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UNIVERSIDAD CENTRAL

VICERRECTORIA ACADÉMICA
CURSOS DE CONTEXTO

CURSO: Ciudad y Patrimonio: objetos, construcciones y costumbres


de Bogotá.

FECHA: enero 27 de 2011.

Nº DE SESIÓN: 01.

TÍTULO DE LA CONFERENCIA: Patrimonio: memoria e identidad.

CONFERENCISTA: Doctor. Fernando Viviescas. Investigador


independiente.

FECHA DE TRANSCRIPCIÓN: febrero 14 de 2011.

Intervención de la profesora Paula Atuesta (Docente Cursos


de Contexto. Universidad Central).

B
uenos días. Sugerimos que todos los que están
llegando y que no encontraron puesto atrás, pues acá
adelante todavía hay espacio. Entonces si les
sugerimos para próximas ocasiones que traten de hacerse lo
más adelante posible, porque de esa manera el conferencista
también puede interactuar más fácilmente con ustedes, y
ustedes también con él.

Bueno, quiero darles la bienvenida al Curso de Contexto


“Ciudad y Patrimonio: objetos, construcciones y costumbres
de Bogotá”. Quiero también invitarlos a reconocer este

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espacio, el auditorio Jorge Enrique Molina como un lugar para
el conocimiento. Declarado además, muy apropósito de
nuestro curso, Patrimonio de la Nación.

Les pedimos el favor de apagar celulares, Ipod, y demás


posibles equipos electrónicos, y recuerden que no es
permitido ingerir alimentos en este auditorio. Les
recomendamos también muy especialmente la toma de
apuntes, es la manera que tienen ustedes de ir teniendo…,
guardando la información del curso.

Y una vez terminada la conferencia de hoy, el equipo de


profesores que estamos aquí acompañándolos les daremos
toda la información sobre evaluaciones, sobre lecturas, y
sobre el funcionamiento del Curso.

Los dejo entonces con el profesor Alejandro Sandoval, quien


va a presentar al conferencista de hoy.

Intervención del profesor Alejandro Sandoval (Docente


Cursos de Contexto. Universidad Central).

B
uenos días. Para mí es un orgullo presentar al maestro
Viviescas, pues porque he leído su trabajo; me parece
que es una persona…, es uno de los grandes expertos
que hay en Colombia sobre los temas de ciudad, de
urbanismo, de pensar las ciudades, entonces muy rico.

El profesor Fernando Viviescas es arquitecto urbanista de la


Universidad Nacional de Colombia. Tiene un máster de la
Universidad de Texas, en Houston. Y también es especialista

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en Vivienda Popular en Holanda. El maestro Viviescas, fue
vicerrector de la Universidad Nacional de Colombia.

Esto es un resumen súper exhaustivo de la súper hoja de vida


del maestro Viviescas, como para que tengan una idea de la
importancia de esta conferencia.

Entonces, vicerrector de la Universidad Nacional. Decano de la


Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de
Medellín. Se desempeño como Subdirector de Planeación del
Instituto Colombiano para el Fomento de la Educación
Superior en el ICFES. En Bogotá es profesor de la maestría de
la Planeación Urbana y Regional de la Especialización en
Espacio Público de la Facultad de Arquitectura, Cultura y
Diseño de la Universidad Javeriana.

Profesor Viviescas, este auditorio es todo suyo. Bienvenido a la


Universidad Central.

Intervención del doctor Fernando Viviescas (Investigador


independiente).

B
ueno, buenos días. Primero quiero agradecer a la
Universidad Central por la invitación a compartir con
ustedes algunas ideas justamente iniciando
universidad. Estaba comentando con algunos profesores acá
que uno a esta edad es complicadísimo acordarse de eso.

Pero ya viéndolos a ustedes, a todas y a todos, por eso me hice


en la puerta para mirarles un poco las caras antes de que
ustedes me la vieran a mi; tratar de acordarse pues de ese día,
de ese momento cuando yo entre a la universidad hace

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muchísimos años desde luego, y era completamente distinto a
lo que digamos…, a lo que ustedes están empezando a vivir.

Quiero además felicitar a la universidad, por diseñar digámoslo


así este curso. En esas épocas cuando yo entre a la
Universidad Nacional en Medellín pues obviamente no
había…, no había ese número digamos de gente, ese es uno de
los cambios importantes de los cuales yo voy hablarles un
poco; no había esa cuestión masiva de como lo es hoy.

Ustedes entran en una universidad de las muchas que hay en


Colombia, me dicen que aquí puede ver 500 o 600 muchachas
o muchachos que vienen a empezar…, a empezar una nueva
vida realmente. Y que la universidad diseñe una perspectiva en
la cual pretenda establecer con ustedes una relación en que la
universidad les ofrece…, lo que se le llamamos “El contexto”,

Claro, yo se que la experiencia de cada uno de ustedes de


entrada a la universidad es una experiencia personal,
seguramente muy feliz, pero también es muy dramática, y lo
interesante es que ustedes van a ir descubriendo a medida
que pase el tiempo como es de dramática la entrada a la
universidad, la cantidad de cambios…, aparte de los cambios
que ustedes están experimentando cada una de ustedes y
cada uno de ustedes pues en este momento en la universidad,
la experiencia de enfrentar la vida en una perspectiva tan
distinta a aquella que vienen viviendo hasta el día hoy
digámoslo así, pues hace que sea muy inteligente la idea de la
universidad en darles un contexto.

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Es decir, de hacerles desde el principio participes de la
experiencia de que ese advenimiento que empiezan hacer
ustedes hoy con el conocimiento, con las profesiones, con las
disciplinas, está metido en un ámbito que hace que esa
experiencia no sea solamente una experiencia personal. Que
lo que ustedes están viviendo hoy en términos individuales,
empiecen inmediatamente a ubicarlo en donde realmente
está.

Es decir, desde luego como en todas las experiencias


individuales de la vida, uno siempre está solo, uno es único,
uno siempre está solo, siempre está solo. Y eso
desafortunadamente lo vemos cuando pasan los momentos tal
vez más dramáticos y más tristes de la existencia, es cuando
uno se da cuenta de la soledad en la que uno está.

Pero uno está solo, pero está dentro de un contexto, y ese


contexto además se mete con uno, y normalmente nosotros
pensamos que no, que no nos damos cuenta; sobre todo como
ese entorno, como ese ámbito que tiene múltiples facetas, y
que tiene múltiples componentes está a todo momento, a
todo instante determinándolo a uno, metiéndose con uno; y
así uno tiene que vivir…, y esto me parece que es lo más
inteligente de crear un Curso de Contexto; es decir, un curso
en que la universidad se compromete con sus estudiantes a
decirles: “miren, ustedes están en un ámbito que tienen todas
las características de la existencia”; es decir, de amistad, de
agresividad, de contraste entre una cosa y la otra.

Y esa experiencia fundamental con el conocimiento, de llegar a


un campo, a una disciplina, de llegar a un ámbito de saber, que

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además lo compromete a uno absolutamente está también
determinado por muchas otras cosas que de una u otra forma
están afectándolo a uno, y están afectándolo a ese
conocimiento, y está afectando la relación de uno con ese
saber, y con esas definiciones en la vida que uno va teniendo.

Entonces, además de mi agradecimiento por dejarme


participar de este evento, pues quiero felicitar a la Universidad
Central por haberles creado este contexto. Y obviamente
felicitarlos a ustedes porque tienen eso, porque tienen esa
posibilidad de ir siempre estableciendo la relación de su
conocimiento, de su búsqueda, de su encuentro con muchas
cosas que no se saben, en una relación en que la universidad
empieza hacer presencia como institución determinante de
ese cambio de vida que significa entrar a la universidad.

Hay un segundo elemento, esto desde luego no termina hoy,


va a durar todo el semestre. Estuve analizando el programa,
quiero decirles que me siento muy honrado de hacer parte de
ese grupo de profesores, de investigadores, de docentes que
van hablarles a ustedes en cada uno de los temas específicos
que tienen cada uno de ellos. Son ellos unos excelentes
especialistas en cada uno de los temas que tiene la
universidad, se cuido…, con mi excepción, de construir un
grupo de docentes muy solventes a nivel del país.

O sea que ustedes van a tener la oportunidad de hablar con


gente que sabe mucho, y que sabe mucho de universidad y
que sabe mucho de esa problemática que ustedes se están
encontrando.

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Hay otro elemento que me alegra mucho también de todo
este asunto, y es el tema que la universidad escogió para este
Curso de Contexto; y no solamente porque pues algo se del
tema sino básicamente porque de alguna manera escoger “la
ciudad” como tema de estudio; proponerle a muchachas y a
muchachos tan jóvenes como ustedes, “la ciudad” como la
definición del entorno que los determina, y que los está
determinando desde que nacieron, y sobre todo porque no se
han dado cuenta de cómo los determina, que ese sea el objeto
de análisis que le propone la universidad a ustedes, y que les
dé los elementos para mostrar como ese contexto que es
inevitable, empieza a determinarlos en el conjunto, y en lo
individual, dentro de la universidad, y sobre todo fuera de la
universidad.

Que les cree las condiciones para que ustedes puedan ser
consientes de eso, tiene dos motivos de alegría digamos. Uno,
es que les crea un contexto de realidad. Y el otro es que ese
contexto de realidad dentro del marco que la universidad ha
pensado, les introduce el primer “golpe fuerte” de los tantos
que seguramente van a tener en su experiencia universitaria,
que es el que les estoy diciendo hasta ahora.

En este momento la ciudad es la determinante del existir de


ustedes, ha sido siempre desde el día que nacieron; y
seguramente desde mucho antes que ustedes y cada uno de
ustedes hubiesen nacido, hasta ahora ha sido el determinante
fundamental.

Dicho de otra manera: “ustedes son lo que son ahora en el


conjunto, y de manera individual, fundamentalmente,

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esencialmente, por lo que la ciudad colombiana, y por lo que
Bogotá en la gran mayoría de ustedes seguramente…, o la
ciudad en la cual ustedes hayan nacido y vivido durante la
mayor parte del tiempo, ustedes son resultado directo y
podríamos decir “total” de la ciudad.

Además les voy a decir más duro todavía, y no son más que
eso. El problema grande es que ustedes no se han dado
cuenta, no ha sido consiente, es importantísimo digamos, es
fundamental, y ya no iría solamente para ustedes, para la
misma universidad que me parece que de alguna manera es lo
que la universidad está tratando de construir como pregunta,
y de pronto elaborar como respuesta.

Es un elemento fundamental para este país, y para el mundo


dijéramos, por lo menos para este país, y desde luego para
todas y todos, y cada uno de ustedes, una pregunta
fundamental en Colombia en este momento ¿Qué es ser un
joven o una joven en Colombia?

Esa es la pregunta que ustedes deben empezar a hacerse


desde hoy si quieren entrar con alguna posibilidad a ese vasto
campo de conocimiento que está en las Ingenierías, en la
Literatura, en el Derecho, en la Economía, en la Arquitectura,
en el Diseño, en la Música, en la Pintura, etc., etc.

Ese mundo los espera y ustedes van a entrar ahí, pero si


ustedes no se preguntan “¿Qué es ser en este momento una
muchacha, un muchacho de 16, de 17 de 18 años? Si ustedes
no empiezan a saber qué es ser eso, entran con muy pocas
condiciones al partido que tienen que jugar con el

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conocimiento, sea de las Artes, de la Ciencia, del Diseño, del
Dibujo, de la Pintura, o de la Cibernética.

Esa es la pregunta con la que empezaría la universidad, la


universidad de la vida realmente empezaría eso. Qué es ser
una muchacha, un muchacho de 16, de 17, de 18 años en
Colombia, qué es ser un muchacho o una muchacha de 16, de
17 años en Colombia que pretende encontrar un lugar en la
existencia a través de debatirse con la Música, con la
Ingeniería, con el Derecho, con la Arquitectura, con la Ciencia
Marina, con la Aviación, con lo que sea, que es ser eso.

Esa pregunta la tienen que hacer las sociedades.


Desafortunadamente vivimos en una sociedad que no se hace
esas preguntas, y por supuesto, desde luego, por tanto, como
resultado de esa enorme ignorancia que atraviesa toda la
sociedad pues no sabe qué hacer con los muchachos y las
muchachas de 16 años, de 17 años, de 18 años.

Y muchísimo menos tiene la menor idea de qué hacer con esas


muchachas que además quieren establecer relaciones de
investigación, de indagación, de formación, con todas las
ciencias y las artes, y todo lo que la cultura ha creado dentro
de nuestro país.

Y eso es lo que me parecería a mí fundamental, que ustedes


empezaran a ser consientes: Primero, que son unos
muchachos y unas muchachas de 16, 17 años, de 18 años que
se enfrentan por primera vez, solos a ver cómo le hacen a las
Matemáticas, a la Física, a la Literatura, a los diccionarios, a las

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enciclopedias, al internet, en una perspectiva de formarse una
respuesta a esa pregunta.

Y que esa investigación de quién son ustedes tienen que


empezarla ustedes, porque no tiene sentido, ni sirve que otros
le digan quienes son ustedes, todo el mundo está dispuesto a
decirle ustedes quien son; pero lo fundamental es que ustedes
se hagan la pregunta, todos y cada uno de ustedes ¿Qué son
en nivel individual? Y por supuesto van empezando a saber
qué son ustedes, qué hacen, qué significan como individuos en
unos conglomerados que van creciendo a medida que la
mirada de ustedes va haciéndose cada vez más distante.

El punto fundamental, y el sentido que tiene…, el papel que


tiene un curso como este de contexto, en el cual ustedes se
sientan al pie de alguien que muy posiblemente no es
compañero de curso, o de carrera, o de disciplina, sino como
universitarios, ahí empieza una diferencia enorme con todo lo
que les ha pasado hasta ahora.

Y por eso esa pregunta la tienen que hacer ustedes, y desde


luego tienen que empezar a identificarse a sí mismos, y a sí
mismas para poder entonces entender las diferencias que
tienen con los otros. ¿Por qué razón está persona que está a
mi lado va a estudiar una cosa tan extraña como Música,
cuando siendo la Ingeniería, lo que yo escogí, es la cosa más
extraordinaria del mundo?, o al contrario; porque la Música o
el músico, el publicista empieza a mirar al economista y dice:
“¿Y este por qué se va por allá?, ¿Y qué será eso?”.

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Y en ese sentido un Curso de Contexto como éste es una
fortuna para ustedes, pero desde luego, como todas las
fortunas, cada uno tiene que empezar a ver cómo se
administra, porque es complejo. Y en ese sentido el tema de la
ciudad es fundamental. Y en eso incluso hay una coincidencia
con ustedes, uno podría decir que a pesar de todo el recorrido
que ustedes tienen, ese recorrido personal que los hacen tan
serios, tan fuertes, y tan directos, y tan definidos como están
ustedes ahora, se ha mantenido siempre en la ignorancia, que
uno nunca sabe lo que le pasa realmente.

Pero eso se pone a fuego aquí, aquí es donde cada uno de


ustedes…, cuando ya no está el profesor…, ahora hay
profesores aquí, pero después ahora salen y los profesores se
van a ir hacer también sus otras tareas, porque pues ellos no
están vigilando el patio para mirar cómo están comportándose
cada uno de ustedes; eso también es un problema, un asunto
y una experiencia fascinante, y dependerá mucho de cómo
sean capaces ustedes de manejar esa soledad digámoslo así,
hacia el futuro.

Pero les decía que en ese punto digámoslo así, ese momento
de ahora, en este instante, enfrentados al conocimiento de sí
mismos, y el conocimiento del mundo, y buscar un lugar allí
para lo que sea, para ser profesional, para no ser profesional,
para hacer una cosa, o para hacer otra, etc., etc.

De alguna manera recuerda la situación en la que el mundo


está. Les quiero contar, realmente en ese sentido, en este
sentido que yo quiero señalar con esta frase: “De empezar a
darnos cuenta de qué somos y de dónde estamos”, el mundo

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en general está pasando más o menos por lo mismo. Desde
luego, eso no…, en relación él con mundo en general no es
solamente el día de hoy digámoslo así, el día en el mundo…, el
tiempo tiene una dimensión distinta.

Pero el mundo realmente está empezando a ubicarse en lo


que un filosofo que seguramente ustedes, o algunos de
ustedes irán a oír mencionar en algún momento de su historia
estudiantil, que se llama Cornelius Castoriadis: “apenas está
empezando el mundo a darse cuenta de lo que es”.

Y un elemento fundamental en eso, ha sido la constitución de


la forma como la humanidad ha venido buscando desde
siempre, que es vivir juntos. La coincidencia es que en este
momento el mundo, el orbe, la tierra, la gente, o sea la
humanidad que somos y que vivimos en la tierra, estamos
constituyendo apenas ese escenario para la existencia futura,
que es la que va acompañar exactamente “el ser de la
humanidad”.

Ese fenómeno, esa materialidad es la ciudad, y ustedes


tendrán que empezar a darse cuenta también que la ciudad no
es solamente la materialidad en la que uno vive, por ejemplo
Bogotá por supuesto, es lo que más se parece a una ciudad en
Colombia. Pero lo que hace a Bogotá como ciudad no es esa
enorme transformación de la naturaleza que Bogotá
finalmente muestra en este momento.

Seguramente todos ustedes, y todas ustedes, han estado en


algún momento en Monserrate. Bueno, los que no han ido a
Monserrate, y todos y todas las que no han ido a Monserrate

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yo los invito a que hagan una experiencia. La próxima vez que
suba a Monserrate, suban pensando qué significado tiene las
50 mil hectáreas que han sido construidas en el terreno de la
Sabana de Bogotá que ustedes pueden descubrir desde
Monserrate.

50 mil hectáreas que hace 50 años no estaban construidas.


Ustedes se imaginan la cantidad de transformación de tierra,
de cemento, de agua, de aire, que significa la construcción que
tiene Bogotá. Y por eso podemos decir con orgullo, si a mi
alguien me pregunta…, un extranjero me dice: “Bueno, ¿De
qué son capaces los colombianos y las colombianas?”, yo lo
subo a Monserrate y le digo: “Mire, nosotros somos capaces
de hacer eso”.

Entre otras cosas porque eso es lo más grande, en todos los


sentidos que hemos construido las colombianas y los
colombianos, no hay nada más grande, más potente, más
fuerte, más significativo en términos estéticos, en términos
científicos, en términos de imaginación, en términos de
creatividad; ni por supuesto en términos materiales, en
términos físicos, no hay nada más grande en la historia de
Colombia que Bogotá, por donde se le mire.

Y así nos queda, como somos capaces de hacer las cosas las
colombinas y los colombianos. Y digo las colombianas y los
colombianos porque no hay nada en Colombia más grande
que Bogotá en todos los sentidos; por eso es lo que nos han
determinado nuestra forma de hacer así hasta ahora.

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El punto de nuevo es que hemos construido eso, lo han
construido nuestros padres, nuestros abuelos, nosotros
mismos, pero no hemos tenido una relación consciente con
esa construcción.

De la misma manera que no hemos tenido una relación


consciente con nuestra personalidad individual, singular, y por
eso no sabemos por qué somos como somos, y no sabemos
para qué somos lo que somos, y por eso hay que hacerse la
pregunta: ¿Qué es una muchacha y un muchacho de 16, de 17,
18 años?, de esa misma manera hemos construido Bogotá.

Ahí surge un primer elemento, también fundamental en la


relación que establecemos con el conocimiento, y que ustedes
están empezando a establecer de alguna manera consiente a
partir de ahora; y es que esa relación del conocimiento pone
en juego lo más potente que tenemos los hombres y las
mujeres: que es nuestra imaginación y nuestra creatividad.

Somos capaces de construir a nosotros mismos, y somos


capaces de construir cosas tan extraordinarias como Bogotá.
Por eso es tan fascinante y tan extraordinario poner,
dinamizar, poner a trabajar y a dinamizar de una manera
consciente, es decir, de que nosotros nos demos cuenta de
que estamos poniendo en la acción una potencia tan enorme
de la cual nosotros mismos somos propietarios que es nuestra
imaginación y nuestra creatividad.

Y en ese mismo instante en el que somos consientes de esa


potencia que tenemos, debemos ser consientes también de
que podemos construir cosas enormes, pero podemos

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construir también no solamente nuestra propia desgracia, sino
también cosas totalmente incompletas y absolutamente
tenebrosas como pueden ser las cosas que también suceden
por nuestras acciones, o nuestras omisiones que a la final
resulta lo mismo, que están caracterizando también a esa gran
obra que nosotros podemos mostrarle al mundo que es
Bogotá.

Ahora, esa acción de darnos cuenta de esa enorme creación


que hemos hecho, por supuesto, las están haciendo todas las
culturas, todos los países, y todas las ciudades del mundo. Les
quiero contar un poco más adelante, vamos a mostrar una
gráfica para mostrarles eso; pero les quiero contar que en este
momento en el mundo estamos viviendo algo así como unos
6.800 millones de hombres y mujeres. Eso es más o menos lo
que es la población mundial en este momento.

Por supuesto que eso va creciendo constantemente, pero esa


es la dimensión humana que hay, es decir, en este momento
hay…, como nosotros, algo así como 6800 millones de
personas. Ustedes pueden calcular, es decir, en Colombia
somos 45 millones; en el mundo somos 6800 millones.

Imagínense ustedes la cantidad de gente que ha vivido en esta


tierra desde que apareció el Homo Sapiens, algo así como hace
unos 4 millones de años. Bueno, en este momento hay una
condensación de esa población.

Pero hay un elemento fundamental que es el que le está


dando el cambio a este momento en el mundo, y por eso yo
les decía que estaba la misma situación el mundo y la situación

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en la que están ustedes; y es que a partir del 2005, por
primera vez en toda la historia de la humanidad estamos
viviendo en ciudades la mayor parte de la población.

Es decir, que en este momento hay algo así como unos 3900
millones de personas viviendo en ciudades, en ciudades como
Bogotá, más pequeñas o más grandes, pero dijéramos en ese
mismo sentido. Y en esa misma perspectiva, digo todo el
mundo…, digo todo el mundo está empezando a buscar qué
significa vivir en ciudades, qué significa vivir en ciudades, tiene
sentido la pregunta de ¿Qué sentido tiene vivir juntos?

Hasta ahora, es decir, hasta este momento que empezamos a


vivir juntos, y ya las ciudades van hacer el hábitat de la gente,
hasta cuando desaparezca esta tierra yo creo. La experiencia
mundial de los hombres y las mujeres esta asignada por la
vivencia en solitario, de ahí la importancia de la cultura, y aquí
viene otro de los aciertos me parece a mí fundamentales del
curso, como lo han diseñado aquí en la Universidad Central
¿No es cierto?, y es que plantea la vivencia en la ciudad como
una pregunta vivencial.

¿Qué significa vivir juntos? Nosotros hemos vivido cada vez


más separados, de ahí la importancia que le hemos dado…, y
aquí ya me empiezo a meter con los términos del curso: a la
identidad. Hasta el momento la identidad ha sido asignada
básicamente por la identidad del entorno; lo que platean las
ciudades es que hay otros entornos, muchos otros entornos
que se han dado también de manera individual.

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El mundo ha sido poblado de manera individual, ahora, por
unas cuestiones históricas, económicas pero también
culturales, por los medios de comunicación, nosotros nos
hemos empezado a dar cuenta que no estamos solos en el
mundo y que hay muchas otras formas en las cuales los
hombres y las mujeres se han enfrentado con los mismos
elementos, y con los mismos factores con los cuales nosotros
nos hemos enfrentado; y a partir de los cuales…, de esas
relaciones hemos construido lo que realmente somos en este
momento: Nuestro idioma, nuestras creencias, nuestras
relaciones con nuestra naturaleza, que son básicamente las
que nos determinan a nosotros.

Ahora es más fácil para la gente, digo yo, darse cuenta que no
todo el mundo habla español, o castellano, como diría algunos
de los de España. Uno sabe ahora que no todos los españoles
admiten decir que ellos hablan español, y por ejemplo uno
encuentra una diferencia y dicen que ellos hablan castellano,
claro, porque en la misma España hay algunos que hablan
catalán, hay otros que hablan vasco, porque corresponden a
los pueblos a los cuales nacieron y crecieron en esas
determinadas culturas.

Un primer elemento que es el que más nos acerca a esto que


ustedes están viviendo, es que de alguna manera el mundo
está viviendo lo que ustedes están viviendo en este momento,
y es encontrándose con gente que piensa distinto de las cosas
que uno piensa y que plantea en la cotidianidad.

Por ejemplo, uno encuentra que a pesar de que yo decidí


estudiar Administración, hay mucha otra gente que piensa que

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lo mejor es estudiar Ingeniería, y hay otros que piensan que lo
mejor es estudiar Música. Pensamos distinto, y sin embargo
nos juntamos en una universidad para ver cómo le hacemos
para construir esa perspectiva.

Entonces ese punto yo quisiera que pudiera quedar, dijéramos


así, pudiera quedar en la perspectiva de ustedes, es decir, este
Curso de Contexto tiene una diferencia enorme con los otros
cursos que ustedes van a tener, pero esa diferencia enorme
está fundamentada específicamente porque los pone en
relación con el otro. Y en ese sentido establece una identidad
con lo que estamos viviendo realmente en la ciudad y es:
“aprendiendo a vivir con el otro”.

Con el “otro” es: con la otra forma de pensar, con la otra


forma de concebir las cosas, con la otra forma de imaginar,
con la otra forma de sentir. Y que todas esas formas que van
apareciendo cotidianamente, y en el transcurso de nuestra
existencia tienen tanta validez, tiene tanto sentido como la
determinación que yo tengo.

E inmediatamente, como segunda consecuencia de eso,


asumir que así como lo que el otro piensa tiene sentido, pues
es muy posible que entonces si yo pongo cuidado no
solamente pueda encontrar el sentido del otro, sino poder
encontrar el sentido de mi propia decisión.

Es decir, yo puedo establecer un dialogo con la otra persona


precisamente porque piensa distinto que yo, y en esa medida
lo necesito, necesito que haya la diferencia y que la otra…, la
otra forma de ver las cosas exista para yo poder existir en la

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mía. Y como tercera desde luego, que en ponernos en relación
y dialogo, poner en relación mi dialogo con la música, en
relación con el dialogo con mi compañera o compañero que
estudia Ingeniería; y en esa relación de establecer un marco en
el cual tanto la una como en la otra se hacen necesarias y
nosotros coparticipes de la construcción de ese asunto.

¿Pero qué somos nosotros?, yo en particular, responsable de


que esa construcción se pueda hacer, eso es lo que la ciudad
nos está pidiendo. Así es como hacemos la ciudad; es decir, así
es como construimos el mundo, nuestra vida, lo que va hacer
nuestra existencia.

Porque la existencia de ustedes, a mí me queda muchísimo


menos tiempo a comparación de ustedes, se va hacer en la
ciudad, no tenemos otra, no hay otra alternativa, no hay otra
posibilidad, pero la tenemos que construir porque no está
construida, no está construida conscientemente.

Así que esa Bogotá que estamos mirando desde Monserrate es


la obra más grande que hemos construido hasta ahora, pero
es apenas la primera base, la primera piedra sobre la cual
vamos a construir el mundo del futuro, que es nuestro mundo.

Y por eso tenemos que aprender no solamente los elementos


que vamos a mirar en las distintas ciencias y disciplinas que la
universidad nos brinda, sino empezar a conocer esa ciudad,
esos vericuetos del ser que seguramente no están en las aulas,
y que nos vamos a encontrar nosotros en la noche, en la tarde,
en el amanecer de las ciudades; y en la noche, y en la tarde, y
en el amanecer de nuestra nuevas relaciones.

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Por eso es tan dramático, como también les decía al principio,
las situaciones en las cuales ustedes están hoy, porque están
dejando también lo más grande que han construido hasta
ahora que son su propia existencia para poder empezar otra,
que es la que los va a definir hacía el futuro.

Y por eso la construcción del conocimiento que ustedes están


haciendo en este momento…, digo yo que es una fortuna que
coincida también con la conciencia de que están construyendo
ciudadanía. Y una ciudadanía, es decir, una forma de vivir en la
ciudad que no tiene que ver solamente con la construcción de
la ciudad en Bogotá, en Colombia; sino que haciendo Bogotá y
haciendo Colombia, una Colombia urbana hacía el futuro,
siendo consientes de esa construcción estamos contribuyendo
también a que la construcción del futuro del mundo entero se
vaya haciendo.

Porque estoy seguro que seminarios como estos se están


presentando en Pekín, en Shanghái, en el Cairo, incluso a pesar
de todas las manifestaciones que están haciendo en este
momento, seguramente las universidades del Cairo están
haciendo ese problema. Pero también en Sudáfrica, o en
Quito, en todas partes del mundo la gente, los hombres y las
mujeres estamos preguntándonos de cómo vamos hacer las
ciudades, de sentir nuestro hábitat del futuro hacía adelante.

Y ese es el elemento central dijéramos para rescatar de un


curso como este de Contexto, que pretende mirar la ciudad, y
pretende mirar el patrimonio como lo hemos construido hasta
ahora, y ver de qué manera nos permite a nosotros…,
mirándolo desde una perspectiva crítica, dejarnos ser hacia el

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futuro, y ser consientes en ese trabajo con nuestros
profesores y profesoras, con el campus de la universidad, con
el intercambio que se presenta en las distintas labores que se
hacen cotidianas en la universidad, una perspectiva de vida, y
así la cuestión de la universidad deja de ser simplemente una
cuestión de ir a clase para ir a encontrar los elementos con los
cuales construir nuestros espacios y nuestros tiempos de la
existencia hacía el futuro.

En ese sentido entonces…, yo quiero que miremos está


perspectiva…, que solamente…, para terminar digamos, un
marco general de ese complejo contexto que ustedes van a
tener en el curso, en la universidad, y desde luego de aquí en
la existencia. Solamente unas cuantas reflexiones digámoslo,
porque desde luego, cada una de las conferencias van a ser a
profundidad, tal como ustedes va a tener la oportunidad de
disfrutarlo, pues obviamente van a mirarlo de alguna manera
mucho más especifica.

Yo solamente quería hacer esta larga introducción para


plantear unas perspectivas para dar un poco la dimensión del
objeto de sus reflexiones, de sus meditaciones, de sus
preguntas, de sus dudas. De que si la relación que ustedes
establecen con el conocimiento de la universidad va por buen
camino, digo yo, cada vez van hacer más grandes, cada vez van
a ser más angustiosas, pero seguramente hacia el final van
hacer también mucho más creativas, y por lo tanto, al
dinamizar la parte de la imaginación van hacer mucho más
representativas de lo que ustedes serán de aquí en adelante .

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Entonces en ese sentido, yo quería plantear una pregunta
digamos, o compartir con ustedes unas inquietudes, yo ya no
tengo los 16, los 17, los 18 años, pero yo me sigo preguntando
también el significado de la existencia, porque esa pregunta
después de que uno se la hace la primer vez lo sigue
acompañando toda la vida.

Es también importante preguntarse qué es un tipo de 65 años,


así también como es importante preguntarse qué es una
muchacha de 16 años, tiene igual significación. Entonces yo
quiero compartir con ustedes esa inquietud que todavía me
acompaña en este tipo de cosas.

En la presentación que seguramente ustedes tienen, porque


es la misma que me dieron a mí del Curso de Contexto, yo he
tratado simplemente de tomar los elementos que están allí de
la universidad por todas las razones que les he dicho que me
parecen muy bien; y ponerlos en un orden para plantear el
elemento central que les he dicho, ya no solamente en
términos individuales, porque claro, el proyecto esencial es el
proyecto de cada uno de ustedes y con ustedes mismos y con
ustedes mismas.

Porque la pregunta esa de ¿qué es un muchacho?, es una


pregunta que tiene como sentido para ver qué hago yo con
ese muchacho y con esa muchacha, para eso yo les hago la
pregunta. Pero en el conjunto digamos, lo que me interesa a
mí de la relación con ustedes es establecer con ustedes un
proyecto común, y si no es común pues haber como lo
hacemos común, cómo lo metemos en una palabra que
seguramente va a empezar a crecer con ustedes en la política;

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es decir, en esa relación que establecemos los hombres y las
mujeres cuando nos planteamos el problema de poder vivir en
conjunto, de poder vivir colectivamente, de poder vivir juntos.

Entonces el Curso de Contexto…, la pregunta de la ciudad y del


patrimonio, tiene la perspectiva, creo yo, de ver como
trabajamos en el proyecto de Colombia como sociedad en el
siglo XXI.

A pesar de la edad de ustedes, pues ya tienen elementos con


que darse cuenta de la enorme pertinencia de esa pregunta, y
por eso no se puede desperdiciar de ninguna manera un
momento como este para planteárselo conscientemente a la
gente. Casi nunca nos hacemos esas preguntas, pero ese
proyecto de Colombia, además de establecer lo que ustedes
establezcan con la Ingeniería, con las Matemáticas, con la
Física, con la Química, con la Filosofía, con la Historia, con la
Sociología, etc., depende también de cómo bailen, de cómo
oigan música, de cómo van a teatro, de cómo pintan, de cómo
gastan su tiempo libre, de cómo juegan futbol, de cómo
juegan otros deportes.

De cómo cada uno de ustedes hace su propia vida, va a


depender la posibilidad de que Colombia sea hacía el futuro. Y
es muy importante que sea hacía el futuro porque plantea
otras perspectivas distintas a las que tenemos, entre otras,
una de ellas puede ser el elemento que nos permita hacía
adelante y que nos vuelva a tomar unos aguaceros en las
condiciones tan precarias, como nos han encontrado los
aguaceros de noviembre y de diciembre y de enero en
Colombia.

23
Es decir, yo no los estoy invitando a una extracción, los estoy
invitando a ustedes a un país que todavía no se ha empezado a
dar cuenta que tiene una responsabilidad de construirse como
un país del siglo XXI, y que la perspectiva que abre la
Universidad Central como un Contexto como éste, es un
elemento absolutamente valioso en esa posibilidad de hacerlo.

Entonces en ese sentido lo fundamental es ubicar entonces


esa ciudad por la cual nos la estamos preguntando que dónde
está, y en esta perspectiva…, muy rápidamente, hay dos cosas
que aquí quiero mostrarles en esta perspectiva.

Una es en el cambio poblacional, lo que les había dicho yo a


ustedes ahora, el mundo está cambiando, estamos viviendo en
ciudades, y eso plantea problemas fuertes. Y el otro es que
como consecuencia de ese, Jacques Arrali, un autor francés ha
escrito un libro que se llama “El hombre nómada” para traer…,
y lo pongo yo a colación, porque tanto juntarnos, no
solamente es juntarnos, sino establecer rompimientos con
formas de ser la de la humanidad.

Aquí es donde yo quería mostrarles a ustedes el salto, fíjense


ustedes, la parte oscura, desde abajo digámoslo así…, se
supone digamos, que el Bing Bang apareció por allá hace 4 mil
millones de años. El Homo Sapiens aparece en la última
milésima de ese transcurso de tiempo que tenemos hasta
ahora, apareció hace 4 millones de años. O sea que nosotros
somos un producto tardío digamos de la creación.

Pero fíjense ustedes este desarrollo, lo que la parte oscura


representa es gente, nuestros antepasados, si ustedes miran

24
abajo aparecen desde 7 mil años antes de Cristo, hasta donde
empieza a subir la mancha oscura que estamos como en el año
2000 después de Cristo.

Bueno, siempre ha habido muchos hombres y muchas


mujeres, ésta es una especie bastante reproductiva, es muy
prolifera. Pero siempre hubo muchos hombres y muchas
mujeres, siempre nacían muchos hombres y muchas mujeres
pero se morían muchos hombres y muchas mujeres. Y por lo
tanto la población no crecía mucho, por eso es que se
mantiene casi que horizontal, en el suelo dijéramos así en el
esquema que está planteado ahí.

Hasta que en siglo XVIII y XIX, sobre todo en el XIX y en el XX


los descubrimientos que hicieron esos hombres y esas mujeres
en muchas cosas, entre ellas en la medicina, logro crear una
revolución completa en esa especie, y esa revolución
constituyo…, se constituyo básicamente en que seguían
naciendo muchos hombres y muchas mujeres pero ya no se
morían muchos hombres y muchas mujeres tan rápido.

Entonces eso hiso que la población mundial creciera de esa


forma tan extraordinaria, que hace que hacía el año 2000,
2005, y en el que estamos viviendo ahora, la población
humana hubiera llegado a crecer de esa manera que está
planteado allí en la perspectiva vertical.

Se calcula que en el siglo XX había tantos hombres y tantas


mujeres como hubo antes desde los primeros hombres y
mujeres hasta el momento del siglo XIX. Bueno, esa es una
explosión, llamada “explosión demográfica”, sobre todo eso es

25
una explosión de imaginación y de creatividad para lo cual no
estábamos preparados para tener tantos hombres y tantas
mujeres, y tantos hombres y tantas mujeres pensando,
imaginando, creando.

Ahí se produjeron muchas revoluciones. Por ejemplo una


revolución de esas es la que permita que aquí haya tantas
muchachas como muchachos; hace 20 años eso no era posible
aquí en Colombia. Las muchachas que están aquí hacen parte
de una revolución, de nuevo sin que se hayan dado cuenta
todavía de lo que eso significa.

Bueno, ese elemento, ese elemento es el que está


determinando que ahora hablamos de una época urbana.
Fíjense ustedes que en la primera lista…, esto está…, cuando
dice primero, segundo tercero, cuarto, quinto, sexto, estamos
hablando en inglés de Billons, pero eso son Miles de millones
de personas.

Lo que está señalando el esquema es que en la primera línea


de arriba, es que para poder tener en la tierra mil millones de
personas hubo que esperarse hasta el año 1800, desde los
años que les mencionaba ahora, 4 millones de años para
poder llegar hacer mil millones de personas.

Pero los segundos mil millones de personas, no nos gastamos


sino 130 años para llegar a ellos. Y luego solo nos gastamos
sino 30 años para tener el tercer mil millones de personas. Y
luego 14 años, y luego 13 años, y luego 12 años hasta llegar al
año 2000. O sea que la capacidad de producir hombres y
mujeres rápidamente ha crecido tremendamente, y eso es lo

26
que hace que en ese momento no solo hace que seamos
tantos…, tantos es decir, que estemos llegando casi a los 7 mil
millones de personas, dentro de 30 años vamos hacer algo así
como 8 mil o 9 mil millones de personas, de hombres y
mujeres regados por todo el mundo.

Sino que además nos hayamos tenido que juntar, o sea que la
opción del ciudadano es aleatoria, es que estamos obligados a
vivir juntos porque cada vez nos estamos juntando más.

Y estamos creciendo a estos niveles. Miren, esto es un reloj, si


yo tomo la radiografía de este reloj ahora en internet, ustedes
lo pueden hacer seguramente muy rápidamente . Ustedes
pueden encontrar el ritmo con el cual estamos creciendo en
este momento. En el mundo cada año aparecen más de 80
millones de personas nuevas, en el día aparecen 221 mil y pico
de personas diarias, y por cada minuto nacen 154 personas.

O sea, lo que quiero señalar con esto, es que el que haya


gente, y el que haya gente juntándose, es decir, que hayan
ciudades, no es una opción que nos gusta o no nos gusta sino
que se está presentando. Y bueno, aquí todavía el 53 por
ciento de la población vive en centros menores de 500 mil
personas, pero cada vez está creciendo más el número de esas
personas.

Pero lo que quiero señalar, dijéramos con esto para terminar,


primero que todo es que el mundo no estaba preparado para
recibir toda esa cantidad de hombres y mujeres, es decir, no
teníamos ni siquiera los espacios en los cuales poder ubicar

27
toda esa cantidad de gente que va apareciendo en las
ciudades.

Esta es una foto de Ciudad de México, Ciudad de México es


una de las grandes ciudades del mundo, de las ciudades más
grandes del mundo, tiene algo así como 20 millones de
personas viviendo en una sola ciudad. Ustedes saben que
Bogotá tiene algo así de 7 u 8 millones de personas. México
tiene 20 millones de personas en este momento, eso no es
dentro de 15 años, ni dentro de 8 días, sino ya, en este
momento tiene más de 20 millones de personas.

Viven así, es decir, las grandes ciudades, y digo las grandes


ciudades porque claro, hay ciudades en los países
desarrollados, y países subdesarrollados digámoslo así ¿No es
cierto? Pero la gran mayoría de la población…, eso lo van a
encontrar ustedes más adelante cuando ya empiecen a
estudiar más específicamente las cosas.

La gran mayoría de los hombres y las mujeres van a vivir en los


grandes centros urbanos de los países subdesarrollados, es
decir, en los países como Colombia, o como México, o como
Rio de Janeiro, o como el Cairo. Pero éste es…, ahora esto es…,
puede ser muy impresionante, pero de nuevo: es la misma
visión que tenemos cuando subimos a Monserrate y miramos
a Bogotá.

Es decir, uno no se debe escandalizar con esto, pero esto si lo


tiene que llamar a pensar que es la pregunta con las cuales
iniciamos está charla hace un rato; porque la gente es ahí…,
nos demos cuenta o no nos demos cuenta. Por eso es

28
importante hacer el ejercicio de una manera consiente con
Monserrate, porque uno está allá y uno puede darse cuenta y
decir: “¿Bueno, yo dónde estoy, y yo cómo me muevo ahí,
cómo soy ahí, cómo contribuyo a esa construcción?”.

Esta es otra ciudad mexicana, esta es Guadalajara, es una


ciudad que tiene 5 millones de habitantes. Esta es una ciudad
más pequeña que Bogotá también, pero ésta es Medellín.

El mensaje que quiero mandarles es que nosotros vivimos ahí,


eso es lo que hemos hecho. Bueno, estos datos que les han
dato a ustedes…,

Y por lo tanto cuando uno llama y habla de la ciudad, lo que


uno hace es reproducir para establecer un dialogo con
ustedes…, este es el mismo marco que a ustedes les dieron,
solo es que le estoy dando un orden distinto para que
viéramos el significado de las cosas y cada una de ellas.

Esto yo no lo voy a desarrollar aquí, en algunas otras charlas


que voy a tener con ustedes las podemos desarrollar, pero lo
que quiero decir es que cuando uno se pregunta sobre esto,
pues entonces tiene que darle un orden para poder entrar a
preguntarse, y eso que lo tiene que hacer no solamente el
profesor sino cada uno de los ciudadanos y cada una de las
ciudadanas que están teniendo la oportunidad de mirar.

Pues estas son preguntas fundamentales. El patrimonio


cultural es nuestra historia de lo que somos, ¿Por qué
hablamos nosotros español?, y ¿Por qué no nos entendemos
sino en español?, y ¿Por qué incluso somos tan sensibles,
incluso, al acento que tengamos en el español para pensar que

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uno habla distinto de los demás?, pero también ¿Cómo
comemos, cómo nos alimentamos, cuál es nuestra dieta?

El segundo tiene que ver ¿Cuál es la relación que establecemos


con la naturaleza?, ¿De qué manera somos consientes de
nuestra relación por ejemplo con el agua? Una cosa tan vital
como esa.

Y por otro lado, cuando hablamos del patrimonio


arquitectónico y urbanístico, aquí estamos hablando de la
forma como nosotros transformamos ese ambiente para
poder construir el ámbito en el cual nosotros estamos. Y por lo
tanto todos los demás elementos que están planeados acá que
son los que se van a tratar en las distintas conferencias, pues
son todas preguntas fundamentales.

Pero la pregunta fundamental es ésta: ¿Qué hacemos nosotros


aquí, cómo miramos esa relación que se restablece entre el
objetivo…? Esto puede ser una familia bogotana, si alcanzo a
llegar les muestro otro tipo de familias que hay; pero lo que
quiero señalar es que la pregunta es ésta digamos, que no hay
que hacerla solamente…, esta es la pregunta que nos estamos
haciendo en la universidad, porque allá abajo está todo el
conocimiento, allá abajo están todas las repuestas a todas las
preguntas que nosotros nos hacemos.

Pero tenemos que hacernos la pregunta, tenemos que


subirnos a Monserrate a mirar qué es lo que hay ahí, y
establecer entonces una relación con esto. Esto son partes de
las cosas que nosotros vemos desde Monserrate, o sea,
cuando nosotros vemos a Bogotá, cuando nosotros le decimos

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al extranjero: “Mire, nosotros somos capaces de hacer eso”, es
eso lo que somos capaces de hacer.

De verdad, esa es nuestra carta de presentación, y de verdad,


porque esto está hecho, está ahí, es tangible. Pero eso
significa un enorme, enorme despliegue de fuerza de potencia,
de energía, de imaginación también, de creatividad. Y por
supuesto nos queda Bogotá, como nos tiene que quedar con
los elementos que nosotros somos capaces de plantear en
nuestra relación diaria y a una perspectiva futura, es decir, con
todas nuestras bondades y con todas nuestras debilidades.

Por eso se puede decir que la ciudad es una obra de arte,


porque establecemos la misma relación nosotros como
creadores, y nosotros somos los únicos responsables, por eso
nosotros no podemos decir aquí que Bogotá nos quedo mal o
bien, y echarle la culpa a alguien, no tenemos posibilidad de
hacer eso.

Pero es la misma relación que establece el artista con su obra,


con su cuadro, con su escultura, con su sinfonía, le queda con
los defectos y con las maravillas que seamos capaces de hacer,
y con las dos. La obra de arte..., ustedes saben, es siempre una
complejidad en la cual está lo positivo y lo negativo, y nos
queda diversa.

Este es otro sector de Bogotá, pero es la misma Bogotá, no son


ciudades distintas. Lo que pasa es que no somos capaces de
abarcarla, como no somos capaces de abarcar ningún
producto humano en una sola mirada. Son varias miradas, son
distintas miradas, cada mirada de esa nos da una visión

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distinta, y corresponde a una forma de la existencia diferente
que solamente tiene sentido en su relación con los demás
elementos.

Seguimos viendo la misma ciudad, ahí estamos todos


comprometidos, no hay una ciudad del norte ni una ciudad del
sur, es la misma ciudad. Y lo que le hace falta al sur le hace
falta al norte, así el norte no se dé cuenta, y así el sur no se dé
cuenta. La perspectiva que se está planteando aquí es que hay
que acabar con ese “Es que no nos damos cuenta”, para
empezarnos a darnos cuenta y por lo tanto establecer
entonces bases sobre las cuales construir un proyecto común.

Así que ese es el tejido, eso es lo que hemos tejido nosotros,


con nuestros antepasados, desde nuestros antepasados, pero
esto no es más que la base sobre la cual nosotros vamos a
empezar hacer, y a ser, tenemos ese primer plante. Y tenemos
la posibilidad de la relación con el conocimiento de empezar a
darnos cuenta de cómo podemos construir esto, y
seguramente contribuir a que…, yo no sé si mejor o peor, pero
en todo caso sea distinta la relación que nosotros
establecemos, y por lo tanto el producto tiene que ser distinto
en esa perspectiva.

Entonces una primera reflexión y a la que yo invito es a que


empecemos a mirar las conferencias, las referencias, las
bibliografías, las observaciones que nos vayan hacer hacia el
futuro, durante el transcurso del seminario, y que nosotros
tenemos una relación con el patrimonio y que es nuestra
consolidación en este momento de todo lo que se ha
construido en el pasado; pero que tenemos que mirarlo desde

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una perspectiva crítica, porque apenas eso constituye la base
inicial del planteamiento que vamos hacer del futuro.

No me queda más que desearles la mayor de las suertes en la


universidad, a partir de ya y hasta el momento que se
gradúen, y que por supuesto que la respuesta a la pregunta:
¿Qué es un muchacho y una muchacha de 16, 17 o 18 años?,
cuando tengan 20 o 21 sea una cuestión mucho más feliz, y
mucho más grande en términos de conocimiento.

Muchísimas gracias por su atención.

Intervención del profesor José Manuel Castelblanco (Docente


Cursos de Contexto. Universidad Central).

¿Preguntas?

Intervención del doctor Fernando Viviescas (Investigador


independiente).

Profesor, yo creo que ellos van a tener como 4 años para hacer
preguntas, todo el tiempo, yo creo que no se las gasten aquí.

Intervención del profesor José Manuel Castelblanco (Docente


Cursos de Contexto. Universidad Central).

Perfecto.

Bueno, entonces, con esta sesión de hoy hemos iniciado


nuestro curso. Nuevamente agradecemos al profesor
Fernando Viviescas. Él nos va a estar acompañando en otras
sesiones, esperamos que en estas haya una serie de preguntas
que son las que realmente nos…, a nosotros como estudiantes,
debemos aprovechar para enriquecer nuestro…

33
(Fin de la conferencia del doctor Fernando Viviescas.
Investigador independiente).

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