Está en la página 1de 13

Radicación No.

41001-23-33-000-2015-00217-01
Actor: DANIELA ALEJANDRA PÉREZ MONJE
IMPUGNACIÓN ACCIÓN DE TUTELA - Pág. No. 1
NIVELACIÓN SALARIAL DE EMPLEADO MUNICIPAL CON HOMÓLOGO

AUTONOMÍA DE LOS
NACIONAL – Improcedencia /

CONCEJOS MUNICIPALES PARA


ESTABLECER LAS ESCALAS DE
REMUNERACIÓN DE SUS
EMPLEADOS DENTRO DE LOS
TOPES FIJADOS POR EL GOBIERNO
NACIONAL
Conforme a la tabla presentada por el actor en el folio 40 de la demanda, que su
reclamación se ciñe a que se le reconozca el valor que resta entre el monto fijado
por el Gobierno nacional, a través de decreto, como límite máximo de asignación
básica mensual para los servidores territoriales, y el determinado por el concejo, lo
cual, como antes se explicó, la corporación municipal lo establece, con base en
estudios técnicos y presupuestales del ente territorial, dentro de los parámetros
definidos por el Ejecutivo; pero sin que haya exigencia legal para justificar en
detalle el motivo por el que una asignación mensual no se establece igual al tope
señalado por el Gobierno nacional, tal como lo pretende el recurrente cuando
afirma: «el ejercicio que se debió haber realizado [el a quo] era cotejar las sumas
reconocidas con los límites establecidos en los Decretos nacionales, a fin de
verificar si era o no cierto que las reconocidas eran inferiores a las de los
mencionados decretos, para a partir de allí buscar la justificación para no sujetarse
a dichos límites» (negrillas ajenas al texto). Por lo tanto, después de estudiados
cada uno de los decretos expedidos por el Gobierno nacional, entre los años 2002
y 2013, en que fija el límite máximo de la asignación básica para los empleados
territoriales, se llega a la conclusión que su pretensión no tiene vocación de
prosperidad.

NOTA DE RELATORÍA: En relación con la improcedencia del reconocimiento de


la diferencia salarial entre la remuneración asignada por las corporaciones
públicas territoriales y la máxima establecida por el Gobierno Nacional, Sección
Segunda, Subsección B, sentencia de 9 de febrero de 2017, radicación: 2267-15,
C.P.: César Palomino Cortés.

FUENTE FORMAL: CONSTITUCÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 150 NUMERAL 19 /


CONSTITUCÓN POLÍTICA – ARTÍCULO 313 NUMERAL 6 / CONSTITUCÓN
POLÍTICA – ARTÍCULO 315 NUMERAL 7 / LEY 4 DE 1992 – ARTÍCULO 12

CONSEJO DE ESTADO

SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO

SECCION SEGUNDA

SUBSECCION B
Consejero ponente: CARMELO PERDOMO CUETER

Bogotá, D.C., veintiséis (26) de noviembre de dos mil dieciocho (2018).

Radicación número: 20001-23-33-000-2014-00084-01(4140-15)

Actor: ARCENIO DAVID DE LOS REYES CABARCAS

Demandado: MUNICIPIO DE VALLEDUPAR (CESAR)

Medio de control: Nulidad y restablecimiento del derecho

Tema: Reconocimiento de diferencia salarial

Procede la Sala a decidir el recurso de apelación interpuesto por el accionante


contra la sentencia de 13 de agosto de 2015, proferida por el Tribunal
Administrativo del Cesar, que negó las pretensiones de la demanda del epígrafe.
I. ANTECEDENTES

1.1 Medio de control (ff. 35-40). El señor Arcenio David de los Reyes Cabarcas,
por conducto de apoderado, ocurre ante la jurisdicción de lo contencioso-
administrativo a incoar medio de control de nulidad y restablecimiento del derecho,
conforme al artículo 138 del Código de Procedimiento Administrativo y de lo
Contencioso Administrativo (CPACA), contra el municipio de Valledupar para que
se acojan las pretensiones que en el apartado siguiente se precisan.

1.1.1 Pretensiones. 1) El actor aspira a que se declare la nulidad del acto ficto o
presunto por el que el accionado le negó el reconocimiento y pago de la prima
técnica por evaluación del desempeño, a partir del 1.° de enero de 2002, en
calidad de celador, grado 2 A, nivel asistencial, y las diferencias salariales dejadas
de percibir, durante el período comprendido entre 2002 y 2013, por haberse
inaplicado los Decretos 693 de 2002, 3573 de 2003, 4177 de 2004, 941 de 2005,
398 de 2006, 627 de 2007, 667 de 2008, 732 de 2009, 1397 de 2010, 1048 de
2011, 840 de 2012 y 1015 de 2013, en concordancia con los artículos 14 del
Decreto 1569 de 1998 y 20 del Decreto 785 de 2005.
2) Que, como consecuencia de la anterior declaración y a título de
restablecimiento del derecho, se condene a la entidad demandada a cancelarle la
prima técnica por evaluación del desempeño, desde el primero de enero de 2002,
2
y las sumas dejadas de percibir, entre 2002 y 2013, por la falta de aplicación de
los decretos antes relacionados.

3) Que se reconozca la indexación de todos y cada uno de los valores por


cancelar, así como los intereses que correspondan.

4) Que se condene en costas y agencias en derecho.

1.1.2 Fundamentos fácticos (ff. 36-37). Relata el actor que se vinculó en la


Institución Educativa San Joaquín, de Valledupar (Cesar), como celador, grado 2
A, en propiedad, desde el 17 de enero de 1996, y hasta la fecha de presentación
de la demanda (14 de marzo de 2014) ha prestado servicios durante más de 17
[18] años, y ha obtenido en su desempeño calificación superior al 90%.

Dice que la Administración no le ha reconocido la asignación básica mensual


correspondiente al nivel asistencial para cada uno de los años comprendidos entre
2002 y 2012, al inaplicar los Decretos 693 de 2002, 3573 de 2003, 4177 de 2004,
941 de 2005, 398 de 2006, 627 de 2007, 667 de 2008, 732 de 2009, 1397 de
2010, 1048 de 2011, 840 de 2012 y 1015 de 2013, en concordancia con los
artículos 14 del Decreto 1569 de 1998 y 20 del Decreto 785 de 2005.

Señala que los valores de la asignación básica para los mentados años son los que se muestran, a
continuación:
Año Norma Nivel Asignación
2002 Art. 1° del Decreto 693 de Asistencial 1.237.255
2002
Art. 1° del Decreto 3573 de
2003 Asistencial 1.307.779
2003
Art. 1° del Decreto 4177 de
2004 Asistencial 1.374.476
2004
Art. 1° del Decreto 941 de
2005 Asistencial 1.450.073
2005
Art. 1° del Decreto 398 de Asistencial 1.522.577
2006
2007 2006
Art. 1° del Decreto 627 de Asistencial 1.591.093
2008 20071° del Decreto 667 de
Art. Asistencial 1.681.627
2009 20081° del Decreto 732 de
Art. Asistencial 1.810.608
20091° del Decreto 1397 de
Art.
2010 Asistencial 1.846.821
2010
Art. 7° del Decreto 1048 de
2011 Asistencial 1.905.366
2011
Art. 7° del Decreto 840 de
2012 Asistencial 2.000.635
2013 2012
Art. 7° del Decreto 1015 de Asistencial 2.069.457
2013

Y, por último, expone que la oficina de talento humano municipal no le ha dado, en


cuanto al reconocimiento de la prima técnica ahora solicitada, el mismo trato dado
a otros trabajadores que ocupan el mismo cargo, a quienes ya se les cancela
dicha prestación. Se citan como ejemplo, los señores Abel Antonio Ariza Suárez, a

3
quien se le reconoció a través de Decreto 125 de 14 de abril de 2010, y al señor
Jhonys Enrique Daza González.

1.1.3 Disposiciones presuntamente violadas y su concepto. Cita como normas


violadas por el acto administrativo acusado las siguientes: los artículos 1,2, 6, 13,
23, 25, 29, 48, 53 y 83 de la Constitución Política; 5 de la Ley 6.ª de 1945, y los
Decretos 1661 de 1991, 2164 de 1991, 1336 de 2003, 2177 de 2006 y 1164 de
2012 (prima técnica), y 693 de 2002, 3573 de 2003, 4177 de 2004, 941 de 2005,
398 de 2006, 627 de 2007, 667 de 2008, 732 de 2009, 1397 de 2010, 1048 de
2011, 840 de 2012 y 1015 de 2013, en concordancia con los artículos 14 del
Decreto 1569 de 1998 y 20 del Decreto 785 de 2005 (salarios).

El concepto de la violación reside, en esencia, en que la prima técnica ha sido


regulada por los Decretos 1661 de 1991, 2164 de 1991, 1336 de 2003, 2177 de
2006 y 1164 de 2012, en que se establece que puede ser reconocida a los
servidores territoriales; pero el ente accionado, a pesar de que se cumplen los
requisitos exigidos, no la otorga. También alega que el salario que se debe percibir
es el instituido en los Decretos 693 de 2002, 3573 de 2003, 4177 de 2004, 941 de
2005, 398 de 2006, 627 de 2007, 667 de 2008, 732 de 2009, 1397 de 2010, 1048
de 2011, 840 de 2012 y 1015 de 2013, en concordancia con los artículos 14 del
Decreto 1569 de 1998 y 20 del Decreto 785 de 2005, y no en el orden municipal.

1.2 Contestación de la demanda (ff. 72-76). La entidad accionada arguye que la


Corte Constitucional, mediante sentencia C-510 de 1999, se pronunció sobre el
alcance del artículo 150, numeral 19, letra e), de la Constitución Política, que
estatuyó que corresponde única y exclusivamente al Gobierno nacional fijar el
régimen prestacional de los empleados públicos de los entes territoriales, en
seguimiento de los parámetros establecidos por el legislador en la ley general. En
efecto, las asambleas y los concejos deben determinar las escalas de
remuneración de los cargos de sus dependencias, y los gobernadores y alcaldes,
los emolumentos de los empleos sujetos a ellos, que, en ningún caso, pueden
desconocer los límites máximos señalados por el Gobierno nacional.

Por consiguiente, el reconocimiento de las primas de antigüedad, profesional y


técnica, prestaciones respecto de las cuales el concejo carece de atribuciones,
tanto para crearlas como para regularlas; de ahí que las pretensiones de la

4
demanda no prosperan y los acuerdos que las contemplan resultan inaplicables
por incompetencia.

Propuso las excepciones de inexistencia de normas violadas y la prescripción de


las acreencias laborales que reclama el demandante.

II. LA SENTENCIA DE PRIMERA INSTANCIA

El Tribunal Administrativo del Cesar, en sentencia de 13 de agosto de 2015, niega


las pretensiones de la demanda y condena en costas, al estimar, en síntesis, que
el actor, por ser un empleado territorial, no tiene derecho al reconocimiento de la
prima técnica, toda vez que, a partir de la sentencia de 19 de marzo de 1998, de
esta Corporación, sala de lo contencioso-administrativo, sección segunda,
expediente:11955, con ponencia del consejero Silvio Escudero Castro, se decretó
la nulidad del artículo 13 del Decreto 2164 de 1991, en el que se hacía extensivo
el reconocimiento de la mencionada prestación a los empleados del nivel
territorial, y se precisó que solo comprende a los empleados públicos del orden
nacional.

Por otra parte, en cuanto a las diferencias salariales, se determinó que, al analizar
cada una de las asignaciones básicas establecidas desde el 2002 al demandante,
en el empleo de celador grado 2 A, nivel asistencial, y de compararlas con los
topes máximos señalados en cada uno de los decretos nacionales de los que
pretende su nivelación, la Administración municipal en ningún momento superó
tales limitaciones.

5
III. EL RECURSO DE APELACIÓN

El demandante interpuso recurso de apelación contra la anterior providencia, en


que pide que se revoque y lo circunscribe a que su segunda pretensión de
condenar al ente accionado a reconocer y cancelar, a título de restablecimiento del
derecho, la diferencia salarial dejada de reconocer en cada uno de los años
comprendidos desde el 2002 hasta el 2013, por haberse inaplicado los Decretos
693 de 2002, 3573 de 2003, 41 77 de 2004, 941 de 2005, 398 de 2006, 627 de
2007, 667 de 2008, 732 de 2009, 1397 de 2010, 1048 de 2011, 840 de 2012 y
1015 de 2013, en concordancia con los artículos 14 del Decreto 1569 de 1998 y
20 del Decreto 785 de 2005, se refiere a que esta menciona los menores valores
reconocidos en la asignación básica mensual, a partir de enero de 2002, «lo cual
implica cotejar los valores reconocidos con los límites fijados en los Decretos
salariales expedidos por el Gobierno Nacional, y mencionados en la pretensión
antes trascrita».

Agrega: «se reitera el ejercicio que se debió haber realizado era cotejar las sumas
reconocidas con los límites establecidos en los decretos nacionales, a fin de
verificar si era o no cierto que las reconocidas eran inferiores a las de los
mencionados decretos, para que a partir de allí buscar la justificación para no
sujetarse a dichos límites» (ff. 343-344).

IV. TRÁMITE PROCESAL

El recurso de apelación interpuesto fue concedido, en auto de 10 de septiembre


de 2015, ante esta Corporación (f. 346), y se admitió por proveído de 11 de
febrero de 2016 (f. 351); y, después, en providencia de 22 de septiembre de 2017,
se dispuso a correr traslado simultáneo a las partes y al Ministerio Público para
que alegaran de conclusión y conceptuara, en su orden (f. 357), oportunidad por
todos desaprovechada.

V. CONSIDERACIONES DE LA SALA

5.1 Competencia. Conforme a la preceptiva del artículo 150 del CPACA esta
Corporación es competente para conocer del presente litigio, en segunda
instancia.

5.2 Problema jurídico. Corresponde en esta oportunidad a la Sala determinar, en

6
los términos del recurso de apelación, si el actor tiene derecho a que se le
reconozca y pague la diferencia salarial que alega haber dejado de percibir como
celador, grado 2 A, nivel asistencial, del orden territorial, durante el período
comprendido entre los años 2002 y 2013, al no fijarse su asignación básica
mensual en igual valor al tope máximo establecido por el Gobierno nacional para
los empleados públicos de las entidades territoriales.

5.3 Caso concreto. A continuación, procede la Sala a analizar las peculiaridades


del caso objeto de juzgamiento frente al marco normativo que gobierna la materia.
En ese sentido, en atención al material probatorio traído al plenario y de
conformidad con los hechos constatados por esta Corporación, se destaca:

a) Acta de posesión del accionante, de 17 de enero de 1996, en la sección de


personal del municipio de Valledupar, como celador, en período de prueba (f. 5).

b) Certificado de la secretaría de educación de Valledupar, del primero de agosto


de 2013, sobre tiempos de servicio del demandante, en que se declara que
ingresó en la Institución Educativa San Joaquín el 17 de enero de 1996 (f. 6).

c) Escrito del actor, de 30 de agosto de 2013, dirigido al alcalde de Valledupar, en


el que solicita el reconocimiento y pago de la prima técnica por evaluación del
desempeño y la diferencia salarial dejada de percibir entre el 2002 y el 2013, en
calidad de celador, grado 2 A, nivel asistencial (ff. 7-10).

d) Certificados de salarios del demandante, de 11 de junio de 2015, del profesional


universitario de la secretaría de educación de Valledupar, durante los años 2005-
2007 (ff. 188-190).

e) «Formato» único para la expedición de certificado de salarios, consecutivo


1876, del Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio, en que se
declara los factores salariales percibidos por el actor en los años 2008-2015 (ff.
191-196).

De las pruebas que obran en el expediente, se colige que el demandante se


vinculó en la Institución Educativa San Joaquín, de Valledupar, en propiedad, el 17
de enero de 1996, como celador, grado 2 A, y, en la época de presentación de la
demanda (14 de marzo de 2014), contaba con más de 18 años de servicio. Aspira
7
a que se le reconozca y pague la diferencia salarial existente entre la asignación
básica mensual fijada por las autoridades municipales y el límite máximo
establecido, mediante decreto, por el Gobierno nacional para los empleados
territoriales durante los años 2002-2013, como lo muestra la siguiente tabla (f. 40):

ASIGNACIÓ ASIGNACIÓ DIFERENC


AÑO NORMA NIVEL N N IA
BÁSICA BÁSICA ANUAL
2002 Art. 1 o
del Decreto 693 de Asistenci MENSUA MENSUAL
1.237.255 386.331 10.211.08
20021o del Decreto 3573 de Asistenci
2003 Art. al 1.307.779 406.664 8
10.813.38
2004 2003
Art. 1 del Decreto 4177 de al 0
o
Asistenci 1.374.476 428.067 11.356.90
2004 o al
2005 Art. 1 del Decreto 941 de Asistenci 1.450.073 450.596 8
11.993.72
2005 o al
2006 Art. 1 del Decreto 398 de Asistenci 1.522.577 474.311 4
12.579.19
2006 o al
2007 Art. 1 del Decreto 627 de Asistenci 1.591.093 499.274 2
13.101.82
2007 o al
2008 Art. 1 del Decreto 667 de Asistenci 1.681.627 525.551 8
13.872.91
2008 o al
2009 Art. 1 del Decreto 732 de Asistenci 1.810.608 565.861 2
14.936.96
2009 o al
2010 Art. 1 del Decreto 1397 de Asistenci 1.846.821 1.019.169 4
20107o del Decreto 1048 de Asistenci
2011 Art. al 1.905.366 1.065.032 9.931.824
10.084.00
20117 del Decreto 840 de Asistenci
2012 Art. o al 2.000.6 1.118.284 8
10.588.21
20127 del Decreto 1015 de Asistenci
2013 Art. o al 35
2.069.457 1.156.753 2
2013 TOTALES al 6.939.140 9.127.040
139.509.3
92

El artículo 150, numeral 19, de la Constitución Política consagra que corresponde


al Congreso de la República «dictar normas generales, y señalar en ellas los
objetivos y criterios a los cuales debe sujetarse el Gobierno para los siguientes
efectos: […] e) Fijar el régimen salarial y prestacional de los empleados públicos, de
los miembros del Congreso Nacional y de la Fuerza Pública. Estas funciones en lo
pertinente a prestaciones sociales son indelegables en la Corporaciones públicas
territoriales, y éstas no podrán arrogárselas».

A su vez, el artículo 313, numeral 6, de la Carta Política, preceptúa:

Corresponde a los concejos:

[...]

6. Determinar la estructura de la administración municipal y las funciones de


sus dependencias; las escalas de remuneración correspondientes a las
distintas categorías de empleos; crear, a iniciativa del alcalde,
establecimientos públicos y empresas industriales o comerciales y autorizar la
constitución de sociedades de economía mixta.

Y, asimismo, el artículo 315, numeral 7, del mismo Estatuto Superior precisa:

8
Son atribuciones del alcalde:

[…]

7. Crear, suprimir o fusionar los empleos de sus dependencias, señalarles


funciones especiales y fijar sus emolumentos con arreglo a los acuerdos
correspondientes. No podrá crear obligaciones que excedan el monto global
fijado para gastos de personal en el presupuesto inicialmente aprobado
(negrillas fuera de texto).

De conformidad con lo que precede, los concejos, por una parte, no pueden
establecer, de manera discrecional, el régimen salarial y prestacional de los
empleados públicos municipales, sino que estos deben ser autorizados por ley,
puesto que existe una competencia compartida entre el legislador y el ejecutivo, en
que el primero de estos determina unos datos o factores generales relativos al
régimen salarial y prestacional. Y, por la otra, a los alcaldes compete determinar
los emolumentos con sujeción a la ley y a los acuerdos (artículo 315, numeral 7).

En este orden de ideas, la Ley 4.ª de 1992, que señala las normas, objetivos y
criterios que debe observar el Gobierno nacional para la fijación del régimen
salarial y prestacional de los empleados públicos, en su artículo 12, prescribió:

El régimen prestacional de los servidores públicos de las entidades


territoriales será fijado por el Gobierno Nacional, con base en las normas,
criterios y objetivos contenidos en la presente Ley.

En consecuencia, no podrán las corporaciones públicas territoriales


arrogarse esta facultad.

Parágrafo: El Gobierno señalará el límite máximo salarial de estos servidores


guardando equivalencia con cargos similares en el orden nacional (negrillas
ajenas al articulado).

Esta disposición fue declarada exequible por la Corte Constitucional, en sentencia


C-315 de 19 de julio de 1995,1 en la que se expresó lo siguiente:
[…]

La economía, eficacia y eficiencia en el gasto público, en todos los ámbitos, es


un principio que tiene pleno sustento constitucional y sobre su importancia en
una sociedad democrática, soportada en la tributación equitativa y en el
correlativo deber de las autoridades de hacer un uso adecuado de los
recursos aportados por la comunidad, no es necesario abundar. La fijación a
este respecto de un límite máximo al gasto burocrático, constituye un medio
idóneo para propugnar la eficiencia y economía del gasto público y, de otro
lado, estimular que los recursos del erario nacional y de las entidades

1
Corte Constitucional, sentencia C-315 de 19 de julio de 1995. M. P. Eduardo Cifuentes Muñoz.
9
territoriales en mayor grado se destinen a la atención material de los servicios
públicos.

La razonabilidad de la medida legislativa se descubre también si se tiene en


cuenta que el patrón de referencia —los sueldos de los cargos semejantes del
nivel nacional—, garantiza que el anotado límite no sea en sí mismo irracional
y desproporcionado. Las premisas sentadas, llevan a la Corte a concluir que
la norma examinada, por lo que respecta a los empleados públicos
territoriales, es exequible.

[…]

Antes de seguir adelante conviene recordar que, según el artículo 320 del Código
General del Proceso (CGP), «el recurso de apelación tiene por objeto que el
superior examine la cuestión decidida, únicamente en relación con los reparos
concretos formulados por el apelante, para que el superior revoque o reforme la
decisión», es decir, que, en el presente asunto, las inconformidades solo giran
alrededor de las diferencias salariales del actor, entre los años 2002 y 2013, y no
del reconocimiento de la prima técnica por evaluación del desempeño.

Planteada así la cuestión, elemental es entender, conforme a la tabla presentada


por el actor en el folio 40 de la demanda, que su reclamación se ciñe a que se le
reconozca el valor que resta entre el monto fijado por el Gobierno nacional, a
través de decreto, como límite máximo de asignación básica mensual para los
servidores territoriales, y el determinado por el concejo, 2 lo cual, como antes se
explicó, la corporación municipal lo establece, con base en estudios técnicos y
presupuestales del ente territorial, dentro de los parámetros definidos por el
Ejecutivo; pero sin que haya exigencia legal para justificar en detalle el motivo por
el que una asignación mensual no se establece igual al tope señalado por el
Gobierno nacional, tal como lo pretende el recurrente cuando afirma: «el ejercicio
que se debió haber realizado [el a quo] era cotejar las sumas reconocidas con los
límites establecidos en los Decretos nacionales, a fin de verificar si era o no cierto
que las reconocidas eran inferiores a las de los mencionados decretos, para a
partir de allí buscar la justificación para no sujetarse a dichos límites»
(negrillas ajenas al texto).

Por lo tanto, después de estudiados cada uno de los decretos expedidos por el
Gobierno nacional, entre los años 2002 y 2013, en que fija el límite máximo de la
2
Por ejemplo: aparece en la tabla que en el año 2002, según el artículo 1.° del Decreto 693 de 2002, la asignación
básica del nivel asistencial fue de $1.237.255, y el concejo de Valledupar la estableció en $386.331, lo cual arroja
una diferencia de $850.924.
10
asignación básica para los empleados territoriales, se llega a la conclusión que su
pretensión no tiene vocación de prosperidad.

En esta línea, esta Subsección, en sentencia de 9 de febrero de 2017, 3 en un caso


similar relacionado con un servidor del orden departamental, sostuvo:
[…]

De conformidad con la normativa analizada en el acápite precedente, es


evidente que la facultad del Gobierno Nacional se restringe a establecer los
límites máximos salariales que pueden percibir los empleados territoriales,
siendo tarea de las Asamblea Departamentales fijar las escalas de
remuneración correspondientes a las distintas categorías de empleo al interior
de la Contraloría, mientras que los Gobernadores deben determinar los
emolumentos de acuerdo con las disposiciones analizadas y sin sobrepasar el
tope dispuesto por el Gobierno a través de los decretos.

En este orden de ideas, a partir de los argumentos expuestos, las


pretensiones de la demandante no están llamadas a prosperar, en tanto que
el ordenamiento jurídico no exige que las autoridades territoriales tengan que
fijar los emolumentos de sus servidores en un monto exacto al establecido
para los empleados del orden nacional. Como lo ha reiterado la Sala, la
atribución constitucional y legal de la que desde tiempo atrás gozan los entes
descentralizados, radica en la posibilidad de que éstos puedan fijar los
sueldos correspondientes a cada una de las diferentes categorías
ocupacionales, pero siempre dentro del límite máximo fijado por el Gobierno
Nacional.

[…]

En lo que concierne a las costas del proceso, que incluye las agencias en derecho
que correspondan a los gastos por concepto de apoderamiento dentro del
proceso, se pronunció esta Corporación en sentencia de 1.º de diciembre de
2016,4 en el sentido de que «corresponde al juez de lo contencioso-administrativo
elaborar un juicio de ponderación subjetiva respecto de la conducta procesal
asumida por las partes, previa imposición de la medida, que limitan el arbitrio
judicial o discrecionalidad, para dar paso a una aplicación razonable de la norma».

Por ello, esta Sala considera que el artículo 365 del Código General del Proceso
(CGP), por remisión del 188 del CPACA, deja a disposición del juez la
procedencia o no de la condena en costas, ya que para ello debe examinar la
actuación procesal de la parte vencida y comprobar su causación y no el simple
3
Consejo de Estado, sala de lo contencioso-administrativo, sección segunda, subsección B, sentencia de 9 de
febrero de 2017, expediente: 15001-23-31-000-2008-00160-01 (2267-2015), consejero ponente: César Palomino
Cortés, actora: Luz Magdalena Espitia Malagón, demandado: departamento de Boyacá-contraloría de Boyacá.
4
Consejo de Estado, sala de lo contencioso administrativo, expediente 70001-23-33-000-2013-00065-01 (1908-
2014), consejero ponente: Carmelo Perdomo Cuéter, actor: Ramiro Antonio Barreto Rojas, demandada: Unidad
Administrativa Especial de Gestión Pensional y Contribuciones Parafiscales de la Protección Social (UGPP).
11
hecho de que las resultas del proceso le fueron desfavorables a sus intereses,
pues dicha imposición surge después de tener certeza de que la conducta
desplegada por aquella comporta temeridad o mala fe, actuación que no se
observa en el proceso, y, por lo tanto, se revocará la condena impuesta.

Con base en los razonamientos que se dejan consignados, en armonía con los
elementos de juicio allegados al expediente y apreciados en conjunto, de acuerdo
con las reglas de la sana crítica, sin más disquisiciones sobre el particular, se
confirmará parcialmente la sentencia apelada, que negó las súplicas de la
demanda.

En mérito de lo expuesto, el Consejo de Estado, sala de lo contencioso


administrativo, sección segunda, subsección B, administrando justicia en nombre
de la República y por autoridad de la ley,

FALLA:

1.º Confírmase parcialmente la sentencia proferida el 13 de agosto de 2015 por el


Tribunal Administrativo del Cesar, que negó las pretensiones de la demanda
incoada por el señor Arcenio David de los Reyes Cabarcas, conforme a lo
expuesto en la parte motiva.

2.° Revócase el ordinal segundo de la sentencia apelada, en cuanto condenó en


costas y agencias en derecho al demandante, de acuerdo con la motivación.

3.° Ejecutoriada esta providencia, devuélvase el expediente al Tribunal de origen,


previas las anotaciones que fueren menester.

Notifíquese y cúmplase,

Este proyecto fue estudiado y aprobado en Sala de la fecha.

CARMELO PERDOMO CUÉTER

SANDRA LISSET IBARRA VÉLEZ CÉSAR PALOMINO CORTÉS

12
13

También podría gustarte