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Actividad 2.

“Disciplinas de
investigación”
EDUCACION ABIERTA Y A
DISTANCIA DE MEXICO

Actividad Evidencia de
aprendizaje: Una mirada
alternativa (lo real y el
deber)
“Ensayo”
-Semestre: 1°
-Asignatura: Desarrollo
humano
-Unidad: 2. El compromiso
individual y social del ser
humano

VIERNES 14 DE AGOSTO DEL 2020

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Introducción

En este ensayo se realizan algunas reflexiones sobre ética, moral y ética profesional, en
particular se hace referencia a las normas eticas del licenciado en seguridad pública.

Todo en este mundo tiene un origen, y la Ética tuvo el suyo en la época antigua, cuando
determinar qué estaba bien o mal se convirtió en una preocupación, que provocó el
pensamiento humano evolucionara a través del tiempo hasta concebir a la Ética como una
ciencia moral que estudia y contiene las normas morales que nacen dentro de la persona
misma (razón) y no son impuestas desde fuera.

Las instituciones de información desempeñan un papel importante en la formación de


valores y es fundamental la competencia del profesional de esta área en el desarrollo y
difusión de la información científica la cual representa el marco social de su actividad.

Las entidades de información presentan características singulares que personifican los


deberes morales de este profesional en la actividad científico-investigativa,
específicamente en el campo de la seguridad pública, por ser este su contenido
fundamental de trabajo. La actividad que precisa la generación de actividad científica
implica un reto diario para el profesional de seguridad pública, debido al significado
generado por la sociedad del conocimiento por lo que deben lidiar constantemente con el
uso de las normas y leyes para el bienestar del usuario.

El entorno en el que se desarrolla el trabajo de los profesionales de la Seguridad Pública


en la actualidad está dando lugar al replanteamiento de valores ya tradicionales y al
surgimiento de otros nuevos que obligan a dirigir una especial atención hacia la cuestión
ética en la profesión. Al igual que sucede con otras éticas de carácter aplicado, la ética del
profesional debe ser abordada desde la universidad con el convencimiento de que su
aprendizaje supone obtener una orientación socialmente responsable, y su práctica, la
proclamación pública del empeño de nuestra actividad profesional. La manifestación de
esta práctica en un documento escrito ?el código deontológico? eleva el estatus de la
profesión de cara al exterior, y hace ganar en libertad y autonomía dentro de la
organización, porque los principios éticos se convierten en pragmáticos y los
profesionales formalizan su preocupación sobre los modos de actuar en la sociedad,
siempre y cuando aplicando la normatividad del país con enfoque de cuidado al
ciudadano.

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Desarrollo

La creciente preocupación por el tema de la ética en la seguridad pública se debe al


profundo cambio que el mundo experimenta y que, según algunos pensadores, se origina
en una transformación de la civilización. Nos encontramos ante el derrumbe de los valores
tradicionales de la sociedad, entendida como una estructura cerrada y rígida en la que
siguen con una vigencia renovada, más profunda, más exigente, los valores humanos; y
al mismo tiempo con la pretensión de construir una nueva cultura en la que se integrarán
nuevos valores, especialmente en el aspecto ético. Ahora, al reto productivo, al reto de la
ecología y al reto tecnológico, se exige añadir un reto de fondo: el reto ético.

Los ciudadanos, como miembros de una sociedad con leyes y reglas de convivencia,
estamos sujetos a fortalecer, al lado de los gobernantes, la ética pública que hace posible
la convivencia, el desarrollo de los negocios privados y públicos, que genera cohesión
social, que alimenta la confianza y que nos permite aspirar a un gobierno más eficaz y
cercano a la gente.

La ética política, como ciencia de lo moralmente adecuado al servicio público, estudia el


comportamiento de los funcionarios en orden a la finalidad del servicio público que le es
inherente. En otras palabras, la ética pública es la ciencia que trata de la moralidad de los
actos humanos en cuanto son realizados por funcionarios públicos. Por tanto, la moralidad
de la actuación del funcionario, la bondad o maldad de su conducta, deben juzgarse en
relación con la finalidad del servicio público que justifica la propia existencia de la
Administración. La idea del servicio a la colectividad, a la sociedad, en definitiva, a ‘los
demás’, es el eje de la ética pública.

La heterogeneidad de las sociedades modernas implica diversos conjuntos valorativos


que han roto la uniformidad ideológica con sus contenidos morales que en las sociedades
tradicionales se tenían, guiados en buena medida por la religión. Actualmente ya no se
puede hablar de una sola moral universalmente válida, que rija el comportamiento de
todos los seres humanos en términos de Bueno o malo. Si esto es difícil para la sociedad
en general, respecto a la política, lo es aún más. Sin embargo, argumentos como la teoría
de la razón de Estado en ocasiones se utilizan para justificar la omisión de esos valores.
Los excesos cometidos en nombre de la razón de Estado, de la gobernabilidad y de la
estabilidad política, enmascaran muchas veces ambiciones personales de avaricia y de
poder que han llevado a la humanidad a presentar un enérgico reclamo ético, ya que en

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esta supresión de la ética ha deteriorado la calidad de vida de la mitad de los pobladores
del planeta. Políticos y pensadores se ocupan ahora de este tema y proponen soluciones
para reencauzar por caminos éticos el quehacer político.

Si bien es cierto que las leyes por sí mismas no mantienen en el camino correcto a la
sociedad, ni a los funcionarios de los gobiernos, no es menos cierto que ninguna sociedad
puede lograrlo sin leyes adecuadas que normen sus procesos y funciones y mantengan
las acciones del gobierno por cauces de legalidad. El marco normativo sirve de guía,
defensa, contención, sanción de irregularidades, desviaciones o ilícitos en que llegaran a
incurrir los funcionarios públicos en el desempeño de su cargo.

La democracia a la que aspira la modernidad tiene como uno de sus objetivos satisfacer
la necesidad de mejorar las relaciones entre los ciudadanos y la Administración Pública, la
cual se considera una necesidad inexcusable; y esto sólo será possible a través de un
proceso de construcción de instituciones políticas democráticas sanas y consolidadas. Por
esta razón, los gobiernos reforman sus administraciones con la idea de que las relaciones
desiguales entre administración-administrados deben dar paso a una nueva concepción
de carácter igualitario, en la que la administración no sea sino un servicio y el público su
clientela. Independientemente del modelo de administración que se adopte, es
fundamental el control jurisdiccional y administrativo de los servidores públicos, sin
importer su rango o jerarquía. En todo Estado de Derecho, la función pública como
ejercicio de gobierno, la sujeción a la Constitución, así como a las leyes secundarias, y la
inherente obligación de sancionar en caso de su incumplimiento, constituyen un pilar en el
que descansa la buena marcha de la democracia.

Por ello, al referirnos a la ética del professional en seguridad publica es necesario analizar
lo relativo al marco legal, que establece las responsabilidades de los servidores públicos
que regulan la rendición de cuentas, la fiscalización y las sanciones ante su
incumplimiento, ya que los vacíos legales pueden ser fuente de corrupción.

Considero poder desarrollarme como licenciado en seguridad publica apegado a las


normas tanto eticas como legales, debido que la ciudadania de alguna manera tiene la
confianza de poder contar con un servidor publicó que contribuya a la seguridad del país.

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Conclusión

La crisis de confianza de México en el gobierno se ha convertido en una próspera


industria de libros y artículos acerca de la corrupción y la ética política. La mayoría
de ellos se refiere a qué es lo que el gobierno debería hacer y en general se
centra exclusivamente en el gobierno federal. Una de las mayores aportaciones de
esta obra, es invitarnos a considerar nuevas áreas de oportunidad como
licenciados en seguridad publica, miembros de partidos políticos o ciudadanos en
general, para luchar en un mismo sentido contra la corrupción. Indiscutiblemente,
es imperante arraigar una cultura de transparencia entre la sociedad, donde exista
un verdadero respeto a las leyes y donde la impunidad no tenga cabida. Para
lograr ese cambio será necesario volver a vincular a la ética con el licenciado en
seguridad publica, porque cuando la política se desvincula de la ética, la actividad
política queda reducida a una técnica para obtener beneficios o para alcanzar el
poder y perpetuarse en él. Lo único que importaría en esa situación sería el poder
por el poder mismo, y entonces imperaría la irresponsabilidad, la corrupción, el
oportunismo y el pragmatismo. Si a la actividad política no se le orienta por
criterios éticos, todo estaría permitido; si el gobernante dejara de ser responsable
ante la comunidad, se podría llegar incluso a la tiranía disfrazada. Corresponde al
gobierno y a los ciudadanos pugnar por la existencia y observancia de un
adecuado marco jurídico, que señale las obligaciones y las prerrogativas a las que
habrá de sujetarse todo licenciado en seguridad publica y en el cual se consigne la
responsabilidad de tutelar los derechos del gobernado frente a los actos de
cualquier autoridad; así como aquellas garantías y obligaciones que la ley estime
para que el servidor público cumpla con el encargo y la función encomendados. Al
mismo tiempo, los ordenamientos jurídicos deben permitir, cuando sea necesario,
exigir por la vía legal la aplicación de sanciones a las que se haga acreedor el
servidor público por su comportamiento arbitrario.

Realmente espero ser en materia de seguridad publica un servidor confiable y


honesto, apegado a las las leyes, a la etica y la moral, para poder vivir en armonia
con la ciudadania, y de igual manera que el propio cuidadano sienta la confianza
en materia de seguridad.
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Referencias bibliografícas

-Contenido De la Unidad 2 https://campus.unadmexico.mx /contenidos


/DCSA/BLOQUE1/SP/01/SDHU /recursos /unidad_ 02/descargables/DHU_U2
_Contenido.pdf

- Sartre, J. P. (2004). El ser y la nada. Buenos Aires: Losada.

-Simmel, G. (1986). Sociología. Estudios sobre las formas de socialización. Tomos I y II.
España: Alianza Editorial S.A.

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