que, recordemos, fue repetidamente
propuesto como el “alumno modelo y aventajado” por su total adopción
de las recetas propuestas por el FMI y otras instituciones y voceros del
modelo de globalización dominante en las últimas décadas. También se
utiliza el estudio de este país, para entender el papel de las transnacionales
–particularmente las de origen español- no sólo en la gestación de la
deuda externa, sino en los instrumentos de dominación que, a nuestro
entender, se configuran en torno a esta problemática financiera.
Una vez verificado que la propuesta interpretativa es válida, se analiza
la consistencia metodológica de extender esta interpretación a un marco
más amplio, Latinoamérica. Finalmente, tras haber dejado establecida
esta nueva escala de estudio, se dan algunos datos que permiten tener una
primera aproximación a la dimensión y características de la deuda social
contraída con la región. De paso, veremos cómo queda en evidencia la
responsabilidad que les caben a los grandes agentes económicos del
capital altamente concentrado y a los Estados del Centro.

74
3.3.2. El concepto de deuda social
Aunque la bibliografía política, económica y social, sobre todo
aquella que se inscribe en terreno del altermundialismo y/o el antisistema,
trata esta cuestión con frecuencia, no existe una definición clara y
consensuada sobre lo que se entiende por “deuda social”, particularmente
cuando se habla de ella con relación a la deuda externa.
En principio, el concepto de “deuda” implica reconocer ciertas
relaciones y contenidos: hay deudores, y acreedores, que se convierten
en tales a partir de que ha habido un préstamo, normalmente financiero,
que supone condiciones de devolución (plazos, intereses, garantías, etc.).
Sin embargo, el concepto de “deuda social” resulta un tanto difícil de
aprehender desde la economía o la política, por cuanto no está claro
cuál ha sido “el préstamo”, quién lo ha hecho y a quién, bajo qué
condiciones.
Por esta razón, sin pretender establecer una conceptualización en
sentido estricto, a efectos de centrar
Entenderemos por “deuda nuestro análisis en este documento, resulta
social” al déficit producido en las necesario introducir algunas definiciones
condiciones de vida de los pueblos “funcionales”, es decir, establecer algunos
(particularmente de aquellos conceptos que usaremos para poder
sectores más vulnerables), con desarrollar los contenidos que siguen.
relación a las que en un modelo
Entenderemos por “deuda social” al
de sociedad justa y equitativa
déficit producido en las condiciones de vida
podrían tener.
de los pueblos (particularmente de aquellos
sectores más vulnerables), con relación a
las que en un modelo de sociedad justa y equitativa podrían tener. Y por
“condiciones de vida”, nos referimos tanto a aspectos materiales (acceso
a bienes y servicios) como intangibles (cultura, libertades, seguridad,
etc.), tanto en forma individual como colectiva, y en un nivel adecuado
para asegurar lo que en cada momento histórico y cada realidad social
puedan definirse como “situación de dignidad”.
Bajo esta definición, puede entonces decirse que la “deuda social”
contraída con una sociedad estará constituida básicamente por los déficit
en nutrición, salud, vivienda, educación, cultura, libertades, seguridad
social y equidad de género (en general, ausencia de discriminaciones)

75
que los afecten. Los “deudores” serán entonces, aquellos agentes sociales
y económicos causantes de esas faltas de condiciones de dignidad
individual y social en la vida de los pueblos.

3.3.3. Deuda social y deuda externa


Somos conscientes de que la propuesta conceptual anterior, esconde
un riesgo: el de generar una categoría de análisis difícil de vincular a la
deuda externa (que es una categoría esencialmente “financiera”, es decir,
flujos de dinero o equivalentes monetarios), ya que en última instancia,
podría argüirse que “la culpa” de las malas condiciones de vida del
pueblo (pobreza estructural, exclusión, privaciones, etc.) debe achacarse
a las condiciones generales de desarrollo socioeconómico. Es decir, la
responsabilidad apuntaría a una multiplicidad de variables, entre las que
es muy arriesgado aislar unos factores de otros para determinar la mayor
o menor responsabilidad de los distintos actores o causas. A partir de allí,
vincular la deuda social con la deuda externa puede parecer un ejercicio
harto complejo, cuando no, carente de significación real.
Efectivamente, hay que reconocer que no es una tarea fácil. Sin
embargo, la mayor dificultad reside no tanto en las supuestas complejidades
de una aproximación metodológica sino en el enfoque que se plantee.
Si simplemente se piensa en un ejercicio econométrico orientado
a estimar con ciertos procedimientos determinadas cuantificaciones
económicas, difícilmente se llegará a buen puerto. Fundamentalmente,
porque este tipo de planteamiento, al ser esencialmente economicista,
no alcanza a percibir la complejidad del proceso social, por naturaleza
contradictorio, no lineal, plagado de luchas y contradicciones. Sin
embargo, si el análisis se efectúa desde “lo político”, entonces es posible
vincular claramente las cuestiones de deuda externa (“lo financiero”) y
deuda social (“lo social”).
Con esto queremos expresar que, siendo (o mejor dicho,
presentándosenos) la deuda externa como un fenómeno “financiero”,
es decir, como un escenario de negociaciones que se establecen entre
agentes públicos y privados a nivel internacional para la obtención
de préstamos y la determinación de las condiciones de devolución, lo
realmente relevante, es lo que subyace detrás de esas negociaciones. Hay

76
que preguntarse entonces qué “significan”
esos préstamos, a quién beneficiaron, qué
condiciones de retornos se establecieron,
cómo es posible (como se muestra en otras
partes del libro), que, aún habiéndose
devuelto ya sobradamente lo inicialmente
prestado, el monto de la deuda externa se
haya incrementado en un 700%.
En otras palabras, preguntarse sobre las
relaciones Norte-Sur, asimétricas e injustas
para la Periferia pobre del planeta. Relaciones
que hacen posible no sólo este saqueo, sino que además permiten
mantener y reproducir en forma ampliada las condiciones que hicieron (y
hacen) posible el saqueo continuado de los recursos y la explotación de
los pueblos.
Éstas son las que denominamos “relaciones de poder”. Y el análisis
de lo político no consiste en otra cosa que en el análisis de las relaciones
de poder que han hecho posible que la Periferia se viera forzada a
endeudarse. Desde esta perspectiva, la deuda externa no es otra cosa que
la concreción, la materialización, de un
Desde esta perspectiva, la deuda
modelo de relaciones de poder Norte-Sur
externa no es otra cosa que la
(más propiamente dicho, Centro-Periferia)
concreción de un modelo de
que es desplegada para asegurar una
relaciones de poder Centro-
inserción subordinada de las economías
Periferia que asegura una inserción
periféricas a la lógica global del capitalismo
subordinada de las economías
salvaje globalizado. Por tanto, también un
periféricas a la lógica global del
instrumento privilegiado de ordenamiento
capitalismo salvaje globalizado.
interno, al generar en el interior de cada
una de las economías subordinadas, las
condiciones de acumulación y de generación de beneficios a favor de los
grandes agentes de la globalización (capital financiero, multinacionales,
subsidio encubierto al consumo depredador del Centro).
Desde esta perspectiva, podemos decir, que la deuda en cuanto
fenómeno acaecido en el plano “financiero”, por las condiciones en que
se realiza, rápidamente se convierte en una relación concreta de poder.
Como se verá luego con algunos ejemplos, el proceso de renegociación

77
permanente y humillante a que han obligado los servicios financieros
de una deuda que -además de ilegítima y odiosa- era y es impagable,
han significado en la práctica, el vaciamiento de las soberanías de
los Estados de la Periferia. Incluso, han supuesto el vaciamiento de las
débiles democracias instaladas después de muchas luchas y sacrificios.
En su camino hacia la democracia, estos países han tenido que adoptar
políticas económicas y sociales no decididas por sus propios pueblos sino
impuestas como “condiciones” (ajustes estructurales, garantías políticas,
etc.) para la renegociación de la deuda. Así, los gobernantes, sin escuchar
a sus propias poblaciones, dejaban que los gobiernos de otros países
o instituciones internacionales (los llamados acreedores) les dictaran las
normas de su propia sociedad y de su economía.
Por tanto, la deuda externa, al convertirse en instrumento político de
dominación (relación de poder), se transforma en un factor que determina
doblemente las condiciones de vida de los pueblos:
• Por el impacto diferenciado que tienen los mecanismos de la deuda en
la estructura productiva, reordena las economías locales y nacionales
favoreciendo a las fracciones concentradas del capital (sectores
financieros, multinacionales, exportación, capitales especulativos) al
tiempo que penaliza a la industria productiva y la pequeña y mediana
empresa, de la cual depende la mayor parte del empleo local y la
provisión de servicios, fundamentalmente de los que se establecen en
la cercanía (pequeño comercio, servicios personales, etc.)
• Por su enorme capacidad de sujeción y adocenamiento de los Estados
de la Periferia, impone políticas generales (fundamentalmente, a
través de los llamados Planes de Ajuste Estructural), entre las que
se cuentan, las políticas económicas (en la práctica, los llamados
ajustes estructurales, las liberalizaciones, privatizaciones, aperturas
económicas, etc.), las políticas sociales y fiscales (los llamados
saneamientos del presupuesto público, recorte del gasto social con
el objetivo de generar superávit para el pago de los servicios de la
deuda externa), políticas laborales (“modernización” en términos de
flexibilidad y precarización) y también, políticas represivas (frenar
las protestas y luchas populares) o la liquidación de entidades y
diferencias culturales (políticas de medios, importación de productos
culturales, vaciamiento de contenidos educativos, etc.).

78
En síntesis, la lógica inmanente es que la deuda externa, al transformarse
en un instrumento privilegiado de inserción de las economías periféricas
en el nuevo orden del capitalismo globalizado, debe considerarse por
tanto, inserta en el plano “político” (consolida y refuerza las relaciones
de poder existentes). Desde allí, adquiere la posibilidad de reordenar el
aparato productivo y de establecer el marco de “políticas” (a través de la
captura del Estado y de sus órganos representativos). Estas dos instancias
(economía y política) son las que determinan las condiciones de vida de
los pueblos. Por tanto, la deuda externa, en la medida que ha deteriorado
(como se verá más abajo) esas condiciones de vida, ha generado una
inmensa deuda social con los pueblos de la Periferia económica del
planeta.
Podemos incluso avanzar un poco más. Si se acepta la propuesta
conceptual anterior, podría sentarse una cierta base metodológica
de cuantificación, ya que -siguiendo el esquema de otras propuesta
innovadoras para cuantificar los aspectos devastadores del modelo de
producción del capitalismo salvaje27 - podría decirse que el “monto” de
la deuda social, en un entorno social determinado, estaría conformado
por:
1. Aquello a lo que la sociedad tuvo que renunciar en el bienestar social
ya alcanzado debido al violento retroceso forzado al calor de las
“negociaciones” que impuso el endeudamiento externo (políticas de
ajustes, recortes de los gastos sociales orientados a liberar fondos
para pagar deudas, etc.).
2. Lo que la sociedad civil dejó de percibir en materia de “condiciones
de vida” (según se definió más arriba), al haberse interrumpido las
tendencias de desarrollo anteriores a los forzados endeudamientos
generalizados en los años setenta.
Habría que incluir también los perjuicios en materia de libertades,
represiones, muertes, dictaduras, desaparecidos, etc. que asolaron a
nuestros pueblos para permitir gobiernos títeres o dictaduras cómplices.
Sin embargo, aunque este rubro no lo perdonamos ni olvidamos, tampoco
lo cobramos en monedas.

27  Por ejemplo, el modelo de una aproximación al cálculo de la deuda ecológica, basada en los conceptos
de “Huella ecológica” y “Espacio ambiental”. Una herramienta para avanzar hacia ese otro mundo posible.
Iñaki Bárcena, “Una herramienta para avanzar hacia ese otro mundo posible”, Viento Sur, Nº 92. Año XVI.
Junio 2007.

79
3.3.4. Cómo se convierte la deuda externa en relación de poder.
Estudio de un caso representativo
Como se anunció al principio, el caso argentino constituye una
experiencia muy rica en conclusiones: un país que había alcanzado en
los sesenta un apreciable grado de desarrollo capitalista, con índices de
equidad social y distributiva apreciables, y sobre todo, con un reconocido
potencial de desarrollo socioeconómico, en gran medida debido a la
disponibilidad de recursos estratégicos (energía, petróleo, autonomía
alimentaria, existencia de una población obrera relativamente cualificada
y entrenada en los procesos de innovación social y tecnológica, existencia
de fuertes capas medias con capacidad de consumo, un sistema educativo
avanzado, una incipiente red de I+D, etc.).
Sin embargo, la crisis que se abatió sobre este país entre los años
2000 y 2001 vino a borrar de manera drástica (también trágica) el
espejismo del alumno aventajado de las políticas neoliberales diseñadas
para la región y que, en forma resumida, fueron recogidas en el llamado
“Consenso de Washington”. Y como es lógico, esa crisis no sobrevino
de la noche a la mañana. Se fue larvando estructuralmente en las últimas
dos o tres décadas precedentes a su estallido. Por tanto, pasaremos a
describir, cómo la deuda externa fue el instrumento articulador de los
acontecimientos económicos, financieros y sociales que fueron tejiéndose
hasta llegar al desenlace comentado.
El gráfico 5, que ilustra el desarrollo de los nuevos procesos de
deuda28 muestra asimismo, los regímenes y/o partidos políticos que se
fueron sucediendo. Grosso modo, si la Dictadura a través de la salvaje
represión política y social instauró los mecanismos de endeudamiento,
la democracia débil y subordinada de Alfonsín, más allá de las buenas
intenciones, no fue capaz de detener el crecimiento de la deuda mediante
la capitalización de unos intereses imposibles de pagar.
Pero es el régimen profundamente corrupto del menemismo el que
desarrolla toda la parafernalia neoliberal, bajo el manto del FMI, el cual,
durante una década, proclamó a Argentina como el más aventajado de

28  Decimos “nuevos procesos de endeudamiento”, porque en la historia relativamente moderna de Argentina -siglo XIX- se puede
encontrar también el endeudamiento con la entonces potencia dominante (Inglaterra) para comprobar cómo la ley de desarrollo
desigual del capitalismo mundial ha generado ya en otras ocasiones, procesos de endeudamiento forzado como mecanismo de
dominación.

80
Figura 4: Evolución histórica de la Deuda externa Argentina (en millones de dólares).

Inestabilidad financiera internacional


Exceso de liquidez

Ruptura Quitas
de la negociada
s Endeudamie
espiral nto
Deuda ilegítima, pero además sin
prácticamente aplicarse al país.
forzado Destrucción de la base productiva
Anulación de hecho de
la soberanía Estados.
Incobrabilidad deuda ~1975

2º Modelo de
1º Modelo de
Renegociació ~1985
n ~2000 Renegociació
n
Rebelión social LA
Antiglobis Efecto Tequila
Plan Brady
Insostenibilidad ~1991 Títulos de deuda
Destrucción Estado social y Cartelización - FMI
productivo Alineamiento
Desregulación financiera Renuncia reclamar
Privatizaciones, aceptando título al Consenso ilegitimidad de la deuda
deuda de Impunidad económica
Fuga de capitales Washington Capitalización intereses

Adaptación de economías periféricas al modelo de


globalización
Supremacía capital financiero.
Riesgo país

Figura 5: Mecanismos de endeudamiento.

81
sus alumnos. Finalmente, el descenso originado por la quita (permitida
implícitamente por EEUU y los poderes financieros mundiales) a la que
llega Kirchner y la nueva situación de la deuda que se alcanza.
Sin embargo, lo más importante, es comprender el “que pasó”, cómo
se generó esta monstruosa deuda, y más que nada, para qué, en beneficio
de quiénes. Para ello, y sólo a efectos de facilitar el análisis, en el gráfico
de la Figura 6 se ha “esquematizado” la dinámica político-económica del
proceso de endeudamiento y su posterior “renegociación” de deudas.
Este esquema, aunque forzosamente reduccionista de la complejidad que
adquirieron los procesos de endeudamiento, permite sin embargo, ver
cómo se enlazan las nuevas circunstancias del capitalismo mundial con
los escenarios-país y los procesos de endeudamiento no sólo en Argentina,
sino en toda Latinoamérica. Y sobre todo, permite hacer aflorar los actores
participantes y las estrategias seguidas.
Como se observa, la deuda externa
La deuda externa argentina fue
argentina fue mucho más que una cuestión
mucho más que una cuestión
financiera. En los llamados procesos de
financiera. En los llamados procesos
renegociación se incluyeron cuestiones
de renegociación se incluyeron
–incluso, a veces como “condiciones
cuestiones que decididamente
previas” para empezar a negociar”-
tenían que ver con políticas
que decididamente tenían que ver con
generales, de ordenamiento global
políticas generales, de ordenamiento
de la economía y de la sociedad.
global de la economía y de la sociedad.
A título de ejemplo, puede citarse, que en
1982, cuando comenzó una de las rondas negociadoras, los organismos
internacionales de créditos impusieron dos condiciones previas antes de
sentarse a la mesa negociadora29:
Argentina debería acordar con el FMI un plan de ajuste que garantizase
el pago a los acreedores externos. Debían liberarse previamente los fondos
británicos, que se habían congelado durante la guerra de las Malvinas.
Ya en tiempo más recientes, incluso cuando los efectos de la devastadora
crisis del 2000/2001 seguía golpeando despiadadamente a los sectores
más empobrecidos de la sociedad (en torno al 60% de la población), el
FMI (y los gobiernos del Centro) seguían buscando imponer condiciones

29  “El círculo vicioso de la deuda externa argentina 1989-1999”. Jorge S. Zappino. http://www.monografias.com/trabajos25/
deuda-externa-argentina/deuda-externa-argentina.shtml

82
“previas y/o necesarias” para la refinanciación de la deuda externa,
entre las que se incluía priorizar los intereses de las multinacionales que
gestionaban los servicios privatizados (recomposición -como eufemismo
de subida- de tarifas, compensación por la devaluación, etc.). 30
Resulta entonces patente que los mecanismos de negociación de
deuda que se fueron forjando durante los años ochenta, se transformaron
en el instrumento de alineamiento de las economías periféricas en la
lógica depredadora del capitalismo salvaje que guía la globalización en
curso. Llegamos así al momento en el que la deuda externa deja de ser un
mero instrumento financiero y se transforma de lleno en una instrumento
privilegiado de ordenamiento político, es decir, el nudo que materializa
y reproduce en forma ampliada las relaciones de poder a través de las
cuáles el Centro del sistema domina a la Periferia económica y social.

3.3.5. El papel de las transnacionales en el endeudamiento


argentino

Además, en ese proceso de realineamiento, es decir, de consolidación


de las nuevas relaciones de poder que se establecían a nivel mundial,
es necesario señalar que las transnacionales desempeñaron (siguen
desempeñando) un papel esencial. Fueron y son los beneficiarios, pero
también el instrumento necesario, lo que invalida el argumento de que
simplemente aplicaron la lógica de negocios para sacar partido de una
situación creada por otros agentes o instituciones. Por ejemplo, para los
procesos de privatización, se constituyeron el instrumento más eficaz (en
algunos casos, más que las dictaduras) para desarticular a los tímidos
Estados sociales desarrollados en el continente. Asimismo, a la hora de
favorecer una apropiación muchísimo más intensa de beneficios a costa
de la pauperización del conjunto de los pueblos, las transnacionales
constituyeron un factor esencial.
Por supuesto, no fue el único mecanismo de subordinación y
hegemonización de las economías domésticas por parte de las fracciones
transnacionalizadas y concentradas del capital, aunque sí un factor
que permite mostrar con claridad la responsabilidad de las grandes
corporaciones económicas y los mecanismos de generación de deuda.

30  Ministerio de Economía Argentino

83
De hecho, si se amplió la perspectiva, el flujo de inversiones extranjeras
(IED), se dirigió básicamente31 a:
- La privatización de servicios públicos básicos (agua, electricidad,
transportes,...)
- Recursos energéticos de alto valor estratégico (petróleo, gas,...)
- Intermediación financiera
- Distribución comercial
- Producción alimentaria
Y, como se puede comprender fácilmente, el control de estos sectores
por el capital internacionalizado con intereses centrados en sus propios
beneficios y difícilmente controlables en términos de estrategias de
desarrollo (sobre todo por la desarticulación político-institucional que
acompañó a estos procesos) produjo graves consecuencias. Entre otras:-
Una apropiación y externalización de sectores de servicios nacionales
públicos y privados vitales para la satisfacción de necesidades básicas de
la población, mudándolos desde una lógica de atención y equidad a otra
de maximización de beneficios privados y minoritarios.
- Un verdadero saqueo de recursos públicos fiscales y presupuestarios
públicos a través de la “ingeniería financiera” que se utilizó para comprar
muchas de las empresas instaladas (en general, sustituir los impuestos por
servicios de deudas hacia grupos financieros propios o afines).
- Sobrecarga ficticia y fraudulenta del erario público, mediante dos
procesos de “estatización” (el Estado se hizo cargo) de la deuda externa
privada de los grandes agentes económicos que se habían endeudado en
el exterior (Cavallo, en dos oportunidades, siendo ministro de la Dictadura
y luego del presidente De la Rua).
- Captura de los sectores estratégicos de la economía (energía,
producción alimentaria, intermediación financiera,...) esenciales para
cualquier proceso de reordenamiento interno y proyecto de desarrollo
equilibrado y socialmente sostenible, poniéndolos fuera del control popular
y democrático.
- Finalmente, la “modernización” productiva impulsada por los
grandes agentes corporativos transnacionalizados, trajo aparejada una
intensa destrucción de empleo, con un natural correlato de precarización
social y laboral, en parte, por la capacidad de estos grandes agentes
para imponer condiciones “al mercado”, en parte, por el poder que tenían
31  Argentina: demostración del carácter infernal de la deuda externa. El observatorio de las transnationales. BP 96. http://www.
trannationale.org

84
sobre el Estado a través de los lobbies, la corrupción y el chantaje social,32
para crear una regulación favorable a sus intereses.
Como podemos ver, la combinación “renegociación de deuda externa
+ forzar condiciones adecuadas a los intereses de las transnacionales” ha
tenido un claro impacto en aspectos claramente vinculados a lo que más
arriba definimos como “deuda social”.
Éstas son la responsabilidad de las multinacionales y el sector
concentrado del capital financiero en el proceso de reordenamiento
social y productivo que se fue impulsando a la sombra de los procesos de
renegociación permanente de la deuda externa Argentina.
32  Como mostró la investigación del Congreso Nacional.

RECUADRO 7
Prácticas transnacionales

“UNION FENOSA, a través de sus filiales, entró a prestar servicio en el


año 2000 (en Córdoba- Colombia) a una población de 300.000 usuarios en
sectores que no tienen las condiciones técnicas adecuadas en sus redes para
que les sea prestado un servicio con calidad, continuidad y seguridad. A
raíz de una acción popular el Consejo de Estado determinó que esta empresa
debía invertir en la construcción, en la reposición y en el mantenimiento de esas
redes para prestar un servicio adecuado. Sin embargo UNION FENOSA hizo
caso omiso a esa decisión judicial y comenzó a aplicar medidas de presión
y hechos prácticos, como el de apagar la Costa en general, obligando así al
Gobierno a sentarse con ellos y generar una negociación. Ésta concluyó con
una resolución que daba a la empresa el privilegio de ocuparse del servicio
hasta el punto de conexión del transformador y obliga a la comunidad,
a través de un representante legal, a responsabilizarse y garantizar ese
servicio, a pesar de que el Consejo de Estado ya había definido que el Estado
colombiano- en cumplimiento a la normatividad constitucional- garantizaría
la prestación de ese servicio a través de la empresa privada. Ello dio pie a
que solamente en subsidios se apropiaran 54.000 millones de pesos por el
servicio en estos barrios, subsidios que, legalmente, solo pueden percibirse
por un servicio con calidad, continuidad y seguridad.”
De la declaración en el tribunal de Omar Mendivil
Colombia. Líder de la Organización de Usuarios de Servicios Públicos de
Córdoba.

85
3.3.6. Las transnacionales de origen español en el caso argentino
Dicho lo anterior, el próximo paso es plantearse, que transnacionales
fueron las más relevantes en el caso argentino. Para ello, la Figura 6, nos
pone sobre la pista del “origen” nacional de las corporaciones, al medirse
los flujos de IED (Inversión Extranjera Directa) en los países de “destino”. Se
observa así, que contrario a lo que muchas veces se considera (América
Latina como “patio trasero” de
USA), los países representativos
de la Unión Europea se equiparan
e incluso superan en importancia
a aquel país del Norte. Y más
específicamente, España se sitúa
como el segundo inversor mundial
en Argentina.
Si ahora la mirada se orienta a
los “sectores” a los cuales se dirigió
la inversión española (Figura 7), se
ve claramente que son los sectores públicos privatizados y la banca.
Queda así de manifiesto que quienes participaron en la “fiesta” de
las privatizaciones impuesta al país como parte de las condiciones de
renegociación permanente de la deuda, lejos de solucionar nada, lo
único que hicieron, fue generar más y más deuda. Y para poner nombre
y apellido a los agentes económicos involucrados el siguiente cuadro
(Cuadro 2).

3.3.7. Homogeneidad del proceso de deuda externa en América


Latina: condición para una comprensión de la deuda social de
la región

Para los límites precisos que nos imponen un trabajo de estas


características, ante la imposibilidad de descender a un análisis detallado
país por país, basta con considerar las siguientes cuestiones:
El primero surge del análisis del contexto internacional en el que se
originó el proceso de endeudamiento forzado de los países periféricos.

86
Figura 6: Participación por países de la IED durante los 90’s.
Fuente: "Cambio de planes en Argentina". El País. 13 de enero de 2002.

Figura 7: Inversión española por sectores


Fuente: Las empresas españolas temen verse perjudicadas por las medidas de Duhalde.
El País. 5 de enero de 2002.

87
Cuadro 2. Empresas que “invirtieron” en los 90 en Argentina.


Telefónica Estado Español/Iberia
TASA (Telefónica Argentina S.A.) Aerolíneas Argentinas
Azul TV
Patagonia Films BBVA
Cablevisión Bancos Francés
Cadena de radios
Torneos y Competencias Banco Santander
Banco Río de la Plata
Repsol
YPF Gas Natural
Metrogas Gas Natural BAN

Aguas de Barcelona NH Hoteles


Aguas de Argentina Varias Cadenas Hoteleras
Aguas Cordobesa
Aguas de Santa Fe Dragados
Autopista del Oeste
Endesa
Central Costanera OHL
Central Dock Sud Autopista Ezeiza-Cañuelas
Central el Chocón Autopista del Sur
Edenor
Yecitec

La inestabilidad financiera, el shock petrolero, el agotamiento del ciclo


expansivo de posguerra, y fundamentalmente, la creciente autonomía
y preeminencia del capital financiero, fueron los que “impusieron” los
procesos de toma forzada de créditos. Por tanto, estas condiciones
“centrales” son aplicables a cualquier país de la periferia económica del
sistema, no sólo a Argentina.
En segundo lugar, la relativa “sincronía” de procesos políticos y
sociales en América Latina, que en los años 70 vivió una violenta represión
de las luchas sociales (en particular, con la aparición de las dictaduras

88
Evolución deuda externa latinoamericana (en Millones US$)
45.000

40.000

35.000

30.000

25.000 Colombia
20.000
Venezuela

15.000

10.000

5.000

0
1970 1980 1990 1995 2000 2005

Figura 8: Evolución de la deuda externa latinoamericana.


Fuente: World Development Indicators de 2002 y 2007 (Banco Mundial).

Evolución deuda externa latinoamericana (en Millones US$)


18.000

16.000

14.000

12.000 Bolivia
Rep. Domini-
10.000 cana
Ecuador
8.000
Guatemala
6.000 Nicaragua

4.000

2.000

0
1970 1980 1990 1995 2000 2005

89
Evolucion deuda externa per cápita latinoamericana (en US$)
3.000

2.500

Brasil
2.000 Méjico
Colombia
Venezuela
1.500 Bolivia
Rep. Dominicana
Ecuador
1.000 Guatemala
Nicaragua

500

0
1970 1980 1990 1995 1999 2005

Figura 9: Evolución de la deuda externa latinoamericana per cápita.


Fuente: World Development Indicators de 2002 y 2007 (Banco Mundial).

que asolaron el continente), la instalación de las democracias débiles de


los 80 y la irrupción otra vez (social y económica) violenta de los feroces
reajustes estructurales inspirados en las concepciones neoliberales más
dogmáticas, antisociales y reaccionarias del planeta.
Todo esto, da como resultado (ver la Figuras 8 y 9), trayectorias de
endeudamiento en general asimilables a un patrón común.
Por tanto, aunque se entiende que los países de la región presentan,
como es lógico, sus propias trayectorias basadas en procesos históricos
particulares, con niveles de desarrollo capitalista desiguales (entre países,
pero también entre sectores sociales y regiones internas), se puede concluir
que es pertinente considerar que la deuda externa consolidó modelos de
inserción de la región en la nueva economía mundo y por tanto, relaciones
de poder, de manera homogénea, abarcando en forma similar en todo el
continente extendido al sur del Río Grande.

90
3.3.8. Consecuencias del endeudamiento externo para la vida de los
pueblos: evidencias de la deuda social asociada

Como se ha visto anteriormente, el pago de la deuda supone no


sólo una transferencia permanente de recursos sino también (y sobre todo)
el sometimiento a los intereses de grupos financieros o de otros Estados
(o de las empresas transnacionales que se tienen su base en ellos) y que
difícilmente coinciden con los de los pueblos que pagan la deuda.
En el caso concreto de América Latina la deuda externa total
desembolsada representa actualmente
El pago de la deuda supone no más del 140% de las exportaciones
sólo una transferencia permanente de bienes y servicios33 y contribuye a
de recursos sino también (y un fenómeno que se repite desde hace
sobre todo) el sometimiento a los décadas: la transferencia regular de
intereses de grupos financieros o capital de la Periferia al Centro. Estos
de otros Estados (o de las empresas flujos de recursos son favorables al Centro,
transnacionales que se tienen su incluso cuando las cifras aparentemente
base en ellos). muestran lo contrario. Esto implica que el
bienestar del Centro, en buena parte, se
está financiando con los exiguos recursos
de la Periferia pobre del planeta. Así, en la década de los 80 y los 90, la
transferencia neta de recursos financieros entre el llamado Norte y el Sur
(Centro/Periferia) fue siempre favorable a los países del Centro hasta que
la tendencia se invirtió en 1991. Ese año los países de América Latina y
el Caribe finalizaron con una transferencia a su favor de 6900 millones
de dólares. La causa de tan sorprendente recuperación de la economía
de la Periferia está en la realización masiva de privatizaciones. Éstas son
habitualmente recomendadas, asesoradas técnicamente y financiadas por
el Banco Mundial y suponen la venta de empresas y recursos naturales a un
precio muy por debajo de su valor real, como se ha visto en la experiencia
de Argentina. En la actualidad, este hecho está motivando una intensa
lucha de los movimientos sociales de Latinoamérica para recuperar –al
menos- parte del patrimonio expoliado.
En América Latina la puesta en práctica de estas políticas tiene
trágicas repercusiones sobre la población.
33  Fuente: CEPAL, sobre la base de datos del FMI. Statistical yearbook for Latin America and the Caribbean. 2006 United Nations
Publications.

91
En lo que respecta a la distribución de la riqueza, las desigualdades
en el ingreso per capita no han mejorado en los últimos 15 años al tiempo
que América Latina mantiene la tasa de inequidad más alta del mundo.
A pesar de las promesas de las instituciones financieras internacionales,
estas políticas no logran reducir la pobreza y ésta continúa aumentando.
En términos relativos permanece en los niveles de 1980 lo que supone
que alcanza al 40% de la población mientras en términos absolutos crece
desmesuradamente, pasando de 136 en 1980 a 205 millones de personas
en la actualidad.34
La flexibilización del mercado laboral genera trabajo precario y un
alto nivel de desocupación; y explica en gran medida por qué Argentina,
fiel seguidora de los programas del FMI, alcanzó en 1995 la tasa más alta
de desocupación de su historia llegando hasta el 18.6 % de la población
activa. Mientras, la cobertura de protección social ha empeorado en el
conjunto de estos países en los últimos 15 años.35
Los Programas de Ajuste Estructural (PAEs) –ya discutidos en el caso
argentino- implicaron en forma generalizada el recorte del gasto público
lo que de facto se traduce en una reducción en presupuestos de sanidad y
educación. Esta ha sido la tendencia en los últimos años en la mayoría de
los países.36 En este sentido, UNICEF ya ha señalado cómo la reducción
de los ingresos familiares, junto con los recortes en materia social, explican
la deceleración de la tendencia al descenso de la mortalidad infantil en
muchos de estos países. Especialmente sangrante fue el aumento de la
mortalidad infantil en Argentina que pasó de 16.3 por mil en 2000 a
16.8 en 2002 y que UNICEF Argentina entendió como una consecuencia
directa de la crisis de 2001.
En cuanto a la educación, si bien en América Latina la tasa de
analfabetismo se reduce en los últimos 20 años, el porcentaje de
finalización y rendimiento en los estudios y de años promedio para
terminar la educación primaria es mucho más alto que el de otros países
de similar desarrollo económico.37

34  Fuente: CEPAL sobre la base datos del FMI y entidades nacionales publicados en el Statistical year book for Latin America and
the Caribbean”,United Nations Publications, 2005.
35  Fuente: CEPAL datos 1995 -2003.
36  Estudio sobre Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Venezuela 1998-2003. Fuente: World Health Organization.
37  Kliksberg, “Inequidad en América latina: un tema clave”, Aportes para el Estado y la Administración Gubernamental , Asociación
de Administradores Gubernamentales (Argentina), Buenos Aires (Otoño 1999), pp. 9-47.

92
De igual modo, las reformas fiscales introducidas siguiendo los
dictados de los PAE benefician a las capas privilegiadas al aumentar
los impuestos al consumo (que paga el conjunto de la población) y
disminuir los impuestos al patrimonio, a los capitales y las transacciones
financieras. Favoreciendo a las capas más acomodadas, se favorece
asimismo la concentración de las tierras en pocas manos, lo que, junto
con la desertización provocada por el hombre y la falta de inversiones
para la mejora de las condiciones de vida en el campo, ha llevado al
desplazamiento de campesinos y pueblos originarios de sus tierras a otras
más alejadas o a la periferia de las grandes ciudades en las que se ven
obligados a practicar estrategias de supervivencia.

RECUADRO 8
Prácticas transnacionales 2: La deuda de la trabajo

Una de las variantes más demoledoras de la deuda social es lo que


se ha dado en llamar deuda del trabajo. La deuda del trabajo nace de
los beneficios que los países enriquecidos obtienen por aprovecharse
injustamente de las legislaciones laborales más laxas de la Periferia y por la
desprotección de las trabajadoras y trabajadores de los países empobrecidos
(cuando no por influir y presionar directamente para perpetuar o agravar
dicha desprotección).
En diciembre de 2002, se aprobó en Colombia la Ley 789. Esta
ley defiende claramente los intereses de las empresas multinacionales de
floricultura que operan en la región. Amplía la jornada diurna de 6 a.m. a
10 p.m., con lo cual reduce el pago de horas extras nocturnas (convertidas
por esta ley en diurnas), lo que es especialmente interesante para las
empersas en determinadas fechas como son las proximidades del Día de los
Enamorados o del Día de la Madre. Asimismo, dicha ley reduce en un 25%
el pago convenido en días festivos y domingos. Por si todo esto fuera poco,
esta legislación permite que los empresarios vean reducidos los costes por
despido sin causa justificada.1

1  39 “La floricultura y los derechos humanos” en http://www.odg.cat/documents/enprofunditat/Deute_ecologic/florscactus.pdf.

93
Figura 10: Inequidad social por regiones

En síntesis, en estas décadas de deuda externa-globalización


neoliberal, el resultado ha sido sociedades más injustas (Figura 10), más
insostenibles social y medioambientalmente.
Lo anterior es sólo una parte de las repercusiones sociales de las
relaciones de poder establecidas entre Centro-Periferia, en las que
la deuda externa ha funcionado como mecanismo privilegiado de
articulación, formando parte así, de un aparato de dominación mucho
más amplio y que ha utilizado otros instrumentos mucho menos “sutiles”
para la implantación a gran escala (globalización) del modelo capitalista
neoliberal.Nos encontramos por tanto con la evidencia que comentábamos
al principio, “lo social” vinculado a “lo financiero”. Y los indicadores de
salud, pobreza estructural, inequidad, precarización, etc., anteriores, no

94
hacen sino cuantificar el deterioro en las condiciones de vida de los pueblos.
Es por tanto, una primera medida de la deuda social contraída por el
conjunto de agentes institucionales (los Estados del Norte, las instituciones
globales como FMI. BM, OMC…) y económicos (transnacionales, sectores
concentrados e internacionalizados del capital).

3.3.9. Conclusiones
Por todo lo anterior, podemos afirmar que la deuda externa se
configura como un instrumento indisolublemente asociado al carácter de
desarrollo desigual e injusto de capitalismo. En el caso de América Latina,
la deuda externa fue un instrumento clave en la estructuración de relaciones
del poder global y, dentro de cada país, en la fase de globalización
neoliberal. Ha sido asimismo la principal palanca para generar el
instrumento de inserción internacional del continente, dependiente y
subordinado al modelo de globalización neoliberal.
La deuda externa es mucho más que un mecanismo de transferencia
de recursos financieros desde la Periferia al Centro: es un instrumento
en torno al cual se articulan los modelos de ingerencia, de vaciamiento
democráticos y dependencias políticas. La evolución de las economías de
países fuertemente sometidos a pago de la deuda externa y al seguimiento
de los PAE demuestran que ni el endeudamiento ni el ajuste estructural
contribuyen al desarrollo económico del país . No son capaces de mejorar
de las condiciones de vida de sus habitantes. Al contrario, suponen una
perdida de valores del país, de calidad de vida para sus habitantes y de
soberanía.
Por tanto, La deuda externa en cuanto un mecanismo “político” de
subordinación y de creación de dependencia, es en realidad un fenómeno
que transcienda ampliamente la esfera financiera para insertarse de lleno
como una instancia abarcadora, desde la cual se ejercitan los modelos
de subordinación de los países periféricos y, en particular, de expoliación
de sus riquezas. Desde esta perspectiva, los sectores más perjudicados
han sido precisamente los que menos tienen, los más vulnerables. Por ello,
no puede desvincularse el estudio de la deuda externa de su fortísimo
impacto regresivo en lo social. En otros términos, la deuda externa ha
estado indisoluble y estructuralmente ligada a la creación de una enorme

95
deuda social en forma de deterioro general de condiciones de vida de los
pueblos de la Periferia.
Los grandes beneficiados en este juego son los grandes agentes
económicos del capital altamente concentrados y los Estados del Centro.
Las grandes corporaciones transnacionales no sólo se beneficiaron de
los mecanismos de endeudamiento, sino que fueron activos y necesarios
agentes para su implantación en contra de los intereses de los pueblos.
Por tanto, son responsables de los desastres sociales, políticos, económicos
y medioambientales que han sufrido estas sociedades. En particular, las
transnacionales de origen español, protegidas y promovidas por el Estado
Español, han sido las más activas en este proceso en Latinoamérica, y por
tanto, las más responsables.
Apuntemos, por último, que no se puede olvidar el papel de la
sociedad civil del Centro. Por varias razones. No sólo por solidaridad
con los y las que sufren en cualquier lugar del planeta sino porque el
consumo del Centro se ha visto directa o indirectamente subsidiado por
este enorme expolio. También porque, en la medida en que esta sociedad
pueda influir en la política de sus países, tienen el deber moral de luchar
para acabar con la depredación. Igualmente, es importante su presión
para desarmar a los ejércitos imperiales que impulsan la guerra (Irak,
el mejor ejemplo). No menos necesario es desarmar la prepotencia y
la impunidad económica del Centro. Al fin y al cabo, en este proceso
de desigualdad y exclusión, de dualización creciente, que empieza a
producirse también en las sociedades centrales, los responsables de aquí
no son otros que los se beneficiaron con la deuda de la Periferia.

96
4. Veredicto

TRIBUNAL INTERNACIONAL DE OPINIÓN PARA


JUZGAR LA DEUDA EXTERNA

Formula, EN NOMBRE DE LOS PUEBLOS QUE SOPORTAN LA


DEUDA EXTERNA y de todos los ciudadanos y ciudadanas solidarios
con los mismos, esta SENTENCIA que declara probados los siguientes
HECHOS:
1. Constatamos que el monto de la denominada “Deuda Externa” se ha
ido acrecentando de forma vertiginosa en las últimas décadas y que
supone un claro obstáculo para el desarrollo de una vida digna de los
pueblos.
2. Constatamos que el pago de la Deuda Externa cobra diariamente l a
muerte de personas y es una de las mayores causas de la violencia
estructural y de la violación sistemática de los Derechos Humanos de la
mayor parte de la población mundial.
3. Constatamos que dicha deuda es ILEGITIMA ya que:
- Está pagada con creces.
- Los intereses son usureros.
- Se concedió a gobiernos dictatoriales y corruptos sin consultar ni
repercutir a sus poblaciones, ya que éstos se destinaron a proyectos
improductivos, compra de armamento o se desviaron a cuentas
personales en países del Norte y paraísos fiscales.
- Es utilizada como instrumento de saqueo permanente del Sur y como
medio de presión para imponer políticas neoliberales que lo mantiene
entrampado en un ciclo de dependencia y de más deuda.
4. Constatamos la existencia de una DEUDA del Norte CONTRAÍDA CON
LOS PUEBLOS DEL SUR que es mucho más profunda y que abarca los
valores, el desarrollo de las personas y las comunidades y que legitima
los sistemas de dominación y sometimiento de los pueblos. El problema
de la deuda es un problema de PODER y de injusta distribución de
ese poder a escala mundial, nacional, comunitaria y muchas veces,
familiar.
5. Constatamos que la deuda del Norte abarca la inmensa DEUDA

97
HISTÓRICA, contraída tras más de quinientos años de saqueo y
destrucción, avasallamiento político y cultural, esclavitud y sometimiento
perpetuado hasta el presente por un sistema y ordenamiento mundial
que ha institucionalizado la inequidad, el robo, la mentira y la
impunidad.
6. Constatamos que los países del Norte han generado una DEUDA
ECOLÓGICA la cual tiene importantes impactos sociales y
medioambientales, impide la soberanía alimentaría, contamina el aire,
el agua y el suelo, provoca enfermedades poniendo en peligro de
forma grave la salud pública, y supone una transferencia de carga
para las generaciones futuras, además de comprometer seriamente la
supervivencia del planeta.
7. Constatamos asimismo una DEUDA SOCIAL por la violación sistemática
de los DERECHOS HUMANOS incluyendo los derechos a la vida, al
trabajo y un salario digno, la seguridad social, la educación, la salud,
el acceso a los medios de subsistencia, la alimentación, agua potable,
la vivienda, el derecho a no sufrir destierro, derechos al desarrollo y a
la paz.
8. Constatamos la existencia de una DEUDA POLÍTICA de vasta dimensión
ya que muchos países tienen usurpados sus derechos a la vida, a la
soberanía y a la autodeterminación.
9. Constatamos una DEUDA CULTURAL por el trasvase de valores y
perversión del lenguaje que convierte a los acreedores en supuestos
deudores; el robo y el saqueo en interdependencia y globalización; la
humillación y la auto-complacencia en ayuda y cooperación.
10. Constatamos que el gobierno español así como el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial han participado en la comisión de
actos internacionalmente ilícitos, dando apoyo a regímenes criminales,
dictatoriales y autoritarios cuando están obligados por el derecho
internacional a respetar y hacer respetar los derechos humanos.
11. Constatamos que el Gobierno español, así como la Unión Europea en
su conjunto, pone serias trabas a la libre circulación de los trabajadores
inmigrantes y viola el Convenio de Ginebra para refugiados, mientras
imponen al Sur la libre circulación de capitales y mercancías, a través
del FMI, la OMC, el BM y la OCDE. La inmigración se produce por la
causa de las desigualdades económicas entre los países empobrecidos
que tienen, sin embargo, que destinar gran parte de sus recursos
al pago de la deuda externa. Así, se condena a buena parte de la

98
población mundial a una situación sin salida. Ni en los países emisores
de inmigrantes ni en los receptores encuentran una posibilidad para
salir de las condiciones de extrema pobreza que afrontan.
12. Constatamos que el gobierno español ha aumentado la partida de los
presupuestos generales del Estado destinada a los créditos FAD (Fondos
de Ayuda al Desarrollo) en un 63,5% respecto al último año. Con ello,
sigue utilizando mecanismos de supuesta “ayuda” que perpetúan la
generación de Deuda Externa y sirven a la internacionalización de la
economía española.
13. Constatamos que el gobierno español utiliza el gasto público y
mecanismos públicos de apoyo a la exportación como la CESCE
(Compañía Estatal de Seguros de Crédito a la Exportación) para
impulsar actividades de empresas transnacionales españolas que
comportan impactos ambientales, económicos y sociales muy negativos
en los países destinatarios de la Inversión Extranjera Directa española.
Asímismo constatamos la total pasividad e indiferencia del gobierno
español ante casos de denuncias por la violación de los derechos
humanos y procesos judiciales contra empresas transnacionales
españolas tales como Repsol-YPF, Endesa, Union Fenosa, Iberdrola,
Gas Natural, BBVA, Grupo Santander, La Caixa, Aguas de Barcelona,
Abengoa, FCC, ACS-Dragados, etc.
14. Constatamos que de llevarse a cabo la cancelación de la Deuda
Externa del gobierno español al ritmo establecido actualmente, el 4%,
necesitaríamos 25 años para alcanzar la cancelación total.

Estos hechos expuestos en el Tribunal Internacional de Opinión para


juzgar la Deuda Externa, constituyen una violación grave del Derecho
Internacional y sus normas y cuerpos legales, tales como la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, el Convenio 169 de la Organización
Internacional de Trabajo (OIT) sobre los pueblos indígenas y originarios,
el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, el Derecho a la
Autodeterminación de los Pueblos, así como de leyes y normas de carácter
nacional e internacional, tales como el Convenio sobre Biodiversidad o
el Protocolo de Kioto.Por ello se condena al Gobierno español, a las
instituciones financieras y comerciales internacionales así como a las
empresas transnacionales españolas a:

99
1. Reconocer política y jurídicamente que las mujeres y hombres
de los países del Sur son sujetos de derecho. Se deben garantizar
satisfactoriamente los derechos de todas las víctimas de la globalización
capitalista a la verdad, la justicia y la reparación integral.
2. Ejecutar las políticas necesarias para abolir la deuda externa. Prohibir
cualquier política económica que tenga repercusiones negativas sobre
otros países, y que ponga en peligro la vida de los ciudadanos o impida
la satisfacción de sus necesidades básicas (soberanía alimentaria,
educación, salud, vivienda digna, agua potable, soberanía cultural,
etc.).
3. Instalar una moratoria, sin acumulación de intereses, en el cobro de
la deuda de los 82 países del Estado español con el fin de realizar
Auditorías Públicas Integrales y participativas para determinar la
ilegitimidad de la deuda exigida.
4. Abolir de forma inmediata e incondicional todas las deudas impagables
e ilegítimas. Establecer un calendario de compromisos para adoptar
un proceso que muestre la verdad y las responsabilidades políticas
y judiciales de aquellas personas y/o instituciones que permitieron,
fomentaron e hicieron uso de los créditos ilegítimos. Restituir los daños
causados e indemnizar a las víctimas.
5. Reconocer la deuda ecológica adquirida con los países empobrecidos
- lo que implica pedir públicamente perdón por los daños y perjuicios
causados -, establecer mecanismos para su restitución y aplicar políticas
que eviten su generación.
6. La prohibición de inversiones públicas y privadas en proyectos que no
cumplan los estándares ambientales, laborales y sociales. La derogación
de todas aquellas políticas que fomentan un modelo de producción,
transporte y consumo, dependientes de la importación de energías no
renovables o la utilización de espacios ambientales fuera de nuestro
territorio.
7. La cancelación de todos los mecanismos de flexibilidad que permitan
incumplir los compromisos adquiridos de reducción de emisiones de
gases de efecto invernadero.
8. Establecer, en los ámbitos que proceda, reparaciones y responsabilidades
judiciales, civiles o penales, por la generación de deudas ecológicas,
sociales y políticas.La creación de un fondo de compensación por los
daños producidos a causa de la deuda ecológica adquirida por el

100
Gobierno español, sus instituciones públicas y las empresas privadas.
9. La eliminación de los créditos FAD (Fondo de Ayuda al Desarrollo)
como instrumento de Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD), el cierre de la
CESCE (Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación)
y el cese inmediato de sus actividades, así como la no contabilización
de la cancelación de la deuda como AOD.
10. La no utilización de los mecanismos públicos para generar nueva
deuda externa o de apoyo a la exportación para impulsar actividades
de empresas transnacionales españolas.
11. Ejecutar políticas efectivas para la prohibición del comercio
armamentístico, así como la reducción radical del gasto público
militar. Además del no apoyo a leyes que fomentan la impunidad y las
violaciones de los derechos humanos.
12. La incorporación de los puntos expuestos anteriormente en la Ley
Reguladora del Tratamiento de la Deuda Externa, actualmente en tramite
en el Parlamento español, así como en los Presupuestos Generales del
Estado.
13. Promover en el ámbito internacional el no reconocimiento tanto de
la deuda externa multilateral como de la privada, y proceder al
desmantelamiento de las instituciones internacionales, tales como el
Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Organización
Mundial de Comercio.
14. Replantear completamente el concepto de deuda externa para que
los países mal llamados deudores sean considerados acreedores y los
países generadores de Deuda Ecológica, Social y Política, como el
Estado español, sean considerados deudores.
15. Garantizar el derecho a la información y el derecho a informar de los
ciudadanos mediante legislaciones que pongan fin a la concentración
de medios y favorezcan a la prensa sin animo de lucro.
16. Encaminar todas las políticas públicas y privadas hacia una profunda
transformación del sistema económico capitalista.

Ordenamos a todas las autoridades y funcionarios que cumplan


y hagan cumplir la presente sentencia contra la que no cabe recurso
alguno.
Y así lo declaramos y firmamos en Madrid, a 22 de octubre de
2005.

101
Firmado, los jueces:
Juana Calfunao (Lonko de la Comunidad Mapuche Juan Paillalef,
Comisión Ética contra la Impunidad, Red de Defensores Comunitarios,
Chile), Itziar Ruiz Jiménez (Profesora de Relaciones Internacionales
de la Universidad Autónoma de Madrid), Carlos Berzosa (Rector de la
Universidad Complutense de Madrid), Félix Pantoja (Vocal del Consejo
General del Poder Judicial).
El Jurado Popular ha fallado de forma unánime que los acusados son
culpables de todos los delitos imputados y acusaciones realizadas por
la campaña ¿Quién debe a quién?. Este jurado estuvo compuesto por
Rosa Regás (directora de la Biblioteca Nacional), Carlos Taibo (profesor
de Ciencia Política en la UAM), Javier Ortiz (periodista), César Carrillo
(expresidente del sindcato USO de Colombia, exiliado), Eunice Khanyssa
Mabyeka (jurista, miembro de la Asociación de Estudios Africanos y
Panafricanismo), Chini Rueda (teóloga, miembro de Católicas por el
Derecho a Decidir y del colectivo Somos Iglesia), Gemma Tarafa (activista
contra la Deuda Externa, Observatorio de la Deuda en la Globalización),
Jorge Fonseca (profesor de economía de la UCM) y Begoña Lalana Alonso
(abogada, miembro de la junta de la Asociación Libre de Abogados).

102
Glosario

ADEU: Abolició del Deute Extern Usurer (abolición de la deuda externa


usurera)
AOD: Ayuda Oficial al Desarrollo.
ATTAC: Asociación por una Tasa sobre las Transacciones especulativas
para Ayuda a los Ciudadanos.
BM: Banco Mundial.
CAD: Comité de Asistencia al Desarrollo.
CADTM: Comité per l’Anulació del Deute del Tercer Món. (Comité por la
Anulación de la Deuda del Tercer Mundo de Bélgica)
CDIAC: Carbon Dioxide Information Analysis Center.(Centro de análisis de
información sobre le dióxido de carbono perteneciente al Departamento
de energía del gobierno de EEUU.
CELGUSA: Celulosas de Guatemala SA
CEOSI: Campaña estatal contra la ocupación y por la Soberanía de Iraq
CESCE: Compañía Española de Seguros de Créditos a la Exportación.
CONFER: Conferencia Española de Religiosos.
CPI: Corte Penal Internacional.
ENCE: Empresa Nacional de Celulosa de España
EPA: Environmental Protection Agency (Agencia de protección
medioambiental (Dependiente del gobierno de EEUU).
FAD: Fondo de Ayuda al Desarrollo.
FMI: Fondo Monetario Internacional.
ICO: Instituto de Crédito Oficial.
IED: Inversión Extranjera Directa.
IFI: Instituciones Financieras Internacionales.
NNUU: Naciones Unidas.
OCDE: Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
OMC: Organización Mundial del Comercio.
ONG: Organización No Gubernamental.
ONU: Organización de las Naciones Unidas
PCB: Bifenilos ploriclorados, compuestos químicos formados por
cloro, carbono e hidrógeno.PEAE: Países Empobrecidos Altamente
Endeudados.

103
PRSP: Planes estratégicos de reducción de la pobreza.
QDQ: Campaña ¿Quién debe a quién?.
RCADE: Red Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa.
SLUG: Aksjon Slett U-landsgjelda. (Campaña Noruega por la Cancelación
de la Deuda Externa).
TBT: Tributiltina, compuesto quimico que se usa como fungicida y
alguicida
TPP: Tribunal Permanente de los Pueblos.
UFC: United Fruit Company.
UNICEF: The United Nations Children’s Fund. (Fundación para la infancia
de Naciones Unidas).

104
Anexo 1: Miembros del tribunal

JUECES

Juana Calfunao. Lonko de la Comunidad Mapuche Juan Paillalef. Comisión


Ética contra la Impunidad, Red de Defensores Comunitarios, Chile.
Itziar Ruiz Jiménez. Profesora de Relaciones Internacionales de la
Universidad Autónoma de Madrid.
Carlos Berzosa. Rector de la Universidad Complutense de Madrid.
Félix Pantoja. Vocal del Consejo General del Poder Judicial.

JURADO POPULAR

Rosa Regás. Escritora, directora de la Biblioteca Nacional.


Carlos Taibo. Profesor de Ciencia Política en la Universidad Autónoma de
Madrid.
Javier Ortiz. Periodista. Columnista del diario El Mundo y ensayista
político.
César Carrillo. Ex-presidente del sindicato USO (Unión Sindical Obrera)
de Colombia, exiliado.
Eunice Khanyssa Mabyeka. Jurista, miembro de la Asociación de Estudios
Africanos y Panafricanismo.
Chini Rueda. Teóloga, miembro de Católicas por el Derecho a Decidir y
del colectivo Somos Iglesia.
Gemma Tarafa. Activista contra la Deuda Externa, Observatorio de la
Deuda en la Globalización.
Jorge Fonseca. Profesor de economía de la Universidad Complutense de
Madrid.
Begoña Lalana Alonso. Abogada, miembro de la junta de la Asociación
Libre de Abogados.

ACUSACIÓN

DEUDA ILEGÍTIMA

Hugo Ruiz. Doctor en Derecho Internacional. Paraguay-Francia

105
DEUDA ECOLÓGICA

Miquel Ortega. Coordinador de la revista “Ecología Política”, experto en


deuda ecológica. Cataluña.

DEUDA POLITICA Y SOCIAL

Beberly Keene. Coordinadora de Jubileo Sur. Argentina.

TESTIGOS

DEUDA ILEGÍTIMA

Mbuyi Kabunda Badi. Profesor de Relaciones Internacionales de la


Universidad de Basilea, Suiza.
Nora Cortiñas. Cofundadora e integrante de las Madres de Plaza de
Mayo-Línea Fundadora, Argentina.

DEUDA ECOLÓGICA

Ivonne Yañez. Coordinadora para Sudamérica de Oilwatch, Ecuador


Tom Kucharz. Investigador, Comisión Internacional de Ecologistas en
Acción.

DEUDA POLÍTICA Y SOCIAL

Omar Mendivil. Representante de la Organización de Usuarios de Servicios


Públicos, Colombia.
Clarice Aparecida Dos Santos. Miembro del MST (Movimento dos
Trabalhadores Rurais Sem Terra) -Vía Campesina, Brasil.
Carlos Gómez Gil. Profesor de Economía de la Universidad de Alicante,
experto en políticas de deuda externa del Estado Español.

106
Anexo 2: Para más información

Organizaciones

www.quiendebeaquien.org
www.oilwatch.org
www.debtwatch.org
www.cadtm.org
www.congdasturias.org
www.ecologistasenaccion.org
www.omal.info
www.congde.org
www.odg.com

Organismos del Estado español

www.cesce.es
www.ico.es

Instituciones financieras internacionales

Banco Interamericano de Desarrollo www.iadb.org


Banco mundial www.bancomundial.org / wwwworldbank.org
OMC www.wto.org
FMI www.imf.org
Club de Paris www.clubdeparis.org

107
108
109
Adhesiones a la campaña ¿Quién debe quién?
Acsur-Las Segovias
Agermanament Sense Fronteres
Alternativa Universitaria de Valladolid
Amigos de la Tierra - España
ARA, l’Assemblea Revolucionària d’Artés
Asociación de Estudiantes de Medicina para la Cooperación y el Desarrollo (IFMSA-Spain)
Asociación Paz con Dignidad
Associació de Cooperació per la Pau
Associació per el Desenvolupapmnet i la Integració Beni Snasen de Catalunya -ADIB-
ATTAC- Catalunya
ATTAC-Madrid
Àgora Nord - Sud
Comité de Suport al MST de Barcelona
Confederación General del Trabajo (CGT)
Consell de la Joventut de Barcelona
Coordinadora ONGD de Asturias
Coordinadora Un Altre Món És Possible de Sabadell
Cristianos de Base de Madrid
Derechos para Tod@s
Dones x Dones
Ecologistas en Acción
Educació Sense Fronteres
Enginyeria sense Fronteres
Entrepobles
Espacio Alternativo
Espacio Horizontal contra la Guerra
Federació catalana de ONG pel Desenvolupament
IEPALA
Intersindical Alternatica de Catalaunya (IAC)
JERC Joventuts d’Esquerra Republicana de Catalunya
Justicia y Paz
Mans Unides
Minyons Escoltes Guies Sant Jordi de Catalunya
Mon3
Observatori del Deute en la Globalització
Observatori DESC
OCSI (Organización de Cooperación y Solidaridad Internacional)
ONU Veto NO
Paz Ahora
Proyecto Cultura y Solidaridad
Red África - Europa
Red Ciudadana Por la Abolición de la Deuda Externa (RCADE/XCADE)
SED - Solidaritat, Educació, Desenvolupament
Servei Civil INTERNACIONAL - Catalunya
SETEM-Catalunya
Verdegaia
Veterianarios Sin Fronteras

También podría gustarte